N/A: Se que esta historia va muy lenta con el desarrollo de la relación Mikaannie pero quiero hacerlo de esta manera para no cambiar las personalidades de las chicas. Mikasa tomara un poco más de iniciativa ya que ella ha tenido un punto de vista mejor en su vida que Annie. Recuerden que Mikasa ha estado con la Jaeger por cierto tiempo, Annie ha estado sola.
Capítulo 14
Después de hablar con las demás, la decisión estaba tomada. Alma y Akane se quedarían bajo la custodia de Annie y Mikasa, pero eso no quería decir que los problemas estaban por terminar.
—Hanji.—Llamo Annie.
La mujer cabellera castaña volteo a ver a Annie y se dio cuenta de que esta quería hablar con ella en privado. Por lo que veía, Annie estaba por contarle algo importante. Lo que se le hacía curioso a Hanji era ver a Annie con la bufanda de Mikasa alrededor de su cuello. Era una imagen curiosidad para todos los que sabían que esa bufanda era de Mikasa.
—Dime.—Dijo Hanji dándole toda su atención a Annie. Hanji quería que la rubia se diera cuenta de que ella siempre le escucharía.
Annie dejó salir un suspiro, tenía que pensar en como diría lo que estaba sintiendo en esos momentos. Todo era muy nuevo para ella, no sabia que hacer o cómo reaccionar. Hanji noto el problema que Annie estaba teniendo, ella y Mikasa siempre tenían problemas en decir cómo se sentían y Hanji las entendía perfectamente.
—¿Es sobre Mikasa?—Pregunto Hanji haciéndole señas a Annie para que sentara a su lado en el pequeño sofá de su oficina.
Annie asintió con lentitud, ante eso Hanji sonrió un poco al darse cuenta de que era lo que Annie quería hablar con ella. Todo eso lo había estado sintiendo desde la primera semana que ella y Mikasa había estado fuera de las murallas.
—¿Es bueno o malo?—
Annie dejó salir otro suspiro. —Supongo que bueno, simplemente no estoy segura.—
—¿Mikasa ha hecho algo o dicho algo que te haga sentirse fuera de lugar?—
Annie se detuvo a pensar. Siempre que estaba cerca de Mikasa se sentía segura, sentía que podía poner su vida en las manos de la pelinegra y saber que al final todo estaría bien, sentía que por fin alguien la entendía perfectamente.
—No.—Dijo Annie. —Solo no se como decir lo que siento cuando está cerca. Ella me entiende, sin siquiera decir una palabra ella lo que tiene que hacer o lo que quiero decir.—Susurro.
Hanji miro a la joven rubia con una pequeña sonrisa en el rostro, Annie estaba tomando un gran paso al venir a ella para hablar sobre cómo se sentía. —Eres valiente.—Dijo Hanji. —Y no me refiero a que puedes pelear contra varios titanes y salir con vida, o que eres capaz de enfrentarte a Mikasa sin miedo alguno. Eres valiente porque estas luchando contra algo que te han dicho desde que eres una nina, estas hablando sobre lo que sientes, sobre lo que pasa entre tu y Mikasa.—
—No he dicho mucho.—Murmuró Annie tratando de evadir la mirada de la sub-comandante.
—Dijiste que sientes que Mikasa te entiende. Que saben comunicarse sin decir una sola palabra.—Dijo Hanji. —Eso es algo importante para mi, creo que es algo que tu deberias ver si es o no es importante para ti. De esa manera empezarás a entender lo que estás sintiendo.—
Annie miró a Hanji a los ojos ante lo ultimo que habia dicho. No esperaba que sus pensamientos y sentimientos fueran importantes pero ella estaba equivocada por completo.
—Tanto tus sentimientos como los sentimientos de Mikasa son importantes, quizás para los altos mandos no lo sean pero eso es porque ellos son unos imbeciles. A mi si me importa como ustedes se siente.—
Annie miró sus manos fijamente, tratando de entender porque Hanji se preocuparia por sus sentimientos cuando nadie más lo había hecho. ¿Por qué? No entendía qué era lo que estaba pasando.
—Cada vez que te sientas confundida tienes que venir y hablar conmigo, tambien puedes hablar con Christa se que ella es buena escuchando y dando consejos, después de todo ella ha estado ayudando a Ymir. No tienes porque tener miedo de hablar con nosotras, siempre estaremos para ti.—
Annie asintió con mas seguridad, sabía que podía confiar en Hanji. La sub-comandante se lo había demostrado una y otra al defender y ahora protegerla de los que la querían en prisión o muerta.
—Tanto tu como Mikasa tienen el hábito de guardarse todo lo que siente y dejarlos escondidos todo el tiempo, es bueno que empiecen a cambiar ese hábito.—
….
Después de hablar con Hanji, Annie había decidido ir a los campos de entrenamiento y despejar su mente. Había dejado a las niñas con Christa e Ymir, quería dejar de pensar en todo lo que estaba pasando a su alrededor, dejar de pensar que ahora tenía dos vidas que dependian de ella, que a pesar de todo tenía el apoyo de cuatro mujeres, que ahora no solo era ella. Ahora tenía con quien hablar, en quien confiar y un lugar al cual regresar.
Empezó a correr por los campos, a gran velocidad, quería que su cuerpo y su mente se cansaran para solo pensar en ir y tomar una ducha, comer y luego ir a la cama. Pero su mente no se lo estaba permitiendo, seguía pensando en cómo su mente había cambiado en tan poco tiempo, en como Mikasa había logrado hacerse un espacio en su vida, en como ahora no entrenaba sola. Christa, Ymir y Mikasa siempre estaba a su lado.
Dejo salir un enorme suspiro, su respiración agitada de tanto correr, el sudor corriendo por su frente, la luz del sol golpeando su cuerpo y problema alguno. A los lejos vio a Mikasa y a Eren hablar, se daba la idea de que era lo que ellos estaban hablando, observó las reacciones de ambos y supo que todo estaba bien, que ahora no tenía nada de qué preocuparse con Eren.
Se dirigió hacía su habitación para tomar una ducha y luego ir en busca de las niñas. Sentía el agua correr por su cuerpo, por fin su mente estaba en blanco, por fin había dejado de pensar tanto. Se sentía en calma, la tranquilidad empezaba a invadir su cuerpo y por primera vez en su vida sintió que la cargaba que tenía en sus hombros desvanecerse.
Empezó a vestirse con el uniforme, sintió la puerta abrirse, al escuchar las voz supo quienes eran así que no se preocupo por apresurarse. Mikasa y Alma simplemente la esperarian mientras entretenían a Akane.
Mikasa había estado pensando en todo lo que había pasado en las últimas semanas, todo había pasado tan rápido que no había tenido tiempo de analizar y de pensar en cómo se sentía, si era sincera nunca pensaba en cómo se sentía, hasta ahora. Cada vez que Annie estaba a su lado sentía que podía hacer cualquier cosa, era como si la compañía de la rubia hacía todo mejor. Era un sensación completamente extraña para ella pero por alguna razón le agradaba.
Se preguntaba si esa era la manera en al que Ymir y Christa se sentía cuando estaban juntas, Mikasa estaba segura que de alguna manera sería diferente ya que ella y Mikasa eran muy diferentes a Christa e Ymir.
Cuando Annie salió del baño, Mikasa no pudo evitar mirarla fijamente. No era la primera vez que lo hacía, pero le seguía siendo raro como Annie lograba capturar su atención en cualquier momento.
—Tomaré una ducha.—Dijo Mikasa esperando a que Annie se acercara para pasarle a Akane. Annie solo asintió y se acercó a la pelinegra para tomar a la pequeña. Cuando Mikasa dejó a Akane en brazos de Annie sus manos se rozaron y ambas pudieron sentir un pequeño escalofrío recorreles el cuerpo. Se miraron directamente a los ojos, tratando de entender lo que había pasado. Ninguna sabia como reaccionar, esa era una nueva sensación para ambas.
—Te esperaremos.—Dijo Annie saliendo de su trance. Mikasa solo asintió y se dirigió al baño.
Alma solo miraba a las dos mujeres con curiosidad, no sabía qué era lo que había pasado en ese momento pero luego le preguntaría a Hanji. Sabía que Christa e Ymir no le dirían nada, pero Hanji si.
—¿Que tal estuvieron las cosas con Christa e Ymir?—Le pregunto Annie a Alma.
Alma se encogió de hombros. —Ellas son raras.—Comentó la pequeña provocando una minúscula sonrisa en Annie. —Ymir siempre le dice a Christa que sea su esposa.—
—Te irás acostumbrando a ellas poco a poco.—Comentó Annie mientras acomodaba a Akane en sus brazos, la pequeña parecía querer tomar una siesta. Annie esperaría a que la pequeña se durmiera para luego dejarla en la cama.
—Pensé que ellas ya estaban casadas.—Dijo Alma con confusión. —Ymir siempre la abraza y Christa siempre está cuidando de Ymir cuando se lastima.—
Annie miró a Alma con un deje de sorpresa, ella también había pensado que Ymir y Christa se habían casado a espaldas de todos por la manera como actuaban. Pero Annie sabía que no era de esa manera, esas dos chicas estaban esperando a tener un poco de paz.
…
Smith estaba paseándose por su oficina pensando como poder recuperar el muro Maria sin perder a tantos soldados, sabía que no saldrían victorioso sin tener pérdidas. Levi y Hanji estaban con él en la oficina. Los tres estaban viendo las ventajas que tendrían al tener a tres titanes de su lado.
—No podemos dejarles toda la carga a Eren, Ymir y Annie.—Dijo Hanji. —Ellos son fuertes pero aun así necesitaran de mucha ayuda.—
Levi asintió ante eso. —Seria bueno que creemos varios grupos, sabemos quienes trabajan mejor con quien. Eso nos dará una ventaja.—
Smith miraba a sus dos soldados y amigos. —Quienes distraeran a los titanes para que Eren, Ymir y Annie muevan la roca para tapar el hueco en el muro. Al hacer eso empezaremos a limpiar las zonas de titanes.—
Levi estaba formando los grupos que ayudarian a distraer a los titanes. Hanji estaba tomando apuntes de qué era lo que irían a necesitar, todos los utensilios médicos que necesitaria para curar a los soldados y buscar una manera de tener a Alma y Akane seguras mientras que Annie y Mikasa hacían su trabajo. Smith tenía esperanzas que por fin la humanidad ganaría una pelea contra los titanes.
Ellos tres trabajarian duro para que todo fuera a salir bien, tenía confianza en sus tropas.
…
Ocho meses de hacer planes, sobre cómo harían para recuperar el Muro Maria. Hanji, Levi y Smith estaban listo para poder ir y poner todos sus planes en marcha.
Annie y Mikasa ya tenían los papeles de adopción de Alma y Akane. Habían hablado con Alma lo que iba a pasar y la pequeña sin dudar había aceptado ser la hija de las dos chicas que le habían salvado. Al final habían decidido jugar con los apellidos y terminaron con Ackerman-Leonhart. Muchos estaban contentos de tener a las niñas en las instalaciones mientras que otros no.
En todo ese tiempo Annie y Mikasa habían tenido tiempo para pensar en lo que estaba pasando entre ellas, en cómo se sentía cuando estaban cerca. Hanji les había ayudado en todo lo que podía pero aun ella no podía clarificar los sentimientos de las dos mujeres, eso era algo que ella tendrían que hacer por sí solas.
Había sido difícil hablar entre ellas, pero sabían que no podían mentir porque ahora no les afectaría solo a ellas, ahora tenían a dos pequeñas que las necesitaban. Alma se había dado cuenta de lo que pasaba entre Annie y Mikasa, hasta el punto de que la pequeña hizo que las dos chicas se tomarán de las manos y siguieron caminando por los campos de entrenamiento. Annie y Mikasa se había sorprendido ante la acción de la niña pero no separaron sus manos, si eran sinceras se sentía cómodas de esa manera.
Alma había ayudado a las dos chicas a comunicarse de mejor manera, la pequeña entendió que las mujeres habían tenido una niñez muy dura gracias a que Hanji había hablado con ella. Alma tambien se habia armado de valor para hablar con Annie primero y después con Mikasa.
Alma sabía que Akane y ella ahora tenía una familia junto a Annie y Mikasa, no iba a permitir que su familia se viera destruida.
—¿Están listan? —Pregunto Hanji mirando a Mikasa, Annie, Ymir y Christa.
—Lo estamos.—Dijo Ymir sin esperar a que las demás hablaran.
Hanji sonrió al ver a las demás asentir ante lo que Ymir había dicho. Hanji sabía que estaba rompiendo el protocolo al tener una relación más cercana con esas chicas, pero a ella nunca le había importado lo que el protocolo dijera. Se sentía feliz de por fin hacer algo más que dirigir a los soldados, en hacer investigaciones. Estaba feliz de tener con quien hablar sobre cosas sencillas como qué hacer en caso de una de las niñas quiera jugar.
Todos estaban en sus uniformes y sus equipos 3D, Alma miraba como todos estaban serios, noto los rostro de Annie y Mikasa. Ambas mujeres parecian estar tranquilas con todo lo que estaba pasando a su alrededor, la pequeña aun no entendía cómo esas dos mujeres estaban tranquilas cuando los demás no lo estaban.
La base donde los comandantes estarían estaba lista. Hanji se dirigía hacía la base con Akane y Alma pero Annie y Mikasa la detuvieron. Vio como Annie y Mikasa le daban un beso a Akane en la frente y luego se dirigian hacía Alma.
—Sabes lo que va a pasar.—Dijo Mikasa. —Tienes que quedarte con Hanji todo el tiempo.—
—No importa lo que pase.—Agrego Annie. —Mientras Christa, Ymir, Mikasa y yo estamos lejos ella será la que podrá proteger a ti y a tu hermana de lo que sea. Así que quédate cerca.—
Los demas veian sorprendidos ante las acciones de las dos mujeres, nunca pensaron que las verían mostrando esas emociones.
—¿Ustedes estarán bien?—Pregunto Alma mirando a Annie y luego a Mikasa.
La pequeña luego miró a Christa e Ymir, no quería perder a nadie y las chicas lo pudieron notar.
—Estaremos bien.—Dijo Annie abrazando a la pequeña con fuerza para luego dejar que Mikasa le diera un abrazo.
Segundos después la pequeña estaba en los brazos de Ymir y Christa. Annie y Mikasa miraron a hanji y asintieron para que la mujer se llevará a las niñas.
—Espero que todas regresen.—Dijo Hanji mirando a las chicas con seriedad. —Nada de juegos.—
Todas asintieron.
Todos empezaron a caminar hacía las murallas, pero de un momento a otro Mikasa tomó el brazo de Annie, provocando que ambas se detuvieran. Se hicieron a un lado para que nadie las viera, Annie sabía que si Mikasa hacía eso era porque quiera decirle algo que nadie debía saber.
Mikasa sabía que era ahora o nunca, tomo el rostro de Annie y la beso. La rubia estaba sorprendida por la reacción per segundos de después se encontró besando a Mikasa de regreso.
Ambas había estado jugando al gato y al ratón por mucho tiempo que ahora, justo en ese momento Mikasa se había cansado de todo eso.
Se separaron para luego mirarse a los ojos y ambas sabían que lo que había pasado ese momento había sido deseado por las dos. Annie le dio una media sonrisa a la pelinegra y esta se la devolvió.
—Hablaremos de lo que va a suceder entre nosotras después.—Susurró Annie.
Mikasa asintió con seguridad. Antes de seguir su camino se dieron un abrazo, sabiendo que quizás pasaría mucho tiempo para que fueran capaces de abrazarse nuevamente.
