N/A: Feliz Año Nuevo

Capítulo 16

Mikasa y Annie llegaron a la tienda donde se encontraba Hanji y las niñas. Cuando Alma vio a las dos mujeres entrar dejó caer su libro y corrió para abrazarlas. Annie y Mikasa simplemente dejaron que la pequeña las abrazara, sabían que Alma había estado preocupada de lo que podía haberles pasado.

—¿Como salio todo? —Pregunto Hanji acercándose a las dos mujeres para luego ver como Christa e Ymir entraban.

—Lo logramos a pesar de que tuvimos visitas.—Replicó Ymir mientras se ponía de cuclillas para abrazar a Alma adecuadamente. Todas las presentes miraron a la castaña con una pequeña sonrisa en el rostro.

—Mikasa está lastimada.—Dijo Annie al darse cuenta de que la pelinegra no iba a decir nada. Ante eso Hanji rápidamente se acercó a la pelinegra para ver qué era lo que le había pasado. Mikasa por su parte solo dejo salir un suspiro y dejo que la subcomandante la revisara.

Se había mantenido un enorme silencio mientras Hanji revisaba a Mikasa y se aseguraba de que no fuera algo grave. Todas podían sentir la tensión en el lugar pero preferían mantenerse calladas hasta que realmente tuvieran que hablar. Hanji sabía que las cuatros chicas estaban preocupadas por lo que había pasado, ella también lo estaba pero sabía que tenía que hablar y asegurarse de que tomarían cartas en el asunto.

Hanji sabía el peligro que las cuatro mujeres corrían al tener a Bertholdt y Reiner queriendo secuestrar a Annie e Ymir. La subcomandante no era tonta sabía que Christa y Mikasa podrían sus vidas en peligro con tal de salvar a sus compañeras. Las chicas se habían vuelto muy unidas, y más ahora que tenía a Akane y Alma con ellas.

Hanji se armó de valor para interrumpir el silencio. —¿Qué es lo que piensan hacer? —Pregunto con seriedad.

Todas dejaron salir un suspiro, Annie miraba como Alma había retomado la lectura de su libro. Mientras que Akane se estaba quedando dormida en los brazos de Christa. La chica titán sabia que tenia que hacer lo imposible para regresar con vida, tenía que hacer lo imposible para que todas regresaran sanas y salvas.

—Ellos no atacarán, no por ahora.—Dijo Ymir. —Saben que estaremos alertas, saben que no nos quedaremos de brazos cruzados.

—Ymir tiene razón.—Dijo Annie. —Por el momento tendremos que concentrarnos en limpiar Shiganshina y recuperar el terreno que se perdió ante los titanes.

Hanji asintió un poco ante la explicación de las dos chicas. —No pueden ponerse en peligro.—Dijo Hanji. —Ellos no se van a detener hasta cumplir con su misión.

—Pues lo estaremos esperando.—Dijo Mikasa frunciendo el ceño, la pelinegra no iba a permitir que se llevarán a Annie e Ymir. Ella iba a pelear hasta que su cuerpo no pudiera más.

—Se que pelearan pero también tiene que pensar que ya no solo son ustedes.—Dijo Hanji para luego mirar a Akane y a Alma.

Las chicas miraron a las pequeñas y sabían que la subcomandante tenía toda la razón. Ellas tenían que pensar en el futuro de esas dos niñas antes que nada.

Se quedaron en otro silencio, esta vez nadie quería decir nada. Simplemente estaban disfrutando del grato silencio y la paz que se había hecho de ellas en esos momentos. Mikasa observó como Alma leía y de vez en cuando fruncía el ceño al no entender una palabra. Una pequeña sonrisa se apodero del rostro de la pelinegra, quizás ella y Alma habían tenido mala suerte debido a su apariencia pero eso no quería decir que no podían llegar a ser felices.

La pelinegra luego miró a Annie y no pudo evitar pensar en el beso que habían compartido antes de la pelea. Mikasa sabía que ella y Annie tenían que hablar de lo que había pasado y de lo que pasaría entre ellas.

Hanji había notado como Mikasa y Annie se miraban a pesar de que trataban de disimular, la subcomandante sabía que dentro de poco tendría a Annie y a Mikasa hablando con ella sobre sus sentimientos. Le daba alegría ver que las dos chicas estaban experimentado lado que todo adolescente tenía que experimentar, quizás para eso ayudaría a las chicas a hacer más amigos. Hanji se mantendría al lado de esas chicas, ella las guiaría hasta donde ellas se lo permitieran.

Una semana había pasado desde que había podido recuperar el muro, una semana desde que Mikasa había besado a Annie. Las dos chicas habían estado ocupadas buscando un lugar seguro donde vivir, querían que Akane y Alma tuvieran su propio espacio.

Nadie se había puesto a pensar en lo que sería después de que las mujeres más poderosas empezaran a vivir juntas y que estas adoptaran dos niñas. Smith les había dado permiso de salir de las instalaciones con la única condición de que no descuidaran sus obligaciones como miembros del grupo de exploración.

—Encontramos un lugar cerca de las instalaciones.—Dijo Annie mientras ayudaba a Hanji a mover algunas cosas en su oficina.

—¿Cuando piensan mudarse?

—Mikasa y yo hablamos sobre eso y decidimos que este fin de semana seria bueno.—Respondió la rubia.—Akane necesita su espacio para caminar sin riesgo que se vaya a lastimar porque alguien dejó sus armas en el suelo.

Hanji asintió ante eso, si era sincera estaba feliz de las chicas por fin pudieran tener su privacidad. —¿Como van las cosas entre tu y Mikasa?

Annie se detuvo y dejó salir un suspiro, Hanji no sabía si tomar ese suspiro como algo bueno o malo. Decidió esperar a que la rubia pusiera sus pensamientos en orden y le dijera que era lo que estaba pasando.

—Es extraño.—Dijo Annie frunciendo el ceño.

—Extraño, ¿como?

—Hay una sensación de tranquilidad entre nosotras, felicidad y paz.—Dijo Annie sentándose en la mesa cerca de ellas.—Pero es como si estuviéramos esperando a que algo pase y todo se solo sea una imaginación nuestra.

—¿Tienes miedo? —Inquirió Hanji.

Annie asintió lentamente, nunca había aceptado que tenía miedo. La habían entrenado para que escondiera su miedo a pesar de todo. Hanji dejó salir un suspiro. —Es normal que tengan miedo. Para ambas todo es nuevo, es algo que nunca habían experimentado, todos les dijeron que no estaba bien sentirse felices y en paz. Lo único que pudo decir es que no permitan que el miedo les deje disfrutar de lo que está pasando a su alrededor.

Annie asintió y decidió seguir moviendo las cosas de Hanji.

…..

El fin de semana había llegado, las chicas estaba poniendo sus pocas pertenencias en cajas. No tenía mucho así que la mudanza no había sido difícil. El lugar que habían escogido tenía cuatro recamaras, lo cual a Alma se le había hecho extraño, Mikasa pudo ver la confusión en el rostro de la pequeña.

—Tu tendrás tu propia habitación.—Dijo Mikasa.—Akane tendrá la de ella.

Annie estaba escuchando lo que Mikasa le estaba diciendo a Alma y decidió que era bueno que ella y Mikasa le dieran la noticia a Alma juntas.

—Hablamos con Christa e Ymir y ambas decidieron que se mudaría con nosotras. Christa e Ymir compartirán habitación, al igual que Mikasa y yo.

Muchos de los soldados querían protestar ante la salida de Ymir y Annie de las instalaciones. No podían creer que estuvieran confiando en las únicas dos mujeres que eran capaces de convertirse en titanes y una de ellas los había intentado matar no hacía mucho tiempo atrás. Levi se había encargado de que todos se callaran y dejaran de cuestionar las decisiones de su comandante.

Eren se había mantenido al margen de comentar sobre lo que pensaba, sabía que aún había cierta tensión entre el y Mikasa a pesar de que ya se habían disculpado. Había más tensión entre él y Annie despues de la pelea que había tenido.

Eren miro a Mikasa cerca de los campos de entrenamiento y sin duda se acercó a ella.

—¿Estás segura de lo que estás haciendo?—Preguntó Eren mirando a la pelinegra directamente a los ojos.

—¿De que estas hablando? —Replico Mikasa con dudas. No entendía a lo que el chico se estaba refiriendo.

—¿Adoptar dos ninas? ¿Vivir con Annie?

Mikasa frunció el ceño ante lo que Eren él estaba preguntando, todos sabían que ella y Annie habían adoptado a Akane y Alma, todos sabían que ella y Annie vivirían juntas, lo sabían desde el inicio así que estaba confundida de porque hasta ese momento Eren había decidido preguntarle.

—Estoy segura de lo que estoy haciendo.—Dijo Mikasa dejando salir un suspiro. —Annie y yo hablamos de lo que queríamos hacer, sabemos que tenemos más responsabilidades ahora de que básicamente tenemos dos hijas.—

Mikasa noto como Eren se había tensado cuando ella había dicho "Annie y yo" pero prefirió dejarlo pasar. Si era sincera no quería discutir con Eren.

—¿Pero vivir con Annie?— Dijo Eren. —No crees que es muy rápido todo lo que está pasando, ella despertó y después de unos cuantos días tu y ella van a vivir juntas.

Mikasa dejó salir un suspiro, no sabia porque Eren estaba preguntando todo eso. No sabía si era porque él y ella ya había arreglado las cosas y él quería actuar como un buen hermano, o si era por el hecho de que tenía un enamoramiento con Annie.

—Nada de esto es rápido.—Dijo Mikasa.

—Annie nos puede volver a traicionar.—Dijo Eren. —Nos intento matar.

—Eso fue hace mucho.—Dijo Mikasa defendiendo a Annie.

—Eso no cambia lo que hizo.—Reprocho Eren cruzando los brazos sobre su pecho. —Que tal si todo este tiempo solo ha estado fingiendo, esperando a que bajes la guardia.

—Me dieron la orden de cuidar de Annie.—Dijo Mikasa sin darse cuenta de que Annie se estaba acercando a ellos, o quizas solo queria que la rubia escuchara lo que tenía que decir. —Desconfie de ella al inicio de todo este arreglo, pero las cosas fueron cambiando entre nosotras.—La pelinegra dejó salir un suspiro y noto como Eren seguía con el ceño fruncido. Annie había preferido quedarse escondida y dejar que los hermanos hablaran, queria saber que era lo que Mikasa tenía que decir de ella.—Esa semana que estuvimos fuera de las murallas, ella tuvo muchas oportunidades para dejarme atrás, para matarme y nunca lo hizo. Me cuido, se aseguro de que estuviera bien a pesar de todo lo que mi cuerpo sufrió debido a los enfrentamientos que tuvimos. Me cuido después de que despierte y se aseguro de no tratarme diferente ante el hecho de que mi cuerpo no estaba respondiendo correctamente. Cuando volvimos a quedarnos fuera de las murallas junto a Ymir y Christa. Ella e Ymir se aseguraron de que Christa y yo estuviéramos bien. No me importa lo que pienses de ella, si desconfias de ella hazlo estas en todo tu derecho de hacerlo pero no creas que la dejaré de lado y sola, solo porque tu me lo pides.

—Annie no es de fiar.—Dijo Eren.

—Tu no la conoces como yo lo hago.—Replicó Mikasa.

—Claro, por eso la besas.—Dijo Eren con disgusto.

Mikasa y Annie se tensaron al escuchar al chico decir eso. En ese momento Mikasa entendió porque Eren estaba diciendo todo es de Annie, Eren estaba celoso.

—Lo que pasa entre Annie y yo no te concierne, ella y yo sabemos lo que estamos haciendo.

—Te esta usando.

—Como te lo dije antes, tu no la conoces. Así que por favor evita decir cosas que no sabes.—Pide Mikasa empezó a enfadarse con Eren. —Si quieres ser parte de mi vida sería bueno que empieces a respetar mis decisiones. Si crees que con hablar mal de Annie para separarme de ella, estas perdiendo tu tiempo.

Sin esperar a que Eren dijera otra palabra Mikasa lo dejó solo, Eren bufo al darse cuenta de que Mikasa no lo escucharía. Eren miro como Annie salió de su escondite y seguía a Mikasa, la rubia tenía que correr para poder alcanzar a la pelinegra.

Mikasa estaba molesta, no entendía porque Eren no respetaba sus decisiones, por qué no simplemente la apoyaba. Iba tan perdida en sus pensamientos que cuando sintió que alguien la tomaba del brazo sus instintos fueron primero en atacar. Annie se rápidamente se dio cuenta de que Mikasa la iba a atacar y movió su mano para detener el golpe de la pelinegra.

—No queria asustarte.—Dijo Annie.

Mikasa al escuchar la voz de Annie bajo su mano y trato de relajar su cuerpo.

—Lo siento.—Se disculpó Mikasa. —¿Que paso?—Pregunto despues con mas tranquilidad.

—Escuche todo.—Dijo Annie, la rubia noto como Mikasa fruncía el ceño. —Escuche todo lo que le dijiste a Eren.

Ante eso Mikasa miró a Annie un poco sorprendida, no esperaba que Annie le fuera a decir eso. Ambas se quedaron calladas, simplemente mirando y tratando de entender qué era lo que estaba pasando por la mente de la otra.

Annie se había dado cuenta de que Mikasa siempre era la que empezaba cualquier tipo de contacto físico, Mikasa era la que siempre empezaba cualquier tipo de conversación. La rubia había hablado de eso con Hanji y esta le había dicho que era bueno que ella empezara a hacer algún de contacto con Mikasa para que la pelinegra no sintiera que ella no estaba interesada.

La chica titan no iba a negar que estaba sorprendida ante la manera como Mikasa la había defendido, nadie lo había. A nadie le había importada si alguien la llamaba traidora o cualquier otro nombre. Pero eso pelinegra la había defendido de su propio hermano.

Sin dudar más Annie se acercó a Mikasa, puso sus manos en el rostro de la pelinegra y lentamente acercó su rostro. Annie quería darle la oportunidad a Mikasa de detenerla, de alejarse, de evitar que sus labios se tocaran pero la pelinegra no la detuvo, no la alejó.

Nuevamente después de mucho tiempo sus labios se volvían a tocar, ninguna podía evitar sorprenderse ante la suavidad de la otra, la delicadeza en la que se movían y al mismo tiempo la torpeza ante su segundo beso. Dejaron salir un suspiro suave, no querían que ese beso terminara, no sabian cuando tendrian la oportunidad y el valor de que volverse a besar.