Capítulo 17

Era difícil entender qué era lo que sentía cuando se encontraban solas, cuando estaban tratando de entender porque cuando estaban juntas se sentían a salvo, cuando estaban juntas sentían una sensación de paz y tranquilidad. Sentían que podían bajar la guardia y que la otra la protegería, que la otra no se aprovecharía de la confianza que se le estaba otorgando.

Para Annie todo era un territorio desconocido, ya no estaba sola, ahora tenía a personas en su vida que confiaban en ella, que se sentían felices con el simple hecho de verla bien. Nunca pensó que en algún punto en su vida iba a decir que tenía una familia. Era una sensación extraña pero era bienvenida.

Había tenido un dia largo con todo el entrenamiento, con lo que haceres que el Cabo Levi le había dado, pero después de un largo día podría regresar al lugar al cual ahora llamaba hogar, era una palabra extraña, hogar, pero le causaba felicidad. Ymir y Christa estaba esperándola mientras que Alma leía un libro y Akane se entretenía jugando con las manos de Christa. Para todas las chicas era extraño que Akane no estuviera balbuceando, Hanji les había dicho que no se preocuparan tanto que no todos los bebés eran igual unos empezaban temprano otros se tardaban.

Nunca penso que tendria a personas esperando por su regreso, personas que se preocuparian por ella, personas que la quisieran.

—¿Donde esta Mikasa? —Preguntó Annie al no ver a la pelinegra.

—Estaba ayudando a Hanji a mover unas cosas.—Replicó Christa. —Todos se están preparando, tenemos que empezar a limpiar Shiganshina y retomar todos los terrenos.

Akane al escuchar la voz de Annie dejó las manos de Christa y estaba tratando de atraer la atención de la recién llegada. Ymir solo podía enarcar una ceja, eso siempre pasaba. Cada vez que Mikasa y Annie entraban en una habitación donde estuviera Akane está siempre quería que las mujeres la cargaran. Era feliz cuando tenía la atención de una de las chicas pero cuando tenía la atención de las dos era como si nada importara a su alrededor.

Annie simplemente se acercó a la pequeña y la tomó entre sus brazos, luego se acercó a Alma y esta se levantó para darle un abrazo de bienvenida a la rubia. Otra cosa que se le hacía extraña, tener a esas dos pequeñas en su vida. Nunca pensó que alguien confiaría en ella, Alma y Akane la veían con cariño y le tenían una enorme confianza. Sintió unas pequeñas manos en su rostro y se encontró con Akane mirando directamente a los ojos, esa alegría inocente en la pequeña por el simple hecho de ver a Annie después de un largo dia.

—Hola.—Susurró Annie sin dejar de ver a Akane, tal cosa provocó una enorme risa en Akane. Todas en la sala de estar se quedaron sorprendidas, habían visto a Akane sonreír de vez en cuando pero eso era la primera vez que la escuchaba reírse.

—Eso es nuevo.—Dijo Ymir con una ceja enarcada.

—Está feliz de verte.—Dijo Christa sin poder ocultar su sorpresa y alegría de ver que Akane había reído.

Ella nunca había sido la felicidad de nadie, sentía su corazón latir con rapidez, esa pequeña habia reido por el hecho de que ella le había hablado.

Annie dejó salir un suspiro.—Estás feliz.—Susurro nuevamente, provocando otra risa en la pequeña. Camino hasta su habitación con lentitud, quería quitarse el uniforme y seguir hablando con Akane, quería seguir escuchando esa risa inocente. Alma sin dudarlo la siguió, ella también quería escuchar a su hermana reírse, era algo que extraña.

—¿Me puedo quedar con ustedes? —Pregunto Alma desde la puerta, sabia que tenia que respetar la privacidad de las demas asi que espero por una respuesta.

—Pasa.—Le dijo Annie con suavidad. —Sostén a tu hermana mientras me cambio.

Alma se apresuró a sentarse en la cama y tomar a su hermana entre sus brazos. Cuando bajó la mirada vio como Akane tenía el ceño fruncido al no estar en los brazos de Annie. —Espera unos minutos.—Dijo Alma con gentileza mientras jugaba con las pequeñas manos de su hermana.

—¿Que estabas leyendo? —Preguntó Annie desde el baño. Para Alma no era extraño que Annie y Mikasa se interesarán de lo que ella hacía.

—Un poco sobre la historia de los titanes, es un poco extraño que sus números sigan creciendo mientras que el de los humanos siguen bajando. —Dijo Alma mientras entretenía a su hermana hacía gesto divertidos.

—¿Tienes una teoría?

Alma arrugó un poco la nariz. —Los titanes no defecan a pesar de que devoran humanos, así que, supongo que los tienen que vomitar. —Replicó Alma para luego escuchar un "Hmm" de Annie haciéndole saber que prosiguiera. —Creo que en ese vómito hay cuerpos humanos completos y al estar en contacto con el interior de los titanes provoca la transformación.

—Esa es una buena teoría, nos ayudaría a entender un poco más a pesar de que Eren, Ymir y yo obtuvimos los poderes de diferente manera.

—Pero ustedes tiene el control de sus titanes, creo que personas con control mental pueden llegar a ser capaces de controlar titanes.

Mikasa se había quedado en la puerta escuchando como Annie y Alma conversaban, la pelinegra no podía negar que se encontraba sorprendida ante la teoría de la pequeña.

—¿Le has dicho a Hanji de esto? —Preguntó Annie saliendo del baño para darse cuenta de la presencia de Mikasa. —Hola.

Alma rapidamente dirigio su mirada a Mikasa y le dio una sonrisa.

—Hola.—Saludo Mikasa de regreso entrando en la habitación.

Ambas mujeres miraron a Alma de regreso esperando por la respuesta de esta a la pregunta de Annie.

—No, no se lo he dicho.—Dijo Alma bajando la mirada. —No creo que sea importante. Los soldados nunca toman en serio lo que digo por el hecho de que soy pequeña.

Annie y Mikasa fruncieron el ceño ante lo dicho por Alma. Ambas mujeres tendrán una buena charla con los miembros de sus equipos.

—Eres inteligente.—Dijo Mikasa acercándose a Alma. —No permitas que alguien te diga lo contrario, sabes que Hanji siempre te tomará en cuenta. Ella ha notado que has estado leyendo más libros, has tomado una iniciativa que nadie en los escuadrones hizo cuando estaban en entrenamiento.—Continuo mientras Annie asentia con seguridad a lo que Mikasa decía. —En caso de que tu quieras entrar en uno de los escuadrones te aseguro que tendras el mejor rango de todos.

Alma escucho cada palabra con sumo cuidado, estaba sorprendida de que Mikasa tuviera toda esa confianza en ella y no pudo evitar sonreír ante eso. Ahora sabía que Annie y Mikasa la apoyaron en todo lo que ella quisiera hacer, siempre tendría el apoyo de ellas y no dudaba que Ymir y Christa también le fueran a apoyar. Después de mucho tiempo por fin tenía una familia, tenía a personas que no la iban a dejar sola.

—Mañana cuando vayamos al entrenamiento tienes que hablar con Hanji y decirle lo que has pensado.—Dijo Annie mientras se acercaba para tomar a Akane entre sus brazos.

Mikasa sin esperar más empezó a quitarse el uniforme mientras escuchaba a Alma y Annie hablar. La pelinegra se detuvo de la nada cuando escucho una pequeña risa, se dio la vuelta para ver como Annie le hablaba a Akane y esta se ponia a reir.

—Ella está riendo.—Dijo Mikasa acercándose.

Annie asintió. —Cuando llegue la salude y simplemente se rió, cada vez que le hablo lo hace.

Mikasa tenía una pequeña sonrisa en el rostro al ver que esa pequeña era feliz, la pelinegra simplemente esperaba que algun dia Alma logrará sacar las horribles imágenes y pudiera reír de la misma manera que Akane.

—Escuche toda la conversación sobre los titanes.—Dijo Mikasa mientras se cambiaba. —Creo que es una buena teoría, cuando tuvimos nuestro primer enfrentamiento con los titanes, vi a este titán que se parecía demasiado al abuelo de Armin.

Annie y Alma dejaron de jugar con Akane para ver a Mikasa con sorpresa.

—No se si Armin lo vio pero había demasiado parecido.

Todas se quedaron calladas ante la nueva revelación, después de unos segundos en silencio Mikasa miro como Akane simplemente se le quedaba viendo.

—Hola.—Saludo Mikasa mientras tomaba la pequeña mano de Akane entre la suya, vio como el rostro de la pequeña se movía y luego escucho la risa, se quedó sorprendida y no pudo evitar que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro.

Por esa pequeña y por Alma, ella haría todo lo que estuviera en sus manos. Se encargaría de protegerlas ante lo que fuera, no iba a permitir que sufrieran más. Ahora eran familia y la familia se protegía de todo.

Se quedaron en la habitación, hablando de lo que había pasado ese dia, lo emocionante que había sido ver la menor de la familia reir. Se vieron interrumpidas ante el toque en la puerta.

—Adelante.—Dijo Annie.

Todas se quedaron viendo como Christa abría la puerta con lentitud.

—La cena está lista.—Anunció la ojiazul con una pequeña sonrisa. —Alma ve y lava tus manos.

Alma sin esperar por más se apresuró hacia el baño.

—Creí que le tocaba a Ymir cocinar hoy.—Dijo Mikasa mientras empezaba a caminar hacía la salida.

—Está poniendo la mesa.—Dijo Christa con una pequeña sonrisa.

—Por eso tu traes puesto un delantal.—Replicó Annie con una ceja enarcada.

—Solo le ayude con unas cosas.—Se defendió Christa tratando de no sonrojarse.

Annie y Mikasa se miraron y simplemente negaron con la cabeza, Christa e Ymir eran una pareja muy rara.

—Lo que tu digas.—Dijo Mikasa mientras caminaba por el pasillo hacía el comedor.

—¿De qué hablas? —Se quejó Ymir

—De lo fácil que convences a Christa de hacer algo por ti o a ti.—Dijo Annie mientras sentaba a Akane en su silla. Christa e Ymir a Annie con sorpresa mientras que Mikasa trataba de no reírse. Alma solo miraba de un lado a otro y ante el comentario solo rodo los ojos.

—Como si Mikasa no hiciera lo mismo contigo.—Se defendió Ymir con una sonrisa socarrona.

—Mente inocente presente.—Dijo Alma evitando de mirar a las mujeres a los ojos.

Todas no pudieron evitar reirse, siempre era lo mismo. Ymir no tenía miedo de que Annie o Mikasa le fueran a patear el trasero porque sabía que Hanji no lo permitiría. Además, las dos mujeres sabían que solo estaba jugando.