N/A: Porque puedo, porque se me da la gana Pieck aparecera pronto. Ella y nuestra querida Annie tendran una buena amistad. Pieck y Hange tendran sus momentos.
Capítulo 22
Habian sido días difíciles para las chicas, volver a su rutina había sido difícil porque Mikasa aún tenía que tener cuidado de no hacer movimientos bruscos. Alma por su parte estaba feliz de que la pelinegra estuviera despierta, que estuviera caminando y que ahora estuviera en casa. No podía pedir más en esos momentos, tenía a toda su familia sana y salva.
Alma estaba caminando rumbo a la oficina de Hange cuando vio a Eren y Armin platicando, podía notar como ambos chicos estaban muy serios. Alma sabía que Eren, Armin y Mikasa habian estado juntos desde que eran niños y que en esos momentos se encontraban en una discordia.
Alma había escuchado a Ymir y Christa hablar sobre como Eren había sido el causante de que Mikasa saliera lastimada en la última expedición. Al inicio había estado muy molesta con el chico, había querido verlo y gritarle por lo que había hecho pero sabía que eso no iba a ayudarle en nada, eso no haria que Mikasa despertara.
La pequeña tomo una bocanada de aire antes de caminar hacía donde estaban los dos chicos, pararse frente a ellos. —¿Puedo hablar con ustedes? —Pregunto Alma con seguridad.
Eren y Armin se sorprendieron al ver a la pequeña y que esta quisiera hablar con ellos. Eren y Armin asintieron para darle toda su atención a la pequeña.
—Ustedes y Mikasa se conocen muy bien. —Dijo Alma provocando que los dos chicos asintieran. —¿Por qué siguen haciendo cosas que solo provocan que ella esté triste? —Pregunto con seriedad tratando de no cruzar los brazos sobre su pecho.
Tal pregunta tomo desprevenidos a los dos.
—No he hecho nada. —Dijo Armin con confusión.
—Precisamente. —Dijo Alma. —No has hecho nada para acercarte a ella a pesar que no has dicho o hecho nada hiriente en su contra, solo te has alejado de ella sin ninguna explicación.
Armin abrió y cerró la boca al darse cuenta que no tenían manera de responder ante lo que Alma le había dicho porque sabía que la niña tenía toda la razón. Todo ese tiempo simplemente había dejado de lado todo lo relacionado con la pelea entre sus dos mejores amigos, simplemente se hizo aun lado esperando a que ellos arreglaran todo hasta el punto que se alejó de Mikasa completamente.
—Y tu. —Dijo Alma mirando a Eren. —Te disculpaste con ella, logras que ella te perdonara de lo que sea que le dijiste o hicistes ante de ella Akane y yo estuviéramos a su lado. Ahora, lo único que has hecho es poner su vida en peligro por un momento de atención. No tiene sentido que ustedes dos la conozcan tanto y aun asi sigan haciéndole daño.
—Es complicado. —Dijo Eren.
—Es complicado si quieres que sea complicado. —Dijo Alma frunciendo un poco el ceño. —No dejes que tus emociones te controlen y hagan algo para arreglar lo que han roto antes de que sea demasiado tarde. —Agrego antes de seguir su camino hacía la oficina de Hange.
Armin y Eren se quedaron quietos con la boca abierta, nunca esperaron que una niña les fuera a dar una bofetada de la dura realidad.
….
Alma entró en la oficina de Hange con el ceño fruncido provocando que la castaña la viera con curiosidad.
—¿Por qué la cara larga? —Pregunto Hange haciendo un ademán para la pequeña se sentará en el sofá.
—Me encontré con Eren y Armin en el pasillo.
Ante eso Hange se acercó y se sentó al lado de Alma. —¿Qué pasó con ellos?
Alma dejó salir un suspiro provocando que Hange se preocupara un poco. —Fue extraño, ambos son unos tontos al no darse cuenta que sus acciones solo hacen daño.
Hange rodó los ojos no era algo nuevo, ella sabía que ambos chicos aún tenian mucho por delante para madurar.
—¿Qué te hace decir eso?
—Es muy obvio que a los dos les importa Mikasa pero sus acciones solo la lastiman y ellos no se dan cuenta. Así que, tuve que decirles que dejaran de lastimarla y que arreglaran todo. Creo que los deje en shock porque no se movían.
Hange se puso a reír provocando que Alma le diera una mirada llena de confusión. —No me rio de ti o de lo que hiciste. —Dijo Hange. —Simplemente es divertido que tu tengas que hacerles ver lo tontos que han sido.
…..
Mikasa y Annie se encontraban disfrutando de un momento de paz después de entrenar. Eran pocas las veces que podían entrenar juntas porque el comandante Smith siempre mandaba al cabo Levi para que él y Mikasa entrenaran juntos. Siempre alguien necesitaba que una de las dos hiciera algo y solo tenían momentos juntas cuando regresaban a su casa, ni aun en ese momento porque tenía que hablar con Ymir y Christa, atender a Akana y luego hablar de cómo había sido el dia de Alma con su nuevo trabajo de leer los libros y hacer un reporte para Smith.
—¿Crees que podremos vencer a los titanes? —Pregunto Mikasa con curiosidad.
Annie dejó salir un suspiro. —Con toda la información que le di a Hange sobre Marley, supongo que podremos defender las murallas los mejor posible pero si queremos ganar tenemos que trabajar en equipo y no tener miedo a que alguien cometa un error que nos pueda costar la vida.
Mikasa sabía que Annie tenía la razón, sabía que de una u otra manera tenían que aprender a confiar en que Eren no fue a actuar antes de pensar. Era lo que la pelinegra había querido hacerle saber a Eren desde que empezaron con el entrenamiento para ser soldados. Perder a alguien era lo que menos quería a pesar de que cada vez que salían ponían sus vidas al borde de la muerte.
Ambas chicas habian empezado a compartir momentos felices que habian logrado retener después de todo lo que habian vivido. Para Annie escuchar la manera en la que Mikasa hablaba sobre sus padres eran tan relajador, solo imaginarse lo pacientes que eran al explicarle a la pelinegra todo lo que significaba vivir, crecer y aprender sobre el simple hecho de poder respirar. La pequeña sonrisa que adornaba el rostro de Mikasa era suficiente para Annie.
Mikasa no podía evitar cerrar los ojos cuando Annie hablaba de los pequeños momentos en los que su padre la dejaba descansar, esos momentos donde podía esconderse y simplemente poder respirar con tranquilidad. Esas noches en las que subía al techo de su casa y simplemente admiraba el resplandor de las estrellas.
—Ver las estrellas es lo que más extraño. —Dijo Annie dejando salir un suspiro. La rubia no había tenido tiempo de hacer una de las cosas que les hacía sentir en paz.
Mikasa tomo la mano de Annie entre la suya y le dio un pequeño apretón, ambas sabían que no necesitaban de palabras para saber que la otra la entendía perfectamente.
Mikasa sabía que era lo que tenía que hacer en esos momentos así que con cuidado se levantó del suelo, ayudó a que Annie se pusiera sobre sus pies.
—Tengo que ir con Hange. —Dijo Mikasa mientras sacudía el polvo de su uniforme.
Annie asintio. —Tengo que ir con Connie, Sasha y Jean.
Mikasa podía notar como la rubia dejaba salir un suspiro en son de queja al tener que ir con el trio, sabia que esos tres siempre tenia una broma por hacer, juegos en mente.
—Buena suerte. —Murmuró Mikasa antes de empezar a caminar hacia la oficina de Hange.
….
Habian hecho todo lo que los comandantes les habian pedido aparte de sus quehaceres diarios y todo el entrenamiento que necesitaban.
Mikasa iba caminando sujetando a Akane en sus brazos mientras que Alma caminaba a su lado diciéndole lo que había aprendido ese día.
—Tuve una pequeña conversación con Eren y Armin.—Dijo Alma provocando que Mikasa la mirara y con su mano libre le hiciera un ademán para que continuara. —Simplemente les dije que dejaran de hacer cosas que parecieran buenas solo porque ellos pensaban que lo eran.
—¿Qué fue lo que te dijeron ante eso?
Alma se encogió de hombros. —Nada, creo que al decirles eso los deje pensando en todas sus acciones.
Mikasa asintió mientras abría la puerta a su hogar, Alma fue la primera en entrar hacía camino hacia su habitación. Escucho como Mikasa cerraba la puerta y se dirigía a la habitacion que compartia con Annie.
Mikasa dejó a Akane en el suelo rodeada de almohadas y juguetes para empezar a cambiarse, escuchó dos toques en la puerta y cuando dio el permiso de entrar vio a Alma en ropas más cómodas.
—¿Quién está a cargo de la cocina? —Pregunto la niña mientras se acercaba a su hermana.
—Creo que es Annie pero ella tiene que hacer unas cosas, no se cuanto se tardara asi que cocinare. Cuida de Akane mientras tanto.
Alma asintió ante eso y siguió jugando con su hermana mientras Mikasa se dirigía hacía la cocina. La pelinegra tenía planeado todo lo que haria antes de que el día llegará complemente a su fin.
Horas después Ymir y Christa entraron en la casa, mientras que la rubia trataba de no rodar los ojos, la castaña no dejaba de quejarse de lo estúpidos que muchos soldados eran y que las cosas se podrían peor con los nuevos soldados que estaban por graduarse.
Mikasa solo negó y siguió con lo suyo, escuchó como Ymir hablaba con Alma y luego saludaba a Akane para seguir su camino hacía su habitación. Escucho las risas de Alma y Akane ante algo que Christa había dicho o hecho y no pudo evitar que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro. Después de todo ellas eran familia y todos esos momentos eran los que podían apreciar.
Christa se acercó a Mikasa, la pelinegra se dio vuelta y pudo ver que la mujer tenía una pregunta.
—Quiero decírselo a Ymir pero no se como. —Murmuró Christa con la esperanza que Mikasa le hubiera escuchado y entendido.
Mikasa se aseguro que nada se fuera a quemar antes de limpiarse las manos y darle toda su atención a la rubia. —No hablaré como si supiera la situación en la que ustedes dos se encuentran, todos sabemos que desde que se conocieron ustedes no se han separado. Si estas lista solo se sincera con ella, busca el momento y lugar adecuado para hablar con ella.
Christa dejó salir un suspiro antes de asentir lentamente, sabía que tenía que buscar el momento y lugar adecuado para hablar con Ymir.
Christa estaba por irse a su habitación, sin pensarlo le dio un fuerte abrazo a Mikasa antes de salieron corriendo por el pasillo dejando a una pelinegra muy sorprendida.
…
Mikasa y Annie eran las únicas que habian quedado en la cocina, después de todo lo único que Annie podía hacer era limpiar ya que la pelinegra había hecho lo que le tocaba a ella. Mikasa simplemente había decidido hacerle compañía a la rubia.
—Hange y Smith están muy sorprendidos con los reportes de Alma. —Comentó Annie mientras guardaba los utensilios.
—¿Que dijeron? —Pregunto Mikasa con curiosidad mientras ayudaba a Annie.
—Hace el reporte pero siempre pone notas a los lados explicando pequeñas cosas. Hange dijo que es casi como si una de nosotras estuviera haciendo un reporte, Alma está poniendo en práctica todo lo que nos ve hacer cada día. En especial lo que tu y yo hacemos, Smith dijo que ha visto pequeños indicios de que hace cosas que son tan Ymir o tan Christa. Lo que más le sorprendió a Hange es saber que Alma también hace cosas que son tan de ella y que Alma ha hablado con Smith sobre Hange con mucha admiración.
—Supongo que tendremos que escuchar a Hange hablar sobre lo mucho que Alma habla sobre ella.
Annie dejó salir una pequeña risa ante la imagen de Hange hablando sobre lo mucho que Alma habla de ella, se imaginaba la gran sonrisa de la subcomandante y solo podía negar un poco.
Annie estaba por ir a la habitación cuando Mikasa la detuvo, la rubia la miró con curiosidad.
—Vamos. —Dijo Mikasa jalando la mano de Annie para que esta la siguiera. Annie solo se encogió de hombros pero siguió a la pelinegra.
Mikasa subió al techo de la casa sin ningún problema, Annie no tenía idea de lo que la pelinegra estaba planeando pero sin más subió al techo.
—¿Qué hacemos aquí? —Pregunto Annie sentándose al lado de la pelinegra.
—Mirar las estrellas. —Dijo Mikasa antes de acostarse.
Annie ante eso no pudo ocultar su sorpresa, solo había sido un comentario que había hecho. No había esperado que la pelinegra fuera a hacer algo como eso, sabía que Mikasa prestaba mucha atención cuando ella hablaba de su pasado. Se recostó al lado Mikasa y observó el cielo oscuro lleno de destellos, suspiro porque cuando era niña siempre hacía eso sola ahora tenía a Mikasa a su lado. Miró a su costado y se dio cuenta de lo inmersa que Mikasa estaba observando el cielo.
Tomo la mano libre de Mikasa y entrelazo sus dedos, ambas sonrieron y siguieron disfrutando de ese momento lleno de tanta tranquilidad.
—¿Cuál es tu constelación favorita? —Pregunto Mikasa.
—Andromeda. —Murmuro Annie.
—¿Por que?
—Fue una mujer que estuvo a punto de pagar por un desacuerdo entre sus padres y los dioses. Fue salvada, fue reina y es reconocida la gobernadora sobre los hombres y dragones.
Mikasa había escuchado con detenimiento lo que Annie había dicho y entendio un poco más. Annie había sido lanzada en esa vida llena de peleas, muerte y terror por su padre, de una manera u otra había sido salvada, ahora podía decidir qué era lo que quería hacer y había escogido luchar por lo que creía que era bien, ahora tenía una familia que la quería y solo quería verla feliz y con vida.
Annie miró a Mikasa y le dio un beso en la mejilla. —Gracias. —Susurro Annie.
Mikasa solo le dio una pequeña sonrisa a la rubia, ambas siguieron disfrutando del cielo nocturno. Annie sonrió aún más ante la nueva idea que se le había ocurrido, quería compartir esa experiencia con Alma y Akane.
…..
Mikasa estaba entrenando con Levi lo cual era bastante raro. Ambos podían notar que sus personalidades eran muy parecidas, quizás por parte de Levi un poco mas distante, mas calculador y mas frio pero Mikasa solo podía pensar que era debido a todo lo que había vivido.
—Smith dijo algo que he estado pensando por muchos días. —Dijo Levi provocando que Mikasa lo viera con sorpresa, nunca lo había escuchado decir tantas palabras. —Ambos provenimos del mismo clan.
Mikasa miró a Levi con detenimiento, siempre había pensado que ella era la última de los Ackerman. Levi desabrocho su manga y le mostró a Mikasa la marca, la pelinegra vio la marca con detenimiento antes de mostrarle a Levi la suya.
—He notado lo rápida, fuerte e intuitiva que eres. La mejor manera que Hange tiene para describir todo lo que nosotros dos podemos hacer es que somos titanes pero en forma humana.
—Por que? —Pregunto Mikasa mientras procesaba todo lo que estaba escuchando.
—Hemos pasado por mucho, hemos sobrevivido y hemos recibido heridas de las que cualquier otra persona hubiera muerto. No nos recuperamos tan rápido como Annie o Eren pero lo hacemos y volvemos mas fuertes que antes.
—¿Por eso es que el comandante Smith nos puso a entrenar juntos? —Inquirio Mikasa empezando a entender.
Levi solo asintió, había hablado más de lo que estaba acostumbrado pero sabía que era algo que tenía que hacer para que Mikasa entendiera. Ambos se quedaron en sus pensamientos, estaban de una manera contentos de saber que no estaban solos.
