N/A: No madres que pasa en este capítulo, al final se darán cuenta que me puse un tanto sentimental, pero creo que quedo perfecto. La relación de Annie y Mikasa empezará a crecer más. Annie y Mikasa empezaran a hablar más entre ellas, a comunicarse y quizás llegue a verse un poco fuera de carácter pero no quiero crear una relación donde no hablan de lo que está bien, de lo que está mal y lo más importante del consentimiento. Quiero que ellas hablen de cómo se sienten en cuanto a su relación física pero eso será más adelante. Ahora nos enfocaremos en lo sentimental.
Bueno ya dije un chingo así que los dejo leer.
Capítulo 26
Alma se despertó en el preciso momento cuando Mikasa se estaba levantando con cuidado de la cama. Mikasa se dio cuenta y simplemente le hizo el gesto de que fuera silenciosa sí se iba a mover de la cama. Akane y Annie estaban dormidas profundamente, Mikasa entendía que Annie necesitaba descansar después de ese fin de semana tan cansado para ella.
Alma y Mikasa salieron en dirección a la cocina para encontrarse a Christa en una pequeña pelea con Lisa, por lo poco que podían entender era que Lisa no quería que le ayudarán a preparar el desayuno mientras que Christa quería ayudar a como diera lugar.
Mientras Lisa y Christa discutían Mikasa empezó a cocinar provocando que Alma se pusiera a reír. Lisa dejó de discutir con Christa cuando escuchó los movimientos.
—¿Que haces? —Pregunto Lisa mirando a Mikasa con el ceño fruncido.
—El desayuno. —Dijo Mikasa. —Tu y Christa parecían tener una buena conversación, no quise interrumpir.
Lisa empezó a murmurar por lo bajo, con esas chicas no podía ganar por lo que podía ver. Christa sonrió y empezó a ayudar a preparar el desayuno, Lisa rodó los ojos y se dirigió hacía la puerta provocando que Alma la viera con curiosidad, Lisa ya estaba por abrir cuando Alma logró escuchar el primer toque.
Lisa dejó entrar a Connie y Jean siendo seguidos por Hange y Pieck. Mikasa miró con curiosidad a Pieck, no esperaba verla en ese lugar.
—¿Cómo haces eso? —Pregunto Alma mirando a Lisa con asombro.
—¿Hacer que?
—Saber si alguien viene sin tener que verlos. —Dijo Alma. —Sasha hace eso todo el tiempo.
—Oh. —Dijo Lisa. —Le enseñe a Sasha a cazar usando su sentido auditivo, saber de donde provienen el siguiente movimiento es importante si quieres tener a tu presa.
—Ahora todo tiene sentido. —Dijo Jean mirando a Lisa con sorpresa. —Sasha no quería decirnos.
—Hablando de Sasha. —Dijo Hange. —¿Donde esta?
—Ella, Ymir, Annie y Akane están dormidas.
—Fui arrastrada tan temprano para que ellas sigan durmiendo. —Dijo Pieck frunciendo el ceño.
Lisa iba a preguntar quien la había arrastrado hasta su casa cuando escuchó pasos en el pasillo y murmuros. Ymir y Sasha se acercaron a la cocina, aun en sus pijamas y con el cabello revuelto.
—Es muy temprano para discutir. —Dijo Ymir sentadose en la silla de la mesa del comedor, dejó caer su cabeza sobre la mesa dándole a entender a todos que aún no estaba tan despierta.
—Muyyyy temprano. —Dijo Sasha sentadose al lado de Ymir y haciendo el mismo gesto que la morena.
Christa dejó una taza de café al lado de Ymir provocando que la morena se incorporara y tomará la taza. —Gracias. —Dijo Ymir con una pequeña sonrisa.
Lisa dejó una taza de café para su hija, mientras les hacía señas a los demás para que se tomaran asiento. Los invitados no dudaron en hacerlo, Mikasa solo podía negar al ver como todos se sentaban como si nada, sonrió al ver que sin darse cuenta todos se habian reunido como de costumbre, en esos momentos deseaba que Armin y Eren se unieran al grupo pero estaba consciente que su hermano y mejor amigo no lo harían.
Cada vez que pensaba que ella y Eren podrían enmendar su relación daban dos pasos hacia atras y las cosas se ponian más tensas que antes. Dejó salir un suspiro ante eso, supuso que ella y Eren necesitaban tener otra conversación. Esa sería la última vez que intentaría arreglar las cosas con él, si no funcionaba se tendría que hacer la idea que solo serían compañeros de escuadra.
Christa miro a Mikasa con gentileza, esperaba que lo que fuera que estaba preocupando a la pelinegra se pudiera resolver.
…
Annie se despertó al sentir pequeños toques en su rostro, frunció un poco el ceño para abrir los ojos lentamente y encontrarse con Akane dándole una enorme sonrisa. Annie dejó salir un suspiro provocando que Akane se riera.
—Mamá. —Dijo Akane con emoción provocando que Annie la mirara con sorpresa. A la única persona que Akane había llamado Mamá en las últimas semanas era a Mikasa. Sintió un nudo en su garganta, sabía que era una de las guardianas legales de Akane pero nunca pensó que la pequeña algún día le fuera a llamar de esa manera.
Nunca pensó que llegaría a ser madre, todo lo que le habian enseñado era a pelear, sobrevivir dicha pelea y volver a pelear.
—Hey. —Dijo Annie cuando logró que ese nudo en su garganta se deshiciera. —Supongo que somos las últimas.
—¡Mamá! —Grito Akane emocionada y empezando a saltar sobre el estómago de Annie.
Annie se levantó y se arregló, cambio de vestimenta a Akane. Dejó salir un suspiro al recordar que el siguiente fin de semana sería igual de cansado. Salió de la habitación, escuchó las diferentes voces provenir de la cocina.
—Por fin. —Dijo Hange. —Pensé que tendría que ir y levantarte.
—Akane te gano. —Dijo Annie dejando a Akane sobre el regazo de Hange.
Pieck miró con curiosidad como la subcomandante solo pasaba sus brazos alrededor del pequeño cuerpo de la niña para asegurarse que no se fuera a caer. Todos esos días en los que había pasado tiempo con todo ese grupo se había dado cuenta que todos actuaban de manera instintiva cuando se trataba de la pequeña niña, todos siempre estaban alerta de que la presencia de Alma estuviera alrededor de ellos. Se preguntaba si ellos se ponían de esa manera con los demás, si en algún momento se podría de esa manera si no la veían cerca.
Pasar el tiempo con todas esas personas le había dado una diferente perspectiva de todo lo que le habian enseñado.
—¿Todos están bien? —Pregunto Lisa empezando a servir el desayuno con ayuda de Christa y Jean. A pesar de las protestas de Lisa los dos soldados no habian hecho caso.
—Supongo que Ymir y Annie estarian más cansadas. —Dijo Hange. —Pero me asegure que todos fueran a la enfermería antes de todo, quería asegurarme que estuvieran bien.
—Aún me pregunto cómo lo hacen. —Dijo Connie. —Se la pasaron la mayor parte del tiempo en sus formas de titanes.
Lisa solo asentía y miraba a Ymir y Annie empezar a comer con rapidez, supuso que las dos chicas necesitaban más alientos que los demás al haber usado más energías.
—Hubiera sido más rápido si Ymir hubiera dejado de jugar. —Dijo Annie dándole una dura mirada a la morena. Ymir solo rodo los ojos y sonrió de manera socarrona.
—¿A qué te refieres? —Preguntó Lisa con curiosidad. Miró a su hija quien tenía toda su atención en la comida, negó con la cabeza mientras sonreía al ver a su pequeña en su propio mundo.
—Ymir dejaba rocas en el camino de Eren provocando que este se tropezara a cada rato. —Dijo Annie.
Hange negó con la cabeza mientras movía su plato fuera las manos de Akane. —Al menos es la primera expedición en mucho tiempo donde Mikasa regresa consciente. —Dijo Hange dejando salir un suspiro de alivio.
Mikasa solo se encogió de hombros. —No es mi culpa que cosas me sigan sucediendo.
Pieck noto como todos fruncían el ceño ante eso, era como si Mikasa tuviera la razón. Sintió algo tocar su pierna y bajó la mirada para ver a Akane tratar de soltarse del agarre de Hange y llegar a ella. Hange trató de mover a Akane para no molestar a Pieck.
Pieck aclaró su garganta un poco. —¿Puedo cargarla? —Pregunto Pieck mirando a Annie directamente. Annie asintió mientras que Mikasa solo se había encogido de hombros, si Pieck trataba algo sabía que Hange no dudaría en actuar.
Hange dejó a Akane en el regazo de Pieck, la pequeña dejó salir un grito de alegría al fin haber logrado su cometido de que la pelinegra de ojos café la cargara. Sin darse cuenta había pasado sus manos alrededor del cuerpo de la pequeña para que esta no se cayera. Miro la enorme sonrisa que Akane le estaba dando y trato de no sonreír en ese momento pero le estaba siendo difícil, por alguna extraña razón la sonrisa de esa pequeña eran contagiosa. No quería levantar la vista, no quería ver si los demás la estaban viendo directamente, pero dejó salir un suspiro y levantó la mirada para darse cuenta que los demás estaban en sus propias conversaciones.
—Extraño no es así. —Escucho Pieck el susurro de Hange.
—¿El que? —Pregunto Pieck en voz baja.
—Como nosotros nos creamos una imagen horrorosa de nosotros mismos pero toma una mirada y sonrisa inocente para darte cuenta de que te has equivocado. Que aún hay alguien que te puede ver con una nueva luz.
—¿Fue eso lo que los llevó a perdonar a Annie? —Pregunto Pieck frunciendo un poco el ceño.
—No.—Dijo Hange negando lentamente con la cabeza. —Annie encontró a alguien con un pasado igual al de ella, alguien que la entendió y simplemente le permitió ser ella misma sin pedirle nada a cambio.
—Mikasa.—Dijo Pieck en tono bajo para no atraer la atención de la nombrada.
—Exacto. —Dijo Hange. —Ymir encontró a Christa, Annie a Mikasa y ellas sin darse cuenta crearon una familia.
—¿Tu qué papel juegas en esa familia?
Annie miró con curiosidad como Pieck y Hange tenían una conversación que solo ellas podían escuchar mientras que Akane jugaba con la mano de Pieck, la pelinegra solo dejaba que la pequeña hiciera lo suyo.
—Consejera, niñera, doctora, mamá y mediadora. —Dijo Hange encogiéndose de hombros. —Es un rol muy cansado pero importante.
—¿Mamá? —Dijo Pieck con confusión. —¿Por qué lo dices?
Hange río por la bajo provocando que Pieck la viera directamente y tratara de no sonreír ante la risa de subcomandante.
—Annie e Ymir suelen ir a mi oficina y quedarse ahí cuando Christa y Mikasa están ocupadas. Siempre les digo que eso me hace sentir como una madre con hijas que llegaron a quejarse de que sus novias no las dejaron solas. Ninguna lo nego.
—¿Las miras como tus hijas?
Esa era la pregunta que dejó a Hange en silencio por unos segundos antes de que una pequeña sonrisa apareciera en su rostro. —Por alguna extraña razón, lo hago.
Pieck asintió lentamente procesando todo lo que Hange le había dicho sin hacer un gesto de desconfianza o fastidio. Era como si a la castaña no le importara compartir esa información personal con ella. Se preguntaba porque todas esas personas actuaban como si ella hubiese sido parte de su grupo desde el inicio.
—Si logras que Annie confíe en ti, lograrás que las demás lo hagan y te protejan. —Dijo Hange en voz baja provocando que Pieck la viera con los ojos entrecerrados, sabía que Annie no le había dicho nada a los comandantes. —No estoy ciega. —Dijo Hange mirando a Pieck directamente a los ojos. —Me doy cuenta cuando algo no está bien con estas chicas. Lo que sea que ha hecho que Annie desconfie de ti, tienes que arreglarlo.
—Eres muy observadora. —Dijo Pieck mientras baja la mirada para ver como Akane trataba de jalar el botón de su chaqueta.
—Si quiero seguir con vida lo tengo que ser. —Dijo Hange encogiéndose de hombros. —Annie ha dejado que toques a una de las personas mas importantes de su vida, ha permitido que veas su mundo en primera fila. No lo arruines.
Pieck mordió su labio inferior. —¿Qué pasa si lo arruino?
Hange negó con la cabeza. —Todos siempre tienen miedo de Annie porque es una titan pero de quién debería de tener más miedo es de Mikasa.
Pieck levantó la mirada y observó a Mikasa, la pelinegra siempre estaba tranquila y serena. Nada podía hacer que perdiera la compostura, pero recordó ese momento donde la pelinegra la amenazó de matarla si se le ocurría meterse con su familia.
—Entiendo. —Dijo Pieck asintiendo lentamente. Dejo salir un suspiro tranquilo.
Lisa se levantó de golpe de la mesa asustando a todos los presentes y provocando que la vieran atentamente. —¡Iremos de cacería! —Dijo Lisa sin más y dejó a todos en la mesa con gestos de sorpresa en sus rostros.
Todos voltearon a ver a Sasha buscando una respuesta de lo que acababa de pasar. Sasha solo se encogió de hombros, su madre siempre tenía ideas que al inicio no tenían mucho sentido pero al final todos veían con una nueva perspectiva.
Todos se levantaron dejando salir suspiro de resignación porque sabían que no podrían ir contra Lisa aunque lo intentaran. Mikasa, Annie y Pieck solo se pusieron de pie sin más y esperaron a que Lisa les dijera qué hacer. Pieck por su parte tenía a Akane en sus brazos, la pequeña parecía estar entretenida mirando el rostro de Pieck, luego dirigiendose su mirada al rostro de Mikasa y fruncir el ceño. Era como si cada vez que las veía se daba cuenta de algo nuevo y diferente en los rostros de las dos pelinegras.
—Eres una pequeña muy curiosa. —Dijo Pieck provocando que Akane la mirara con sorpresa y que tocara su rostro como si quisiera que la pelinegra dijera algo más. —Muy curiosa. —Volvió a decir Pieck notando como Akane empezaba a sonreír.
Lisa regresó a la cocina con muchos arcos mientras le ordenaba a Sasha, Connie y Jean que fueran por las flechas y los demás arcos. Lisa estiró su mano con un arco en esta en dirección de Pieck quien la vio con el ceño fruncido porque no quería mover una de sus manos para tomar el arco, no quería dejar caer a Akane.
—Sabes que en algún momento tendrás que bajarla y cazar con nosotros, ¿verdad? —Dijo Lisa con una ceja enarcada.
—No quiero dejarla caer. —Dijo Pieck.
Lisa negó con la cabeza y sonrió al entender porqué la pelinegra no tomaba el arco. Lisa le ayudó a Pieck a acomodar a Akane en sus brazos, explicando todo el proceso para que la pelinegra dejará de tener dudas. Las demas veian la escena con curiosidad, habian notado la preocupación de Pieck al no saber cómo sostener a Akane con una mano.
—Listo. —Dijo Lisa.
Pieck tomo el arco con su mano libre y dejó salir un suspiro de alivio al ver que todo estaba bien, que nada malo le iba a pasar a Akane por el hecho de sostenerla en un brazo.
Todos siguieron a Lisa y Sasha, ellas eran las que mejor conocían el bosque. Escuchaban con atención todas las instrucciones que Lisa les estaba dando, explicándoles lo importante que era cada movimiento incluso llegó a explicarles cómo eso les ayudara aun mas con el movimiento de sus equipo 3D.
—Annie y Pieck irán juntas. —Dijo Lisa. —Ymir y Mikasa, Hange y Christa, Sasha con Jean y Connie, Alma y Akane se quedaran conmigo. Todos tienen que traer algo.
…
Pieck y Annie habian caminado buscando que cazar, ambas habian estado muy calladas pero no había incomodidad.
—¿Por que? —Pregunto Pieck.
Annie volvió a ver a la pelinegra con el ceño fruncido. —¿Por que que?
—¿Por qué te perdonaron?
Annie se encogió de hombros. —Me he hecho esa misma pregunta desde que todo esto pasó.
—¿No les diste un motivo?
Annie negó con la cabeza y se encogió de hombros provocando que Pieck frunciera el ceño en confusión.
—¿Y Mikasa?
Annie dejó salir un suspiro ante eso. —Fue incómodo al inicio, trate de secuestrar a la persona que ella considera su hermano. La pusieron como mi guardiana básicamente.
—¿Para?
—Evitar que escapara o que me transformara.
—¿Cómo llegaron de eso a como están hoy?
—Empezó cuando entrenamos juntas por primera vez, solo éramos las dos.
—¿No lo extrañas?
Annie se quedó callada por unos segundos buscando la mejor manera de responder. —No. —Dijo Annie con sinceridad. —Has visto de primera mano lo que logre obtener aquí.
—No hay paz. —Dijo Pieck frunciendo el ceño.
—Pero tengo tranquila de saber que ellas están bien. Llegar y ver la sonrisa de Akane no tiene precio, el abrazo de Alma. La compañía de las demás.
Pieck mordió su labio inferior poco a poco iba entendiendo lo que Annie había dicho, la rubia ya no estaba sola. Su vida ahora tenía sentido, ya no se sentía vacía.
—¿Quién sabe sobre mi? —Pregunto Pieck.
—Mikasa e Ymir, supongo que Ymir hablo con Christa.
—¿Por qué no les han dicho a los comandantes?
—Dijiste que necesitabas tiempo para aclarar tu mente. Has visto a Mikasa y sabes que ella no está jugando, te matara sin siquiera pestañear.
Pieck asintió lentamente, de alguna manera Annie estaba confiando en que ella pudiera aclarar su mente y que desistiera de su plan de ayudar a Marley. Trató de imaginarse viviendo en Marley nuevamente, imaginarse qué sería de ella en ese lugar, luego imaginó su vida en Paradise Island. Pudo ver como Annie y las demás la trataban, como nunca la dejaban sola. Sin querer su mente la llevó a los momentos donde Akane le sonreía con inocencia, como Sasha no había tenido miedo de tratar de robar su comida, como Christa solo le había dicho que hacer sin miedo alguno.
Aún seguía confundida porque Hange había llegado a despertarla para que la acompañara, no era como si hablaran mucho. Siempre estaban rodeadas de personas y si era sincera, ella era muy callada pero al parecer a Hange no le importaba eso. Parecía como si pudiera leer su silencio sin problema alguno. Supuso que era porque pasaba mucho tiempo con Annie, Mikasa y el capitán Levi hasta el punto de entender lo que querian decir con un simple gesto facial. No podía negar que la subcomandante le causaba curiosidad.
Annie se dio cuenta de los problemas que Pieck estaba teniendo. —No tienes que tomar una decisión en este momento.
Pieck dejó salir un suspiro y siguió caminando, sin dejar de pensar en todo lo que había pasado en las últimas semanas.
….
—¿Por qué los separaste de esa manera? —Pregunto Alma mientras se ponía en posición para usar su arco.
Lisa se encogió de hombros. —No veo nada malo en eso.
—Supongo que no. —Dijo Alma encogiéndose de hombros. —¿Mi posición está bien?
Lisa se acercó a la pequeña para ayudarle con su posición, sonrió al ver que al menos tendría a quien enseñarle todo lo que sabía, después de todo Sasha ya sabía todo. Esperaba que Mikasa y Annie permitieran que las niñas pasaran más tiempo con ella.
Alma estaba feliz de saber que toda su familia estaba bien, que todos habian regresado sanos y salvos. Se sentía rara al tener la bufanda de Mikasa alrededor de su cuello, pero no podía negar que le hacía sentir segura. Se preguntaba si Annie se había sentido de la misma manera al usar la bufanda, si Mikasa se había sentido de la misma manera.
Alma se dio cuenta que Lisa había fruncido el ceño mientras miraba hacía el camino que dirigía hacía su casa.
—¿Que pasa? —Pregunto Alma mirando al mismo lugar pero no había nada.
—Dos personas vienen. —Dijo Lisa. —A paso rápido. Dame tu arco, toma a Akane y ponte detrás de mí.
Alma hizo lo que Lisa le pidió, había visto a Sasha siempre prestar atención a lugares para luego ver a alguien acercarse, supuso que lo mismo estaba pasando con Lisa en esos momentos. Tomo a Akane en sus brazos y se paró detrás de Lisa sin decir nada.
Lisa tomo una flecha y rápidamente la puso contra su arco, su posición era rígida, el ceño fruncido y la respiración lenta. Segundos después Alma pudo ver dos siluetas acercándose a paso rápido, vio como Lisa se ponía más rígida.
—Un paso más y no respondo. —Dijo Lisa con seriedad provocando que las dos figuras se detuvieran. —¿Quiénes son y qué quieren?
—Mi nombre eso Gabi, él es Falco estamos buscando a Pieck. Nos dijeron que ella estaría con Mikasa y Annie.
Lisa bajo su arco lentamente, desconfiando de lo que esos niños le habian dicho. Sabia que deberia de tener un poco de culpa al apuntar a unos niños con su arco pero sabia que no tenia que confiarse por el hecho de que eran niños.
—¿Cómo llegaron hasta aquí?
—Seguimos las pisadas. —Dijo Falco.
Alma entendía porque la desconfianza de Lisa, había visto a Mikasa y Annie actuar de la misma manera cuando alguien se acercaba a ella o trataba de cargar a Akane.
—Ella y los demás están de cacería, pueden esperar aquí.
Gabi y Falco asintieron rápidamente antes de sentarse acerca de donde Lisa tenía una manta para que Akane pudiera jugar. Alma se relajo y dejo a su hermana en la manta, no hizo ningún gesto de querer volver a practicar con el arcó, a pesar de que Lisa les había dicho a esos niños que se quedaran con ellas podía ver lo tensa que la mujer estaba.
…..
Ymir y Mikasa se habian mantenido calladas durante su caminata, buscando que cazar y poder regresar con Lisa y las demás lo más rápido.
Ymir aclaró su garganta y Mikasa trato de no rodar los ojos porque sabía que la morena le iba a decir algo que la haria enojar o sonrojar.
—¿Tú y Annie? —Dijo Ymir tratando de hacerse la desinteresada.
—¿Tú y Christa? —Dijo Mikasa con rapidez provocando que Ymir la volteara a ver con sorpresa.
Ymir dejó salir un suspiro. —Si, Christa y yo. —Dijo Ymir con sinceridad.
—Annie y yo aún tenemos que hablar sobre ciertas cosas antes de decir que sí. —Dijo Mikasa.
Ella y Annie no habian hablado sobre lo que ellas eran, sabían que eran las guardianas legales de Alma y Akane hasta el punto que Akane ahora les llamaba Mama. Aún no habian hablado que significaban esos besos que habian compartido, ¿estaban en una relación? ¿Querian una relación cuando sus vidas estaban siempre al borde la muerte? ¿Estaban listas para tener una relación? No iba a negar que estar al lado de Annie le hacía sentir segura, sabía que Annie cuidaría de su espalda en todo momento.
…
Annie y Pieck fueron las primeras en regresar, Annie al ver dos figuras más sentadas al lado de Alma volteo a ver a Pieck con el ceño fruncido.
—¿Qué diablos hacen ellos aquí? —Pregunto Annie con enojo.
Pieck frunció el ceño. —No tengo idea, les dije que volvería hasta en la tarde.
—¿Ellos saben todo? —Pregunto Annie empezando a caminar más rápido.
—Lo saben. —Dijo Pieck. —Sin mi orden no pueden hacer ningún movimiento.
Annie miró a Gabi y Falco con enojo. —No pienses que no los mataré si es necesario.—Susurro Annie. —No dudaré en hacerlo si es para protegerlas. Así que, ¿de que tengo que cuidarme?
—Gabi es más impulsiva que Falco. Ella siempre es la que se mete en problemas, si te da indicios de querer seguir con el plan en un momento donde yo no, no permitas que se quede sola y no les des ningún tipo de arma. No le des espacio para que tome algún tipo de arma.
—En otras palabras, Gabi es la primera de la que me tengo que deshacer si se da la situación.
Pieck se encogió de hombros. —Basicamente.
—Para ser alguien que aún está pensando en si llevar sus planes acabó, me has dado mucha información. —Comentó Annie antes de dejar a Pieck a solas y caminar más rápido hacía donde estaban Lisa y sus hijas.
Alma sonrió al ver a Annie acercarse, vio como Lisa se relajaba lentamente y dejaba salir un suspiro. Akane estaba tratando de ponerse de pie pero al ver a Annie se dejó caer y empezó a saltar sobre su trasero emocionada de ver a la rubia acercarse.
Gabi y Falco miraron a Annie con curiosidad. Gabi sabía que tarde o temprano tenía que ayudar a Marley a destruir todo Paradise Island, solo tenía que convencer a Annie e Ymir de volver. De otra manera tendrían que dejar que Rainer y Berthold hicieran lo suyo.
Annie estaba parada frente a Pieck, la pelinegra podía notar la desconfianza que Annie tenía contra Gabi y Falco en esos momentos. Pieck esperaba que con el tiempo esos niños vieran las cosas desde otra perspectiva. Arrugó la nariz al darse cuenta de que lo que Annie había dicho antes tenía sentido. Ella estaba actuando y pensando como si ya hubiera tomado la decisión de no llevar sus planes acabó, dejó salir un suspiro provocando que Annie la viera con una ceja enarcada.
Pieck solo se encogió de hombros, decidió quedarse callada al ver a Sasha correr y saltar sobre la espalda de Annie provocando que la rubia se sorprendiera y con un solo movimiento lanzará a Sasha al suelo.
—Diablos. —Murmuro Sasha. —No pensé en ese movimiento.
Lisa solo miró a su hija y negó con la cabeza, sonrió al ver que todos estaban llegando con sus respectivas presas. Lisa había notado la actitud de Annie cuando vio a los nuevos llegados, sabía que había hecho bien al mantenerlos bajo su vigilancia. Noto como Mikasa entrecerró los ojos y le daba una mirada a Annie quien solo se encogió de hombros.
—Es hora de regresar. —Dijo Lisa poniéndose de pie.
Mikasa tomo a Akane en sus brazos, la pequeña no hizo más que acurrucarse contra el pecho de la pelinegra y dejar salir un suspiro.
—Porque siento que solo fuimos utilizadas para traer más comida. —Dijo Ymir mirando a Lisa con curiosidad, la mujer solo le dio una sonrisa inocente.
—Porque eso fue lo que pasó. —Dijo Hange encogiéndose de hombros.
—Ella dijo vamos a cazar y se quedó sentada con Alma y Akane. —Murmuro Christa.
Lisa se puso a reír ante eso. —No se quejen que se van a quedar para el almuerzo, y no les estoy preguntando.
Todos fruncieron el ceño porque nadie había dicho nada al respecto pero al parecer no iban a tener otra opción. Todos voltearon a ver a Hange esperando a que los salvara de tener que limpiar todo lo que Lisa iría a ocupar al momento de cocinar. Hange simplemente los ignoró porque ella simplemente iba a disfrutar ver a Lisa dar órdenes mientras ella simplemente veía todo.
…..
Hange estaba disfrutando ver como Lisa le ordenaba a Jean y Connie hacer una lista de cosas, luego darle órdenes a Ymir y Christa provocando que Ymir murmurara por lo bajo mientras que Christa solo le daba un golpe en el estómago y hacer lo que Lisa le había pedido. Lo que más gracia le dio fue ver que Lisa había puesto a Pieck a trabajar y ver el ceño fruncido de la pelinegra. Podía ver que Pieck estaba confundida, quizás había esperado a simplemente observar.
—Estas disfrutando esto. —Dijo Alma mirando a Hange con una ceja enarcada.
—Como no tienes idea. —Dijo Hange sonriendo. —Verlos simplemente haciendo cosas que no tienen nada que ver con entrenar siempre será divertido. Pensaron que los iba a salvar de Lisa, míralos se están quejando pero sonríen cuando creen que nadie los está observando.
Alma se quedó observando todo lo que Hange le había dicho y frunció el ceño, ver a Christa e Ymir trabajar juntas para cocinar, a Annie y Mikasa hacer lo mismo no era extraño para ella. Las veía todos los días hacer eso.
—No entiendo.—Dijo Alma. —Ellas siempre hacen eso.
Hange volteo a ver a Alma y cayó en cuenta que esa escena no era extraña para la pequeña. —Supongo que las ves hacer eso todo los días.
Alma solo asintio.
….
Lisa estaba triste al ver a Alma y Akane irse junto a Annie y Mikasa. Había pasado todo un fin de semana con esas pequeñas y sin proponérselo se había encariñado con ellas, todo ese día que había pasado con todas esas chicas y chicos había visto la enorme sonrisa en el rostro de su hija. Quería verla sonreír de esa manera con más regularidad.
—No te pongas tan triste. —Dijo Sasha pasando su brazos sobre los hombros de su madre. —El próximo fin de semana las tendrás de regreso.
—Tienes razón. —Dijo Lisa con una pequeña sonrisa en el rostro.
…
Annie y Mikasa se encontraban en el techo de su casa, observando el cielo nocturno y simplemente disfrutando de la paz que ambas sentían cada vez que estaban juntas.
—Gabi puede llegar a ser un peligro. —Dijo Annie rompiendo el silencio. —Pieck me lo dijo hoy, creo que ella nos ayudará.
Mikasa se movió un poco para mirar a Annie a los ojos. —Supongo que tendremos más oportunidades de sobrevivir.
—Las tenemos. —Dijo Annie.
Mikasa miró con detenimiento el rostro de Annie, era algo que ambas siempre hacían cuando nadie las veía, cuando solo eran ellas dos. Siempre trataban de entender como todo lo que habian logrado había sido posible, pero siempre se encontraban con la misma respuesta, si esa era el hecho de que ambas se protegían.
Gracias a que habian aprendido a trabajar juntas, a confiar la una en la otra, en el momento en el que se vieron muchos más que compañeras de escuadra, mas que compañeras de habitacion habian aprendido mas de lo que en realidad significaba vivir más allá de solo tener la mentalidad de venganza, de sobrevivir, de entrenar.
Ambas siempre se encontraban felices, sonriendo ante el prospecto de volver a casa y no estar solas. Entrar en el lugar al que llamaban hogar y ser recibidas por sonrisas, abrazos y buenas conversaciones de lo que había pasado ese día. Sin darse cuenta habian formado una familia, una familia que conocía el dolor de ser visto como un objeto, que conocía lo que era la soledad y que les habian enseñado a valorar cada momento que tenía.
—¿Estamos en una relación? —Pregunto Mikasa sin dejar de mirar a Annie con tranquilidad.
Annie dejó salir un suspiro. —Si tu lo deseas, estoy con ello. —Dijo Annie mirando a Mikasa a los ojos.
—¿Estamos listas para ello?
—Solo hay una manera de saberlo.—Susurro Annie.
Mikasa le dio una pequeña sonrisa a Annie, después de todo Annie tenía razón. La única manera de saber si estaban listas era intentarlo y ver que pasaba entre ellas. Mikasa se movió un poco más para poder estar más cerca de Annie, tomo la mano de la mujer titán entre la suya y entrelazo sus dedos.
Mikasa sintió como Annie le daba un pequeño apretón a su mano tratando de atraer su atención a ella nuevamente. Miro como Annie abría y cerraba la boca, como si quisiera decir algo pero no encontraba las palabras que necesitaba en ese momento.
Annie aclaró su garganta. —Gracias.—Dijo Annie mirando a Mikasa directamente a los ojos. —Gracias por confiar en mí cuando nadie quería hacerlo, se que no les di motivos pero tu lograste mirar más allá de eso. —Annie movió su cabeza para descansar sobre el hombro de Mikasa. —Nunca imagine que todo cambiará, hoy Akane me llamo Mama y nunca imaginé que eso llegaria a pasar…pensé en todo lo que ha pasado y todo lo que he logrado gracias a tu ayuda.
Mikasa le dio una pequeña sonrisa a Annie en ese momento, entendía lo difícil que era para Annie decir esas palabras. Annie escuchó como Mikasa aclaraba su garganta.
—En ese caso…gracias.—Dijo Mikasa con sinceridad. —Nunca me juzgaste por mi actitud, siempre has respetado mi necesidad por tener espacio. Confiaste en mí aun cuando sabias que tenia resentimiento contra ti por lo que pasó en el pasado. Me has ayudado cuando más lo he necesitado y nunca me has mirado como si fuera alguien débil.
Annie y Mikasa sonrieron al darse cuenta que ser sinceras no había sido tan difícil como lo habian esperado. Abrirse a hablar sobre sus emociones no era fácil para ninguna de ellas pero en ese momento lo habian hecho sin dudar, que les había tomado un momento decir lo que sentían estaba bien porque estaban aprendiendo.
Mikasa movió su cabeza y depositó un pequeño beso en la frente de Annie. —Puede pedir que seamos sinceras en todo momento. —Susurro Mikasa cerrando los ojos. —Comunicarnos antes de crear escenarios que no existen.
Annie cerró los ojos. —Estoy de acuerdo. —Susurro Annie. —Estamos aprendiendo más sobre nuestras emociones, no equivocaremos pero no estaremos solas.
—Perfecto. —Susurro Mikasa dejando salir un suspiro.
No se querian mover en lo absoluto, se encontraban en un momento de paz mental que no querian romper. Siguieron con los ojos cerrados hasta el punto de quedarse dormidas sobre el techo, abrazadas y con un aura de serenidad rodeandolas.
Sentir el calor de la otra, saber que estaban juntas y que después de vivir horrores aún tenían el tiempo necesario para vivir pequeños momentos que les daban pequeñas esperanzas de tener más momentos felices. En ese momento no era más que Mikasa Ackerman y Annie Leonhart, en un momento que nadie creería si se lo contaran, en un momento que solo podían compartir entre ellas y la pequeña familia que habian formado en tan poco tiempo.
Estaban aprendiendo a ser felices, a tener más esperanzas y a amar sin miedo de que la otra les traicionara.
