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N/A 1: K.O.F y sus personajes son propiedad de SNK.
N/A 2: Imaginen a los personajes con los rostros y anatomías de "The King of Fighters for Girls".
N/A 3: Créanme cuando les digo: "Muchas gracias por sus comentarios y opiniones mas sinceras". Me dolió que Rock y Shingo pasaran como relleno pero ni pex. Ahora sí me enfocaré más en el AthenaxIori porque más que necesario en serio ya quiero. Juax! No dejaré a los B.O.F. de lado, eso sí, lo curioso es que me estoy encariñando con Yuki en esta historia jejejeje. Espero que les guste este cap.
Athena tuvo que agacharse para evitar que aquel pisapapeles la golpeara en el rostro. Bajó rápidamente por las escaleras siendo perseguida por una furiosa Yuki quien sostenía un libro en la mano listo para usarse como proyectil. Tras librarse del brusco jalón de cabello las chicas llegaron hasta la cocina y quedaron separadas por la mesa mirándose directamente a los ojos, Asamiya tragó en seco observando los ojos de furia de su mejor amiga.
—Yuki, por favor detente. ¿Segura que no estás en tus días? —decía esquivando el libro.
—Eres… un… ¡ASNO! ¡Athena Asamiya! ¡Y no, no estoy en mis días! —rugió.
—No supe que hacer. No fue mi culpa. —
—¡¿No fue culpa tuya?! —se le aproximó señalándola. —Un hombre apuesto te invita a su depa, te da un regalo y hace un cumplido sobre tu cuerpo. ¿Qué más querías que te dijera? 'Oye ¿Quieres tener un poco de sexo conmigo?' —fingió voz masculina. —Así no funciona esto. —la tomó de su blusa y la zarandeó un par de veces.
—Aggg* pe-pero… ¿Qué tal si él no quería hacerlo conmigo? —dijo con aire de tristeza.
—¿Qué otra señal querías? Se supone que ellos son los estúpidos para captar las indirectas. Has dejado a las mujeres en ridículo. —
—No sé, tal vez algo un poquito más directo me hubiera ayudado. —
Kushinada la soltó de inmediato y rio con ironía negando con la cabeza. Inmediatamente hundió el entrecejo y se tomó por la cabeza.
—¡TÚ, ERES LA BRUTA MÁS INTELIGENTE QUE CONOZCO! —
La ídol fue a sentarse a la cómoda y perdió su mirada en la nada. Los pocos segundos que había reflexionado le abrieron los ojos. Tapó su boca con ambas manos. En efecto, no necesitó si quiera leer la mente de Yagami para saber que probablemente esperó algo como un beso pero de nueva cuenta su inseguridad junto con sus deseos impuros habían arrojado el peor resultado.
—Lo arruiné todo ¿Verdad? Tienes razón amiga, soy realmente la bruta más bruta de todas. —negó.
—Ath, no quise decir eso. Lo lamento. —se sonrojó la castaña al ver la gravedad de sus palabras.
Yuki apretó sus puños y sus labios a la vez suspirando arrepentida. Se colocó a un lado de su amiga y la tomó del hombro.
—Es por tu pasado ¿No es así? —
Asamiya asintió recordando sus malas experiencias en su adolescencia temprana que la habían orillado a crecer con ciertas inseguridades y baja autoestima.
—No debí decirte esas cosas. Perdóname. —sonrió. —Soy tu amiga y estoy aquí para escucharte, apoyarte o aconsejarte, lo que más te convenga. —
—Gracias, Yuki. —luchó por no dejar salir ninguna lágrima.
—Entonces ¿Qué es lo que más te preocupa? —
—Tengo miedo de que vuelvan a hacerme sentir mal y que destruyan mi autoestima. Es como un choque de trenes ¿Sabes? Porque cuando pienso en "esas cosas" o las veo es como si mi lado pervertido se apoderara de mí y no pensara en las consecuencias. No quiero que Iori ni nadie piense que soy una pervertida pero ya no sé qué hacer para controlar estos pensamientos y emociones. —
—Amiga, antes que nada quiero que sepas que no eres una pervertida. Eres una chica que está descubriendo su sexualidad de manera diferente. Es todo. Creeeeeme cuando te digo que no eres la única persona que está pasando por esas situaciones. Segundo, Iori está consciente de ello pues él te ayudó a afrontar de cierta manera tu situación personal la primera o segunda vez. Honestamente no creo que te hubiera rechazado un beso, no lo sé, no es que lo conozca a fondo. Pero ¿Qué es lo peor que pudo haber pasado? Qué te alejara bruscamente de él quizás. Y tercero. No apresures las cosas, todo llega solo. Si te sigues atormentando por lo que no pasó quedarás estancada en dilemas. —
—Eso. Ese es el problema. ¿Cómo regresar el tiempo para aprovechar la oportunidad que tuve? Al menos del beso. —
—¿Humm? ¿Te refieres a lo de Iori? ¿Te arrepientes de no haber hecho nada? —
—S-sí… me arrepiento. —
—Wow. Esto sí que no me lo esperaba. —levantó una ceja mientras sonreía un poco. —No pensé que el problema derivara en gran parte a lo que él piense/pensara de ti ya que si es de esa manera eso quiere decir que… ¡No puede ser! ¡¿Realmente te gusta Iori?! —
La castaña miró con estrellas a Athena quien solo se limitó a sonrojarse y encoger sus hombros ante la pregunta hecha.
Desparramado en el sofá se encontraba él, observando cómo su amigo rubio luchaba por hacer embonar el doble pedal en la batería. Tras varios intentos Terry empezó a alterarse por fallar en repetidas ocasiones, lamentaba que su novia no estuviera ahí con ellos ya que seguramente lo hubiera solucionado desde hace tiempo. Volteó a ver al joven con una sonrisa triunfal tras encontrar la manera en que embonara correctamente. El mayor le hizo una seña para que fuera a con él; Rock se hizo de la vista gorda y desvió su rostro fingiendo no haberlo visto.
—Rock! Come here! —
—No puedo, estoy cansado. —
—¿Cansado de qué? Solo fuiste por el pedal ni que hubieras tenido que tomar un barco y dos vuelos para ir por él. —
—Estoy cansado de tus bromas tan graciosas. —comentó sarcásticamente.
—Vamos novato necesito de tu ayuda para que sostengas la cadena mientras embono el parche, será rápido lo prometo. —
El muchacho resopló y con esfuerzo sobre humano fue levantándose lentamente del sofá. A medida que se acercaba Terry pudo notarlo cojear un poco y trastabillar al avanzar. Howard jadeó al colocarse de cuclillas para estar a la altura de su amigo.
—Are you okay? ¿Te lastimaste la pelvis o el abdomen? —comentó preocupado.
Rock recordó el trato brusco por el que había pasado horas atrás para obtener el doble pedal. Asintió torpemente aguantando sus lágrimas.
—Estoy bien. Resbalé por las escaleras mientras subía. —
—¡Jha! ¡Qué noob! —lo señaló con una risa en el rostro. —En fin. Sujeta esto con fuerza. —
Al hacer presión contra el artículo y su cuerpo Rock sintió como si le desgarraran el vientre desde adentro.
—¿Shingo-kun? ¿Cómo fue que diste con mi hogar y por qué estás todo sudado? —
—¡Lala-chan! —jadeó, intentando recobrar el aliento. —Debes creer que soy el idiota más idiota de todos o una especie de acosador. Déjame explicarte… Kasumi… ella me… —respiraba con dificultades en un intento de moderar su respiración.
—¿Quieres un vaso con agua? —
—Nha, estoy bien, estoy bien, aughhhhhh* —jadeó una vez más. —Tu prima Kasumi-chan me ayudó a llegar hasta aquí. —
—Oh, y ¿Qué es lo que necesitas? —comentó seriamente.
La chica se cruzó de brazos mientras salía del porche y cerraba la puerta tras ella. Shingo conectó su mirada con los bonitos ojos magentas. Se le notaba seria o quizás molesta pero ¿Podía culparla? Yabuki se irguió y tomó aire para juntar valor no sin sentir sus mejillas arder.
—Mira… tienes todo el derecho de mandarme a volar si quieres, de hecho sería lo más sensato pero no podía quedarme sin hacer nada después de una charla que tuve con… alguien peculiar. Soy muy tonto para estas cosas y por supuesto que soy heterosexual no quiero que pienses que no hice esto antes por otras razones… —
—¿O-kay? —
—Ah… escúchame… sueno como un estúpido. —jugueteó con sus manos sudadas. —Estoy echando todo a perder. —
Lala soltó una risita tapándose la boca con una de sus manos.
—No. Es tierno. Continúa por favor. —colocó las manos detrás de su espalda.
Shingo se relajó ante aquella acción y recordó lo que su Senpai le había dicho. Pronto se sintió en confianza.
—Hay algo que he querido decirte desde hace tiempo. Y no es sobre los deliciosos sándwiches que me preparas cada viernes con tanta dedicación y cariño. —
—¿En serio te gustan? —sonrió y sus ojos brillaron.
—¡Son una maravilla! Pero eso no es lo que tengo que decirte es solo que lo quería hacer de la mejor manera posible y desde hace días he querido invitarte a un lugar pero después me dije: "Lala-chan es muy cool para algo así". —
Los ojos de la chica brillaron cada vez más siendo su rostro adornado por ese peculiar rubor.
—No soy tan cool como crees. —entrelazó sus propias manos con pena.
—Bueno no sé qué es lo que viene en el futuro o siquiera lo que voy a hacer después de este día dependiendo de lo que pase hoy pero algo si sé y es que sería fantástico si estuvieras en él. Así que… Lala-chan… —
El castaño hizo un par de muecas y varios movimientos corporales graciosos tomando aire repetidas veces mientras la joven trataba de contener la emoción y la risa.
—¡¿Quieres ser mi novio?! —se adelantó ella a preguntar con emoción observando a Yabuki desmallarse con el cuerpo totalmente emblanquecido.
—No es un buen momento para una batalla, Yagami. —comentó Kyo de manera aburrida, bebiendo de su soda sentado en el kiosco.
—¡No me importa si no tienes un motivo para pelear Kyo! ¡Te voy a… —
—Bla… bla… bla… ¿Me vas a matar? ¿Cómo siempre? —
—… … … […!?] —quedó perplejo. —Maldito miserable. No me tomes a la ligera o te juro que… —
—Me mandarás al infierno. Un clásico de ti. —comentó sin mucho ánimo.
Iori hizo que el fuego de sus manos dejara de emanar. Notó el semblante ajeno que demostraba tristeza, aburrición genuina y sospecha. Tuvo que tragarse su coraje ya que… así no sería tan divertido patearle el trasero.
—En fin. Espero que estés preparado para este viernes. Será un evento complicado y claro que ya sabes que C.Y.S. estará ahí también así que… prepárate. —dijo, colocándose de pie y metiendo su mano libre al bolsillo.
—¿Qué quieres decir? —gruñó.
—Nada. Solo que te prepares. Escucha me gustaría quedarme a charlar con alguien civilizado como tú pero… jmmm… adiós. —
Kusanagi se dio media vuelta y fue perdiéndose lentamente entre los civiles. Iori tuvo el impulso de ir tras él, darle media vuelta y soltarle un puñetazo pero no tenía caso, pelear sin un motivo más allá de que te aceptaran un desafío o solo por usar violencia era algo que detestaba.
Caminó hacia el lugar que había sido ocupado y observó una hoja de papel doblada. La tomó y empezó a leerla. Al terminar entrecerró los ojos con furia e hizo cenizas la hoja de papel en mano.
—Kyo… si este es el motivo por el cual no aceptaste mi pelea eres un completo idiota sentimental. —
