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N/A 1: K.O.F y sus personajes son propiedad de SNK.
N/A 2: Imaginen a los personajes con los rostros y anatomías de "The King of Fighters for Girls".
N/A 3: Gracias por llegar hasta aquí mis amados Koferos, ustedes y sus reviews son mi fuente de inspiración para seguir creando capítulos locos. Hablando de eso quería hacer 2 anuncios. El primero es que gracias al éxito de esta cosa estoy pensando en sacar una secuela o segunda temporada en este caso [ya que la idea de la historia será casi la misma en sí]. El segundo es que posiblemente no sea taaan de humor e incluso puede que no exista mucho de eso en la continuación pues vamos a la mitad de la mitad para que este escrito finalice y la idea podría ser un poco más seria. Si tienen alguna sugerencia o petición con respecto a la continuación créanme que lo leeré y lo tendré muy en cuenta, ustedes me han hecho llegar hasta este cap. Los amo a todos.
Lala acomodó el sombrero de Shingo. La fiesta a la que asistirían con sus amigas de la preparatoria era de temática "Accesorio morado" por lo que al muchacho no se le ocurrió una mejor idea que usar un sombrero de copa del color característico. Su novia sonrió al verlo una vez más con esa carita tan noble, nerviosa y gentil.
—Estamos listos para irnos. —
—Eso parece. —
—En serio no puedo creer que vendrás conmigo. Lamento mucho el que te perdieras el evento en Osaka con Kusanagi-san, sé que una fiesta como esta no se compara con el evento pero quería decirte lo importante que es para mí. —
—Hey, si es importante para ti lo es para mí. —comentó con una risilla nerviosa al verla con su bonito vestido y su cetro morado.
El castaño desvió su mirada a la joven y notó un atractivo brillo en los labios que lo hicieron inhalar de golpe.
—Vaya. Te queda super cool ese brillo labial. —
—Y además sabe delicioso. —sonrió. —¿Quieres probar? —dijo al momento de cerrar sus ojos y acercarle su boca.
Shingo asintió entusiasmado y cuando estuvo cerca deslizó uno de sus dedos por el labio superior para impregnarse del brillo. Lala abrió sus ojos de golpe con un rostro desencajado mientras observaba cómo Yabuki se llevaba el dedo a la boca para saborear.
—Mmm… sí, sabe genial. —
La pareja se mantenía en la sala común observando la pantalla de la sala. Kyo cargaba a Yuki sobre sus piernas de costado mientras la sujetaba de su cintura. Frente a ellos latas de gaseosas, palomitas y pizza.
Cuando la película terminó la joven empezó a sollozar y a secar sus lágrimas mientras el castaño terminaba de beber su soda.
—Es la historia más linda que jamás he visto. —
—¿Qué? Literalmente la película nos estuvo frotando en el rostro que Richard y Emily se casarían en aquel parque de su infancia. —
—Espera un segundo ¿Richard no era el perro espacial come zanahorias? —
—No. Ese era Scott. —
—Vaya, ahora todo tiene sentido jajajaja. ¡Buuuuu! Que mala película. —comentó tras lanzar una palomita a la pantalla. —Ufff qué bien ¿Listo para irnos bombón? Partimos en 45 minutos al aeropuerto. —
—Sí. Solo tengo que guardar algo importante en mi maleta y estaré listo. No tardo. —
Tan rápido como pudo corrió hasta su habitación y abrió su maleta notando cómo solo había espacio para una pertenencia más. Kyo sujetó en su mano izquierda un botiquín de primeros auxilios y en la derecha el osito de peluche que Yuki le había regalado en su cumpleaños. Miró un par de veces los objetos y guardó el oso en la maleta.
—¡Estoy listo Yuki! ¡Andando! —
Era el día esperado. Athena se moría de los nervios no solo por el hecho de que el evento sería enorme sino que recordaba las palabras de Katakuri sobre ella y peor aún… el efecto del atún con helado todavía no pasaba en su estómago.
Después de que Iori se fuera de su casa se la había pasado la mayor parte del día repitiendo leves eructos por lo que no le quedó más remedio que preparar un brebaje casero que vio en internet para su situación. Cuando la fórmula estuvo lista una calavera ser formó con el humo de la bebida, la psíquica pudo jurar escuchar un pequeño grito proveniente del líquido que estaba por beber. Al acercar su rostro su mechón de cabello se incendió en llamas lo cual la alertó y apagó echándose un vaso de agua sobre la cara.
—Owwwwnnn… la página donde vi esto estaba certificada, espero en verdad no me mate. —se mordió su labio mientras se tapaba la nariz y empezaba a beber.
Mary y Terry se miraban en el espejo modelando la ropa que habían comprado esa tarde en el centro comercial, habían decidido ir vestidos de manera complementaria. Bogard usaba un pants negro y una playera blanca mientras que su pareja un pants blanco con una blusa sport negra. Los rubios no paraban de reír a medida que hacían poses graciosas, se abrazaban, hacían muecas y de vez en cuando se daban besos en la mejilla. Después de hacer malabares con sus baquetas entre sus dedos los jóvenes se sonrieron a la vez y se levantaron el pulgar mientras se asentían. Al voltear observaron cómo Rock pasaba por el comedor ayudándose a caminar con un bastón de metal. Al verlo a la cara los muchachos le sonrieron y levantaron su pulgar. Rock sonrió con dolor e imitó la acción.
—¡JAJAJAJAJAJAJAJAJA! ¡Qué loco! Pues al menos sigues viva. Espero que ese menjurje sirva de algo, no querrás que se te salga uno en el evento jajajajajajaja… … … … claro que sí Athena te lo prometí, jamás faltaría a uno de tus conciertos… … … A las 18:45. Lo tengo. Claro, ahí estaré… … … Sayonara. —
Al colgar la llamada Sie tomó un poco de vaselina y se la untó en las manos, con una delicadeza extrema dobló la servilleta en cuarto partes iguales y se reacomodó en su silla gamer al momento de darle 'click' al video que había seleccionado.
Iori caminó hasta la cuesta y se sentó a su lado, ambos miraron al horizonte. La chica tenía una linda sonrisa en sus labios. El pelirrojo pudo sentir el picor del pasto en sus manos y el aroma que el cabello castaño desprendía.
—De hecho… es… es una muy buena composición. —comentó seriamente sosteniendo la hoja de papel con la letra.
—Parte de ella estuvo inspirada en ti, Iori-san. —
—Te juro que volveré famosa tu composición. Les diré a los idiotas de mi banda actual que sin importar qué debemos tocarla. —
Kikuri volteó a verlo y le sonrió con ternura.
—Iori-san, tienes que dejarme ir. Mi muerte fue hace casi año y medio. No fue tu culpa. —
El nombrado cerró los ojos frunciendo el ceño. Al abrirlos notó que se encontraba completamente solo.
Cuando los integrantes y C&A estuvieron finalmente reunidos en el aeropuerto no tardaron mucho para subir al avión y dirigirse a Osaka. Dentro de la cabina empezaron a charlar entre ellos sobre cosas triviales, no faltaron las risas, bromas, anécdotas personales, el vino y la champaña. Dentro de todo ese ambiente animado solo Iori se mantuvo distante de los demás sentándose hasta el final del avión mientras escuchaba canciones con sus manos libres y se relajaba.
Para personas como Kensou, Yuki, Rock e inclusive Mary era fascinante los lujos con los cuales se podía viajar siendo miembro de una de las bandas del momento como lo era B.O.F.
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Al llegar hasta su destino se vieron sorprendidos por camarógrafos y reporteros que una vez bajados del avión empezaron a atacarlos con fotografías y preguntas por doquier. Los muchachos avanzaron a paso lento rumbo a las instalaciones indicadas, algunos de ellos respondían brevemente con una sonrisa en el rostro, otros se limitaban a solo sonreír y saludar y al último estaba Yagami quien levantaba el dedo medio cuando alguien se le acercaba o le dirigía palabra.
Al entrar a la instalación la mayoría quedó boquiabierto al ver a través del cristal la lujosa comodidad con la que estaba construido el sitio. Además de estar lujosamente adornado los límites del enorme terreno los bordeaba un barandal abarrotado. A la vista una enorme ciudadela similar a los campus de las universidades en Reino Unido de clase alta solo que esta parecía estar separada por secciones como lo eran: patrocinadores, deportistas famosos, solistas, modelos de ambos sexos, actores, diseñadores y grupos musicales. En el lugar había pequeñas carreteras, lagos, campos verdes bien cuidados, reflectores de gran potencia y edecanes para animar el ambiente, bien podrías confundir el lugar con una versión más pequeña de "Las Vegas".
En el terreno seccionado para las bandas musicales se encontraba un enorme hotel particular para que los integrantes y compañía se instalaran. Afortunadamente esa sección colindaba con la hermosa playa de Osaka lo que les daba ese plus y exclusividad a los integrantes.
Al avanzar hacia la recepción el representante de B.O.F. fue quien tomó la batuta y se acercó hasta la chica que atendía dejando a producción junto con los miembros en la zona de espera. Los chicos miraron detenidamente a otros grupos conocido que seguramente también participarían en el evento y continuaron conversando entre ellos. Discretamente Iori y Kyo observaban con cuidado para ver si se encontraban con un rostro familiar y odiado por ellos pero… nada.
—Muy bien, escuchen. —decía el representante al llegar a con ellos. —Me comenta la señorita de recepción que debido a que fuimos casi la última banda en llegar a Osaka no le quedan casi habitaciones individuales disponibles para cada uno, esto debido a que los hoteles del plantel para los deportistas y actrices están en remodelación. Por ende tendrán que compartir habitaciones entre ustedes. —
—¡WTF! Espero que mi hermano y Mai puedan alcanzar lugar mañana en la mañana. —pensó Bogard sudando a chorros.
—Por lo que… con base a los nombres que dimos por adelantado para las reservaciones así fueron asignados por recepción: Rock Howard y Sie Kensou. Terry Bogard y Mary Ryan. Yuki Kushinada y Nakoruru. Iori Yagami y Kyo Kusanagi.
—¡¿QUÉ?! —
Los últimos nombrados gritaron al unísono al escuchar que compartirían habitación. Los presentes que se encontraban cerca del lugar voltearon a ver a la agrupación debido a la anomalía.
—¡Rotundamente me niego a compartir habitación con este animal! —comentó el castaño.
—El único animal aquí eres tú, imbécil. Me sorprende que te dieran acceso si claramente el letrero dice: "Los perros no pueden entrar a recepción." —contestó Yagami, apretando su mandíbula.
—Qué suerte que nos tocara compartir habitación. —le masculló Terry a su pareja cerca del oído.
—Tiene que existir una manera para que no compartamos cuarto ¿Pueden hacer algo? —Kyo.
—Oh sí sí sí… ¡No! —dijo su representante con sarcasmo. —Ahora váyanse a dormir, mañana será un largo día. Debemos estar listos para tocar en la noche. Andando. —
Después de darle a cada par su respectiva tarjeta-llave la agrupación se puso en marcha hacia el ascensor, los rivales a muerte iban musitando maldiciones al aire. Athena vio cómo los demás se iban a sus respectivos cuartos siendo ella la única a la que no habían mencionado; se acercó a paso veloz hacia su representante para que le dieran información.
—Goda. ¿Qué hay de mí? No creo que el piso de la recepción sea muy cómodo. —bromeó.
El nombrado se detuvo en seco y tras verla se golpeó a sí mismo en la frente.
—Jajaja, tienes razón. Lo lamento tanto. No tendría cabeza si no la tuviera pegada. Aquí tienes la tarjeta-llave… Tu habitación es la 1052. Descansa. —
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—¡Vete al diablo Yagami! ¡Yo pedí esa cama primero! —dijo un eufórico Kyo bajando al piso las pertenencias del pelirrojo.
—¡Maldita sea! ¡¿Quieres luchar?! —
—¿Luchar? ¿Por una cama al lado de la ventana? Ahora si has perdido la razón. —
—¡Estúpido! No me iré a dormir sin pelear por esa cama. —
—Veo que estás muy dispuesto a disputarla. Entonces resolvamos esto como hombres. —
—Finalmente… mi esperada pelea. —sonrió de manera aterradora al colocarse en posición de combate. —Espero que encontremos un guitarrista de reemplazo porque te voy a… —
—No me refiero a una pelea, bruto. Estoy hablando de la verdadera manera para resolverlo como caballeros. —
—¿Hablas de…? —
De pronto Iori quedó en seriedad absoluta sosteniéndole la mirada a Kyo. Ambos se acercaron hasta quedar a una distancia considerable. Apretaron sus puños y se fruncieron el ceño.
—Muy bien. Hagámoslo. —
Asintiéndose al mismo tiempo levantaron sus manos a la vez y las juntaron al centro.
—¡Piedra, papel o tijera! —
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—¡Awwwws! ¡Qué rico! Una habitación para mí sola. —decía la ídol haciendo ángeles encima de la cama. —Me pregunto cómo le irá a Yuki con Nakoruru o a Iori con Kyo. —sonrió al pensarlo.
Sus pocos segundos de tranquilidad se vieron interrumpidos cuando llamaron a la puerta. Athena abrió sus ojos y supuso que se trataría de algún fan en busca de un autógrafo pues no sería la primera vez para ella que eso sucedía. De manera animosa se levantó de la cama y tomó un plumón negro para anticiparse.
—Muy bien… ¿Para quién va dirigido? —dijo al momento de abrir la puerta.
La psíquica hizo desaparecer su sonrisa al ver quien estaba enfrente de ella recargada en el marco de la puerta.
La mujer llevaba puesto un atuendo blanco ajustado de motociclista con franjas rojas, su hermoso y largo cabello negro caía por su espalda. La belleza tanto en su figura como en su rostro era abrumadora. Tenía sujetada su maleta de rueditas con una mano mientras que en la otra cargaba su casco polarizado.
Asamiya la miró de arriba abajo sin poder evitar sonrojarse. Era realmente hermosa y lo peor de todo era que al parecer ya se conocían, ahogó un gemido sintiéndose insignificante ante su presencia.
—¿Chi-Chizuru Kagura? —
—Kon'nichiwa. —saludó de manera amigable cerrando sus ojos.
