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N/A 1: K.O.F. y sus personajes son propiedad de SNK.

N/A 2: Imaginen a los personajes con los rostros y anatomías de "The King of Fighters for Girls".


Parecía sencillo el crimen que tenía en mente. Manteniendo la sábana por encima de su boca Yuki frunció el ceño con los ojos enrojecidos por el desvelo. La castaña se incorporó de la cama y tras colocarse de pie caminó hasta donde se encontraba descansando su compañera de habitación; generalmente no tenía ningún problema personal con Nakoruru si no fuera por el que esa noche la chica emitía un ronquido peor que el sonido de una avioneta de la segunda guerra mundial descompuesta. Yuki la miró por breves segundos entrecerrando rápidamente su ojo izquierdo con frustración, tomó un cojín de la cama ajena y escasos segundos faltaron para que tomara la iniciativa de ahogarla, sin embargo, se resignó a la idea cuando pensó en el pretexto que tendría que decir al día siguiente ya que el sueño no le ayudaba a pensar. Caminó hasta la pared y empezó a darse de topes en la cabeza —no tan fuertes para alarmar a los demás—, quizás lograría noquearse a sí misma para quedar dormida.


—Debo comer… y luego ir al baño… y luego volver a comer… y luego comer en el baño. —

Bogard se levantó de la cama con una cara que apenas y podía sostener. Increíblemente no se movió de manera brusca para despertar a Mary. Cuando logró salir de la recámara se dirigió a su cocina y empezó a tantear torpemente por todos lados sin saber lo que buscaba en sí. Poco a poco se fue desplazando hasta llegar a un mueble con libros en él, tomó uno de ellos y pensando que se trataba de rodajas de pan abrió el libro y le untó crema de afeitar por en medio, cerró el libro y al momento de morderlo la crema salió de entre las páginas. Terry siendo aún ignorante de lo que había mordido sintió la dureza entre sus dientes, bajó la mirada y notó que sostenía un libro de ciencia.

—Mmmmm… le falta un poco de chipotle. —murmuró yendo a buscar un poco a la mini nevera.


Los sonidos característicos salían del celular de Sie. El rubio empezó a sofocarse de más sin prestar demasiada atención a la pantalla.

—¿Sabes? Me siento muy incómodo mirando esto contigo. —comentó el joven Howard quien se recorrió un poco más a la derecha de la cama.

—No te preocupes Rock, cuando las cosas se ponen incómodas lo mejor que puedes hacer es dejarlas fluir naturalmente. —

Sin dejar de mirar su celular Sie colocó su mano en una de las piernas ajenas logrando que este le dieran un fuerte manotazo.

—Lo siento. —se disculpó el castaño sin verlo a la cara.

El rubio hacía muecas con la boca sonrojándose aún más tras escuchar los gemidos de las chicas de aquel video. Rápidamente se colocó de pie y se frotó la cara.

—¡Ah! Qué idiotez. Me reúso a seguir viendo esa basura. —comentó mientras se abrazaba a si mismo con vergüenza.

—Tienes razón. Falta mas contexto en este video, no te preocupes amigo tengo lo que estás buscando. —

—¡¿Qué?! ¡No! No me refiero a eso. —


Chizuru terminó de contemplar desde el balcón la luna en cuarto menguante a la vez que sentía la fresca brisa de aquella madrugada. Al entrar a la recámara avanzó con cautela para no despertar a su compañera. La admiró desde su respectiva cama y no pudo evitar sonreír con ternura al verla. La ídol mantenía su pulgar dentro de su boca y con su brazo izquierdo abrazaba un peluche de gatito. Kagura sonrió conmovida, la psíquica era como una niña pequeña, una hermosa niña con un futuro prometedor; si las cosas salían bien como ella pensaba no habría necesidad de tener que hacer contacto con Yagami y Kusanagi.


A la mañana siguiente los miembros de B.O.F. junto con Mary se encontraban despiertos a tempranas horas del día frente a la habitación de Iori y Kyo. Yuki, Athena y Nakoruru vestían un bonito kimono blanco moderno a diferencia de sus demás compañeros quienes eran más casuales en sus vestimentas. La castaña apenas y podía mantener sus párpados abiertos por culpa de su pareja de cuarto.

—Vaya Yuki te ves fatal. ¿No dormiste bien anoche? —cuestionó Nakoruru.

—¡Ah! Es difícil dormir cuando intentan encender un carro sin gasolina cada 10 segundos en tu alcoba. —comentó con sarcasmo.

—¿Qué? —Nakoruru.

—¿Qué? —Yuki se hizo la tonta.

Varios signos de interrogación adornaron la cabeza de la joven sacerdotisa mientras que a Asamiya se le escapaba un pequeño jadeo divertido.

—¿Dónde están? Llegaremos tarde al desayuno de bienvenida. —dijo un Goda molesto.

—¿Y si volvemos a tocar la puerta? —Mary.

—Ya lo hemos hecho por 5 minutos no creo que salgan. Lo mejor que nos queda es esperar. —

—¡Ay no! ¿Y si pelearon y Yagami dejó gravemente herido a mi Kyo y él escapó en la noche mientras todos 'dormíamos' y robó nueces de recepción? ¿Saben que tan caras son las nueces? ¿Lo saben? —decía Yuki angustiada.

—No lo sé pero ya que lo mencionas, Yuki. —tomó la palabra Bogard al mirar su móvil. —Será mejor que vaya a recepción ahora mismo. Mi hermano Andy y Mai esperan abajo. See you later, guys! —

Tan solo se escuchó un *puff para que Terry desapareciera así como así.

—El mago lo hizo de nuevo. —musitó Kensou con asombro.

Pasaron alrededor de dos minutos para que un gerente llegara a donde se encontraban los demás con una tarjeta-llave de repuesto.

Cuando el encargado le brindó la tarjeta al representante este se retiró del lugar. Goda abrió inmediatamente y suspiró molesto al no verlos siquiera en la sala, acción que preocupó más a Yuki. Al entrar avanzó hasta la habitación siendo seguido por los metiches de la banda y tocó un par de veces llamando al cuarto de descanso.

Nada.

—¡Es el colmo! —carraspeó abriendo la puerta. —¡Muy bien vagos! ¿Ya vieron la hora que es? Es hora de lev-v-v-v-v-… —las palabras en la boca del superior se trabaron al ver la escena ante sus ojos.

Los demás presentes pusieron los ojos en blanco mientras sus cabezas crecían en sobremanera y sus cuerpos se encogían de manera chibi.

—¡¿QUEEEEEEEEEEEEE?! —

Al escuchar el alboroto desde afuera Kyo despertó dando un bostezo. Al ver a todos reunidos arqueó la ceja con extrañez.

—Oigan ¿Qué es todo ese ruido? ¿Y por qué carajos están en mi habitación todos usted… —

De pronto sintió un cuerpo a un lado suyo y se congeló inmediatamente. Kyo apretó los dientes y quedó estático por breves segundos, poco a poco fue girando la cabeza con miedo, los presentes pudieron escuchar como el roce de dos metales en gran fricción, sonido proveniente del cuello de Kusanagi, claro.

—¿Ya… Ya… Yagami? —musitó, sudando a chorros.

El nombrado abrió los ojos al escuchar su apellido y apenas lo hizo los despegó de golpe al ver con quien dormía a un lado.

—¡AAHHHHHHHHHH! —gritaron mientras se incorporaban en sincronía mirándose el uno al otro en un intento de cubrir sus cuerpos con la sábana.

—¡AAHHHHHHHHHH! —gritaron los demás muchachos desde el marco sin creerlo.

—¡Kyo! ¡¿Cómo pudiste hacerme esto?! Engañarme con… ¿Con Yagami? —

Los ojitos de la castaña lagrimearon un poco mientras mantenía un rubor en sus mejillas. A decir verdad y pese a todo sentía una extraña sensación de gusto culposo al verlo en las circunstancias en las que se encontraba.

—¡Yuki! No es lo que parece yo ammm… bueno… —

No pudo proseguir ya que todos quedaron atónitos cuando Kushinada se desmayó de inmediato por el asombro.

—¡Yuki! Debes creerme ¡NO SOY GAY! —

Algunos comensales que se paseaban por el pasillo y los recepcionistas voltearon dirección a la habitación de Iori y Kyo por aquel grito que se escuchó en medio hotel.