Esta historia esta basada en:

My Hero Academia (Boku no Hīrō Academia, Mi Academia de Héroes), revista Weekly Shonen Jump

© 7 de julio de 2014, Kohei Horikoshi

Cualquier nota, comentario y sugerencia puedes hacerla sin temor en los reviews y los tomare muy en cuenta.


Capitulo 2 – Encontrando a una profesora.

(Punto de vista de Reynaldo).

Cualquiera que nos haya visto hubiese pensado que fue una forma muy extraña de conocerse, aunque… ¿quién dice que alguien debe conocer a otro de una forma predeterminada?, a mí me pareció bastante curioso y hasta divertido en retrospectiva. En fin, después de que Fuyumi y yo entramos a la pequeña tienda de conveniencia y le haya conseguido su cartón de huevos, ella decidió quedarse a hacerme compañía, cosa que claramente no la iba a rechazar, conocer a una mujer tan hermosa, simpática y sobre todo amable como ella, era un privilegio para cualquiera, aunque en realidad a ella… razones no le faltaban… pues mientras caminábamos por la tienda, los únicos productos que estaba poniendo en mi canasta era pura comida rápida e instantánea… si alguno de mis colegas me hubiese visto, seria el hazme reír.

Pero que podía hacer al respecto, casi todo en esa tienda me parecía extraño y al parecer ella notaba eso, causándole bastante gracia y diversión al parecer, pues no dejaba de sonreír o soltar una pequeña risa cuando me veía indeciso en que articulo escoger de las estanterías. En todo caso… nos tomamos nuestro tiempo tomando y viendo productos, ella me explicaba las cosas con calma y me enseñaba que significaban las envolturas de los empaques, pues debía admitir que aunque podía hablar japonés con soltura, la escritura siempre se me hizo muy complicada y difícil de aprender.

Mientras estábamos en eso, conversábamos sobre nuestras experiencias en la cocina, los platillos que sabíamos preparar, lo que no sabíamos y también los que queríamos aprender alguna vez; ella también me cuenta que era la encargada de cocinar en su hogar, pues su madre padecía de algunos problemas, que por la forma en que me lo menciono, preferí no hondar, pues aunque ella no lo admitiera… se le veía una profunda tristeza en sus ojos, otra razón de porque cocinaba es porque es la única mujer entre cuatro hermanos.

Yo por mi parte le comentaba que sabía cocinar porque durante mis años en la universidad tuve que vivir solo y para ahorrar dinero tuve que aprender a base de prueba y error, además después de graduarme tuve que cuidar a mis padres por problemas de salud, aunque tampoco quise dar mucho detalles, pues… también me resulta difícil decirlo.

Puedo decir que fue un momento bastante agradable para ambos, por alguna razón me estaba gustando mucho estar con ella, no podía entender el porqué, pero me sentía bastante cómodo, puede que sea por las cosas que teníamos en común o por el efecto de ver sus hermosos ojos.

- Sabes… a pesar de tu apariencia algo intimidante, eres bastante agradable y simpático Reynaldo -. Me decía Fuyumi con una agradable sonrisa mientras miraba unos productos en una góndola, yo al oír su comentario no pude evitar sorprenderme para luego reír un poco.

- Es normal. Las personas tienden a sentirse un poco intimidadas por personas con peculiaridades de tipo mutante, como la mía -. Le respondí con naturalidad, en verdad para mí no era raro oír ese tipo de comentario, incluso algunos de mis pacientes se sintieron atemorizados al verme por primera vez.

- Si, aquí en Japón es muy normal ese tipo de discriminación. Se me dificulta mucho corregir a mis estudiantes para que no hagan chistes o burlas sobre la apariencia de algún compañero con ese tipo de peculiaridad -. Me respondía mientras suspiraba con algo pesadez y se rasca la sien derecha, pareciera que aquella tarea era algo insoportable para ella.

- ¿Eres maestra? -. Le pregunte con acentuada curiosidad, realmente no pude esconder mi sorpresa al saber su profesión.

- Si… -. Me responde con extrañeza en su voz y con una ceja levantada.

- ¡Perdona, no quise sonar grosero! -. Me disculpaba apresuradamente al notar su incomodidad. - Es que me parece increíble que seas maestra, pues es una profesión bastante complicada en estos tiempos, simplemente considero que es admirable -. Al decir esas cosas voltee mi mirada para observar los productos de las góndolas, Fuyumi por alguna razón se quedó callada, pero podía jurar que por unos segundo estuvo ruborizada pero no quise voltear a ver pues pensaba que había metido la pata.

Mientras caminábamos en silencio, note algo en una de las góndolas que me llamo poderosamente la atención haciendo que me detuviera abruptamente, Fuyumi noto eso y también se detiene y me pregunta si todo estaba bien.

- ¡Wow! Mira esto Fuyumi -. Exclame con una emoción casi infantil, que ahora que lo pienso, fue vergonzoso, pero no podía evitarlo, era algo que me gustaba mucho y jamás pensé verlo en Japón mucho menos en una tienda como esta.

- ¿Eso es un paquete de galletas de chocolate? -. Me pregunto ella algo confundida, pues no esperaba que estuviera tan emocionado por algo como eso.

- No son simples galletas, estas galletas de chocolates son una delicia, deberías probarlas -. Le respondí mientas miraba el paquete de arriba a abajo con ilusión, para luego disponerme a abrirlo y ofrecerle una galleta.

Ella se quedó observándome a mí y a la galleta por unos segundos algo confundida, pero luego simplemente sonríe dulcemente y acepta la galleta para probarlas, con el paso del tiempo y mientras ella iba probando la galleta, pude notar como sus ojos se iban abriendo paulatinamente y movía su boca con más rapidez, al ver que coloco una de sus manos en su mejilla y sonreía, logre saber que le había gustado.

Volví a mirar el paquete de galletas detenidamente y pude evitar sonreír, me parecía irónico y hasta gracioso como un producto que podía ver siempre en Estados Unidos, podía ser una maravilla fuera de allá, era como si hubiese encontrado un tesoro; sin pensarlo dos veces entre el paquete de galletas en la bolsa y volví a mirar a Fuyumi, ella en ese momento me estaba mirando con curiosidad, esto me hizo sentir un poco avergonzado pues no sabía que estaba pensando.

- Sabes… eso es otro aspecto que me parece algo curioso de ti… -. Decía ella divertida al verme. – Tu actitud parece de todo menos la de un héroe… Perdona si sueno ofensiva, no es mi intención -.

- Tranquila, no te preocupes. Si te soy sincero, no eres la primera que me dice este tipo de cosas. Mi físico y actitud realmente no concuerdan mucho con lo que la gente espera que sea, aunque… ¿quién dice que alguien debe ser una forma u otra? -. Eso último lo pregunte con tono orgulloso para tratar de sonar algo "genial".

Pude ver como Fuyumi había abierto un poco los ojos como si se hubiese sorprendido por aquello que dije y quedo completamente en silencio, al parecer aquello la hizo reflexionar, cosa que me llamo sumamente la atención pues no me esperaba que aquello le hubiese afectado, era como si aquella frase le hubiera hecho recordar algo que no quería.

- Así es… Nadie tiene que estar sujeto a lo que otra persona diga o haga -. Susurraba ella lo más bajo que podía, a pesar de eso, gracias a mi audición mejorada logre escucharla pero preferí hacerme el desentendido, pues por una fracción de segundo, sus ojos parecían haberse apagado, cosa que me indicaba que había tocado algo muy sensible para ella.

- ¿Qué dijiste? -. Pregunte con fingida preocupación para no llamar su atención.

- ¡Ah, nada! No te preocupes -. Exclamo ella sorprendida, parecía que la había sacado de un trance, al notar eso preferí no indagar más en el tema, pero sinceramente quería hacerlo, algo me decía que ella estaba cargando con un peso muy grande.

- Por cierto Fuyumi, ¿Cómo sabes que soy un héroe? -. Le pregunte con bastante curiosidad para cambiar el tema.

- Bueno… -. Respondía ella con una pequeña risa de burla. – No es tan difícil suponer, viendo aquella cicatriz en tu ojo. No cualquiera puede adquirir una cicatriz así en estos tiempos -. Mientras decía eso, toco mi cicatriz con delicadeza y me miraba con cierta preocupación, esto me tomo por sorpresa y no pude evitar sonrojarme violentamente.

- Si… fue la consecuencia… de haber enfrentado a un… poderoso villano -. Le respondí con tartamudez mientras me tocaba un sien y miraba hacia otro lado. Fue una sorpresa tenerla tan cerca, entre el sonrojo, el nerviosismo y la búsqueda de algo que pudiera decir para que la conversación tomara su curso, mis ojos y los de ella chocaron miradas otra vez.

Realmente me es complicado explicar que sensación tenía cuando veía sus ojos, era algo simplemente hipnótico para mí, en mi vida como médico había visto muchos tipo de ojos, algunos más raros que otros, pero los de Fuyumi simplemente me atrapan y me hacían caer en ese mar turquesa del cual no quería escapar… aunque podía decir que algo similar le pasaba a ella, pues se quedaba viéndome de la misma forma.

Fuyumi al darse cuenta de lo que estaba haciendo retrocedió avergonzada, miro hacia varios lados en búsqueda de algo que pueda ayudarla a escapar de aquella situación, yo por mi parte realmente no sabía cómo reaccionar, luego de unos segundos ella al parecer encontró algo y salió lo más rápido del pasillo, yo mientras tanto me quede parado en medio de aquel lugar, completamente absorto pensando en lo que había pasado, las cosas estaban sucediendo de manera muy extraña y sobre todo rápida.

Después de unos minutos de haber escogido algunas cosas más y de haberme encontrado con más productos con los que estaba relacionado, fui hacia la caja registradora y cuando llegue, vi a Fuyumi esperándome del otro lado con sus bolsas en mano, le sonríe y ella me devolvió la sonrisa, durante el silencioso proceso de pago, podía jurar que el dependiente nos estuvo mirando a ambos con una pequeña sonrisa pícara, cosa que me hizo sentir aún más vergüenza de la que ya tenía, cuando por fin terminamos tome mis cosas y junto a Fuyumi salimos de la tienda, aunque mientras cruzábamos la puerta no podía evitar seguir sintiendo la misma mirada del dependiente sobre nosotros.

- Bueno… creo que hasta aquí estaremos juntos -. Decía Fuyumi con algo de pena mientras miraba hacia otro lado.

- Así parece -. Respondí también avergonzado, por unos minutos nos quedamos en silencio mientras cada quien miraba para algún lado, evitando así volver a vernos a los ojos.

- Bueno… fue un placer conocerte Reynaldo, espero verte alguna vez -. Se despedía ella mientras daba algunos pasos sin mirarme.

Realmente no iba a permitir que se fuera de esa forma, así que en un movimiento rápido, puse todas mis bolsas en una mano y con mi mano libre tome un brazo de ella deteniéndola al instante.

- Espera -. Exclame aunque aún sin mirarla, cuando empecé a hablar la solté del brazo y saque una tarjeta. – Durare algunas semanas estaré aquí en Japón haciendo un trabajo en una escuela de héroe… realmente no tengo mucha gente aquí que pueda ayudarme como lo hiciste tu hoy… así que… aquí tienes mi número de teléfono, para que podamos seguir en contacto, de seguro… necesitare tu ayuda de nuevo -. Mi voz delataba lo nervioso que estaba y para ser sincero, era la primera vez que me pasaba, pues soy alguien bastante abierto y sin miedos para hablar con las personas, pero en ese momento con Fuyumi… simplemente no era yo mismo.

- Esta bien -. Respondía ella con pena en su voz y sentí como había tomado la tarjeta. – Te escribiré, espero verte pronto -. Dicho eso, pude escuchar sus pasos y asumí que se había alejado.

Gire mi cabeza y pude ver que se estaba alejando, realmente estaba algo confundido conmigo mismo en ese momento, me sentía extraño… de repente vi como ella volteaba hacia atrás y me miraba, yo al instante y por puro instinto le hice un gesto de despedida con mi mano libre, que ella respondió con una sonrisa y luego siguió su camino.

Yo empecé mi camino, que era contrario al de Fuyumi, con una gran sonrisa en el rostro, no sabía que me pasaba en ese momento pero estaba muy feliz y eso bastaba, realmente había comenzado mi travesía en Japón con el mejor pie posible.


Habían pasado unos dias desde que llegue a Japón y empecé mi trabajo con los jóvenes de la academia U.A, mi experiencia con ellos era a decir verdad es bastante interesante, a pesar de ser estudiantes, ellos demostraban tener una voluntad y carácter fuerte, aunque eso tampoco los eximia de ser afectados por lo vivido en el terremoto. Gracias a la ayuda y apoyo de Chiyo Shuzenji, mejor conocida como "Recovery Girl", pude organizar y preparar las terapias de los jóvenes con bastante efectividad, pues ella ya sabía y tenía el trasfondo de cada uno de ellos, facilitándome el proceso.

La clase 1-A me reforzaba una teoría que estaba formulando y publicando desde hace un tiempo, que al igual que la "teoría de la singularidad de peculiaridades" o la "teoría del despertar" estaba tomando fuera dentro de la comunidad médica, yo la llamaba "teoría de la personalidad peculiar", en ella explicaba que las peculiaridades influyen casi entre un cincuenta o setenta por ciento en la personalidad de los individuos, haciéndolos comportarse de una forma similar a la naturaleza de su peculiaridad; pero todo se quedaba en una teoría, pues como podía ver en jóvenes como Uraraka Ochaco, Koji Koda, Hanta Sero y principalmente Yuga Aoyama, sus personalidades no parecían ser similares con la naturaleza de su habilidad.

Con el paso de los días, muchos de los jóvenes no necesitaron más de una terapia pues su madurez mental les hizo entender aquellos riesgos a los que se iban a enfrentar, pero otros en cambio, no; jóvenes como Mina Ashido, Eijiro Kirishima, Kyoka Jiro, Shoto Todoroki o Momo Yaoyorozu, necesitaban más tiempo conmigo en las terapias, pues… como en el caso de Shoto Todoroki, que quien iba a decir que era hermano de Fuyumi, sentía un gran arrepentimiento y culpa de no haber podido ayudado a su amigo Izuku Midoriya, quien era el discípulo de All Might.

- Debí haber actuado doctor… si hubiera ayudado a Midoriya, tal vez ahora no estuviera en el hospital con los brazos destrozados -. Me decía el joven Todoroki con angustia en su voz y rostro mientras apretaba sus manos una contra la otra y pequeñas llamas salían de su lado izquierdo.

El joven Todoroki, la joven Yaoyorozu y yo estábamos en un salón especial que la academia me habían habilitado para dar las terapias y pequeñas reuniones, ya teníamos unos cuarenta y cinco minutos conversando sobre sus experiencias y aquellas cosas que el afectaron en el terremoto. Con la joven de melena oscura me había tomado gran parte del tiempo, pues ella sentía que había fallado en su liderazgo y accionar en la misión de rescate, cosa que debí aclararle y hacerle ver que no era así, pues aunque hubo personas que rescataron y no sobrevivieron, gracias a su buen juicio, muchas otras vidas fueron salvadas y sobre todo, los recursos que habían para la misión fueron excelentemente administrados gracias a su don de líder.

Con el joven Todoroki era algo diferente, a pesar de haber actuado correctamente en toda la misión, sentía que había fracasado en el aspecto mas importante… salvar a su amigo, no podía perdonarse el hecho de que estuvo cerca para ayudarlo y titubeo en hacerlo, la joven Yaoyorozu solamente podía contemplar con tristeza como su compañero y al parecer algo más, estaba sumergido en un pozo de auto desprecio.

- Te preguntare algo joven Todoroki… ¿Midoriya está vivo, no es así? -. Le pregunte mientras colocaba mi libreta de anotación a un lado y centraba mi mirada en él. Aquella pregunta pareció ofenderle un poco, aunque la joven Momo parecía haber comprendido el mensaje detrás de la pregunta.

- ¡¿Eh? Claro que está vivo, pero acaso no entiende que ya no podrá cumplir su sueño, en parte es mi culpa por no haber actuado cuando debí hacerlo! -. Se levantaba molesto y reclamaba con enojo pues pensaba que estaba insultando su inteligencia. – ¿De que me sirve tener un poder como él si no puedo salvar a un amigo? -.

- Todoroki… -. Decía preocupada Momo mientras se levantaba y tocaba a Shoto por su hombro derecho.

- Sabes que es así, Yaoyorozu. Bakugo y yo estuvimos cerca, y tanto el maldito como yo no hicimos nada -. Decía Shoto mientras miraba sus manos y formaba un puño en cada de ellas.

- Que esté vivo ya es un triunfo… -. Aquella respuesta por parte mía hizo que Todoroki hiciera silencio y mirase con atención. – Según tengo entendido… fue él mismo que te pidió que continuaras en el combate mientras él sostenía el edificio. Ciertamente fue imprudente de su parte hacer tal petición… -. Había suspirado pues no podía dejar de pensar que eso era algo que el mismo All Might o yo mismo hubiéramos hecho también. - Pero gracias a ese sacrificio, tú fuiste pieza clave para detener aquel asedio y que no resultara en más muertes -.

Mientras hacia mi explicación pude ver como la cara del joven Todoroki cambiaba entre la ira, la decepción y finalmente resignación, al parecer había entendido el mensaje detrás de mi pregunta y volvia a sentarse.

- Todoroki, recuerde que le prometimos a Midoriya que íbamos a ayudarlo en todo lo que pudiéramos -. Decía Momo con un tono lleno de compresión y calma, Shoto observo a su compañera y suspiro profundamente logrando asi calmarse.

- Mientras esté vivo, ustedes podrán hacer que el vuelva a vivir su sueño, o en su defecto… -. Me levante de mi asiento y me dirigí a donde tenía mi maletín para guardar mis cosas. – Usar este incidente para volverse más fuertes y lograr evitar que cosas así vuelvan a pasar… que sus experiencias los ayuden a formarse y ser la mejor versión de ustedes mismos -.

Pude sentir como ambos jóvenes me observan detenidamente, cuando me voltee pude ver que asentían al mismo tiempo con una mirada llena de determinación, cosa que me lleno de satisfacción. Después de unos minutos los tres salimos del salón y nos dirigíamos hacia la salida de la academia, mientras caminábamos, hablábamos algunas cosas triviales, hasta que tocamos nuevamente el tema de Izuku.

- Doctor, ¿cree que los brazos de Midoriya puedan ser curados? -. Me pregunto Shoto con algo de preocupación.

Puede que los jóvenes de aquella clase hayan superado mediamente bien lo sucedido en el terremoto, pero había algo que a todos les preocupaba o en peor manera… se culpaban por ello, y era el caso del joven Izuku Midoriya… cada uno a su manera se sentía responsable de que él se haya lesionado de aquella manera, aunque claramente fue su propia culpa. Puede que Shota Aizawa diga que él no es corazón de la clase, pero desde mi punto de vista, sí que lo es, pues todos y cada uno de ellos parecían haber sido influenciados por el joven Midoriya de una manera u otra.

- Según el reporte de Recovery Girl, el daño que recibió el joven Midoriya fue fatal, de no ser por el excelente trabajo de los médicos del hospital central, probablemente hubiese pedido ambos brazos… -. Estaba demás que hondara mucho en lo complicado que era el diagnostico de Midoriya, pues sabía que todos ellos habían ido a visitarlo, mientras hablaba podía ver su preocupación y miedo. – Pero como les dije, que este vivo es una victoria por sí sola, existe la posibilidad de ayudarlo a recuperar sus brazos, pero primero debe recibir una buena sección de terapia, pues sufre de graves trastornos según tengo entendido -.

- ¿Lo ayudara, no es así, señor Reyes? -. Me pregunto Momo esperanzada de que le dijera que sí.

- Claro que sí, es mi objetivo principal por cual estoy aquí -. Les respondí con bastante confianza y ánimo para que eso se le contagiara y pudieran cambiar toda esa preocupación, cosa que resulto pues ambos jóvenes me miraron con una sonrisa.

- Bueno… es una pena que podamos acompañarlo hasta aquí, doctor Reyes -. Decía Momo con mucha educación. – Realmente nos ha ayudado bastante, no sabemos cómo recompensarle lo que ha hecho usted -. Dicho eso tanto ella como Shoto me hacen una reverencia, haciendo que me avergüence un poco por tal acto.

- Eso no es nada, es solo mi trabajo. Ustedes sigan como van y llegaran lejos -. Respondía mientras le sonría y le enseñaba mi pulgar en señal de aprobación y apoyo.

Ambos jóvenes dieron vuelta y emprendieron la marcha de regreso hacia el campus estudiantil, yo me quede observando como ambos hablaban entre ellos y avanzaban, solo pude reír un poco y luego voltearme para ver la ciudad en reconstrucción, por alguna razón verlos a ambos me hizo recordar a Fuyumi… hacia una semana que me había encontrado con ella y me era algo triste no haber recibido ningún mensaje, aunque no me extrañaba que no hiciera, actué bastante estúpido delante de ella… no sería sorprendente que la haya asustado.

- Pero en que estás pensando Reynaldo, no viniste a Japón a eso -. Me dije a mi mismo en voz alta para sacarme esos pensamientos de la cabeza, me doy una bofetada suave y sacudo mi cabeza.

No podía hacerme ilusiones de que Fuyumi iba a contactarme, simplemente la conocí por accidente y nada más, así que emprendí mi marcha hacia el apartamento, debía concentrarme en todo lo que estaba pasando con la clase 1-A, además Midoriya estaba por salir del hospital y debía tener todo listo para su llegada.


Estaba tomando el tren que me llevaría al sector donde estaba hospedado, por la posición del sol podía decir que era más de las tres de la tarde, mientras miraba por la ventana pude notar una pequeña explosión en un suburbio cercano, esto me alerto mucho por lo que no dude en presionar el botón de parada de emergencia y hacer que el tren se detuviera abruptamente, muchas personas me reclamaron por qué lo hice pero simplemente las ignoraba.

Tome bastante aire en mis pulmones y exhale profundamente provocando un silbido que alerto a las personas a mi alrededor y estas empezaron a alejarse con visible temor, pues de repente empecé a emanar bastante calor de mi cuerpo y dos cuernos de fuego se formaron en mi cabeza, abrí la puerta del vagón con tanta fuerza que la rompí, me quede observando el lugar de donde provino la explosión.

- Eh… señor, no debe hacer eso, los héroes y la policía están de camino -. Me dijo una de las personas del tren con bastante miedo.

- ¿Hay algún lugar refugio o sitio de interés en aquel lugar? -. Fue lo único que pregunte sin prestar atención a lo que aquella persona me dijo, aquella explosión no era normal, por la forma en que se generó pude deducir que era provocado por electricidad.

- Si, hay una escuela primaria que se está utilizando como refugio -. Me respondió una persona, esto me alerto aún más. - Pero no creo que sea necesario que intervenga, si usa su particularidad de esa forma se meterá en problemas -. Eso ultimo me lo dijo con preocupación en su voz, pero en ese momento lo que menos me importaba era eso.

Antes de que alguien se me acercase o dijese algo, de un movimiento sali disparado del tren en dirección a la explosión, dejando a todos dentro del tren completamente boquiabierto.

Mientras me acercaba a toda velocidad, pude ver que quien provoco la explosión era un villano con poderes eléctricos, él malnacido estaba atacando efectivamente una escuela primaria que era usada como refugio, cosa que me molesto bastante pues los niños y las personas que aún estaban heridos por el terremoto habían tenido que ser evacuado del edificio de manera rápida y ahora estaban acorralados por aquella mierda.

- No escaparan, gracias a ustedes podre extorsionar a la policía y ganar una buena cantidad de dinero -. Exclamaba el villano con una maquiavélica sonrisa mientras hacía que varias descargas de electricidad salieran de su cuerpo.

La situación para los niños era sumamente estresante, estaba completamente aterrorizados, no podía dejar de llorar y alterarse, algunos estaban completamente congelados del miedo, los adultos por su parte no podía hacer algo, estaban completamente dominados por el miedo y el nerviosismo; aunque el sector donde estaban había sido dañado en menor medida por el terremoto, la policía iba a tardar en llegar por culpa de las estructuras colapsados en otros lugar y los héroes más cercanos estaban todavía ocupados con misiones de búsqueda y rescate por lo que también iban a tardar.

- Ya callen a esos mocosos, antes de que mi paciencia se acabe -. Exigía con molestia el villano.

- Están muy asustados, no podemos hacer nada… -. Respondía un profesor mientras ayudaba a un niño que no paraba de llorar. – Si te damos todo lo que tenemos aquí, te podrás ir, ¿Qué dices? -.

- ¿¡Eh!. Y que luego ustedes llamen a la policía y ellos estén detrás de mi? No gracias, ahora manténganse callados por un momento -. Decía el villano molesto a lo que alzaba su mano derecha y de ella emanaba un rayo que iba en dirección hacia donde estaban los rehenes.

En ese momento logre llegar y recibir el ataque de lleno, aunque por culpa del impacto al aterrizar y recibir el ataque, una pequeña nube de polvo se levantó impidiéndole al villano y los demás poder verme.

- Gracias a asquerosa basura como tú, es que puedo despreocuparme por tener que contenerme… pues si tú no te contienes lastimando niños y enfermos, porque yo debería hacerlo contigo -. Decía en tono amenazante mientras la nube de polvo poco a poco se levantaba dejándome ver.

Mi camisa había sido destrozada dejando mi torso descubierto, dejando ver las múltiples escamas y cicatrices que tenía, cuando el villano logro verme se sintió intimidado, incluso parecía aterrado, pero como no estarlo, mis ojos en ese momento mostraban un intenso brillo anaranjado en la esclerótica, el rojo de mi iris era mucho más intenso y por culpa de la ira que estaba sintiendo en ese momento varias venas se hacía visible en mi frente y brazos.

- ¿Quién… ¡quién eres tu¡? -. Exclamo el villano asustado mientras levantaba ambas manos y empezaba a disparar unas ráfagas de rayos. Al ver el ataque, sonreí de manera orgullosa.

- ¡Cuidado! -. Pude escuchar a alguien exclamar con mucho miedo.

Todos pudieron ver como de manera súbita, mis ojos dejaron de brillar y ahora era mi piel la que empezaba a tornarse rojiza y mis escamas se iluminaban en un tono anaranjado, una fuerte onda de calor se desprendía de mí, haciendo que casi todos se cubrieran el rostro para que sus ojos no se secasen.

Prácticamente de un segundo a otro, salí disparado en dirección al villano, atravesando su ataque como si de simple aire se tratase y tacleando al sujeto con tanta fuerza que el suelo donde estaba fue destrozado, recorrimos una pequeña distancia hasta que terminarnos chocando contra una estructura colapsada que había cerca, el impacto que le proporcione fue tan fuerte que pude sentir como había quedado incrustado en la estructura y todas sus costillas fueron destrozadas dejándolo completamente inconsciente en un pequeño charco de su sangre.

- Respiración del dragón… estilo del magma… -. Recitaba mi técnica con lentitud a lo que me erguía y me quedaba observando al sujeto con repudio. – Juggernaut Dragon -.

Respire con calma y profundidad, mi cuerpo dejo de brillar y los dos cuernos de fuego desaparecieron, pues sabía que aquel hijo de puta no iba a despertar en un largo tiempo. De repente pude escuchar un algarabía detrás de mí y me voltee rápidamente, eran las personas de aquella escuela que estaban celebrando mi victoria sobre aquel villano, yo sonreí y me fui acercando para ver cómo estaban.

- ¡Eso fue intenso, cuanto poder, cuanta fuerza! -. Exclamaba un adulto joven que se me acerco completamente emocionado.

- Atravesaste aquella descarga eléctrica como si fuese nada, ¿estás bien? -. Preguntaba una señora de cierta edad con preocupación.

- ¡Eso fue genial señor, parecía como un meteoro! -. Decía un niño junto con otros que me observaban con mucha admiración.

Era mucha gente que estaba a mi alrededor alagando mi victoria y como había hecho todo tan rápido y prácticamente sin salir con un rasguño, yo simplemente les agradecía sus halagos y le pedía que nos alejáramos del lugar donde estaba el villano, cuando nos acercamos a donde estaban todos los demás evacuados, pude ver a los niños más pequeños y algunos heridos.

- ¿Están todos bien? -. Pregunte con preocupación mientras me detenía frente a todas las personas evacuadas e inspeccionaba el lugar en búsqueda de alguna anormalidad. – ¿Aquel sujeto vino acompañado? -.

- Si… estamos bien, gracias por haber venido -. Escuche a alguien responder y dirigí mi mirada hacia esa persona y la vi, era ella, su melena blanca con esas pequeñas puntas rojas, era algo muy distintivo, pero sobre todo… mis ojos chocaron mirada con los suyos… logrando ver de nuevo ese océano turquesa que eran aquellos ojos. – Aquel villano vino solo… por alguna razón pensaba que nadie iba a venir por aquí si atacaba, por suerte viniste tú -.

- ¡Maestra Fuyumi, vio como el señor salido disparado hacia aquel villano, fue increíble! -. Exclamo uno de los niños que estaban conmigo con mucha emoción y haciendo ademanes con sus manos de cómo había salido disparado.

- ¡Era como un tren bala… no, como un avión… NO, COMO UN METEORO! -. Decía otro niño igual de emocionado.

Yo y Fuyumi no pudimos evitar reír un poco viendo como ambos niños discutían entre ellos de cómo fue mi actuación, siempre me parecía hilarante y tierno como los niños querían imitar lo que yo u otro héroe hacía.

- Permíteme llevarte hacia el encargado del refugio, Él te dará una idea más clara de cómo están las cosas -. Me decía Fuyumi mientras me hacía un ademan con su mano para que la siguiera.

Ambos empezamos a caminar entre las personas, muchas me seguían agradeciendo y felicitando por el trabajo que hice, yo simplemente les devolvía el agradecimiento y les pedía que entraran al refugio pues ya era seguro, mientras caminábamos algunos niños nos seguían todo el camino.

- ¡Señor… señor, ¿Cómo logro vencer al villano tan rápido?! -. Me pregunto con curiosidad una niña que estaba a mi lado y me halaba mi pantalón con insistencia para que le prestara atención.

Yo mire a la niña y esboce una sonrisa sincera, tome a la niña y la levante, provocando su sorpresa y me mirase con expectación, podía oír a los otros niños a nuestro alrededor reclamando el hecho de levantarla.

- ¿Quién saberlo? -. Le pregunte a todos los niños aun esbozando una sonrisa.

- ¡Sí! -. Me respondieron con mucha emoción, ver como la niña que tenía en mis brazos movía sus brazos con energía y sus pequeños ojos ámbar brillaban, me conmovía y me motivaba a la vez.

- Bien… atentos -. Decía mientras ponía a la niña en mi espalda y la acomodada, los niños me prestaban toda la atención que podía. – Yo entre mi cuerpo muy bien y mucho, también me alimente muy bien, comiendo mis frutas y vegetales y toda la comida que me daban mis padres -. Mientras explicaba podía ver como algunos niños ponían cara de fastidio y otros se impresionaban, Fuyumi por su parte no podía reír mientras nos observaba a todos divertida de la situación.

- ¿Entrenaste tu peculiaridad solo o un adulto te ayudo? -. Me pregunto Fuyumi con fingida curiosidad, aunque los niños no se dieron cuenta de eso, la pregunta sí que llamo su atención y la observaron.

- No, claro que no. Entre mi peculiaridad con profesores con mucha experiencia y que me ayudaron a sacar todo mi potencial -. Le respondí con una sonrisa a Fuyumi, sabia para que era la pregunta. – Ellos me ayudaron a crear ese movimiento que vieron… -. Los niños me observaba con mucha atención y la niña que tenía atrás podía sentir como poco a poco se ponía nerviosa y se aferraba a mi espalada con fuerza, al parecer ella sabía que iba a pasar, incluso Fuyumi estaba expectante, aunque yo tenía otros planes pues no quería lastimarla.

- Para hacer ese súper movimiento que vieron: primero, apoyo muy bien un pie delante del otro, segundo, miro el área donde quiero llegar y tercero… -. Mientras explicaba pude sentir como la niña apretó su agarre y solamente pude esbozar una sonrisa. – Con mi pie trasero, me impulso con toda mi fuerza -.

Me impulse con la fuerza suficiente para salir disparado y terminar frente a una persona con saco y corbata que estaba a unos cinco metro de distancia, cuando me voltee, los niños estaba completamente impresionados, por lo que salieron corriendo hacia mí, la niña por su parte puso su cabeza a mi hombro, estaba completamente feliz aunque con su cabello completamente alborotado, yo me reí y le pregunte si estaba bien, cosa que me confirmo, así que con cuidado me agache para que ella pudiera bajarse, ella inmediatamente salió corriendo con emoción desbordante hacia sus compañeros, los niños cuando recibieron a su amiga, empezaron a hablar de lo que acabaron de ver y de lo que ella vivió.

- Duraran toda la semana hablando de eso -. Me decía Fuyumi divertida mientras se acercaba y miraba de vez en cuando a los niños.

- Sí que lo harán. Perdona si esto te genera algún problema -. Le respondí mientras me rascaba la nuca.

- Tranquilo, no es nada -. Decía Fuyumi mientras hacía ademanes con su mano derecha para que no me preocupara, luego mira al caballero que teníamos al lado y le hace una reverencia. – Reynaldo, este es el señor Tanaka, el encargado de este refugio y de la escuela -.

Le hice una reverencia al señor y el caballero hizo lo mismo, cuando nos erguimos me dio las gracias y me alago por la forma tan rápida y eficiente como había vencido al villano, yo simplemente agradecí y procedí a pedirle información sobre las personas y heridos que estaban refugiados en el lugar, también sobre la cantidad de estudiantes y profesores que estaban ahí; el señor Tanaka empezó a caminar y tanto Fuyumi y yo empezamos a seguirlo, el empezó a explicarlo la situación y el porqué la escuela primaria fue usada como albergue, también me ilustro la situación con los heridos y como era la logística con ellos.

- Hay algunas personas que necesitan tratamiento -. Mencione con algo de preocupación mientras miraba como algunas personas se estaban quejando del dolor y otros estaban viendo como sus vendajes estaban empapados por sangre.

- Se iba a trabajar con ellos, pero al momento de hacerlo… el villano ataco -. Decía Fuyumi con tristeza, pues se sentía mal al ver como aquellas personas estaban adoloridas y molestas por sus heridas.

- ¿Quieres ayudarme? -. Le pregunte mientras miraba a una niña junto a su madre, la señora estaba vendada en el vientre y se le podía ver quejándose de dolor mientras la niña le consolaba como podía.

- ¿Sabe de primeros auxilios, señor Reynaldo? -. Me pregunto el señor Tanaka sorprendido.

- Bueno, en realidad… mi verdadera profesión es médico, ser héroe es simplemente algo de medio tiempo que hago -. Respondí con sencillez, aunque para Fuyumi y el señor Tanaka fue algo bastante impresionante, pues sus rostros no podían mostrar más sorpresa de la que tenían.

Fuyumi bufo un poco y luego se echó a reír, cosa que me genero sorpresa y confusión, hasta el señor Tanaka estaba confundido, incluso ambos nos miramos para ver si alguno de los dos sabíamos el motivo de la risa de ella.

- Perdonen… perdonen -. Exclamaba Fuyumi mientras se calmaba y se limpiaba algunas lágrimas provocada por las risas. – Es que por alguna razón, me esperaba que aparte de héroe, tuvieras otra profesión. Aunque eso sí… medico es algo que no entona con tu personalidad y mucho menos con tu físico -.

Tanto yo como el señor Tanaka no pudimos evitar reír al escuchar eso, yo realmente no podía culparla en verdad, a decir verdad era anormal escuchar a alguien que acababa de destrozar a otro, que es un doctor.

Fuyumi dice que me iba ayudar, por lo que le pedí al señor Tanaka que hiciera gestiones para empezar a entrar a las personas y que sobre todo llamara a los servicios de emergencia para que apresaran al villano; todos los profesores, los voluntarios del refugio y yo empezamos a ayudar a ingresar a las personas y niños al edificio.

Ya dentro y con ayuda de Fuyumi y de algunos voluntarios empecé atender las heridas de las personas, Fuyumi me ayudaba a con los insumos médicos, de varios botiquines de primeros auxilios que tenían guardados, y en la limpieza de las heridas, mientras que los voluntarios del refugio los buscaban y se llevaban las personas.

La condición de los heridos no era severa, pero si no se trataban podían degenerar en una situación complicada en poco tiempo, a pesar de eso, el ambiente era bastante jovial y alegre, algunas personas aún estaban conversando de lo que yo había hecho, algunos niños trataban de imitar el movimiento que hice, otras personas en cambio acomodaban las cosas que había sido desorganizadas por la evacuación que tuvieron que hacer, otros simplemente se ponían a descansar. Escuchar aquel bullicio me hizo esbozar una sonrisa mientras atendía a un caballero que tenía una pierna lastimada, Fuyumi al parecer noto aquello.

- Perdona este bullicio, es un poco difícil pedirle que bajen la voz -. Decía ella apenada mientras me pasaba un paquete de vendas.

- Tranquila. Mejor así a que estén en silencio, además todos ustedes acabaron de enfrentar una situación difícil -. Le respondí mientras terminaba de vendar a la personas y le hacia una señal a uno de los voluntarios para que se la llevara.

- Eso es cierto -. Ella me respondió mientras hacia algunos gestos faciales, yo me reí un poco al verla hacer eso.

Después de algunas horas, los servicios de emergencias y algunos héroes se apersonaron en el área, yo junto al señor Tanaka los recibimos y dimos nuestros testimonios de lo que había sucedido, yo explique cómo había llegado después de haber visto la explosión y el señor Tanaka explico como el villano se coló como una persona sin hogar y luego hizo su asalto, tanto la policía como los héroes fueron tomando nota de lo que decíamos.

Los héroes me pidieron mi licencia heroica para validar mi posición, cuando saque mi tarjeta y vieron quien era, algunos no pudieron evitar sorprenderse de manera muy llamativa, cosa que me molesto un poco, luego todos los héroes me hicieron una reverencia en señal respecto y agradecimiento, el señor Tanaka y Fuyumi se observaron mutuamente sin entender la situación, yo no le di mucha importancia a eso y simplemente les agradecí el hecho de que llegaran, ellos aun asi siguieron agradeciendo y dijeron que podía irme, que ellos se quedarían en el lugar y cuidarían de todos, yo les sonreí y les enseñe mi pulgar en señal de aprobación.

Me quede parado viendo como algunos héroes y la policía se llevaban al mal nacido bien retenido y lo metían a una patrulla y luego se iban, me quede en el lugar hasta que perdí de vista el convoy policial. De repente escuche detrás de mí a un grupo de niños acercarse, cuando me gire a ver, era el grupo de estudiante a cargo de Fuyumi.

- Señor Irgiss, ¿Cómo podemos ser así de fuerte como usted? -. Me pregunto un niño con bastante ilusión cuando él llego. Aquella pregunta me tomo completamente por sorpresa y no pude evitar abrir un poco los ojos, pero luego suavice mi mirada y mire a los niños con una sonrisa.

- Niños, ustedes no tienen que ser igual de fuerte que yo… -. Cuando dije eso, los niños se miraron unos a otros con extrañeza, parecía que no esperaban una respuesta como esa. – Todos y cada uno de ustedes tienen una cualidad que los hace especiales, por eso le digo que no tienen que ser igual de fuerte que yo -.

Los niños estaban algo confundidos y se miraban entre sí, sabía que iba ser un poco complicado de explicarle que quiera decir con eso, pero ya que estaba en eso debía hacerlo. Por otro lado, Fuyumi parecía haberse impresionado por aquellas palabras, pues note como sus ojos se habían abierto, pero luego su semblante cambio y volvió a ser normal y siguió observándome en silencio, era como si esperaba a ver que más iba a decir.

- Aiko, ¿verdad?, ¿Qué te gusta hacer? -. Le pregunte a la niña de ojos ámbar que había cargado hace unos días atrás. Ella al ser mencionada se sorprendió y se avergonzó un poco, pues todos sus compañeros la miraron.

- Pues… pues… me gusta bailar, cuando sea grande… quiero ser bailarina -. Me respondió con vergüenza mientras miraba hacia el suelo y jugaba con sus dedos.

Aquella respuesta impresiono a sus compañeros y empezaron a preguntarle si sabía bailar y a pedirle que bailara un poco, cosa que puso más nerviosa a la niña, yo al ver como los niños estaban de insistentes, los detuve y acerque a Aiko hacia mí.

- ¿Puedes mostrarnos? -. Le pregunte a la pequeña niña, trate de transmitirle confianza.

Ella asintió con su cabeza, por lo que suspiro y pude notar como su vergüenza se había desvanecido y me miro con una sonrisa, yo asentí y saque me celular y puse una canción de su elección, Aiko empezó a bailar una coreografía de una canción pop con mucha soltura, era un baile sencillo pero lo hacía muy bien, podía ver como sus compañeros estaban impresionados por la forma en que ella bailaba, cuando termino, ellos no pudieron evitar aplaudirle y halagarla por su presentación, Aiko por su parte estaba muerta de la vergüenza por el trato de sus compañeros

Fuyumi también estaba impresionada y orgullosa de su alumna, por la forma en que ella veía a su estudiante, pude deducir que no sabía que Aiko podía hacer eso, cosa que me pareció algo graciosa, pues cuando ella empezó a felicitarla por su demostración, le pregunto con algo de queja en su voz, por qué no le había enseñado ese talento en una de sus clases.

- Ven, eso es lo que quiera decir que cada uno tiene una cualidad especial -. Dije llamando la atención de todos. – Así como Aiko es buena bailando, ustedes son buenos en otras cosas, yo soy bueno ayudando a otros con mi fuerza, pero si ustedes quieren ayudar a otros, no tiene que ser lo que yo soy, ¿me entendieron? -.

- ¡Sí, señor Irgiss! -. Afirmaron todos los niños con fuerza y entusiasmo.

- Bien, niños. Es hora de regresar a la escuela, ya dentro de poco llegaran sus padres a recogerlos -. Avisaba Fuyumi alegremente y le indicaba a los niños que fueran al recinto.

Los niños empezaron a caminar, mientras iba de camino hacia la escuela, hablaban de las cosas que le gustaban y de lo que querían ser cuando fueran grandes, algunos mencionaban ser héroes, otros inventores, otros artistas, otros pilotos y así iban hablando y mostrando algunas cosas relacionadas a sus gustos.

- Gracias por esa enseñanza, no esperaba que dijeras algo como eso, fue algo increíble de tu parte -. Me agradecía Fuyumi con una tierna sonrisa en su rostro.

- No es nada, es solo que me gusta que los niños puedan ver que ellos mismo tienen sus propias fortalezas -. Le respondí mientras miraba a los niños yéndose con una sonrisa en mi rostro.

- Si, cada niño tiene su propio potencial… nadie debe obligarlo a ser lo que no quiere… -. Decía ella en tono decaído mientras observaba a sus alumnos con mirada melancólica.

Ya no podía seguir ignorando aquellas reacciones, era la tercera vez que tenía esas reacciones y al parecer con el mismo tema, mi curiosidad era más que mi propio auto control y prudencia, así que no dude más y me atreví a preguntarle.

- Fuyumi… no eres maestra porque si… ¿Qué te motivo a serlo? -. Le pregunte mientras la observaba con seriedad.

Ella me miro asombrada, luego pude ver como su semblante cambiaba… pasaba entre la duda, el temor y finalmente la resignación, ella tomo un respiro profundo y luego me miro a los ojos, su rostro no podía evitar mostrar cierto nivel de melancolía.

- Bueno… si lo quieres saber… -. Empezaba a responderme pero antes de que pudiera decir algo escuchamos una voz muy fuerte proveniente del cielo.

- ¡Fuyumi! -. El llamado se escuchaba muy fuerte, cuando subimos nuestra mirada hacia el cielo, logramos a ver la persona que hacia aquel llamado, esta estaba envuelta una bola de fuego muy intenso y venía a una velocidad vertiginosa.

- No puede ser… -. Decía yo incrédulo al ver quien estaba por llegar.

- ¡Padre! -. Exclamaba Fuyumi sorprendida al ver a su padre.

Así es, quien hizo el llamado era nada más y nada menos que Enji Todoroki, mejor conocido como el héroe llameante: Endeavor, antes de llegar redujo bastante su velocidad y aterrizo con mucho cuidado cerca de nosotros, él una vez con los pies en el suelo se acercó rápidamente a Fuyumi y la abrazo, esto le tomo muy por sorpresa a ella, pues no pudo responder a la acción de su padre; Enji una vez la soltó, empezó a preguntarle si estaba bien y si no le había pasado nada, ella con una sonrisa nerviosa le respondía que sí, que todo estaba bien y que ella y los niños también lo estaban, me señalo indicando que yo había llegado en el momento adecuado y salve a todos en la escuela.

Enji y yo chocamos miradas, como siempre su porte era imponente, cada vez que lo veía no podía negar que la comparativa que nos hacían en los medios especializados de héroes, era real, teníamos muchas similitudes aunque nada más. Había pasado tiempo desde la última vez que lo vi y obviamente que note cambios en él, ahora su semblante era mucho, pero mucho más suave, principalmente su mirada, ya no era una cargada con odio y resentimiento casi enfermizo, ahora era todo lo contrario, además pude notar algo que no tenía la última vez que nos encontramos… era aquella cicatriz en su ojo izquierdo, aquello si que nos hacía ver como si fuéramos un reflejo deformado del otro.

- Endeavor… -. Simplemente dije con tono y mirada seria.

- Irgiss -. Respondió él de la misma forma.

Fuyumi estaba completamente confundida y sorprendida mientras nos miraba con incredulidad.

- ¡Espera… ¿Ustedes se conocen?! -. Pregunta ella sin dejar de mostrar su impresión.