DISCLAIMER: Nada de esto me pertenece. Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y la historia a Shadows11. Yo solo me adjudico la traducción.

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Capítulo beteado por Yanina Barboza, beta de Élite Fanfiction (www facebook com/ groups/ elite .fanfiction)


Capítulo 4: Rumores

Bella

Usualmente no era paranoica acerca de ser el tema de discusión. La mayoría de las veces cuando veía a la gente susurrar, asumía que no se trataba de mí. No es como si no fuera muy conocida en la escuela, solo que nunca me consideraba lo suficientemente importante como para que hablaran de mí.

Pero hoy, la gente estaba actuando raro.

Parecía que a donde sea que fuera la gente me miraba. Algunos eran obvios al respecto y otros rápidamente desviaban la mirada si miraba en su dirección. Al principio pensé que tenía algo encima.

Luego pensé que olía mal. Incluso fui al baño a revisar. Todo parecía estar bien.

Mi siguiente pensamiento fue que estaba siendo demasiado sensible.

Para la hora del almuerzo, estaba segura de que no lo estaba imaginando.

—Yyyyy, Bella —habló Eric Yorkie.

Lo miré mientras me sentaba con mi usual grupo de amigos, lista para comer el sándwich de mantequilla de maní y jalea que había empacado.

—¿Qué hay? —pregunté antes de morder mi sándwich.

—¿Vendrás a la fiesta de Tye en la noche?

Confundida, lo miré mientras masticaba.

Iba a las fiestas, pero usualmente las daba el mismo grupo de amigos con el que estaba sentada. Tyler no estaba en ese grupo. Demonios, ni siquiera había sido invitada a la fiesta en cuestión.

—Probablemente no —dije mientras terminaba mi bocado.

Lucía sorprendido con mi respuesta.

—Oh… ¿no quieres ir?

Solo me encogí de hombros. Probablemente sería genial, pero no estaba en la lista de invitados.

—¿Por qué preguntas? Realmente no soy amiga de Tye.

Rodó los ojos hacia mí.

—Pero estás con Cullen.

No estaba segura de que Edward y yo fuéramos amigos, tampoco. Aún no comprendía las preguntas de Eric.

—Estoy… confundida.

Yorkie lucía bastante indignado.

—Cuando sales con un jugador de fútbol, sueles ir con ellos a las fiestas de sus amigos —me explicó con una nota de exasperación.

Estaba tan sorprendida por ese comentario que estaba segura que mi boca estaba abierta.

—¿Salir? —Salió más como una acusación que como una pregunta.

Eric alzó una ceja.

—Vamos, Bella. Todos están hablando de eso.

Sentí mi boca moverse pero ningún sonido salió.

Jessica Stanley, que estaba sentada al lado de Eric, soltó unas risitas.

—No creo que supiera que era de conocimiento público.

Oh, no. Esto no podía estar pasando.

—Yo… no… quiero decir. —No podía soltar una oración coherente.

—Aww, le da pena. Oh, más te vale recomponerte, tu chico viene para acá. —Jessica me guiñó el ojo.

Estaba segura de que estaba hiperventilando. Mi instinto de pelear o salir corriendo estaba activándose, y salir corriendo estaba a punto de ganar.

—Hola, cariño. ¿Tienes un minuto? —susurró la seductora voz de Edward en mi oído.

Casi salté ante lo cerca que estaba.

Avergonzada y sin otra salida, irme con él era realmente mi única opción. Asentí sin palabras y lo seguí hacia la salida de la cafetería. Traté de ignorar el hecho de que los ojos de todos estaban en nosotros mientras nos íbamos.

Caminamos hacia el otro lado del edificio, que estaba vacío a esta hora del día. Se giró de repente y casi caí encima de él.

Jadeé sorprendida.

Él me miró en silencio, como si estuviera tratando de leer mi mente. Me ponía nerviosa.

—Yo no… quiero decir... —Realmente tenía problemas para comunicarme hoy.

La sonrisa burlona que se posó en sus labios hizo que mi estómago diera vueltas.

—Bella, si querías salir, todo lo que tenías que hacer era preguntar.

Sentí como me sonrojaba más, si es que eso era posible en este punto.

Sacudí la cabeza con vehemencia.

—No… yo. —Dejé de hablar cuando él arqueó la ceja hacia mí.

—¿Estás tratando de decirme que no comenzaste un rumor de que te estoy follando?

Él no sonaba molesto al respecto. De hecho, parecía estar disfrutando lo horrendo de todo esto. Pero yo no lo hacía.

—¡No intencionalmente! —solté.

La sorpresa en sus ojos era evidente. Y me di cuenta que él estaba bromeando conmigo. De verdad no pensaba que yo fuera responsable. Hasta ahora.

Toda mi furia hacia Mike regresó de golpe.

—¡Mierda! —maldije, girándome para patear la pared en mi enojo, como una petulante niña de cinco años—. Esa estúpida y necia sabandija de rostro idiota. Debí haberlo atropellado ayer.

Tenía tantas ganas de golpear algo que mis puños se tensaron a mis costados. Cerré los ojos y, en su lugar, me enfoqué en mi respiración.

—Lamento que fueras arrastrado a esto. Por favor, siéntete libre de corregir a todos. —Mi voz sonaba cansada para mis oídos.

Intentando ser una adulta, me giré para mirarlo.

Lucía entre enojado y confundido.

—¿A qué exactamente fui arrastrado? ¿Follarte?

Realmente desearía que dejara de decir eso. Me hacía reaccionar de formas en las que no podía manejar ahora.

—Sí. Bueno, de supuestamente follarme. —Alcé las manos a modo de derrota.

Se quedó en silencio por un momento.

—¿Realmente quieres que crea que solo comenzaste a decirle a la gente que estamos saliendo?

Suspiré molesta.

—No. No pasó de esa forma. No le dije a nadie que estamos juntos. Solo lo asumió, y yo estaba molesta. Y ni siquiera pensé que fuera la gran cosa porque, ¿por qué se lo diría a alguien? Pero lo hizo, y aquí estamos.

Señalé entre nosotros.

—¿De qué demonios estás hablando? —La confundida respuesta de Edward llegó rápido.

Descansé mi cabeza en mis palmas por un segundo, luego me giré para mirarlo. Lucía más confundido que enojado, algo por lo que debería estar agradecida.

Sentí que, dadas las circunstancias, le debía una explicación, incluso aunque no quisiera hablar al respecto. Tomé otro respiro y me enfoqué en hablar lentamente.

—Ayer, Mike me acorraló para invitarme a salir. Era la tercera vez desde que la escuela comenzó y estaba comenzando a cansarme. Quiero decir, ¿cuántas veces tienes que rechazar a un chico para que lo entienda? Intenté ser amable, intenté ser clara. Pero luego él… —Dejé de hablar, enojándome más.

—Espera, ¿Mike te lastimó? —Lucía de verdad enojado. Sacudí la cabeza.

—No. Él solo dijo unas cosas que me enojaron, y me di cuenta de que él no iba a dejarme sola a menos que pensara que estaba saliendo con alguien.

Edward estaba concentrado mientras pensaba.

—Entonces, ¿le dijiste que estábamos saliendo?

Podía ver que estaba intentando entender, pero se perdía en los detalles. Sacudí la cabeza de nuevo.

—Le dije que estaba viendo a alguien, y él asumió que se trataba de ti. Fue muy claro al decir que no quería nada que ver con las sobras de Cullen, así que solo lo dejé pensar eso. Si eso era lo que necesitaba para que me dejara de molestar, joder entonces que sea sí.

El silencio se instaló entre nosotros.

Miré mis zapatos, insegura de qué pasaría ahora.

—¿Por eso estabas molesta ayer? —Su pregunta hizo que alzara la mirada—. ¿Por qué él pensó que te estaba follando? —Había algo en su tono que sonaba muy parecido al dolor.

—No de la forma en la que estás pensando. Estaba molesta porque él no me dejaba en paz. Porque decirle una y otra vez que no estaba interesada no era suficiente. Porque tuve que decirle que estaba con alguien más para que se alejara.

Desearía que él pudiera entender lo frustrante que eso podía ser. Como si ser una mujer soltera por elección fuera casi imposible, y no hubiera forma en la que no estuviera interesada en un chico a menos que estuviera saliendo con alguien más.

—Lamento haberte usado como escapatoria. La situación era de verdad incómoda y en el momento no pensé que hiciera daño. Nunca se me ocurrió que él lo contaría —le dije con honestidad—. Aclararé las cosas y le diré a todo el mundo que fue solo un rumor. No quiero causar problemas.

Él me miró por un largo rato.

—¿Y si no quiero aclarar las cosas?

Umm, ¿qué?

—¿Qué? —La confusión era evidente en mi voz.

Se encogió de hombros.

—Dejar que la gente piense que estamos saliendo.

Estaba sorprendida por su sugerencia.

—¿Por qué?

Sus ojos capturaron los míos.

—Es una mierda que un idiota no se aleje a menos que estés con alguien. Si mi nombre te saca de esa situación, estoy dispuesto a seguir el juego.

Estaba incrédula.

—De verdad no puedes esperar que crea que estás dispuesto a fingir salir conmigo solo para que un idiota me deje en paz.

Quiero decir, ni siquiera sonaba posible.

Se rio ante mi obvia incredulidad.

—Viene con beneficios para mí, también. —Eso despertó mi interés—. No es a la misma escala, pero recibo demasiada atención no querida. Es jodidamente molesto. Difícilmente puedo ir a una fiesta sin que alguien coquetee conmigo y luego un tipo celoso quiera pelear. —Rodó los ojos.

Sorprendentemente tenía mucho sentido. De verdad podía ver por qué le coqueteaban. Y por qué los novios se preocupaban de que Edward les robara a su chica.

—Mira, solo quiero terminar el año con notas lo suficientemente buenas para entrar a la universidad y salir de aquí. Si tener una novia falsa hace eso más fácil, estoy dentro.

El sentimiento era uno que compartía.

Aun así, fingir salir parecía como una mala idea.

Como si pudiera sentir mi duda, me miró.

—¿Tienes alguien en mente con quien de verdad te gustaría salir? —Hizo la pregunta como si no pensara que eso fuera posible.

Me molestó lo suficiente para darle pelea.

—¿Qué si lo tengo? —contesté.

Lució sorprendido por un segundo, luego sonrió.

—Diría que eres una mentirosa de mierda. Pero si ese es el caso, ¿quién es el afortunado?

Por supuesto que lo era.

—Como si te lo fuera a decir.

Él rio y me miró con suficiencia.

—Solo hay dos chicos en esta escuela a los que encontrarías lo suficientemente interesantes como para estar con ellos. Dado que el señor Danvers es un maestro y tú aún no eres legal, asumo que él no cuenta.

Casi me reí ante la ridiculez de sus palabras.

—¿Y si él no está en esta escuela? —lo reté.

Los ojos de Edward se oscurecieron un poco.

—Entonces, realmente creería que eres una mentirosa de mierda.

Era tan tonto que no pude evitar la sonrisa que vino después.

—Sucede que no me interesa salir con nadie. Pero no me gusta que asuman cosas sobre mí —le dije con un tono medio severo.

Edward me lanzó una mirada pensativa.

—No, de verdad que no.

El ambiente se quedó en silencio entre nosotros mientras considerábamos las palabras del otro.

—No es nada contra ti, Edward. Solo parece que podría complicarse.

Frunció el ceño.

—¿Cómo?

Oh, si tan solo él supiera.

Mentir tiende a complicarse —me reí a medias—. Mantener las historias, estar en guardia para actuar como si nos gustáramos frente a otras personas. Solo parece como demasiado.

Él no respondió de inmediato.

—¿Piensas que sería tan difícil pretender que te gusto? —Su rostro me dijo que él no creía que de verdad fuera un problema.

—¿Te han dicho que tienes un gran ego? —pregunté secamente. Él sonrió.

—Seguido.

Rodé los ojos.

—¿No piensas que sería… no lo sé, molesto, supongo? ¿Asegurarnos de que la gente lo crea?

Edward rio, sorprendiéndome.

—Bella, eres caliente.

No estaba segura de qué tipo de expresión hice, pero no se sintió bien.

—Ummm, ¿qué?

Él se rio de nuevo y se acercó a mí.

—Eres caliente. Probablemente eres una de las chicas más calientes de la escuela.

Y de repente sentí como si se estuviera burlando de mí sin razón alguna.

—Muy lindo, Edward. Sí, chicos como Mike acorralándome en el estacionamiento de verdad hace que una chica se sienta sexy. Eso, y la inexistente fila de hombres tocando mi puerta. —El sarcasmo en mi tono no pareció afectarlo.

—Bella. —Su voz era malditamente sexy para los niveles de enojo que tenía ahora.

—Edward —lancé de vuelta.

Él me lanzó una mirada.

—No necesito ser caliente o lo que sea. Quizá no soy el tipo de nadie, pero soy feliz con la forma en la que luzco, muchas gracias. Y apreciaría que no te burlaras de mí.

El enojo se instaló en sus ojos.

—No estoy burlándome de ti, Bella. —Bufé. Él sacudió la cabeza hacia mí—. Eres intimidante.

—¿Qué? —Casi me reí—. Primero, soy caliente, ahora aterradora. Decídete.

Él me lanzó una mirada penetrante.

—No solo eres la chica más inteligente de nuestra clase, sino que no te dejas de nadie. La mayoría de los chicos encuentran eso increíblemente intimidante.

Solo podía mirarlo desconcertada.

»Mira, los chicos quieren las cosas fáciles. Sí, quizá es más profundo que eso algunas veces, pero la mayoría del tiempo es así. La confianza es un atractivo. Verte bien es otro. Pero cuando tienes las dos cosas, eso asusta a los niños pequeños.

Intenté comprender lo que estaba diciendo. Podía, quizá un poco, ver su punto. Solo no creí que aplicara para mí.

—¿Estás diciendo que alejo a los chicos porque soy muy caliente y segura? —Escuché en mi voz cómo no creía eso.

—No tienes que creerme. Ve con cualquier chico en la cafetería en este momento e invítalo a salir. Diría que sí sin dudar.

El nivel de certeza en su voz era desconcertante.

—Eso ni siquiera tiene sentido. ¿Por qué dirían que sí si supuestamente soy tan intimidante?

Él rodó los ojos.

—Realmente no sabes nada de los hombres, ¿verdad? —suspiró—. Si preguntas, significa que ves algo en ellos que quizá sea digno para ti. Lo hiciste fácil, porque ellos no tienen que descifrar qué tienen que ofrecer.

Aunque lo entendía, aún no lo creía.

—Bueno, incluso si creyera eso, lo que no estoy segura de hacer, ¿qué tiene que ver con nosotros fingiendo salir?

La exasperación en sus ojos era evidente.

—Eres caliente; soy caliente. Soy seguro; eres segura. Ciertamente eres mucho más inteligente que yo, pero aun así tengo buenas notas. Estamos en el mismo nivel. La gente no tendrá problemas al creer que estamos juntos porque, superficialmente, tiene sentido.

Y finalmente, estaba comprendiendo su punto.

—Oh —fue mi muy inteligente respuesta.

—Dijiste que quizá sea difícil que la gente lo crea. Pero de verdad, creo que sería más difícil hacer que no lo crean.

Podía ver lo que quería decir. Ni siquiera había pasado un día completo desde que Mike había corrido el rumor y ahora toda la escuela pensaba que estábamos juntos. De verdad querían creerlo.

—¿De verdad crees que es una buena idea?

Lo estaba preguntando honestamente.

Como si sintiera el cambio en mi tono, me miró con suavidad.

—Creo que resuelve problemas para los dos. Pero si estás preocupada, podemos solo ignorar los rumores. Siempre y cuando no te moleste, eventualmente la gente dejará de hablar de eso.

Sentí como si necesitara más tiempo para pensar en eso.

—¿Podemos hablar de esto más tarde? ¿Después de la escuela o algo así? No quiero precipitarme y meternos en algo en lo que ninguno de los dos ha pensado bien.

Abrió la boca como para discutir, pero luego la cerró. Podía ver que él no estaba particularmente feliz al respecto, pero iba a darme el tiempo que necesitaba para procesar la propuesta.

—Claro. Te veré después de la escuela.

Mientras lo miraba alejarse, sentí una sensación de pérdida e inseguridad.

¿Realmente podría permitirme acercarme a él de nuevo, incluso si solo fuera una farsa?


¿Qué harían en el lugar de Bella? :O

¡Mil gracias a las chicas que dejaron sus reviews! no saben lo feliz que me hace leer todos sus comentarios y opiniones uwu

Gracias a:

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