DISCLAIMER: Nada de esto me pertenece. Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer y la historia a Shadows11. Yo solo me adjudico la traducción.
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Capítulo beteado por Yanina Barboza, beta de Élite Fanfiction (www facebook com/ groups/ elite .fanfiction)
Capítulo 7: Morderme, ¡¿dónde?!
La fiesta había sido increíble. Edward y yo habíamos bailado más veces, pero ninguno había tenido la misma tensión del primero.
Cuando se hizo más tarde, y mis ojos se sentían pesados, me llevó a casa. Me preocupé un poco de que se estuviera yendo más temprano de lo que normalmente lo haría, pero hizo caso omiso de esos miedos cuando se los dije.
Eso era lo lindo de Edward.
Era directo con todo. Tomaba lo que quería, decía lo que sentía y no miraba atrás.
Parte de mí desearía poder ser de esa forma, pero me involucraba demasiado, y no me era fácil pedir lo que necesitaba.
Era algo en lo que necesitaba trabajar.
Cuando llegamos a casa, incluso me sorprendió al acompañarme a la puerta. No es que estuviera lejos, pero el gesto significaba demasiado.
Fruncí el ceño ligeramente, pensando en cómo la noche había terminado.
—Me divertí —le dije con una sonrisa somnolienta. Él me revolvió el cabello de forma juguetona y se rio.
—Qué bueno. —Miró alrededor con una pequeña mueca en sus labios—. ¿Tu papá está en casa?
Mirando el espacio vacío en la entrada sentí como mi estómago caía. Pero no lo demostré y le di a Edward una sonrisa.
—Oh, estoy segura que está adentro. Probablemente se pasó de copas e hizo que sus amigos lo trajeran —mentí. Él no estaba en casa. Podía apostarlo.
No estaba segura de que me hubiera creído, pero no me presionó.
Él se acercó, tirando de uno de mis rizos, luego se inclinó para susurrar en mi oído.
—Dulces sueños, Bella.
Asentí con torpeza y luché con mis llaves mientras intentaba entrar.
Escuché su risa retumbar mientras se alejaba.
Había sido una noche tan agradable. Incluso mi papá no llegando hasta las seis de la mañana del día siguiente podría arruinar por completo la sensación. Por lo menos en ese momento con el sueño se le había ido todo el licor. Lo más seguro es que se hubiera quedado dormido en su auto cuando lo corrieron del bar.
Sacudí la cabeza, intentando aclarar mi mente. Lo que necesitaba hacer era hablar con Angie.
Era lunes y no había oído de ella en todo el fin de semana.
De acuerdo, eso no era del todo cierto. Me había enviado unos cortos mensajes de texto el sábado, y había pasado un ratito con ella al teléfono el domingo. Tenía prisa por alistarse para llegar a la iglesia y me dijo que me llamaría más tarde.
Pero no lo había hecho.
Supuse que llenaría mi teléfono preguntándome acerca de Edward y yo saliendo. Pero podía entender si estaba más preocupada por Ben que por mí en el momento.
Tendría que tener una conversación con ella acerca de no olvidarme ahora que tenía un novio. Afortunadamente éramos pareja en Biología, así que no podía ignorarme ahí.
Le lancé una mirada reprobatoria tan pronto como la vi.
Al menos tenía la decencia de lucir arrepentida.
—Lo sé, lo sé. Soy una amiga terrible. Llévame afuera y dispara. —Bajó la cabeza en vergüenza.
—Quizá lo haga. ¿Sabes? No puedes salir con alguien nuevo y después no escribirme para nada. Casi te iba a buscar para asegurarme de que no hubieras sido asesinada. —No era del todo cierto, pero había estado preocupada.
—Ugh, lo sé. Es solo que el viernes fue muy lindo y cuando llegué a casa, iba a escribirte pero entonces Ben me escribió, y me quedé dormida. —Su sonrisa era tímida.
—¿Y qué hay del sábado y domingo? —No la iba a soltar tan fácilmente.
—Bueno… estuve muy distraída el sábado. Luego Ben llegó para pasar el rato y… realmente no hay una buena excusa. Te ignoré por completo este fin de semana. Y me siento terrible al respecto.
Sus ojos me decían que realmente era sincera, y era lindo saber que estaba tan emocionada acerca de su nuevo romance.
—Bien. Te perdono. Pero para que lo sepas, me dirás todo más tarde —advertí. Ella me sonrió un poco.
Esperamos a que el señor Banner terminara con la introducción de la lección de hoy antes de continuar nuestra conversación.
—No pretendía dejarte sola todo el fin de semana. Lo siento.
Y de repente se me ocurrió que probablemente ella ni siquiera escuchó el rumor el viernes. Y yo pensando que estaría muriéndose por hacerme preguntas. Era loable. Quizá podría divertirme un poco eso.
—Oh está bien. Edward me hizo compañía.
Su cabeza se giró tan rápido que era cómico.
—¡¿Qué?! —casi chilló, las cabezas se giraron en nuestra dirección.
—Calla, antes de que nos metas en problemas. Se supone que estás trabajando en tu diagrama —le dije con las cejas alzadas.
Me miró con los ojos ensanchados.
—¿Tú y Edward? —Al menos su voz era más baja ahora.
—¿No escuchaste? Hmm… el chisme no es tan malo como pensé. —Me encogí de hombros, sabiendo que su mente estaba llena de preguntas intentando descifrar cuándo había sucedido.
—No puedo creerlo. Estás jugando conmigo, ¿verdad? Porque soy una mala amiga. —Había descubierto todo.
Casi.
Me reí ligeramente.
—De hecho, no. Bueno sí estoy jugando contigo, pero no acerca de Edward.
Sus ojos se ensancharon totalmente incrédulos.
—¿Cuándo, por qué, dónde, cómo?
Me reí de nuevo.
—Es un poco complicado y no como lo parece. Debemos hablar más tarde, si no vas a estar pegada a Ben —bromeé.
Me lanzó una mirada confundida pero al menos no estaba presionándome para saber más de inmediato.
—Bueno, pero me dirás cada detalle.
Asentí y volvimos a trabajar.
Iba a tener un millón de preguntas. Solamente lamentaba lo decepcionada que iba a estar cuando descubriera que todo era una farsa.
El pensamiento incluso estaba decepcionándome ahora.
Cuando la clase terminó, me sorprendí de encontrar a Edward esperando afuera de mi clase.
—Hola —dije mientras Angie y yo salíamos.
Ella nos estaba mirando con profundidad.
—¿Qué estás haciendo aquí?
Angie me dio un fuerte codazo. Fruncí el ceño en respuesta. ¿Qué había sido eso?
Edward solamente se rio de nosotras.
—Estoy aquí para llevarte a tu siguiente clase —dijo como si fuera la cosa más obvia del mundo.
—Oh. De acuerdo. —Me encogí de hombros—. Te veo más tarde, Angie.
Podía sentir sus ojos quemando mi espalda mientras caminábamos.
—Y ya que estás aquí —comencé. Edward me sonrió un poco con una mirada curiosa—. ¿Está bien si le digo a Angie?
Su sonrisa cayó, y de repente me sentí como una idiota por alguna razón.
»Ya sé que no hemos discutido los detalles en esa área, pero me gustaría decirle. Aunque si no te parece, no lo haré.
Su ceño se frunció.
—¿Le mentirías? —Su voz sonaba genuinamente sorprendida.
Su pregunta me molestó demasiado.
—No quiero hacerlo, pero esto es entre tú y yo. Tienes una opinión en lo que sucede, así que si no quieres que le diga, no lo haré.
No dijo nada hasta que llegamos a mi siguiente clase, Precálculo.
—¿Te molestaría no decirle?
—Sí. Pero me molestaría más si te sientes presionado a decirme que sí —respondí honestamente.
Sacudió la cabeza.
—No deberías sentir la necesidad de mentirle a tu mejor amiga. Está bien. Dile. —Con eso besó mi frente y se alejó.
Estaba sorprendida por ambas acciones.
No me sentía del todo bien con que él me dejara decirle a Angie, pero estaba feliz de que no tuviera que mentir.
Cuando el mediodía llegó, sentí que era una pena que Angie no tuviera la misma hora de almuerzo. Hubiera sido una magnífica oportunidad para hablar. Estaba segura que ella se sentía de la misma forma.
Caminé hacia mi mesa usual, saludando mientras me sentaba.
—¿Te sentarás con nosotros? —preguntó Jess sorprendida. Miré hacia abajo, confundida.
—Maldición, ¿acaso olvidé usar rosa?
Yorkie se rio.
—Eso es los miércoles, cariño.
—¿Quién votó porque me exiliaran de la isla, entonces? No fuiste tú, ¿verdad? —Señalé en broma a Seth. Él sacudió la cabeza y alzó las manos.
Jess se rio.
—Solo pensamos que te sentarías con Edward.
Oh, mierda. Quizá debí haberlo hecho.
Esto es el porqué las reglas son importantes.
Bromeando, evité el tema.
—¿Soy un consolador anal?
La boca de Jess se abrió en horror.
—¿¡Qué?!
—Bueno, solo me pregunto el porqué pensarías que debería estar con él todo el tiempo.
Seth estalló en risas.
—Maldición, Bella viene con ganas de pelea.
Moví las cejas sugestivamente mientras le daba un agresivo mordisco a mi sándwich de mantequilla de maní y jalea.
—Candente. —Jess se rio ante mi ridículo comportamiento.
—Mhmp mow ehh —murmuré alrededor de un bocado.
Ellos soltaron unas risitas.
—¿Qué fue eso? —preguntó Jess riéndose.
—El sándwich de Bella pidiendo ayuda —sugirió Seth. Asentí y alcé los pulgares hacia él mientras terminaba de masticar.
—Normalmente eso solo pasa con helado. ¿Lo entienden? Helado*.
Seth se rio ante mi estúpido chiste. Jess rodó los ojos.
—Apuesto a que tú gritas cuando Edward mete algo más en tu boca. —Sonrió burlona.
Eric casi escupió su bebida.
Alcé una ceja.
—¿No sería él quien tendría que gritar?
Jess rio.
—No a menos que uses dientes.
Eric se estremeció.
—Eso simplemente está mal —dijo sacudiendo la cabeza.
—No lo sé… a algunas personas les gusta eso.
Seth lucía horrorizado.
—No, Bella. Ningún chico quiere que le muerdan la polla. —Su actitud ofendida me hizo reír.
—¿Estás seguro? ¿Qué hay de un pequeño mordisco? —bromeé, haciendo un gesto con mi dedo y pulgar.
Jess comenzó a reír.
—¿Por qué no pruebas esa teoría en Edward y nos dejas saber cómo resulta?
Sacudí la cabeza mientras se reían.
—Quizá lo haga.
—¿Qué prueba planeas hacer conmigo?
Mis ojos se ensancharon ante la voz detrás de mí.
¿Por qué tenía que aparecer así de la nada?
Me giré para ver a Edward sonriéndome, sus ojos brillaban con diversión.
—Cuidado, Cullen, ella muerde —anunció Jess mientras Edward se sentaba en el espacio vacío a mi izquierda.
Lancé una zanahoria hacia ella.
—Solo digo, aparentemente ella no puede contenerse.
Esta vez lancé varias zanahorias.
Ella solo se rio.
—¿Mordiscos, eh? Suena interesante. —Siguió el juego. Sentí el calor subir a mis mejillas.
—Tal vez cambies de opinión cuando descubras dónde —le dijo Eric, los ojos ensanchados con miedo fingido.
Le lancé una zanahoria a él esta vez. Fruncí el ceño cuando vi que me estaba quedando sin municiones.
—¿Y dónde sería eso? —me preguntó Edward, su ceja alzada y desafiándome a mirarlo a los ojos. Él sabía exactamente dónde.
—Tu polla —le dije con calma—. Aparentemente es tabú siquiera usar por muy poco los dientes en ese lugar en particular. —Luego mordí ligeramente lo que quedaba de mi sándwich.
Todos menos él se rieron. En su lugar me lanzó una mirada que decía que quizá él tampoco pensara que fuera algo tan tabú.
—Correría si fuera tú —le dijo Seth en broma.
Edward sonrió.
—Me apunto… si puedo morder de vuelta. —Mostró los dientes y un escalofrío me recorrió al pensar en la cabeza de Edward entre mis piernas. Sus labios separando mis pliegues, dándome la más ligera mordida en mi lugar más sensible.
Mierda, me estaba calentando.
—Ohh —dijo Jess—. Eso en realidad suena caliente. —Se abanicó con la mano juguetonamente.
Seth parecía estar reconsiderado sus palabras.
Me reí para disipar algo de la tensión que estaba sintiendo en mi estómago.
—Y, ¿qué estás haciendo aquí? —pregunté, no siendo sutil acerca del cambio de tema.
Él me lanzó una mirada.
—¿Necesito una razón para sentarme con mi chica?
La forma en la que dijo "mi chica" fue un poco muy atractiva.
—Dios, Bella —bufó Jess—. Perdónala, Edward. Aparentemente, no ha tenido novio en tanto tiempo que se olvidó cómo actuar con uno.
Lancé mi última zanahoria.
Fue triste verla partir.
»Hemos estado intentando que aprenda las reglas de los noviazgos actuales, pero es muy terca y rebelde.
Le enseñé la lengua como si tuviera cinco años.
Edward rio un poco.
—Lo creo.
—Ja, ja —me quejé, pero luego sonreí.
Era algo divertido que mis amigos y Edward se llevaran bien. Podía ver que les agradaba por la forma en la que estaban bromeando con nosotros.
—¿Emocionado por el juego del viernes? —le preguntó Seth a Edward.
Oh, sí. Era temporada de fútbol. Los dos, Seth y Edward, estaban en el equipo.
De repente me pregunté cuál sería mi rol en eso.
Había ido a unos cuantos juegos en el pasado, pero ahora que estaba pretendiendo ser la chica de Edward, me pregunté de qué otra forma quizá necesitaría mostrar mi apoyo.
—Sí, debería ser un juego decente contra Eatonton. —Seth asintió, estando de acuerdo—. Personalmente, estoy esperando el juego contra La Push en un par de semanas. Será uno bueno. Escuché que tienen un increíble nuevo QB este año.
—¿Oh, sí? Debería ser divertido, entonces.
La Push era uno de nuestros mayores rivales. Era una escuela en la reservación a una hora de distancia de nosotros. La competencia, aunque feroz, era muy amigable. Después de los juegos, los jugadores de ambos equipos solían juntarse en las fiestas de la playa. No había ido a una en un tiempo, aunque recordaba que todos se la pasaban bien.
—Y, supongo que estarás en los juegos este año —me dijo Jess.
—Oye, siempre voy a los juegos como locales —me defendí.
Edward lucía sorprendido de escuchar eso.
—¿De verdad? —Sonaba como si no me creyera.
—Sí. Bueno, usualmente me siento hasta arriba, pero voy si puedo.
—Tú te sentarías hasta arriba.
Fruncí el ceño ante su tono.
—¿Qué significa eso?
Él solo se rio y sacudió la cabeza.
—Me aseguraré de que tengas un buen lugar esta vez.
—Sucede que me gusta sentarme arriba —contraataqué, sintiéndome un poco a la defensiva—. Siento que puedo ver mejor. Además, la gente no está cayéndose encima de ti intentando entrar y salir de las gradas.
Su profunda risa me provocó escalofríos.
—Bien, Bella. Siéntate donde quieras.
Por la forma en la que lo dijo, podía ver que la conversación no se había terminado.
Pasamos el resto del almuerzo hablando acerca del próximo juego y antes de saberlo, era hora de clase. Edward y yo entramos juntos, Angie nos estaba mirando fijamente.
—Hola, Angie.
Me senté en mi usual sitio junto a ella. Edward fue con sus amigos al otro lado del salón.
—Estás matándome. Casi no entré a Periodismo para encontrarte.
Me reí sabiendo lo mucho que necesitábamos hablar sobre esto.
—Oye, no es mi culpa que decidieras tomar una clase extra. Pero si estás libre, podemos hablar después de la escuela.
Asintió, pero podía ver que estaba triste por tener que esperar un poco más.
Y no era tan malo.
La clase pasó volando, y el resto del día también, en realidad.
Cuando salí al estacionamiento, vi que ya me estaba esperando.
—Bien, escupe —demandó.
—No aquí, Angie. ¿Qué tal si vamos por algo de tomar y hablamos en el parque?
Podía ver cómo lo pensaba, pero suspiró y accedió. Sabía que no rechazaría la posibilidad de una malteada.
No pasó mucho tiempo antes de que nos encontráramos en los columpios del parque Oakwood, con malteadas en la mano. Usualmente estaba vacío y hoy no era diferente.
—Bien, antes de que diga algo, necesito que sepas que esto es ultra secreto. —Nos habíamos dicho muchas cosas la una a la otra a través de los años, pero algo ultra secreto era grande. Importante. Lo que significaba que sin importar lo mucho que lo quisieras, nunca podrías compartir el secreto con nadie más.
Sus ojos se ensancharon, pero asintió.
—Bueno, lo primero que necesitas saber, es que lo de Edward y yo, no es real —le dije con cuidado.
La confusión en su rostro me dijo que iba a tener que dar muchas explicaciones.
—¿Qué quieres decir con que "no es real"?
Suspiré.
—Quiero decir que no es una relación real. Tenemos un acuerdo.
Su ceño se frunció.
—¿Como un contrato de sexo?
No pude evitar reírme ante sus palabras.
—No. No de esa forma. Quiero decir que no estamos saliendo de verdad. Accedí a fingir ser su novia.
Sus ojos estaban tan ensanchados que casi era gracioso.
—¿Qué?
Suponía que iba a tener que explicar todo.
—Sabes que Mike me ha estado molestando demasiado últimamente. —Ella asintió, aunque podía ver que el cambio de tema la había confundido por completo—. Bueno, el jueves me acorraló y las cosas se pusieron tensas. Estaba tratando de que me dejara sola, así que dije que estaba saliendo con alguien. Él pensó que ese alguien era Edward. Luego el viernes, descubrí que él le había dicho a toda la escuela.
Ella me estaba escuchando, pero no lo comprendía del todo.
»Edward y yo hablamos al respecto. Dijo que podíamos fingir estar saliendo para que Newton me dejara en paz.
Angie sacudió la cabeza, en una acción que estaba segura significaba que estaba intentando descifrar qué estaba pasando.
—Espera, déjame entender esto. Mike le dijo a la gente que Edward y tú estaban saliendo, así que ustedes decidieron pretender que era cierto, porque… de hecho, aún no tengo claro eso.
Asentí.
—Bueno, es un poco complicado. El viernes Mike me acorraló de nuevo. Fue… aterrador. De hecho lo golpeé y él estaba a punto de golpearme cuando Edward solo saltó sobre él. Y no lo sé, Ange, solamente fue lindo. Sentí que le debía algo. Y él mencionó que tener una "novia" lo podría ayudar.
Angie se quedó en silencio por un minuto.
—¿Qué gana él con todo esto?
—De acuerdo con él, tenerme alrededor le ayuda a mantener alejada la atención que no quiere tener. Aparentemente, él tiene problemas con las chicas que le coquetean, y los chicos que se ponen celosos por eso. Soy su escape, por así decirlo.
Ella no dijo nada por un largo rato.
—¿Y creíste eso?
Eso era justo.
No estaba segura de qué había creído.
—No… no lo sé. Es tan extraño. No hubiera creído que él se preocupa por cosas como esas, pero aquí estamos. Quiero decir, ¿por qué otra razón habría accedido él a esto?
—Quizá porque de verdad le gustas y quiere salir en serio. —Su tono me dijo que todo eso era obvio.
Arrugué la nariz hacia ella.
—No lo creo.
Me lanzó una mirada reprobatoria.
—¿Esto es por lo que escuchaste en el octavo grado? Porque eso fue hace mucho tiempo, Bella.
No quería que mis sentimientos resultaran heridos, pero lo estaban.
—Lo sé. No debería importar más; de verdad lo entiendo. Pero lo hace. La mierda que dijo, me destruyó, Ange. Y simplemente no veo cómo su opinión de mí pudo haber cambiado tanto. No puedo creer eso, tampoco.
Sus ojos eran tristes mientras me miraba.
—Bella, esto no es falso si de verdad sientes algo por él. Si realmente no crees que sus sentimientos hayan cambiado, ¿qué crees que va a pasar al final del año, o cuando sea que esto termine? ¿Serás capaz de alejarte sin que te lastime? Porque recuerdo cuando nos conocimos. Recuerdo lo dolida que estabas por él. No quiero que eso suceda de nuevo.
Tenía toda la razón.
—No lo sé, es diferente esta vez. Ya no tengo esas fantasías infantiles de que somos almas gemelas. Sí me gusta, pero no es igual que antes. Es pura tensión sexual. Puedo admitir eso. Él me calienta demasiado, pero eso es todo. No me quedo despierta preguntándome si estaremos juntos por siempre. Solo pienso en follarlo… demasiado.
Ange sonrió un poco hacia mí.
—No puedo decir que no estoy preocupada por ti. Pero sabes que llevo años diciendo que ustedes deberían estar juntos, por lo menos para resolver la tensión entre ustedes. Quizá todo saldrá bien.
Tomé su mano y la apreté, feliz de tener su apoyo.
—Gracias, Ange. Realmente necesitaba decirte todo esto.
Me lanzó una dulce sonrisa en respuesta.
—Bueno, ¡es tu turno de hablar! —Le piqué las costillas y ella se sonrojó con fuerza.
Y así de fácil estábamos hablando como niñas pequeñas. Ella me contó todo acerca de cómo Ben la hacía sentir, su primer beso (¡tan lindo!). Mi corazón estaba tan lleno que podría explotar.
Podía ver que ella había encontrado a alguien a quien realmente le gustaba. Alguien que la encontraba fascinante y que apreciaba cada segundo que pasaban juntos.
Una muy pequeña parte de mí sentía envidia de que yo no tuviera eso, pero más que nada estaba feliz por ella.
Era tarde cuando terminamos de hablar, pero al menos se fue a casa con una soñadora sonrisa en su rostro.
Fui a casa con la tensión construyéndose en mi estómago.
Ignoré el hecho de que mi papá no estaba en casa mientras caminaba a mi habitación. No me molesté en encender la luz, pero no pude evitar mirar por la ventana.
La luz de Edward estaba encendida y él estaba sentado en su cama, con el teléfono en la mano.
Lucía muy concentrado sentado ahí.
Me quedé mirándolo, preguntándome qué pasaría por su mente.
No estaba segura de cuánto tiempo estuve ahí, pero el ruido de mi teléfono me hizo saltar. Estaba sorprendida de ver que no era Ange diciéndome que había llegado a casa. En su lugar era un número desconocido.
Espiar no es amable, ¿recuerdas?
Sentí mi cuerpo congelarse mientras miraba de nuevo. Edward ahora estaba parado en su ventana, mirándome.
No es mi culpa si dejas tus cortinas abiertas para que todo mundo mire.
Él sonrió leyendo mi mensaje.
¿Eso quiere decir que si comienzo a quitarme la ropa no dejarás de mirar?
Sentí el calor apresurarse a mis mejillas. Y no pude evitar mirar mientras él lentamente se desvestía para mí.
Claramente podía ver mientras pasaba su playera por su cabeza. Mis ojos recorriendo cada músculo de su torso. No dejé de mirar mientras muy lentamente desabrochaba su cinturón y deslizaba sus pantalones hacia abajo para quitárselos. Su bóxer acentuaba sus musculosos muslos y lo que parecía ser una creciente erección.
Prácticamente estaba jadeando mientras lo miraba.
Mi teléfono sonó de nuevo.
¿Tu turno?
Mierda.
Por qué no.
Considerando cómo él jugó conmigo, decidí hacer lo mismo con él. Tomé mi playera y la pasé por encima de mi cabeza con una dolorosa lentitud. Luego abrí el botón de mis pantalones, pasándolos por mis caderas y muslos. Cuando no tenía nada más que mi ropa interior, lo miré.
Lucía hambriento.
Mierda, te ves bien.
Sabiendo que estaba demasiado cerca de llevar esto más lejos, alcé los brazos mientras me acercaba a la ventana. Sus ojos me recorrieron por completo. Luego sin advertencia alguna, cerré mis cortinas.
Mi teléfono sonó de inmediato.
Eso fue sucio, Swan.
Sonreí.
Sí lo fue. Dulces sueños, Edward.
Sabía que pagaría por esta broma, pero aun así fui a la cama con una sonrisa en mi rostro.
*Es un chiste de palabras en inglés. Seth dice que el sandwich de Bella estaba pidiendo ayuda, ella le dice que eso sucede con el helado. En inglés helado es "ice cream" y con la pronunciación suena similar a "I scream" (Yo grito), por lo que en este caso, el chiste es que el helado es el que "grita" por ayuda, lol.
Este capítulo definitivamente es uno de mis favoritos, me encanta la relación de Bella con sus amigos xD
Mil gracias a las chicas que dejaron sus reviews :D gracias a:
alejandra1987, Moni Belmudes, Missannie L, jupy, Paola Lightwood, Gabi Huesca Mdz, kassplz, Car Cullen Stewart Pattinson, ALBANIDIA, Redana Crisp, aliceforever85, Liz Vidal, Narraly, Smedina, Adri, Lu40, krisr0405, ElisabethMasen, arrobale, Isis Janet, 17camilanicole, Tata XOXO, Cassandra Cantu, Adyel, Noriitha, tulgarita, Lady Grigori, Annie OR, twilight-love1694, angryc, Adriu, sheluxi, somas y Emily Chase :)
No olviden dejar el suyo y nos leemos pronto ;)
