La Directiva del Consejo


Escocia, Naturaleza

Cerian Irelan respire profundamente y estabilizao su rifle. Con el sol detras suyo iluminando su objetivo, el disparo era claro. Sin gastar otro momento, disparo. El disparo sono por el valle y el muñeco cayo al suelo, con un nuevo agujero en su "cabeza".

Levantandose de estar con una rodilla al suelo, admiro su trabajo en la luz solar del atardecer. Frunciendo el ceño, colgó su rifle por sobre su hombro y empezó a caminar hacia el final de la colina. Dispararle a muñecos nunca era tan satisafactorio como dispararle a algo vivo. La temporada de caza no había llegado aun, asi que tenia que arreglársela con objetos inanimados.

Aunque, hacia lo que podia para hacerlo desafiante e interesante. Desafiandose poniendo los muñecos a distancias absurdas o dándoles a objetos fácilmente dañables como platos o botellas de vidrio. Pero incluso asi, saolo eran un par de sesiones antes de que se aburriese debido a que era tan… inerte.

Pero asi era su vida ahora.

Su riqueza no inconsiderable, una recompensa por su servicio, le permitia comprar el equipamiento de la mas alta calidad. En lo que invertia bastante regularmente, aunque el uso de sus armas se limitaba a… esto. Ah bueno, por suerte, tenia otrosa hobbies y ahora tenia todo el tiempo del mundo.

A menos que los aliens conquistasen la Tierra por supuesto, lo que era una posibilidad importante. Pero dado el hecho de que uno de esos navíos masivos había sido derribado recientemente, parecía que la ONU tenia las cosas bajo control, mas o menos. Sonrio recordando, aunque imaginaba que incluso a la ONU le costaría encontrar algo sobre lo que quejarse allí. Pero ese era el resultado de trabajar con una coalición tan diversa;

Nunca nadie estaba satisfecho. Toddos los que trabajaban con ellos tenían que soportarlo.

Personalmente, esperaba que una pequeña nave alienigena aterrizara aquí. Era una linda y pintoresca área, perfecta para que algunos extraterrestres hagan algunas… operaciones en paz, o lo que sea que las llamaran los aliens. Y si su pequeño proyecto funcionaba, podrían venir a investigar y probablemente darle la mayor emoción que haya tenido en años.

Llegando al muñeco, lo tomo en sus manos y lo volvió a levantar. Sacudiendo la cabeza ligeramente para remover algo del polvo, asintió satisfecho. Sin importar la falta de un desafio, siempre era satisfactorio ver un buen agujero de bala entre los ojos.

Sus orejas se contrajeron cuando una rama se partio con fuerza detrás suyo. Desenfundando su pistola, giro apuntando hacia la dirección del ruido, y luego sausapiro cuando vio al hombre que lo miraba calmadamente.

Vestido en el uniforme militar de un pacificador de la ONU, que consistia del familiar patron de camuflaje con la mezcla de azules oscuros y claros, el único indicador de su rango era una fila de medallas en el pecho superior izquierdo. Al menos no vestia uno de esos ridículos cascos azules brillantes que le gustaba tanto a la ONU.

Se preguntaba quien había sido el genio que comisiono ese color en particular. Sin duda los lideres pensaban que habían hecho una cosa tan buena haciendo que los soldados resaltasen tanto. La línea oficial era que servían para ser reconocidos como "los buenos". Lo que esencialmente significaba que no querían que la gente de países insignificantes de tercer mundo los atacasen ya que no tenían idea de que era la ONU.

Aunque para varios en la OTAN, junto a el mismo, los molestos uniformes prácticamente gritaban "Soy tu enemigo. ¡Disparame ahora!" Especialmente para un francotirador como el. Llamar la atención a uno mismo era un movimiento idiota e incluso los matones a quienes los pacificadores eran enviados a matar eran capaces de darse cuenta a quien dispararle. Por suerte, eran un poco mas relajados con sus agentes de inteligencia.

"No me acercaría asi," le advirtió, manteniendo su pistola lista. "Tienes suerte de que haya mirado antes de disparar."

Patrick Rush se veía poco impresionado. El coordinador de la ONU tenia un don para siempre mantenerse calmo. Era fácil ver como había subido tan rápido dentro de los pacificadores. Una lastima que se había ido cuando le ofrecieron la posición de coordinador, habría sido un oficial excelente. Parecia tener un brillo de diversión en sus ojos marrones mientras observaba a Cerian calmamente. Era difícil creer que tuviese casi cuarenta años; su cabello negro no tenia nada de gris y su magro rostro no tenia arrugas.

"Pero eso hiciste," respondio Patrick, caminando hacia el y observando el muñeco. "Lo sabia, asi que no necesitaba preocuparme."

Cerian bufo. "La próxima vez no mirare."

"De verdad," dijo Patrick arrastrando las palabras. "¿Entonces como me daras?"

Cerian alzo una ceja. "Un ciego podría darte en ese uniforme?"

Patrick le quito importancia con la mano. "Si, dejaste bien claros tus sentimientos sobre los uniformes de los pacificadores. No quiero escucharlos otra vez."

Cerian retrocedio y espero. El coordinador Rush nunca venia sin razon alguna y también tenia la molesta costumbre de tomarse su tiempo antes de explicarse. Habia dos posibilidades que podia ver; o Patrick estaba ahí para sacarle algo, o estaba aquí para matarlo. Patrick camino alrededor del muñeco, tomándose su tiempo antes de continuar. "Veo que mantiene sus habilidades," noto, caminando alrededor del muñeco.

"Si," dijo Cerian precavidamente. "Pase casi dos décadas cultivándolas, ciertamente no quiero perderlas ahora."

"Eso escuche," dijo asintiendo. "Si los reportes que recibi son indicación alguna, han mejorado considerablemente."

La revelación de que lo habían estado observando no era una sorpresa. Lo hubiera sorprendido mas quela ONU no tuviese a alguien observándolo. Basado en eso, tenia una idea mas concreta de porque estaba aquí Patrick. "¿Por qué estas aquí, Rush?"

Patrick dejo de caminar y lo miro, poniendo sus manos frente a su cuerpo. "No pierde el tiempo, lo había olvidado. Muy bien, estoy aquí en actividad oficial. Del Consejo."

Cerian sonrio. "Actividad oficial, ¿De verdad? Gracias, nunca lo hubiera suponido." Irelan fruncio el ceño y se rasco la perilla, la barba le volvía a picar. "Tendras que ser un poco mas especifico, la ONU tiene varios Consejos si recuerdo bien."

"Mis disculpas," se corrigio Patrick. "El Consejo de las Naciones, un cuerpo de las naciones mas influenciales de la Tierra."

"Correccion," reparo Cerian suavemente. "Un cuerpo de las naciones mas ricas de la Tierra." Alzo la mano justo cuando Patrick abro la boca. "Y voy a darte mi respuesta ahora. No, no voy a trabajar para una organización multinacional que no sea la ONU."

"El Consejo es una organización legitima dentro de las Naciones Unidas," insistió Patrick. "No es ilegal."

"Entonces ve al punto," demando Cerian. "¿Qué quieres de mi?"

Patrick fruncio sus labios. "Que utilice sus habilidades. Claramente no han disminuido y tenemos razon para emplearlo otra vez."

Cerian parpadeo en asombro. Esperaba que le preguntaran sobre sus contactos o el proyecto, no para reclutarlo. "¿Ah si?" Respondio lentamente, sin molestarsae en esconder su incredulidad. "Bueno, entonces puedo darte mi respuesta ahora. No."

Patrick no parecía sorprendido. "Deberia escucharme. Este es un tema de-"

"Entonces quizás podrían haberlo pensado de eso antes de forzarme a retirarme." Declaro Cerian, con un tono helado. "Hice mi trabajo por un largo tiempo. Y luego me removieron cuando les era políticamente conveniente."

"Siempre supiste que era una posibilidad," Patrick contrarresto calmamente. "De hecho esa posibilidad fue específicamente mencionado en tu contrato."

Cerian asintió. "Lo era. Y no me enojo con la ONU por tomar ventaja de eso. Pero como consecuencia, no le debo nada a la ONU. He disfrutado mi retiro. No veo razon alguna para dejarlo."

"¿Ni siquiera si el mundo esta en riesgo?" Presiono Patrick, penetrándolo con la mirada.

Cerian enfrento su mirada fácilmente. "¿Asumo que se refiere a los aliens? Si, perfectamente bien. Parecen tener las cosas bajo control de todas formas."

Patrick fruncio el ceño. "¿De que esta hablando?"

Cerian suspiro. "No me trate como un idiota. Adelante, digame que XCOM no es parte de la ONU o del Consejo."

"No puedo ni con-"

"No se moleste," lo interrumpio Cerian. "Pero mi punto es que ya tienen una organización entera para luchar contra los alienígenas, de la ONU o no, y que parecen estar haciendo un trabajo decente. Ya pase mis mejores épocas y puedo nombrar a una docena de hombres y mujeres que pueden hacer lo que quieras tan bien como yo. Pero no soy tu agente, ni tu asesino, ya no."

Los ojos de Patrick destellaron en molestia y su calma manera de hablar se rompió. "No es ni de cerca asi de simple," le dijo siseante. "No tiene idea lo que esta pasando."

"Entonces ilumíneme," lo desafio Cerian, cruzanose de brazos. "Justifique traerme de vuelta."

Patrick dudo. "No puede repetir cualquier cosa que le diga."

"No me insulte asi," le respondio Cerian, molesto. "Puedo ser discreto."

"Muy bien," Patrick tomo un respiro. "El Comandante esta vivo."

Le tomo un segundo darse cuenta de lo que significaba de verdad lo que decía y Cerian retrocedio un paso. "¿Qué?" Dijo molesto.

"Vivo," repitió Patrick, mas seguro de si mismo. "Y a cargo de XCOM."

Cerian enfundo la pistola en sus manos y miro a Patrick incrédulamente. Luego de unos segundos de contemplación, tomo una decisión. "Vamos a mi casa," le sugirió al Coordinador de la ONU. "Tengo un presentimiento de que esta va a ser una larga historia." Sin una palabra, empezaron a caminar hacia la aislada casa en una colina que sobreveia el valle.


"Te pediría que no toques nada," le advirtió Cerian mientras abria la puerta a su modesta casa. Siendo honesto consigo mismo, era un desastre, pero no recibía visitas seguido. Como resultado, la pequeña casa estaba organizada de una manera muy diferente a la normal.

Inmediatamente a la izquierda de la entrada estaba lo que alguna vez había sido el living. Luego de varias semanas de trabajo, había sido convertido en algo parecido a un taller. Habia herramientas y partes por el piso, aunque en su defensa, había planeado en continuar con eso luego de su sesión de disparos y no había visto la necesidad de guardarlo todo solo para luego volver a sacarlo.

A la derecha estaba la cocina o matadero, ya que allí era siempre donde cocinaba todo, asi como también cuarteaba los animales que cazaba. No era como si hubiese otro lugar para hacerlo, sin mencionar que normalmente no tenia que preocuparse por tener visitas. La mesa manchada de sangre contra la pared también tenia otras ventajas. Algun idiota planeando robarle había llegado en mitad de una sesión de cuarteo. Habia entrado muy confiadamente, pero huyo rápidamente cuando vio a Cerian cubierto de sangre, cuchillo en mano.

Se preguntaba que le había pasado.

Por suerte la cocina era un área que se encargaba de mantener tan limpia como era poible. Odiaba los lugares para comer sucios. Le indico a Patrick que se sentara en una silla de madera al lado de la mesa. Cerian dejo su rifle en la esquina por ahora, lo devolvería a la armeria mas tarde. Patrick miro hacia el taller.

"¿Puedo preguntar que es eso?" Pregunto curiosamente, indicando el proyecto en el que había estado trabajando.

Cerian tomo asiento frente suyo. "¿Los reportes no lo mencionaron? Pense que me merecía almenos algunos espias competentes."

"No son todos los espias como tu," Patrick suspiro. "Y no, alguna idea tengo. La que te observaba creía que tenia algo que ver con los aliens, aunque como no tienes amigos y no hablas solo, no esta confirmado."

"De verdad," dijo Cerian con una ceja alzada. "Y esta, eh, "espia", ¿respeto mi privacidad y no entro cuando yo no estaba?"

"Oh no, si lo hizo," reparo rápidamente Patrick. "Pero no tenia idea de que era."

"Te dire que," Cerian se inclino hacia delante, descansando sus antebrazos en la mesa. "Dime que esta pasando y yo te dire en lo que estoy trabajando si quieres."

Patrick asintió. "De acuerdo."

"Muy bien," Patrick volvió hacia atrás. "Asi que, digame, primero: Como-no, ¿porque esta vivo el Comandante? Y segundo: ¿Por qué diablos esta a cargo de XCOM?"

Patrick suspiro. "Para tu primera pregunta, nunca fue asesinado en primer lugar. El Consejo falsifico su muerte en caso de que se lo necesite algún dia. Y para tu segunda, bueno, el Consejo lo puso a cargo."

"Estas bromeando," negó Cerian planamente, sacudiendo su cabeza incrédulamente. "No hay forma de que las Naciones Unidas pusieran al Comandante a cargo de nada."

"No bromeo," insistió Patrick, sus labios frunciéndose exasperadamente. "¿De verdad cree que me inventaria todo esto?"

"Probablemente no," admitio Cerian, bajando su voz. "Asi que, digame; ¿Qué carajo poseyó a la ONU como para que hiciese algo tan estupido?"

"No lo se," admitio lentamente Patrick. "Me metieron en esto despues de que hubieran tomado la decisión. Pero me imagino que fue una combinación de miedo y practicismo."

Cerian gesticulo con su mano. "Continua."

"Los aliens están mucho mas esparcidos de lo que el publico sabe," revelo Patrick, su rostro endureciéndose. "Por razones que no sabemos, están manteniendo su invasión relativamente lenta. En vez de armadas conquistando países, se adhieren a abducir pequeños poblados y ciudadanos. Miles de personas han sido abducidas por todo el mundo y han insertado agentes que se ven igual a nosotros para infiltrarse y destruir."

"¿Hace cuanto que esta sucediendo esto?" Pregunto Cerian.

"Desde Diciembre," explico Patrick. "Sabiamos de ellos desde mucho antes del ataque a Hamburgo. Habia esperanza de que XCOM pudiese prevenir eso, pero fueron incapaces."

"No respondiste mi pregunta," señalo Cerian. "¿Por qué el Comandante de entre todas las opciones?"

Patrick sono molesto. "Dejame terminar," limpio su garganta carraspeando. "Creo que el Consejo estaba asustado de que los aliens hayan venido a eliminarnos o esclavizarnos. Cuando se concentraron en eso, dejar que un criminal de guerra experimentado tome control de su única forma de protegerse no les parecio una gran preocupación."

"¿Qué tan seguro estasa de esto?" Pregunto Cerian, inclinándose hacia atrás.

"He hablado con los Cancilleres," explico Patric. "Incluso entonces no fue unánime. La elección del Comandante ha dividido al Consejo en dos bandos bien divididos. Uno lo apoya, el otro lo quiere eliminado."

Cerian alzo su mano. "Voy a admitir, esto es lo mas fascinante que escuche en años. Pero no quiero que me explique mas a menos que acepte el trabajo. Si este Consejo esta compuesto por superpotencias y caigo en un lado o el otro, hay una posibilidad importante de que termine muerto o en prisión por el otro lado. Asi que antes de tomar una decisión, quiero saber exactamente que espera de mi."

"Los que represento quieren que tome el mando de un pequeño grupo de agentes," explico Patrick y le dio un archivo. "Los nombres están allí dentro. Tenemos razon para creer que el Comandante esta llevando a cabo operaciones de inteligencia sin sancionar por todo el mundo. Su trabajo será averiguar lo que esta haciendo y juntar evidencia para armar un caso en su contra."

Cerian hojeo el archivo y se acaricio la barba. "Interesante. Por un minuto pensé que me ibas a pedir que lo mate."

Patrick sacudió su cabeza. "Imposible, me temo, incluso para usted. La Ciudadela fue diseñada para ser impenetrable. Solo hay dos formas de entrar, ambas bajo observación pesada. Hasta donde sabemos, el Comandante solo ha salido dos veces, ambas sin anunciarlo.

"¿La Ciudadela?"

"La Base Principal de XCOM," explico Patrick. "El Comandante le dio ese nombre."

"Que lindo," comento Cerian. "¿Operaciones de Inteligencia no sancionadas dices? Si las esta llevando contra los alienígenas, yo pensaría que eso es parte de su trabajo, ¿verdad?"

"Excepto que no es asi," sacudió su cabeza Patrick. "Al menos no que sepamos. Esta llevando a cabo operaciones contra otros países."

Que interesante y totalmente inesperado. ¿Qué esperaba al ONU? ¿Qué el Comandante iba a ignorar todos los problemas que veía dentro de la organización? No, una invasión alienigena no iba a frenar al Comandante a la hora de tomar venganza o justicia, como los dos parecian muy unidos cuando se trataba de el. Profundizado por el hecho de que el Comandante probablemente sabia que parte del Consejo estaba en su contra, asi que la auto preservación podría ser otra posibilidad.

De cualquier forma, si la ONU de verdad no había anticipado esto, eran muy ingenuos o muy estúpidos.

Y el hecho de que Patrick le estaba contando esto a el y no a una córtale daba la impresión de que la evidencia que soportaba estas declaraciones no era mucha. "No tienes nada, ¿no es asi?" Declaro, una sonrisa sin humor en sus labios.

Patrick fruncio su ceño. "¿Perdon?"

"Evidencia. Pruebas," Cerian cabeceo hacia el archivo en su mano. "Algo que soporte lo que dices. Y no es asi, de otra forma, no me necesitarían, ¿o no?"

"Evidencia circunstancial," admitio Patrick. "Y tenue a lo mejor."

"Claro, asi que llamemos a este trabajo lo que es," declaro planamente Cerian. "Una campaña de ensuciamiento. Quieres que encuentre evidencia creible para eliminar al Comandante de su posición. En ese caso, ¿por qué no simplemente falsificarla?"

"Dos razones," dijo Patrick lentamente. "La primera es que perderíamos a XCOM por completo. El Comandante no es un idiota y seria capaz de contrarrestar la evidencia falsa. Incluso si fuese creible, mucho tiempo a pasado y creemos que la mayor parte el personal bajo su poder le deben lealtad a el, y no a las Naciones Unidas. Sin mencionar que probaría que no somos mejores que el."

"¿Y la segunda razon?"

"Porque hay suficientes paisas que aun apoyan al Comandante como para asegurar que cualquier evidencia falsa sea ignorada," explico Patrick sombríamente. "Como estamos ahora, incluso si juntamos suficiente evidencia legitima para usarla, probablemente aun asi nos obstruyan."

Cerian hizo una nota mental sobre eso. "Asi que entonces, ¿Por qué lo apoyan? Me parece difícil creer que ignoren lo que hizo."

"Por mucho que odie amitirlo, XCOM ha tenido mucho éxito bajo su liderazgo," admitio Patrick. "Ademas de eso, algunos de ellos creen que es al que necesitamos en tiempos como estos. Intransigente en sus ideales, mortal y despiadado. La peor parte es que pueo ver porque lo piensan."

"Asumo que la libertad del Comandante vino con limites," murmuro Cerian como para que lo escuche. "¿Los ha roto?"

"Tecnicamente… no," respondio Patrick luego de un segundo de silencio. "Pero ha sido difícil determinar su honestidad ya que no tenemos prueba legitima alguna de lo que pasa dentro de la Ciudadela. El Consejo le dio demasiada libertad y eso le hizo pensar que puede hacer lo que quiera sin repercusiones."

"¿Asi que que te llevo a venir a mi?" Demando saber Cerian. "Algo debe de haber pasado."

"Primero llevado una misión en Alemania sin permiso antes del ataque," respondio Patrick. "Capturo lideres de las protestas, luego los devolvió a las autoridades nacionales o los mato."

Cerian alzo una ceja. "¿Y la razon era…?"

"Sospechaban que los alienígenas estaban manipulando a la poblacion," explico Patrick.

"¿Y fue asi?"

"El Comandante encontró evidencia que sugiere que si…" Explico lentamente Patrick. "Asi como de una organización llamada EXALT."

Cerian bufo. Era remarcable como esa leyenda no moria. "EXALT es un mito."

"Quizas," Patrick se encogio de hombros. "Pero la parte cuestionable es que sospechamos que el Comandante extrajo la información con tortura basados en el estado de los prisioneros devueltos."

Cerian alzo una ceja. "Supongo que mi nivel de enojo variaría si la información que extrajo fue correcta, y por como suena, parece que si. Lo que significa que no estoy del todo movido por el hecho dde que algunos criminales hayan sido un poco lastimados."

"El punto es que rompió la Convencion de Genova. Eso es-"

"¿Qué esperaban de verdad?" Demando Cerian fuertemente, llevandose la palma a la cara. "Pusieron a un criminal de guerra a cargo de una organización militar. ¿De verdad pensaron que le iban a importar las reglas puestas por las Naciones Unidas? ¿La organización que lo cazo?"

Patrick se sonrojo un poco. Bien, incluso si todo el problema no era su culpa, al menos reconocia la estupidez que los trajo aquí. "Tiene un buen punto. No puedo contestar eso."

Cerian suspiro y gesticulo con la mano. "Continua entonces."

"Tambien pensamos que el Comandante fue responsable de lo que paso luego del ataque de Hamburgo," admitio Patrick. "No sabemos como lo hizo, pero sospechamos que hizo que los aliens atacasen de alguna manera. Lo que le dio la excusa a los militares alemanes para que tomen el país y establezcan una cadena de mando simpática al Comandante. Las piezas se unen muy bien como para no tener algún tipo de conexión."

Por descabellado que pareciese, Patrick tenia un buen punto. Cuando veía toda la masacre, se preguntaba porque los alienígenas habían atacado un país que planamente había admitido a rendirse ante los alienígenas. No tenia sentido alguno, tactico o común, lo que lo hizo sospechar de que habían otras cosas detrás de todo eso.

Pero era circunstancial en el mejor de los casos.

Cerian estuvo en silencio por un minuto. "Voy a ser totalmente honesto. Creo que el Comandante fue un criminal de guerra que debería haber sido ejecutado cuando lo atraparon. Si tuviese la oportunidad, lo hubiera hecho yo mismo.

Entrecerro sus ojos. "Aunque, este parece ser menos algo sobre el Comandante rompiendo las reglas y mas una venganza personal. No te agrada, a estos cancilleres no les agrada, a mi no me agrada y todos estamos perfectamente teniendo estas opiniones. Pero por su propia admisión, no tiene prueba alguna. El Comandante no ha roto ninguna regla que usted sepa, y la evidencia circunstancial no es suficiente como para que yo arriesge mi vida asumiendo que podría estar haciendo algo ilegal."

"¿De verdad cree que el Comandante tiene las mejores intenciones para el mundo en mente?" desafio Patrick. "Solo se esta tomando su tiempo hasta que tenga suficiente poder. Cuando este listo matara a todo aquel que este en su camino."

"Que melodramático," comento Cerian, sintiendo de repente cada uno de sus cincuenta y dos años pesándole. "Bueno, opdio decirlo, pero la ONU se trajo todo lo que les va a caer encima ellos mismos."

"¿Eso es un no?" Demando Patrick friamente. "Porque si es asi, tengo que marcharme."

"Dime porque me querías a mi," demando Cerian, cruzándose de brazos. "La verdad. Tienes tu elección de agentes que son tan habilidosos como yo y probablemente no harian tantas preguntas."

Patrick se tomo unos minutos para ponderarlo. "Porque es uno de los pocos agentes idealistas y con principios que han servido. Simplemente, es de confiar."

Que lindo de su parte. "Principios e ideales," repitió airoso. "No son las palabras que usaría para describirme."

"Yo si," respondio simplemente Patrick. "Podria haber tenido el simple rol de un asesino, pero ciertamente capturo mas de los que mato. No hubo daño colateral en ninguna de sus misiones, nunca rompió regulación alguna y siempre cumplio su misión al pie de la letra. Las Naciones Unidas tienen sus fallas, todos lo saben, pero usted concentro saus ideales en los ideales de organizarnos en vez de todos los desacuerdos que personalmente tenia con esta."

Aunque todo eso era verdad, nunca lo había pensado de esa manera. "Es algo triste que solo hacer tu trabajo te haga una persona con principios," comento cansadamente. "Nunca pensé en mi de esa forma, considerando mi línea de trabajo."

Ambos estuvieron en silencio por unos minutos. "Necesito una respuesta," dijo finalmente Patrick. "Diga que si y podemos ponernos a trabajar. Diga que no y me ire, y probablemente nunca me vera otra vez."

Cerian tenia que sonreir con el aviso al final. Golpeando sus dedos contra la mesa mientras pensaba, no estaba seguro de que hacer. No había respuesta clara en este caso. Honestamente, podría fácilmente justificar cualquiera de las dos decisiones. Pero quería hacer la correcta, no elegir un lado o el otro.

Compromiso. Eso era, ambos lados podían perder algo, y tenia una idea de como lograrlo.

"¿Qué tan seguro esta de que el Comandante este realizando operaciones ilegales?" Pregunto Cerian lentamente.

"Seguro," dijo Patrick sin dudarlo.

"¿Apostaria su vida, y la de sus compañeros en eso?"

Patrick lo miro sospechosamente. "¿Qué esta diciendo?"

"Aceptare bajo ciertas condiciones," explico Cerian, manteniendo su mirada. "Tomare el mando de los agentes y determinare si el Comandante esta haciendo operaciones ilegales. Si lo esta, ayudare a juntar evidencia para derrocarlo. Si lo encuentro inocente, ire econ el y el resto del Consejo y expondré toda esta operación."

Patrick trago saliva. "Necesitare hablar con mi superior."

Cerian asintió. "Adelante." Patrick se puso de pie y salio mientras el esperaba. Unos minutos mas tarde volvió y tomo asiento.

"Sera hecho," le confirmo. "Bienvenido a bordo."

Cerian giro saus hombros. "Excelente. Vamos a trabajar. Estoy ansioso por conocer a este grupo."


Irlanda, Localizacion No Compartida

Cuando Herman Diederick fue invocado por orden de las Naciones Unidas esto no era exactamente lo que había esperado.

A decir verdad, no era para nada lo que esperaba.

Es verdad, el área era muy ceremonial y decorada y había un buen tiempo admirando la arquitectura, suelos baldozados brillantes y amoblados destacables. Entendible para la organización internacional mas poderosa del mundo. Habia aceptado la oferta parcialmente por curiosidad, ya que el Consejo era una parte de la que no sabia mucho.

Eso lo habría molestado si el Consejo interfiriese en operaciones de la OTAN, pero por lo que el sabia, tendían a quedarse en lo suyo y pocos sabían que la organización existía. Como un General de alto rango en la OTAN, tenia la suerte de saber algo antes de recibir esta inusual llamada.

Habia sido interesante al principio, ver a los doce cancilleres y sus compañías caminando por el área común en la que estaba el ahora, hablando con sus ayudantes y entre si. Pero mientras pasaba el tiempo se sentía cada vez mas incómodo. Se le estaba haciendo rápidamente aparente de que había una división y cierta tensión aquí, había visto a los cancilleres ignorar por completo a otros y había sido testigo de varios discutiendo duramente sobre cosas minimas.

Ademas, todos lo habían estado mirando con cansancio, sospecha, o simplemente disgusto y no estaba seguro de que mereciese cualquiera de esas. Diablos, había estado en zonas en guerra menos cargadas que esto.

Habia intentado hablar con varios cancilleres y apenas le habían dado algunas tensas palabras antes de rápidamente despedirse y dejarlo asolo. Estaba empezando a sospechar de que era algo como un compromiso que nadie quería.

Desafortunadamente, nadie parecía querer explicarle.

"Debo disculparme por la falta de tacto de mis colegas," un hombre con una voz profunda se disculpo mientras se le acercaba. "Desafortunadamente, ha llegado en un momento muy… divisivo."

Herman se giro para ver al recién llegado. Vestido en un traje ordinario con el emblema de las Naciones Unidas cosido en el pectoral izquierdo, además de eso, no parecía diferente a la mayoría de los que estaban allí. Aunque, tenia una buena idea de quien era basándose en la calva cabeza del hombre.

"Sospechaba algo asi," respondio, suspirando. "Supongo que es el Portavoz. Un placer conocerlo." Extendio una mano que el Portavoz tomo.

"Imagino que tiene… preguntas," dijo el Portavoz neutralmente.

"Algo de explicación seria apreciado," dijo de acuerdo Herman, mirando con interés como varios cancilleres los notaron hablando y fruncieron el ceño en aparente desaprobacion. "Parece que no les gusta que hable con usted tampoco.2

"La desafortunada verdad es que es una victima de la política," declaro el Portavoz duramente. "Un gran numero preferiría que no este aquí, mientras los otros están frustrados de que haya sido elegido usted." El Portavoz pauso. "Lo ven como un… compromiso… uno que no esta a su favor."

Herman fruncio sus labios. "Hermoso." Genial, se había unido a la OTAN para escapar la política, o al menos la de alto nivel. Es verdad, a medida que lo promovían había sido un riesgo, pero nunca se imagino que este seria el resultado.

"¿Hay alguien que me quiera aquí?" Le pregunto al Portavoz, mirando alrededor de la sala.

"Quien puso su nombre esta de su lado," respondio neutralmente el Portavoz. "Aunque, ella tampoco quería a alguien en primer lugar. Pero en tu actual… posición… el mayor apoyo que encontrara será el escepticismo o la indiferencia."

Aunque esta brutal honestidad era refrescante, todo lo que le hacia era desear irse de este lugar y que tengan a alguien mas con quien enojarse. Desafortunadamente, irse del Consejo seria suicidio para su carrera, asi como algo peor. "Gracias, supongo," le dijo al Portavoz sarcásticamente. "¿Supongo que usted no tiene una opinión sobre mi?"

"Oh, ciertamente la tengo," respondio el Portavoz, alzando una ceja. "Por la posición para la que lo han… elegido… esta calificado, y desde un punto de vista practico, eso es todo lo que debería considerarse. En cuanto a mi opinión personal, no pueo compartirla. Mi propósito es ser un mediador… objetivo, mis opiniones no importan."

"Una lastima que no es un político, murmuro Herman. "Podria ser uno al cual votaria."

El Portavoz sonrio ante ello. "Un sentimiento apreciado," murmuro mirando alrededor de la sala. Sus ojos se iluminaron cuando vio a una mujer empezar a caminar hacia el. Cabello marron y cortado al cuello enmarcaban un duro rostro y ojos que contradecían la pequeña sonrisa en su cara.

"General Mayor," lo saludo firmemente, extendiendo su mano. El la tomo y ella le dio un pequeño cabeceo hacia el Portavoz. "Portavoz, un placer."

Herman la miro. "Lo mismo digo, señora. Disculpas, pero creo que no nos han introducido."

"Tamara Vasilisa," respondio ella. "Canciller de la Federación Rusa."

Ah, asi que eso si era un acento ruso. Disminuido, pero ahí estaba. "Bueno, Canciller Vasilisa, agradezco que me hable."

"Tamara será suficiente," le dijo. "No veo la necesidad de hacer esto mas difícil de lo que ya es."

"Como desees, Tamara," le respondio, no del todo cómodo con eso. Dirigiendose a una mujer que técnicamente era su superior de una forma tan casual le era un concepto extraño, pero sentía que probablemente la ofendería mas si se negaba. Y lo ultimo que necesitaba aquí eran mas enemigos.

Ella se giro y le indico que la siguiera. "Camine conmigo. Debemos hablar."

Ya era hora, quizás finalmente conseguiría algunas respuestas. Caminaron fuera del área común a pasillos igual de decorados con una alfombra roja en el suelo. "¿Supongo que no puede contarme porque me llamaron aquí?" Pregunto mientras caminaban.

"De hecho, si puedo," respondio fácilmente ella. "¿Sabe de XCOM?"

"Tanto como cualquier otro," respondio Herman. "Una organización paramilitar anti-alienigena. La OTAN no sabe de donde vino, quien los financia o quien es su comandante. Genero mucha especulación, por decir algo."

"¿Y tiene una teoría?" Le pregunto neutralmente mirándolo.

"¿Antes de venir aquí?" Pauso Herman. "Hubiera asumido una organización privada o americana, china, o rusa. Aunque, ahora parece bastante obvio que las Naciones Unidas están detrás de ella."

"Correcto," confirmo Tamara. "El Consejo, especialmente. Usted será nuestra representación dentro de XCOM."

Bueno, eso era interesante, y no lo que esperaba. "No soy político," le dijo. "No soy exactamente el mejor calificado-"

Tamara alzo una mano para interrumpirlo. "Correcto. No es un político, es por eso que puse su nombre para la posición. Esta al tanto de las reglas por las cual las Naciones Unidas funcionan, ¿verdad?"

"Por supuesto."

"Entonces en lo que a mi me incumbe, esta perfectamente calificado. No sabe lo precaria que es nuestra guerra y no podemos permitirnos que mas políticos tomen las decisiones. Si vamos a enviar a un representante, será alguien que pueda contribuir a la defensa de la Tierra."

Y otra vez, había un sentimiento de que a pesar de su recomendación, ella no lo quería allí en lo absoluto. Era mas interesante que parecía desaprobar de los políticos, viendo como ella técnicamente era uno. Quizas ella era como el, posiblemente ex militar forzada fuera de su zona de confort. "Me siento alagado, canciller," respondio el. "Pero si esta recepción ha probado algo, es que no hay muchos enteramente alegres de verme."

"No me preocuparía por ellos," dijo Tamara, su voz tornándose fría. "Esos tontos querían una marioneta, alguien que complete su agenda ingenua y mezquina. Tengo poca tolerancia para esos tontos y usted también debería darles la consideración que se merecen."

El veneno en su voz era difícil de ignorar. Aun asi, sabia cuando estaba siendo usado. "¿Y cual es su motivo, canciller? ¿Quiere que promueva su agenda?"

Ella se rio. "Si ve las cosas desde mi punto de vista, ciertamente no me opondría. Pero no, a pesar de lo que algunos piensan, no quiero una marioneta. Es lo suficientemente inteligente como para tomar sus propias decisiones y llegar a sus propias conclusiones." Se detuvo. "Y es por eso por lo que le pedire que mantenga una mente abierta cuando hable con el hombre al que lo voy a llevar."

Hm. Eso sonaba ominoso. "¿Y quien es el?"

"Estamos en su oficina ahora," respondio Tamara mientras se acercaban a la puerta y golpeaban. "Luego de que finalice su reunión, me gustaría hablar con usted otra vez. Tendra un entendimiento mucho mejor de la situación luego de esta reunión."

Sin esperar por una respuesta, ella abrió la puerta y entraron a una oficina muy bien decorada. Librerías llenaban las paredes y una ventana daba una hermosa vista al exterior. En frente suyo, sentado en un escritorio, estaba un hombre de cabellos marrones. Se veía de alrededor de treinta o cuarenta años, vistiendo una expresión de indiferencia en su rostro.

"Canciller Vasilisa," la saludo friamente, levantando la mirada con el ceño fruncido. "No sabia que vendría."

"Por todo lo que hablas de querer un representante, no te parecio importar hablarle apenas llegase," le respondio Tamara con una sonrisa. "No me parecio educado dejarlo en el área común para las miradas de tus colegas."

Los ojos del hombre se ensancharon, y luego se cerraron mientras miraba sospechosamente a Tamara. "Ya veo. Mis disculpas, General Mayor, se suponía que recibiría aviso de cuando llegase."

"Aceptadas," declaro Herman neutralmente, algunas teorías creciendo en su mente. "¿Podria preguntar quien es usted?"

"Canciller Ali Ennor, de Australia," respondio. "Creo que es tiempo de que hablemos." Asintio mirando a Tamara. "Buen dia, Canciller."

Ella le dio una sonrisa, aunque a el le parecio bastante pequeña para ser honesta. "Siempre es un placer, Canciller Ennor." Sin mas palabra, se giro y salio del cuarto. Esperaba que lo encontrase una vez que termine, ya que el no tenia idea donde estaba todo.

"Me imagino que Tamara ya le dijo para lo que esta aquí," le pregunto Ali, poniendose de pie.

"Como representante de XCOM," respondio Herman. "Aunque no menciono nada especifico."

"Inusualmente respetuoso de su parte," comento Ali. "Aun asi, para tener una imagen clara, debería explicar porque sentimos que este paso debia ser tomado en el primer lugar."

Herman asintió. "Lo escucho."

"Esta al tanto del criminal de guerra conocido como el Comandante, ¿Verdad?" Le pregunto.

Herman asintió. "Por supuesto. Me extrañaría que alguien no lo estuviese."

Ali se detuvo. "No hay manera ligera de decir esto. El Comandante esta vivo y a cargo de XCOM."

Herman tosio sin creérselo, una rara muestra de emoción de su parte. "Pero en este caso era perfectamente entendible. Las preguntas quemaron su mente y honestamente no sabia que preguntar primero. Sacudiendo su cabeza para concentrar sus pensamientos finalmente se dirigió al Canciller. "Quizas me pueda explicar."

"Claro," Ali inclino su cabeza. "Sabe que no todo el Consejo, incluido yo, queria esto. Aunque, se lo mantuvo vivo en el evento de que quizás podríamos necesitar su conocimiento. A pesar de sus crímenes, es un tactico y un comandante sin igual, algo que la mayoría del Consejo pensaba valia la pena conservar. Y con la creciente evidencia de vida extraterrestre, algunos lo vieron como la mejor probabilidad de preservar a la humanidad."

Herman sacudió su cabeza incrédulamente. "Con el debido respeto Canciller, no puedo imaginarme un escenario en el que eso beneficie a alguien. No solo viola multiples regulaciones de las Naciones Unidas, pero el Comandante mismo nos ha denunciado públicamente varias veces."

"Las preocupaciones como esas han aparecido," acordó Ali. "Desafortunadamente nuestro bloque fue superado en votos y el Comandante fue puesto a cargo."

"Dejeme adivinar," adivino cansadamente Herman. "Las cosas no fueron como planeado."

"Es potencialmente peor de lo que pensábamos," admitio Ali. "Ha hecho todo lo posible para excluirnos de los descubrimientos hechos de tecnología alienigena recuperada. La tecnología que nuestros propios países podrían usar junto a XCOM. Pero el se la queda recelosamente sabiendo Dios sabe que con ella."

"Pregunta honesta," pregunto Herman, frunciendo el ceño. "¿Qué esperaban?" Las Naciones Unidas fueron los que… bueno, lo capturaron aparentemente. ¿Por qué sentiría lealtad alguna hacia ustedes?"

"Se lo estas diciendo a la persona equivocada," dijo Ali suspirando. "Estoy muy al tanto de los problemas y los vi venir. Tristemente, Canciller Vasilisa y los que la apoyan son ciegos a este hecho."

Empezaba a entender un poco la situación ahora. "¿Eso es todo? ¿O hay algo mas?"

"Mas," declaro Ali sombríamente. "Tenemos poca evidencia valiosa, pero hay algo que sugiere que todo el fiasco de Alemania fue ingeniado por el Comandante."

Herman parpadeo. "Si recuerdo bien, hubo varios fiascos. ¿Se refiera a…?"

"El fiasco en el que los militares alemanes tomaron el país," informo Ali. "Los apagones sospechamos fueron causados por el Comandante junto a el haciendo que los alienígenas atacasen las ciudades. Tambien hay una probabilidad de que haya estado detrás del asesinato del Gabinete Aleman."

"Si eso fuera verdad, ya lo habrían arrestado," señalo Herman. "¿Qué te hace pensar que esta detrás de esto?"

"Porque eso llevo a Alemania a negarse a volver a universe al Consejo y a apoyar al Comandante directamente," finalizo el Comanante. "Luego de que el Comandante fallase en proteger a Alemania, el Canciller estaba entendiblemente disgustado. Es gracioso lo rápido que fue reemplazado por alguien que el Comandante apoya."

Desafortunadamente, esa era una táctica que podia ver por completo al Comandante utilizándola. Habia visto muchas cosas terribles, pero la Guerra contra el Terror había sido especialmente brutal. "Sospecho que hay algo mas," dijo cansadamente."

"Hay algunas buenas noticias," respondio Ali, con una sonrisa satisfecha creciendo en su rostro. "Algunos de los cancilleres están empezando a darse cuenta de lo mal que lo arruinaron. Desafortunadamente, el Comandante lo noto y esta haciendo lo posible para que todos en el Consejo sean excluidos. La actual guerra legal sobre los restos del Navio sucede por su culpa, un movimiento inteligente para evitar que consigamos la tecnología."

"Si todo esto es verdad, ¿Por qué no han hecho nada?" demano saber Herman. "Con toda esta saospecha y teoría, ¡deberian haber hecho algo mas!"

"Ahí es donde entras tu," explico Ali asintiendo. "La razon por la que el Comandante ha logrado salirse con la suya tantas veces es que hemos fallado en proveer supervisión adecuada. Creiamos que los trabajaores reportarían cualquier violación, pero el Comandante es mas… carismatico… de lo anticipado. Lo necesitamos allí para asegurarse que el Comandante lleve esta guerra a cabo en concordancia con las leyes y los estándares de ética que las Naciones Unidas esperan."

"Estoy de acuerdo," dijo Herman asintiendo. "Pero no me imagino que le gustara."

"Sere honesto contigo," le advirtió Ali. "Te estas dirigiendo a territorio enemigo. El Comandante probablemente hará todo lo posible para impedirlo y frustrarlo. No le de razon para echarlo; es inteligente y con recursos y si lo queremos remover, necesitaremos hacerlo de tal forma que sea indisputable por ley."

"Puedo prometer que cualquier violación será reportada," prometio Herman. "Si el Comandante esta en violación de algo, lo reportare."

"Eso es todo lo que queremos," asintió Ali. "Aunque seguir la ley es algo con lo que el Comandante tiene problemas. Tendra tanta autorización como sea necesario. Si el Comandante le da problemas, solo informe al Consejo. Eso lo pondrá en su lugar."

"¿Cuándo saldré?" Pregunto Herman.

"Dentro de unas horas," respondio Ali. "Me asegurare de que alguien le muestre el camino."

"Excelente," respondio Herman asintiendo. "Me asegurare de que el Comandante sea corregido."

Ali extendió su mano que el tomo. "Eso me calma mas de lo que se imagina. Buena suerte."

Herman asintió y camino por la puerta, pensamientos y emociones conflictivas corriendo por su cabeza.


Al final no tuvo que buscar a Tamara, aparentemente nunca se había ido del área. Inclinada contra una pared mientras salia, cruzada de brazos, se veía bastante despreocupada mientras el la mirada. "Sabias que el Comandante estaba vivo." No era una pregunta.

"Todos en el Consejo lo saben," dijo ella encogiéndose de brazos. "Asi que si, Ali insistia en que fuera el quien te lo dijera, de otra forma te lo habría dicho yo desde el principio."

"Que gracioso," comento el mientras se le acercaba. "Me sorprende que lo escuchases viendo como claramente se llevan muy mal."

"Dicho de forma simple, lo estaba calmando," le respondio ella calmadamente. "Si hubiera arruinado ese pequeño discurso que sin duda te dio, tendría que soportar su acoso durante unas semanas mas. Francamente, tengo cosas mas importantes por las que preocuparme que concentrarme en una lucha por un poder superficial."

"Bien," declaro Herman cansadamente. "Querias hablar conmigo después de eso. Dame tu versión, ya que esa es claramente tu intención."

"Mi intencion no es mas que asegurarme que veas las perspectivas de ambos lados," intento asegurarle. "El Canciller Ennor te mostro su lado, ahora deberías escucharlo desde el otro."

Ella gesticulo y empezaron a caminar. "El Canciller Ennor probablemente te mostro una imagen muy sombria sobre el estado de la guerra."

"Menos sobre la guerra," corrigio Herman. "Mas sobre la aparente consolidación de poder que parece estar pasando dentro de XCOM además de las sospechadas violaciones de ética."

"¿Consolidaciones de poder?" Ella bufo. "Para el Canciller Ennor, si sus subordinados no cumplen cada comando, automáticamente asume que están planeando algo en su contra."

"Siento que su preocupacion tiene algo de razon," dijo Herman sacudiendo la cabeza. "Poner a un criminal de guerra a cargo de XCOM solo puede ser algo malo."

"En desacuerdo," declaro Tamara planamente. "El Comandante ha hecho exactamente lo que queríamos que hiciese. Su único propósito fue el de tomar el mando de XCOM y defender a la Tierra de la amenaza alienigena. Y juzgando por sus resultados, creo que lo esta logrando."

"Yo no llamaría Hamburgo un logro," dijo en contra Herman.

"Si el Comandante no hubiese intervenido, la ciudad ya no existiría," señalo Tamara. "Sin mencionar que desmantelo las protestas que cubrían al país con éxito."

Herman fruncio el ceño. "Ennor no menciono eso."

"Claro que no lo hizo," dijo sobradamente Tamara. "Eso no queda con su narrativa. La verdad de esto es que la guerra esta empezando a ponerse a nuestro favor, y creo firmemente que eso puede ser atribuido al Comandante."

"Lo admito, estoy sorprendido," comento Herman. "No habría esperado que lo apoyes."

"¿Por qué no?" Le pregunto curiosamente ella, sonaba como una pregunta genuina. "¿Es porque soy rusa?"

"Eso, además de los otros… problemas… que la gente tiene con el."

El vio como sus labios se curvaban en una sonrisa ante eso. "Asumes que solo porque mato a nuestro presidente, automaticamente debería estar en su contra," pauso y se encogio de hombros. "Quizas lo estaría, si hubiera estado equivocado. Pero algo que la gente tiende olvidar es que el Comandante siempre proveía evidencia cuando ejecutaba a alguien importante. Es verdad, hubiera preferido que lo ejecutase de la forma legal, pero no derrame lagrimas cuando lo mataron. Asi que no hace falta ofenderse de mi parte. Como están las cosas, la mayoría de los rusos sienten lo mismo.

"Casi suenas como si lo admirases," dijo Herman, intentando no sonar incredulo.

"Desde un punto de vista puramente militarista, asi es," le dijo ella de acuerdo. "Ahora claramente falla en los frentes morales y éticos, pero estamos en guerra. Puedo pasar por encima mis problemas personales con sus métodos mientras consiga los resultados que necesitamos."

"Seguro te das cuenta de que podría volverse en tu contra." Indico Herman.

"Lo que Ennor no entiende, es esto," respondio lentamente Tamara. "El Comandante no funciona asi. No hará una cosa asi a menos que le demos una razon para hacerlo. Nos ha denunciado en el pasado, sai, pero incluso durante la guerra contra el Terror, nunca actuo en nuestra contra. Carajo, hasta asistio al General Van Doorn cuando capturo Siria. La constante crusada moral de Ennor solo lo va a provocar para que haga exactamente lo que trata de prevenir."

"¿Pero el esta cooperando con ustedes?" Presiono Herman. "Por como me lo describió Ennor, suena como si el Comandante estuviese quedandose todos los recursos."

"Una mentira," dijo ella planamente. "El Comandante nos dio algunos materiales que recupero. Solo que no es tanto como le gustaría a nuestro buen Canciller."

"¿Y la batalla legal que el Comandante esta forzando por los recursos del Navio?" Le pregunto.

"De eso no estoy segura," admitio Tamara, mostrando algo de incertidumbre por primera vez. "Provisto que esta detrás de esto, el único motivo razonable es que esta intentando mantener los recursos fuera de China. Un motivo razonable, pero no estoy segura de que sea el correcto."

"Asumo que te opusiaste a ponerle mas supervisión," adivino Herman.

"Lo ultimo que necesita es supervisión," declaro Tamara directamente. "De todos aquí, tu deberías saber que la guerra y la política no se mezclan. La única cosa que la supervisión cumpliría seria poner al Comandante en nuestra contra, y preferiría dejarlo que se concentre en los alienígenas."

"Pero si esta haciendo todo de acuerdo a las reglas, no tendría nada de lo que preocuparse," declaro Herman. "A menos que, claro, esté ocultando algo."

"Todos esconden algo," insistió Tamara con una exasperación burlona. "Mas supervisión solo forzara que lo esconda con mas esfuerzo. No va a frenar simplemente porque hay alguien allí observándolo. Lamento decepcionarte en eso."

"¿Entonces porque pusiste mi nombre si te opones tanto a la idea?" Demando Herman, frunciendo sus labios.

"A decir verdad, si quisiéramos, probablemente podríamos haberlo frenado," admitio Tamara. "Pero vi una oportunidad. En vez de poner al Comandante en nuestra contra, podríamos proveerle un individuo calificado con un propósito además de observarlo. Hay una posibilidad de que establezcamos una buena voluntad tangible entre XCOM y el Consejo. No quiero que vayas como un observador Herman, quiero que trabajes con el."

"Un compañero para el Comandante," corrigio Herman sombríamente, incapaz de mantener la incredulidad fuera de su voz. "¿Entiendes lo que me estas pidiendo?"

"Si," declaro Tamara. "Y me mantengo en esa posición. No podemos permitirnos al Comandante como nuestro enemigo, especialmente teniéndolo a cargo de XCOM. Observa por violaciones como es tu directiva, pero por el bien del Consejo y la Humanidad, te pido que tu objetivo primario sea asegurarte que ganemos esta guerra."

"¿Y si encuentro algo que viole nuestras leyes?" Pregunto Herman. "¿Deberia ignorarlo solo porque estamos en guerra?"

Tamara se mantuvo en silencio por unos momentos. "Aconsejaria que uses tu mejor juicioen eso. Preguntate bien si vale la pena poner todo en riesgo el tener una conciencia limpia." Una pausa. "Y si absolutamente debes reportar todo lo que ves, te aconsejaría que no contactases al Canciller Ennor. Contactame a mi, en vez de el."

"El Canciller Ennor es mi superior," dijo incrédulamente Herman. "Contactarme contigo rompería la cadena de comando. Podrian enjuiciarme por eso."

"Incorrecto," dijo ella con una sonrisa. "Ennor solo fue el que pidió hablar contigo primero. Es la cara de su lado, yo soy la del mio. Ambos estamos en el mismo nivel en cuanto a rango, al igual que todos los Cancilleres. Solo le gusta pensar que es el cabecilla no oficial del Consejo. No estarías rompiendo ninguna ley reportándote conmigo."

"¿Y como sabre que lo que reporte cambiara algo?" Demando saber Herman, moviendo su brazo para un lado. "Podrias simplemente ignorar una violación potencialmente peligrosa, viendo como claramente lo apoyas."

"Te aseguro, si el cargo es serio y tienes evidencia para apoyarlo, tomare la acción necesaria," prometio Tamara, asintiendo solemnemente. "Pero Ennor usara incluso la mas pequeña violación como justificación para eliminar al Comandante."

"Si esta dentro de la ley…" Herman empezó a hablar cuando lo interrumpio Tamara.

"No es asi de simple," fruncio el ceño. "Ennor parece pensar que si le ordena al Comandante dejar el cargo, lo va a hacer. Eso no va a pasar, y cualquiera que no este cegado por su propio sentido de la justicia lo sabría. Perderiamos a XCOM definitivamente y luego la Tierra. Estoy tratando de prevenir una catástrofe y tienes el poder para asegurarte de que todos queden en buenos términos."

Dejaron de caminar y Herman se dio cuenta de que estaban en un hangar de algún tipo. Una nave extraña de algún tipo estaba en el terreno. Los motores parecian estar construidos dentro de las alas. ¿Algun sistema de propulsión avanzado? Interesante.

"Tu transporte," le hizo notar Tamara. "Completa tus deberes a tu discreción, pero te pido que pienses sobre lo que te dije."

"Lo hare," le prometio el.

"Entonces, buena suerte," le dijo ella asintiendo hacia el. "Espero estar en contacto prontamente."

Se giro y se marcho cortesmente, dejandolo solo. El sacudió su cabeza, intentando limpiar los pensamientos todo lo que podia. Honestamente, no tenia idea de que hacer. Tamara claramente había estado planeando su discurso por un tiempo, y honestamente le parecio bastante convincente. Pero el problema era que ella claramente también tenia una agenta, algo que el no podia olvidar.

A pesar de lo que dijo, no estaba del todo cómodo con tener un criminal de guerra a cargo de el, aun mas trabajando a su lado. Tenia que ir allí, hablar con el tipo por su cuenta, quizás allí tendría una mejor imagen de que haría. Al menos los lados estaban bien definidos aquí, y desafortunadamente, no parecía que seria capaz de mantenerse neutral esta vez.

Suspiro. Bueno, tenia suficiente tiempo para pensar sobre esto en su camino hasta allí. Podria aprovechar y empezar temprano. Pensando eso, empezó a caminar hacia el extraño transporte que lo llevaría hacia la Ciudadela.