El Representante


La Ciudadela, Hangar

El Skyranger tembló y luego de unos segundos se quedó inmóvil. Herman escucho cuando los motores se apagaron y las luces del interior destellaron con un color rojo sólido. Desenganchándose, se puso de pie y espero a que la rampa se bajase. La nave era sorprendentemente compacta y aun así parecía proveer suficiente lugar para un pequeño escuadrón de soldados.

Lo que era bastante impresionante, considerando que los militares tendían a… sobre compensar algunas veces. Al menos en términos de sacarle el mayor provecho a sus vehículos. Algo así sería juzgado como poco práctico debido a la poca cantidad de soldados que llevaba. De hecho, podía jurar que había visto diseños similares a los del Skyranger hace… ¿Habían sido cinco años? Diseños que la OTAN rechazo debido a su "extremo costo". No que importara mucho, pero aun así le era interesante notarlo.

También le sería interesante ver que otras ideas abandonadas podría haber implementado XCOM. Con un silbido, la rampa descendió y Herman salió hacia lo que parecía ser el hangar. Estaba sorprendentemente vacío, sin barriles de combustibles o muchos vehículos. Mirando hacia la esquina, vio otro Skyranger estacionado, además del que estaba frente suyo. Hm. Se preguntaba cuántos tenía XCOM. Levantando la mirada hacia las paredes de la caverna alzo sus cejas en sorpresa.

Una elección de diseño interesante e inteligente, tenía que admitirlo. En vez de almacenar los cazas de XCOM en filas dentro del hangar, habían sido puestos en espacios excavados de las paredes. Había seis en total, y no veía como eran capaces de desplegarse, pero le impresionaba que hubieran tomado ventaja de la inusual localización de la base.

La Ciudadela… Eso solo le había dicho que no estaba tratando con el típico comandante militar. Casi todo el personal militar se mantenía con nombres básicos y genéricos como "Alpha," "Theta", y así. Había variedad de razones para esto, pero llamar a una base militar de verdad como algo salido de una novela o una película no era exactamente común, y normalmente se intentaba evitar.

Una lástima, pero tenía que admitir que era algo genial tener una base llamada así. La Ciudadela tenía cierto estilo. Recordando porque estaba allí, miro a su alrededor preguntándose a donde debería dirigirse. No parecía haber ningún comité de bienvenida allí y el hangar estaba casi desierto ya.

"¿Disfruto el vuelo?" Le pregunto una voz detrás suyo.

Herman se giró para ver al hombre que presumía era su piloto acercándosele. Vistiendo un típico traje de aviación negro con su casco metido bajo el brazo, el hombre parecía estar analizándolo a simple vista. Sus marrones cabellos estaban mayoritariamente despeinados pero sus ojos eran impactantes. En ese momento, Herman no podía saber que estaba pensando.

"Sin problemas," respondió Herman. "Nunca volé en uno de esos antes. ¿Asumo que siempre es así de suave?"

El hombre no sonrió. "Solo en las misiones en las que va todo bien."

"¿Eso no pasa seguido?" Pregunto Herman, girándose para enfrentarlo mejor.

El hombre lo saludo con la mano que no sostenía su casco sin darle mucha importancia. "Nah, pero lo suficiente como para inquietarme un poco." Le extendió la mano. "Jason Olgard, señal `Big Sky´"

Herman la tomo. "Herman Diederick, representante del Consejo."

Jason lo miro, claramente estando tan defensivo como posible. "Si, se quién es."

Herman le dio una pequeña sonrisa. "¿Y presumo que ya tiene una opinión?"

"Solo curiosidad," respondió cuidadosamente Jason. "Me pregunto porque el Consejo envía a alguien ahora."

"Simplemente quieren asegurarse de que todo está en cumplimiento de los estándares," le aseguro Herman, ni siquiera remotamente convencido de que el piloto le creería. "Nada más ni nada menos."

Lo que asumió parecía ser verdadero. "Hmm," respondió Jason, manteniendo su neutral tono. "Ya veremos."

Podría ver lo que podía conseguir. Nunca dolería hablarle a la gente que cuestionaba sus motivos, de hecho, era una oportunidad excelente para hacerlo cambiar de idea. Y tenía la pequeña sospecha de que iba a estar haciendo mucho de eso por aquí. "¿Tienes dudas?"

"Solo digamos que me preocupa," respondió lentamente Jason, su rostro endureciéndose para esconder la emoción. "Las cosas siempre parecen… cual es la palabra que busco… deteriorarse cuando la ONU intenta involucrarse."

Hm. Un escéptico de las Naciones Unidas; no era poco común entre el personal militar y siendo parte de la OTAN él podía atestiguar algunos de los pasos en falso de las Naciones Unidas. Desafortunadamente, eso solía ser todo lo que la gente recordaba. "Te das cuenta de que XCOM es parte de las Naciones Unidas," le informo Herman. "Incluso si es a través del Consejo."

Jason finalmente sonrió. "He estado en operaciones de la ONU antes, Representante, y puedo asegurarle que esto no funciona para nada como algo hecho por las Naciones Unidas."

Probablemente era verdad. El Comandante prefería hacer las cosas a su manera y probablemente consideraba los procedimientos conducidos por las fuerzas de paz y la OTAN una pérdida de tiempo, o innecesarias. Basado en el perfil psicológico del Comandante que se le había provisto, era un hombre de acción. No pasaba muchos días deliberando o discutiendo más de lo que el juzgaba era necesario. Veía lo que tenía que hacer desde su punto de vista e inmediatamente intentaba hacerlo.

Podía respetar su proactividad, pero no cuando costaba la seguridad. Herman tendía a ver el largo plazo, incluyendo lo que sucedería luego de la misión o la operación completada en vez de solo los efectos a corto plazo. Y si la Guerra Contra El Terror había probado algo, es que el Comandante no veía más allá de su actual objetivo.

A pesar de lo que él pensaba, cada vez se sentía más y más curioso por cuando lo conocería. Quizás entonces las cosas se aclararían más. Aun así, tenía que recordar que probablemente no sería bienvenido y que el Comandante era un hombre muy inteligente en todo sentido. A pesar de su aparente disgusto por la política, el Comandante parecía tener un buen control de ella y probablemente estaría muy alerta si intentaba cualquier tipo de truco verbal.

Probablemente no reaccionaria bien a eso. Directo y franco, eso era lo que el dossier decía que sería lo mejor para ganarse su respeto. Lo mejor sería ser educado al principio y ver donde lo llevaba eso.

"Bueno," respondió finalmente el, volviendo a la conversación. "Ansió ver como difiere. Podría ser un buen cambio de ritmo para mí."

"Esperemos que no encuentre nada demasiado problemático," comento Jason sombríamente. "Lo último que necesitamos es una interrupción."

"Créame, entiendo lo peligrosa que es la amenaza alienígena," le aseguro Herman. "Nada cambiara a menos que sea absolutamente necesario."

Jason asintió una vez. "Espero que me lo pruebe."

Bueno, esto había empezado excelentemente. Sinceramente esperaba que no todos sean así. "Intentare hacer lo mejor que pueda. Ahora," miro a su alrededor. "Supongo que debería conocer al Comandante. ¿Supongo que sabes dónde está?"

"¿Ahora mismo?" Le pregunto Jason alzando la mirada. "No. No soy el que te dará las direcciones. Su escolta debería llegar en cualquier momento."

"¿Supongo que están tarde?" Pregunto Herman.

"Si," asintió Jason, acomodando el casco bajo su brazo. "Pero tenemos un escuadrón volviendo de una misión. Estamos más concentrados en eso."

Ah, eso tenía sentido. "Entiendo," Herman asintió. "Esperare lo que haga falta."

"Me quedare hasta que llegue," dijo Jason, girando el casco en sus manos. "No querría dejarlo solo aquí."

"Gracias," respondió Herman, genuinamente agradecido por la oferta. "Así que, ¿Cuántos pilotos tienen?"

"¿Skyranger o Cuervos?" Intento aclarar Jason. Herman supuso que los Cuervos eran esos cazas. Bueno, tenía tiempo.

"Ambos."

"Para los Skyranger, solo tres," respondió Jason indicando la nave detrás suyo. "Tristen y Riley, "Fallen Sky" y "Burning Sky" respectivamente. Luego estoy yo, claro. Tenemos nuevos pilotos y Cuervos así que no se me todos los nombres, pero tenemos seis en total, aunque el Comandante busca expandirlos aún más."

"Una fuerza aérea bastante pequeña," comento Herman. "Creo que necesitarían más."

"Los necesitamos, no hay duda," acordó empáticamente Jason. "Pero es un problema de tiempo, capacidad y fondos. Los detalles de esos no me incluyen, aunque el Comandante podría ser más abierto con usted. Nos la hemos arreglado bastante bien hasta ahora, pero sabemos que la guerra aérea solo se va a poner más intensa."

Herman recordó el navío alienígena y tenía que estar de acuerdo. "Los aliens no pueden estar felices de haber perdido su navío."

"No hay duda," respondió Jason. "Apostaría que-ah, parece que su escolta ha llegado."

Ya era hora. Herman se giró y sus ojos se abrieron por la sorpresa. "¿General Van Doorn?" Exclamo sorprendido, ciertamente sus ojos no le estaban jugando una broma cuando el pelado y alegre hombre camino hacia el vestido en uniforme militar negro con el logo de XCOM cosido en los hombros.

"Un placer volver a verte, Herman," le respondió Van Doorn felizmente mientras se tomaban los antebrazos como habían acostumbrado y se tomaban en un rápido abrazo. Retrocediendo un paso, Van Doorn continuo. "No sabes lo aliviado que estuve cuando escuche que eras tú el que vendría."

"¿Qué haces aquí?" Le pregunto Herman incrédulamente. "Lo último que había escuchado es que te habían llamado a algún tipo de reunión."

"Larga historia," respondió Van Doorn con una sonrisa. "Es suficiente decir que me encontré en una situación donde XCOM tuvo que venir y extraerme. Luego de una serie de interesantes eventos, decidí quedarme y ayudar aquí." Indico a la puerta. "Vamos, podemos hablar y caminar a la vez."

Herman camino a su lado y comenzaron a caminar fuera del hangar. Sacudió su cabeza incrédulamente. "Lo admito, me sorprende que abandonases la OTAN. Y que nadie nos dijera."

"Si," admitió pícaramente Van Doorn. "El Consejo no estuvo del todo feliz con mi decisión, pero aquí es donde pertenezco. XCOM es nuestra mejor chance de luchar contra los alienígenas, lo admita el Consejo o no."

Caminaron en silencio por unos segundos. "Supongo que sabe lo que debería esperar," dijo finalmente Herman. "¿Bueno o malo?"

Van Doorn frunció sus labios. "El Comandante es… bueno, digamos que no está a favor de que el Consejo tome un rol más grande en XCOM. He logrado que tenga una actitud un poco más abierta hacia ti, así que probablemente no será tan… hostil. Pero no espere cooperación completa al principio."

Herman suspiro. "Lo esperaba. Pero sabe porque estoy aquí, así que, si hay algo, lo encontrare."

"Ciertamente," dijo Van Doorn de acuerdo, sorprendiéndolo. "Pero ambos sabemos que no hay organización militar que sea del todo limpia. Supongo que está en tus manos decidir lo que te parezca que valga la pena reportar. Tienes un trabajo y lo entiendo. No habrá oposición de mi parte."

"¿Pero la tendré del resto?" Herman termino el pensamiento cautelosamente.

Van Doorn se detuvo cuando giro la esquina. "Eso dependería de cómo te comportes. Muéstrate con voluntad de trabajar con nosotros y ganaras más apoyo. El Dr. Shen no se opone a usted y yo tampoco, claramente. Pero el resto sospecha, al menos."

"¿Y cuál es su impresión del Comandante?" Pregunto cuidadosamente Herman.

El General dudo antes de responder. "De trabajar con él, puedo decir que es muy determinado, leal a todos bajo su mando y… supongo que decisivo es la mejor palabra. Pero es justo y escuchara a todos antes de llegar a una decisión."

"¿Es eso solo de muestra o lo hace de verdad?" Cuestiono Herman. Muchas veces las cosas como esas tendían a ser más… simbólicas que buscar un feedback verdadero.

"Yo creo que sí," respondió cuidadosamente Van Doorn. "Dicho eso, muchas veces actúa bajo la impresión de que su forma de hacer las cosas siempre es la correcta. Tiene contraargumentos para la mayoría de puntos que se le eleven en contra y parece haberlos usado tanto que parecen ensayados. Sin mencionar que sus vistas generalmente se alinean fuertemente con la mayoría de nuestro Consejo Interno."

Hm. Mientras más hablaban, más le parecía que Van Doorn no sabía la verdadera identidad del Comandante. En este punto debería haberlo mencionado al menos una vez, a menos que asumiera que el Consejo se lo había dicho. Había una forma de averiguarlo; simplemente preguntarle serviría. Pero si Van Doorn no sabía, sería un paso en falso muy grande y podría causar toda una cascada de problemas. Sería mejor hablar con el Comandante primero a menos que Van Doorn lo mencione.

"¿Asumo que este Consejo Interno es el cuerpo de consejeros del Comandante?" Pregunto Herman mientras caminaban al interior de un ascensor que empezaba a levantarse.

"Si," asintió Van Doorn. "Sus miembros incluyen nuestro líder de Ingeniería, el Dr. Shen; nuestro oficial Central, Bradford; nuestra cabecilla de I&D, la Dra. Vahlen, y yo."

Vahlen. Había escuchado ese nombre antes, aunque no podía recordar… busco su mente por un minuto hasta que recordó algo. "¿No era Vahlen una de las científicas pérdidas durante la Guerra Contra El Terror?"

Van Doorn se rio. "Eso creía o también. Parece que resulto ser solo un engaño, o eso me dicen. Pero está perfectamente viva y tan brillante como siempre. Aunque incomoda un poco."

Si. Eso encajaba con lo que ahora recordaba sobre la mujer. Fría, calculadora, enfocada y brillante. Era el tipo de científica que ponía la ética y la moral a un lado en favor del avance científico puro. Parecía que iba a conocer a un grupo de interesantes personas.

"Preferiría no enojar al Comandante en nuestra primera visita," dijo finalmente Herman. "¿Cualquier cosa que debería hacer o evitar hacer?"

"Háblale como un soldado, no como un diplomático o un representante," le recomendó Van Doorn cuidadosamente. "Lo respetara más, incluso si no le caerás bien. Pero no se retendrá y tampoco deberías hacerlo tú, pero se inteligente sobre eso."

"Lo recordare," prometió Herman, preparándose para la conversación que se avecinaba.


La Ciudadela, Oficina del Comandante

Van Doorn se había ido para traerle al representante para conocerlo. Bueno, no podría retrasar esto para siempre. Aun así, no dejaría que esto arruinase una excelente misión. Los aliens habían sido derrotados, no había habido bajas y había convencido al presidente de Corea del Sur de que XCOM asegurase el área así "no habría más heridos". No lastimaba tampoco que las fuerzas especiales que había enviado habían sido rescatadas por XCOM y habían sido testigos de una letal demostración del poder sin contener de la tecnología alienígena. Una lástima que la población haya sido abducida, pero tristemente no había cosa que pudieran haber hecho para prevenir eso.

Dicho eso, no se habría preocupado si Corea del Sur insistía en algo de tecnología. Como Israel, generalmente se preocupaban con problemas más cercanos a su hogar que con XCOM, los aliens o el mundo en general. Pero un problema era que no sabía exactamente lo que haría el país con una repentina explosión de avance tecnológico. Pero la mayor razón para él era que esto podría darle la ventaja a Corea del Sur en su lucha oculta con su vecino.

No que lo entristecería mucho, pero le preocupaba más que eso empuje a Corea del Norte a terminar esta guerra de un solo lado decisivamente. Si Corea del Sur se sentía endurecida por su nueva ventaja, un ataque más publico podría permitirle a Corea del Norte para que convenzan exitosamente a China para que los respalde mientras ponían en su lugar al país rebelde.

Y eso era lo último que necesitaba o quería.

Estas rivalidades y tensiones constantes entre países de todo el mundo se hacían más y más preocupantes mientras más duraba la guerra. Era solo cosa de tiempo antes de que algún país idiota ponga sus manos en tecnología alienígena y la use para atacar a aquellos que considere su enemigo. Sin importar lo mucho que lo intentara, pasaría algún día.

Ahora, tenía algunas ideas a mano, pero ninguna de ellas era particularmente… legal. Pero si la estabilidad del mundo empezaba a colapsar, no tendría elección alguna más que al menos intentar dirigirlo.

Pero ese era un tema para más tarde. Ahora mismo tenía problemas más cercanos con los que lidiar.

Se habían establecido las reglas de campo para el representante. Iba a aprender lo justo y necesario y cualquier otra pregunta adicional que hiciera seria dirigida al Comandante, o explicada de una manera en la que lo confundiera, mientras técnicamente no mentían. "Oficialmente" tendría acceso sin restricción a toda la base, lo que significaba que podía acceder a todos lados excepto las celdas, contención alienígena y las nuevas celdas del laboratorio que se construían bajo el área de investigación.

Zhang y la Inteligencia de XCOM no debían ser mencionadas bajo ninguna circunstancia o insinuadas de cualquier forma. En el evento de que los dos se encontrasen, Zhang será simplemente un soldado en las fuerzas armadas de XCOM y eso se mantendría así hasta que el Comandante lo piense como necesario. Sera notificado de las misiones que lleven a cabo, pero las reuniones del Consejo Interno serán llevadas a cabo sin él. Si insiste, serán llevadas a cabo sin su conocimiento.

Había debatido intentar esconder las contingencias públicas, pero solo se vería sospechoso, especialmente ya que la base entera tenia acceso por el momento. La única cosa que le preocupaba era la contingencia Thanatos, pero dependiendo de qué tan razonable sea este "Herman Diederick", podría convencerlo de la necesidad de todo esto.

Van Doorn había estado emocionado cuando el nombre les llego. Según el General, Herman era razonable, leal, mentalidad estable y un táctico muy bueno para acompañar todo. Todo sonaba demasiado bueno para ser verdad, pero si era así, lo hacia una elección muy extraña para ser un representante del Consejo.

No creía que el Consejo enviaría a alguien que no pensaran que podrían influenciar, así que eso ponía cierta sombra sobre las palabras de Van Doorn. Aun así, podría ser útil para aplacar al Consejo, asumiendo que pudiese controlar todo.

Ese era el mejor caso, y esos generalmente no le pasaban lo suficiente como para confiar en ellos.

Una luz en su escritorio parpadeo, indicando que había alguien afuera. Hora de conocerlo. La puerta se abrió deslizándose y Van Doorn entro, con el representante a su lado. Herman no parecía tan viejo, tardíos treintas o cuarentas a primera vista. Su corto cabello negro estaba ordenado y su afeitado rostro estaba compuesto. El Comandante no fallo en notar la cicatriz que recorría su frente.

Interesante. También estaba vestido en uniforme militar de la OTAN, aunque debe haber quitado cualquier medalla que muestre su. El único emblema que lo identificaba era el de las Naciones Unidas. Al menos estaba mas tranquilo de que estaría tratando con una personalidad militar y no con un político.

"Comandante," lo saludo Van Doorn en cuanto llegaron frente a su escritorio e indicaba al hombre a su lado. "Este es Herman Diederick, General Mayor en la OTAN y Representante del Consejo."

"Lo sé," le respondió al General. "Supongo que debo darle la bienvenida a la Ciudadela."

"Es una base única en su especie," respondió Herman, juntando sus manos frente suyo. "No creo que haya visto algo así antes."

"Puedo imaginármelo," dijo el Comandante de acuerdo, manteniendo su tono deliberadamente neutral. Asintió hacia Van Doorn. "General, me gustaría hablar con el solo."

"Estaré en Control de Misión," le dijo Van Doorn mientras le daba su saludo y se marchaba. "El Equipo Espuela debería estar volviendo en unos minutos."

Esperaron unos segundos después de que Van Doorn se fuera y la puerta se cerrase antes de que cualquiera de los dos hiciera un movimiento. "Supongo que llegue en un mal momento," dijo finalmente Herman. "Preferiría no interrumpir una operación en curso."

"Para ser honesto, nunca habría un `buen´ momento para que llegases," le respondió el Comandante, caminando alrededor de la mesa y dándole una tableta. "Pero en este caso, no es interrupción. Nuestra operación fue exitosa y el escuadrón esta volviendo ahora. Los detalles de la misión están aquí."

Herman tomo la tableta y la leyó por unos minutos. "Casi diez mil abducidos. No estoy seguro de que esto pueda considerarse como un éxito."

El Comandante suspiro. "Hasta que haya una manera de predecir donde van a atacar los alienígenas, lo mejor que podemos hacer es erradicar los que queden. No estamos tratando con una nación rebelde; estamos tratando con una raza alienígena tecnológicamente avanzada."

"Tiene razón," respondió Herman, dejando la tableta de lado y evaluándolo. "Pero supongo que me van a tener que poner al tanto de todo esto. Mientras tanto, supongo que deberíamos encargarnos de esta situación."

El Comandante frunció los labios. "Estoy de acuerdo. Así que, ¿Qué le dijo el Consejo sobre mí? También apreciaría saber las raciones de porque sintieron necesario interferir en mi operación."

"Esto sigue siendo técnicamente una operación del Consejo," declaro Herman neutralmente. "Le guste o no, tienen derecho a dirigirla como les parezca mejor."

Los ojos del Comandante se transformaron en hielo. "Eso es algo para debatir luego. Por favor responda la pregunta."

"¿Qué que me contaron…?" Herman musito, y luego lo miro directamente. "Su identidad, para empezar, Comandante."

No estaba del todo sorprendido. Se esperaba que el Consejo usaría sin duda su información mas hiriente para poner a quien envíen de su lado. "¿Y supongo que tiene una opinión?"

Herman parecía algo entretenido. "¿De verdad quiere mi opinión personal?"

Los labios del Comandante se torcieron en una sonrisa sin humor. "Si."

"En mi humilde opinión, deberían haberlo ejecutado," declaro fuertemente Herman. "O incluso estar en alguna celda de por vida. Alguien como usted no debería haber sido puesto al mando, sin importar lo capaz que sea." Alzo una mano, deteniendo cualquier respuesta inicial.

"Dicho eso, fue hecho sin mi opinión y hay poco que pueda hacer sobre eso. No tiene que temer que use su pasado como arma o excusa en su contra. Tenemos un enemigo mucho mas grande y tengo la voluntad de… pasar por encima… sus crímenes durante la duración de esta guerra."

Hm. Bueno, eso era interesante. Aunque se percato de que su promesa duraría solo por "la duración de esta guerra". Eso tendría que ser suficiente. "Al menos es honesto," respondió el Comandante, inclinando su cabeza. "Puedo trabajar con eso."

"¿Cuántos lo saben?" Pregunto Herman, uniendo sus dedos.

"¿Mi identidad? Ninguno," dijo el Comandante encogiéndose de hombros. "El Consejo sabiamente supo que eso solo causaría problemas y simplemente les dijo a todos que fui uno de los soldados bajo el mando del Comandante. Una historia a la que me he apegado desde entonces."

"Ya veo," dijo Herman. "En ese caso, lo que he escuchado sobre usted varia mucho dependiendo de que canciller lo diga. Algunos prefieren dejarlo que haga lo suyo, a otros les preocupa que este intentando conseguir poder y autorizar operaciones fuera de su autoridad."

Típico. Al menos el Consejo no tenia nada que el no hubiera anticipado. "Supongo que por "conseguir poder" se refieren a mis alianzas con países fuera de su pequeño Consejo o que simplemente están enojados con que no comparta cada detalle con ellos."

"Una combinación de ambos, creo yo," dijo Herman asintiendo. "Tiene que saber que Israel no esta en los mejores términos con- "

El Comandante alzo una mano, interrumpiéndolo. "Déjeme ser perfectamente claro. No me importa si a la ONU no le gusta un país. Si tienen la voluntad de trabajar conmigo y contribuir a la defensa de la Tierra, no les voy a negar eso. Dígame, ¿Por qué la ONU tiene un problema con Israel y no Arabia Saudita o China, cuando ambos violan múltiples regulaciones de los derechos humanos, puestas en lugar por la ONU misma?"

"Política," admitió Herman. "Ambos sabemos eso y algunas veces se tienen que llegar a puntos medios. Israel se negó a eso en todo y como resultado les parecen problemáticos. No es que les disguste activamente Israel, es mas que es un país sin voluntad para trabajar con otros. Excepto con usted, aparentemente."

"Mi punto es que voy a seguir intentando hacer alianzas con países fuera del Consejo," dijo el Comandante firmemente. "Así que si eso va a ser un problema, el Consejo debería estar preparado."

"Supongo que eso va a depender de a quien tenga en mente," dijo Herman encogiéndose de hombros. "Escúcheme, por sospechoso que me parezca ahora mismo, no voy a tratar de causarle problemas. Pero esta es una operación de las Naciones Unidas y si viola sus pautas, voy a hacer mi trabajo."

El Comandante suspiro. "¿De verdad piensa que es posible tener una guerra sin daño colateral? Eso es lo que más le preocupa al Consejo, ¿Verdad?"

"Claro que el daño colateral es inevitable," insistió Herman, suspirando. "Pero se deberían hacer todos los esfuerzos como para minimizarlo."

El Comandante sacudió su cabeza. Debería ser minimizado, pero esa no es la prioridad, ni debería serlo. La gente muere en la guerra, es inevitable. Terminarlo tan rápido y eficientemente como sea posible es el objetivo final, y si muere gente inocente, eso es algo con lo que puedo vivir."

Herman se veía algo sobresaltado por esto. "Ya veo."

"No, no lo ve," le replico el Comandante bruscamente. "Y la mayoría del mundo tampoco lo ve. Entiendo muy bien mi reputación, créame, y estoy contento con ella. Pero la verdad es que la mayoría del mundo no entiende la guerra o lo que toma ganar una. No puedes luchar con limitaciones y reglas si quieres lograr la victoria.

El suspiro. "Tu eres un soldado, así que quizás tengas una mejor idea, pero incluso tu probablemente me ves como un monstruo, ¿no? Ese no es un problema para mí, pero yo hago lo que es necesario, sin importar si está bien o no. Entienda esto sobre mí, no voy a arriesgar la sobrevivencia de la raza humana sobre unas mezquinas regulaciones de la ONU."

Herman se retuvo por unos segundos luego del monologo antes de hablar. "Su punto está hecho, Comandante."

"Me alegra," respondió el Comandante, su tono tornándose mas neutral otra vez. "Y les guste o no, son un daño potencial mas grande a la humanidad que a los aliens. Tienen el poder para derribarme, o al menos causarme grandes inconveniencias. Normalmente trato con los riesgos como esos decisivamente, pero déjame ser claro aquí; la única razón por la que no lo considero un espía enemigo es porque Van Doorn confía en ti y lo cree razonable."

"Me gusta considerarme así," respondió Herman lentamente. "Pero otra vez, tengo un trabajo aquí, y no lo ignorare. Pero preferiría trabajar con usted contra los aliens que tener esta animosidad entre nosotros."

El Comandante asintió. "Eso es ideal. Pero no permitiré que entre gente a mi Consejo a menos que confié en ellos. ¿Quiere un rol mas grande aquí? Gáneselo."

"Supongo que, en su posición, eso tiene sentido," admitió Herman. "Pero no me quedare de manos cruzadas hasta que alcance algún criterio suyo."

"No, no lo hará," el Comandante le lanzo una insignia que atrapo fácilmente. "Debería poder entrar a cualquier lugar con esto. Cualquier problema que tenga, háblelo conmigo y será arreglado."

"Se aprecia" le dijo Herman mientras guardaba la tarjeta en su bolsillo. "Supongo que debería preguntarlo; ¿Está llevando a cabo actualmente o autorizando cualquier operación o proyecto ilegal?"

El Comandante lo miro a los ojos. "No."

Herman asintió. "Entonces hasta que encuentre evidencia que sugiera lo contrario, eso me servirá."

"Se lo notificara cuando sea nuestra próxima operación," le dijo el Comandante, yendo hacia su escritorio. "Eso debería darle una idea de cómo conducimos nuestras misiones."

"Por favor que sea así," dijo de acuerdo Herman, inclinando su cabeza. "Mientras tanto, me gustaría recorrer la base y hablar con su personal."

"Adelante," lo alentó el Comandante. "Encontrara todo en orden."

"Eso espero," dijo Herman detectando la despedida. "Hasta la próxima, Comandante."

Se marcho, dejándolo al Comandante solo.

Interesante.

Parecía que Van Doorn había estado al menos parcialmente en lo correcto con el hombre, lo que era bueno y malo. Bueno en que parecía ser una persona razonable y nivelada, y que no parecía ser una herramienta del Consejo. Lo que honestamente lo sorprendía, había pensado que tomarían esta oportunidad para enviar a alguien devoto a derribarlo y aunque no tenia duda de que Herman cumpliría su deber si descubría algo, ese no era su objetivo primario.

Tendría que preguntarle mas sobre el estado del Consejo. O estaban siendo extremamente razonables, o había mas desacuerdos de los que creía. Sabia los nombres de los Cancilleres y de que lado estaban, dados eventos recientes, las lealtades podrían haber cambiado y necesitarían ser actualizadas.

Lo que le preocupaba era que Herman iba a hacer su trabajo y no parecía que la intimidación lo afectara. Lo que podía respetar ya que al menos no escondía su intención. Al mismo tiempo, eso lo hacia aun mas crucial mantener ciertas cosas escondidas, porque si descubría algo, probablemente no descansaría hasta que descubriese todo.


La Ciudadela, Barracones

Soran puso su arma laser con cuidado de vuelta en su casillero. Satisfecho que todo estaba en orden, tomo un paso hacia atrás y cerro la puerta hasta que escucho un clic. Le gustaba lo organizado que estaba todo aquí, casi no había desorden o lugares demasiado abiertos o apretados. Los otros soldados también estaban guardando su equipamiento y algunos de los otros soldados estaban mirando o acercándose.

"¿Qué fue esta vez?" Una mujer con cabello castaño y un acento británico pregunto, caminando hacia Creed.

"Abducción Alienígena," le respondió Creed, girándose hacia ella. "Fue bastante bien, considerando todo. En Corea del Sur fue, hasta tuvimos algo de ayuda de su parte."

"Interesante," musito ella, alzando la mirada. "¿Por qué allí de todos lados?"

"No lo sé," respondió Creed mientras guardaba su rifle. "Pero se llevaron a todo el pueblo otra vez."

Ella frunció el ceño. "Maldición."

"¿Ha sido diferente alguna vez?" Pregunto Soran, decidiendo acercarse a ellos. "¿Alguna vez han detenido una abducción en progreso?"

Ella frunció el ceño y entrecerró sus impactantes ojos marrones. "¿Quién eres-Ah, uno de los nuevos, ¿no?"

"Si," Soran extendió su mano ya que esa parecía ser la costumbre aquí. "Soran Kakusa."

Ella se la tomo firmemente. "Patricia Trask, un placer."

Incluso sin armadura, tenia una figura imponente. A pesar de ser solo un poco mas baja que el, estaba mucho mas en forma que el y probablemente lo superaría en una prueba de fuerza. No parecía ser una persona agradable a primeras, parecía muy… calculadora, al menos en sus ojos, que lo estaban evaluando rápidamente. Aun así, no le pareció natamente peligrosa, como Carmelita.

Extrañamente, parecía incomoda por algo. Constantemente ojeaba a Creed cuando él no se concentraba en ella. Su expresión se veía confundida, como si no pudiera decidir qué emoción mostrar. Soran no sabia si eso era normal, pero ella se compuso rápidamente unos segundos después.

Hm.

"Para responder tu pregunta, no," dijo Creed, girándose hacia los. "A menos que me esté olvidando algo, Patricia."

Patricia sacudió la cabeza. "No, nunca frenamos uno. Estuvimos cerca varias veces, pero siempre estamos muy tarde."

"¿Por qué?" Pregunto Soran, inclinándose contra la pared. "¿No se los puede detectar hasta después de la abducción?"

"Esencialmente," dijo Patricia sombríamente. "No tenemos forma de predecir donde atacaran. Por lo tanto, nuestra respuesta siempre es reaccionaria.

Interesante. "¿Entonces no han sido capaces de entrar a su red de comunicaciones?"

"Aun no," admitió Creed. "Aunque eso probablemente será uno de los próximos proyectos que los equipos de investigación realicen."

"Yo no estaría tan segura," advirtió Patricia. "Aparentemente hicieron algún tipo de gran descubrimiento recientemente. Me imagino que se concentraran en eso primero."

Creed frunció el ceño y la miro. "¿Qué descubrieron?

"No lo sé," dijo ella encogiéndose de hombros. "Pero escuche la palabra "mezcla" mencionada varias veces. Ni idea que será. Le preguntare a Vahlen cuando la vea más tarde."

"¿Cuándo será eso?" Pregunto Creed, una mueca entretenida en su rostro.

"Mas tarde hoy," le respondió ella gesticulando con la mano. Creed se veía sorprendido.

"Lo dices en serio," declaro el, sorprendido. "¿Por qué la vas a ver?"

Patricia hizo una mueca y desvió la mirada. "Algo personal."

"¿Con Vahlen?" Pregunto escépticamente Creed.

"Como dije, algo personal," repitió Patricia y sacudió su cabeza. "Como sea, te perdiste una llegada interesante."

"¿Quién?"

"El Consejo decidió enviar un representante," respondió Patricia. "Herman Diederick, si eso importa."

Soran frunció el ceño al igual que Creed. "¿Por qué?" Pregunto finalmente Creed.

"Supongo que el Consejo quiere una voz mas fuerte en XCOM," supuso Patricia. "O simplemente quieren tener una mejor idea de lo que está pasando."

"No, ¿Por qué ahora?" Repitió Creed, con confusión legitima en su rostro. "Si quisieran eso hubieran tenido a alguien desde el principio. Esto debe de haber sido causado por algo."

"¿El navío?" Sugirió Soran. "¿Quizás el Consejo no estaba feliz con el daño colateral?"

"Espero que tengan mas razones que eso," declaro Creed, su tono haciéndose mas oscuro. "Estoy cansado de escuchar como transforman eso en algo negativo."

"Los políticos no entienden la guerra," dijo Patricia de acuerdo, frunciendo los labios. "Les importa mas la opinión publica que el hecho de que derribamos un navío alienígena."

Soran espero unos segundos, mirando a ambos. "Supongo que no son fans de la ONU."

"No soy fan de la política," respondió duramente Creed.

"No soy fan de la idiotez," añadió Patricia con un cabeceo. "Y me parece que ambas suelen ir juntas en la ONU con bastante regularidad."

Soran se esforzaba en mantener su rostro vacío. Esta falta de respeto por la organización a la que al final respondían era… bueno, extraordinario. Seguro, la ONU no era perfecta, pero era mejor que la anarquía, que es lo que probablemente pasaría si no existiera. Incluso si servía como disuasorio y nada más, una organización poco eficaz era mejor que países en guerra.

Además de eso, si sus superiores los escucharan hablara si de ellos, no había duda de que serian castigados duramente. El hecho de que el Comandante no haya castigado este tipo de habla significaba que no le importaba, no sabía, o estaba de acuerdo. En ese caso, no era difícil imaginar porque la ONU enviaría a alguien para supervisar las cosas.

"¿Entonces supongo que tampoco están felices con el representante?" Supuso el.

Patricia miro hacia la puerta. "Eso depende si empieza a interferir con la guerra."

Creed se encogió de hombros. "Estoy seguro de que el Comandante se encargara. No sabemos lo que pasa entre el y el Consejo. Todo esto podría estar planeado.

Patricia bufo. "Me encantaría ver su rostro cuando lea las contingencias." Creed se rio al escuchar eso.

Ah, es verdad. Tenia que hacer eso también. Los documentos técnicos le solían parecer aburridos, pero ese comentario había impulsado su curiosidad, especialmente si parecía indicar que algo de su contenido no seria algo que la ONU condonaría.

"¿Saben que hacen con la gente que capturan?" Pregunto el, moviendo su mano en un círculo. "Las abducciones, digo."

Patricia y Creed intercambiaron una mirada. "Nada bueno," dijo sombríamente Creed. "Pero nadie está seguro."

"Probablemente experimentan con ellos," supuso Patricia. "Aunque no sé qué podrían ganar de nosotros más allá de conocimiento anatómico básico. Ya saben lo que nos matara."

"Esperemos no descubrirlo." Declaro Creed.

"Si," dijo de acuerdo ella. "Bueno, me iré ahora. Tengo una cita con Vahlen."

"Buena suerte con eso," le dijo Creed solemnemente. "¿Practica a la misma hora?"

"Digamos que sí," dijo Patricia asintiendo. "Te hare saber si algo cambia," lo miro a Soran. "Un gusto conocerte, seguro te veré por aquí."

"Igualmente, Patricia." El asintió y ella se marchó. Creed se alejo para terminar de poner sus cosas en el casillero. Bueno, parecía que tenia lectura que hacer. Estas contingencias probablemente serian un buen lugar donde empezar.


Escocia, Naturaleza

Cerian evaluaba a los cinco individuos frente suyo. Tres hombres y dos mujeres. Tres agentes de campo, una especialista técnica y uno médico. Un equipo mucho mas grande de los que había usado antes. Pero juzgando por sus dossiers, todos eran muy exitosos en sus campos y aun mas importante, parecían confiables y discretos.

Había decidido hacer su hogar algo así como una base hasta que necesitaran moverse o suficientes personas se quejaran. Estaba alejado, conectado y era defendible. Había logrado hacer suficiente espacio para todos, aunque eso probablemente sería innecesario ya que pasarían la mayor parte del tiempo lejos de aquí.

Tristemente, había tenido que mover sus proyectos a una localización diferente y debió dejar de trabajar en ellos por completo. No podía hacer dos cosas como estas a la vez y su trabajo tomaba prioridad. Quizás dejaría que Mary, la especialista técnica le echase un vistazo. La mujer afro-americana lo había notado previamente y parecía interesada. Algo que recordar.

Patrick también estaba allí, y probablemente lo estaría hasta que las cosas se pongan en camino. Todos estaban aquí ahora, así que no había razón para retrasarse. Carraspeo para limpiar su garganta. "Bienvenidos, todos," se acomodo algo incomodado. "Soy Cerian y estaré supervisando esta operación." Toco el archivo en su mano. "Todos parecen competentes, así que entrare de lleno en esto."

Junto sus manos. "¿Asumo que cada uno escucho hablar de XCOM?" Todos asintieron afirmativamente.

"Los que derribaron el navío, ¿verdad?" Baston, uno de los agentes y campo pregunto.

"Correcto," dijo Cerian asintiendo. "Y por si no lo habían adivinado ya, XCOM es una organización de las Naciones Unidas."

Ninguno se veía sorprendido. Excelente, no estaba tratando con un montón de idiotas. Patrick tosió. "Técnicamente, es una organización del Consejo. Hasta donde le incumbe a las Naciones Unidas oficiales, XCOM es una organización independiente."

Cerian gesticulo con la mano. "Interesante, pero no importante para nuestros propósitos. El punto es que XCOM esta bajo regulaciones de la ONU y, por lo tanto, debe responder dentro de su esfera de influencia."

Señalo a uno que tenia su mano levantada. Darril, su especialista médico. "¿Si, Darril?"

"Solo para aclarar," respondió. "Este Consejo, es parte de las Naciones Unidas, y de ser así, ¿Por qué no hemos escuchado del?"

"Porque es muy secreto y este compuesto por todos los países que quieren su ONU privada," respondió Cerian irónicamente y eso les saco algunas risas cortas a algunos. "Es un club." Vio a Patrick fruncir el ceño y sonrió. "Pregúntenle a Patrick luego si quieren mas detalles, pero el Consejo no es de interés para nosotros."

"Así que, ¿que tenemos para trabajar?" Olivia, la otra agente de campo, pregunto.

"Muy poco," admitió animadamente Cerian. "Un desafío con seguridad total, pero estoy seguro de que todos están al nivel para hacerlo. Francamente este no sería un problema si cualquier otro estuviera al mando de XCOM." Miro a Patric quien asintió, tornándose mas sombrío. Patrick había querido mantener la identidad del Comandante un secreto. Pero había sido superado por completo por él. El caso ya tenia poca evidencia y no quería darles a sus agentes cualquier causa para pensar que esto era otra cosa que no sea una misión oficial.

Aún más, le parecía que todos tendían a trabajar mejor cuando la información era compartida. "Ahora asumo que todos saben que esto es clasificado, pero merece repetirlo aquí," pauso. "El Comandante esta vivo y esta al cargo de XCOM."

Todos se vieron confundidos por un momento hasta que Mary trago su respiración. "Oh," dijo soltándola. "¿Quiere decir ese Comandante?"

"¿La Guerra Contra El Terror? ¿Crucifijos y el Califato? Si, el mismísimo." Confirmo Cerian.

Los cinco empezaron a murmurar entre ellos incrédulamente. "¿Cómo diablos…?" Empezó Darril, y luego se detuvo y sacudió su cabeza.

Cerian alza una mano y dejaron de hablar. "Si, y fue hecho por los genios del Consejo. Pero lo hecho, hecho esta y ahora para la sorpresa de absolutamente nadie, creen que esta haciendo cosas que no deberían. Por favor dirijan sus quejas a Patrick allí," Patrick le lanzo una mirada y el suprimió otra sonrisa.

"El Comandante ha estado haciendo varias alianzas con países por fuera del Consejo," continuo Cerian, poniendo un mapa de Europa en una pizarra detrás suyo. "Hasta donde sabemos, el Comandante solo hizo alianzas oficiales con Israel y Alemania," señalo a los países de los que hablaba. "Naturalmente, esto pone al Consejo un poco nervioso. Israel por razones obvias y Alemania por lo que paso."

Baston frunció el ceño. "¿Es ese un problema?"

"Además de enojar al Consejo, no," admitió Cerian. "Pero es importante luego," indico a Patrick. "Adelante."

Patrick tomo el centro. "Asumo que cada uno conoce las circunstancias de la caída del gobierno alemán y el alza del estado militar actual. Hay razones para creer que cada uno de los eventos que llevaron a esto no fueron enteramente por culpa de los aliens."

Esperaron a que continuase. "En casi todos los ataques, la evidencia fue eliminada de una manera u otra y no tenemos del todo una buena idea de lo que paso antes. La respuesta más obvia es intervención alienígena, pero la cosa interesante es que no tenemos evidencia de eso en todas las instancias. Aunque, en Cologne podríamos haber encontrado algo."

"Eso fue donde sucedieron los ataques con ácido." Ren, el ultimo agente de campo, recordó.

"Correcto," afirmo Patrick. "Dos personas fueron identificadas como Hombres Delgados por la multitud. Como lo descubrieron, no sabemos. Pero fueron linchados por la multitud hasta matarlos poco después."

Olivia alazo una ceja. "¿Eso significa algo?"

"Los cuerpos de los aliens no pudieron ser recuperados," revelo Patrick "Aunque logramos tener una imagen de la victima masculina." Puso una foto de un joven hombre barbudo, que no parecía fuera de lo ordinario. La foto fue tomada durante la noche y a su lado había una mujer. "Norman Adalard," continuo Patrick. "Un joven activista sin actividad criminal previa o algo notorio, a decir verdad."

"¿Quién es la mujer?" Respondió Mary, mirando la foto curiosamente.

"Nuestro primer objetivo," respondió Cerian y puso otra foto. Era de baja calidad y solo tomo parte de su rostro, pero lo suficiente como para detectar ciertas facciones. Cabello negro hasta justo debajo de los hombros y claras facciones de oriente medio. Tristemente, los detalles de su rostro eran borrosos y granulados.

"Nuestra mujer misteriosa se encontró con Norman en el bar y luego de hablar por un tiempo, se marcharon y presumimos fueron a su casa." Cerian puso varias fotos más. "Estas fueron tomadas el día después. ¿Notan algo distinto?"

"Se lo ve inestable e incómodo," noto Darril. "Un poco diferente de la del bar donde se veía bastante feliz."

"Los anteojos también," noto Baston. "El mismo tipo de las que identifican a los hombres delgados."

"Combinadas con su extraña actitud, eso básicamente grita alíen." Termino Mary, golpeando su dedo contra su boca.

"Y poco después, nuestra mujer misteriosa desapareció y no se la ha visto desde entonces," termino Cerian. "No creo que sea demasiado asumir que tiene algo que ver con esto."

"No necesariamente," señalo Ren. "Podría haber estado en el lugar equivocado en el momento equivocado y se escapó cuando empezó el ataque."

"¿Tienen sospechosos?" Pregunto Mary, tomando su tableta.

"Buscamos su rostro por nuestra base de datos," respondió Patrick, tomando un archivo. "Tenemos cuatro posibles sospechosas." Y puso cuatro fotos de varias mujeres.

"Alberta Rolan," empezó. "Una inmigrante canadiense de Oriente Medio durante la Guerra Contra El Terror. Se volvió criminal cuando llego y ha llevado a cabo varios golpes. Es muy hábil en la seducción y la manipulación, ha sido una criminal buscada por cinco años y no se la ha atrapado aún."

"Namr Ida," continuo Patrick, señalando la segunda imagen. "Agente Especial iraní que participo en mas de una docena de operaciones durante la Guerra Contra el Terror. Desapareció hace varios años y se la presume muerta. O quizás no, sea cual sea el caso."

Indico a la tercera foto. "Yawe Ham, parte del circulo interno de la única organización criminal mayor de Israel. Por lo que sabemos, es la que ha mantenido al Mossad de erradicar su organización lo que me hace sospechar que o es una ex Mossad israelí o Kidon. Hablando de Roma…"

Indico la ultima foto. "Ruth Shira, una de las únicas agentes del Kidon identificadas en el mundo. Desafortunadamente no sabemos mucho sobre ella excepto que es una manipuladora experta y una asesina. Reportes no confirmados la tienen viniendo de una familia pobre que ayudo a los militares israelí destruir un grupo de prostitución infantil, una profesora que trabajo en Irán por un tiempo y varios reportes como terrorista para el Mossad o simplemente una ex criminal que cazaba terroristas en vez de oficiales. Ninguna historia fue confirmada."

"¿Y se inclina para…?" Pregunto Darril, mirando las fotos y tocándose la barbilla.

"Por el momento…" Cerian se detuvo. "Ruth y Namr. Ambas son del tipo de Inteligencia y serian el tipo de mujeres que el Comandante querría. Dudo mucho que Alberta se involucraría con algo así de grande y no veo como Yawe podría participar en esto y continuar asistiendo a la organización criminal.

"Recuerdo a Namr," recordó de repente Olivia. "Era algo así como un icono. Prueba de que no todos los musulmanes eran terroristas xenofóbicos."

"Lo sé," asintió Cerian. "Pero no la conocí lo suficiente como para saber si esto es algo que ella haría o no. Pero me inclino mas hacia Ruth en este caso."

"XCOM tiene una alianza con Israel," recordó Ren. "Quizás la enviaron para trabajar con ellos."

"Exactamente," Cerian asintió, feliz de que lo había detectado tan rápidamente. "Y los agentes de Kidon son peligrosos, sin emociones y despiadados. Exactamente el tipo de persona que el Comandante preferiría usar."

"¿Entonces la buscamos?" Pregunto Mary.

Cerian asintió. "Y hasta que tengamos una sospecha más, buscamos por más pistas."

"¿Fueron estas las únicas sospechas," empezó a preguntarle Mary a Patrick, viéndose en pensamiento? "O hay más?

Patrick miro su propia tableta y se tomo un minuto pasando por ella. "Hubo sesenta y tres sospechas," dijo finalmente. "Elimine a todos los civiles y militares sobre los que sabíamos."

"Me gustaría verlo," pidió Mary. "Podría haber pasado algo por alto."

"Así será," asintió Patrick. "Enviando la lista ahora."

"Muy bien," dijo Cerian juntando sus manos. "Pongámonos a trabajar."


La Ciudadela, Control de Inteligencia de XCOM

Abby se sentía dividida entre la anticipación y el nerviosismo. Luego de una semana de anticipación, finalmente la habían llamado para unirse a Inteligencia de XCOM. No había estado quieta todo el tiempo, oh no. Había usado cada momento para entrenar, leer sobre el campo de inteligencia en general o llevando a cabo sus tareas médicas.

Bajo la mirada para asegurarse de que seguía estando presentable. Abby asintió, el uniforme oficial de XCOM era extrañamente poco ceremonial; pantalones grises y una remera de mangas largas un poco mas ornamentada y pesada con botas de combate. Había pinchado la medalla que había recibido por la operación del Navío en el lado izquierdo de su camisa, aunque se preguntaba si se lo consideraría un alarde.

Bueno, su uniforme se vería vacío sin ella. Se había dado el gusto un poco y no se había atado el cabello, dejándolo colgar, pero poniéndolo detrás de sus orejas. Con suerte a Zhang no le importaría demasiado. Palpo su cintura para asegurarse de que su pistola laser estaba allí, y satisfecha, tomo una profunda respiración y abrió la puerta poniendo su dedo sobre ella.

Se abrió deslizándose sin un ruido y ella camino hacia el interior. Era bastante pequeña, del tamaño de la oficina del comandante. Una mesa a un lado tenia montones de archivos en cajas muy bien organizadas. Del otro lado había una masiva computadora que descansaba por debajo de varios escritorios sobre esta. En el centro del cuarto había algún tipo de… Holo-mesa, suponía ella, mostrando el continente de Europa en luz azul.

Una pantalla muy grande colgaba de la pared trasera y debajo de esta había una mesa, una computadora, un escritorio y una silla donde asumía que era donde Zhang se sentaba. Hablando de él, Zhang estaba de pie al lado de la Holo-mesa conversando con una mujer.

Era mas pequeña que Abby, aunque eso no decía mucho ya que Abby era mucho mas alta que la mayoría de las mujeres, de hecho, era capaz de mirar a Zhang ojo a ojo. Suaves cabellos negros caían sobre sus hombros, suelto como el suyo, que enmarcaban un rostro casi maternal. Incluso con solo observar, había algo amigable y cálido sobre ella y sus ojos chispeaban con entusiasmo.

No tenia ninguna cicatriz o marcas distintivas en su piel marrón que pudiera ver, y la vestimenta de camuflaje marrón que vestía cubría el resto de su cuerpo. Un rifle laser colgaba de su espalda y había dos pistolas enganchadas de su cintura con un par de cuchillos a su pecho como los que tenía Carmelita.

Zhang la noto y le indico que se acercase. "Agente Gertrude, bienvenida."

Agente Gertrude. Si, ya era parte de Inteligencia de XCOM oficialmente ahora. Era algo emocionante. Camino hasta que se encontró enfrente de Zhang en la Holo-mesa. "Gracias, director. Espero que no me haya perdido nada importante."

Zhang sacudió su cabeza, su cicatriz brillando en la luz. "No, solo estaba discutiendo temas sin relación," indico a la mujer. "Abigail, esta es Ruth Shira, tu mentora."

Ruth le dio una amplia sonrisa y extendió su mano que Abby tomo. "Un gusto finalmente conocerte. Ansió trabajar contigo."

Abby tenia que devolver la sonrisa. "El sentimiento es mutuo."

Ruth se rio levemente. "Te lo preguntare de vuelta en unas horas, pero me gusta tu entusiasmo. Es algo raro en agentes."

Si la mitad de las historias que había leído sobre el trabajo de Inteligencia eran verdad, eso era algo que podía creer fácilmente.

Zhang carraspeo para limpiar su garganta. "Antes de que te lleves a Abigail, ambas tienen que ponerse al día sobre los eventos recientes." La miro a Abby con una intensidad mortal en sus ojos. "Como una agente, Abigail, tienes acceso y conocimiento sobre información sensible que no debes compartir con nadie fuera del Comandante, yo, o los agentes asignados a la misma operación que tú. ¿Entendido?"

Ella asintió una vez. "Si, Director."

Aparentemente satisfecho, Zhang giro su atención de vuelta a la Holo-mesa. "Excelente, Abigail, como no lo sabes, XCOM cayo presa de un ciber-ataque recientemente causando la perdida de alguna información valiosa. Antes de eso hemos descubierto evidencia de que la situación en Alemania estaba siendo manipulada por varios grupos interesados en la caída del país."

Abby parpadeo. ¿Cómo es que no habían escuchado sobre esto? La situación de Alemania podía entenderlo, ¿pero el ciber-ataque? Eso significaba que Zhang era perturbadoramente bueno en suprimir información y se preguntaba que otras cosas no sabían los soldados. Zhang continuo.

"Un grupo que creemos que participo en ambos eventos fue una organización llamada EXALT. ¿Alguna vez escuchaste hablar de ella?"

Abby sacudió su cabeza mientras Ruth fruncia el ceño. "Ese mito ha existido por mas tiempo del que he estado viva," respondió ella escépticamente. "Ha sido expuesto y refutado hace mucho tiempo."

"Lo fue," dijo Zhang de acuerdo. "Pero, aun así, ese es el nombre conectado a ambos eventos."

"¿Qué es EXALT?" Pregunto Abby, antes de que las cosas avancen demasiado.

Zhang miro a Ruth. "¿Quieres responder?"

Ruth se encogió de hombros. "Claro, pero solo se lo básico," se giró hacia Abby. "EXALT se volvió muy prominente durante mediados de los años cincuenta. La teoría prevalente era que eran una conspiración global que consistía de unos pocos individuos que manipulaban eventos mundiales."

Abby frunció el ceño. "¿Quieres decir los Illuminati?"

"Illuminati modernos, diría yo," reparto Ruth. "Pero esencialmente eran lo mismo. Nadie sabia como operaban o controlaban. Asusto a suficientes países como para que dedicaran enormes cantidades de recursos para encontrar este grupo y eliminarlo."

Se detuvo. "Honestamente, algunas evidencias eran muy convincentes en retrospectiva. El único problema era que el que lideraba la propuesta fue expuesto como un fraude unos años después. Agentes israelitas, chinos y estadounidenses encontraron caches de evidencia por el mundo que expuso todo como una farsa. Fue verificado básicamente por toda la comunidad de Inteligencia en el mundo, una de las pocas veces en las que estaban de acuerdo con algo.

Ella bufo. "Y a pesar de eso, la leyenda de EXALT es una que se niega a morir," miro a Zhang. "¿Me olvide de algo?"

"Eso es todo," dijo Zhang. "Aunque investigue un poco los documentos originales y encontré alguna información sobre la supuesta estructura de EXALT." Toco la holomesa y se ilumino con una vista plana del mundo." Parece que EXALT tenia un centro mayor en cada continente, algunas veces publico, otras veces no. Tenían un director, que era elegido por algún tipo de prueba ritual donde los concursantes tenían que matarse entre sí. Me causa mucha duda eso último, pero parecían tener un líder."

Toco la mesa rítmicamente. "La única otra cosa que me pareció interesante era que eran algo así como una colección de dinastías. EXALT era supuestamente controlada por unas pocas familias seleccionadas y nadie más. Eso me parece un poco difícil de creer, ya que no podrían reemplazar sus números fácilmente a menos que las familias se casaran entre sí, lo que se haría problemático en unas pocas generaciones."

"¿Esta diciendo que cree en esto?" Pregunto Ruth, alzando las cejas.

"Estoy diciendo que estamos lidiando con una organización llamada EXALT," declaro firmemente Zhang. "Y entonces solo hay dos posibilidades. Una: Esta no es la EXALT legendaria y solo están asumiendo el nombre, lo que me parece mas probable. O dos: EXALT si existió de verdad y logro engañar a todo el mundo y han existido en secreto hasta ahora."

"De una forma u otra, tienen que ser detenidos." Dijo firmemente Abby.

Zhang asintió aprobatoriamente. "Personalmente, no me importa quienes son. Son una amenaza a nuestra operación y deben ser eliminados. Y hasta que lo hagamos, estaré asignando la mayoría de los agentes a obstaculizar a EXALT y poner este asunto detrás nuestro de una vez por todas."

"Personalmente, me gustaría terminar con este mito de una vez por todas," declaro entusiasmadamente Ruth. "¿Tienes un trabajo?"

"Necesito una confirmación primero," respondió Zhang, mirando su tableta. "Pero lo tendré. Es uno en el que creo que Abby también será útil. Esperen que las llame mañana a mas tardar. Eso debería darles a ambas tiempo de calidad."

"Lo hará," confirmo Ruth, asintiendo.

"Entonces, pueden marcharse," Zhang volvió a mirar a la holomesa. "Les hablare pronto."

Ruth tomo a Abby del brazo y la escolto fuera del cuarto. "Vamos, Agente. Veamos que puede hacer."


La Ciudadela, Área de Entrenamiento

Cinco horas después, Abby probablemente habría golpeado a la mujer, agente del Kidon o no, si hubiera tenido la fuerza para hacerlo. Pero luego de haberse puesto a través de continuos ejercicios probando su fuerza, velocidad y agilidad, simplemente no tenia la fuerza y colapso sobre el suelo.

Ruth estaba de pie sobre ella, una sonrisa picara en su rostro. "¿Te vas a levantar?"

"Literalmente no puedo moverme," dijo entre suspiros Abby. "¿Qué tanto más podrías posiblemente tener para mí?"

"Oh, terminaste todo lo esencial hace unas horas," respondió despreocupadamente Ruth. "Pero lo estabas haciendo tan bien que se sentía mal frenar. Además, me causaba curiosidad ver que tan lejos irías."

Abby se levanto un poco. "Sinceramente espero que estés bromeando."

"No estoy bromeando," Ruth se inclino y tomo su antebrazo, levantándola. "La verdadera prueba física del Kidon dura un par de horas, pero nadie la suele seguir. La mayoría de la gente se rinde alrededor de la tercera hora. Lograste apenas pasar la quinta hora. Felicitaciones, eres una de las veinte personas que logro hacer eso, no me incluyo."

"Te golpearía si tuviera la energía," advirtió Abby, muy cansada como para que le importase que estaba diciendo. "Aún podría hacerlo."

Ruth se rio, un sonido tan cálido como el resto de ella. "Basada en esa demostración, creo que te dejaría." Dejo ir a Abby y ambas caminaron hacia una mesa vacía, ambas empapadas de sudor.

"Así que, ¿pase?" Pregunto cansadamente Abby luego de tomar un buen trago de agua.

"Sobradamente," le aseguro Ruth, limpiándose la boca luego de tomar un trago. "Necesitas entrenamiento en algunas técnicas mas refinadas de combate cercano y en resistencia a la interrogación claramente, pero eres mas que capaz de lograrlas."

"¿Eso es todo?" Pregunto Abby sospechosamente.

"Para lo básico," aclaro Ruth, gesticulando con su mano. "Hay algunas técnicas que tienes que saber sobre matar gente, pero esas no son difíciles de aprender."

Lo dijo tan casualmente que le tomo un minuto entender lo que había dicho. "¿Técnicas para matar gente?" Repitió cautelosamente.

"Bueno, sí," dijo Ruth. "No somos asesinos por nada. Es verdad, hacemos mas que eso en XCOM, pero hay cosas que todo agente debería saber. Como quebrar un cuello, donde están las arterias y la forma mas eficiente de estrangular a un hombre el doble de grande que tú."

Abby parpadeo. "Lo dices en serio." Dijo mientras dejaba su vaso sobre la mesa.

Ruth la miro entretenidamente. "¿Sorprendida?"

"Bueno," dijo Abby encogiéndose de hombros. "Es solo que lo dices tan casualmente."

Ruth la imito. "Es mi trabajo. Matar gente pasa tan seguido que me he acostumbrado a ello. Eres cirujana, ¿verdad? ¿Cuántas veces has realizado cirugías que salvaron vidas de personas? ¿Alguna vez lo consideraste una gran cosa?"

Tenía razón ahí. Aun así, salvar vidas era muy diferente a tomarlas regularmente. "Aun así," sacudió su cabeza. "Estas hablando de personas."

"Hmm," musito Ruth, alejándose caminando. "Depende de tu punto de vista, supongo. He matado a bastantes humanos en mi vida, y solo consideraría a algunas personas." Volvió a mirar a Abby. "Aunque puedo ver tu punto de vista, ya que la mayoría de los agentes empiezan como tú. Es normal. Aun así, me causa curiosidad: ¿Has matado a alguien antes?"

Abby se detuvo por unos segundos, y luego sacudió su cabeza. "Solo aliens."

"Muy bien," Ruth asintió fuertemente. "Entonces supongo que la próxima pregunta debería ser, ¿podrías matar a alguien?"

"Si es necesario," respondió Abby lentamente.

"Como lo pensé," dijo Ruth, acomodándose en su silla. "¿Y qué tal alguien inocente?"

Abby lo pensó muy cuidadosamente por unos minutos antes de responder. Su reacción inicial era un enfático no, sin importar lo que Ruth pensara. Esta claramente era una pregunta importante para ella y Abby no estaba segura de como reaccionaria de una forma u otra. Además, mientras más lo pensaba, menos segura se sentía. ¿Podría matar a alguien a sangre fría? ¿Un inocente en especial? Finalmente decidió solamente ser honesta.

"No lo sé."

Por suerte, Ruth no parecía disgustada por la respuesta. "Probablemente no lo sabrás hasta que te enfrentes a la elección por tu cuenta."

"¿Crees que eso va a pasar?" Pregunto Abby nerviosamente.

Ruth frunció sus labios, volviéndose mas seria. "Es una posibilidad, y una para la que deberías prepararte, porque pasara, tarde o temprano. Y no, no es tan claro como probablemente lo estas pensando. Probablemente será un accidente o mala suerte."

Giro su rostro para verla un poco mejor. "La primera vez que me paso estaba en una misión de exploración en Oriente Medio. Un criminal bastante notorio había hecho su hogar no oficial allí y yo estaba allí para asegurarme de que no se moviera sin que yo lo supiera. Todo estaba yendo bien hasta que un pequeño grupo de pastores llegaron por casualidad a mi posición."

Ruth se veía como si tuviera algún remordimiento mientras continuaba. "No tenían idea de quien era, pero claramente estaban aterrados de mí. Tenia una elección; dejarlos ir o matarlos. Había una buena probabilidad de que, si los dejaba ir, le dirían a este criminal donde estaba o incluso solo que estaba en el área. Este tipo tenia un grupo importante de hombrees armados siguiéndolo y si sabían dónde estaba, me matarían y se irían. En el mejor de los casos sobreviviría, pero perdería el rastro."

"¿No podrías haberlos atado?" Pregunto Abby, entrelazando sus dedos.

Ruth sacudió su cabeza. "¿Y hacer qué? No tenia idea de cuanto iba a estar allí y no tenia ni agua ni comida que darles. Ya estaba en una posición difícil porque sabía que habría gente que vendría a buscarlos elija lo que elija. Tenia, a lo mucho, unos días antes de que el criminal se asuste y al menos entonces podría rastrearlo."

Sacudió su cabeza otra vez. "No. No podía arriesgar la misión solo para salvar a unas personas inocentes. Así que los mate y me encargue e los cadáveres. Indoloro, claramente." Ruth gesticulo con la mano sin darle mucha importancia. "E hice lo correcto. Varios mas del Kidon llegaron a mi posición y erradicamos al criminal y a sus soldados y nos fuimos sin que se enterase nadie. Cuatro fueron sacrificados para salvar a cientos más. Puedo vivir con eso."

Abby no sabía así había algo mal con ella porque entendía lo que Ruth quería decir. ¿Era una mala persona por entender porque y no sentirse furiosa? ¿O estaba bien ya que seguía sin estar de acuerdo con eso? A su crédito, Ruth parecía entender su dilema interno y no la presiono para que hable.

"¿Te arrepientes?" Le pregunto finalmente. "¿O deseas haberlo hecho diferente?"

Ruth frunció el ceño. "¿Matarlo? No, todavía creo que era la decisión correcta. Pero las circunstancias estaban más allá de mi control. Si hubiera fabricado yo esa elección, entonces si me arrepentiría."

Abby supuso que esa era una respuesta decente. Al menos parecía que Ruth tenia algo de corazón. A decir verdad, parecía una mujer alegre y bastante animada. Antes de esta conversación, nunca habría adivinado que era una asesina profesional.

Probablemente era eso lo que la hacia una buena agente.

"Si es de consuelo, la mayoría de la gente que muere en este negocio lo merece," dijo finalmente Ruth. "Pero deberías estar lista igual, por si acaso."

Abby asintió. "Lo estaré, aunque espero que nunca pase."

"Como todos," dijo Ruth. "Aunque no quiero que te preocupes demasiado. Inteligencia de XCOM es algo diferente al Kidon. No hay tanto asesinato. La manipulación, el sabotaje y la vigilancia son algo más prevalentes."

Abby frunció el ceño y suspiro. "Creo que esto me está superando."

Ruth bufo. "Todo lo contrario, eres joven, brillante y buena con la gente. El entrenamiento es solo una parte, el aplicarlo es igual de importante. Mientras apliques lo que te enseño, te ira bien."

"¿Puedes prepararme para lo que sea la operación de mañana?" Pregunto Abby tristemente.

"A decir verdad, creo que, si puedo," respondió Ruth con una ligera sonrisa. "Estoy bastante segura de que sé a qué operación se refiere Zhang y creo que será un buen ejercicio para ti." Se puso de pie. "Vamos, caminemos. Hemos hecho suficiente entrenamiento físico por hoy."


La Ciudadela, Laboratorios de Investigación

Patricia suspiro aliviada mientras se acercaba a las puertas. El zumbido que la había estado plagando se había reducido lo suficiente como para que pudiera ignorarlo sin que le parezca una distracción. Era extremadamente extraño, el zumbido tendía a disminuir mientras menos gente tuviera cerca. No sabía si eso era una coincidencia o si significaba algo.

Bueno, esperaba que Vahlen pudiera ayudarla. El Comandante le aseguro que Vahlen estaría mas que feliz de ver que podía hacer. Aunque con lo que Patricia sabia de la mujer, seria mas para satisfacer su propia curiosidad que para ayudarla. Bueno, mientras tenga una explicación, no le importaban sus motivos.

Las puertas se abrieron deslizándose y una ráfaga de viento estéril y frio la golpeo, moviendo su cabello para atrás un poco. Los científicos estaban ocupados mirando a través de microscopios y datos en las pantallas de computadoras. Cuerpos y tecnologías alienígenas descansaban en las mesas a través de los laboratorios y Vahlen misma estaba de pie frente a un contenedor lleno con alguna extraña sustancia amarilla.

Patricia frunció el ceño. A primera vista parecía la sangre alienígena y se preguntaba que posible uso podría tener Vahlen para esta. Pero al darle un vistazo mas cercano, se dio cuenta de que no era sangre, era algún tipo de… ¿liquido? ¿Gel? Relucía levemente cuando la luz le daba en los lugares correctos y pensó que veía… ¿hexágonos brillantes? ¿Qué era esta cosa?

Bueno, quizás podría preguntarle casualmente que tenía planeado con eso a Vahlen. Hablando de ella, la mujer la había visto y gesticulaba para que se acercase. Patricia respiro profundamente y camino hacia la mesa.

"Agente Trask, es bueno verla a tiempo." Vahlen la saludo con un cabeceo educado.

"Gracias por echarme un vistazo." Respondió Patricia, apoyándose sobre la mesa.

"No hay problema," Vahlen le quito importancia mientras tomaba notas en su tableta. "Tengo que admitirlo, me causa algo de curiosidad saber que te aflige."

Patricia sonrió y resistió la oportunidad de dar vuelta los ojos. Claro que te la causa. Bueno, al menos era honesta, a pesar de sus cuestionables palabras de… ¿se suponía que estaba tratando de calmarla? Bueno, no importaba.

"¿Así que cual parece ser el problema?" Comenzó a decir Vahlen, evaluándola, tableta lista. "El Comandante me dio algunos detalles básicos, pero no mucho más."

Patricia tomo la hoja en la que había pasado horas recreando símbolos de memoria. "Este es el problema."

Vahlen tomo la hoja y se tomo unos minutos mirándola, pura curiosidad en sus marrones ojos mientras escaneaba la hoja. Patricia casi podía ver su mente intentando llegar a explicaciones para ellos. "¿Cómo conseguiste esto? Le pregunto ella finalmente. "Vi estos en algunas de las tecnologías que recuperamos, creemos que esto constituye el lenguaje alienígena, aunque estoy segura de que no se han compartido ninguno de los resultados preliminares con las fuerzas armadas."

"Sorpresa, Interés, Decepción, Potencial." Dijo listando los signos. Vahlen frunció el ceño en confusión.

Patricia toco la pieza de papel. "Eso es lo que significan. Una palabra por línea."

Las cejas de Vahlen se alzaron, aunque su voz sonaba mas curiosa que incrédula. "¿Cómo podrías posiblemente saber eso?"

Patricia frunció el ceño. "No lo sé. Eso es lo que he estado intentando averiguar por los últimos días. Ni siquiera debería saber que son, pero así es. No debería tener ni idea de que significan, pero lo sé. No puedo explicar porque, pero estoy segura de que es eso lo que significan."

"Interesante," musito Vahlen, haciendo mas notas en su tableta. "Dime las circunstancias exactas cuando viste estas… palabras, supongo."

"En el Navío," comenzó a decir Patricia. "El primero apareció en mi mente cuando apague el conducto de energía. Una vez que lo hice, apareció en mi cabeza y supe que significaba. Mas que eso, podía sentir que significaban."

"¿Qué quieres decir con que lo sentías?" Pregunto Vahlen, evaluándola curiosamente.

"Esas palabras que liste," indico Patricia hacia el pedazo de papel. "Sentí cada emoción asociada con la palabra. Pero no eran mis emociones, era de algo, o alguien, mas."

Vahlen pauso por un minuto, claramente en pensamiento. "He visto las imágenes de las armaduras. Hacías referencia a una interfaz del conducto de energía que "vibraba". Algo que no vi viendo las imágenes."

Patricia se encogió de hombros impotentemente. "¿Estas experimentando algo más?"

"Hay un… zumbido constante, desde esa misión," admitió Patricia. "Desvanece cuando me concentro intensamente en algo o cuando hay menos gente alrededor. Tome toda medicación posible, pero nada me ayudo. Lo raro es, no es doloroso, para nada."

"¿Algo más?" Presiono Vahlen.

Patricia dudo. Había algo más, pero era tan estrafalario que no sabía si debería ser considerado. Vahlen vio su duda. "Hay algo más," declaro Vahlen, sus ojos aclarándose. "Dime."

"Siéntete libre de ignorarlo," advirtió Patricia. "Probablemente solo sea una coincidencia gigante. Pero unos días atrás estaba entrenando, creo. Pero el zumbido se detuvo y… no se que paso, pero sabía que alguien venía a verme. Mas que eso, sabía quién era."

Vahlen casi se ilumino. "Continua."

Patricia achico sus ojos ante el entusiasmo de la doctora, pero continuo. "Lo empuje fuera de mi mente, pero unos minutos después, Anius Creed apareció y me pidió que tengamos nuestra sesión de práctica. No sé cómo, pero de alguna forma sabia que iba a pasar. Estaba tan distraída que probablemente por eso perdí el combate."

"¿Lo esperabas?" Pregunto Vahlen, viéndose en pensamiento.

"Si, lo hacemos casi todos los días," respondió Patricia. "Es por eso que eventualmente lo olvide. Supuse que mi mente solo me estaba haciendo una broma. Pero lo importante es, que paso otra vez, y mas intensamente. Fue hoy, a decir verdad. Es como si pudiera sentir sus emociones e intenciones."

"Fascinante," murmuro Vahlen. "Sígueme." Sin esperar, inmediatamente fue hacia la salida y Patricia la siguió rápidamente. Vahlen era una caminante rápida y Patricia tuvo que ajustarse para alcanzarla.

"Tienes una idea, ¿no es así?" Dijo, medio preguntándolo.

"Una teoría," musito Vahlen mientras caminaba. "Claramente fuiste afectada por la tecnología alienígena, parece ser por el conducto. Aunque, lo que me parece interesante es sí que fuiste afectada por algo, todo aquel que entro en contacto con eso debería haberlo sido también."

"¿Te importaría compartir esta teoría?" Demando Patricia, intentando mantenerla concentrada.

"Quizás," respondió distraídamente Vahlen, mirando a su tableta. "Corrígeme si me equivoco; ¿me estas diciendo que los símbolos que viste corresponden a emociones?"

"Eso creo, sí." Respondió Patricia.

"Así que eso puede significar que su lenguaje esta basado en señales emocionales y no un significado literal," murmuro Vahlen, mas para si misma que a Patricia. "Y la mejor manera para que un lenguaje como este se comunique es comunicación mental directa."

Patricia tomo una respiración profunda, esperando que no significara lo que ella pensaba que era. "¿Quieres decir que…?"

"Si," respondió Vahlen, sonando emocionada. "Podrías haber hecho comunicación telepática con un alíen."

Maldición. Eso tenia algo de sentido, y si ella hubiera sido contactada por un alíen… "No sigue adentro mío, ¿no?" Le pregunto ella, intentando no sonar demasiado preocupada.

"No estoy segura del todo," dijo Vahlen sacudiendo la cabeza. "Pero lo dudo. A menos que hayas estado viendo más símbolos de los que me contaste."

"Así que, ¿Cómo me contacto?" Demando saber Patricia mientras giraban una esquina. "El único contacto hecho con tecnología alienígena que tuve fue con los conductos- "

"Que parecías ser la única persona capaz de acceder a ellos," indico Vahlen. "Y con cada instancia recibías un nuevo mensaje, ¿correcto?"

"Si," dijo Patricia asintiendo, preocupándose cada vez más. "Así es."

"Los conductos que recuperamos estaban desactivados," dijo Vahlen murmurándose a si misma. "Necesitamos activar uno." Se detuvo frente a una puerta. "Aquí estamos." Patricia levanto la mirada y se dio cuenta que estaban en el Pabellón Medico.

Ok. Había algunas posibilidades que corrían por su mente, la mas probable era que Vahlen quería hacerle unos escaneos. Razonable, especialmente si ayudaban a averiguar que estaba pasando. Así que incluso si esa era la explicación para los símbolos, aun así, no explicaba el zumbido o los sucesos con Creed.

Vahlen abrió la puerta y entraron a la vacía sala de espera. Sin preocuparse por pedir permiso, Vahlen inmediatamente se dirigió a la sala trasera y Patricia la siguió de mala manera. Tenía la vaga impresión de que deberían al menos decirle a alguien lo que estaban haciendo.

"Aquí." Vahlen giro hacia una de las salas que contenía algún tipo de bizarro equipo de escaneo. Bueno, bizarro no, pero estaba bastante segura de que no la había visto antes.

"Siéntate aquí," ordeno Vahlen, señalo a la pequeña hendidura que se deslizaba dentro de la máquina. Mientras Patricia se acercaba, Vahlen fue y tomo algunos cables que ella reconoció como esos que los doctores te pegan cuando escanean tu cerebro y cosas así. Así que estaba en lo correcto, al parecer.

"Hey, ¿qué estás haciendo?" Patricia miro a un lado para ver a un hombre en uniforme quirúrgico de XCOM. Sus grandes brazos estaban cruzados y miraba a Vahlen, sus verdes ojos penetrándola con la mirada.

"Tomando escaneos cerebrales," Vahlen le respondió sin prestarle atención mientras empezaba a hacer funcionar la máquina. Los ojos del hombre se agrandaron.

"¡Cuidado!" Le advirtió mientras se le acercaba. "¿Siquiera sabes cómo operarla?"

Vahlen retrocedió un paso y lo dejo tomar control. "Claro que lo sé, pero hazlo a tu manera." A pesar de su calma, era claro que no estaba feliz con ser interrumpida.

Una vez que la maquina se había calmado con un bonito zumbido, se giro hacia Vahlen. Suspiro cuando pareció reconocerla. "Doctora Vahlen. Por mucho que aprecie su trabajo, le pediría que me pregunte antes de usar estas máquinas."

"Disculpas," Vahlen no sonaba muy lamentada por lo sucedido. "Pero las circunstancias lo requerían. No veía razón para ocupar tu tiempo."

El recorrido su mano por su rubio cabello. "Bueno, está aquí ahora. La ayudare terminar con esto."

Patricia lo miro. "¿Quién es usted?"

"Medico de Combate y Jefe Cirujano Blake Harkin," respondió mientras empezaba a poner unos sensores sobre ella. "Estoy tomando el lugar de Abigail Gertrude mientras se completa su transferencia.

Ah, es verdad. Patricia había estado sorprendida en verdad cuando Abby se movió a Inteligencia de XCOM, de cualquier otra sección. Una espía era lo ultimo que se imaginaba que seria cuando pensaba en la joven médica. Una lástima, había sido una persona decente y era buena en su trabajo. Con suerte Zhang se aseguraría de que esta segura. Suponía que trabajaría con Blake ahora ya que el era el nuevo medico de combate.

Una vez que todos los cables y sensores habían sido conectados, Blake asintió. "Muy bien, recuéstate. Esto solo debería llevar cinco minutos. Mantén la calma."

Odiaba cuando la gente decía meso. Siempre les salía el tiro por la culata ya que implicaba que sí, había algo que posiblemente podría salir mal. Así que, en vez de estar calmada, siempre tendría esa duda en su mente.

Quizás mal trato de pacientes era un requisito para unirse a XCOM o algo. Como sea, se recostó y la hendidura se deslizo hacia el interior de la máquina. El bajo zumbido era bastante placentero y Patricia resistió el impulso de dormirse. Antes de que lo supiera, la hendidura se deslizo de vuelta hacia afuera y ella se sentó.

"¿Lo tienes?" Le pregunto a Vahlen quien estaba mirando la pantalla.

"Si," le respondió ella mientras tocaba la pantalla, y luego miro a su tableta. Asintiendo, giro sobre sus tobillos y camino hacia la puerta. "Gracias, Agente Trask. Esto será esencial en determinar tu condición, te contactare si aprendemos algo." Sin nada similar a una despedida, los dejo a los dos solos.

Patricia miro a la puerta incrédulamente.

Ok entonces. Supuso que la visita había terminado.

"¿Siempre hace eso?" Le pregunto Blake, sonando asombrado.

"Es una mujer muy inteligente," respondió lentamente Patricia. "Pero… no es exactamente buena con las personas. Muy concentrada en los resultados y las teorías."

"Científicos," Blake sacudió su cabeza resignado.

"Científicos," dijo Patricia asintiendo de acuerdo. Bueno, por iluminador que haya sido esto, no estaba mas cerca de saber que estaba mal con ella. Y no había tenido la chance para preguntarle a Vahlen que era la "mezcla". Maldición, tendría que preguntarle mas tarde. Mientras tanto, supuso que iba a ser otro largo día de entrenamiento.

Supuso que había peores formas de pasarlo.


Material Suplementario

Libreta de XCOM sobre los agentes Alienígenas: Sectoide

PROLOGO: El alienígena llamado "Sectoide" por la Dra. Moira Vahlen fue el primer alienígena encontrado en la invasión inicial. Parecen server como apoyo a los alienígenas más Fuertes y grandes, estas creaturas aún pueden presentar una amenaza si se los deja sin atención. A pesar de sus vulnerabilidades, las compensan utilizando las enigmáticas fuerzas conocidas como los Psionicos. Son la única especie alienígena detectada capaz de utilizar este poder.

DESCRIPCION FISICA Y CAPACIDADES: De 1.2 metros exacto de altura, cada Sectoide es una copia genética perfecta. No sabemos si esto es resultado de clonación o su crecimiento, o simplemente es parte de su especie. Su piel es de un color cenizo gris y las creaturas se mueven sin armadura y completamente expuestas.

Sus flacos brazos terminan en manos de tres dedos capaces de tomar la mayoría de objetos, se mueven a cuatro patas, utilizando sus brazos también. En sus muñecas llevan pequeñas armas de plasma que parecen estar conectadas directamente a la criatura en sí. Intentos de removerla resultaron en la destrucción del arma.

Sus bulbosas cabezas están mucho más agrandadas de lo que es típicamente normal para una criatura de su tamaño. No tienen una boca, pero aun así poseen cuerdas vocales ya que los soldados los han escuchado hacer sonidos como chillidos. Se desconoce si este es su método de comunicación primario.

El Sectoide parece retener la fuerza de un niño adolescente humano. A pesar de su apariencia desnutrida, son más Fuertes de lo que parecen. Aunque pueden ser fácilmente superados físicamente y neutralizados con un golpe a la cabeza o un disparo del Lanzador de Arcos.

Nota 1: Una variación del típico Sectoide ha sido avistada en varias ocasiones. Este "Líder Sectoide" mantiene las mismas categorías que el Sectoide regular con la excepción del brazo que contiene su arma plasma. Este fue aumentado con una manga de metal negro que contiene un arma plasma mucho más grande. Se desconoce si estos Lideres Sectoides poseen capacidades psionicos avanzadas.

FUERZAS:

Armamento de Plasma: A pesar de los avances en la tecnología de XCOM, las armas de plasma siguen siendo más peligrosas que cualquier arma de fuego desarrollada en la Tierra. Los daños que esta arma puede ocasionar son extensos y fácilmente fatales.

Contra: Las armas de plasma que los Sectoides emplean son más débiles que las del resto de las fuerzas alienígenas (Con la excepción del Líder Sectoide - Ver Nota 1. Como resultado, XCOM ha hecho suficientes avances en armadura que un golpe del arma de un Sectoide ya no es inmediatamente fatal. (excepto si diera en la cabeza) Por favor notar que golpes repetidos aun resultaran en serias heridas o muerte.

Psionicos: Los Sectoides son capaces de usar el fenómeno conocido como los Psionicos. Actualmente son la única especie alienígena que sabemos que los utilizan y sus efectos son altamente peligrosos e impredecibles. El uso de los Psionicos ha resultado en rupturas mentales, alucinaciones, inestabilidad mental y sospechas de control mental.

Contra: Actualmente no hay ninguna manera probada o completamente efectiva para resistir los ataques psionicos. Aunque varios soldados han mostrado Resistencia a ellos, no hay ninguna correlación entre ellos. La forma más efectiva de eliminar los Psionicos en primer lugar es mantener la presión sobre los Sectoides y matarlos tan pronto como sea posible. (Ver TACTICAS)

DEBILIDADES:

Físicamente Débiles: Debido a su pequeño tamaño y fuerza, los Sectoides pueden superarse en fuerza fácilmente por un humano adulto normal. Sus grandes cráneos los hace más vulnerables a disparos y heridas de cabeza causadas por trauma de impacto.

Sin armadura: El Sectoide es vulnerable en cualquier lugar del cuerpo. Las armas laser son particularmente efectivas ya que cortaran limpiamente al Sectoide sin ninguna resistencia. También son más vulnerables a peligros ambientales como el fuego o la electricidad (Ver TACTICAS para más detalles)

TACTICAS:

Trampa Laser: Debido a la falta de armadura o protección de los Sectoides, una trampa laser es particularmente efectiva. Simplemente mantengan los láseres por no más de cinco segundos y apunten como los dirige el supervisor de escuadrón. Usarla en espacios abiertos o sin cobertura para máxima efectividad.

Flanqueos: Tengan a dos o tres soldados suprimiendo a un grupo de Sectoides detrás de cobertura. Mientras hacen esto, un Segundo equipo se moverá alrededor de ellos (determinado por el Supervisor de Escuadrón) y abrirán fuego sobre los expuestos alienígenas. Usar en grupos contenidos o amontonados para máxima efectividad.

Granada Aturdidora: Lancen una Granada Aturdidora para sabotear la actividad psionicos y causar desorientación. Adicionalmente, esta oportunidad puede ser usada para avanzar a una mejor posición. Usar contra Sectoides detrás de cobertura superior, que estén contenidos o amontonados, o Lideres Sectoides, para máxima efectividad.

Disrupción Psionica: Los Sectoides requieren un periodo de tiempo desconocido para preparar sus habilidades psionicos, que pueden ser interrumpidas con la supresión del objetivo. Ningún Sectoide bajo supresión ha logrado usar sus habilidades psionicos ofensivamente. Esta táctica debería ser usada a discreción de los soldados, sin necesitar instrucciones del Supervisor del Escuadrón. Usar en Sectoides que estén usando, o preparando para usar poderes psionicos para su máxima efectividad.

PSIONICOS: Los siguientes son poderes psionicos detectados y utilizados contra XCOM y otros seres.

Pánico Psionico: Las fuerzas Sectoides fuerzan a la víctima a un estado de pánico sin control haciendo sus acciones impredecibles. Esto ha resultado en soldados disparando sobre fuerzas aliadas, correr de cobertura hacia disparos enemigos y apagón mental total.

Desorientación Psionica: El Sectoide causa que la mente de la víctima se torne inestable, llevando a que varios soldados se refieran a esta habilidad como "Desorientación Psionicos". Las víctimas han reportado dolores de cabeza, desorientación, visión borrosa, alucinaciones y pueden mostrar una falta de lucidez.

Conexión Psionica: El Sectoide ha mostrado ser capaz de conectarse pioncamente con otros de su tipo. Se desconoce si esto es simplemente una forma más efectiva de comunicación, si provee ventajas físicas o mentales o si es una forma de control mental.

Control Mental Psionico (Teórico): El Sectoide ha demostrado una habilidad para controlar, o al menos influenciar las mentes de criaturas primitivas y animales. Es posible que la Conexión Psionicos sea una forma de control mental (ver Conexión Psionicos). La capacidad y lo especifico de esta habilidad son desconocidos actualmente. Hasta la fecha, esto no ha sido hecho sobre humanos, pero se desconoce si XCOM simplemente no ha encontrado un Sectoide lo suficientemente poderoso aún.