Capítulo 3
-Señor, intenté…-empezó a decir el jefe de Kate
-No, te pedí este informe hace una semana, Jones, ¡Una semana! Y me lo entregas en un idioma que ni conozco ¿Qué se supone que tengo que hacer con esto?-dijo mientras agitaba los papeles en su mano-Dentro de dos días es la reunión con los inversores…
-Señor Bridgerton…yo…
-¿Quiero que me consigas a alguien para reducir esto en una hora, sino ve a recursos humanos para firmar tu despido?
Oh Dios ¿Cómo podía ser tan mezquino? Decir aquello delante del resto de los empleados. David Jones era el jefe de servicio y lo estaba dejando en ridículo delante de todos. Kate no puedo soportarlo, como decía Mary era la abogada de las causas perdidas. Se levantó y dijo desde su mesa
-Yo puedo traducirlo
Anthony se volvió hacía ella y Kate supo el momento exacto en el que la reconoció, porque su expresión fue absolutamente aterradora, si hubiera podido salir corriendo Kate lo hubiera hecho sin dudarlo.
-¡USTED!-gritó y todos clavaron su mirada-¿Qué hace aquí usted?-dijo mientras se acercaba a ella despacio, sorteando todas las mesas.
-Tra…trabajo aquí-titubeó al principio pero luego respiro hondo y siguió-El hindi es mi lengua materna y ha dicho que son unos papeles de un negocio de Bombay así que asumo que está en hindi.
-¿Hace cuánto que trabaja aquí?
-Hoy es mi primer día, señor Bridgerton.
-Oh, vaya hoy soy señor Bridgerton-miró a su alrededor y todos observaban la escena pasmados-Bien…-dijo tras una breve pausa-A mi despacho, veamos si puede traducir los papeles
-¿Duda de mi palabra?
Kate juró que oyó murmullos pero no apartó los ojos de Anthony que para su sorpresa sonrió de medio lado y se quedó frente a ella.
-Le daré un consejo, señorita…
-Sharma….señorita Sharma-interrumpió ella.
-Señorita Sharma, si no quieres seguir a su jefe a la sala de recursos humano guarde sus impertinencias para una fiesta de hotel-ella se ruborizó ante aquel comentario-Y sígame a mi despacho
Se dio la vuelta y echó a andar sin ni siquiera asegurarse que Kate lo seguía, desde luego que ese hombre tenía mucha confianza en sí mismo. Ella se apresuró tras él y cuando estaban en la puerta y sin volver dijo al resto de trabajadores.
-Y el resto a vuestros trabajos.
Anthony dirigió a Kate al ascensor y subieron en el ascensor en un sepulcral silencio. Tan si quiero la miró hasta que no llegó al despacho y la indicó que se sentara frente a él en su escritorio. Ese tiempo le había dado a Anthony el suficiente tiempo para calmarse tras la pequeña trifulca en el área de contabilidad. Primero había perdido un poco las formas con su contable y para colmo ver aquella mujer de nuevo había acabado con la poca paciencia que le quedaba, sabía que los trabajadores hablarían del altercado durante días.
-Tome, señorita Sharma-dijo mientras le tendía los papeles que había sostenido en la mano todo este tiempo, ella los recogió y comenzó a leerlos por encima-¿Es hindi?
-Si, no me llevará mucho traducirlo, al fin y al cabo hay mucho número-Anthony asintió-Verá señor Bridgerton yo…
-¿Va hablar de lo que pasó anoche? Tenga mucho cuidado, señorita Sharma-Kate abrió la boca para contestar pero lo pensó mejor y se mordió la lengua-Mejor así, ahora trabajemos
Anthony la observo leer e ir haciendo anotaciones, se dio cuenta de que tenia unos ojos negros preciosos con un brillo muy especial, parecían iluminar el despacho. Y sus labios eran carnosos y su piel tenía un tono precioso y parecía sedosa y delicada. Y su espeso cabello brillaba bajo la luz que entraba por los ventanales. Aquella mujer era muy atractiva pensó Anthony, pero sin embargo tenía el ceño fruncido y recogía su precioso pelo un moño muy estirado, se imaginó cómo sería quitarte todas las horquillas que sostenían el recogido
-Señor, aquí hay algo que no me cuadra-levantó la vista a Anthony que la miraba de manera extraña-Señor-dijo ella algo más alto
-Ehhhh, si…¿Algo mal?-ella asintió-¿A qué se refiere?
-Hay cuentas que no cuadran, o sea si cuadran.
-¿Cuadran o no?-preguntó Anthony molesto.
-Es raro, mire-y en ese momento se levantó rodeó la mesa, se acercó a él y dejó los papeles sobre la mesa-Aquí y aquí-dijo señalando los papeles-Y aquí la misma cantidad y luego otra vez aquí y aquí
-No la sigo, señorita Sharma
-Son transacciones a empresas diferentes de exactamente la misma cantidad y nunca es una cantidad alta como para llamar la atención. Creo que están falseando las cuentas.
Y entonces Anthony se giró y sus cabezas se quedaron a muy pocos centímetros, podía oírla respirar y ¡Oh, Dios! Su fragancia era algo maravilloso, lirios y jabón. Nunca había olido algo así. Los dos se perdieron en la mirada del otro unos segundos hasta que el sonido de alguien llamando a la puerta rompió el momento.
-¡Pase!-gritó Anthony mientras Kate se erguía en el sitio y se apartaba de él unos centímetros.
-Tengo al teléfono al ministro de turismo, no tiene cita con usted pero…-dijo su secretaria desde la puerta.
-Dile que le llamaré luego, que estoy reunido-ella asintió y salió-Bien ¿Por dónde íbamos?
-Falsificación
-Si, claro-miró los papeles con las anotaciones que había hecho Kate-La reunión para cerrar el trato es dentro de dos días
-No creo que deba precipitarse, señor.
Anthony se pasó las manos por las sienes, era un trato importante que hace unas horas creía ya casi cerrado. Era un contratiempo bastante desagradable. En aquel momento sonó su teléfono personal y Kate llegó a leer el nombre de la persona que llamaba antes de que él pudiera rechazar la llamada. Edwina ¿Sería su Edwina? No, no podía ser, Eddie no le había contado y si le hubiera dado el número de teléfono a alguien se lo hubiera contado, su hermana se lo cuenta todo. Entonces bien la sonrisa en la cara de Anthony y supo que en efecto era su hermana.
-Muy simpática su hermana.
Sonrió satisfecho al ver la cara de espanto de Kate. Su pequeña venganza por la bofetada de la noche anterior. No había pensado qué sucedería así, ni tan pronto, pero al ver la expresión de horror en el rostro de Kate se sintió satisfecho.
