CAPÍTULO 7
Edwina no le dijo nada a su hermana sobre la ópera, pues sabía a ciencia cierta que Kate rechazaría la idea, pero si se lo ocultaba hasta el último momento no tendría escapatoria. Así que a las 6 en punto Edwina apuró a su hermana desde la puerta.
-Tranquila, la reserva es a las 8.
-Pero quiero tomar algo antes y me aburro en casa-se quejo mientras cogía el bolso de Kate
-Está bien…voy-dijo mientras se ponía los zapatos y cogía el bolso que su hermana le ofrecía-Listo, vamos.
Salieron juntas del edificio y entonces lo vio, se giró y le susurró a su hermana
-¿Qué has hecho?
Pero Edwina la ignoró y se adelantó para saludar a Anthony que esperaba junto al coche con uno de sus hermanos.
-Hola, señoritas-saludó él con educación. Edwina depositó un rápido beso en su mejilla-Hoy nos acompañará mi hermano Benedict, no podía dejarle solo un sábado por la noche-dijo con una amplia sonrisa mientras miraba a Kate-Kate-la saludó mientras hacia una inclinación de cabeza.
Ella lo ignoró y miró a su hermana.
-Edwina ¿podemos hablar?
-En verdad, vamos un poco justo de tiempo-dijo mientras miraba el reloj- Así que lo mejor será que nos vayamos- Kate le hubiera querido matar en aquel momento, pero miró al resto de los presentes y finalmente asintió.
Anthony abrió la puerta trasera y dejó pasar primero a Edwina y luego a Kate, que cuando se acercó a él para introducirse en el coche le susurro muy bajo para que nadie pudiera oír.
-Kate, estás jugando a un juego muy peligroso-ella lo miró enfadada- Soy un excelente jugador, tenlo en cuenta.
Ella no dijo ni una palabra durante todo el trayecto, pero tampoco es que hiciera falta ya que Edwina siempre era buena para llenar los silencios con sus charlas despreocupadas. Kate descubrió que el hermano de Anthony, Benedict, también era un gran conversador. Llegaron a la ópera poco antes de que esta empezara, se dirigieron al palco y Anthony y Edwina se sentaron en la dos sillas delanteras y Kate y Benedict ocuparon las traseras.
-Señorita Sharma…
-Llámame Kate, por favor.
-Kate, ¿Qué tal te va en la empresa? ¿Te gusta trabajar en Bridgerton Company?
-Si, estoy contenta, no tengo queja alguna.
-Para mi gusto creo que trabaja demasiado-dijo Edwina con su habitual tono alegre-Se ha pasado la mañana revisando cosas.
-¿Perdón?-Anthony miró a Kate-Los empleados no suelen llevarse trabajo a casa, es una de las normas no escritas.
-Pues desde luego en el departamento de contabilidad esa norma no ha llegado, o al menos no en mi caso-dijo ella molesta pues todos los días su jefe le había encargado algún pequeño trabajo fuera de su jornada laboral.
-Hablaré con el señor Jones.
-¡No!-exclamó ella-No puede hacer eso.
-Soy el dueño, podré hacer lo que quiera.
Y en aquel momento las luces se apagaron y se vieron obligados a guardar silencio. Al principio Kate no pudo prestar demasiada atención a la obra debido a la última conversación que habían tenido, no quería que la relación que parecía que Anthony y su hermana tenían afectara a su trabajo. Sin embargo enseguida le cautivó la música y disfruto de cada segundo de la ópera.
Anthony la observó de reojo varias veces. Al principio parecía incómoda pero después vio como los ojos le brillaban de la emoción, y una sonrisa permanente se le dibujó en el rostro.
El intermedio llegó y Kate fue al servicio, no quería tener que hablar con el resto de personas que estaban en el palco. Se tiró un buen rato en el baño y después salió y recorrió los abarrotados pasillos de la Albert Hall hasta que chocó con alguien
-Discul…-empezó a disculparse pero paró cuando vio que era Anthony el hombre con el que había chocado-vaya…pensé que estaría con mi hermana
-Sabes que me puedes tutear verdad-ella asintió-Yo también he venido al servicio-un incómodo silencio-¿Te está gustando la ópera?-ella se encogió de hombros-Si no querías venir solo tenias que haberlo dicho-dijo molesto.
-Como si Edwina me hubiera dado alguna oportunidad. Mire Anthony no sé a qué estás jugando, pero…
-Aquí la única que juega eres tú ¿Crees que no me he dado cuenta? Cada vez que intento hacer algún plan con tu hermana a ti se te ocurre la brillante idea de ir a un museo, probar un restaurante nuevo, poner nostálgica pedirle a tu hermana que pase la noche viendo pelis de Bollywood contigo…podría enumerarte un sinfín de excusas que te has inventado para evitar que Edwina se lo pase bien.
-¡Yo no me invento nada!-exclamó enojada
-Oh, por favor, no he nacido ayer Kate-se acercó a ella-Se perfectamente lo que intentas hacer, pero debo advertirte que si empiezas tienes que estar dispuesta a jugar.
-Ese es el problema, que para ti mi hermana es un juego, alguien a quien llevarte a la cama y pasar un rato pero mi hermana…
-No tienes ni idea de lo que tu hermana quiere ¿Crees que ella no quiere pasar también un buen rato conmigo? ¿Crees que no hemos pasado ya un buen rato a pesar de tus absurdos intentos por obstaculizar todo?
-¿Te…te…has acostado con mi hermana?
Estaba muy enfadada. No, enfada no se acercaba ni un poco a su estado emocional. Podría matarlo en aquel momento ¿Cómo podía haberse acostado con su hermana? Era una niña, era su hermana pequeña…no podía ser verdad. Y para empeorar mucho más su enojo, él le dedicó su más amplia sonrisa y le dijo.
-Soy un caballero, nunca revelo ese tipo de información.
Y tuvo la precaución de echarse hacia atrás antes de que Kate pudiera siquiera reaccionar ante ese comentario. Le dedicó una última sonrisa y la dejó allí de pie, echando humo.
Anthony volvió al palco donde Edwina hablaba animadamente con su hermano.
-¿Viste a Kate?-él negó con la cabeza-Vaya, igual debería ir a buscarla.
-Creo que no va a perderse-dijo algo molesto. Edwina lo miró entre sorprendida y divertida.
Kate volvió pocos segundos antes de que comenzará el segundo acto. No se enteró de nada de lo que ocurrió en esa segunda parte, su mente viajaba una y otra vez a la discusión con Anthony. No sabía por qué estaba tan enfadada, en verdad sabía que su hermana ya se había acostado con un par de chicos, no es como si Anthony fuera su primera vez, pero aún así la idea le molestaba de una manera que no llegaba a entender.
-¡Didi!-exclamó su hermana al ver que no era consciente de que la ópera había terminado y el teatro al completo había empezado a abandonar sus asientos-Anthony y Benedict quiero invitarnos a cenar.
-Ve tú, Edwina, estoy cansada y quiero irme a casa.
-Pero…-Edwina quiso insistir pero Kate se dirigió a Anthony y su hermano.
-Gracias por la invitación, la ópera ha sido excelente. Pasadlo bien en la cena-volvió la cabeza a su hermana-No llegues tarde Eddie.
-No, voy contigo a casa…
-No, no quiero estropearte la noche a nadie. Disfrutad, cogeré un taxi.
-Es una lástima que no quiera acompañarnos, Kate-dijo con su voz melosa Anthony.
-Oh, por favor, está usted encantado con mi ausencia. Es lo que ha estado esperando toda la noche ¿verdad?
