Faberry Week 2022: DAY 3 – Moving Out / House Together
Summary: Rachel y Quinn se mudan juntas a New York, por su presupuesto de estudiante y para ahorrar recursos a la madre naturaleza ¿Sólo por aquello, cierto? Faberry. One Shoot.
Descargo de responsabilidad: no poseo derecho alguno sobre el show y/o sus personajes, sólo la de esta historia que tiene perfecto sentido en mi cabeza y en todo aquel o aquella que decida compartirla conmigo.
DAY 3 – Moving Out / House Together
Rachel y Quinn tenían una amistad en crecimiento, Quinn deseaba fuera a más, pero no sabía cómo hacerlo o ¿Pedirlo?, a las Fabrays siempre les habían conquistado y no al revés, de ahí que no supiera cómo, por lo que ni lo intentaba, escudándose en que estaba muy ocupada, siendo mamá y estudiante de alto rendimiento, en el cuadro de honor.
Quinn de estar en Yale y llevando exitosamente su carrera, un día dijo no más y decidió mudarse de la residencia que tenía muy cerca de la residencia universitaria, dejando ahí todas las amistades y apoyo que ellas le daban, para cuidar a su nena mientras ella estudiaba y trabajaba por horas para poder tener algo de efectivo, dado que su madre le había repudiado y regresado con su padre.
Es así que Quinn hizo una transferencia para poder estudiar en New York y con los pocos ahorros que tenía desde básicamente que nació, ya que lo tenía en una cuenta bancaria, que iba a disponer sólo para su niña, decidió usarla para comprar un piso de tamaño promedio en un edificio que estaba en un barrio seguro, en el piso 11 y por más seguro que le dijo el casero era, aun así, ella miró su presupuesto para ponerle tres cerraduras distintas a la puerta.
- Oh vaya, es nuestro nuevo hogar – exclamó llegando con su hijita en brazos dormida – muchas gracias por ayudarme a mudarme – añadió mirando a sus mejores amigas, Santana y Brittany.
- Es fácil cuando lo único que tienes es un colchón y una caja.
- Sé buena Sanny – le advirtió Brittany a su novia.
Ambas ayudaron a instalarla, insistiendo cuando regresaron con cosas de ellas que ya no usaban, que no era caridad – no es para ti Quinn, es para mi sobrina y dado que ella quiere lo mejor para su madre, algo para ti, pero sólo porque ella así lo quiere – insistió Santana.
El departamento tenía tres dormitorios, con un baño sólo en el piso, una cocina y sala de estar, el departamento sin mobiliario alguno.
Las tres chicas se pusieron manos a la obra acondicionando el dormitorio de Quinn, con el colchón en el suelo, varias mantas repartidas cubriéndola, la cama de su nena al lado del de ella – eso es una cama enorme para gato – señaló divertida Quinn al ver la que creía era la cama de Lord Tubbington, una que nunca usó, que estaba nueva, era enorme y de gato, que usaría su Beth de dos años.
Santana y Quinn se miraron para luego estallar en risas, tan divertido como sonaba, servía para el momento como cama de la bebé.
- Tú pareces leona y ella tu cachorro, era obvio tuvieran una cama de gato – acotó Brittany siendo lo más natural, las tres chicas se miraron y sonrieron.
Quinn tenía aquello y ropa, cositas de su hija, nada más. Todo su dinero lo invirtió al comprar el departamento y el resto de cosas nunca lo recogió de la casa de su ex, al terminar aquello muy mal.
Ese día, las tres chicas y la bebé, celebraron la mudanza comiendo yogurt con cereal en un plato descartable.
…
Rachel por su lado, por más que adoraba a Kurt y Blaine, ya estaba harta de ellos y de que derramaran amor frente a ella y con lo sola que estaba, con Finn siendo policía en Lima enviándole postales cada tanto y Brody llamándole cada que quería sexo y al inicio había estado bien, más ella deseaba conectar con alguien más y dejar de escuchar a su amigo en estados de pasión – cállense ya, joder ¡ - gritó una noche recostada en su cama, volteando los ojos ante la gran idea que habían tenido de que "unas cortinas" fueran puertas – se escucha hasta la caída de un alfiler – añadió escuchando como se rompía un preservativo – ok, me voy, esa es mi salida – soltó sin coger su abrigo, salió hacia la calle escuchando las risotadas de felicidad de su mejor amigo.
Rachel lo amaba con locura, pero escucharlo tener sexo cada nada, eso ya era demasiado.
Ella en ese momento se fue a comer a la cafetería del primer piso quejándose por haber dejado su abrigo, pasó ahí una hora, hasta que su amigo le mensajeó para que suba, que ya había acabado todo – todavía huele – se quejó adorablemente.
- Tú también podrías traer un chico lindo si quisieras.
- O señorita – añadió Blaine sonriendo.
- Cállense los dos ya, ni el aire me toca – añadió con lo que los tres rieron a cómo sonaba – y no, no Kurt, no quiero un novio, Finn fue mi último novio, es todo.
- Una llamada para sexo ocasional, ahí no hay pasión, es mi hermano, pero es la verdad.
- La, la, la, no escucho nada – en negación Rachel se fue a dormir o eso pretendió, tratando de dormir, logró escuchar la conversación que la pareja tenía en la cocina para presentarle un chico lindo, amigo de Kurt, o una chica rubia muy linda, amiga de ambos.
- Creo que necesito mudarme – susurró, durmiéndose con esa idea.
…
Al pasar los días, Quinn se dio cuenta necesitaba alquilar la habitación vacía o las dos, para tener algo de ingreso – tengo una bebé – se dijo a sí misma mirando como su perfección jugaba en su manta en la sala de estar con sus peluches – pero tiene que ser alguien bueno, un ángel, perfecto, mínimo eso – susurró mirando con preocupación a su nena.
Ella puso un aviso y en menos de dos días, llegaron muchas ofertas, las cuales tamizó avisando a Finn para que le ayude a filtrarlo por el sistema que tenían en la policía, él teniendo amigos en New York que podían hacerlo, la seguridad de su nena siendo la prioridad y aunque Beth no fuera suya, Finn la adoraba demasiado y ni qué decir de Puck que ni bien se enteró iba a rentar esos cuartos, se ofreció a tomar uno por más que tenía su vida en Lima, junto a su mejor amigo.
- No podrías pagarme y necesito el dinero Puck y no, no es una opción que tú apruebes a quien sea la elegida, porque hombres aquí ni hablar – le contestó cuando él la llamo, aunque eso de no participar en elegir a la candidata no lo cumplió Quinn y lo dejó participar junto a Finn en video llamada cuando pasaron las primeras candidatas, porque ellos básicamente la convencieron que era por el bien mayor de Beth.
Quinn las dejó participar hasta que se dio cuenta que ellos buscaban sólo a las más calientes y a algunas candidatas a Pol dance o bailarinas exóticas – suficiente – replicó cortando la llamada, ella no metería a una mujer así en su hogar, no porque le juzgase, le daba igual eso, sino porque si ella trabajaba en eso, siempre podría haber la posibilidad de que un "cliente" la siguiera y eso era impensable, estando Beth ahí.
Santana y Brittany era también un gran no, ya que ellas habían comprado recientemente su piso y querían experimentar conviviendo.
Incluso cuando surgió la posibilidad de que vivieran juntas, su departamento quedaba muy lejos a su universidad, a diferencia del que tenía, a un par de cuadras de la misma, hasta caminando llegaba, lo cual le ayudaba al no gastar en el pasaje.
Eso no quitaba que ambas decidieron cuidar a Beth en sus ratos libres, eso ayudaría mucho a Quinn, para sólo en los casos imposibles, dejarla en una guardería a la cual checó al mínimo, para poder así equilibrar sus horarios de escuela, mamá y trabajo en una cafetería.
Quinn pasó un mes sin encontrar a nadie, ya que nadie era perfecta candidata a sus ojos.
Rachel pasó un mes también buscando departamento, sin encontrar algo para su presupuesto y eso que sus padres lo cubrían – no voy a gastar de más, pudiendo encontrar algo bueno y cerca de mi universidad – había respondido ella cuando ellos le consultaron por su nuevo departamento, ellos queriendo aprobarlo antes de que se mude.
- Amor, si no hay opción, te compraremos uno – sentenciaron ellos antes de cortar.
- Bien – renegó ella colgando la llamada – apuesto se verá genial en mi autobiografía – ironizó.
…
Al finalizar el mes, al día siguiente, Rachel fue a una cafetería a almorzar – ufff – se sentó con los pies adoloridos de caminar toda la mañana y no encontrar nada, incluso se estremeció al recordar a un tipo mirándole de pies a cabeza y lamiéndose los labios, uno que le abrió la puerta para que pasase, Rachel nunca había corrido tan rápido en su vida.
Ella tomó un sorbo de su café y soltó a sonreír por cómo era la ciudad a la cuál amaba, de eso, hasta que escuchó su voz y se giró hacia ella, atorándose y derramando su café sobre ella al haber estado bebiéndolo - ayyyy – se quejó.
- Oh señorita, cuidado – pidió al ver que el café había caído en su torso – por favor déjeme ayudarle, ¿Rachel? – preguntó finalmente al levantar la mirada Quinn y ver que era ella.
Ambas sonrieron como idiotas, muy brillante y hermoso, tanto que empezaron a reírse cálidamente, su supervisora la miró carraspeando para que haga algo o bien, deje de hacerlo, dada las miradas curiosas de los otros clientes.
- Ok, ok, lo siento, Rachel sígueme – pidió llevándola a uno de los baños para empleados, dentro de su área de atención.
- Tantos recuerdos – soltó Rachel divertida y Quinn rió, recordando ambas que interactuaban más en los baños de su colegio que fuera, al menos en un inicio, hasta que Quinn sacó su cabeza de dónde la tuviera y se dispuso a hablarle y Rachel igual.
- Así que New York y ¿Yale?
- Me transferí, necesitaba un cambio de ambiente y Beth a sus tías – Rachel notó que podía haber algo más pero no lo dijo, ambas siguieron hablando de lo bella y grande que debía estar Beth, Quinn sonreía contándole cada cosa graciosa de su bebé y Rachel sonreía por lo hermoso de su vida, muy lejos de la hbic que conoció ni bien verla.
Entre tema y tema surgió que Quinn estaba buscando compañera de piso y Rachel un lugar.
- Pásate a verlo, puede ser lo que buscas – entre broma y broma lo sugirió Quinn y Rachel lo tomó.
…
Ni bien Rachel llegó al departamento que compartía con Kurt les contó y esa misma noche se dispusieron a la obra, no a pensar si era buena idea o no, sino a lo siguiente.
Al día siguiente, Quinn estaba hablando por teléfono en la tarde, su nena jugando en la alfombra, cuando sonó el timbre – hey – saludó sonriente a Rachel - ¿Ahhh? – luego al notar lo que estaba ocurriendo.
Kurt y Blaine entraron después de Rachel, saludaron y empezaron a meter todas las cosas y cajas – oh vaya, te estás mudando, veo – observó divertida Quinn – y ni el costo te dije – a Rachel.
- Y ¿Cuál es el costo? Apuesto a que puedo pagarlo.
Quinn la miró y no lo pensó – es gratis.
- ¿Qué? – Rachel preguntó confundida – vaya que eres pésima con los números, ¿Cómo que es gratis?
Kurt y Blaine las miraron sonrientes y sintiendo que estorbaban, decidieron en ese momento decorar el que sería el cuarto de Beth con la ayuda de la pequeña que se maravillaba por todas las cositas que habían traído para ella, entre juguetes y mantas mullidas.
Los tres se encerraron en ese dormitorio, tratando de darles privacidad y a la par no dándoselas al no cerrar la puerta, dado que querían escuchar qué ocurría.
…
- Rachel, eres mi amiga y has traído muchas cosas para mi bebé, sería tonto cobrarte luego de esto.
- Quinn insisto, eres pésima negociadora, eso es sólo un mes y ¿Luego?
- Luego podré dejarte a Beth y me ahorraría a una cuidadora, aparte que tú eres de confianza, podría equilibrar mis roles – Quinn insistió en convencerle sin decirle la razón principal por la que no le cobraba, que era que ella le gustaba y mucho.
Un debate muy tierno después, con muchas sonrisas robadas y se selló el trato, Rachel no pagaría, en cambio con lo que podría pagar, iba a comprar comida - es un trato justo – Rachel no aceptó menos que eso, Quinn volteó los ojos divertida apoyándose en la encimera, ambas sonrieron.
- Si parecen una pareja casada – susurraron Kurt y Blaine desde el cuarto de la nena no habiendo decorado nada, por estar observando la interacción.
…
Un mes después…
El tercer dormitorio se alquiló a una chica llamada Alison, una rubia preciosa muy heterosexual, pero muy heterosexual, mejor amiga de Kurt y Blaine, cómplice de la pareja para cumplir cómo cupido en la relación de ambas chicas.
¿Su rol?
Hacer todo para que Rachel se diera cuenta que Quinn estaba muy enamorada de ella sin decírselo y que ella estaba igual de enamorada de Quinn, con pequeños toques hacia Quinn, coqueteos sutiles, incluso le cantaba musicales, que Quinn miraba raro y hasta divertida, ya que la veía como una hermana al más tiempo pasar e interactuar con ella.
Todo lo contrario, para Rachel, que cada día se ponía más celosa - ¿Eres mi mejor amiga o la de ella, decide?¡ - le había exigido un día.
- ¿Qué? – preguntó aturdida Quinn mientras desayunaba.
- Eso, decide, ¿Sabes qué? Dos pueden jugar éste juego ¡ - soltó antes de salir por la puerta en una tormenta de diva perfecta.
- ¿Qué juego? – preguntó confundida Quinn a Alison que se encogió de hombros riendo detrás de su tostada.
Alison siguió con lo suyo, intensificando el juego.
Así las encontró Rachel un día, ni bien abrió la puerta, Quinn recostada en el regazo de Alison, ambas riendo con Alison dándole a probar un trozo de torta en la boca.
- Por un demonio, no ¡ - gritó ni bien entrar para luego salir a trompicones.
- Ve por tu mujer, ya – le aconsejó Alison.
- ¿Eh?
- Pero de qué vas Quinn, ve por ella – Quinn confundida se quedó mirándole – está celosa, ve…
- ¿Por qué estaría celosa?
- Ayyy – bufó Alison.
- Ach, mami – dijo Beth en su cuna haciendo sonidos de besos, obviamente imitando a Alison.
- Owww entonces ya sabes de eso – replicó Quinn
- El eufemismo del año – acotó ella levantando su yogurt, ella deseaba cerveza, pero no iba a tomar habiendo una bebita en el departamento.
Quinn le dio señas para que cuide a su nena, Alison asintió diciendo – soy la puta ama – con mucha travesura, Quinn rió negando con la cabeza, se fue a por su Rachel, que misteriosamente no había salido a la calle sino subido a la azotea.
- ¿Rach?
- ¿Por qué ella? – preguntó – podías cogerte a alguien más.
- No me la estoy cogiendo, en realidad no sé de qué hablas…
- No estoy loca ¡ - le gritó dando un pisotón en el piso con rabia.
Cualquier persona en esa situación, se hubiera alarmado, cuestionado su salud mental, ido, etc, ¿Pero Quinn? Ella se rió y a carcajadas.
- ¿Eh? – y se rió más al ver la carita de situación que puso Rachel.
Quinn rió abundantemente, incluso se dobló de risa, Rachel bufó, puso ambas manos en su cintura y al Quinn no parar de reír, ella también rió, sentándose a su lado, ambas bajo una llovizna incipiente.
- Alison es una gran bromista, no me la cogí – dijo sonrojada, Rachel beso su mejilla al parecerle muy adorable su rostro – y me reía porque personificaste la perfecta escena de diva que venías ensayando desde siempre y porque te veías muy adorable.
- ¿A sí?
- Sí. Alison dijo que estabas celosa. Pero eso me parece raro.
Rachel soltó una gran exhalación antes de mirarle y decir – eres muy inteligente Quinn, pero a la vez tan…
- ¿Tan?
- Tan nublada para otras cosas.
- ¿Eh? – preguntó antes de gemir – hmmm - por el gran beso que le dio Rachel y que profundizaron ambas.
- Si estoy muy celosa Quinn – replicó Rachel saboreando el beso con su lengua en sus labios - llevamos viviendo un mes entero y ¿No te has dado cuenta que me gustas?
- Hmmm – gimió Quinn hecha papilla incapaz de procesar nada.
- Sólo di que sí.
- Sí – repitió Quinn pidiendo otro beso, sí a qué no sabía, pero si era con Rachel, estaba dispuesta a todo.
…
- Ayyyy – vitoreó Alison aplaudiendo ni bien verlas entrar al departamento, tomadas de la mano, mojadas por la lluvia, sonrojadas y muy felices.
- Yeiii ¡ - vitoreó Beth al ver sus dos personas favoritas.
…
Fin.
