EMMA:

-Malditos policías incompetentes, como podrían encontrar a la chica si no saben seguir pistas –maldecía a todos los encargados del caso por no haber hecho bien su trabajo, las pistas jamás tuvieron el seguimiento debido por eso jamás encontraron a la morena.

Tras una investigación a fondo en apenas tres ahora Emma monto un nuevo caso, la comisaría era un caos, pero el caso ahora estaba bien montado.

Tras tomar la dirección de los padres de la chica se subió en su auto amarillo dejando atrás su nuevo edificio de trabajo aventurándose así en la gran mansión Mills Heart.

Al llegar fue recibida por una chica que vestía un uniforme que consistía en una camisa blanca, una falda negra y unas zapatillas, la misma la dirigió al salón que tenía una intachable decoración donde debía esperar a la familia Mills-Heart.

No fue mucho la espera en breves minutos llegaron al salón dos mujeres y un hombre, la primera fue identificada como Cora Heart, alcaldesa de StoryBrooke, el segundo fue su marido Henry Mills y por último una chica de ojos color mar y cabellos rojos, era claramente la hermana de aquella morena.

-Buenas tardes, Miss Swan, tengo entendido que es usted la nueva Sheriff, ¿qué necesita de nosotros? –preguntaba la mujer mayor mientras me analizaba con la mirada.

-Buenas tardes, al llegar estuve revisando el caso de su hija, Regina Mills, luego de tres horas he montado uno nuevo, no sé qué paso con los policías de esta ciudad, pero el informe era un asco, volviendo a analizar nuevas pistas he descubierto algunos nuevos detalles.

- ¿Es en serio puede encontrar a mi pequeña hermana? –pregunto la chica pelirroja mientras en sus ojos nacía un nuevo brillo.

-Es muy en serio, uno de los secuestradores tiene un tatuaje poco común en su antebrazo, fue captado por las cámaras del bar, aunque estaba oscuro está claro, luego de una pequeña pero muy fructífera investigación he dado con la identidad del sujeto. Se llama Robín Locksley, tiene veintiséis años, tiene antecedentes como el tráfico de armas, drogas y personas. ¿Sabe qué relación pueda tener con su hija?

-No la verdad Gina era reservada pero no andaba con ese tipo de personas ella era más color rosa –dijo la madre de la chica.

-Mama, Robín quería tener algo con Regina, pero ella lo rechazo, Gina me dijo que la sostuvo fuerte del brazo y me enseñó la marca que dejo sobre su piel.

-Cariño porque no nos habías contado sobre eso –esa fue la primera vez que aquel hombre hablo, en su cara se mostraba la mirada de un padre afligido a quien le fue arrebatada su hija, sus ojeras eran profundas y su dolor era contagioso, nadie en el salón se encontraba en mejor estado, tanto madre como hija tenían miradas tristes, ojeras y destilaban un profundo dolor.

-Prometo hacer todo lo que este en mis manos, debo irme quiero seguir una pista, en cuanto sepa algo les avisare.

-Gracias Miss Swan nos ha devuelto la esperanza de volver a ver a Gina era algo que creíamos perdido meses atrás –asentí y me marché de la gran misión donde antes me encontraba, tenía una pista y quería seguirla cuanto antes.

Robín Locksley era discreto pero temperamental, encontré un registro donde se le vinculaba con un chico llamado Will quien ahora se encontraba en prisión por algunos delitos. Al llegar pude acceder fácilmente a una pequeña visita con él, ser el sheriff tenía sus privilegios y ahora mismo me estaba valiendo de ellos.

La entrevista al inicio fue complicada, se negó a hablar de nada, pero luego de persuadirlo y hablarle de bajar su condena y limpiar un poco su expediente accedió a darme información.

Robín Locksley era traficante de un poco de todo, daba igual drogas, armas o personas, su mano derecha se llamaba John Little, estuvo casado con Marian y juntos tuvieron un hijo llamado Roland, ambos murieron en un accidente de coche, según el Robín se sentía atraído por Regina y al esta negarle una oportunidad enloqueció y la secuestro. Will tenía sospechas de la ubicación de Regina Mills, pero nada seguro, había una fábrica abandonada cerca del puerto que era la cede de negocios de Robín y una cabaña muy adentrada en el bosque, pase tarde en la noche por la fábrica en la que solo había algunos hombres, pero ni rastro de la morena a la que buscaba.

La cabaña del bosque tenía un difícil acceso para una persona normal pero no fue tan difícil llegar hasta ella, fui entrenada para realizar trabajo de campo y podía atravesar toda esa naturaleza fácilmente. Al llegar vi tres hombres custodiando la cabaña identifiqué a uno de ellos como John Little y quince minuto luego de mi llegada salió de la misma el mismísimo Robín quien sestaba furioso lleno de rabia lanzando duramente la puerta causando gran estruendo en el silencioso bosque, cuando se fue se llevó con él a John y a otro de los hombres dejando tan solo a uno, luego de unos momentos de vigilancia supe que habían cambios de turno , ya que una hora después llego otro hombre y el que se encontraba allí se marchó y así sucedió otra hora más tarde, ya familiarizada con los turnos y segura de que hallaría algo en la casa me decidí a aventurarme en ella, no fue difícil dejar k.O (Knock Out) al guardia, al entrar vi que se trataba de una pequeña cabaña que constaba de una habitación, una cocina, un baño y un pequeño salón, no había nada en ninguna de estas habitaciones, estaba a punto de marcharme hasta que escuche un ruido proveniente de un piso que se encontraba bajo mis pies, al parecer había un sótano en la cabaña, al hallar las escaleras y encender la linterna de mi móvil me encontré con un cuerpo atado a unas sogas, estaba sucia y podía ver los múltiples golpes en su rostro, tenía una mirada cargada de temor y podía jurar que las lágrimas de sus ojos brillaban. A cada paso que yo daba ella trataba de retroceder más y más al punto de quedar apretada contra la pared, al acercarme y apuntarla un poco con el flash de la linterna pude ver mejor los diversos hematomas que habían en su cuerpo, además al parecer tenía varias heridas y el hombro izquierdo dislocado, apenas llevaba un vestido, era de flores, estaba algo roto e inclusive lograba ver sangre en él, pero lo que más llamó mi atención fue el abultado vientre de la chica de no más de veinte años de edad, a juzgar por el tamaño debía estar entre 16 o 18 semanas, mientras más me acercaba ella más trataba de alejarse mientras posaba una mano sobre su vientre protectoramente.

-Hey no voy a hacerte daño, me llamo Emma, Emma Swan soy el nuevo sheriff de la ciudad quiero sacarte de aquí –creo que con esas palabras atraje su atención pues en ese momento sus ojos se posaron con los míos, su mirada aun mostraba desconfianza, pero de alguna manera había ápices que demostraban confianza en mis palabras –Tranquila solo quiero sacarte de aquí y llevarte con tus padres –al hablarle de ellos sus lágrimas regresaron y me maldije interiormente –No tenemos mucho tiempo, debemos irnos o no podré sacarte, te desatare, te ayudare a ponerte en pie e iremos lejos de aquí, te prometo que estarás bien –al verla asentir supe que esa era mi confirmación así que procedí a zafar las cuerdas y ayudarla a ponerse en pie, traspase su brazo derecho sobre mi cuello sujetándolo con una mano y la otra que quedo libre paro en su cintura sosteniéndola con fuerza para no dejarla caer, estaba delgada, muy delgada y embarazada, además con todos esos golpes él bebe pudo haber sufrido daños. Cuando subimos las escaleras pude verla mejor y a pesar de las manchas violetas y la palidez de su rostro pude ver sus hermosos ojos brillar con fuerza la verse casi libre del encierro, aunque estaba débil pude ver la pequeña sonrisa que se dibujó en su rostro al salir de la cabaña y ver que era libre, como si fuese un pájaro en cautiverio al cual abrieron su jaula dejando sus alas mover en la libertad que se hallaba en el cielo, en el viento. El guardia aún estaba en el suelo, completamente atontado y desmayado por el golpe que había recibido, al ver el reloj supe que faltaban 20 minutos para el cambio de guardia así que me apresure tanto como la morena me lo permitía, al ver que en cualquier momento podría llegar alguien más la tome en mis brazos y esos ojos chocolate volvían a estar clavados en mis azules iris. Eran tan intensos y profundos como el mar, me sentía perdida, sin saber el porqué de ese efecto, me sentía en un sueño y eran sus ojos de cielo los que me ataban a ello. Tuve que dejar de pensar y ponerme en marcha, quería ponerla a salvo y si eso era lo que quería debía dejar de perderme en sus ojos, al salir de la zona boscosa y llegar a mi auto la puse en la siento trasero, no podía arriesgarme a que alguien la viese. Era tarde la noche había caído sobre el tranquilo pueblo de StoryBrooke, en la carretera solo había unos pocos coches así que llegue con gran rapidez a la residencia Mills, no hizo falta más de unos toques para que la alcaldesa Heart saliera en un pijama de seda rosa con una expresión de asombro, volví a mi coche y antes de volver a tomarla en mis brazos eche en vistazo por si alguien venía, no había nadie en la zona así que tome a la morena que había caído rendida en el asiento trasero de mi coche, al verla su madre se puso tan blanco como un papel, lagrimas caían por su rostro, podía ver la felicidad correr por su rostro, aunque luchaba por creer que su hija estaba viva era difícil pues al nunca pedir los secuestradores un rescate imagino lo peor, se apartó de la puerta dejándome libre el paso hasta el salón, donde se hallaban tanto el padre como la hermana de la chica inconsciente que yacía en mis brazos, al verla también corrieron lágrimas de sus ojos, estaban felices de verla de nuevo, de eso estaba más que segura.

Al ponerla sobre el sofá y ver el cambio de rostro de todos los presentes supe que están viendo su vientre, la chica estaba embarazada de unos cuatro o cinco meses, eso solo significaba que le bebe era del secuestrador pero ahora no tenían cabeza para pensar en ello pues tras solo unos segundos de asimilación, la alcaldesa Heart se lanzo al mueble donde se encontraba el cuerpo desmayado de su hija, llevo una mano a su rostro acariciándole las múltiples manchas violetas allí presente, su hermana no se quedaba atrás así que tomo una mano de la morena mientras su padre llamaba a un médico de confianza.

Tan solo unos veinte minutos más tardes, el doctor Whale llego y subí a Regina a su habitación, la cual imaginé totalmente diferente, a pesar de su corta edad y que de seguro era una niña rica mimada por sus padres, no era una habitación de princesas pintado de rosa, parecía la habitación de alguien maduro, había una excelente elección en cuanto a la decoración, los colores eran precioso y dios ya comenzaba a divagar por completo, tenía un mural en la pared lleno de fotografías y un estante repleto de libros, una mesa con un ordenador y una puerta que daba al cuarto de baño.

El doctor pidió privacidad y todos bajamos al salón, sabía que me esperaba un interrogatorio y debía responder cada pregunta, al fin y al cabo, tienen derecho de saber lo poco que se.

- ¿Dónde la encontraste?, en menos de 24 horas hiciste más que toda la comisaria en dos meses –dijo la alcaldesa con asombro.

-La verdad no fue tan difícil revisé el expediente y las cámaras las pistas no fueron bien investigadas –dije.

-Son todos unos incompetentes, mi hija paso un infierno por su mal trabajo –dijo Henry Mills demostrando gran enojo.

-Papa… --dijo la chica pelirroja tratando de calmar al hombre algo mayor.

-¿Has visto como esos malnacidos dejaron a tu hermana? –dijo con lágrimas en los ojos.

-Lo he visto y lo pagaran te lo aseguro, pero no te alteres así te hace daño –dijo con tono preocupado.

-Está bien pequeña no te preocupes.

-Cuéntanos Miss Swan ¿Cómo la encontró?

-Hable con Will un chico que está en prisión por algunos delitos, él me dijo las posibles ubicaciones a cambio de que rebajase su condena y limpiase un poco su expediente, primero menciono una fábrica pero no estaba allí, luego una cabaña en medio del bosque donde por cierto la encontré, esto será duro de escuchar si quien no continuo –los vi asentir así que continúe relatando los hechos –Ella estaba atada en el sótano, tenía miedo y protegía con sus manos su vientre, cuando le dije que solo quería ayudarla ella confió y me dejo sacara de aquel sitio, traje aquí porque no creía el hospital un lugar seguro.

-Gracias Miss Swan ha salvado a mi hija.

-Es mi trabajo –decía mientras Whale bajaba las escaleras.

- ¿Doctor como esta mi hija? –dio un preocupado Henry.

-Algo delicada, esta deshidratada y desnutrida, tiene hematomas muy profundos y algunas heridas que afortunadamente no se infectaron, el hombro izquierdo dislocado pero los bebes están bien, tienen apenas dieciséis semanas, pero todo estará bien, hice la ecografía aquí está, también un examen físico y lamento informarles esto, pero su hija presenta un desgarro, lo que nos indica que fue abusada sexualmente hace poco.

-Dios mi pequeña –fue lo único que gesticulo Henry antes de lanzarse a tomar a su esposa que se desmayó de la impresión, mientras una afligida Zelena lloraba en un rincón del mueble. Yo sentía mi corazón latir desbocado y con fuerza, lo sentía romper por el horror que sufrió aquella chica cuyos ojos eran el cielo y su rostro el de un ángel.

Veinte minutos después Cora quien ya había vuelto en si lloraba junto a su hija mientras escuchaba gritar a su esposo lanzando maldiciones hacia el violador de su hija.

Cuando Whale por fin dejo la mansión dejando instrucciones todos subimos a la habitación donde se encontraba dormida la joven Mills, sus padres se sentaron a un lado de la cama y su hermana al otro tomando sus manos, yo me sentía de más en una escena tan familiar pero cuando quise irme Cora Heart Mills me lo prohibió rotundamente alegado que la Salvadora de su hija debía quedarse, seguro quería verme al despertar y así fue, me quede hasta que la joven morena abrió sus ojos que se habían dibujado nuevamente de un profundo terror.