Lux' Hope (La Esperanza de Lux) parte 4

LUX' HOPE (LA ESPERANZA DE LUX)
by Elenis ;)

Parte 1 - Parte 2 - Parte 3 - Parte 4 - Parte 5 - Parte 6 - Parte 7 - Parte 8 - Parte 9 (final)

PARTE 4

Lux y yo lo "dejamos ya" muy bien. Nunca volvimos a hablar de ese beso. Yo tuve a menudo ganas de repetirlo, pero jamás se las confesé. Tras ese día, todo lo que hacía ella era mirar a Trip y babear. Yo sospechaba que tenía que haber ocurrido algo entre ambos, pero no quería preguntar y confirmar de este modo mis temores. Lux comentó, como por casualidad, que había descubierto que se podía bajar y subir por la enredadera que trepaba por la fachada de su casa.

Sin embargo, Trip y Lux no se hablaban. A mí me molestaba esa actitud de embobe que se producía en los dos cuando se encontraban, pero no podía entender que no se dirigiesen la palabra. Habría sido lo más lógico. Pero Lux incluso seguía diciendo que Trip era un pesado, aunque evidentemente, ya ninguna de nosotras la creíamos.

El viernes siguiente había una fiesta en el instituto. A mí me ponían nerviosa ese tipo de fiestas por diversas razones. La primera es que no bailo nada bien. La segunda es que me agobia ese ambiente, lleno de chicas que desean ser la reina de la fiesta y de mocitos melenudos que beben a escondidas. La tercera es que, por desgracia, a esas fiestas tienes que ir acompañada de alguien del sexo opuesto. Si no consigues pareja – que era lo que me solía ocurrir a mí –, es mejor que no vayas, porque se reirán de ti. Más aún si no tienes grandes amigos con los que estar. Y si no vas, se reirán de ti igualmente al día siguiente. Es decir, las fiestas en el instituto se convertían para los chicos en una caza y captura de chicas no demasiado feas (preferentemente), y medianamente feas (si lo otro no era posible). Nosotras sólo podíamos limitarnos a esperar que alguno nos invitara. Como yo me mantenía bastante al margen de estos acontecimientos sociales, y además, nunca he sido lo que se dice guapa, pocas veces había sido invitada a fiestas.

Aquel año se rompió la norma. Dos chicos se ofrecieron para acompañarme a la fiesta... Josh Goose y su amigo Lickbutt. Supongo que pensaban que, de este modo, estarían más cerca de Lux. A los dos les dije que no, por supuesto. En cualquier caso, dudaba de la asistencia de las Lisbon a la fiesta. Ellas jamás acudían a nada que tuviera pinta de "desmadre". Le pregunté a Lux si pensaban venir, pero no me respondió.

El miércoles Lux, en el pasillo, se acercó corriendo a mí y me abrazó.

-¿Qué ocurre?- pregunté, con algo de embarazo.

-Vamos a ir a la fiesta- la voz de Lux sonaba emocionada. Emocionadísima -. Trip y sus amigos nos van a llevar a la fiesta. Mis padres nos dejan.

Era interesante el efecto que un evento como aquél podía producir en la expresión de los rostros de las Lisbon. Mary y Therese sonreían al salir del instituto. Bonnie no sonreía, pero sus mejillas se habían coloreado. Pensé que la presencia de las Lisbon en la fiesta causaría impacto. Sobre todo, Lux y Trip... Sentí amargura. A medida que se iba acercando la fecha de la fiesta, me ponía de mal humor. Decidí quedarme en mi casa. No podía presenciar esa escena. Sin embargo, Chuck se me acercó en el último momento:

-Hannah me ha dejado plantado- dijo. Parecía preocupado -. Va a ir con Percy.

-¿Y...?

-Bueno, me estaba preguntando... Ya que somos amigos... Si querrías acompañarme tú.

Sabía que acudía a mí porque estaba en situación de emergencia, pero tengo el corazón blando. Así que resolví devolverle a Chuck todas las manos que me había echado y asistir con él a la fiesta.

El viernes Lux se despidió alegremente de mí. Iban a arreglar los vestidos que habían comprado la tarde anterior. Me gustaba ver a Lux tan feliz, pero no podía evitar sentir una puñalada en el corazón cuando pensaba en que iba a venir a la fiesta con Trip Fontaine.

-Te veo luego- dijo Lux antes de tomar la dirección de su casa.

Yo me puse un simple vestido de los años jóvenes de mi madre. Era azul, y visto de lejos no daba la impresión de ser tan viejo. Me maquillé de una forma discreta y esperé a que Chuck viniera a buscarme, lo cual ocurrió veinticinco minutos después de la hora fijada. Nos comprimimos en el asiento trasero de un Corvette – que, cosas de la vida, conducía el propio George Harris – que nos llevó al lugar entre petardeos. Una vez en la fiesta, me serví ponche y me dispuse a retirarme al rincón más alejado, pero Chuck me siguió.

-¿Bailamos?- me preguntó.

-¿Qué te ha dado, Chuck?- le contesté yo.

-Vamos Hope, no puedes pasarte la vida huyendo de todo- dijo, y me tomó de la mano. Me resigné. Bailamos un par de canciones, entre ellas Let it be. Chuck sonreía mientras yo intentaba llevar el paso.

De pronto, vi a Lux. Estaba agarrada del brazo de Trip Fontaine. Más allá se encontraban también Bonnie y Therese; Abe y Peter las acompañaban. Lux y Trip emprendieron un sensual baile. Sus frentes se rozaban. No me pasó desapercibida su expresión de arrobo. Trip tenía sus manos en la espalda de Lux, de mi Lux, y la acariciaba, exactamente igual que yo había hecho una semana antes.

Esos momentos permanecen muy vivos en mi memoria. Yo agarré con más fuerza a Chuck y me acerqué disimuladamente a Lux y Trip. Lux abrazó a su pareja y, en una vuelta, me vio. Yo miraba a Lux. Y Lux me miraba a mí. La canción que sonaba en esos momentos era Trust me, de Janis Joplin. Tanto Lux como yo teníamos en casa el álbum Pearl. En el estribillo – oh, my love is like a seed, baby, just needs time to grow – apoyé la barbilla sobre el hombro de Chuck, que pareció algo abrumado. Lux hizo un movimiento con su mano y me sonrió. Cerré los ojos. Cuando los abrí, Lux seguía allí, observándome. Ese contacto visual que manteníamos por encima de los hombros de nuestras respectivas parejas parecía habernos absorbido. Noté que una lágrima pugnaba por salir de mi ojo y, sin quererlo, susurré: Trust in me baby, trust in my love, trust in my heart. Lux no hizo ningún movimiento, excepto para seguir el ritmo. Deseé que aquel instante no acabara nunca.

Pero acabó. Al terminar la canción, Trip tiró de Lux hasta llevarla a un lugar escondido tras el escenario. Me separé de Chuck con pesar. Noté que él me miraba de una forma rara. Me sugirió ir con los demás, y yo acepté.

La gente de mi clase charlaba sobre cosas de las que yo no entendía. En nuestro grupo estaba también Sharon, una chica que se sentaba a mi lado en clase; había venido sola, vestida de hippy. Sharon se acercó a Chuck y a mí y se puso a hablar con nosotros. Nos preguntó a quién íbamos a votar como rey y reina de la fiesta.

-No lo sé- contestó Chuck. Yo no dije nada.

-Yo supongo que a Sid Williams y Mary Lisbon- respondió Sharon, pensativa.

-¿Por qué Mary?- pregunté.

-No sé. La veo guapa. No hace mala pareja con Sid. De todas formas, supongo que todos votarán a Lux Lisbon y Trip.

Me mordí los labios. Cuando el chico con el sombrero de las votaciones pasó a nuestro lado, yo aún tenía el papel en blanco. Chuck me metió prisa y, con amargura, escribí: "Lux Lisbon / Trip Fontaine". Dejé mi votación en el sombrero.

El organizador de la fiesta, Mr. Green, recontó cuidadosamente los votos, colocando los papeles vistos a un lado de la mesa. Por fin se levantó y alzó la mano para hacerse escuchar.

-¡Tengo el placer de anunciar que el rey y la reina de esta noche son Trip Fontaine y Lux Lisbon!

-¡La parejita de oro!- se burló Sharon, mientras el público se deshacía en aplausos. Trip y Lux salieron a trompicones de donde estaban, cogidos de la mano y riendo. La corona de Lux era preciosa. Ella saludó cuando se la pusieron; el brillo de sus ojos casi superaba al de la corona.

-¡Lux, preciosa!- aulló Martin Lickbutt. De súbito, me sentí muy cansada. Me agarré a la manga de Chuck. Era como si cada palmada que la gente daba a mi alrededor hiciera que los párpados me pesasen un poco más. Tenía la impresión de que esa distancia respetuosa que separaba a las Lisbon de los demás mortales se había reducido. Estaban a un paso de dejar de ser "las divinas Lisbon" para convertirse en "las Lisbon", tangibles como cualquier otro. Especialmente Lux. Las chicas la miraban con envidia, y sólo el vestido que llevaba – demasiado amplio, demasiado largo, demasiado casto – la diferenciaba del resto.

Chuck me tomó de la nuca y me estrechó contra su pecho. Permanecí así unos segundos, tal vez minutos, hasta que sentí que alguien me tocaba en el hombro. Giré la cabeza y me encontré con Lux. Había bajado del escenario.

-Lo siento- fue lo primero que dijo Lux, mirándonos alternativamente a Chuck y a mí -. ¿Puedo hablar con ella?

-Sí, sí, sí, claro- tartamudeó Chuck, y me soltó. Yo mantuve el rostro un poco ladeado. No podía mirar a Lux a los ojos. Tenía rabia. Vergüenza. Un poco de todo. Ella no dijo nada durante unos instantes. Después sonrió y adelantó la mano para apartarme el pelo de la cara. Susurró:

-¿Cómo estás?

-Bien. – respondí.

Me percaté de que Trip estaba a su lado. Me di cuenta de un detalle que hasta entonces se me había pasado por alto: él tenía el pelo igual que yo. El mismo color, el mismo corte, la misma textura grasienta. Pensándolo bien, me daba la impresión de estar enfrentándome a una imagen masculina de mí, en versión corregida y abrillantada. Trip me devolvió la mirada con unos ojos oscuros, nerviosos.

-Nos vamos ya- dijo Lux.

-¿Sí?

-Sí. Nos veremos el lunes.

Yo asentí. Lux echó un rápido vistazo a Trip y éste se excusó, diciéndole a Lux que esperaría fuera. Intenté mirar a los ojos de Lux. ¿Qué había en ellos? No tuve tiempo de pensarlo, porque ella se echó hacia delante para darme un beso. Supongo que fue una reacción involuntaria, pero moví ligeramente la cara en su dirección. El borde de los labios de Lux contactó con la comisura de mi boca y me estremecí. Ella se irguió.

-Adiós, Hope- dijo en voz baja. Y volviéndose de espaldas, siguió a mi réplica masculina.

Adelante a la parte 5

z Volver a Ansurbamtijonia

z Volver al Web Empire

z Emilín: loli_jackson@hotmail.com +