Misa pasaba una buena noche en el bar/club junto con sus amigas, después de cuatro meses que terminó su relación ella decidió dejar todo lo vivido con su ex novio atrás, decidió vivir otra vez. Por fin había entendido que la vida sigue, que estuvo bien antes de conocer a Takeshi, no estaba lista para otra relación, pero tampoco se cerraba a la posibilidad.

Fueron al bar de confianza, los encargados de las bebidas ya las ubicaba desde hace tiempo ya que eran clientas recurrentes, a Sayu se le ocurrió la idea para una dinámica entre ellas. Consiste en que debían hablar con otros chicos o a chicas que tuvieran un conjunto de ropa que combinara con la ropa que tuvieran puesta, incluso valía si los colores de ropa coinciden, a Misa y a Linda les pareció excelente idea, Naomi no estaba convencida ya que era la única que en esos momentos tenía una relación y presentía que eso se podría mal interpretar en un futuro; ese día había peleado con Beyond por lo que no quería echarle más leña al fuego.

—Entonces empecemos con los hombres. Nos reunimos en una hora para ver estadísticas.— Mencionó Linda emocionada por el juego.

Naomi les dijo que se quedaría en la barra esperando, que estaría ahí también por cualquier cosa que necesitaran.

Por lo tanto, Misa, fue en busca hasta que vió una mesa donde vio a unos chicos que recién llegaron. Con mucha seguridad en sí misma se acercó, por supuesto que era consciente de su apariencia atractiva por lo que le daba un plus a su aventura.

Repasó lo que llevaba puesto, un vestido negro apretado con vista scoop, un collarín del mismo color, con unas medias que llegaban a la rodilla y las combinó con unas botas y llevaba consigo una chamarra de mezclilla claro.

De un rato al otro, dos chicos entraron al lugar y entre ellos estaba Lawliet, Aiber tenía un experimento social y era saber de qué si su amigo era capaz de soportar una noche en un club con gente por doquier y de cómo era su comportamiento ante la situación. Ese lugar no era el estilo de Lawliet; ver gente en un estado de inconsciencia le parecía de lo más estúpido.

Por esa noche él iba con un atuendo que no siempre solía ponerse, era descuidado en cuanto a su apariencia; una camisa blanca de manga larga arremangada, pantalón de mezclilla y unos tenis no desgastados con los que siempre suele andar. Aiber a veces se preguntaba si en realidad le daba igual todo o de plano era tacaño. Lawliet se sentía observado, las personas chocaban con él y eso le irritaba más la música y gritos, de vez en cuando empujaba a los ebrios. Al voltear a otro lado, le llamó la atención una chica de cabello rubio, solo se limitó en verla bailar y divertirse con otros hombres, pero había algo extraño. Después notó que se separó de su único amigo, pero suponía que quizás se fue a buscar bebidas, pero su atención seguía en aquella mujer, en primer lugar notó que esos sujetos miraban a la chica como si fuera carne, después que entre ellos decían algo como si se estuvieran poniendo de acuerdo por lo que seguía observando tal escena, incluso observó que la rubia estaba pasada de copas, no quería tener un cargo de conciencia.

Poco a poco fue acercándose, la escuchaba reír y decir cosas sin sentido alguno. Vio como un sujeto le ofreció alcohol a la chica lo cual le dio mala espina y fue por lo que tuvo que fingir tropezarse con el hombre haciendo que el contenido se le cayera en la ropa. Jaló a Misa y entre quejas y forcejeos intentaba alejarla, fue difícil caminar con ella ya que se tambaleaba.

—Al fin te encuentro. Vámonos que tu padre está molesto.

Los hombres al escuchar eso se alejaron, Lawliet vio por donde se fueron de la manera más rápida posible.

—¡Suéltame! — Misa gritó para después golpearlo en el pecho.— espanyas a mis amihos, io me se cuidarr solha.— Exclamó intentando mantenerse de pie.

—¿Vienes sola?— La agarró de los hombros para sostenerla. Ella lo miraba extrañada.

No tenía ni la menor idea de qué hacer con ella, buscaba a Aiber con la mirada y al no poder reconocerlo se le ocurrió sacarla del lugar.

Al salir con cuidado la revisó si tenía alguna identificación o el celular, pero fue en vano, se puso nervioso al tener a la rubia tan cerca.

—¡Maldito pervertido! ¿Qué hacés?— Después fue empujado por una chica.

—¿La conoces?— Mantuvo la calma ante la situación.

—¡Alooo Naomi-san!

Eso ya respondía su pregunta.

—Buscaba alguna identificación o celular.

Le explicó lo que había sucedido en ese rato. Al ser tan tarde Naomi buscaba a las demás para irse, ella había reconocido a Misa en la salida junto con L y al ser un desconocido, fue por ella preparada para enfrentar al extraño. Él se ofreció ayudar a buscar a las demás y de paso también encontrar a Aiber.

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Misa despertó, sintió que iba a vomitar en cualquier momento y dolor de cabeza. Miró por la habitación, estaba en el sofá de la sala de su casa, trató de recordar,pero su memoria estaba en blanco, lo último que recordaba es que se acercó a un chico de cabello rubio que le pareció atractivo.

Escuchó ruido en la cocina, entró en pánico, temía haber dejado entrar a un extraño. Como pudo se levantó de su lugar sin importarle la resaca y entró al lugar,se tranquilizó al ver quien era.

—Ah, Buen día, casi tarde, Misa.

Era Sayu, la única de sus amigas que tenía una copia de la llave del departamento.

A palabras de Naomi, la Yagami le contó sobre lo sucedido incluyendo a aquel extraño sujeto que la salvó de quizás de un evento no tan agradable. Después ella le entregó una servilleta donde venía el número de ese chico, la verdad es que Aiber se lo pasó para que se lo diera a Amane.

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Lawliet se encontraba aburrido como casi siempre,miraba casos de asesinos en serie en su tiempo libre de trabajo, habían pasado dos días desde lo sucedido en el club. Su celular sonó. Era un mensaje de un número desconocido.

"Hola soy Misa Amane, la chica a quien ayudaste hace días atrás, solo quiero agradecerte ;).

Pd: tu amigo me dió tu número. Y otra cosa, te invito a un café.

Dudó en responderle, entró al mensaje para ver su perfil y la recordó. No le respondió hasta unas horas, por la tarde noche, aceptando la salida.