¡Hola! Pues bien, este one shot es para el día once del flufftober, cuya temática es "¿Cómo se conocieron?", y se trata de que uno de los personajes o los dos le cuenten a una tercera persona como se conocen.

Este one shot no es spin off de nada que haya escrito antes y tampoco pretendo darle continuidad.

TE ENCONTRÉ

—¿Crees que a papá le guste? — Preguntó la pequeña niña de cabello rubio y ojos verdes mostrándole a su madre un dibujo hecho con colores de cera en el que con bolitas y palitos dibujó a su familia: Papá, mamá, el perro Raijin-Thor, la cachorra Leizi; y por supuesto, ella.

—¡Pero claro, mi cielo! — Exclamó Makoto— Es un gran regalo. Lo enmarcaremos en un cuadro, pero ahora ven aquí. Te voy a peinar para que estés lista cuando regrese papá.

La pequeña dejó el dibujo y se sentó en la silla frente al vanity, y Makoto comenzó a cepillar aquel cabello dorado que era lo único que la pequeña había heredado de su padre, pues dejando eso de lado, parecía una copia fiel de Makoto, a quien se le parecía más conforme iba creciendo.

—Ayer en el kinder Kitagawa San nos contó cómo conoció a su esposo — Dijo la niña— Yo pensaba que los esposos se conocían desde que nacían.

Makoto rio ante el comentario de su pequeña en dos días cumpliría cinco años.

—Eso es muy inusual, cariño.

—¿Tú no conoces a papá desde siempre?

—No, mi niña. Pasé veintidós años de mi vida para conocerlo

—¿Y cómo lo conociste?

—Pues. Fue gracias a Thor Raijin— Respondió Makoto para dar inicio al relato

Ocho años antes

¿Y si salimos a la calle y gritamos su nombre? — Propuso Minako

Ya lo hice— Respondió Makoto al borde de las lágrimas.

Bueno, entonces publiquemos sus fotos en los grupos de rescatistas de animales de la ciudad— Se le ocurrió a Rei — Así será más fácil dar con él.

Tengo miedo de que algún desgraciado esté usando a Raijin para peleas clandestinas— Comentó Makoto angustiada.

Hacía poco más de seis meses, una mañana en que Makoto había abierto la puerta para irse a su trabajo, se había encontrado con un perro doberman que por su imponente porte y al no saber si estaba educado, le había causado un poco de temor, así que para ganarse su confianza le había preparado un guiso con pechuga de pollo y huevos que le sirvió en el cuenco de su difunto perro Zeus, además de un poco de agua. Cuando vio que el canino había saciado su hambre y se dio cuenta de que era un animalito educado, le perdió el miedo y supuso que tenía una familia de humanos que le debía estar esperando en casa, por lo que le tomó fotos y las subió en los grupos de rescate animal de Tokio, sin embargo, nunca apareció nadie que lo reclamara como suyo, así que tras poco más de un mes de búsqueda y dado que se había encariñado con él, decidió adoptarlo y darle un nombre: Raijin. Tal como el dios del rayo de la mitología japonesa.

Sin embargo, a poco más de tres meses después de que Raijin llegara a su vida, una tarde al regresar del trabajo se dio cuenta de que alguien había forzado la puerta, y además de llevarse objetos de valor, se había robado a su compañero perruno, quien al ser de raza doberman, temía que fuera utilizado en peleas clandestinas.

Ofrezcamos una recompensa— Comentó Rei— Quizá así los desgraciados lo devuelvan.

Makoto, quien desde hace poco más de cuatro meses había desactivado sus redes sociales, sacó su computadora portátil, activó su perfil de nuevo, y posteó la foto más adorable de Raijin con un conmovedor texto:

"Hola. Hace un par de horas al llegar de mi trabajo me di cuenta de que forzaron la puerta de mi departamento, y además de llevarse objetos de valor, se robaron a mi compañero de cuatro patas: Raijin.

Por favor, si lo han visto o saben de él devuelvanmelo o díganme donde está.

Lo único que deseo es que mi querido. Raijin esté bien.

Ofrezco recompensa"

La publicación de Makoto pronto se llenó de reacciones de "Me entristece" y mensajes que leía con esperanza de saber algo de Raijin, pero que sólo eran buenos deseos.

Con el pasar de las horas, Minako y Rei se fueron a sus casas, y pasada la media noche, Makoto se quedó dormida, sin embargo, poco antes del amanecer, el ruido de un mensaje la despertó. Tenía un mensaje de un tal Andrew Furuhata, y esperanzada en que ese hombre fuera a entregarle a Raijin o darle información, lo abrió, sin embargo, fue sorprendida con una foto de Raijin que ella no había tomado, pero lo que más la impresionó fue el mensaje.

"Hola. Disculpe, pero el perro que está buscando es mio. Hace Seis meses tuve un accidente de auto viniendo de Kioto y estuve en coma durante dos meses, pero desde que desperté no he dejado de buscarlo, y hoy a vuelto solo a casa. "

Antes de que Makoto pudiera decir algo, comenzaron a llegarle más fotos de Raijin que no habían sido tomadas por ella. Incluso algunas donde era cachorro. Lucía feliz con quien vivía antes de dar con ella.

De pronto, sintió una mezcla de tranquilidad, tristeza y vergüenza. Por un lado estaba feliz de saber que Raijin estaba a salvo, pero por otro lado estaba avergonzada al darse cuenta de que estaba adjudicándose a un perro que no era suyo, ni hablar de la tristeza que embargó su corazón al saber que ya no vería a Raijin; así que decidió dar una explicación.

"Una disculpa. No sabía que Raijin, o más bien, Thor, tenía a su propio humano. Hace poco más de seis meses él llegó a la puerta de mi casa. Por un mes estuve buscando a sus dueños en redes sociales (le mandaré capturas de pantalla para que vea que es cierto), pero como nunca nadie lo reclamó decidí adoptarlo, y después por problemas personales que no tienen que ver con él desactivé mis redes sociales y hasta hoy las volví a activar para buscarlo. Lamento que haya tenido un accidente que los separara, pero me alegra saber que aunque Raijin ya no estará conmigo, él ahora está con su verdadero humano. Una disculpa. "

Poco después de que Makoto mandara el mensaje, el humano de Raijin/Thor le respondió.

"No, por favor, no tiene que disculparse. Usted hizo lo posible por encontrarme antes de decidir adoptarlo. Yo soy quien le estará agradecido eternamente por haberlo cuidado y alimentado. Estuve angustiado de solo pensar que hubiera caído en manos de personas que pudieran usarlo para peleas clandestinas de perros. Es más, en la publicación usted escribió que se metieron a robar a su casa, así que me gustaría darle una recompensa por haber cuidado de Thor ahora que usted está pasando por un mal momento.

Si gusta en la semana pase a la clínica veterinaria Terra Pet que se encuentra en Shibuya de 9 de la mañana a 7 de la tarde. Pregunte por Andrew Furuhata. "

Makoto, al ver la accesibilidad del humano de Raijin-Thor, inmediatamente respondió. No quería dinero, pero si verlo una vez más.

"Le agradezco su amabilidad, pero ¿Sabe? Más que dinero me gustaría ver a Thor una vez más y despedirme de él ¿Sería posible? "

Andrew Furuhata le respondió que "sí ", lo cual alegró a Makoto, así que quedó con él de que al siguiente día, luego de que ella se desocupara de su trabajo, pasaría a la veterinaria.

Llegado el día del encuentro, después de terminar de impartir su clase de repostería nivel II, Makoto tomó un taxi y se dirigió a la veterinaria "Terra Pet". Al bajar, entró con el corazón henchido de alegría y preguntó por Andrew Furuhata. Segundos después, una recepcionista la hizo pasar a algo que parecía un parque para perros, pues había varios juegos y perritos de distintas razas y tamaños al aire libre entre los que distinguió a Raijin, o más bien, Thor.

¡Raijin!— Exclamó emocionada. El perro doberman que la había acompañado por seis meses volteó nada más escuchar el nombre que ella le había dado, y al verla, corrió a su encuentro, y al llegar, se paró en sus cuatro patas traseras en un intento de jugar con ella.

¡Raijin! Me alegra tanto que estés bien— Dijo Makoto con voz cariñosa mientras dedicaba tiernas caricias al perrito que se tiró boca arriba en el pasto para que ella acariciara su panza.

¿Usted es Kino Makoto?— Escuchó tras ella una voz masculina que supuso era la voz de Andrew Furuhata, así que de inmediato se puso de pie, y al darse media vuelta, se sorprendió al encontrarse con un hombre joven que debía ser apenas un poco mayor que ella, más alto, de cabello rubio y ojos celeste. ¡Justo como le gustaban!, así que se maldijo en silencio por no haber ido primero a casa a ducharse, pero ¡No! Se había ido tal como salió de dar su clase de repostería, y ahí estaba frente al apuesto hombre, vestida con unos jeans, una camiseta rosa con el logo de la Escuela donde impartía clases de cocina, el cabello recogido, sin gota de maquillaje y oliendo a crema pastelera. ¿Pero que iba a saber ella que el dueño de Raijin era tan atractivo?

Si, yo soy Kino Makoto— Respondió con entusiasmo.

Pensé que era un chico

¿Parezco un chico? — Preguntó Makoto decepcionada.

¡Oh, no!— Exclamó él apenado— No me refiero a su apariencia, sino a que la mayoría de personas que conozco que llevan por nombre Makoto son varones. Y usted no tenía foto de perfil en su mixi.

Makoto sonrió ante su respuesta.

Sí . Me lo han dicho muchas veces. Estoy acostumbrada a eso.

Por un momento ambos se quedaron en silencio, hasta que él habló .

Señorita Kino . Le estaré agradecido eternamente por cuidar a Thor— Le respondió él — Creí que nunca volvería a verlo, y en verdad, de alguna manera me gustaría compensarla por el dinero que gastó en estos meses en alimentar y cuidar de Thor.

¡Oh, no!— Exclamó Makoto— No lo hice por dinero. Yo en verdad me encariñé con Raijin, digo, quiero decir, con Thor. Sólo quería verlo una vez más y despedirme.

¿En verdad no hay algo que quiera?

Makoto levantó su rostro. Por supuesto que quería algo.

¿Esta área es como un parque para perros?

Sí — Le respondió Andrew — Es una veterinaria, pero también cuidamos los perros y gatos cuando sus dueños se van de vacaciones, sólo que a los gatos los tenemos en otra área . Y hay requisitos para los animales que nos dejan bajo nuestro cuidado. Deben de estar sanos, esterilizados y educados para que no peleen entre ellos.

¿Y ya se va a llevar a Raijin a su casa?

Oh, no. Aún me faltan unos pacientes por atender, así que no me lo llevaré hasta que me vaya.

¿Puedo quedarme con él un rato?— Preguntó Makoto— ¡Usted me dijo que podía pedirle algo! Y sólo sería por este día . Después de hoy no volverá a verme.

Andrew sonrió ante su petición, y Makoto sintió derretirse ante aquella encantadora sonrisa.

¡Por supuesto! Y ya que veo que Raijin y usted se quieren tanto, puede venir cuando guste. No soy celoso.

Makoto se ruborizó ante el comentario, pero antes de que pudiera responder cualquier cosa, una de las mujeres que trabajaba en el lugar, se acercó a Andrew para comentarle algo sobre una cirugía, así que se alejó , dejándola sola con Raijin que seguía dando vueltas a su alrededor. Al quedarse sola con el perro, Makoto se sentó en el pasto. No sabía si Andrew hablaba en serio o no sobre qué podía visitar a Raijin cuando quisiera o era una broma; tampoco si le tomaría o no la palabra, lo que sí era cierto, es que al menos por ese día, disfrutaría de la compañía de su amigo perruno, quien para ella siempre sería Raijin.

Fin del flash back

—¿Interrumpo algo?

Makoto detuvo su relato al escuchar la voz de su esposo, y le sonrió al verlo llegar con una muñeca en brazos.

—¿Es una barbie? — Preguntó la pequeña Sakura emocionada.

—¡Por supuesto, princesa!

Sakura corrió emocionada hasta donde estaba su padre, quien la alzó en brazos y besó una de sus mejillas mientras la pequeña no dejaba de reír y agradecer.

—¡Yo también te tengo un regalo, papi! — Exclamó la pequeña.

—¿A sí? ¿Qué es? — Preguntó Andrew mientras la dejaba de nuevo en el piso.

—Ahora vuelvo

Cuando la pequeña Sakura salió del cuarto, Andrew se acercó a Makoto y la besó en los labios.

—Y pensar que ese día quería que me tragara la tierra cuando descubrí que Makoto Kino era una bella chica con olor a panquecito— Susurró Andrew — Haber sabido te habría citado en otro lugar para que no tuvieras que conocerme con pelos de gato en el uniforme— Agregó recordando aquel día en que conoció a quien hoy era su esposa y la madre de su hija.

—¡Tan bobo! Yo lo único que vi en ese momento fue tus bellos ojos, tu cabello dorado y esa sonrisa tuya que me encanta— Le respondió Makoto mientras al igual que el rememoraba ese momento

Ocho años antes…

Muchas gracias, y cualquier cosa que necesite, no dude en pedirme ayuda, señorita Kino— Le dijo Andrew minutos después de haber cerrado la clínica veterinaria.

Gracias a usted por permitirme ver a Raijin, señor Furuhata.

Cuando Makoto se dio media vuelta para ir a la parada de taxis, Thor-Raijin corrió tras de Makoto, lo cual sorprendió a Andrew , pues lo tenía tan educado que había soltado la correa al no esperar ese comportamiento.

¡Raijin! — Exclamó Makoto acuclillándose frente al perro que gimoteaba al ver sus intentos de partir.

Creo que no quiere separarse de usted— Comentó Andrew.

Cuando lo encontré estaba triste— Respondió Makoto— Seguro lo echaba de menos

Andrew se quedó embelesado viendo como la bella muchacha acariciaba a Thor, y la dulce voz con que le hablaba le pareció melodiosa.

¿Gusta que la lleve a su casa?

Makoto, por mera modestia estuvo a punto de negarse, pero de pronto comenzó a llover.

Lo agradecería.

Poco después, Andrew le abrió la puerta de copiloto de su auto, y cuando ambos, incluido el perro, estaban dentro del auto, lo primero que hizo Andrew fue pedirle su domicilio para llevarla. Eran sólo veinte minutos de distancia en los que estuvieron hablando de las gracias de Thor/Raijin.

Le gustaba acompañarme a caminar cada que llegaba de la escuela— Respondió Makoto durante el trayecto

¿Qué está estudiando? — Preguntó Andrew con curiosidad.

Me acabo de graduar de Le Cordon Bleu Tokio hace dos meses, así que ya no soy estudiante, pero doy clases de cocina en el instituto Tsuji— Dijo Makoto.

¡Eso es interesante! — Exclamó Andrew — Yo no sé cocinar así que siempre encargo comida a domicilio o como en restaurantes cercanos a la clínica. Debería tomar un curso ¿No tienen algo así como un curso para dummies?

Pues justo en una semana vamos a abrir uno de cocina básica por si le interesa.

Creo entonces que es probable que me tenga entre sus alumnos si no interfiere con mi horario.

Poco después, Andrew arribó a casa de Makoto, y justo como lo prometió, a la siguiente semana ya estaba inscrito en el curso de cocina básica que impartía Makoto, sin imaginar siquiera que en tres meses le pediría ser su novia, que en dos años sería su esposa y que dentro de tres, estaría por nacer su primera hija.

Fin del flash back

—¡Mira, papá, somos nosotros!

Andrew volteó a ver a su pequeña, quien le mostraba un dibujo hecho con colores de cera donde había dibujado a la familia.

—¡Es precioso, princesa!

—Dice mamá que lo pondremos en un cuadro.

Andrew se agachó para alzar en brazos a su hija.

—¡Por supuesto mi niña! Y lo enmarcaremos en la sala para que todas las visitas lo vean, pero ahora vámonos. Disney espera a la princesa Sakura Furuhata.

La pequeña pegó un grito de emoción, y poco después, salieron de casa para abordar el auto de la tía Unasuki, quien los llevaría al aeropuerto de donde saldrían en avión rumbo a Estados Unidos para regalar a la pequeña Sakura el anhelado viaje a Disney.

FIN

¿Y qué tal?

Como este es un universo alterno, acá no hice de Andrew ni médico ni le di profesión que tenga que ver con la literatura, pero luego me acordé que en el anime era bien buena onda con la gatita Luna y que en el live action adoraba a su mascota (una tortuga), así que esto se me ocurrió.

En fin. Espero les haya gustado y nos vemos el día quince con otro one shot

¡Saludos!

Edythe