Miraculous Ladybug and Chat Noir.
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Corazon acelerado.
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No sabe cuando comenzó eso, sólo sabe que no parará.
No puede negar más como su corazón se agita apenas lo ve, sus mejillas enrojecen cuando mira fijamente sus ojos. Siente que todo vuelve a brillar de forma esplendorosa, por que después de lo de Adrien sentía que nunca se recuperaría, pero ese gato se coló en su corazón sin que se diera cuenta.
Y su corazón se acelera cuando lo ve.
No sabe que debe hacer.
¿Confesarse? ¿Darle indirectas? No esta segura. No quiere arriesgarse al tener en cuenta que Chat Noir sigue enamorado de Ladybug, pero ya no estaba tan segura de eso.
Empezó a hablar de otra chica, que creía que era fabulosa, talentosa, amable y dulce. Muy hermosa, juguetona y tierna, todo lo contrario a ella.
Ella es torpe, no muy bonita y no tiene un pecho del cual presumir, las chicas de su edad sobrepasan su tamaño sintiéndose inferior. Simplemente no esta a la altura de aquella perfecta chica de la cual Chat habla cada vez que se ven.
A pesar de eso su corazón sigue latiendo por el.
-Princesa ¿Estas escuchando?
La voz de su gatito la sacó de sus pensamientos y se forzó a sonreír.
-Perdón, me quedé pensando -Musitó con suavidad-.
-No hay problema -Y hay esta esa sonrisa que la derrite- te decía que hoy me le declarare.
Sintió todas sus esperanzas aun vivas caer ante esas palabras, sus labios se fruncieron a la vez que sentía sus ojos humedecerse. Trató de forzar una sonrisa pero era incapaz.
Estaba segura que la chica afortunada le correspondería. ¿Quien no lo haría?
Ella en el pasado no lo hizo, por estar tan perdida y obsesionada con un chico que no la miraba. Pero ahora no dudaría un segundo y diría que sí aceptaría ser su novia, siendo Ladybug o Marinette.
Dejaría que les comunicará a París entera que se amaban, sin temor a nada lo besaria, el la besaria...
Pero sólo son ilusiones que no se cumplirán.
-Y... ¿Se lo dirás ahora? -Lanzó sin mucho ánimo, algo que paso desapercibido por el-.
-Ajá, hoy mismo le diré mis más profundos sentimientos.
Como dolía, duele igual o incluso más que lo que sintió por Adrien.
-Yo... -Sonrio con tristeza reflejada- te deseo buena suerte.
El le sonrió de vuelta, le dio la espalda para saltar a la barandilla y girarse. Sus ojos gatuno brillaron antes de pronunciar:
-Te diré como me fue -Dijo con calidez- nos vemos a medianoche, princesa.
Dicho eso marchó de su balcón para dejarla sola y sin aguantarlo más se dejo caer al suelo dejando caer las lágrimas libremente por sus mejillas. Tikki se acerco a animarla pero Marinette sólo acertó a cubrir su rostro dejando salir su dolor.
Tikki se sintió triste por ella.
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Se regaño mentalmente, sus ojos estaban inchados por tanto llorar, no quería que Chat le viera de esa manera tan... patética.
Debía tratar de controlar sus sentimientos de lo contrario Hawkmoth se aprovecharía otra vez. Porque si, dejó ir tanto su dolor que a penas y pudo percatarse del akuma que iba dirigido hacia ella. Al principio se asustó, pero pudo superarlo y el akuma se fue, se transformó en Ladybug y lo capturó antes que hiciera de las suyas, después de eso se encerró en su cuarto abrazando contra su oecho el peluche de trapo con la imagen de Chat Noir.
-Me veo horrenda...
No lo pregunto, porque al mirarse al espejo noto su rostro demacrado. No quería estar presente cuando Chat viniera feliz de la vida gritando que estaba en el paraíso cuando para ella era todo lo contrario, estaba en el mismísimo infierno. Pero después de todo era su amiga y Chat Noir su mejor amigo.
Otra vez era la amiga y no la novia.
¿Sería el karma por haberle rechazado infinidad de veces? ¿Estaba destinada a enamorarse con intensidad pero jamás ser correspondida de la misma forma?
Se sentía sola y triste.
Tikki se acerco y abrazo parte de su mejilla tratando de reconfortarla.
-Lo lamento mucho Marinette.
Soltó un suspiro antes de contestar con voz apagada.
-No es tu culpa Tikki, nadie elige de quien se enamora... -Susurro triste- me enamoré de Adrien pero el no miro a más allá que el límite de la amistad. Y Chat... solo no pude llegar a verlo a tiempo.
La Kwami de la creación la miro con gran tristeza. Sentía el aura depresiva de su portadora como un golpe, después de todo si ella lloraba, lloraria con ella. Sintió la presencia de Plagg y sólo deseo que todo saliera bien.
-Hay viene...
La azabache al escuchar el ruido de pasos puso la mejor sonrisa falsa que tenía, la que había estado practicando toda la tarde sólo para poder acompañar a su compañero.
trepo las escaleras en dirección a la trampilla, se preparó mental y emocionalmente antes de abrir la puerta que la llevaría a la tristeza profunda.
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Asomó la cabeza para contemplar al rubio con una gran sonrisa. Se subió del todo con ayuda de Chat Noir, lo que provocó que se percatara de sus ojos inchados.
-¿Porque tienes tus ojos inchados? -Le pregunto con notable preocupación- ¿Estuviste llorando? ¿Por que?
Tan terriblemente dulce.
Sintió ganas de llorar otra vez.
-N-no es nada, solamente que... -Pensó en una excusa con rapidez - Me saltó algo de Shampoo en los ojos y me ardieron, por consecuencia lagrimee un poco. Nada del otro mundo.
El no pareció convencido pero decidió dejar el tema de lado.
-¿Qué paso con la... chica que te gustaba?
Estaba segura que noto como escupió esas últimas cuatro palabras. El sólo sonrió más antes de sacar de detrás de ella un ramo de flores Rojas, unas que no había notado por estar tan sumergida en su tristeza.
-Eso mismo me pregunto... -Murmuró con un infinita ternura- ¿Qué me dices, princesa?
Su cuerpo tembló al ver la referencia.
¿Será posible...?
-¿Aceptarias los humildes sentimientos de este minino en busca de amor, prrriiuncesa? -Giño un ojo sonriendo-.
Marinette sintió otra vez sus ojos humedecerse, en esta ocasión por causa de la gran felicidad que la embargo de pies a cabeza. Sonrió mientras asentía varias veces con su cabeza antes de colgarse de su cuello llorando como boba, según ella.
-¡Si, si, si, si! -Repitió varias veces mientras se separaba- ¡Gato tonto! Eres cruel.
Chat Noir sonrió nervioso.
-Lo siento, pero no quería que sospecharas -Rasco su nuca apenado-.
Se sentía mal por haberla echo llorar, debió hacer escuchado a Plagg sobre que la heriria y que no lo perdonaría. Por lo menos la mala suerte esta vez le dejo en paz, trazó todo ese plan con el fin de tener suficiente tiempo para preparar todo, quería que la velada fuera perfecta. Tuvo que decir todo ahora al verla tan abatida, sentía mucha culpa por ello. Pero la compensaria con cualquier capricho que tuviese.
-¡Me sentí muy triste! ¡Gato malo! -Volvió a abrazarlo pegándose a el con todas sus fuerzas- si esto es un sueño, no quiero despertar.
El minino sonrió con ternura rodeandola con sus brazos.
-No lo es princesa.
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Fin
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No se yo pero creo que lo hice demaciado dramático.
Perdón por eso :
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