Aquí me presento con el último borrador de las historias que aún están en votación.
Para el que no sepa nada sobre esto, tengo una encuesta en mi perfil de FanFiction que decidirá las dos próximas historias que publicaré cuando termine las que aún tengo vigentes. La encuesta estará abierta hasta que termine aquellas historias, así que tendrán mucho tiempo para votar.
En total son cuatro historias, y solo las dos primeras son las que desarrollaré en el futuro. Esto es un borrador, y no debe tomarse como el inicio de esta historia. Solo subiré un capítulo para que la gente sepa medianamente a lo que va a votar. Soy consciente de que un solo capítulo no podrá abarcar toda la base de la trama, y que solo sería un vistazo bastante general, pero por lo menos podrán tener más idea a lo que les gustaría leer.
Habrá gente que le guste únicamente una de las historias que esté en votación (sea por los protagonistas, por el emparejamiento, o por el universo que estaría utilizando), pero les invito a leer los cuatro borradores, ya que podrían encontrarse con una idea que les guste más que la otra.
Nuevamente aviso que este es un borrador, así que, si esta historia logra quedar entre las dos primeras, he de advertir que este mismo capítulo podría ser modificado para más adelante.
Antes de comenzar, me gustaría hacer algunas aclaraciones sobre esta historia.
El primer punto que me gustaría aclarar, es que la trama se desarrollará varios meses antes de lo que sería la infección. Eso hará que diferentes acontecimientos que no se muestran o que directamente no fueron trabajados aparezcan aquí. Lo que más trabajaré será el desarrollo de Takashi y los demás personajes que lo acompañaran en la encrucijada. Supongo que el protagonista será el que mas cambios tenga, ya que en lo personal me parece muy buen personaje, pero hay algo que nunca me gustó de él, y eso era que tiene un antes y un después muy forzado a mi parecer. En lo personal, no creo que ninguna persona "normal" e incluso con problemas como los tenía Takeshi, pase a ser un tremendo Badass cuando llega el apocalipsis. Quizás sea el único que lo piensa así, pero veamos como funciona.
El siguiente punto es que cuando comience todo el desmadre, me guiaré de una manera un tanto diferente al cannon desde un inicio. Los destinos podrían ser en su mayoría iguales, pero tengo pensado hacer trayectorias bastante diferentes para llegar a ese punto. Tengo pensado en fragmentar la trama para que se siga a través de diferentes puntos de vista a lo largo de la historia, esto sucede principalmente porque el grupo principal se dividirá muchas veces.
El siguiente punto, y quizás uno de los más importantes, el emparejamiento principal será TakashixSaeko, después tengo pensado manejar diferentes emparejamientos con las otras mujeres. Como algunos sospechan, Rei será como una especie de villana principal. Hirano podría tener bastante suerte en este fanfic con las mujeres, aunque eso sería en un trayecto avanzado de la historia.
Habrá algunos personajes OC, unos más importantes que otros. También tengo pensado arrojar diferentes pistas de como fue el inicio del brote de la infección a lo largo de los capítulos.
Como última cosa, voy a decir que habrá bastantes lemons una vez que Takashi y Saeko estén juntos. En lo personal me gusta el emparejamiento lento, así que lo más seguro es que tendrán que esperar un poco para ello. Eso no significa que la clasificación será "relajada" hasta ese momento, ya que habrá bastante escenas subidas de tono. Por lo tanto, debo comenzar con la clasificación más madura incluso desde el borrador.
Con todo esto, creo que ya pueden hacerse una idea de como se desarrollaría esta historia.
Sin más dilación, les dejo aquí con este pequeño vistazo.
¡Disfruta!
La Ciudad de Tokonasu era una localidad muy importante dentro de Japón.
No solo se debía a los grandes talentos con potencial olímpica que se graduaban de las diferentes academias, sino también contaba con sujetos realmente importantes. Incluso tenían una gran estación que era considerado como el laboratorio más importante de Japón, incluso podría ser el más importante del mundo.
Por esa misma razón, en una ciudad donde había tanto exitismo, y se desaprobaba rotundamente el fracaso.
O más bien, a todos aquellos que se consideraban unos fracasados.
Probablemente era el único punto negativo de aquella ciudad, aunque este lado no se presentaba en los tratos entre los adultos, sino en los adolescentes.
Esto se debía a que la educación regida siempre mostraba cierto favoritismo a los que tenían un gran futuro por delante. Por ende, era natural que el ego de los estudiantes se le subiera a la cabeza cuando solo reciben halagos por todas partes, y si sumamos la educación familiar mediocre, eso hace que el acoso y el bullying estuvieran en los puntos más altos para todos aquellos que no destacaban en nada.
Takashi Komuro era una de esas personas "normales", tirando a mediocre. Y si como esto no fuera lo suficientemente lamentable, el joven se arrastró detrás de sus dos amigos de la infancia todos estos años sin destacar en nada, a excepción del beisbol. Aunque tampoco sobresalía lo suficiente como para tener los ojos puestos en él.
Como si esto resultara poco, el pobre hombre se había inscrito en la Academia Fujimi para continuar junto a sus dos amigos.
Pero, ¿qué tenía de malo esta academia?
El pequeño problema rescindía en que era la preparatoria más prestigiosa de la ciudad. Algo que realmente significaba algo en un lugar como este.
Aquí solo había "futuros diamantes", así era como los llamaba el director.
En este lugar la gente resaltaba por sus habilidades deportivas, por sus habilidades tácticas, por sus habilidades intelectuales, o simplemente rebosaban de una gran belleza.
Eso se traducía en futuros deportistas profesionales, futuros estrategas o generales de la milicia japonesa, futuros científicos de importante nivel, o futuros modelistas top.
Entonces, ¿por qué en todos los santos lugares de educación, Takashi tuvo que ingresar justo en esta?
"¡Cuando seamos mayores, vamos a casarnos!"
Bueno, eso era algo que ya se había explicado…
El primer año fue duro.
Realmente duro…
La secundaria también había sido dura por perseguir a sus dos amigos todo este tiempo, en donde ellos a duras penas recordaban su existencia. La realidad es que hubiera dejado esa relación fría desde hace mucho tiempo, pero no podía hacerlo…
Aun continuaba enamorado de Rei Miyamoto, su amiga de la infancia que le había prometido casarse en el futuro. Ella siempre le prestaba toda su atención a Hishahi Igo, su otro mejor amigo.
Él sabía que Rei no rompería su promesa, por esa razón dejó de molestarla cuando un día en secundaria prácticamente lo dejó en ridículo en frente a toda la clase por sacar el tema a relucir.
Algo muy dentro de su corazón le decía que eso no era así, que ella ahora solo tenía ojos para el que una vez fue su mejor amigo.
Pero se negaba a creerlo, sabía que ella iba a mantener esa promesa…
…
…
…
…
…
¿Cierto?
Con esa mentalidad fue como comenzaría el primer año en la Academia Fujimi, y por esa mentalidad es que todo terminaría tan jodidamente mal.
Takashi nunca fue alguien que resaltaba en sus estudios, pero siempre aprobó con lo justo. Lo malo de esto era que tampoco se destacaba en nada más, y el tiempo que le dedicaba al beisbol había sido reducido considerablemente por estar persiguiendo todo el tiempo a esas dos personas que claramente ya habían dejado de ser sus amigos hace mucho tiempo.
Por esta razón, Takashi se fue ganando una reputación no tan buena en la Academia, y comenzaría a ser llamado como "el perro faldero de Hishahi", quien, a diferencia suya, Hishahi era un estudiante de primer año muy reconocido por sus buenas clasificaciones y por ser el tercer estudiante más valioso dentro de la preparatoria, teniendo una gran maestría con su katana, siendo elegido como el futuro capitán en el club de kendo a pesar de su corta edad.
Para suerte de Takashi, había un gordito con una reputación mucho peor a la suya, ya que en el primer mes se había declarado a una de las hermanas Mitakashi. Decir que su humillación frente a todos fue criminal era realmente corto. Después de todo, esas hermanas eran unas hijas de puta con todas las letras.
Aun así, el gordito con cara de tierno no pudo distraer la atención de todos los demás por mucho tiempo…
Así fue como en la mitad de año sufrió un evento que estaría catalogado entre los peores de su corta vida.
Fue tan humillante y doloroso que apenas puede recordar los eventos…
Su visión estaba borrosa y simplemente quería esfumarse de toda esa multitud que se reía de él mientras se encontraba cubierto de leche y harina. Su visión adormecida pudo captar unas palabras escritas con preservativos pegados dentro de su casillero.
"¡Perro Faldero-Kun!"
En ese momento pudo escuchar como las hermanas Mitakashi se burlaban en su cara y se jactaban de la broma que ellas habían hecho gracias a la ayuda de uno de los "matones" que siempre las protegían. Era un rubio oxigenado que no paraba de decir que se había puesto esos preservativos antes de colgarlos allí, así que podría divertirse cuando nadie lo viera.
Como tal familia adinerada, las hermanas y los demás siempre salían impunes por culpa del avaricioso director que solo le importaba el dinero y prestigio, al igual que la gran mayoría de los profesores. Por lo tanto, era más que obvio que estos tipos de maltrato nunca salieron a la luz.
Por si no fuera poco, sus padres siempre estaban en el exterior trabajando. Si, ellos lo amaban, pero la realidad es que realmente no tenía el apoyo de nadie.
Estaba completamente solo…
Después de eso, el acoso continuó durante todos los malditos días, ya que las hermanas se encontraban en el mismo curso que él, por desgracia.
Aun así, el hombre encontraría fuerzas de quien sabe donde para continuar con toda esta mierda, hasta que finalmente llegó el fin de año.
Después de eso, comenzó segundo…
Había logrado aprobar todo a las justas, pero en segundo año…
En segundo todo se había ido a pique…
¿Alguien podría adivinar cuando era el promedio de sus notas?
Era imposible, ya que no existía tal promedio…
Así es, Takashi Komuro no había hecho absolutamente nada en estos 3 meses de estudios que había pasado. Simplemente se quedaba en una de las barandillas de la academia que daban al exterior mientras miraba hacia la nada con sus ojos perdidos.
Todos los días era exactamente lo mismo.
Eso hizo que su apodo volviera a cambiar.
Ya no se conocía como "el perro faldero", ahora era "el inútil". Uno que debería ser mucho peor que el anterior.
De hecho, parecía que iba a superar la impopularidad del gordito en muy poco tiempo.
Pero eso a Takashi no le importaba.
De hecho, ya no le importaba nada.
Pero…
¿A que se debía ese cambio tan drástico?
Todo comenzaría en el último día de la cursada. Allí tenían un recreo y una hora de repaso antes de que iniciara el acto final que sería la despedida del colegio y el comienzo de las vacaciones.
Ese día…
Ese momento…
Definitivamente, ese fue el peor maldito día de su vida, y con diferencia.
Lo curioso es que ese día había comenzado como cualquier otro: algunas burlas en el pizarrón encabezadas por las dos hermanas y el rubio oxigenado, Hishahi ignorándolo durante toda la primera hora, y podría seguir.
Pero, lo siguiente es que marcó la diferencia…
Rei y Hishahi estaban murmurando algo entre ellos estando muy cerca él uno del otro, mucho más cerca de lo que realmente era necesario, según el punto de vista de Takashi quien se encontraba sentado justo al lado de ellos, aunque los dos parecían ignorar su existencia.
Los parlantes anunciaron el final del recreo, haciendo que Rei se sonrojara levemente mientras le entregaba una sonrisa a Hishahi.
"No creo que…" Ella susurró por lo bajo, aunque fue lo suficientemente fuerte para que Takashi la escuchara, por lo que no pudo evitar mirarla con curiosidad.
Hishahi pareció murmurarle un par de cosas antes de que ella finalmente asintiera.
Ambos se levantaron, preparados para ir a sus respectivos salones aparentemente.
Takashi se levantó para seguirlos, pero Rei puso una de sus manos sobre su pecho, impidiéndole el paso.
Por primera vez en algún tiempo parecía que le estaba entregando algo de su atención, por lo que no pudo evitar sentirse un poco contento.
"Takashi, no nos sigas." Comentó Rei con naturalidad mientras su tenue sonrojo aún estaba vigente.
"¿Por qué?" Takashi no pudo evitar fruncir el ceño, pero ni siquiera pudo terminar de hablar ya que fue interrumpido por su mejor amigo.
"No te preocupes, te alcanzamos en un momento." Declaró Hishahi con su típica sonrisa amable.
A Takashi le parecía todo muy sospechoso, pero no quería incomodarlos de más, así que aceptó sin muchos problemas.
Los minutos pasaron, y la clase de repaso de algebra realmente se hacia molesta. Ni siquiera le estaba prestando atención, solo miraba la silla vacía a su lado que es donde debería estar Hishahi.
"Dijo que me alcanzaría pronto, pero ya van como 15 minutos…" Pensaría, para luego sacudir su cabeza para correr esos pensamientos.
"Supongo que iré al baño." El hombre se levantó, la profesora ni siquiera le dirigió la mirada, ya que realmente no hacia falta pedir permiso para salir del aula.
La responsabilidad valía única y exclusivamente del alumno. Los resultados también se manejaban de esa manera.
Podría decirse que la Academia Fujimi estaba al nivel de una Universidad.
"No debería haber tomado ese jugo, ahora me estoy meando…" Pensó Takashi mientras subía las escaleras, hasta finalmente llegar al baño de hombres.
Cuando abrió la puerta, no pudo evitar taparse la nariz ante el olor realmente lascivo que se alzaba sobre el sitio.
Ese olor fue acompañado por otros sentidos cuando pudo escuchar el ruido del choque de piel con leves chapoteos regulares. También debería sumar los constantes gemidos de una mujer que parecía estar intentado hacer el menor ruido posible.
Un momento…
El mundo alrededor de Takashi se pudo completamente negro mientras sus ojos se ensanchaban a puntos impensables.
¿Esa no era la voz de Rei?
El sudor frio comenzó a recorrer en todo su rostro mientras su tonalidad pálida se hacía más y más presente.
Eso no podía ser cierto…
Takashi comenzó a avanzar lentamente hacia el baño donde se escuchaban los gemidos, viendo como había dos pies desde el otro lado de la puerta con los pantalones hasta abajo, mientras que una falda se encontraba tirada a un costado.
De seguro se estaba equivocando…
Takashi apoyó una mano en la puerta mientras que todo su cuerpo temblaba.
Ella nunca rompería la promesa…
Su mente hacia todo lo posible para no romperse, pero cuando abrió la puerta, esa resistencia fue hecha completamente añicos.
Sus ojos se ensancharon aun más, cosa que ya parecía imposible.
Frente a él se encontraba su mejor amigo y la que amaba teniendo sexo sobre la tapa del baño.
Ella yacía con las piernas levantadas y abiertas, por lo que fue bastante fácil al igual que doloroso ver como el pene de Hishahi se introducía una última vez dentro de ella, hasta el fondo. Provocando otro gran gemido de placer que había sido cambiado drásticamente al ver que alguien había entrado.
Hishahi también se dio cuenta de esto, por lo que rápidamente abandonó su postura para darse la media vuelta. La sorpresa y temor en su rostro se redujo visiblemente al ver que se trataba de su amigo. Rei no tuvo la misma reacción que su amigo, ya que ella se tapó sus senos desnudos con sus manos al instante mientras que cerraba sus piernas para que no se pudiera ver nada.
"¡Te dije que no era buena idea!" Rei rugió con gran molestia, su rubor avergonzando estallaba casi con la misma fuerza que sus palabras.
"Tranquilízate, por lo menos es Takashi." El hombre se puso los pantalones como pudo, para luego mirar al protagonista. "Gracias al cielo que fuiste tú…" Hishahi puso una de sus manos sobre el hombro de Takashi, quien estaba completamente paralizado. "¿Podrías guardar este pequeño secreto?" Le preguntó, esbozando una pequeña sonrisa.
Takashi no escuchó ninguna de sus palabras.
Solo podía mirar a Rei mientras continuaba completamente paralizado.
La imagen que presenció hace un momento se repetía una y otra vez en su mente.
La imagen de Rei comenzó a moverse de manera extraña cuando su mente se comenzó a revolver como si estuviera realmente mareado.
Todo alrededor de Rei se volvió oscuro, y luego sucedió.
Takashi se llevó una mano a su boca al sentir que estaba a punto de vomitar por el enorme vacío que sentía en la boca de su estómago.
"¿Te encuentras bien?" Hishahi no pudo evitar mostrarse un poco preocupado al ver la expresión completamente pálida de Takashi. "Pareces estar realmente enfermo…"
Takashi no dijo absolutamente nada, solo salió corriendo, para sorpresa de los dos.
Él corrió más rápido que nunca…
Corrió y corrió…
Hasta finalmente llegar a esa barandilla que frecuenta actualmente. El aire fresco hizo que sus pensamientos se reordenaran un poco más, pero las náuseas no desaparecieron.
No pudo aguantar el vomito cuando la arrojó hacia abajo, para luego agacharse y agarrarse fuertemente de los barrotes. Su llanto descontrolado no se hizo esperar, aunque de sus labios no salía ningún grito.
Solo salían lágrimas.
Unas lágrimas que parecían no acabar jamás…
A partir de ese día, esa promesa ya no significaba nada.
La esperanza que había depositado en ella durante todos estos años no había significado nada.
"Pero era de esperarse, este no es un maldito cuento de hadas, idiota." Takashi murmuró para sí mismo, volviendo a la actualidad.
Su mirada continuaba mirando a la nada misma, aunque había sentido como alguien se posaba detrás de él.
"¿Qué murmuras, idiota?" La adolescente de estatura por debajo del promedio con cabello de coletas largo y rosado le preguntó.
Sus feroces y discriminadores ojos naranjas nunca golpearon a los de Takashi, ya que este parecía ignorarla por completo.
"Eso no es tu problema, Saya." Ya tenía muchos problemas consigo mismo, no iba a escuchar a una mocosa malcriada.
Saya pareció molestarse ante la gran indiferencia que le entregó, pero aun así encontraría la suficiente paciencia para seguir hablándole. Algo muy extraño en ella, ya que era alguien realmente temperamental.
"¿Vas a seguir mirando a la nada durante todo el año?" Le reprocharía, ganándose una mirada de Takashi.
El joven la miraría por un segundo, para después volver su mirada hacia el frente.
"Eso a ti no te importa." Fue la respuesta contundente del adolescente.
Aunque tenía razón, Saya no pudo evitar molestarse.
Y vaya que se había molestado.
Toda la paciencia que había recaudado para este momento no duró ni más de 10 segundos.
"¡Muy bien, has lo que quieras!" Exclamó con un bufido, dándose la media vuelta. "¡Si quieres ser un grandísimo inútil a lo largo de toda tu vida, entonces será tu problema!" Takashi ni siquiera le respondió, tan solo continuó con ese rostro melancólico que admiraba al cielo.
Saya comenzaría a marcharse tras sus palabras. Su mirada furiosa cambiaba rápidamente a una de preocupación y angustia.
"En serio, eres un completo idiota…" Susurró para ella misma mientras se dirigía al salón.
Saya le entregó una corta mirada a la mujer considerablemente más alta que ella que pasó a su lado. Lo más distinguible de su figura fue su cabello largo cabello morado, su cuerpo esvelto y bien trabajado, además de sus ojos violetas, que denotaban un ambiente bastante serio a su alrededor. Otra cosa que resaltaba era la insignia que tenía sobre su pecho izquierdo, que indicaba su pertenencia al tercer y último año de la academia.
Saya pareció mostrarse curiosa al verla fuera de clases, especialmente porque todos conocían bastante bien quien era ella. Ella le restó importancia al instante, continuando su camino con una expresión un tanto desanimada y molesta.
La linda adolescente de cabello morado continuó avanzando por los pasillos mientras tomaba un poco de agua. Ella se detuvo en seco cuando captó la presencia de alguien que se encontraba en las barandillas que conducían al exterior.
Gracias a la puerta completamente abierta, ella pudo distinguir los rasgos del hombre con bastante facilidad, y enseguida pudo darse cuenta de quien se trataba.
Takashi era bastante famoso en la academia, aunque esa fama podría ser un tanto controversial.
Los labios de la joven abandonaron la botella, ensanchando un poco sus ojos ante el estallido de curiosidad creciente.
"Es el inútil…" Ella dijo en voz alta, y no pudo evitar sobresaltarse un poco al ver que Takashi la miró de reojo, indicando que la había escuchado.
Aun así, el joven no demostraría ningún tipo de interés en ella, es algo que dejó bien en claro cuando volteó su mirada una vez más.
La adolescente continuó mirándolo con aun más curiosidad tras ver la expresión melancólica que rodeaba los rasgos de Takashi mientras el viento agitaba su cabello. Lo que más llamaría su atención fueron sus ojos cafés.
Ella se acercó lentamente, poniéndose a un lado de la barandilla mientras lo miraba. Takashi la miró de reojo otra vez, pero nuevamente volvió a mirar hacia el frente.
Otra cosa que le dio bastante curiosidad es que todo el mundo se pone muy nerviosos o demasiado introvertidos cuando ella se les acerca, pero Takashi parecía ignorar su existencia por completo.
Sus ojos violetas volvieron nuevamente a los ojos cafés del hombre.
El silencio se presentaría entre ambos por un buen tiempo, hasta que Saeko decidió hablar.
"¿En qué piensas tanto?" Esa pregunta pareció sorprender un poco a Takashi, quien lo demostró con su primer cambio de expresión en lo que llevaba de este día.
Es raro, ya que nadie se había dado cuenta de que él siempre se encontraba pensado.
Nadie, hasta ahora.
La mirada de Takashi pareció volver a su típica melancólica mientras apoyaba el mentón por debajo de su mano.
"Solo pienso en todos los errores que he cometido…" Fue la seca respuesta del adolescente, logrando que ella se impresionara un poco.
"Así que, ¿siempre te salteas todas las clases para venir aquí y pensar sobre el pasado?" Preguntaría la mujer, imitando la postura del joven. "Revolver el pasado no sirve de nada. Solo puedes hacer lo mejor en el presente para que el futuro sea brillante, por eso creo que no deberías perder el tiempo atormentándote por cosas que ya quedaron atrás."
"Hablas de perder el tiempo…" Comentó Takashi, entregándole una mirada completa por primera vez. "No eres la indicaba para hablar de eso." La insinuación de Takashi fue más que clara, logrando sacar una risita de la mujer.
"Solo fui al baño y te vi cuando regresaba." Fue su respuesta, logrando que Takashi mirara nuevamente hacia la nada misma.
Ella le miraría nuevamente, recordando como es que Takashi se había vuelto tan famoso.
"¿Eres amigo de Hishahi?" Indagó, viéndose como Takashi inclinaba un poco sus hombros.
"Éramos." Fue la respuesta cortante del joven.
"Ya veo…" Comentaría, recordando como había conocido al mencionado. "Hishahi se convirtió en una gran estrella apenas llego al club de kendo, incluso se convirtió en nuestro nuevo capitán a una edad tan joven. Recuerdo que en esos momentos tenía cierto interés en él, ya que nunca había estado en una relación antes." Eso hizo que Takashi se burlara, llamando su atención.
"Lamento informarte que Rei es su novia." Comentó, el tono cortante se presentó incluso más fuerte que antes.
"Ya lo suponía, tú no eres el único que siempre estaba detrás de él…" Respondería, para luego mirar a las nubes. Sus ojos se suavizaron por lo que estaba a punto de decir. "Además, actualmente no es un tipo de sentimiento que merezca tener…"
Su tono de voz se hubiera presentado exactamente igual para cualquier otro, pero Takashi pudo notar que ella ocultaba bastante tristeza y culpa detrás de sus palabras.
Ese simple hecho hizo que Takashi se ablandara un poco, logrando que el ambiente tenso que había estado generando en todo momento se rompiera.
"¿Quién hubiera pensado que la gran Saeko Busujima tendría problemas tan profundos?" La ahora reconocida como Saeko pudo notar un poco de sarcasmo tras las palabras de Takashi, aunque también pudo notar que realmente le parecía increíble que ella pudiera tener problemas.
Aunque lo que le pareció lo más curioso fue otra cosa.
"¡Vaya!" Exclamó, sin poder evitar sonreír. "Por lo visto, si sabes quién soy."
"Por Dios, ¿Quién no lo sabría?" Takashi abandonó su postura habitual para mirarla. "Eres la hija de Miyamoto Busujima, el ganador de 5 medallas de oro consecutivas, la mayor estrella de Japón que a sido el rey absoluto en la esgrima estos últimos 20 años." Takashi volvió a apoyar su mano en el mentón, aunque ahora continuaba mirándola. "Si Hishahi es el nuevo capitán, es solo porque tú no has querido tomar ese cargo. Se conoce tu gran talento desde pequeña y se cree que podrías superar a tu propio padre cuando cumplas la mayoría de edad." Esa respuesta hizo que Saeko se riera levemente.
"Eso no es cierto." La respuesta hizo que Takashi se sorprendiera.
Saeko volvió su mirada al cielo nuevamente, sus hermosos ojos violetas se enfocaron en las nubes.
"Aunque logre conseguir 10 medallas de oro, mi padre siempre seguirá siendo el mejor." Sus ojos se entrecerrarían ligeramente, denotando una mirada cubierta de cariño. "Por lo menos, lo será para mi…"
Por primera vez en mucho tiempo, Takashi podría decir que estaba impresionado.
De hecho, decir solo que estaba impresionado era un eufemismo.
Quizás no lo demostraba por fuera, pero en su mente estaba jurando que había descubierto algo que parecía ser imposible de encontrar.
"Lo siento." Takashi se disculpó, volviendo su mirada hacia el cielo.
Saeko lo miró visiblemente confundida.
"¿Por qué te disculpas?" Ella no podía comprender esas palabras.
Si, él se había comportado un poco grosero en un principio, pero tampoco creía que era tan grave como para disculparse.
"Perdón por pensar que eras como los otros." Le respondió, fijando su mirada en ella, y esa fue la primera vez que sus ojos cafés apagados se cruzaron con esos hermosos ojos violetas. "Sin duda alguna, eres mucho mejor que aquellas basuras que se hacen llamar "diamantes". Tú eres un verdadero diamante, y el único que existe en este lugar." Contestó, su sinceridad en las palabras fue tan alta que hizo brillar los ojos de Saeko. "Te deseo mucha suerte cuando te gradúes." Concluyó.
Esa conexión que ella estaba disfrutando se cortaría de raíz cuando los ojos de Takashi volvieron a mirar hacia el cielo.
Eso le hizo recordar algo.
"Ya he estado mucho tiempo fuera." Comentó, para luego comenzar a marcharse.
Justo antes de que se fuera, ella le entregaría una última mirada al castaño, a ese muchacho que había encendido su curiosidad a niveles que nunca antes había llegado.
"Nos veremos más tarde."
"Si…" Takashi le respondió cuando agitó su mano en señal de despedida.
Tardó un par de segundos, pero al final se dio cuenta.
Takashi ensancharía un poco sus ojos y miraría a la presencia ya inexistente de Saeko.
"Un momento, ¿qué quiso decir con que me vería más tarde?"
De esa manera, el tiempo pasó.
El sonido del descanso se escucharía a través de los parlantes, logrando que Takashi saliera de sus pensamientos. El muchacho solo dio un suspiro, para luego comenzar a subir las escaleras para ir al punto más alto del edificio.
Takashi se recostó sobre una pared de la azotea. No iba nadie allí, y principalmente se debía al poco espacio que había. Su mirada subió al pequeño techo que sobresalía de la puerta, pensando por unos momentos si debía subirse allí para admirar el día de una mejor manera, pero rápidamente lo descartó al saber que no podría ser muy buena idea.
Ese momento de tranquilidad solo duró unos pocos minutos, ya que la puerta que estaba a su costado se abriría, ganándose la mirada confundida de Takashi.
Llevaba tres meses yendo al mismo lugar, y hasta el momento nadie había venido.
"Así que, aquí estabas." Saeko bajó su mirada para ver a quien estuvo buscando en estos minutos.
Ella llevaba un pastel de chocolate en sus manos ante la mirada curiosa de Takashi.
"¿Por qué viniste aquí?" El muchacho volvió su atención a la hermosa joven, quien le entregaría una pequeña sonrisa mientras se sentaba a su lado.
"Dije que nos veríamos más tarde." Comentó, abriendo el envoltorio de plástico que mantenía seguro al pastel. "Quiero comer contigo." Concluyó, comenzando a cortar el pastel en pequeñas rebanadas. No era muy grande, así que podría servir como un tipo de aperitivo pequeño antes del almuerzo.
"¿No crees que es mala idea juntarse conmigo?" Le cuestionaría Takashi, su rostro parecía estar serio, aunque el tono de voz desprendió cierta preocupación hacia ella.
No quería que su reputación corriera riesgo por culpa de él.
"¿Crees que me importa lo que piensen los demás?" Ella le respondió con otra pregunta, ganándose una mirada impresionada de Takashi.
"En un principio parecía alguien bastante tranquila y amable, pero parece tener más carácter de lo que había pensado…" Pensó, viendo como ella no paraba de mirarlo, logrando que este alzara una ceja. "¿Algo va mal?"
"¿Dónde está tu comida?" Saeko se vio curiosa al ver como Takashi volvía su mirada al cielo.
"No traigo nada. Me gusta comer en la casa de mis padres." Fue la simple respuesta, logrando que Saeko sonriera un poco.
Takashi no pudo evitar bajar su mirada al sentir como algo se posaba a su costado. Sus ojos se ensancharon un poco al ver como Saeko acercaba un poco más el pastel, incitándolo a comer.
"Por lo general, no me lo como todo yo sola…" Las pistas fueron más que obvias, logrando que Takashi se frotaba el cabello mientras la miraba.
Lo cierto es que siempre tenía hambre a estas alturas del día, por lo que no iba a negar un poco de comida, especialmente si se le ofrece con tanta gentileza.
"Muchas gracias." Respondería, tomando una porción.
"También sabes agradecer, ¿eh?" Ella se rio mientras le daba un pequeño mordisco al pastel.
En ese momento, Saeko pudo ver la primera sonrisa de Takashi.
Aunque haya sido tan pequeña, por alguna razón le llamó la atención.
"Muy graciosa." Respondió, imitando la acción de la que parecía ser su nueva amiga.
Ambos continuaron comiendo en silencio mientras observaban el pasar de las nubes. Si se viera desde afuera, parecía un silencio incomodo, pero la realidad era todo lo contrario.
Ambos estaban disfrutando la presencia del otro, y eso era algo innegable.
Era extraño que dos personas pudieran congeniar tan bien siendo que apenas se habían conocido hace unos minutos.
"Por cierto, hay algo que me intriga…" Ese silencio tranquilo se rompió cuando Saeko habló, ganándose la atención de Takashi. "Hace un momento dijiste que comías en la casa de tus padres. Eso quiere decir que no vives en la academia, ¿o me equivoco?"
"Podría vivir aquí, pero la realidad es que sería muy complicado." Respondió con gran sinceridad. "Creo que ya sabes el porqué."
"Lo entiendo…" Ella respondería, para luego mirar al cielo nuevamente.
Cuando ese silencio parecía tener ganas de volver a emerger, Takashi habló.
"Muchas gracias por la comida, estaba delicioso." Le comentó, esbozando una diminuta sonrisa. "¿Dónde lo compraste?" Saeko no pudo evitar entregarle una sonrisa tras lo escuchado.
"Eso salió directo de mi cocina." Le respondió, ganándose la sorpresa de Takashi.
"Wow, ¿Cómo es que alguien puede ser tan perfecto en todo?" Ese comentario hizo que Saeko se tapara los labios mientras reía por lo bajo.
"Vamos, no es para tanto." Saeko se levantó del lugar, sacudiendo las migas de su falda. "Las clases están por comenzar." Concluiria, abriendo la puerta para marcharse.
Justo antes que se fuera, ella le entregaría una última sonrisa.
"¡Nos vemos mañana!" Se despidió con aires de felicidad, ganándose un saludo un tanto desprolijo por Takashi, ya que claramente no se esperaba esas palabras.
"Eh, supongo que si." Fue su tonta respuesta, logrando que la sonrisa de Saeko se profundizara un poco más antes de abandonar el lugar.
Takashi se miraría a si mismo por unos segundos, para luego mirar al cielo nuevamente.
Sus labios se relamieron en contra de su voluntad.
"No estaba exagerando, ese pastel era realmente delicioso…"
¡HASTA AQUÍ!
Recuerden que está historia está en votación, y debe quedar por lo menos en segunda posición para que pueda desarrollarse.
Como pueden ver, hice varios cambios respecto a la obra original. Hay algunas cosas que no quedaron del todo claras por obvias razones, ya que es imposible ensamblar tantas cosas en tan solo 5000 palabras.
Como dije antes, esta historia es un borrador. Puede haber cambios a futuro, pero lo que proyectaría a corto plazo sería hacer un prologo considerablemente más largo, hasta que llegue el momento de que Hirano y Takashi se relacionen por primera vez. También quedan varios personajes OC que aun ni siquiera tuvieron mención, además de que muchos de los mencionado ahora no han tenido mucho protagonismo por obvias razones.
Si hay algunas dudas respecto a este borrador, o si es hay alguna cosa que les pareció mal, como un desarrollo OC exagerado de los personajes principales, u alguna otra cuestión que les pudiera molestar, no duden en comentarlo. Puede que solo sea una historia que está en votación, pero aun así voy a escucharlos, ya que esas mismas cosas no me ayudan solo en esta obra.
Sin nada más que decir, solo puedo esperar que les haya gustado.
¡Les mando un enorme abrazo y que tengan un buen día!
