Aquí me presento con el tercer borrador de las historias que aún están en votación.

Para el que no sepa nada sobre esto, tengo una encuesta en mi perfil de FanFiction que decidirá las dos próximas historias que publicaré cuando termine las que aún tengo vigentes. La encuesta estará abierta hasta que termine aquellas historias, así que tendrán mucho tiempo para votar.

En total son cuatro historias, y solo las dos primeras son las que desarrollaré en el futuro. Esto es un borrador, y no debe tomarse como el inicio de esta historia. Solo subiré un capítulo para que la gente sepa medianamente a lo que va a votar. Soy consciente de que un solo capítulo no podrá abarcar toda la base de la trama, y que solo sería un vistazo bastante general, pero por lo menos podrán tener más idea a lo que les gustaría leer.

Habrá gente que le guste únicamente una de las historias que esté en votación (sea por los protagonistas, por el emparejamiento, o por el universo que estaría utilizando), pero les invito a leer los cuatro borradores, ya que podrían encontrarse con una idea que les guste más que la otra.

Nuevamente aviso que este es un borrador, así que, si esta historia logra quedar entre las dos primeras, he de advertir que este mismo capítulo podría ser modificado para más adelante.

En esta ocasión, el tercer borrador se trata de Naruto. Antes de comenzar, veo importante aclarar un par de cosas para que sepan de que va todo esto.

Primero que nada, este será un Naruto x Yugao, SOLO ella. No habrá harem.

También debo advertir que habrá contenido sexual en algún momento de la historia, aunque lo más seguro es que se tarde bastante en aparecer esas escenas. Más que nada es porque este fic lo tengo proyectado para que sea bastante largo, y en lo personal siempre me ha gustado mucho el emparejamiento tardío. Eso no quiere decir que se enamoren tarde, más bien quiere decir que tardarán mucho tiempo en sincerarse el uno al otro. En especial Yugao, quien va a tener muchos problemas por razones que todos conocemos.

La trama se sitúa a partir del inicio del anime. Incluso podría decirse que aun más atrás, debido que habrá unos flashbacks para explicar como es que Naruto vivió desde pequeño. No entraré mucho más en detalle, ya que eso es algo que mayormente se verá en este borrador.

Habrá bastantes cambios respecto a la Academia por temas de conveniencia. No tan referido a la vida de Naruto, si no más bien al desarrollo más temprano de diferentes acontecimientos y demás cosas.

Una de las cosas más importantes que debo resaltar, es que Naruto no estará roto ni mucho menos. No tengo ganas de ponerle power ups exagerados desde un principio, porque eso sería realmente un desperdicio. Creo que recién se podría considerar como un personaje roto en el final de la saga de Pain, pero no será porqué si, sino se deberá principalmente a todos los progresos que venia acumulando desde muy joven con diferentes maestros.

Sasuke será bueno. También habrá diferentes puntos de vista con el Sharingan, aunque seguirá siendo igual de útil. Mangekyou Sharingan nerfeado, pero no tanto. No existirá el Mangekyou Sharingan Eterno, con el coste de que no te quedaras ciego al usarlo, aunque no puedes usarlo por mucho tiempo debido al consumo excesivo de chakra, además del extremo cansancio que produce en los ojos. Un uso desmedido de este si podría producir ceguera, aunque esos pequeños detalles se irán explicando en el futuro.

Por último, debo advertir que yo y Sakura no nos llevamos nada bien. Si te gusta este personaje, te sugiero que no leas este fic. No será tan perra como en otras historias, simplemente seguiré su fanatismo con Sasuke, pero la desarrollaré como debería haber sido verdaderamente su final.

No tengo nada en contra de Hinata, aunque tampoco me agrada el personaje. Decidí que lo mejor sería que ella estuviera enamorada de Naruto hasta cierto punto de la historia, hasta que ella sé de cuenta que él ni siquiera la tiene en cuenta como pareja, solo como amiga.

Habiendo aclarado todo esto, creo que viene siendo el momento de comenzar.

¡Disfruta!

Siempre hubo una gran cantidad de misterios que rondaban en el Mundo Shinobi.

Probablemente se debía a que este mundo era misterioso en sí. Después de todo, las Aldeas Ocultas y la gran cantidad de ninjas que tenían las diferentes regiones no solo creaban guerreros o leyendas, sino que también generaba la gran diversidad de cultura que cada País fue moldeando a lo largo de los años, de los avances…

Y como no…

También de las guerras…

De hecho, las guerras eran las principales atracciones en este mundo caótico.

Hubo diversas guerras a lo largo de todas estas décadas, pero las más recordadas son tres en concreto. No solo por el hecho de que todos los países se vieron involucrados en estas guerras, ese reconocimiento se debía principalmente a las grandes leyendas que quedaron en los recuerdos de toda la gente.

Algunos se sentían muy orgullosos, otros los veían con miedo, y algunos les consumía el odio tras recordar algunos nombres en concreto.

Pero, el odio era algo que siempre prevalecía cuando se hablaba de la Aldea Oculta que dio a luz a una gran cantidad de leyendas. O, bajo ciertos ojos, una gran cantidad de asesinos despiadados.

Muchos de ellos quedaron en la historia y solo se les recuerda de una manera lejana.

Solo uno aún quedaba grabado profundamente.

Uno que había resaltado a gran nivel.

Uno que no había muerto hace tantos años.

El nombre de esa leyenda era Minato Kamikaze. También conocido como el Cuarto Kage de la Aldea Oculta entre las Hojas. La aldea más ganadora, más respetada, más temida, y más odiada.

Teniendo una historia tan grande en su espalda, la aldea siempre se mostraba orgullosa de si misma. Eso se reflejaba en los civiles y los ninjas, quienes actuaban con completa tranquilidad y seriedad dentro de aquellos muros.

Bueno, por lo menos, eso era así hasta que llegó alguien a interrumpir dicho ambiente.

Ese alguien era un niño rubio que no hace mucho tiempo había pintado la cara del Cuarto Hokage. Ahora se encontraba resolviendo su propia travesura mientras un hombre bastante enojado se posicionaba a su lado, quien parecía ser su profesor.

"En serio…" El hombre dio un gran suspiro, apoyándose contra el elevador de metal. "Recién te conviertes en ninja de Konoha, ¿y quieres festejarlo pintando el rostro del Cuarto?" La molestia parecía haber disminuido en él, pero aún seguía observando al niño con una mirada muy desaprobadora.

El rubio dejó su pincel al ver que ya había terminado, para luego voltearse al hombre y entregarle una sonrisa dentuda.

"¡Que me haya convertido en un ninja no significa que vaya a cambiar, Iruka-Sensei!" Exclamó mientras se ajustaba la bandana que tenía sobre su cabeza.

"Naruto…" El ahora reconocido como Iruka dijo su nombre, para luego negar con la cabeza. "Supongo que tienes razón." Concluiría con una sonrisa.

Ambos se sentarían en el borde del elevador, observando como la luna brillaba con aun más energía sobre la aldea.

"Para celebrar tu graduación, ¿no te gustaría ir a Ichiraku Ramen?" Preguntaría, mirando a su exalumno con una sonrisa.

"Créeme que me encantaría, Iruka-Sensei. Pero prometí que iría a comer dangos con mis dos maestros." Iruka no pudo evitar mirarlo con gran sorpresa tras lo escuchado.

Después de todo, Naruto no parecía ser alguien que podía socializar con los demás.

No es que no fuera bueno socializando, más bien se debía a que todos preferían ignorar su existencia y eso le obligó a estar solo desde que tiene uso de conciencia.

Y esa era la razón del porqué se había vuelto un dolor de culo con sus bromas.

Solo quería que todos se dieran cuenta de que él también vivía en esta aldea.

Pero, volviendo al tema principal, parecía ser que Iruka había descubierto una palabra bastante singular en lo dicho por Naruto.

"¿Maestros?" Iruka no pudo evitar alzar una ceja con gran curiosidad.

"¡Seguro que los conoces, ellos son muy conocidos!" Exclamaría Naruto con una sonrisa dentuda. ¡De hecho, uno de ellos es prácticamente famoso!" Esas palabras solo hicieron que la curiosidad del hombre subiera hasta las nubes.

Naruto se levantó, entregándole una última mirada a la luna. "Si quieres, puedes venir conmigo." El rubio miró a su profesor con una gran sonrisa dentuda. "De hecho, me haría mucha ilusión que usted también esté conmigo en este día tan especial."

Iruka pareció sorprendido ante sus palabras. Esa sorpresa cambió rápidamente a una sonrisa.

"Entonces, ¿Qué estamos esperando?" Iruka posó una mano sobre el hombro de su alumno, logrando que este sonriera.

Sin que ninguno de ellos dos se dé cuenta, un anciano sentado desde su escritorio los estaba viendo a través de una bola.

El anciano dejó su pipa a un lado mientras expulsaba una bocanada de humo.

"Este día finalmente a llegado…" Su mirada se desviaría hacia uno de los cuadros de la habitación, denotando a un hombre rubio que era bastante parecido a Naruto, con la excepción de que se veía mucho mayor.

"Estoy seguro de que estarías muy orgulloso, Minato."

Naruto caminaba con sus dos brazos por detrás de su cabeza mientras mantenía esa sonrisa brillante. La mirada que les entregaban todos los aldeanos no iba a servir para que este día tan genial sea opacado.

Iruka caminaba a su lado, viendo a Naruto con una pequeña sonrisa.

Era increíble pensar que durante todos estos años no había podido hacer un clon de forma correcta, pero el último día lo logró sin ningún tipo de problemas.

Pero ahora las cosas tenían más sentido.

Por lo visto, había recibido un entrenamiento bastante adecuado sin que nadie se percatara.

"Ahora que lo pienso, el clon de Naruto se veía algo extraño…" Pensó, recordando como el clon aparecía y desaparecía a través de una cortina de humo. "Después de todo, los clones son solo ilusiones y no podrían proyectar algo como eso…"

Sus pensamientos continuaron por un largo tiempo, por lo que no se dio cuenta cuando llegaron a un pequeño parque. Finalmente despertó de su sueño infundado cuando escuchó como Naruto gritó y comenzó a correr con la mano alzada en gesto de saludo.

Iruka miró hacia donde se dirigía, logrando que su mandíbula tocara el suelo tras la gigantesca sorpresa.

"¡Naruto!" Una mujer de cabello violeta que le llegaba hasta su cintura se levantó de la banca, abriendo sus brazos para recibir al rubio en un fuerte abrazo.

Ella era mucho más alta que él, podría estimarse que su edad rondaba entre los 19 o 20.

"¡Felicidades por tu graduación!" Exclamó la mujer mientras lo abrazaba con aun más fuerza, logrando que la cabeza del rubio se posara entre sus pechos.

"¡Todo esto es gracias a Yugao-Chan!" Naruto desvió su mirada como pudo, para mirar a su otro Sensei que tenía una sonrisa extraña en su rostro, aunque se veía claramente orgulloso de su alumno. "¡Tú también, Cejotas-Sensei!"

"Puedo sentirlo, Naruto…" El hombre adulto de cejas pobladas cerró sus ojos y apretó fuertemente su puño alzado. "¡Puedo sentirlo!" Gritó con gran emoción, haciendo que su dentadura brillara cuando sonrió, para que luego hiciera una pose un tanto ridícula. "¡Puedo sentir como las llamas de la juventud arden en tu interior como nunca antes!" Un enorme sol llameado aparecería en su espalda, logrando que Iruka se callera de espaldas mientras que Yugao y Naruto lo miraban con una gota de sudor nerviosa.

"Ha pasado un año, pero realmente no puedo acostumbrarme a Guy…" Pensaría Yugao en voz alta, abrazando con aun más fuerza a Naruto, como si eso hiciera que la influencia un tanto extraña del hombre no llegara a él.

Un momento de despertar a Iruka después…

Los cuatro disfrutaban de sus dangos mientras observaban el hermoso cielo nocturno despejado de esta noche.

Como era un poco tarde, no había nadie en el lugar.

En resumidas cuentas, era perfecto. De esa manera, Naruto no tendría que soportar las miradas de los aldeanos en un día tan especial como este.

"No sabía que nos acompañaría alguien más, así que no trajimos mucho." Comentaría Yugao, inclinando su cabeza hacia el profesor. "Lo siento, Iruka."

"Eh, no te preocupes." El hombre agitó sus manos, indicando que realmente no le molestaba. "De hecho, estoy agradecido que los tres me hayan compartido uno, ya que vine totalmente de improvisto." Concluiría, logrando que la mujer alzara su mirada con una sonrisa.

"Así que, todos quedaron con la boca abierta…" Comentó Guy tras escuchar la historia de Naruto. "Supongo que es normal, ya que todo el mundo subestima las grandes llamas que se encuentran dentro de ti." El Cejotas alzaría su pulgar, haciendo que sus dientes brillaran nuevamente.

"Bueno, tampoco había mostrado ningún tipo de mejoría durante todo el año, así que puedo entenderlos…" Comentaría el rubio mientras se frotaba el cabello.

"Conociendo como eres, solo te querías burlar un poco de ellos, ¿no es así?" Cuestionó Yugao con una pequeña risita al final, viendo como el rubio se frotaba la mejilla con una sonrisa tímida.

"Me conoces demasiado bien, Yugao-Chan."

Iruka vio la interacción entre ellos tres, se veía todo demasiado natural.

Estaba muy feliz de que Naruto haya conseguido más personas que lo aprecien, además de él, el Tercero y los del puesto de ramen.

Pero, a decir verdad, la curiosidad era lo que más reinaba en su cabeza en estos momentos.

"Disculpen, ¿hace cuanto se conocieron?" Indagaría el profesor.

"Bueno, es una historia muy larga…" Naruto alzó su mirada al cielo con cierta nostalgia.

"Supongo que tenemos mucho tiempo…" Comentó Iruka, acomodándose en el banco mientras le daba una mordida a su dango.

"Creo que debería comenzar incluso desde antes…" Naruto cerraría sus ojos, recordando la época más oscura de su vida.

Mucha más oscura de lo que era en estos instantes…

"Mi conciencia despertó cuando tenía 4 años, todo comenzó en el orfanato." Naruto abriría sus ojos, frunciendo el ceño ante los recuerdos.

"O más bien, justo antes de que me largara de allí…"

"…"

"…"

"…"

En sus cuatro años, Naruto era incapaz de recordar como había terminado en aquel lugar.

Solo sabía que no tenía padres, y que los que trabajaban en la guardería siempre parecían mantenerlo alejado de los demás infantes. Muchas veces se encargaban de que no escuchara lo que les decía a los otros niños, pero a veces simplemente no fueron lo suficientemente cuidadosos.

"No es buena idea que te juntes con él."

"Manténganse alejados de esa cosa."

"Que su apariencia no les engañe, es un demonio."

No sabía que es lo que había hecho para que lo trataran de esa manera.

Solo sabía una cosa…

Quería irse.

Quería irse lo más lejos posible de este lugar.

Por suerte, el viejo de siempre fue a visitarlo y pudo notar que no lo trataban para nada bien cuando Naruto le comentó sus lamentos.

Ese viejo era el único que siempre iba a visitarlo, y el único que parecía tener cierto aprecio hacia él.

Su nombre era Hiruzen Sarutobi, pero siempre lo llamaba viejo. No lo hacia para insultarlo, solo era un apodo cariñoso.

Hiruzen finalmente le dejó salir de aquel lugar y le consiguió un departamento pequeño en la zona roja de la aldea. Era la zona más peligrosa, pero a Naruto no parecía molestarle.

Probablemente porque era muy pequeño para darse cuenta lo que significaba el peligro. Además de que no podía pensar en eso, ya que únicamente se encontraba felicidad en él después de haber salido del espantoso lugar donde lo trataban como una especie de monstruo.

Esa felicidad no duró mucho tiempo, ya que rápidamente se dio cuenta que el orfanato no era el único lugar que parecía odiarlo.

Toda la aldea lo miraba con esos ojos cubiertos de rabia y odio que le hacían estremecerse por completo.

En un principio trató de ser amable, pero al ver que todos le ignoraban, lo maldecían y lo echaban a patadas de sus tiendas, simplemente no pudo seguir manteniendo esa actitud.

Por un tiempo, solo podía correr de todas esas miradas mientras lloraba sin parar.

No tardó más de un año en acostumbrarse a esas miradas y el trato que le daban. Aunque "acostumbrarse" era una palabra que debería ser tomada con varias pinzas en esta ocasión.

Después de todo, a nadie le agradaría que te vendieran alimentos podridos o el triple de caros de lo que realmente cuestan.

Lo que Hiruzen le daba para aguantar por un mes, solo le duraba una semana.

Después de eso, tenía que buscar entre la basura para poder seguir subsistiendo.

Ese proceso había perdurado bastante tiempo, hasta que en un día lluvioso se guio ante el olor de algo que parecía realmente delicioso. De solo imaginarlo se le hizo agua en la boca, aunque no pudo notarse por culpa de la lluvia.

Cuando se acercó a eso pequeño puesto y se asomó entre las cortinas, el dueño le recibió con algo de sorpresa en un principio. Pero su propia sorpresa fue la más grande al notar como el hombre le sonrió poco después mientras hacia unos gestos para que entrara.

A partir de ese día, él se había vuelto adicto al ramen.

La catalogaba como la comida de los Dioses.

Después de un año de abandonar el orfanato, finalmente había encontrado algo de felicidad, además de las visitas recurrentes del viejo. Qué, por cierto, Naruto nunca le había comentado nada acerca del trato de la gente para no preocuparlo, aunque el anciano parecía estar un poco al tanto de todo lo que estaba ocurriendo.

Sabía que eso era algo inevitable, y que solamente sería peor si les obligaba a tratarlo bien. Además de que Naruto no era idiota, por lo que se daría cuenta al instante de que algo extraño estaría sucediendo.

La opción más sencilla sería anunciar la procedencia de Naruto, pero sabía bastante bien que esto solo traería muchos más problemas que soluciones.

Después de todo, el difunto Cuarto Hokage no era muy querido por ciertos extranjeros…

Por eso hizo la vista gorda durante todo este tiempo.

Por lo menos, así fue hasta que cumplió 6 años.

Simplemente no pudo ignorar lo que sucedió.

Naruto abrió lentamente sus ojos. Él no pudo evitar hacer una mueca tras sentir como todo su cuerpo estaba completamente adolorido y entumecido.

Lo primero que distinguió era un olor bastante extraño, un olor a desinfectante realmente sofocante.

Lo segundo que pudo presenciar, fue en la habitación completamente blanca en la que se encontraba. Incluso la cama y su vestimenta era de ese color.

Lo que Naruto no sabía en estos momentos, es que esta vista inusual se volvería bastante común al pasar de los años.

Su mirada se desvió hacia un costado, viendo como una mujer con un traje blanco lo miraba por unos cortos segundos.

Esa mirada…

Todas eran igual…

La mujer lo abandonó tras ver que estaba despierto, haciendo que Naruto se quedara con sus preguntas en la boca.

Para su suerte, la inquietud no aumentó mucho más debido a que Hiruzen entró poco después.

"¿Cómo te sientes?" Preguntaría, sentándose cerca del rubio.

"¿Dónde estoy?" Naruto hizo otra pregunta, logrando que el ceño de Hiruzen se marcara aún más.

"Este es el hospital. Un borracho te atacó ayer, o eso es lo que pensamos." Fue la respuesta contundente. "Después de todo, fueron golpes menores, a excepción de tu cabeza."

"¿Qué tiene mi cabeza?" Naruto se llevó una mano a su frente, notando que le rodeaba un gran vendaje justo por arriba de sus ojos.

"Los daños sugieren que alguien te golpeó con una botella." Tras escuchar esas palabras, Naruto no pudo evitar hacer una mueca de dolor cuando los recuerdos de esa noche comenzaron a golpearlo.

"Creo que lo recuerdo. Era un hombre…" Dijo Naruto, logrando que la mirada de Hiruzen se intensificará.

"¿Recuerdas su aspecto? Podríamos castigarlo por lo que hizo." Sugirió el anciano.

"Olvídalo…" Naruto respondió al instante. Su mirada se suavizó considerablemente mientras recordaba el suceso.

"¿No estás molesto por lo que te hizo?" Hiruzen no pudo evitar alzar sus cejas ante la reacción sorprendentemente calmada del rubio.

"Bueno…" Naruto se frotó la mejilla, recordando muy bien lo que gritaba el hombre mientras lo golpeaba.

"No puedo odiar a alguien que estaba llorando descontroladamente mientras me gritaba que traiga a su esposa e hijo de regreso."

Hiruzen se reacomodó en su silla tras ver la sonrisa calmada de Naruto. Eso hizo que él sonriera también.

"Eres muy noble para solo tener 6 años." Contestó, su sonrisa incrementó un poco más mientras comenzaba a fumar.

A pesar de la vida dolorosa que llevaba, estaba seguro que Naruto estaba sonriendo mucho más últimamente. Probablemente se debía a ese puesto de ramen y los amables dueños que lo atendían. Aunque la realidad es que nunca lo sabría, después de todo, no puede meterse dentro de la cabeza de Naruto para estudiar sus verdaderos pensamientos.

Obviando todo lo anterior, estaba claro una cosa.

Esto no tenía que volver a repetirse.

El ceño fruncido volvió al anciano mientras exhalaba el humo, logrando que Naruto le mirara con intriga.

"A partir de ahora, enviaré alguien para que te cuide. Por lo menos hasta que ingreses en la Academia." Declaró el anciano justo antes de levantarse, logrando que Naruto le mirara con los ojos bien abiertos.

"Espera, sé que eres alguien importante por todo lo que me has dado hasta ahora, pero tampoco quiero molestarte de más, viejo." Naruto intentó levantarse, pero le fue imposible debido a que su cabeza retumbó como el infierno.

Hiruzen se detuvo en la puerta, para luego entregarle una última mirada a Naruto.

"¿Sabes el significado de la palabra Hokage?" Le preguntaría mientras el humo emanaba de su nariz y boca.

"¿Eh…?" Naruto solo pudo inclinar su cabeza hacia un lado, dando a entender que no tenía ni idea.

"Supongo que ellos podrían darte un par de clases rápidas antes de que entres en la Academia…" El anciano dijo en voz alta, abandonando la habitación.

Eso hizo que la curiosidad de Naruto se disparara aún más.

Pero esa curiosidad fue reemplazada por un gran vacío en su estómago.

No era el hambre, eran nervios.

Estaba demasiado nervioso, ya que todos lo odiaban, quitando al viejo y los dueños del puesto de ramen.

No sabía que esperar de su futuro protector o protectores, por lo que la ansiedad comenzó a dominarlo.

Una ansiedad que debería sobrellevar un par de días hasta que pueda salir del hospital.

Teniendo esos días de ventaja, Hiruzen se puso al tanto con los diferentes ninjas que podían ser de utilidad para lo que tenía pensado.

El anciano estaba mirando diferentes papeles con los registros de los ninjas que estaban en la aldea.

En un principio, no pensó que encontrarle unos guardaespaldas a Naruto podría ser tan difícil.

Básicamente era porque muchos odiaban al niño. Los que no lo odiaban eran muy nuevos en el oficio, y no servirían como tal. Los que quedaban, eran veteranos que no estarían dispuestos a cuidar a un niño.

Hiruzen pensó por un momento en darle ese papel a Kakashi Hatake, un gran ninja que tenía cierta relación con el rubio por motivos externos. Aun así, esa idea fue descartada al instante, debido a que el hombre se encontraba superando sus traumas, y aunque en su mayoría ya lo había hecho, aun estaba metido en ANBU.

Sus pensamientos volvieron a cierto alumno que había tenido.

Ni de broma. No quería que Naruto se convirtiera en un pervertido por culpa de Jiraiya. Además, era uno de los grandes ninjas de esta aldea, y se le había encomendado una misión especial de extra espionaje, por lo que Naruto simplemente sería una carga para él si lo tenía que llevar de un lugar a otro a través de sus redes de espionaje. De hecho, el mocoso correría aun más riesgo del actual si se va con Jiraiya por obvias razones.

Entonces, su otra alumna…

¿Tsunade? ¿Dónde estaba ella?

Hiruzen no pudo evitar apoyar su mano sobre su mentón, para después dar un gran suspiro de cansancio.

"¿Cómo es que esto puede ser tan complicado?" Se dijo el anciano a sí mismo.

En ese momento, sus ojos captaron algo interesante.

Un cabello purpura.

Hiruzen quitó algunos registros hasta llegar a una adolescente de unos trece años.

"Yugao Uzuki"

"Chunnin"

El anciano tomó el papel, para luego agarrar otro con su otra mano.

También era un adolescente de trece años. Él se encontraba con una sonrisa en la foto, a diferencia de la chica que se mostraba muy seria.

"Hayate Gekkō"

"Chunnin"

"No son de los más altos rangos, pero podrían servirme si van juntos…" Pensó el hombre, mirando la foto de los dos. "Además, tienen registrado varias misiones de rango C y B, además que el hombre tiene 5 de rango A y la mujer 8." Su mirada bajó, denotando que también poseían una gran clasificación respecto a sus estudios. "Viendo el registro, estoy seguro que ellos podrían convertirse en Jounin en dos años o menos." Sus ojos brillaron con gran astucia mientras le daba otra calada a su pipa.

"De hecho, ellos podrían llegar incluso más rápido…"

"…"

"…"

"…"

"¿Entonces conociste a Naruto por una misión encomendada por el Tercero?" Iruka se cruzaría de brazos, quedando un poco perplejo ante la historia. "Pero, ¿las misiones de escoltar o proteger no se clasifican como de rango C?" El hombre la miraría con gran confusión. "Hace poco me dijiste que querían convertirse en ANBU lo más rápido posible, por lo que no me cuadra del todo. Especialmente porque iba a ser una misión que duraría cerca de 12 meses, teniendo en cuenta que Naruto acababa de cumplir los 6 años."

"En parte, eso es cierto…" Comentaría la mujer mientras se frotaba el cabello con una sonrisa avergonzada. "En un principio, quería ayudar a Naruto ya que me parecía realmente horrible lo que me había contado el Tercero, pero Hayate no estaba muy de acuerdo con eso, ya que nos atrasaríamos mucho tiempo con nuestro objetivo." Yugao abandonó su mirada avergonzada, esbozando una diminuta sonrisa. "Pero, la propuesta final fue realmente tentadora, tanto para mí como para mi novio."

Eso último hizo que los tres prestaran especial atención, ya que ni Naruto ni Guy habían escuchado esa parte.

"…"

"…"

"…"

"¿Qué es lo que dijo…?" Hayate se mostró escéptico, lo atribuyó a su mala audición.

"Acabo de decir que esta misión de rango C no será muy normal que digamos." Comentó el anciano, dando una bocanada de humo. "Si logran cumplirla, me aseguraré que asciendan a Jounin como recompensa." Sus ojos se entrecerraron. "¿No les parece una buena propuesta?"

Yugao miraría a su novio con una sonrisa esperanzada tras lo escuchado. Hayate se mostró un poco dudoso en un principio, pero al final terminaría asintiendo.

"No me agrada la idea de convertirme en un niñero, pero esto nos acerca más a nuestro sueño." Comentó, entregándole una sonrisa a su amada, una sonrisa que fue devuelta con mucha más energía.

"En persona son completamente opuestos a lo que se ve en sus fotos…" Pensó el anciano, recordando como Yugao parecía una chica bastante seria mientras que Hayate tenía un aura de felicidad a su alrededor.

Después de decirle el día y el lugar en que debían reunirse con Naruto, Hiruzen los despidió de su despacho.

"Aunque se graduaran a los 10 años, es impresionante que hayan completado tantas misiones en tan solo tres años." Concluyó, viendo en el registro que ambos habían cursado los tres años de la Academia juntos, incluso habían terminado en el mismo grupo Genin con una muchacha dos años más grande que ellos llamada Kurenai.

Por lo visto, haber estado tantos años juntos hizo que una relación bastante profunda se construyera entre ambos.

Eso solo hacia que el trabajo fuera más sencillo.

"…"

"…"

"…"

"¡Así es como pude conocer a Yugao-Chan!" Naruto exclamó con una gran sonrisa mientras se ajustaba la bandana. "¡Ella trajo cosas deliciosas y me enseñó muchas cosas de esta aldea a lo largo del tiempo!" Naruto incrementó un poco más su sonrisa tras fijar su mirada en la mujer de cabello violeta. "¡Por eso es que la quiero tanto!" Concluiría, logrando que Yugao sonriera con gran ternura tras escuchar sus palabras.

"¿Y que sucedió con Hayate?" La pregunta de Iruka hizo que Naruto se pusiera un poco nervioso. "Supongo que también te llevas muy bien con él, ¿no?"

Esa pregunta hizo que Yugao comenzara a reír, logrando que Naruto se pusiera aún más nervioso.

"Hayate no estaba muy conforme con la idea de cuidar a Naruto, y digamos que Naruto no le gustaba que Hayate se comportara muy cercano conmigo en ocasiones." La mujer dejaría de reír, secándose la pequeña lagrima ante los recuerdos tan graciosos. "Nunca pudieron llevarse bien, aunque tampoco diría que tuvieron una mala relación."

"Lamento haberme comportado de esa manera…" Naruto no pudo evitar frotarse la mejilla con un rubor en su rostro, demostrando lo avergonzado que estaba.

La mirada de Naruto cambiaría un poco, aunque nadie lo notó, solo que fue por un segundo.

Ese cambio había sido resultado de cierto recuerdo de un anillo hecho de alambres.

Realmente le dolía indagar en ese pasado.

En ese momento le dolió como el infierno.

Y cada vez que lo recordaba, solo hacia que le doliera mucho más…

"La historia es bastante interesante, pero todavía no encaja Guy en ella." Comentaría Iruka, viendo al hombre de cejas pobladas.

"Bueno, creo que sería mejor contar esta parte del trayecto lo más rápido posible." Comentó Naruto, alzando su mirada mientras pensaba. "No creo que quieras escuchar como Yugao-Chan me mimó y cuidó durante todo un año, así que pasemos directamente hacia mi séptimo cumpleaños."

Nadie pareció notarlo, pero cuando Naruto dijo eso, Yugao miró hacia el suelo con cierto remordimiento. Sus puños se apretaron y sus ojos se entristecieron de sobremanera.

El único que pareció notar ese cambio tan drástico fue Iruka, quien no pudo evitar mirar a la mujer con cierta curiosidad.

"Había comenzado hace poco la Academia, eso significaba que la misión de Yugao y Hayate ya había terminado. De todas formas, Yugao seguía viniendo todos los días para verme."

"¡Feliz cumpleaños!"

Yugao le entregó un protector de color verde que poseía unas lentes a un Naruto que parecía estar a punto del llanto tras recibir otro regalo que no sea del viejo.

Especialmente porque era un regalo de ella…

Naruto no pudo evitar dibujar una sonrisa dentuda ante los recuerdos.

"Cuando me desperté al otro día, escuché a gente hablando sobre una nueva guerra…"

La postura de Yugao se tensó de sobremanera tras escuchar esas palabras.

"…"

"…"

"…"

Naruto escupiría la pasta dental, entregando una sonrisa bastante boba al espejo.

Ese momento fue cortado cuando escuchó ciertos murmullos desde afuera de su departamento.

Naruto se acercó a la ventana con curiosidad, apoyándose contra el marco de esta.

"¿Sabías que la Resistencia de Kumogakure pidió refuerzos a Konoha?" Los oídos de Naruto se agrandaron tras escuchar el comentario.

"¿Quién hubiera pensado que el Mizukage se volvería tan loco como para asesinar a su propia gente solo porque tienen un Kekkei Genkai?"

"Se dice que la aldea envió a una gran cantidad de sus Jounin y ANBUS, ya que la Líder de la resistencia propuso una gran cantidad de recursos…"

La voz de la mujer se volvió mucho menos audible, ya que Naruto había dejado de escuchar en el momento que mencionó sobre la partida de los Jounin.

Naruto fue a la Academia como un día común y corriente, en donde debía sentarse solo por obvios motivos.

No ayudaba que los padres siempre susurraran barbaridades a sus hijos cuando se enteraron que el rubio iba a estar en la misma clase.

El tiempo pasó, la noche llegaría, y en ese momento, Naruto supo que Yugao ya no estaba en la aldea.

"Ella nunca se tarda tanto en venir…" Pensó en voz alta mientras estaba acostado en la cama, mirando el techo.

Su mirada permaneció perdida por un tiempo, hasta que finalmente salieron unas palabras de sus labios.

"Te deseo mucha suerte, Yugao-Chan…"

Así, los días fueron pasando…

Los días se convirtieron en meses…

y los meses en años…

¡ESO ES TODO!

Como dije anteriormente, esto es solo un borrador y lo más probable es que modifique algunas cosas. En este caso, no creo que sea cambiar, sino más bien, agregar. Si es que esta historia sale como ganadora, me gustaría hacer un prólogo completo de la infancia de Naruto, de cómo conoció a Guy y que es lo que sucedió en la Academia, porqué es que Yugao se mostraba tan mal en el momento que Naruto comenzó a narrar la ultima parte de la historia (y no, no es porque Hayate se haya muerto en la guerra o algo como eso. Él sigue vivo en la actualidad, solo que aun no lo presente como tal) y más.

Si tienen alguna consulta, no duden en hacerla que la contestaré de inmediato.

Recuerden que esta es una historia que está en votación, por lo que no saldrán más capítulos hasta que dicha votación termine, siempre y cuando salga como una de las ganadoras.

Volviendo con la historia, sé que hubo varios reajustes de edades, pero necesitaba hacerlo para que todo encajara de la mejor manera posible. Podría haber hecho a Yugao aún más joven, pero no lo hice porque no calzaría con lo presentado hasta ahora, además de que perdería la gracia. Después de todo, creo que la diferencia de edad es uno de los puntos interesantes de este fic.

Tranquilos, creo que soy bastante decente respecto a mi mentalidad, así que no habrá lemon hasta que Naruto tenga la edad adecuada.

Sé que algunos deben estar un poco sofocados debido a que todo lo narrado han sido solo flashbacks, pero creo que lo veo necesario para ubicar la historia de la mejor manera posible.

Espero que les haya gustado como me desenvolví en esto, ya que soy bastante nuevo a lo que en fics de Naruto se refiere.

¡Que tengan un lindo día!