Disclaimer: Los personajes pertenecen a Stephenie Meyer, la historia es de Violet Bliss, yo solo me adjudico la traducción con el debido permiso de la autora.
Disclaimer: Twilight characters are property of Stephenie Meyer, this story is from Violet Bliss, I'm just translating with the permission of the author.
Capítulo beteado por Yanina Barboza
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Mayo
Edward había tenido uno de los peores meses de su vida.
Primero, su novia se fugó con su primo, con quien creció, por Dios santo. Emmett prácticamente vivió con Edward y sus padres, Carlisle y Esme, mientras estaban en la escuela secundaria.
En segundo lugar, el primo antes mencionado abandonó su trabajo, dejándolos sin poder terminar la construcción de la maldita casa de Edward. Una casa que estuvo diseñando durante años, una casa por la que estuvo trabajando duro, incluso para poder pagarla.
Estaba tan cerca de terminarla que era frustrante. Cada vez que la visitaba durante las últimas semanas y veía el progreso más lento que antes, maldecía el nombre de Emmett.
Tercero, tampoco tenía noticias de Bella desde que toda esa mierda se había ido al diablo, por lo que perdió a casi todas sus personas favoritas en una noche. Y aunque hacia el final de su relación, Rosalie era fría y casi completamente mala, él extrañaba a la chica que era cuando comenzaron a verse. La que lo hacía reír.
Y, por último, su amigo Jasper le había prometido ir a ver una vieja maratón de películas de Star Trek que su cine favorito estaba mostrando, pero lo abandonó en el último minuto para tener una cita con su nueva novia, y ahora Edward estaba afuera del cine con los puños apretados en sus bolsillos, preguntándose si debería irse a casa. Pero diablos, si no hubiera comenzado a sentir las paredes cerniéndose sobre él en las últimas semanas.
—Edward —murmuró una voz suave a su lado y respiró con dificultad antes de girarse para mirar a Bella.
Parecía insegura e incluso un poco cautelosa, pero joder si no era lo mejor que había visto en todo el mes. La observó, con su cabello largo y oscuro que por lo general dejaba caer sobre sus hombros en suaves ondas, enmarcando la camiseta Keep Calm It's Only Logical que sabía que Carlisle le había regalado para el Santa secreto el año anterior, y toda la ira que se estuvo acumulando en él durante el último mes desapareció.
—Bella —dijo, tan suavemente como ella lo hizo, y ella exhaló temblorosamente, sus hombros se relajaron. Ella le sonrió entonces, una pequeña sonrisa, pero una que lo hizo sentir mejor de lo que se había sentido desde que Rosalie y Emmett se fueron, y sabía que tenía a una de sus mejores amigas de vuelta.
No dudó después de eso, dio tres largos pasos hacia donde ella estaba y la envolvió en un abrazo que la puso de puntillas. Aspiró el familiar aroma a fresa de su cabello y sonrió.
—Edward, te extrañé —susurró, con la cabeza presionada contra su pecho.
—Yo también te extrañé.
No dejó de abrazarla entonces y aunque sabía que probablemente no era apropiado, incluso para amigos cercanos, no le importaba. Tampoco parecía importarle a ella.
Pero cuando finalmente se soltaron, ambos estaban sonriendo.
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—Esto es incómodo, ¿no? —preguntó Bella mientras ella y Edward se sentaban uno frente al otro en un restaurante chino poco después del final del maratón de Star Trek.
Edward hizo una mueca y gimió.
—Odio que lo sea. No es que no hayamos pasado tiempo juntos casi todas las semanas durante años.
Bella asintió y empujó los fideos en su plato.
—Aunque nunca solos.
—Supongo que no.
Bajó la mirada hacia su comida y Bella observó cómo él apretaba la mandíbula antes de volver a mirarla.
—Lo siento, Bella.
Sus ojos se abrieron como platos y dejó caer el tenedor, estirando la mano para tocar su brazo.
—No es tu culpa. Ellos tomaron la decisión.
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro.
—Eso no impedirá que me arrepienta. Rosalie sabía que estaba a punto de romper con ella. Ella solo quería la ventaja.
Bella movió su mano de su brazo a su copa de vino, vaciándola.
—Ella cambió, en los últimos años. En la universidad era muy amable, nos llevábamos muy bien y en algún momento fue mi mejor amiga, pero después de graduarnos, dejó de hacer planes conmigo y de verme fuera de las noches en que todos salíamos. Realmente no pensé en eso hasta después de que se fueron, pero había pasado mucho tiempo desde que fue realmente mi amiga.
—Creo… —dudó Edward con cuidado, su corazón doliendo en su pecho—, creo que ha querido a Emmett durante mucho tiempo. Distanciarse de ti era una forma de que se sintiera menos culpable, supongo. Sé que le agradabas antes.
Los ojos de Bella se agrandaron.
—Vaya. —Silencio, y luego admitió—: Si ella lo quería tanto, creo que le habría dejado tenerlo, en lugar de que todo sucediera como sucedió.
Edward sonrió suavemente ante su amabilidad.
—Y eso es lo que te hace una mejor persona, Bella. Incluso ahora, no dirás nada desagradable sobre ella. Apenas podía mencionarte sin que pusiera los ojos en blanco o cambiara de tema. Nunca dijo nada malo sobre ti y creo que le molestó que nunca le dieras ninguna razón para que realmente no le agradaras.
—¿Hablabas de mí? —preguntó, sorprendida.
—Por supuesto que sí, eres la única persona que conozco a la que le gusta Harry Potter tanto como a mí.
Bella sonrió y al instante la incomodidad desapareció del restaurante.
