Cuando Law dejó de sentirse mareado pudo encontrar las fuerzas para abrir los ojos sólo para encontrarse con la molesta visión del piso acercándose peligrosamente a gran velocidad. Había aparecido volando en mitad de la nada y ahora su vida corría peligro al estar a punto de estrellarse contra la tierra. Tratando de mirar a su alrededor buscando alguna pista de qué había sucedido pudo observar una ciudad a lo lejos, pero su cuerpo se dirigía directamente hacia la zona boscosa de la isla. Aún podía sentir el agarre de Mugiwara-ya en su cintura quien se había aferrado a su cuerpo en su intento de rescatarlo de ese estúpido vórtice que lo había absorbido momentos atrás y que había aparecido de la nada.
—¡Room! —gritó al momento que formaba un gran domo azul en la zona — ¡Shambles! —pronunció asegurándose de tomar a Mugiwara-ya consigo para intercambiar sus posiciones con unas de las tantas hojas que caían de los árboles lo cual, aunado a las estúpidas ramas que golpearon su cuerpo sirvió para amortiguar su caída y que no terminara en un resultado fatal.
Law había terminado boca arriba quejándose de dolor con la ropa repleta de tierra y mugre junto a un montón de hojas que ahora adornaban su cabello. Luffy había caído encima de él, pero este a diferencia del mayor, no se mostraba afectado. Por supuesto, era un maldito ser de goma, no tenía que preocuparse por destrozar su cuerpo con una caída como esa que significaba la muerte para el resto de los mortales.
El chiquillo se levantó al momento notando el quejido de su aliado lo que lo preocupó un poco pues todo ocurrió tan pronto que ni siquiera tuvo tiempo para reaccionar e inflar su estómago para amortiguar la caída de ambos.
—Torao ¿estás bien? — preguntó el menor notando que Law no se había movido desde hace cinco segundos — ¡Torao! — chilló dramáticamente obteniendo un quejido por parte del contrario.
—Sí… Solo dame un segundo— suspiró cansado— no puedo reponerme tan rápido como cierto idiota.
—¿Qué fue lo que pasó? — comenzó a mirar hacia alrededor sólo pudiendo observar un camino de frondosos árboles — ¿Dónde estamos?
—¿Cómo quieres que lo sepa? Sé lo mismo que tú.
—Mmm…— exclamó mientras rápidamente escaló un árbol para poder observar mejor el paisaje— ¡Torao! ¡Hay una ciudad a lo lejos!
—Si… — respondió mientras comenzaba a levantarse asegurándose de quitarse la mayor parte de tierra que pudiera — La vi a lo lejos mientras caíamos.
—Esto me recuerda a cuando el idiota de Kuma nos separó en Saboady… En un momento estaba con mis nakamas y al siguiente estaba en la aldea de Hancock.
—¿Amazon Lily? ¿Te envió desde Saboady hasta Amazon Lily? Eso explica cómo te hiciste amigo de la Emperatriz Pirata — susurró más para sí mismo que para Luffy.
—¡Hancock es muy buena! ¡También me ayudó mucho en la guerra!
—Ya veo… — mencionó tratando de ocultar la molestia en su voz. De verdad odiaba a esa mujer
—¿Crees que nos haya pasado lo mismo?
—Tonto… ¿Es que no sabes lo que ocurrió con Bartolomew Kuma? — suspiró — Como sea… Tenemos que averiguar dónde estamos, antes que nada. Espero que no nos hayan alejado mucho, tenemos el tiempo contado para llegar a Zou. Kaido no se quedará tranquilo después de lo que le hicimos a su mayor exportador de frutas del diablo artificiales.
—¡Bien! — respondió mientras bajaba rápidamente del árbol — En ese caso sólo tengo que estirarme y…
—Si vuelvo a salir volando por culpa de tu estúpida habilidad definitivamente terminaré por quebrarme algún hueso — regañó — Te recuerdo que yo no tengo tu maldito cuerpo de goma y ya tengo suficientes golpes por hoy.
—Buuuu… Qué aburrido eres Torao — hizo un puchero mientras comenzaba a caminar con los brazos cruzados detrás de su nuca — Creí que tenías prisa.
—Esto no habría pasado si me hubieras hecho caso desde un principio — chasqueo la lengua — ¡Te dije que sólo iríamos por provisiones!
—Shishishishi… Pero tú también te divertiste ¿no? — no obtuvo respuesta — ¡Ah! — gritó tras recordar algo — ¡Takoyaki! ¡Takoyaki! ¡¿Dónde quedaron?!
—Yo qué sé… Seguro terminó todo en el piso cuando nos absorbieron aquí.
—No puede seeer — lloró por dentro para después comenzar a desprender chispas y fuego de su cuerpo — ¡Maldición! ¡Ahora estoy molesto!
Trafalgar optó por ignorar a su compañero y fijarse en su recorrido. Había algo que no lo dejaba estar tranquilo. Intentaba rememorar qué había pasado segundos antes de aparecer en ese lugar, pero la cosa era confusa. Recordaba haber visto a Mugiwara-ya saludando a Roronoa-ya quien se acercaba a lo lejos y después de eso ambos se habían puesto en pie. Law supo al instante que el espadachín estaba perdido, pero lejos de molestarle le había traído cierto alivio encontrar un rostro conocido.
Sabía que el espadachín posiblemente estaba aquí para intentar llegar a la zona del mercado para comprar las provisiones y largarse del lugar. Zoro a pesar de ser mayormente músculo, era una de las pocas personas que podía hacer que Luffy dejara de hacer el idiota y ponerlo en su lugar por lo que estaba bien recibir un poco de ayuda para variar. Law era débil a Luffy y cedía constantemente a sus caprichos así que de cierta forma ver al peliverde fue como ver a su salvador en esa situación donde ya no tenía deseos de gastar ni un solo berry más para satisfacer el hambre voraz de su pequeño aliado.
En eso había sentido su cuerpo chocar con algo pequeño y blando lo que hizo que bajara la mirada encontrándose con unos extraños ojos rosados. Lo que pasó a continuación fue lo que ya no entendió, sintió que su cuerpo era succionado hacia algún lugar y cuando quiso darse cuenta ya estaba allí en medio de la nada al lado de un muchacho infantil que había comenzado a cantar la canción de las islas del sur.
Era obvio que había sido víctima del efecto de alguna fruta del diablo, pero era necesario saber de qué tipo de fruta se trataba para decidir cómo proceder.
Mientras pensaba en todo aquello el capitán de los piratas de corazón no podía evitar sentir que había algo extraño en el ambiente. No sabía exactamente el qué… Pero se sentía extrañamente inseguro, sentía que había algo raro en el paisaje, pero no lograba averiguar el qué. Como sea, lo único que quería en ese momento era salir del bosque para poder saber dónde demonios estaba.
Tomó cerca de 40 minutos salir del bosque y ahora se encontraban en la entrada de una gran ciudad. Desde su posición podía verse la mayoría de los edificios lo que hizo que el mayor se preocupara al instante. A lo lejos, el edificio más grande que podía distinguirse era una gran sede de la marina, justo al final de la isla tras atravesar la zona de las casas. Probablemente era la base de alguna división.
—Mugiwara-ya, será mejor que no vayas corriendo por allí. Es una isla perteneciente a la… — Tuvo que cortar su frase al notar que el monito ya no estaba a su lado — ¿Otra vez? — Suspiró fastidiado mientras comenzaba a rascarse la cabeza en un gesto de frustración — ¿Por qué a mí? — preguntó a la nada mientras se adentraba en la ciudad.
Mientras tanto, Luffy había empezado a corretear por el lugar mientras reía feliz de la vida cual niño pequeño. Ni siquiera se había molestado en mirar atrás para ver si su aliado lo estaba siguiendo ya que estaba más emocionado por el sentir de la aventura. Se podía notar a simple vista que ya no estaban en Rosary pues ese paisaje no estaba repleto de coloridas flores. Todo era bastante… Normal.
Había personas caminando por las calles de manera despreocupada. Algunos niños salían de sus casas y jugaban con espadas de madera mientras algunas amas de casa salían con la bolsa de las compras para hacer sus actividades del día. Algo bastante aburrido si le preguntaban a Luffy, la aldea no era muy diferente a la ciudad de Foosha en donde se crio, todo era muy poco atractivo en realidad.
En ese momento el estómago de Luffy comenzó a gruñir lo que hizo que se encogiera un poco tratando de apaciguar el sonido de sus tripas mientras comenzaba a poner en acción su olfato buscando algún restaurante cercano. No había podido terminar su comida momentos atrás por lo que aún tenía hambre, pero no podía pedirle a Torao que siguiera gastando dinero en él cuando ya se encontraba tan molesto así que decidió que no pensaría demasiado por el asunto y simplemente aplicaría la vieja técnica de comer y salir corriendo sin pagar que había aprendido de sus hermanos cuando era un niño.
No tardó en olfatear un delicioso aroma que lo guio hasta un puesto de delicioso ramen.
—Wuuuu ¡Viejo dame 10 tazones de cerdo!
—¡A la orden! — respondió el hombre mientras comenzaba a agitar los fideos con gran habilidad para después acomodar los ingredientes con maestría justo antes de verter el caldo encima — ¡Servido!
Nadie podía saber quién era más rápido, si Luffy comiendo o el vendedor sirviendo. Pero de cualquier manera Luffy estaba arrasando con todo el menú, había pedido ya unos cuantos platillos de pollo, otros de mariscos, en fin… Todo lo que estaba en el menú. Sólo se detuvo cuando su estómago se veía inflado cual globo lo que permitió que el chico suspirara satisfecho.
—¡Aquí tiene! — mencionó el vendedor mientras le extendía el papel con la cuenta.
—Ossan…—habló mientras miraba al pobre anciano directo a los ojos sólo para soltar una deslumbrante sonrisa y después decir — ¡Cargue la cuenta a mi nombre! ¡Vendré a pagarle cuando encuentre el One Piece! — se rio mientras se levantaba para echarse a correr.
—¡Hey tú! ¡Ladrón! — gruñó molesto mientras empezaba a perseguir al muchacho con su cucharón en mano— ¡Vuelve aquí!
El alboroto rápidamente captó la atención de los ciudadanos quienes empezaron a gritar por ayuda a los marines que solían patrullar la ciudad con frecuencia. Se encontraban en una isla cercana al cuartel general de la marina en donde se encontraban una de sus tantas bases. Esta en específico era liderada por un capitán perteneciente a la fuerza especial SWORD quien en ese momento había salido a dar un paseo por la ciudad por lo que no debería estar muy lejos del lugar.
—Maldición ¡La marina! — gritó el monito mientras acelera su paso al notar que de la nada estaba siendo perseguido por un montón de hombres uniformados.
Cuando quiso darse cuenta ya estaba siendo rodeado por marines tanto por el frente como por detrás, pero esto no fue impedimento para que el chiquillo estirara su brazo y comenzara a correr por encima del techo de los edificios saltando de un lugar a otro cual mono. Los soldados se sorprendieron un poco al presenciar dicha acción, pero eso no evitó que empezaran a corretearlo por tierra sólo logrando hacer la persecución más y más grande.
—¡Qué rayos! — exclamó el chiquillo— ¿Cómo es que hay tantos? ¿De dónde salieron? — preguntó mientras miraba a su alrededor buscando a dónde ir — ¡Por allí! — exclamó tras notar un pasillo despejado que usaría para perderse entre la multitud.
Justó al aterrizar, Luffy se dispuso a buscar un escondite sin percatarse que unos ojos grisáceos lo observaban con impresión. Sin pensar demasiado siguió corriendo, ignorando al resto de personas que lo observaban confundidas y después dobló en una esquina sin notar que había entrado en un callejón oscuro el cual no tenía salida.
—¡Diablos! ¡Por aquí no es!
—Mugiwara-ya — escuchó esa voz inconfundible tras de sí que hizo que sonriera complacido al notar que había encontrado a su aliado — ¡Esta vez te detendré! — gritó la voz mientras se lanzaba a la acción sorprendiendo al monito quien apenas si tuvo oportunidad de esquivar la estocada de la espada.
—¡¿Qué estás haciendo?! — gritó confundido mientras enfocaba la mirada quedando aún más confundido — ¿Por qué estás disfrazado de marine? — preguntó confundido — ¡No es momento de jugar! tenemos que salir de aquí, el lugar está repleto de enemigos.
—No hables… Mugiwara-ya ¿De nuevo piensas traerle problemas al gobierno? ¿Qué estás haciendo aquí? — preguntó mientras comenzaba a atacar al contrario quien sólo podía esquivar el filo de su espada.
—¡Oye! ¡Deja de atacarme! ¡¿Qué demonios te sucede?! ¿Aún estás molesto por el takoyaki? ¡Ya te dije que lo sentía! — se defendió mientras retrocedía lo más posible solo para toparse contra pared — Sé que debí compartirlo contigo, pero… ¡Tampoco me pediste!
—¡No sé de qué me hablas! — gruñó mientras agitaba nuevamente su espada directo al rostro del contrario sorprendiéndose cuando este detuvo el impacto con sus palmas desnudas.
—¡Basta de una vez! — gritó furioso mientras hacía presión en la espada evitando que esta resbalara y pudiera volver a atacarlo — ¡Ya te dije que no es momento para esto!
Justo en ese momento el monito utilizó toda su fuerza bruta para lograr que el mayor quien seguía sin soltar su arma se desequilibrara y cayera a hacia un costado, momento que el monito aprovechó para correr hacia la salida del callejón parándose a la mitad de la calle. Law no tardó en recomponerse y seguir a su presa, pero cuando quiso volver a atacar, se detuvo en seco tras observar a detalle su rostro el cual no había podido apreciar del todo en medio de la oscuridad.
—¿Luffy-ya? —preguntó al aire mientras ladeaba la cabeza en un gesto de confusión— ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás vestido así?
—¿De qué hablas? ¡Siempre me visto así! — contestó mientras sacaba aire de la nariz, se notaba bastante ofendido— ¡Tú eres el que está usando ropas raras! ¿A qué se supone que estás jugando?
—¿Mugiwara-ya está en la isla? ¿Lo estás cubriendo de alguna manera? Vaya hermano sobreprotector que eres ¿De nuevo estás haciendo de carnada?
—¡Pero de qué estás hablando!
—Shh…— exclamó mientras se acercaba a Luffy y le cubría la boca con su mano sólo para regresar a su escondite en el callejón.
—¡¿A dónde se fue?! ¡Estoy seguro de que lo vi correr en esta dirección! — gritó uno de los marines mientras echaba un vistazo por los alrededores — ¡Echen un vistazo por allá! — Se escucharon una serie de pasos corriendo antes de que los soldados desaparecieran al final de la calle.
—¿En qué estás pensando al exponerte así por aquí? No creas que puedes aprovecharte sólo porque somos amigos — chasqueo la lengua.
Luffy se quedó unos minutos en silencio tratando de procesar lo que Torao le estaba diciendo. En realidad, no estaba entendiendo absolutamente nada y el mayor no parecía tener deseos de explicarle una mierda. No es como que fuera desconocido para Luffy que el mayor a menudo dijera cosas complicadas que no llegaba a entender del todo, pero esto… Esto era mucho más confuso de lo normal.
—Oye…
—De cualquier manera ¡Me alegro de verte! — festejó el mayor mientras se lanzaba a rodear a Luffy con un gran abrazo de oso— Estar sin ti se siente como una maldita tortura ¿Por qué nunca me visitas?
¿QUÉ CARAJOS? ¿TORAO LO ABRAZÓ? ¿POR CUENTA PROPIA? Ok… Esto iba más allá de lo extraño. Esto era paranormal.
—Qué… Qué, qué, qué… ¿Qué pasa? ¡Estás actuando muy raro!
—¿A qué te refieres?
—Para empezar ¿Por qué estás disfrazado de marine?
—¿Mmm? Es mi uniforme no sé de qué hablas, más bien… ¿Tú por qué estás disfrazado de Mugiwara-ya?
—¿Cómo voy a disfrazarme a mí mismo? ¿Eres tonto?
—Aunque ahora que lo pienso… Es la primera vez que te veo usando algo como eso — bajó su mirada sólo para observar el chaleco rojo abierto que dejaba a la vista su marcado abdomen junto a esos pantalones pescadores de mezclilla negra y ese extraño pedazo de tela amarilla rodeando su cadera — Sexy…— susurró sin percatarse de que había dicho eso en voz alta sólo para sonrojarse al instante por hablar sin pensar, como siempre pasaba cuando estaba enfrente de Luffy-ya.
—Como sea… Hay que salir de aquí, esta isla es extraña, está repleta de marines.
—Por supuesto que lo está ¿Qué esperabas? estamos cerca del cuartel general de la marina.
—¿Ya averiguaste dónde estamos? — preguntó sorprendido— ¡Torao eres genial!
—¿Eh? — soltó al aire — ¿Cómo me llamaste?
Por otra parte, se encontraba Trafalgar, el Trafalgar que había llegado a ese lugar junto a Luffy. Este había optado por priorizar la búsqueda de su aliado por encima de la investigación del lugar pues sabía de primera mano lo problemático que éste podía llegar a ser. Con eso en mente caminaba por la ciudad buscando al menor para poder marcharse de ahí lo más rápido posible y retomar una vez más su camino hacia su verdadero destino.
Claro que encontrarlo no fue realmente difícil y menos cuando literalmente pudo ver a la distancia el cómo le perseguía la marina, por lo que solo pudo soltar un suspiro cansino e ir a por él evitando ser visto por los oficiales ya que no quería terminar siendo perseguido también, pero para su desgracia no dio siquiera dos pasos cuando un par de marines lo vieron y su primer instinto fue ponerse a la defensiva, pero lo que sucedió en cambio lo descoloco.
—¡Ah! Capitán — dijo uno de ellos al verlo — no se si ya fue informado, pero estamos en persecución de Mugiwara no Ace...
Aquellas palabras fueron realmente extrañas en más de un sentido primero que nada debido a que Portgas jamás había usado un sombrero de paja o sido nombrado "Mugiwara" y no solo eso, sino que este incluso estaba muerto, él fue testigo de ello, además estaban confundiendo a Luffy con su hermano, sabía que estos a pesar de no tener lazos de sangre eran demasiado parecidos, pero llegar a ese punto era demasiado y claro que no podía olvidar lo más importante de todo.
¡¿COMO POR QUÉ MIERDA LE HABÍAN LLAMADO CAPITÁN?!
Él no era ningún maldito capitán de los asquerosos perros del gobierno, claramente él jamás trabajaría para esos desgraciados prefería terminar con su propia vida antes que cometer tales actos tan estúpidos. Es decir, era culpa del gobierno que su ciudad natal Flevance pereciera junto a todos sus seres queridos. El gobierno sabía que la enfermedad del plomo blanco no era contagiosa y aun así optó por abandonarlos. Era por eso por lo que se había involucrado con un maldito desquiciado como Doflamingo en primer lugar. El único marine decente era Cora-san y fuera de eso odiaba al resto. Tras recordar aquello, no le tomó mucho tiempo crear un Room y terminó partiendo a los dos tipos en miles de piezas para finalmente continuar con su búsqueda y salir de aquel maldito lugar que ya lo había comenzado a fastidiar de más.
Fue así que solo comenzó a seguir su camino evitando en lo más posible a los marinos pues realmente no quería tener que pasar por una experiencia similar otra vez y menos que lo confundieran con un marino nuevamente, pero claro no podía evitarlos a todos por lo que cuando se encontró a un pequeño grupo de estos los cuales se detuvieron y lo saludaron le dieron las indicaciones sobre el último lugar al que habían visto a "Ace" claro que este tomo sus palabras no sin antes dejar un nuevo desastre de piezas de marinos por todas partes siguiendo la ruta marcada con una sonrisa de satisfacción al obtener lo que quería.
Lo que realmente no le agrado fue que al llegar al lugar donde supuso rápida y fácilmente dónde se había escondido el menor, pues ahí enfrente de él, justo en medio del callejón estaba Luffy ¿Lo malo? no estaba solo, sino que junto a este había una copia exacta de él mismo por lo que llegó a la conclusión rápida de que alguien se estaba haciendo pasar por él para poder capturar al capitán de los sombrero de paja. Sin embargo, esa deducción fue descartada más rápido de lo que esperaba pues vio claramente como su maldita copia se lanzaba a abrazar al monito.
Una venita salto de su sien ante esto pero decidió esperar para ver qué era lo que ese desgraciado pretendía hacer con SU aliado, claramente no podía escuchar lo que decían debido a la distancia, pero la forma de ese tipo de ver a Mugiwara-ya era… Extraña y sinceramente le traía demasiada desconfianza.
Pasado unos momentos noto como este "doppelganger" suyo se quedó viendo fijamente el pecho del contrario para unos segundos después la sangre de este comenzara a brotar de su nariz casi como si de una fuente se tratase y de alguna manera le recordó un poco a Kuroashi-ya.
Pero no pasó mucho más para que su instinto de que aquello era algo aún peor de lo que había pensado momentos atrás se activará y tras crear un nuevo Room cambió su lugar con una bolsa de basura que estaba justo al lado del menor. En ese momento de manera instintiva agarró a Luffy por la cintura para acercarlo a su propio cuerpo en un abrazo sobreprotector mientras fulminaba con los ojos a su impostor.
—Mugiwara-ya aléjate de ese sujeto… Es peligroso — gruñó molesto mientras apretaba su agarre a su aliado negándose a soltarlo mientras ése sujeto estuviera cerca.
—¿Eh? — exclamó el monito mientras miraba sobre su hombro— ¿Torao? ¿Eh? ¿Cómo? — balbuceó— Pero si estás allá… ¿Eh?
Luffy había comenzado a intercambiar su mirada entre la persona que lo abrazaba y el extraño que aún seguía en el piso en ese charco de sangre y de repente se sintió más confundido de lo que ya de por sí estaba. No entendía porque ese Torao con disfraz de marine había comenzado a sangrar por la nariz de la nada después de que lo llamara por su apodo, pero tampoco estaba seguro de querer saber la respuesta. Sólo sabía que toda la situación era confusa y lo odiaba.
¡¿Qué demonios estaba pasando?!
Continuará…
