Jasmine P.O.V.
Lief, Barda y yo caminamos por horas y aún no había señales de encontrar un pueblo cercano. Todo lo que había eran árboles y más árboles a la redonda, cosa que por nada del mundo me disgustaba, esa era mi zona de confort y me sentía como en casa, pero para mis amigos aquella situación no era nada placentera.
La tarde se acercaba y para terminar de empeorar las cosas comenzó a llover, lo cual hizo que corriéramos como si nuestra vida dependiera de ello. De pronto divisé un enorme y frondoso árbol en donde analicé que podríamos refugiarnos mientras encontrábamos un mejor lugar para pasar aquella tormenta que se avecinaba. Barda se sobresaltó al ver nuestro posible refugio y comenzó a acelerar el paso.
—¡Vamos muchachos, apresúrense o nos vamos a empapar! —exclamó Barda mientras corría dejándonos atrás.
—¡Vamos Lief! —dije eufórica y sin pensarlo lo tomé de la mano para comenzar a correr.
—E-está bien, Jasmine —Lief esbozó una mueca, para seguirme el paso.
Al fin llegamos al gran árbol y Barda se nos quedó viendo de una manera extraña que yo no supe descifrar hasta que caí en la cuenta de que, Lief y yo aún teníamos nuestras manos entrelazadas y nos volteamos a ver con nerviosismo.
De inmediato lo solté y sentí como el rubor invadía mis mejillas, también percibí que Lief estaba en ese mismo estado, aunque a él se le notó mucho más por el color níveo de su piel. Definitivamente en mi caso ese rubor fue de vergüenza, es obvio que no me gustaría que nuestro gran amigo mal pensara de la situación; Lief y yo solo eramos amigos y punto.
Barda se limitó a reír por lo bajo y aclararse la garganta mientras se inclinaba un poco para ver el estado de la lluvia y llegamos a la conclusión de que la dichosa tormenta iba a empeorar. Como era de esperarse yo me ofrecí para ir a buscar un lugar más propicio que nos cubriera de la incesante agua y le pedí a mi amigo Kree, el cuervo, que volara para inspeccionar.
Luego de minutos sin alguna respuesta positiva de Kree, nos limitamos a esperar al pie del inmenso árbol y en cuestión de minutos Barda se sentó en una raíz gruesa del árbol para quedarse profundamente dormido casi al instante; nos dimos cuenta porque comenzó a roncar peor que un oso.
Yo me trepé a una de las ramas para sentarme a ver aquella relajante lluvia y cómo las florecillas blancas de este caían de manera esporádica, haciendo un momento bastante mágico de apreciar, pero de pronto un trueno asustó a mi pequeño amiguito Fili, que estaba sobre mi hombro y este me aconsejó que bajara de allí.
Antes de que yo pudiera levantarme para bajar del árbol, sentí como de un brinco Lief había llegado hasta donde yo me encontraba, lo cual hizo que me sorprendiera por su ya ganada habilidad para trepar árboles.
—Vaya Lief, has aprendido bien. —Le sonreí mientras balanceaba mis pies que colgaban de la rama.
—Pues claro... si he aprendido de la mejor. —Me miró y aquel rubor subió de nuevo por mis mejillas, no podía creer que me estuviera pasando esto, es inaudito.
En seguida volteé mi mirada hacia el frente e intenté calmar el pequeño temblor de mi manos que de seguro estaban frías por el clima templado. Balanceé mis pies de nuevo para distraerme un poco y Lief comenzó a reír de manera sutil.
—Oye... ¿Qué es tan gracioso? —Me atreví a cuestionar con una sonrisa ladina.
—No, no es nada. —Pero él no dejaba de reírse.
—Ya dime, no me dejes con la curiosidad. —Terminé diciendo mientras trataba de contener la risa que él me contagiaba y le daba un suave codazo.
—Bueno, bueno, está bien. Solo me da risa que a pesar de los truenos, los ronquidos de Barda se escuchan tanto o más que un fenómeno natural —dijo entre risitas mientras yo me cruzaba de brazos y fingía que no fue gracioso, aunque evidentemente lo fue.
—Lief, en serio que hoy te estás riendo de las cosas más mínimas —respondí, pero no pude más con mi pequeña farsa y me terminé carcajeando junto con él.
—No lo sé, solo me dio risa y ya —continuó riendo más fuerte y yo tampoco podía parar.
Pasados los segundos las carcajadas era tantas que Lief y yo nos agarrábamos el estómago por el movimiento tan escandaloso que hacía nuestro diafragma. Nunca pensé que reír en exceso doliera tanto.
Lo más gracioso del asunto era que Barda no se despertaba con nada, estaba profundo en su sueño, como siempre solía hacerlo. Nos movimos tanto por aquella risotada que la rama en la que estábamos se quebró y nosotros caímos de bruces entre las raíces del inmenso árbol.
Aquello tendría que habernos bastado para dejar de reír, pero no fue así, la risa duró unos segundos más hasta que nos cansamos de tal situación.
Lief me ayudó a levantar y después de sacudirnos la tierra, en cuestión de segundos nos sentamos en las raíces del gran árbol para reponernos del golpe de la caída. Fili se acomodó en mi hombro y Kree se quedó en la copa del árbol.
—Cuánta paz—esbocé mientras miraba hacia lo alto para ver la caída de la lluvia y de las flores blancas.
—Es una hermosa vista—respondió mi amigo.
–Tienes razón. –Por inercia sonreí para voltear a verlo y me di cuenta de que él ya me estaba mirando fijamente con esos orbes que me dejaban paralizada cuando los veía.
Esta vez yo no aparté la mirada, a pesar del calor que subía desde mis pies hasta mi rostro y aquello pareció poner nervioso a Lief, porque comenzó a ver a todos lados y fijó su vista en el panorama.
Agradecí que lo hiciera porque yo no hubiera podido sostenerle la mirada por mucho tiempo más, pero sin duda lo siguiente que hizo me descolocó sobremanera.
El muy desvergonzado se atrevió a recostarse en mi hombro para dar un largo suspiro de contentera y cerrar sus ojos, acción que mandó un escalofrío extraño pero agradable por todo mi cuerpo, lo cual me hizo relajar y recostarme con comodidad para sentir la sedosidad de sus cabellos y su aroma que no me disgustaba en lo absoluto, aunque eso jamás lo sabrá.
Y así nos quedamos dormidos mientras esperábamos que la lluvia cesara. Cabe mencionar que cuando despertamos, Barda nos molestó por un largo trayecto diciéndonos "tortolitos" ¡Pero qué pesado suele ser a veces!
Fin.
--
Así me los imagino, luchando por ocultar los sentimientos que afloran en sus corazones.
Espero que a alguien le guste :3
¡Hasta pronto! 3
