Los Personajes de Candy Candy no me pertenecen.

Capítulo 1

- ¡Me dijiste que me amabas! ¿Cómo pudiste hacerme esto? Te burlaste de mí.

- Candy mi amor trata de entender, Susana me necesita. Solo estaré de nombre con ella, pero a la que amo eres tú, te compraré la casa de tu sueños y seremos muy felices.

- ¿Me estas pidiendo que sea tu amante? Dijiste que te divorciarías, que solo te casaste con ella porque te sentías comprometido porque perdió una pierna en ese accidente automovilístico.

- Eso era lo que yo quería te lo juro, pero ahora que está esperando un hijo mío no puedo abandonarla.

- ¿Cómo puedes ser tan cínico? Cada vez que abres la boca te hundes más, dijiste que entre ella y tu no había nada, ¿entonces se embarazó por obra del Espíritu Santo?

- Tu tuviste la culpa, porque me tuviste demasiado tiempo esperando por tu amor; soy hombre y tengo mis necesidades...

- Esperaste a que me entregara a ti para sacar el cobre y mostrarme tus verdaderas intenciones, claro quieres disfrutar de la vida de rey que te das al lado de la heredera del gran productor y tenerme a mí como tu casa chica… ¡lárgate, de aquí ahora mismo!

- Piénsalo, puedo darte todo lo que siempre has deseado, una casa, una carrera, viajes, joyas una vida que jamás tendrás trabajando en la pizzería.

- ¡Que te largues te dije! Y no vuelvas, porque si lo haces, le contaré todo a tu flamante esposa.

Candy llegó hecha un mar de lágrimas al pequeño apartamento que compartía con su hermana Annie en un barrio humilde de Chicago.

- Tía Candy, ¿qué te pasa? ¿Por qué lloras?

- No estoy llorando Maddie, es que se me metió una basurita en el ojo.

- Maddie… es hora de ir a dormir, tu tía tiene que cambiarse para ir al trabajo.

- Si mamá. Tía Candy ¿puedo darte un besito para que te sientas mejor?

- Claro Maddie.

- Te quiero mucho.

- Y yo a ti princesa.

Annie termino de acostar a la niña y salió a platicar con Candy quien, después de darse una ducha rápida, se puso su uniforme para ir a trabajar a la barra de uno de los centros nocturnos más exclusivos de Chicago.

- No me digas que otra vez Terry te salió con excusas.

- Me dijo que no se va a divorciar de Susana porque está embarazada y el muy desgraciado se atrevió a pedirme que fuera su amante.

- Te lo dije, ese cuento de que se casó obligado solo tú te lo creíste. Como actor deja mucho que desear además dicen por ahí que es muy indisciplinado, solo lo aguantan por ser el yerno del productor.

- Me sentí tan ofendida… y yo que me entregué a él pensando que nos casaríamos y seriamos felices.

- Bienvenida al mundo real, ya viste lo que me pasó a mí con Michael, dizque que se fue comisionado a Afganistán y resulta que vive en la base de San Diego con su esposa e hijos. Todos son unos desgraciados, piensan que porque somos humildes valemos menos que las demás.

- No sé cómo, pero te juro que encontraré la forma de que salgamos de aquí y nada ni nadie se atreverá a volver a burlarse de nosotras.

- ¡Así se habla amiga! Olvídate de ese actor de quinta, eres super inteligente y en cuanto termines la carrera encontraras un buen empleo.

- A este paso, me voy a graduar cuando tenga ochenta años.

- Candy, estas haciendo lo mejor que puedes, tienes dos trabajos y vas a clases.

- Bueno, me voy porque la señora Cristal me va a matar si llego tarde.

- Que te vaya bien, cuídate.

- Candy salió, y al tratar de encender su viejo Honda Civic, la batería estaba muerta…

- ¡Auuggch! gritó frustrada mientras abría el maletero para sacar los cables para ir a pedirle al portero de los apartamentos que le pasara corriente.

Fue una noche larga y cansada, el bar estaba en pleno apogeo y todos los días se llenaba. El Mystique, era el centro nocturno más exclusivo de Chicago donde se presentaban espectáculos para adultos. Aunque no requería que las chicas que presentaban la variedad se involucraran con los clientes, la mayoría lo hacía para disfrutar de los costosos regalos y algunos lujos que les ofrecían.

Casi de mañana, Candy terminaba de lavar las copas y hacer el inventario de los vinos cuando la señora Cristal, salió de su oficina y la vio todavía trabajando.

- Pero Candy, ¿qué haces aquí a estas horas? ¿no dijiste que vas a tener un examen el día de hoy?

- Si, pero el niño de Lina se enfermó y se tuvo que ir así que me quedé sola.

- Gracias, eres muy responsable… Hace unos días escuche que Susana Marlo está embarazada, supongo que al menos Terruce te lo habrá dicho.

- Si, me dijo que no se va a divorciar.

- Hay mi niña, era de esperarse, ese hombre no puede vivir sin los millones de su suegro.

- Yo… pensé que me amaba – dijo Candy con la voz entrecortada.

- Hija, fuiste muy inocente al involucrarte con él.

- Ya sé que todos me lo decían, pero pensé que conmigo sería diferente. Todos estos ricos que vienen aquí, buscando lo que no encuentran en sus casas; piensan que pueden jugar con nosotras y dejarnos cuando les dé la gana, pero voy a salir adelante.

- No lo haces porque no quieres muchacha. Si en mis tiempos yo hubiera tenido lo que tú tienes, mi vida sería muy distinta.

- Señora Cristal, no se ofenda, pero yo no podría involucrarme con los clientes como lo hacen las demás.

- No tienes que hacerlo si no quieres, pero con ese cuerpo, esa cara y lo bien que bailas te aseguro que todos pagarían hasta lo que no tienen por venir a verte.

- ¿usted cree?

- Claro, tengo muchos años de experiencia en este negocio. En mis tiempos yo era la mejor bailarina de todas y tenia a muchos hombres a mis pies. Si sigues mis consejos, no tendrás que trabajar tanto y tampoco tendrás que acostarte con nadie…

- ¿Habla en serio?

- Por supuesto, ¿por qué no vienes el día de mañana por la tarde y vemos lo que podemos hacer?

- Esta bien, lo haré.

Mas tarde…

- Candy, ¿Cómo te fue en el examen?

- Mal, no pude repasar ni tantito, además trabajé hasta las 5:30 de la mañana y me estaba durmiendo en el salón. Creo que voy a tener que repetir el curso, y con lo caro que cuesta. ¿Sabes Annie?, Me decidí a aceptar la propuesta de la señora Cristal y bailar en el club.

- ¿Estás segura?

- Tenemos que hacer algo, de lo contrario la gente como Michael o Terry nos seguirán viendo como personas de segunda y ya me cansé. Además, la señora Cristal me dijo que no tendría que involucrarme con los clientes.

- Me da mucho gusto, la verdad no sé quiénes fueron tus padres, pero tienes una elegancia natural y gran talento para bailar.

- Pues, con que pueda dejar de trabajar en la pizzería me doy por bien servida, así podré dedicarle más tiempo a la universidad

Al siguiente día por la tarde…

- Buenas tardes, señora Cristal

- Buenas tardes, Candy. Comencé a pensar que no vendrías.

- Tuve que llevar dos órdenes al final del turno.

- No te preocupes, empecemos con las lecciones. Lo primero que tienes que aprender es a utilizar la mirada.

- ¿la mirada?

- Claro, esos hermosos ojos color esmeralda serán un arma letal. Tienes que aprender a trasmitir sentimientos y emociones a través de ellos, en ocasiones una mirada es suficiente para conquistar a un hombre.

- Pero yo no estoy interesada en conquistar a ninguno.

- A ninguno en particular, pero si a todos los que vengan a verte bailar. Los hombres vienen aquí para alejarse de la aburrida rutina y encontrar algo excitante. Tu mirada debe ser expresiva y fascinante con un poco de sensualidad y coquetería.

- ¿y como se hace eso?

- Ven vamos atrás.

La señora Cristal llevó a Candy frente a un espejo de cuerpo completo y le dijo: Mírate, mira las hermosas ondas de tu cabello y tus preciosos ojos ¿puedes ver las pequeñas líneas doradas en el iris? Mira tú sonrisa, tus dientes son blancos y perfectamente alineados, tus labios son jóvenes y sensuales, observa tu cuello largo y elegante, tus manos finas y delgadas. Tu figura, es perfecta sin duda Dios creo en ti una obra de arte… Además de tu apariencia física eres una persona, alegre, fuerte y luchadora. Esa Candy, es tu belleza… ¿la puedes ver?

- Si – contestó la rubia sonriendo

Ahora vamos afuera…

- Para tener una mirada atractiva, tienes que mirar la belleza en los demás, fíjate en algo que te guste de cada persona, ya sea de su físico, de su personalidad o de su atuendo, siempre busca la belleza en los demás, las pupilas se agrandan y los ojos brillan cuando nos deleitamos con cosas hermosas. Cuando eres consciente de tu propia belleza, jamás te sentirás intimidada por la de los demás, al contrario, la disfrutarás y te alegrarás por ellos, pero no te les vayas a quedar viendo como lunática, si te devuelven la mirada, sonríe un poco y mira para otro lado. ¿Estás lista?

- Si.

- ¿Dime que ves en aquel muchacho que viene por la otra acera?

- Me gusta su cabello largo.

- ¿Algo más?

- Camina con seguridad.

- Muy bien ¿Qué tal la niña que está cruzando la calle con su mamá?

- Llora y va un poco desaliñada, parece que se cayó, pero su cabello fue peinado con cariño pues les pusieron dos moñitos a sus coletas.

- Bueno, quiero que, de ahora en adelante, practiques mirando la belleza de al menos diez personas cada día… Ahora, ¿Qué necesitas para ser sensual? La palabra sensual se deriva de "sentidos" así que una persona que es muy sensual es agradable a la vista, huele bien, se viste bien, cuida su cuerpo y también su espíritu. Nada menos atractivo que una bella mujer que escupe serpientes por la boca.

Los días pasaron y la señora Cristal cultivaba el alma de la rubia, enseñándole a ver la belleza que la mayoría de las personas pasa desapercibida por estar demasiado ocupadas en las actividades de la vida diaria. Cuando llegó el momento, le dijo: "Candy, a partir de ahora ya no trabajarás en la barra, sino que vendrás todos los días a practicar baile, maquillaje y peinado además de que tomarás clases de música e idiomas"

- Pero señora Cristal, si no trabajo ¿Cómo le haré para pagar la renta? Además, no puedo pagar todas esas clases adicionales.

- Pagaré tu sueldo y las clases.

- No ¿Cómo cree? No puedo aceptar su dinero sin trabajar.

- Me pagarás cuando hagas tu debut, te lo aseguro.

- Está bien.

Candy se dedicó seis horas diarias a prepararse durante casi un año hasta que estuvo lista para su gran debut.

- Bien Candy, he estado pensando en el concepto del show, creo que lo mejor para protegerte es que te presentes con un disfraz.

- ¿con un disfraz?

- Si, dentro de poco, todos sabrán quién eres y aunque no te relaciones con los clientes, habrá personas que no lo creerán y querrán ofenderte. Con un disfraz puedes trabajar perfectamente por las noches y regresar a tu vida normal por las mañanas además de que le agregará un halo de misterio a tu presentación.

- Bien.

- Mandé a hacer algunos diseños, pruébatelos y juntas decidiremos cual te queda mejor

Después de probarse algunos modelos, la rubia salió con un mono negro de tela sintética parecida a la piel, pero muy resistente y elástica que le entallaba a la perfección.

- Es perfecto, podrás bailar y moverte con libertad; tendremos que cubrirte la cara… qué tal si llamamos al espectáculo "Pantera Negra" te pondremos un antifaz y una larga peluca negra… Llamaré a Dorothy para que pensemos en el maquillaje y todas esas cosas, además necesitarás un nombre ¿qué te parece Shiva?

- Suena un poco duro…

- Mmm, algo más tierno… ¿Qué tal Mai? Es un tipo de danza japonesa.

- Mai…. No está mal

- Entonces, Mai será.

Después de unos días el look de Candy estaba finalizado, la máscara y el maquillaje únicamente dejaban al descubierto sus enormes ojos verdes y sensuales labios rojos. Además, sostenía una esplendorosa cabellera negra cuyas ondas sueltas caían hasta la cintura.

- ¡Perfecto! ahora hablemos de la presentación… se me ocurre, algo lento, sensual casi erótico.

- Pero señora Cristal usted dijo que, yo no…

- Dije "casi" erótico, cuando piensas en una pantera piensas en un animal fuerte, vigoroso y audaz que además es extremadamente elegante y seductor… así tiene que ser el baile.

Con la ayuda de uno de los coreógrafos más galardonados a nivel mundial, pronto el espectáculo estaba listo para el debut. Por toda la ciudad había enormes anuncios espectaculares con el fondo negro y solo los bellos ojos de Candy como foco de atención.

- ¡Ay, Annie me muero de los nervios!

– Tranquila hermanita te ves espectacular, además todos estamos aquí para apoyarte ya llegaron Tom, la hermana María y la Señorita Pony.

- ¡Ay no qué vergüenza!

- Vergüenza es robar y que te atrapen, es solo un baile y como dice la señora Cristal, tu solo estas bailando, allá cada uno en su mente lo que se quiera imaginar.

- Pues sea por Dios – dijo la rubia persignándose.

El espectáculo incluía varios números con otros bailarines y al final Candy cerraba con el numero estelar. El baile de la rubia era simplemente fantástico, estimulaba la imaginación, la fantasía y las sensaciones. Todos los que la miraban se quedaban extasiados ante el poder de seducción de la hermosa pantera.

A la mañana siguiente, el lugar estaba lleno de regalos, entre ellos pieles, joyas, automóviles de lujo y muchas otras cosas más…

- ¡Candy mira nada más todo esto! Es precioso – decía una de las chicas.

- Si, pero lo vamos a regresar.

- ¿Cómo crees?

- No quiero comprometerme con nadie y, aceptar los regalos es precisamente eso, comprometerse.

- Al menos quédate con las flores…

- Bueno esas sí se pueden quedar.

En todos los medios de comunicación solamente se hablaba de la misteriosa "Pantera Negra" por lo que había gran expectación. Todos querían asistir al Mystique.

Unas semanas después en una elegante mansión…

- ¡Feliz Cumpleaños Anthony!

- Gracias, chicos

- Que les parece si este fin de semana nos vamos al Mystique para celebrar, dicen que el espectáculo es maravilloso.

- ¡Si vamos! Les diremos a los demás – dijo Archie.

- No creo que sea posible, todas las funciones están agotadas – dijo Stear

- Tu déjamelo a mí; les diré que hablo de parte del tío abuelo – dijo Archie con un guiño.

Como era de esperarse, la sola mención del apellido Ardlay les abrió las puertas de inmediato y hasta les ofrecieron los mejores asientos disponibles.

- Los chicos Ardlay, eran muy unidos y la pasaban de maravilla; Stear estaba a punto de terminar la Universidad mientras que a Archie y a Anthony les faltaba un año. Ese día quedaron de verse con unos amigos y juntos disfrutaban del espectáculo. Cuando llegó el turno de Candy, el escenario se oscureció y la luz negra solo mostraba, los elegantes movimientos de la rubia quien simulaba ser un felino; el escenario se iluminó a media luz y la belleza de la rubia quedo expuesta ante ellos en todo su esplendor. La joven, con su despliegue de sensualidad y belleza enamoraba a todos sin excepción.

Después del espectáculo, Candy acostumbraba a salir y saludar a los clientes distinguidos, en esa ocasión compartió con los jóvenes Ardlay quienes después de conversar con ella, salieron extasiados hablando maravillas del espectáculo y de la rubia a quien consideraban inteligente, divertida y sensual.

Habían pasado seis meses después de la primera vez que asistieron a la función y los jóvenes se habían vuelto clientes asiduos del lugar, en especial Alistair quien, a pesar de no conocer nada sobre la vida personal de la famosa "Mai" estaba perdidamente enamorado de ella y frecuentemente le llevaba flores, dulces y uno que otro invento loco.

La vida de la rubia había mejorado, aunque no mucho, pues tenía que devolverle a la señora Cristal todo lo que había invertido en el espectáculo, al menos ya no tenía que trabajar en la pizzería. En algunas ocasiones le pedían que hiciera shows privados en los que ganaba buen dinero, pero tenía que pagarle a un guardaespaldas que estuviera con ella todo el tiempo para evitar que los clientes se le acercaran. Tenía incontables pretendientes entre ellos, políticos, actores y empresarios, pero no salía con ninguno, ni les aceptaba escandalosos regalos… simplemente se limitaba a bailar representando a su personaje y cuando la noche terminaba la pantera negra, desaparecía.

Un día en la mansión de los Ardlay…

- ¡reprobado! ¿perdiste el semestre completo?... ¡Eras uno de los estudiantes con mención honorifica!

- Ya tía no es para tanto, me graduaré el próximo semestre y así Archie, Anthony y yo iremos juntos a Londres a hacer el postgrado.

- ¡Esto lo va a saber el tío abuelo William!

- Ya lo sabe, la escuela le mandó las calificaciones. No sé preocupe, ya me mandó una kilométrica reprimenda.

La señora Elroy, no conforme, contrató a un investigador privado para que le diera informes de las actividades de sus sobrinos y así descubrió que Stear y los demás iban todas las semanas al menos una o dos veces al Mystique a ver a Candy, por lo que no le dedicaban el tiempo necesario a la escuela y cuando acudían a clases, estaban tan cansados que a veces se dormían en el escritorio.

- Esa mujer los tiene embrujados, debo informarle a William. El tendrá que venir a poner un alto a esta situación porque a mí, estos muchachos ya no me escuchan.

Mientras tanto en Escocia…

Un joven alto, rubio, de cuerpo atlético y mirada celeste tomaba su teléfono celular de la mesita de noche; el reloj marcaba las 7:00 de la tarde, después de sentarse rápidamente notó que había un mensaje de texto que decía:

"Voy en camino, llegaré el sábado por la tarde; necesito hablar contigo es muy urgente"

El rubio se levantó de inmediato y comenzó a recoger su ropa del piso para vestirse.

- ¿Qué hora es? – preguntó una hermosa mujer que yacía a su lado desnuda.

- Son las siete de la tarde – contestó el rubio vistiéndose tan rápido como pudo.

- ¿Tan tarde? – preguntó la mujer poniéndose de pie inmediatamente.

- Debo irme, te veré más tarde – contestó el rubio abandonando un lujoso departamento en el centro de Edimburgo, que pertenecía a Lorraine Grant una hermosa y acaudalada viuda de 35 años, quien era su amante desde hacía algún tiempo. Para ambos estaba más que claro que su relación era meramente física y no deseaban complicarla mezclando los sentimientos.

Veinte minutos más tarde llegaba a una elegante mansión una zona muy exclusiva.

- Buenas noches, Susan.

- Buenas noches, Señor. La señora Christine llegó hace un par de horas, se encuentra en su habitación.

- Gracias, iré a verla enseguida.

William Albert Ardlay era un hombre de negocios exitoso y jefe de uno de los clanes más prósperos de toda Escocia, tenía 28 años y una vida que algunos catalogarían de ensueño.

- Buenas noches, William – saludó una hermosa joven besándolo en la boca.

- ¿Qué tal Christine?

- ¿Recibiste mi mensaje? Necesito hablar contigo

- ¿puede esperar un par de horas? Estoy un poco justo de tiempo para la premiación

- ¿Quieres que te acompañe?

- Como gustes.

- No tardaré en estar lista…tal vez podamos platicar de camino.

- Perfecto, yo también me daré una ducha – dijo el rubio entrando en el closet para seleccionar un elegante smoking negro hecho a la medida.

Un par de horas más tarde, William y Christine llegaron del brazo a la alfombra roja de los premios a la excelencia empresarial. La joven era extremadamente hermosa, de piel blanca con tintes rosados, larga cabellera negra y ojos azul zafiro. Ambos eran considerados la pareja real escocesa; Christine la única hija de Ian Steward quien por mucho tiempo había sido considerado el hombre más rico e influyente del Reino Unido y ahora, era rebasado solo por William quien había sabido sacar provecho de las ventajas de su matrimonio.

Queridos amigos,

Es para mí un honor en presentar el premio al empresario del año. El ganador, es considerado uno de los visionarios más importantes de este siglo, y sus contribuciones al desarrollo económico sustentable son invaluables. El premio es para… William Albert Ardlay, por el desarrollo de la primera planta industrial cien por ciento a base de energía limpia que no genera ningún tipo de desperdicio.

Mientras el público aplaudía, el hombre alto, rubio de brillantes ojos azul cielo, tomaba el estrado con movimientos elegantes y gráciles propios de una persona con absoluta seguridad en sí misma. William, era considerado por mucho el hombre más sexy sobre la tierra. Era increíblemente hábil para los negocios, tanto que le llamaban el Midas Escocés, aunque también era reconocido por sus innumerables fundaciones de caridad.

Muchas gracias – dijo el rubio al recibir el premio y comenzar su discurso el cual atrapo la atención de los asistentes como si fuera un encantador de serpientes. Cuando terminó todo el mundo aplaudía encantado y el rubio regresó a su mesa donde lo esperaba su esposa. Fue una larga noche, después de la premiación, siguió la gala y otros eventos privados que hicieron que la pareja regresara a su casa casi al amanecer.

- Estoy cansada

- Lo sé, debes estar exhausta después del viaje…Dijiste que necesitamos hablar.

- ¿Quieres que lo hagamos mañana?

- Por mi está bien ahora.

- Es que… no sé cómo empezar. Esto es muy difícil para mí, te juro que no acudiría a ti de no ser porque se trata de una emergencia. Hace unos días hubo una explosión en la obra, muchos trabajadores murieron y otros resultaron gravemente heridos entre ellos Víctor.

- Lo lamento ¿Cómo se encuentra?

- Tiene quemaduras de tercer grado en el cuarenta por ciento de su cuerpo y perdió una pierna. Por eso necesito tu ayuda, mi padre tiene invertido todo el dinero que mi madre me dejó y no quiso darme nada. Estoy desesperada, las cuentas del hospital se acumulan y además Víctor necesitará una prótesis… Está tan deprimido.

- ¿Cuánto necesitas?

- Medio millón,

- Esta bien, le diré a George que te deposite el día de mañana.

- Gracias, te prometo que te lo pagaré.

- Ni lo menciones, por algo eres mi esposa.

- Si… pero.

- No digas más… ¿Cuándo regresarás?

- Lo antes posible.

- ¿Quieres que te acompañe?

- ¿Te molestaría?

- Para nada, tengo que hacer una auditoria en Sudáfrica así que te dejaré de pasada en Kenia.

- Gracias. En verdad, algún día te pagaré toda tu bondad…

- Anda vamos a descansar – dijo William tomando su lado de la cama.

Al día siguiente, la pareja abordaba un jet privado, mientras los medios de comunicación especulaban que se iban de vacaciones a una isla privada para celebrar su aniversario de bodas.

- Estando en Sudáfrica, William recibía las ultimas calificaciones de sus sobrinos y esta vez, no solo Stear estaba fallando en la escuela sino también Archie y Anthony.

- George, necesito que investigues por favor ¿Qué está pasando con los chicos? No entiendo por qué de ser estudiantes con honores pasaron a reprobar varias materias.

- Ya lo hice, al parecer tus sobrinos están un poco… distraídos.

- ¿Distraídos?

- Si, les gusta la vida nocturna, en especial un club llamado El Mystique. Aquí tienes un reporte del investigador privado que coincide con el que contrató la señora Elroy. El reporte también incluye un estado de cuenta de sus tarjetas de crédito…

- ¿Qué? ¿Qué? ¿Cómo pueden estar gastando tanto dinero?

- Al parecer el lugar es muy exclusivo y de un tiempo para acá los precios se incrementaron de manera indiscriminada.

- No puede ser, eso los sacaría del mercado.

- Pues al parecer les va mejor que nunca…

- Tendré que hacerles una visita personalmente, al parecer no creen que esté hablando en serio. Por favor, revisa la agenda para ver cuando podemos viajar.

- De hecho, estamos comenzado la fase de negociación para adquirir el banco de Chicago, solo que la inversión es bastante considerable para tomarla a la ligera, tal vez te convenga negociarla tú mismo.

- ¿Cuánto tiempo tendría que permanecer allá?

- Posiblemente de dos a tres meses.

- No es mala idea, así me aseguro de que los muchachos terminen la escuela y los traigo de regreso. Por favor, prepáralo todo para salir cuanto antes.

Continuara…

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