¡Aquí el ninja más poderoso de todos los clanes presente!
Vamos con un spin off, bueno, más o menos, vamos a hacer un fic en el que como dice el summary, viaje al pasado con la interacción de los personajes de Masami Kuromada, Chimaki Kuori y Shiori Tesirogi.
Cabe mencionar que mi fic está inspirado en el trabajo llamado "Saint Seiya – Los días del futuro pasado" del autor Kira no Kami, conocido anteriormente como javipozos, un crack de los fics de comedia.
Sin más, comencemos…
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Batalla contra Apolo, los Caballeros de Athena habían sido derrotados por el dios del sol, aunque cuando este estaba por destruir la tierra, Shoko de Equuleus, Seiya de Pegaso y Saori Kido combatieron al dios mientras que este lanzó su ataque más poderoso.
- Los humanos son poderosos cuando se unen – dijo el dios mirando a los tres – aunque sean ustedes defensores de la tierra, es hora de que esta desaparezca.
- No te dejaremos – dijo Seiya levantándose y mirando al dios del sol - ¡es nuestro planeta y lo defenderemos a como dé lugar!
- Así es – la peli rosa se levantó del suelo – nosotros somos Caballeros de Athena, así que no creas que te dejaremos ganar.
- Pobres humanos, desaparezcan – Apolo lanzó su ataque hacia los dos equinos los cuales se pusieron delante de su diosa para evitar que sufriera algún daño, aunque eso no pudo evitar nada.
- ¡Maldición!
- Chicos – Saori lanzó su último cosmos para hacer que sus más fieles Caballeros estuvieran bien – ni modo, Jabu y los demás que son Caballeros de relleno se jodieron.
- ¡Saori / -san! – gritaron los dos chicos mientras se "desintegraban" al mismo tiempo que Apolo destruía toda la existencia.
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Algunos siglos más atrás…
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- ¿Q-Que pasó? – Saori fue la primera en levantarse y al ver a su alrededor notó como es que había varios soldados mirándola fijamente como esperando una respuesta.
- ¿Quién es usted? – preguntó uno de los guardias que Saori no reconoció.
- Un momento, por tus vestimentas noto que eres de los soldados rasos que cuidan el Santuario ¿verdad? – el soldado asintió – bueno, creo que eso explica todo.
- Repito, ¿quién es usted?
- Antes que nada, creo que no sabes con quien hablas, segundo… - la peli lila miró a su lado - ¡Seiya! ¡Shoko-san! ¡Respóndanme!
- Esas armaduras… ¿son Caballeros de Bronce? – dijo el soldado – pero ella no lleva máscara, es una…
- No digan esa palabra, ella es una Saintia y puede trabajar para mí como sea, se llama libertad de expresión – dijo la diosa y al cabo de unos segundos, Shoko y Seiya se levantaron.
- Saori… ¿Dónde estamos?
- Y Apolo… ¿destruyó el planeta?
- No lo sé, creo que a lo mejor estamos muertos – la diosa miró a los guardias - ¿Dónde puedo ver un televisor para saber la fecha?
- ¿Te… le… vi… sor? – los guardias se miraron entre sí - ¿Qué es eso?
- ¿Cómo no saben que es un televisor?
- Saori-san – la peli rosa habló mientras levantaba su celular – no hay señal de internet, algo está mal.
- No debí contratar Movistar, es un internet de mierda.
- Oigan, no sé de qué demonios hablan, solo están estorbando aquí – decía el guardia – ustedes por sus armaduras son Caballeros de Athena ¿cierto?
- Así es, ¿Qué no ven a Athena frente a ustedes?
- ¿Athena? – los guardias miraron a Saori, aunque luego se empezaron a reír con fuerza - ¡¿ella es Athena?! No nos hagan reír, Athena está en el Santuario, no es ella.
- ¿A no? – la peli lila elevó su cosmos haciendo que los guardias quedaran callados - ¿ahora si me creen? ¿o tengo que ponerme un letrero que diga "Soy Athena, bésenme mi divino culo"?
- ¡Lo sentimos diosa Athena! – los tipos se fueron mientras que los dos equinos se echaron a reír por el asunto.
- Tal parece que estamos en algún sitio diferente – decía Shoko – que mala suerte y ya quería ver el debut de Messi con el PSG.
- La pregunta del millón es… ¿Dónde estamos?
- Vamos a ver el pueblo, supongo que es Rodorio – los 3 se fueron a explorar el pueblo más cercano al Santuario mientras que veían que algo andaba mal según ellos. No fue hasta que se miraron a una joven de cabello castaño la cual pasaba con unas flores, más específico, unas rosas.
- Disculpa…
- ¿Eh? – la chica los miró - ¿ocurre algo?
- Perdón por la pregunta, pero… ¿Qué año es?
- Es 1747 – respondió con normalidad – oh, ¿ustedes son Caballeros de Athena?
- Podemos decir que sí, pero estuvimos en una misión tan to tiempo que no nos dimos cuenta cuanto tiempo estuvimos – respondió Shoko con rapidez.
- Oh, qué bueno que volvieron, la Guerra Santa está por comenzar y todo el mundo está nervioso por eso.
- ¿La Guerra Santa? – los demás se miraron confundidos, pero no tuvieron tiempo de decir nada más ya que sintieron varios cosmos que eran de carácter maligno.
- Por el amor de Athena, necesitamos ir allá a ver qué pasa – los tres se fueron del sitio y solo llegaron a un bosque en el que parecía todo normal, pero una serpiente apareció de la nada y quiso morder a Shoko, acto que Seiya evitó tomándola.
- ¿Era cobra?
- No, me la quiso dar de gratis.
- Doña Comedias salió – dijo Saori mirando el ambiente, pero sentía que algo malo pasaba, no fue hasta que Shoko y Seiya miraron como es que venían varios tipos hacia ellos.
- Vaya, vaya, parece que tenemos unos Caballeros de Athena que nos han mandado para asesinar.
- ¿Asesinarnos? – río la peli rosa – pues no mi ciela, lo que conseguirán es que vayan a ver a Maradona jugar en vivo.
- No sé de qué hablas muñequita, pero creo que no te mataremos.
- ¿Me dijiste muñequita? – Shoko los miró con furia mientras apretaba fuerte sus puños, al mismo tiempo que su cosmos brillaba con mucha fuerza – ¡¿me llamaste muñequita?!
- Uh, creo que valieron verga.
- ¿Por qué? – dijo Seiya a lo que la Saintia fue directo a los espectros de Hades dándoles varios golpes que los dejaron bastante mal.
- No me llames… - la peli rosa los escupió – muñequita, soy una dama, fanática del futbol y Barcelona de corazón, Shoko de Equuleus.
- Vaya que eres fuerte Shoko – sonrió Seiya.
- Gracias – los tres se fueron, aunque pensaron volver a Rodorio, decidieron vagar un poco en el bosque y encontraron una cabaña abandonada en la que decidieron quedarse, teniendo varias camas, aunque limpias.
- No es como que estar en la mansión de tu familia, pero esto me trae de recuerdos de cuando vivía con Marín – el castaño se acostó en una de las camas, algo duras y no tan suaves – genial, me recuerda a la casa.
- Yo extrañaré la señal de conexión a internet – dijo Shoko – y yo que quería ver el debut de Messi en el PSG.
- Estamos en 1747… lo que quiere decir que no estamos con los demás – Saori miró a sus dos Caballeros – ¡eso significa que soy libre!
- ¿Libre?
- ¡Libre soy! ¡Libre soy! ¡No volveré a llorar! ¡Sentirme así, me quedo aquí! – decía la peli lila mientras que de sus manos por alguna razón salían ráfagas de cosmos en forma de nieve.
- Oye, ¿eso es alguna referencia para alguna película de Disney o algo así?
- No – la chica carraspeó – bueno, resulta que ahora puedo hacer varias cosas de las que me arrepentí de no hacer, pero por fin lo haré sin problemas.
- Y que se supone que… - antes de que Seiya terminara su frase, este fue interrumpido por un beso en sus labios proveniente de parte de Saori, dejándolo en shock y no solo a él, Shoko estaba en el mismo estado, con la cara totalmente roja.
- Finalmente lo hice – dijo Saori riendo un poco – ya pude besarte.
- ¡¿Por qué lo hiciste?! – gritó el castaño el cual estaba con la cara completamente roja al mismo tiempo que Shoko del mismo modo.
- No solo eso, hay algo más que quiero hacer.
- ¿Qué harás…? – antes de que Shoko continuara, esta fue besada por Saori dejándola más en shock que a Seiya el cual casi se desmaya.
- Lo sabía, tus labios son buenos.
- ¡¿Por qué me besaste?! – Shoko estaba muy roja limpiándose los labios – no fue un beso de amigas, me quitaste mi primer beso.
- ¿Qué te pasa Saori?
- Es que la verdad ya no quería aguantarme mucho – la peli lila los miró a ambos – desde que los conocí me atrajeron mucho, los amo a ambos.
- ¡¿Qué cosa?!
- Sí, y no como los Patriarcas dicen, los amo como parejas, me los quiero comer a los dos, frotarme mi zona íntima con la de Shoko-san y tener el miembro de Seiya dentro de mí para que me llene con su…
- ¡Saori, ¿Qué demonios te pasa?!
- ¡Yo no soy de esas! – gritó Shoko – a mí me gustan los hombres, no las mujeres.
- Lo sé, por eso es que vas tras Seiya sabiendo que yo, una deidad, lo quiere.
- ¡No es cierto!
- Como no – la diosa sacó un cuaderno con la imagen de un Pegaso a lo que Shoko quedó sin palabras – querido diario, cada día que estoy con Seiya-san me siento más fuerte con él, eso me hace sentir segura de que puedo mejorar.
- ¡No lo leas! – la peli rosa le arrebató el cuaderno – ¿no te han enseñado de que no leas las cosas de los demás?
- ¿Y no te han dicho que es malo coquetear con las personas casadas?
- ¿Casadas?
- Sí, ¿Qué no ves? – la diosa mostró un anillo en su dedo anular, aunque luego sacó otro y se lo dio a Seiya, aunque al mismo tiempo sacó otro y se lo dio a la Saintia - ¿lo ven? Ahora ya estamos casados los tres.
- ¡¿Casados?!
- Sí, aquí tengo el acta de matrimonio de ambos – Saori sacó dos actas de matrimonio en las que efectivamente salían las firmas de ambos equinos y el de la joven Kido – si se lo preguntan, fue una táctica bastante elaborada para casarme con ambos, aún recuerdo el gran plan que hice para casarme.
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Flashback
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Saori iba caminando por los pasillos de su mansión, en ese momento, notó a Seiya el cual estaba mirando a Shun. La peli lila salió a su encuentro en el que esta fue a donde estaba.
- Buenos días Seiya.
- Buenos días Saori.
- Oye, ¿te importa firmarme estos papeles?
- Bien – el Caballero legendario simplemente puso su firma en el papel a lo que la diosa agradeció para irse del sitio. Unos momentos se topó con Shoko la cual hablaba con las demás chicas.
- Shoko-san.
- ¿Eh? - la peli rosa miró atrás y fue a donde estaba su diosa.
- ¿Me puedes firmar estos papeles?
- De acuerdo – sin prestar atención, la Saintia de Equuleus firmó - ¿es todo?
- Sí, mil gracias – con eso, la diosa se retiró, aunque cuando llegó a su habitación, esta solo empezó a reír muy alegremente - ¡al fin! ¡Por fin puedo estar con ellos para siempre!
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Fin Flashback
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- Y ese fue mi maravilloso plan.
- ¡¿Nos engañaste?!
- No, ustedes firmaron porque sí, no se atrevieron a leer lo que firmaban, por lo que efectivamente, ahora estamos casados.
- Óyeme, en primera no soy Naoya para tener dos parejas, segundo, ¿Por qué te enamoraste de nosotros? – dijo Seiya confundido.
- Es cierto, especialmente de mí, no soy lesbiana Saori – reclamó Shoko sonrojada.
- Nosotros los dioses tenemos la maña de ser bisexuales, ya ven Zeus cuando se enamoró de Ganimedes, por lo que nosotros somos iguales – la diosa miró a ambos – los amo a ambos como pareja, es lo que mi corazón dice y ahora que no soy parte de los Olímpicos, puedo hacer lo que quiera y lo que quiero es estar con ustedes y formar una familia.
- Saori.
- Y acostarme con ustedes cada día de lo que les reste de vida.
- ¡No digas eso Saori! – exclamaron molestos y sonrojados los dos equinos.
- No sean llorones, pero creo que por el momento nos quedaremos aquí a vivir.
- ¿Y si vamos al Santuario de vuelta? Se supone que tú eres Athena.
- Si, pero es que los demás no creo que vayan a decir que me quieren – dijo la diosa mientras se levantaba – aun así, vamos a allá, creo que a lo mejor me podrían aceptar y…
- ¿Qué es eso? – dijo Shoko mirando a todos lados – sentí un cosmos horrible.
- Sí, un cosmos maligno – dijo Seiya, aunque luego sintió que no era uno solo, sino muchos cosmos.
- Mierda, creo que finalmente vamos a disfrutar de una batalla.
- ¿Vas a batallar?
- Sí, lo haré, no crean que seré solo una espectadora, batallaré también, no por nada me dicen la maestra de Jackie Chan.
- Saori, espero que no te rapten que ya nos tienes hartos a veces.
- No me raptan tan seguido.
- Si lo hacen.
- Solo vámonos a batallar – los 3 se fueron del lugar hacia dónde venían las energías malignas, aunque sorpresa se llevarían al ver eso.
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Santuario de Athena.
En este, se encontraba la diosa Athena de ese siglo disfrutando de un buen baño, aunque en su mente había otra cosa que no era el asunto de la Guerra Santa.
Su nombre de pila era Sasha y esta estaba pensando en su mejor amigo, mejor Caballero e interés amoroso, Tenma de Pegaso el cual había salido recientemente a una misión de expedición, sin embargo, muchas veces no dejaba de pensar en él.
- Me pregunto si aún pensará en mi a pesar de que ya no paso tiempo con él – susurró la peli lila sabiendo que ya no se miraban mucho con el castaño del siglo 18 y que a lo mejor él también se habría distanciado de ella, pensar en eso la atormentaba - ¡¿y si él…?!
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- Lo siento Sasha, pero ya no quiero quedarme contigo.
- P-Pero Tenma, solo quiero estar contigo.
- No, desde que te hiciste la diosa Athena no pasamos tiempo y te amaba, pero encontré a alguien más, ella si me quiere y me escucha cuando tengo problemas – el castaño mostró una joven peli rosa la cual llevaba una armadura igual a la de él.
- ¡¿Quién eres tú?!
- Es mi novia, lo siento Sasha, pero ella es la chica que amo y más te vale que no me hables de nuevo – los dos chicos se estaban yendo del sitio dejando sola a la peli lila.
- ¡Tenma, lo siento! ¡Perdón por todo! ¡Espérame, Tenma!
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- ¡Poni infiel! ¡Solo eres mío y de nadie más! ¡Traidor! ¡Mal amigo! ¡Ojalá se te caiga el pene! – exclamaba mientras que se levantaba y miraba un poco al Santuario desde la ventana de su baño, en eso, sintió algunos cosmos cerca – espero que te encuentren bien Tenma.
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Continuará…
