Prólogo
Múltiples voces confundidas inundaban el lugar, acompañados del sonido de pasos, los monjes entran con rapidez en el templo principal.
—Silencio —alzó la voz con tranquilidad un monje de aspecto mayor, con una túnica larga, su cabello al igual que su barba eran completamente blancos. Era Zhao, el Gran guardián celestial y monje principal del templo.
Ante su orden todo mundo guardó silencio y se sentaron en el suelo.
—Se que todos están muy confundidos —comenzó a hablar en voz calmada—, hace poco estábamos siendo atacados por un sentimonstruo devorador de cosas, pero ahora estamos todos aquí y el templo está intacto.
Los murmullos comenzaron a elevarse llenando el ambiente de ruido.
—Como ya saben—prosiguió Zhao y todos guardaron silencio—, envié al maestro Su Han para averiguar más sobre la situación y finalmente regresó con noticias no tan buenas.
—Es verdad —dijo el maestro Su Han dando un paso al frente—. El sentimonstruo que nos atacó fue derrotado por Ladybug y Chat Noir, quienes ahora son los nuevos portadores del miraculous de la creación y destrucción.
Múltiples murmullos y sonidos de incredulidad llenaron el ambiente pero desaparecieron cuando el Gran Maestro levantó la mano.
—También —continuó hablando Su Han— han pasado más de 170 años desde que desaparecimos, todo el mundo ha cambiado.
Un silencio sepulcral reinó el lugar, nadie se atrevía a pronunciar una palabra; muchos se esperaban que algunas horas hubieran pasado, quizás días o meses, pero nadie que hubieran pasado tantos años.
—Sin embargo, hay un problema mayor —dijo el guardian principal—, por ahora los ojos de todo el mundo están puestos en el templo, si queremos seguir manteniendo los miraculous en secreto hay que ser sumamente cuidadosos.
—Pero gran maestro Zhao —interrumpió un chico de cabello negro, uno aprendices más jóvenes— ¿no seria peligroso mantenernos en el mismo lugar? ¿Qué pasa si ellos saben de la existencia de otras cajas de miraculous?
—Las reglas son claras, aprendiz Xiao —interrumpió Su Han sacando un pequeño libro—, las cajas de miraculous deberán ser protegidas, al igual que el templo.
—Pero maestro, a quien le importan las reglas —dijo Xiao poniéndose de pie—. Pronto este lugar dejará de ser seguro, solo es cuestión de tiempo.
—Más respeto, aprendiz —gritó Su Han— ¿Cómo te atreves a dudar de las decisiones del Gran Maestro?.
Xiao iba a decir algo más pero se detuvo mordiendo su labio inferior, inclinó la cabeza y volvió a sentarse en el suelo; nadie se atrevió a decir algún otro comentario así que el Gran Maestro repartió tareas a los monjes y aprendices presentes.
—Aprendiz Xiao —respondió el anciano Zhao dirigiéndose hacia el joven de cabello negro que aún se encontraba sentado— acompáñame al salón de registros.
Xiao asintió con la cabeza y se levantó rápidamente para seguirlo. En el salón de registros se encontraba a su maestro, quien lo había estado entrenando y cuidando desde que llegó al templo, a los ocho años.
—Maestro Yan. Me disculpo por los problemas causados por mi actitud —exclamó Xiao haciendo una reverencia, a la cual ya estaba acostumbrado.
—Tranquilo Xiao, esta vez no has venido para ser sermoneado por tu actitud, si no para recibir tu primera misión.
—¿En verdad, maestro?, ¿No estoy soñando? —respondió el chico.
—Aprendiz Xiao —habló finalmente el Gran Maestro— lo que dice tu maestro es verdad, también estoy consciente de que en poco tiempo este lugar dejará de ser seguro para ser la sede de la orden de los guardianes, sin embargo no quería alarmar a nadie —comentó lo último mirándolo fijamente. El chico solo bajó la mirada.
—Es por ello que el maestro Zhao nos ha ordenado la misión de buscar otro nuevo templo y cuidar algunos grimorios y una de las cajas de los miraculous —expresó el maestro Yan—. Así que como mi aprendiz me acompañaras.
Y así esa misma noche el joven Xiao, que aún tenía la apariencia de un joven de 18 años, junto con Yan, su maestro y guardián de la orden de los guardianes, tomaron sus cosas y una caja de los miraculous con el fin de buscar un lugar para poder otro templo en el cual poder resguardarla.
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—Bueno chicos, eso es todo por la clase de hoy —dijo un Xiao más maduro, vestido con un uniforme de artes marciales mientras se despedía de sus alumnos.
Diez años habían pasado desde que había dejado el templo, lo cual se veía reflejado en su largo cabello negro, el cual lo recogía con una liga y unos cuantos tatuajes en su cuerpo.
—Veo que has convertido este lugar en una gran escuela de artes marciales —dijo un señor de edad avanzada entrando una vez que todos los alumnos dejaron el lugar.
Xiao volteó extrañado, encontrando el rostro cansado de su maestro, quién había desaparecido hacía tres años.
—No me sorprende —continuó— siempre tuviste gran talento. Si bien Xiao en un inicio estaba tan molesto por que su maestro lo había dejado a su suerte, con solo una nota de despedida; esto había cambiado con el tiempo.
—Maestro Yan —exclamó Xiao, feliz de volver a ver a su maestro a salvo— tengo muchas cosas que contarle, por favor sígame.
—Lo se, me alegra que te hayas adaptado—dijo Yan mientras seguía a Xiao a través de un largo pasillo hacia una sala, en la cual ambos se sentaron.
—Maestro, se que han pasado varios años pero aun no entiendo la razón de que decidiera irse —confesó Xiao mientras servía dos tazas de té.
—Xiao —suspira— no te lo pude decir en ese tiempo porque no sabía mucho pero ha pasado lo que más temíamos, hay una organización que está buscando apoderarse de todos los miraculous.
—¿Cómo es eso posible?, ¿No se supone que la existencia de las demás cajas es un secreto?
—En realidad, ya no, y los "Scom", como se hace llamar, ha recabado mucha información e incluso nos ha estado siguiendo el rastro, por eso tomé la decisión de mantenerme oculto.
—Pero, yo pude ayudar, ¿por qué no me comentó esto antes?
—No podía arriesgarme a perderlo todo, si yo fallaba en mi misión al menos tú te encargarías de cumplir con la misión que el Gran Guardián nos encomendó.
—Entiendo, pero ¿ya todo cambió? ¿por qué no regresó antes?
—Oh, Xiao —dijo mientras reía— aunque tu apariencia es completamente diferente, tu actitud no ha cambiado en nada, deja de preguntar y escucha.—Xiao guardó silencio y el guardian reanudo su charla—. Volví porque es hora de reanudar tu entrenamiento como guardián, en poco tiempo cumpliré 70 años y quizá no estaré en la mejor forma para entrenarte.
—Maestro, la edad es solo un número, no olvide que si contamos los años que estuvimos desaparecidos, pronto cumplirá 240 años y aún se encuentra en gran forma.
—No es momento de bromear —dijo levantándose de su silla—, mañana iniciaremos con tu entrenamiento en esta dirección, nos vemos al atardecer.
El maestro Yan dejó una nota sobre la mesa y se fue, esa noche Xiao apenas y pudo dormir, estaba ansioso por mostrarle sus nuevas habilidades a su maestro, así que llegó un poco antes a la dirección señalada.
Tocó la puerta varias veces, pero al no haber respuesta decidió entrar, al hacerlo se llevó una gran sorpresa. Sentado en el suelo y con la espalda recargada en la pared se encontraba el Maestro Yan, haciendo presión sobre su costado, cubierto de sangre.
—Maestro Yan —gritó Xiao corriendo hacia él— ¿Qué es lo que sucedió? ¿Cómo pasó? no hay tiempo debemos ir a un hospital.
Lo tomó del brazo para ayudarlo a levantarse pero el guardián negó con la cabeza.
—Xiao, ya es muy tarde, no hay mucho que podamos hacer.
—No, me niego a aceptarlo, debe de haber alguna magia que pueda ayudarnos, quizá si usamos los miraculous. —replicó Xiao al borde de la desesperación.
—Hay algo que puedes hacer, mi pequeño aprendiz, por favor toma mi bastón.
Xiao tomó el bastón y Yan habló en voz alta.
–Yo, el guardián Yan, miembro de la orden de los guardianes, te nombro como el nuevo guardián de la caja de miraculous, por favor trae la caja y abrela frente a mi.
Siguiendo los últimos deseos de su maestro abrió la caja, la cual solo contenía dos miraculous.
—Nuevo guardian Xiao, para evitar que Scom tuviera en su poder los miraculous tuve que usar un hechizo para esconderlos, usa los miraculous del sol y de la luna como un apoyo en tu viaje para encontrar todos los miraculous faltantes. Pero con precaución, no olvides que juntos podrían llegar a destruir el mundo entero. ¿Aceptas esa misión?
—La acepto con honor, maestro —respondió inclinándose y evitando llorar.
—Gracias por todos estos años de entrenamiento, hijo, estoy orgulloso de ti y confío en que podrás realizar esta última misión que te encomienda tu viejo maestro.
Sonrió y después de haber terminado su frase se desplomó por completo en el suelo, sin señales de vida. Xiao sabía perfectamente quien se encontraba detrás de eso, Scom, lleno de ira golpeó varias veces la pared.
—Te lo prometo maestro, encontraré todos los miraculous y destruiré a Scom, así me lleve toda la vida.
FIN PRÓLOGO
Hola a todos. Me llamo Branny y el dia de hoy les traigo esta nueva historia de miraculous, este es un pequeño prólogo que conectará el mundo de miraculous que conocemos con nuestra historia.
Espero que les guste, el domingo traigo el primer capítulo en el cual descubriremos a nuestros héroes.
Nota: Quiero agradecer a Jennifer, que me ha ayudado en la creación de esta linda historia y a Ame que me ha ayudado con la corrección de los capítulos.
