Historia en colaboración con @Sesshokane para el #Towaday.
TOKYO, JAPÓN 2002
Japón pasaba por unos problemas políticos con Corea después de la batalla en Manchuria al inicio de la segunda guerra mundial. Kirinmaru siempre había sentido atracción por la naval del país, su hermana Zero quien desde la muerte de sus padres se hizo cargo de su hermano no estaba del todo de acuerdo no obstante el padre de ambos había sido militar de la segunda guerra mundial y era imposible quitarle a su hermano el interés por la milicia.
En un hermoso jardín se llevaba a cabo una boda, la hermosa novia de cabellera larga castaña que era cubierto con un hermoso velo de tela brillante y coronado con flores blancas, su hermoso vestido blanco largo con escote de corazón, sus manos enfundadas con guantes blancos largos y su boca coloreada de rojo sonríen alegremente. Frente a ella un hombre albino de cabellera larga sostenido por una coleta entera y sus ojos dorados la observan con amor y pasión, vestido con un tuxedo color negro y una flor del tocado de su amada en la solapa del saco…
—Lo que se ha unido no sea separado por el hombre— exclamó el sacerdote sonriendo —Puedes besar a tu esposa.
Los recién casados se besan apasionadamente ante la ovación de los invitados quienes los observan con cierta incomodidad ya que ambos tenían 20 años y consideraban que eran demasiado jóvenes para dar un paso tan importante, no obstante la pareja sabía lo que hacían y no habían dado ese paso en falso. Como es tradición, una vela entre sus manos comienzan a alumbrar los candelabros de las mesas de los invitados mientras son ovacionados y sus labios no pueden borrar la mueca de felicidad. Al terminar hacen una reverencia para dar comienzo al banquete, un joven pelirrojo alto vestido con un traje blanco se acerca a la pareja, sus ojos verdes serenos observan el lugar sintiéndose un tanto abrumado ya que al ser el único soltero pronto sería objeto de los cuestionamientos sobre su vida romántica. El albino al verlo…
—Kirinmaru— llamó sonriendo.
—Sesshoumaru— abrazó y palmeó la espalda de su mejor amigo —Muchas felicidades.
—Gracias amigo— dijo correspondiendo al abrazo de Kirinmaru y de igual forma palmeó la espalda de este —Me alegra que pudieras venir.
—Vamos, no podía perdérmelo— se encogió levemente de hombros —Aunque zarpamos al anochecer.
—Acabas de graduarte ¿Estás seguro de ir al frente?— mencionó preocupado.
—No sería un digno hijo del general Minamino si no fuera al frente— Sesshomaru lo tomó de los hombros.
—Cuídate por favor. Sé que regresarás con la victoria— expresó orgulloso.
—Tenlo por seguro— afirmó dignamente.
La ahora señora Yagami se acerca a ellos, dándole un beso en la mejilla a su esposo quien le besa la mano con delicadeza. El pelirrojo sonríe levemente ante esa acción…
—Rin-San muchas felicidades— expresó regalándole una reverencia
Rin sonrió.
—Vamos Kirin no seas tan ceremonioso— acarició con amor su vientre —Esperemos estés aquí cuando llegue…— Sesshomaru le guiñó el ojo a su amigo.
—Estamos embarazados— afirmó con felicidad. Kirinmaru sonrió ante la noticia, su mejor amigo formaría una familia completa.
—Es una grandiosa noticia, muchas felicidades.
Los tres sonrieron ampliamente, Rin con su dedo índice sobre sus labios les pide guardar silencio para después continuar con la fiesta. Llegó el momento en que los novios se irían a su viaje de luna de miel, Rin abordó un automóvil jaguar convertible color negro y observó su ramo de hermosas rosas blancas para después lanzarlo dando la espalda y cayendo en manos de Kirinmaru quien al verlo hace una mueca de extrañeza. Los invitados aplauden por su buena fortuna mientras que la nueva pareja lo observan con una sonrisa en los labios y agitando su mano le dicen adiós…
—Por Kami-Sama— suspiró cansado, caminando hacia su automóvil —Se lo llevaré a Zero… estará feliz por casarse…
CINCO AÑOS DESPUÉS
POV KIRIMARU
Después de este tiempo en alta mar, vislumbro el puerto, tierra a la vista grité en mi interior. Mi cabeza aun revive las imágenes de nuestra flota disparando a los navíos coreanos, como las olas del mar reventaban ante los ataques. En las noches que me encontraba de guardia veía las estrellas en altamar, el amanecer y el atardecer siendo el espectáculo más hermoso que pude disfrutar en ese conflicto. Es verdad que en mi sangre llevo el ser guerrero no obstante…
—Teniente… estamos por anclar— lo observé.
—Todos a sus puestos… veremos al emperador— anuncié y todos asintieron.
—¡Sí Teniente Minamino!.
Por fin tierra firme después de tanto tiempo, amo el mar sin embargo algo me llamaba a tierra desde hacía 4 años. Al anclar descendimos del barco colocándonos en fila y saludando al emperador quien nos condecoró con una medalla de oro con el símbolo del dragón por haber peleado con bravura en alta mar e informándonos que ambas naciones entrarían en una negociación no obstante debíamos estar alerta ya que la respuesta del gobierno coreano aún era hostil. Al romper filas tomé mi morral color azul marino y me dirigí a un taxi, sería un largo viaje a Tokio y deseaba descansar, Zero seguro que me estaría esperando y con una novia para casarme como lo dijo en sus cartas. Midoriko me había mandado al demonio antes de zarpar hace 5 años y desde ese momento no puedo quitarme de encima a mi preocupada hermana mayor. Suspiro cansado ya que lo único que deseo es descansar de todo y de todos.
DOS DÍAS DESPUÉS
SHINJUKU
MANSIÓN YAGAMI
POV NARRADOR
Sesshoumaru era un exitoso arquitecto quien había levantado infinidad de construcciones importantes para el gobierno, así como para empresarios lo cual le ha hecho ganar un excelente prestigio. Rin siendo una gran decoradora de interiores era conocida por su exquisito gusto, así como su gran compromiso con el trabajo. Pese a ser personas ocupadas se daban el mayor tiempo posible para estar a lado de sus mellizas que tenían 4 años de edad quienes los recibían con amor y con una sonrisa en los labios. Algunas veces meten en aprietos a su nana Shiori con sus travesuras sin embargo son buenas niñas. Una noche mientras cenan amenamente en el comedor de la mansión…
—Por fin tenemos una noche en familia— suspiró la castaña aliviadamente. Sesshomaru se limpió los labios con la servilleta de lino.
—Es cierto querida— observó a sus hijas —Por fin estamos con nuestras pequeñas demonios— Rin sonrió sorprendida ante las palabras de su esposo.
—Sesshoumaru… no les digas eso a las niñas.
Dos pequeñas sonríen inocentemente para después observarse a los ojos levantando sus cejas en complicidad. Sus nombres son Towa y Setsuna, la primera es de cabellos platinados y ojos rosáceos. La segunda es de cabellos castaños y ojos violetas, sus pieles blancas, labios semi carnosos y mejillas sonrosadas…
—Supongo que papi quiere que le hagamos una travesura— comentó Towa muy sonriente.
—Como cuando le echamos azúcar al tanque de la gasolina del automóvil— vociferó Setsuna con una sonrisa.
—O como cuando le decoramos con colores sus planos.
La familia comenzó a reír alegremente, las pequeñas crecían felices y comprendían perfectamente que sus padres trabajaban duro por ellas lo cual ellas corresponden siendo buenas estudiantes y buenas niñas sin embargo algunas veces como todo niño curioso hacen travesuras…
—Niñas… no deben alegrarse de las maldades que hacen— regañó levemente la castaña.
—No nos alegramos mami.
—Solo queremos ayudarles— dijeron inocentemente.
—Si claro— expresó de mala gana Sesshomaru.
Bebió un poco de vino tinto observando el diario de aquel día encontrándose con una alegre noticia, la sonrisa de su esposo llama la atención de Rin quien acerca la vista encontrando la noticia…
—¡Así que ha vuelto!— vociferó alegremente Rin. Sesshomaru la observó.
—Si querida… parece que hay una tregua ya que estarán en negociaciones de paz. Deberíamos invitarlo a comer…
—Puede ser mañana— observó a sus pequeñas —¿Les gustaría comer en el jardín?.
—¡Si mami!— respondieron al mismo tiempo las mellizas.
—Iré a llamarlo…— dijo Sesshomaru poniéndose de pie y alejándose de la mesa —Debe estar en casa.
El albino abandona el comedor para dirigirse a su despacho dejando a las tres mujeres más importantes de su vida terminar de cenar…
—¿Por qué comeremos en el jardín?— preguntó Setsuna con curiosidad.
—Tu padre invitara a su mejor amigo de la preparatoria a comer y a conocerlas— respondió la castaña mayor.
—¡¿Amigo de la preparatoria?!— preguntó Towa sorprendida. Rin sonrió.
—Así es hija… Hay relaciones que duran para siempre ya sean de amistad y de amor.
—¿Amor?.
—Lo entenderán algún día querida— respondió dulcemente —Terminen su cena.
—Si mami— vociferó Towa.
Ambas hermanas se observan al rostro con una expresión de confusión, no obstante siguen cenando dejando en la albina una pregunta ¿Qué era el amor? Sonrió con resignación mientras jugaba con sus pequeños pies. Al terminar de cenar su madre las lleva a bañarse para después cepillarles el cabello y empijamarlas. Las recuesta en sus camas de su habitación y les da un beso en la frente a cada una, Sesshoumaru ingresa y les lee un cuento mientras se van cerrando sus ojitos. Al observar que duermen les da un beso en la mejilla y sale de la habitación dejando una lámpara de luz tenue encendida. Towa abre los ojos y se levanta de la cama dirigiéndose al gran ventanal observando la luna llena…
—("¿Qué es el amor?")— pensó la albina mirando la gran luna brillante ante sus redondos y grandes ojos. Setsuna abrió sus hermosos orbes y se sentó en la cama mirando a su pensativa hermana mayor.
—Towa ¿No puedes dormir?— la albina observó a su hermana menor.
—No… tengo una duda…
—¿Uy? ¿Sobre?.
—¿Qué es el amor?— ante esa pregunta, Setsuna se puso de pie y se acercó a Towa.
—No lo sé… no creo que sea como cuando jugamos con Hisui y le lanzamos piedras— contestó y Towa sonrió.
—O como cuando le pusimos una rana en su mochila a Riku.
Ambas comenzaron a reír alegremente para después observar la luna fijamente maravillándose por su hermoso brillo, las estrellas parecían brillar como pequeños diamantes…
—Quizá cuando seamos adultas sepamos qué es eso— exclamó la pequeña castaña.
—Si… cuando seamos adultas sabremos que es el amor
Se tomaron de las manos mientras observaban la maravillosa luna.
UENO
MANSIÓN MINAMINO
DESPACHO
Kirinmaru se encuentra observando la pantalla de su ordenador informándose sobre las negociaciones de paz, una mujer alta, delgada de cabello plateado sostenido con un moño entero y sostenido con el broche de una mariposa ingresa. Kirinmaru la observó como si nada.
—Creí que ya estarías durmiendo— comentó. Zero ingresó y tomó asiento sobre la silla que está frente al escritorio de su hermano.
—Estaba durmiendo a mi pequeño ¿Todo bien?.
—Si… Sesshoumaru me invitó a comer a su casa— Zero sonrió.
—Es bueno que salgas hermano… necesitas distraerte... Espero que la noticia de mi hijo no te cayera de peso— comentó esto último sonrojada. Kirinmaru observó fijamente a su hermana.
—Hubiera agradecido que me lo informaras en tus cartas en vez de acosarme con tener novia, aún así…— tomó de las manos a su hermana —Me alegra que hicieras tu vida hermana.
—Aunque no funcionó muy bien… Riku es lo más hermoso que me dejó esa relación…
Le sonrió levemente a su hermana sintiéndose un poco mal por no haber estado a su lado en los momentos en que lo había necesitado por estar al frente de batalla sin embargo reconocía el valor de su hermana al enfrentar sola su divorcio y la crianza de su sobrino. Cansado se dirigió a su habitación a la cual entró en medio de la oscuridad, y se dejó caer en su cama observando el techo…
—Mi corazón late rápidamente como si algo presagiara— sonrió de lado —Quizá estar lejos de tierra me hizo un sentimental.
Se levantó de la cama para darse un baño y empijamarse ya que lo que más deseaba era dormir, aunque su corazón latía desbocadamente. Su dedo meñique de la mano izquierda comenzó a cosquillear levemente haciéndolo observarlo mientras se ducha…
—¿Qué ocurre?— se preguntó así mismo con extrañeza.
AL DIA SIGUIENTE
JARDIN DE LA MANSIÓN YAGAMI
Rin ayudada por sus pequeñas hijas colocan los cubiertos y loza en la mesa con una sonrisa en los labios, con cuidado colocan los vasos y copas de cristal…
—¿Nos darán vino?— preguntó la pequeña albina mientras se colocaba en las piernas la servilleta de lino blanco.
—¡Claro que sí… es un día especial!— vociferó Setsuna muy emocionada.
—("Si supieran que es jugo de uva")— pensó burlona Rin —Si se portan bien les serviré más… vayan a lavarse las manos que pronto llegará nuestro invitado.
—¡Si mami!— respondieron al unísono las mellizas.
Tomadas de las manos se dirigen hacia el sanitario para lavarse las manos con el jabón que tanto les gusta con olor a fresas y duraznos. Rin observa con dulzura a sus hijas para después contemplar la mesa puesta sonriendo satisfecha, se dirige a la cocina para ver si los alimentos ya se encontraban listos.
ENTRADA DE LA MANSIÓN
Kirinmaru descendió de su automóvil, vestido con una camisa blanca abierta del cuello y con un pantalón negro toma una botella de vino tinto cosecha de 1986 la cual observa para disponerse a caminar a la puerta principal tocando el timbre y siendo recibido por el mayordomo de la mansión…
—Kirinmaru-Sama… lo esperan— anunció Jaken. Kirinmaru ingresó.
—Gracias Jaken…
En ese instante un par de pequeñas pasan corriendo y sonriendo alegremente mientras sus manos están llenas de espuma e intentan hacer burbujas formando un círculo con sus dedos pulgar e índice…
—Son las señoritas de la casa y…
—¡Oh…!— interrumpió sorprendido el pelirrojo —No sabía que…
—Así es… ya tengo hijas amigo
Al ver a su mejor amigo sonríen y se abrazan fraternalmente para después contemplarse con una sonrisa. Kirinmaru se alejó un poco y le mostró la botella de vino.
—Es una alegría que lo haya traído… hay mucho que celebrar— comentó y Sesshomaru tomó la botella.
—Acompáñanos. Me alegro de verte sano y salvo… supe que los ataques en alta mar eran demasiado peligrosos.
—Solo lo que es en una guerra, confieso que muchas veces llegas a sentir que…
Al llegar a la mesa del jardín se encuentran con Rin limpiando las manos de sus pequeñas quienes sonríen divertidamente. Al terminar se incorpora tomando las manos de sus hijas y acercándose a su esposo y al recién llegado…
—Kirin que alegría verte— comentó Rin sonriendo, para luego presentarle a las pequeñas mellizas
—Ellas son Setsuna y Towa— observó a sus hijas —Saluden…
Las pequeñas hacen una reverencia solemne para después levantar el rostro, Towa al contemplar al hermoso pelirrojo que está frente a ella contiene la respiración encontrándolo resplandeciente, su cabellera larga le recordaba al color del fuego, sus ojos verdes parecían tener en su interior un bosque sereno y su piel canela parecía como la de los ángeles que veía en los libros. Setsuna al observar a su hermana hace una mueca de extrañeza observando al recién llegado. Coloca su dedo sobre su mejilla derecha…
—("¿Qué le ocurre?")— se preguntó a sí misma.
El pelirrojo les hace una reverencia encontrando el sonrojo del rostro de la pequeña albina que no deja de observarlo fijamente arrancándole una delicada sonrisa al hallarla tierna y dulce…
—¿No dirán nada niñas?— preguntó Sesshomaru bromeando. Rin sonrió.
—Son muy extrovertidas… solo que agarren confianza.
—Deben ser… solo que soy un extraño y quizá eso les aturde un poco— respondió el pelirrojo sonriendo levemente. Towa lo miró sonrojada.
—No… Es un gusto conocerle… Me llamo Towa.
—Yo soy Setsuna ¿Le gustan los postres?.
—Solo un poco— respondió. Acarició con el dorso de su dedo índice a la pequeña albina —Soy Kirinmaru.
Se dirigen a la mesa para tomar sus lugares mientras la albina observa al visitante sintiendo que caminara entre las nubes ¿Eso era estar en el cielo? ¿Los ángeles visitan la tierra? Esas preguntas eran las que invadían su cerebro ya que era imposible que alguien tan hermoso existiera, se sentó como todas las comidas a lado de su hermana quien la observa con curiosidad no obstante sentía que su hermana tenía una extraña sensación y por debajo de la mesa toma su mano sintiendo que le corresponden con un apretón. Las mejillas de su hermana se encuentran extremadamente sonrojadas, Kirinmaru al sentir la mirada de la pequeña albina la observa y le dedica una sonrisa amigable haciéndola sonrojar más, cosa que le hace sonreír ampliamente mientras conversa con sus padres…
—Es hermoso— comentó Kirinmaru al contemplar lo hermoso que es el hogar de la familia.
—Es el trabajo de Rin y mío— respondió orgulloso.
—Sesshoumaru la diseñó y yo la decoré.
—Buen trabajo— dijo el pelirrojo —Es muy hermosa…
Mientras conversan de temas de adultos las pequeñas observan con curiosidad a sus padres y al joven mientras degustan el delicioso teppanyaki de su madre. Setsuna se acercó más a su hermana mayor para poder susurrarle.
—¿Qué te ocurre?...— preguntó y Towa la miró sonrojada.
—No lo sé… Solo que— miró al pelirrojo —No puedo dejar de mirarlo…— Setsuna miró de igual forma a Kirinmaru.
—Será por el color de su cabello y ojos…
Debía ser eso, era muy raro observar a alguien así, Riku tenía ojos verdes y cabellos rojos, pero no le impresionaba como el del amigo de su padre…
SEIS AÑOS DESPUÉS
POV TOWA
Mi hermana y yo cumplimos años… nuestro cumpleaños número 10 y la verdad es que sigo sin poder dejar de mirar a ese ángel que bajó del cielo. Escucho a mi hermana jugar con todos nuestros amigos mientras corren detrás de los globos de colores y yo me encuentro sentada en el columpio del árbol contemplando al amigo de mi padre. Cada vez que lo veo llegar se me tuerce el tobillo, me sonrojo y hago torpezas arrancando de su garganta carcajadas discretas que me hacen sentir una tonta ¿Qué es esto que siento? Quiero jugar y reír como cuando no está cerca, no obstante algo me hace querer ser la mejor niña que haya visto. Por alguna extraña razón cada noche mi pecho duele y aunque Setsuna dice que debo decirle a papá y a mamá la verdad es que no quiero hacerlo… es mi secreto, moriría si mamá o papá se enteran.
Mamá sale de la cocina con nuestro pastel favorito de cumpleaños, fresas con duraznos y decorado con crema batida de queso, sobre el mismo vienen dos velas que chispean luces de colores y todos nos cantan el feliz cumpleaños. Riku se coloca junto a mi mientras su madre nos toma una foto. Hisui se coloca junto a Setsuna y ambos se hacen cuernos en la cabeza mientras Sango la madre de Hisui les toma una foto. Mis ojos observan al precioso Kirinmaru cantar el feliz cumpleaños haciéndome inmensamente feliz.
Saca su celular de su pantalón respondiendo y alejándose un poco, en breve se despide de mi padre haciéndole una reverencia y yéndose de nuestra fiesta de cumpleaños lo que me hizo sentirme triste. Aquella llamada nos robó ese breve momento y al momento de soplar las velas…
—¡Pidan un deseo mis niñas!— vociferó mi madre muy emocionada.
Cerré mis ojos y pedí con todo el corazón estar a su lado, que llegara el día en que no se fuera más y en ese entonces descubrir qué era lo que ocurría en mí, Setsuna me tomo de la mano y yo se la apreté con fuerza para después ambas soplar las velas. Sé que mi hermana pidió algo muy especial para ella y al abrir los ojos observamos el humo de las velas apagadas mientras escuchamos la ovación de todos…
—("Que el hombre que bajó de la luna… no se vaya nunca más")
Desde ese día cada que veía la luna me consolaba porque era una forma de verlo a él añorando que volviera sano y salvo. Supe por una conversación entre mis padres que se había ido al mar a combatir, sé que regresará con la victoria y si no… quizá yo podría consolarle prestándole mi oso de peluche favorito o preparándole su postre favorito… gelatina de frutos rojos. Kirinmaru-Sama… regrese con bien.
DÍEZ AÑOS DESPUÉS
OKINAWA
POV KIRIMARU
La victoria fue de nosotros y regresamos a Okinawa siendo recibidos por los habitantes con algarabía. Llego convertido en un General y en mi uniforme tengo las medallas de alto rango por valor en batalla, mi pequeña placa dorada en el bolsillo dice mi rango y mi gorra con el escudo naval de Japón. Al día siguiente fuimos llamados al palacio imperial siendo recibidos con una cena de gala donde se encontraban las familias más importantes del país. Esperaba ver a mi mejor amigo no obstante se encontraba de viaje de negocios junto a Rin. Escuché que tenían una empresa constructora y de decoración bastante prominente lo cual me hace sonreír alegremente. Cada uno alcanzamos nuestras ambiciones de juventud, bebo una copa de champagne mientras observo la ciudad desde el balcón, decidí alejarme de la celebración ya que odiaba sentirme asediado por las mujeres de la fiesta y que todos celebraran mi habilidad en batalla.
Algunas vidas se habían perdido en esa guerra que en este momento veo sin sentido, aun en mis oídos resuenan las explosiones y los gritos no me dejaban dormir y estando ahora en la celebración puedo escucharlos aún. Me cubro los oídos deseando no escuchar más…
—¡Basta!
La brisa nocturna acaricia mi rostro dándome la serenidad y mis ojos se posan en la luna observándola fijamente sintiendo que calma mi ansiedad, tome mi copa para beber sin embargo decido dejarla e irme a casa. Esperaba que el departamento que compre se encontrara disponible ya que lo único que deseo es alejarme de todo.
MANSIÓN YAGAMI
HABITACIÓN DE TOWA
POV NARRADOR
La albina se encuentra sentada sobre su escritorio escribiendo rápidamente en su laptop, vestida con un diminuto short color negro con corazones de colores, una blusa de tirantes color rosa con un corazón estampado y un gatito blanco, sus pies están cubiertos por calcetas cortas de color morado con una Daisy Duck estampada. Su cabello corto le permite tener su cuello fresco y en sus labios tiene un Pocky de chocolate. Su puerta se abre abruptamente escuchándo la sonrisa alegre de su hermana quien ingresa vestida con un short de mezclilla, una blusa color lavanda de cuello en V y una chaqueta de mezclilla. En sus manos lleva una mochila negra…
—Towa, hermana…— Setsuna ingresó a la habitación con una sonrisa —Ya dejé dormido a Killua…— avisó y Towa se giró para verla.
—Setsuna ¿Saldrás hermana?.
—Si, Hisui y yo iremos a la cabaña de sus padres a las afueras de la ciudad— Towa se levantó de la cama para acercarse a su hermana y tomarla de los hombros en símbolo de apoyo.
—Cuídate por favor— la abrazó —Recuerda que solo tenemos el fin de semana para esto— Setsuna correspondió el abrazo.
—Eres la mejor… te prometo no fallarte.
Escucho la bocina del automóvil de Hisui y ambas bajaron rápidamente al encuentro del novio de su hermana quien al verla, baja de su automóvil color gris Oxford y se dirige a las mellizas…
—Gracias por cubrirnos Towa— dijo Hisui. Towa sonrió.
—Cuídense mucho y no demoren—Me haré cargo de Killua.
—Estaré aquí antes de que papá y mamá lleguen— junto sus manos para suplicarle a Towa —Trata de que el pequeño chismoso no le diga nada a mamá ni a papá— Hisui se acercó a su novia y la cargó en su espalda mientras ella sonreía.
—Nos vemos Towa.
—¡Hasta el domingo hermana!.
Los enamorados se van sonriendo emocionados para abordar el automóvil del castaño e irse juntos el fin de semana. Towa sonrió alegremente sintiendo felicidad por su hermana y esperando que sus padres no llegaran antes de lo esperado. Cerró la puerta dirigiéndose a su habitación no sin antes observar que su pequeño hermano estuviera dormido. Su celular comienza a timbrar, al sacarlo del bolsillo de su short y observar el número responde rápidamente…
—Hola Riku…
—Pensé que irías con ellos.
—Vamos Riku… no haré mal tercio en la relación de mi hermana y debo cuidar a Killua— Riku rió.
—Tienes razón ¿Cómo vas con el proyecto de titulación?.
—Ya casi termino, el lunes tenemos que llevarlo casi terminado ¿Y tú?.
—Lo he terminado… mamá no deja de molestar con que debo conseguir el título, por cierto felicidades por tu triunfo en la pista de obstáculos.
—Gracias… otra medalla más… terminare el proyecto— sonrió de lado —No quiero quedarme detrás de ti.
—Veremos si terminas…
Sonriendo finalizaron la llamada y la albina se giró detrás de ella encontrando su repisa llena de trofeos, medallas y listones por sus victorias en las competencias de atletismo, kendo, tenis, natación y cuando ha ido a competir junto a su hermana en música. Setsuna toca el violín y ella la flauta, la tomó observándola fijamente…
—Creo que es momento de dejar un poco las competencias y el estudio para disfrutar mi vida.
Sonriendo dejó la flauta y regresó a su escritorio para terminar el proyecto de titulación de su carrera la cual había sido publicista mientras que su hermana había estudiado derecho ya que sus padres querían que supieran cuidar del emporio que les dejarían al mismo tiempo que las apoyaban en sus sueños y actividades curriculares. Towa realmente se sentía feliz y satisfecha con todo lo que había ganado, no obstante consideraba que ya era momento de prestarle atención a su vida personal. Era lindo compartir los secretos y momentos importantes de su hermana sin embargo quería vivir los suyos también.
DOS DÍAS DESPUÉS
SALA DE ESTAR DE LA MANSIÓN
Towa se encuentra tocando su flauta para despejarse de lo agobiante y cansado que había sido terminar el proyecto, no se dejaría ganar por Riku y se sentía satisfecha de haber terminado saciando su sed de competencia. El timbre comienza a sonar lo que la hace dejar de tocar y dirigirse a la puerta encontrándose con Jaken…
—Señorita— Towa le sonrió.
—Yo abriré Jaken.
El castaño le hace una reverencia retirándose del lugar, con una sonrisa la albina abre la puerta encontrándose con un hombre maduro observándola fijamente. Al verlo se sorprende no obstante ese porte, esos ojos la habían acompañado todos esos años…
—Lo lamento…— Kirinmaru le hizo una reverencia en símbolo de disculpa —Creo que me equivoqué de casa.
—¿Kirinmaru-Sama?— preguntó la albina sonriendo. El pelirrojo la miró atónito.
—Tu…
—Yo soy Yagami Towa— le dio acceso —Pase por favor.
—¿La pequeña Towa?— preguntó sin creer que la hermosa señorita que tiene enfrente alguna vez fue…
—Vamos…— respondió sonrojada —No iba a quedarme niña por siempre…
El pelirrojo al verla vestida con ese hermoso pantalón blanco que se ajusta a su proporcionada cadera dejando ver sus torneadas piernas, sus glúteos firmes y redondos, sus pechos grandes y erguidos le resecan la garganta. La recordaba como una niña un poco retraída pese a que sus padres decían que era muy traviesa y se sonrojaba con su presencia. Realmente había crecido muy hermosa…
—Entre por favor— lo dirigió hacia la sala —¿Gusta algo de beber?— preguntó amablemente. Kirinmaru la observó fijamente.
—Lo que gustes…
—Iré por una limonada— dejó su flauta a un lado de él —No tardare…
Rápidamente se alejó hacia la cocina para traer la bebida, el pelirrojo la observa fijamente sonriendo levemente, su vista se posa sobre la flauta la cual toma con sus afiladas manos observándola fijamente, en la boquilla ladeada la lleva a sus labios comenzando a tocarla sintiendo un dulce sabor en su boca que le agrada al gusto. En poco tiempo la albina se acerca lentamente con un vaso de limonada observándolo tocar la flauta y quedando embelesada con la visión más bella, realmente parecía un ángel tocando sobre una nube. Se acercaba en silencio sin dejar de contemplarlo, Kirinmaru al percatarse deja de tocar dejando la flauta a su lado e hizo una reverencia…
—Lo lamento… yo…
—No lo lamente— lo interrumpió, dándole el vaso con limonada dentro —Toca muy hermoso…
—Aprendí en altamar— comentó tomando el vaso que le ofrecían.
Bebió un sorbo degustando y sintiendo refrescar su garganta ya que la presencia de Towa por alguna razón le inquieta, se sientan sobre el acojinado sofá observándose de frente, la albina tomó su flauta para jugarla con sus manos sintiendo su corazón latir aceleradamente…
—Supe de su victoria en alta mar— hizo una reverencia —Felicidades— Kirinmaru le sonrió seductoramente.
—Oh no hagas eso tu también— la tomó de los hombros para incorporarla —Mejor… toca algo— Towa le sonrió tiernamente.
—De acuerdo…
Sonrojada observó la boquilla de su flauta ya que sabía que significaba si tocaba la flauta, su cabeza se nublo al verlo tocar y era momento de corresponder a ese beso indirecto. Sonriendo se la llevó a los labios y comenzó a tocar una dulce melodía para el pelirrojo quien al verla se maravilla, aquella niña que parecía torpe en ese momento era una bella señorita quien tocaba con el corazón aquellas dulces notas musicales, su corazón se aceleró y su entrepierna comenzó a cosquillearle ante ese beso indirecto que habían compartido. Sus labios rojos parecían una cereza que le invitaba a ser probada, se acercó más a ella provocando un temblor en su cuerpo y el antiguo sonrojamiento de cuando era niña. Lentamente dejó de tocar, sus ojos se encontraron con los del pelirrojo que irradiaban un brillo especial como si alumbraran la habitación, lentamente sus rostros comienzan acercarse siendo interrumpidos por la puerta principal que se abre…
—¡Hijos!.
—¡Estamos en casa!.
Ambos se separan abruptamente poniéndose de pie rápidamente y encontrándose con la mirada sorpresa de sus padres al ver al pelirrojo quien les hace una reverencia en señal de saludo. Towa se acerca a sus padres para abrazarlos fuertemente ya que los había extrañado y siendo correspondida con amor…
—Bienvenidos a casa mamá y papá.
—Gracias hija…
—¿Y tus hermanos?— preguntó Sesshomaru para después acercarse a Kirinmaru —Supe de tu victoria y me alegré de saberte con vida.
—Es una alegría volverte a ver
Desde las escaleras un pequeño niño de piel blanca con ojos dorados y cabello corto platinado observa fijamente la escena, vestido con un pantalón corto de color azul marino y una camisa blanca…
—¡Querido, mi bebé!— vociferó Rin emocionada de ver a su pequeño. Towa sonrió y se acercó a su pequeño hermanito.
—Killua… mamá y papá llegaron— el pequeño tomó de la mano a su hermana mayor.
—Escuché desde mi habitación el auto— abrazó a su madre —¡Mami!.
—Te extrañé demasiado mi amor— dijo Rin abrazando fuertemente a su pequeño. Sesshomaru se acercó a su esposa y miró a su mejor amigo.
—Kirin… te presento a mi hijo menor— tomó al pequeño peliblanco de los hombros —Él es Killua y tiene 6 años.
—Vaya Sesshoumaru— comentó sorprendido —No has perdido el tiempo —observo al pequeño —Gusto en conocerte amiguito.
—¿Tu eres el marino?— preguntó entusiasmado. Kirinmaru sonrió orgulloso.
—Oh sí… General Kirinmaru Minamino.
—¿General?— preguntó sorprendido, saludándolo como marino —Todos a cubierta— Kirinmaru le siguió el juego, saludándolo de igual forma como marino.
—Alisen velas capitán.
Todos sonríen amenamente, Towa al contemplar al pelirrojo interactuar con su hermano sonríe dulcemente ya que parecía que ya no era tan alejado como cuando era niña. Se veía tan distinto, aunque era más galante de lo que recordaba y seguía siendo para ella el hombre de la luna, sus manos comenzaron a sudar levemente y su corazón a latir aún más acelerado acompañado de un dulce dolor de estómago…
—¿Y tu hermana?— preguntó Rin tomando del brazo a su hija. Towa despertó inmediatamente de sus pensamientos.
—Etto… Setsu…
Desde las escaleras, la castaña menor descendió bostezando.
—Qué escándalo— se acercó a sus padres —Los escuché llegar y me vestí rápidamente. Bienvenidos a casa— Rin la abrazó fuertemente.
—Me alegra verlos en casa y todo en orden— Towa sonrió.
—¿Acaso creían que haríamos una fiesta?.
—No está de más extremar precauciones— exclamó Sesshomaru.
—Con el pequeño chismoso no se podría…
—¿Qué dijiste Setsuna?.
—Por favor hermanos no peleen ¿Qué dirá la visita?— mencionó Towa apenada. Kirinmaru sonrió de lado.
—Descuida Towa… algunas veces discuto con Zero.
Sonriendo la familia Yagami invita a comer al invitado quien se dirige con Sesshoumaru y Killua al estudio ya que el menor de la familia deseaba que le contara sus aventuras en altamar lo cual el pelirrojo accede no sin antes observar a la albina quien le regala una cálida sonrisa y una mirada dulce para dirigirse con su madre y su hermana a disponer la comida de ese día.
En el interior de la cocina Rin y sus hijas cortaban verdura para preparar Sukiyaki, Setsuna mientras corta las zanahorias se acerca a su hermana que corta la carne mientras que su madre saca el wok para llevarlo a la mesa del comedor…
—Se puso más apuesto con los años ¿No crees Towa?— comentó pícaramente Setsuna. La albina miró sorprendida y sonrojada a su hermana menor.
—¡¿Qué?!.
—Vi como lo mirabas. Te lo quieres comer— bromeó y Towa se sonrojó aún más.
—Basta Setsuna— se acercó más a ella para susurrarle —Aunque así fuera… es seguro que él no me haría caso.
—Yo no estaría tan segura…— le guiñó el ojo —También te comía con la mirada— la albina sonrió levemente.
—Seguro… ¿Cómo te fue con Hisui?— preguntó pícaramente.
—Me duelen mucho las piernas— suspiró —Pero fue hermoso hermanita. Cuando sea tu primera vez me cuentas— dijo emocionada.
Ambas sonrieron en complicidad ya que siempre se han contado todos sus secretos y saben que están en perfecto resguardo ya que nunca se traicionarían pues su lazo de hermandad era más fuerte que cualquier cosa. Towa comenzó a reflexionar en las palabras de su hermana, había estado a punto de besarlo y compartieron un beso indirecto con la flauta lo cual le hace estremecerse internamente y su piel erizarse ante la idea de ser observada por él sin embargo era un hombre maduro y quizá… sacudió su cabeza levemente deseando dejar de pensar que pudiera ser notada siquiera por el pelirrojo como una mujer. Sonrió tristemente al recordar como él creía que aún era la pequeña y torpe Towa.
Al terminar de cortar los ingredientes los llevaron a la mesa del comedor donde Kirinmaru, Sesshoumaru y el pequeño Killua terminaban de poner la mesa. Towa había preparado un mousse de frutos rojos ya que no quería ser tan obvia al preparar el postre favorito del pelirrojo. Killua iba a tomar su lugar junto a su albina hermana pero…
—Killua siéntate a mi lado— ordenó la castaña menor. El pequeño albino la miró con seriedad.
—Tu siempre me haces bromas así que no— expresó berrinchudo. Setsuna se cruzó de brazos.
—Entonces no te dejaré comer mi postre…— Killua la miró interesado.
—¿Dos postres?...
—¿Qué dices eh?.
—¡Cumple tu promesa!.
El pequeño se acerca a su hermana quien le estira la mano para sentarlo junto a ella, le guiña un ojo a su hermana quien sonrojada sabia la estrategía de su hermana y sonriendo toma su lugar, a su lado se sienta el pelirrojo quien la observa seductoramente sin que Sesshoumaru o alguien más se percate, la cena da inicio siendo preparada por Rin quien sirve los platos al salir del wok con agua caliente…
—¡Itadakimasu!.
La cena comienza a transcurrir entre platicas amenas y copas de vino tinto, Killua bebe jugo de uva mientras que sus hermanas dan pequeños sorbos a sus copas de vino para no sentirse mareadas rápidamente…
—Es una alegría tenerte con nosotros Kirin— comentó Sesshomaru. Kirinmaru asintió.
—Ya extrañaba estar en tierra firme… ha sido difícil estar en el mar o en territorio enemigo.
—Por suerte el conflicto ha llegado a su fin, con tu nuevo cargo supongo que estarás más ocupado…
—Pedí vacaciones… Necesito alejarme un poco de los conflictos y de todo aquello que me lo recuerde.
—Espero que vengas a visitarnos… Necesito con quien jugar Mahjong— Kirinmaru sonrió.
—¿Quieres perder?— Sesshomaru sonrió ante la respuesta de su amigo.
—Imbécil— Rin miró seriamente a su esposo.
—Sesshoumaru… estamos en la mesa.
—¿Qué es imbécil?— preguntó Killua con curiosidad.
—Un insulto que no debes de usar hermanito— respondió Towa.
—Solo con quien te moleste— vociferó Setsuna.
—¡Setsuna!— llamó Rin seriamente a su hija.
—O con quien te moleste…— expresó Towa. Rin la miró sorprendida.
—¿Tu también Towa?— regañó la castaña a su hija. Kirinmaru rió.
—Déjelos Rin-San… es admirable que sepan defenderse.
Las hermanas comenzaron a sonreír alegremente ya que era más que obvio que sabían hacerlo y algunos de sus compañeros de escuela habían sido testigo de ellos cuando las molestaban o querían hacerlas blanco de burlas…
—Dime Kirin ¿Dejaste alguna novia en el extranjero?— preguntó Rin. El pelirrojo dejó su copa de vino sobre la mesa.
—No, realmente estaba concentrado en mi misión y siento que mi destino está aquí…
—Es raro escucharte hablar de esa manera— expresó Sesshomaru bebiendo de su vino —Eras muy alejado de ello…
—Estar en el frente te hace reflexionar sobre la vida, algunas veces creen que solo eres una máquina bélica hecha para matar no obstante en pleno combate tu vida pasa delante de ti sintiendo que no has hecho nada y eso es amigo mío demasiado miserable
Al escucharlo hablar la albina puede comprender el sentir de aquel hombre, el ser la mejor en deportes, en los estudios y a punto de obtener el título de concertista con su hermana era algo que no la llenaba del todo. Era como haber combatido contra los retos de la vida y no haber obtenido lo esencial. Kirinmaru las observa.
—Setsuna y Towa ¿Qué tal la escuela?...
—Estamos por titularnos— respondió Setsuna, sonriéndole en complicidad a su hermana —¿Verdad Towa?— la albina observó al pelirrojo y le sonrió.
—Si… por fin estamos por titularnos… mamá y papá tendrán en casa a una abogada y a una diseñadora gráfica…
—¡Felicidades chicas!.
—Son buenas chicas— mencionó Sesshomaru, muy orgulloso de sus hijas —Setsuna está casi comprometida con Hisui Tanokura y…
El pelirrojo comenzó a sentir una ansiedad muy grande, seguro que la bella albina no sería la excepción en tener una relación. Contuvo la respiración, aunque su raciocinio le decía que aquello no debería ser siquiera algo significativo para él, prácticamente la había visto crecer durante el tiempo que estuvo en Japón…
—Towa aún no tiene novio— intervino Rin —Y espero que eso pronto cambie ya que no toda la vida son los libros ni las competencias deportivas— Kirinmaru sonrió sorprendido.
—¿Deportista?— preguntó y la albina lo miró sonriéndole levemente mientras toma una porción de carne y ponerla en su plato.
—Algo así… no es nada importante…
—¡Claro que sí!— interrumpió Setsuna —Ha sido la campeona en atletismo, natación, kendo y estamos por recibir el título de concertistas— el pelirrojo la observó.
—¿Qué instrumento tocas?— preguntó.
—El violín y mi hermana la flauta… en cuanto terminemos el postre les daremos un concierto ¿Qué dices Towa?— la albina asintió.
—Será un gusto.
Kirinmaru comienza a conversar sobre lo vivido en el frente, los hermosos paisajes que vio y las puestas de sol, amaneceres y cielos nocturnos sobre el mar. Towa podía imaginar claramente todo como si lo hubiese visto por ella misma ya que las palabras del pelirrojo le transportan a su mundo. Sirvió el postre, preparo para varias porciones sin dejar a Setsuna sin postre y a su pequeño hermano con su doble ración, al sentarse bajo por un momento su mano izquierda mientras se lleva un bocado a su boca dando un leve brinco al sentir su dedo meñique siendo sostenido por otro delicadamente. Sus ojos se dirigieron a su mano encontrando la afilada mano de Kirinmaru junto a la de ella y su dedo sosteniendo el de ella. Siendo discreta sonríe colocando la yema de su dedo sobre la del pelirrojo quien la sostiene sintiendo el dulce calor de la albina. Sin dejar de conversar con su mejor amigo siente su cuerpo arder por ella deseando llevarla lejos de todos y besarla intensamente sintiéndola estremecerse entre sus brazos.
Towa por su parte por primera vez siente ese fuego que nace en el vientre y la recorre lentamente dándole una sensación de agitación, su interior se contrae repetidamente mientras que el corazón se acelera temiendo que los demás puedan escucharla ¿Esto era lo que Setsuna dijo que sentiría cuando deseara el fuego del amor? Sus labios cosquillean hacer realidad ese dulce beso indirecto que compartieron con la flauta, su dedo se encontraba envuelto en un calor agradable, durante años lo había sentido cosquillear no obstante en ese momento era como si estuviera conectado a la persona indicada. Kirinmaru la observó fijamente con sus hermosos ojos verdes y penetrantes.
—Delicioso postre Towa— halagó y la albina le sonrió dulcemente.
—Le agradezco… Kirinmaru-Sama.
El pelirrojo continuó como si nada ocurriera mientras que sus dedos meñiques se sostienen dulcemente haciéndolo sentir que por primera vez en su vida estaba en el lugar correcto, aunque su mente le dijera que quizá no estaba bien su alma y su corazón le dictaba que era lo correcto.
Los días comenzaron a pasar, no obstante el pelirrojo no volvió a tocarla otra vez, aquel momento furtivo parecía no haber pasado para Kirinmaru, aunque para la albina lo guardaba como un bello instante eterno que cada día latía junto con su corazón. Su padre lo invitaba frecuentemente a cenar, a jugar ajedrez o mahjong, Towa lo observaba de lejos notándolo indiferente a su presencia retomando al punto en el que era una niña. Sonreía con lástima para sí misma haciéndose a la idea de que jamás sería notada por él, siempre seguiría siendo una niña. Todas las cenas en las que asistía a su casa lo hacía en compañía de alguna mujer sexy.
Setsuna algunas ocasiones la incitaba a salir de casa, que se olvidara de ese hombre quien a sus ojos siempre serán niñas. La noche de su titulación, sus padres y su pequeño hermano las ovacionan orgullosamente, sus padres sonríen satisfactoriamente de ver a sus hijas comenzar a ser independientes. A su lado se encuentra Kirinmaru ovacionándolas y a su lado su amante de aquella noche, una castaña exuberante llamada Sara quien le acaricia la pierna mientras le mordisquea el lóbulo del oído.
Kirinmaru observa a Towa fijamente, ha sido horrible tenerla alejada durante ese tiempo de él. Aquella cena en que le tomó su meñique y habían compartido un beso por medio de su flauta lo tenía vivido en la piel. Se había enamorado perdidamente de la hija de su mejor amigo, debía ser una locura ya que eso no podía ser, era un hombre mayor a ella que había florecido sin embargo Towa comenzaría a florecer y no deseaba arrebatarle sus sueños, aunque su ser cada noche le pidiera a gritos sentirla, besarla, abrazarla… simplemente amarla. Ese deseo lo llevó a tomar una amante tras otra tratando de olvidar a la dulce albina.
Al salir del evento se dirigieron a la mansión Yagami donde son recibidos por Jaken quien había decorado el comedor con algunas serpentinas de colores, globos de colores y una deliciosa cena. Setsuna ingresa tomada de la mano de Hisui quien la besa amorosamente mientras que Towa sostiene la mano de su pequeño hermano…
—Towa ¿Estas bien?— la joven le sonrió a su pequeño hermano acariciándole su suave mejilla.
—Si Killua… estoy muy feliz…
—Te ves triste…
—Para nada Killua— lo abrazó —Te quiero mucho.
—Y yo a ti hermana…
La albina abraza fuertemente a su pequeño hermano quien percibía la tristeza de su hermana que trataba de ocultar de toda su familia mientras que Towa deseaba retirarse a su habitación ya que no podía controlar su tristeza y sus celos contra aquella mujer que las observaba como si fuera un insecto. Estaba cansada de verlo desfilar con mujer tras mujer que a simple vista se notaba que solo estaban a su lado por quizá una noche de placer y no tratar de escuchar lo que él tuviera que decir o cuáles eran sus sentimientos y sus pensamientos.
Tomaron sus lugares sobre la mesa, tomó asiento junto a su hermano quien le sonríe alegremente y juegan con sus manos. A su lado una silla se mueve haciéndola voltear y encontrarse con esos ojos verdes que la inquietan, sonriéndole.
—Espero que no te moleste que me siente aquí Towa.
—Para nada…— contestó. Killua emocionado observó al pelirrojo.
—¡¿Nos contarás de tus aventuras en altamar?!— Rin le acarició el rostro con ternura a su pequeño hijo.
—Vamos, querido no agobien a Kirin…
—Mi hijo es muy fan tuyo Kirin— comentó Sesshomaru. Sara miró la escena con fastidio.
—Por favor no hablemos de cosas tan triviales— miró a Kirinmaru con sensualidad —Obtuvimos la victoria y eso es todo…— Towa la miró con seriedad.
—Lo siento Sara-San, pero considero que su manera de expresarse es inadecuada— Sara la miró con burla.
—Eres una niña… dudo que entiendas…— comentó de mala gana.
—El conflicto no es una trivialidad ya que muchas vidas se perdieron en una lucha de poder innecesaria y Kirinmaru-San es libre de contarnos lo que le plazca ya que como héroe de guerra puede hablarnos más sobre la paz ya que como una paradoja que existe se dice que si queremos paz se debe preparar para la guerra. El obtener la victoria fue a base de perder amigos y personas importantes— observó a todos los presentes —¿No es así?.
—Muy cierto cuñada— mencionó Hisui —Kirinmaru-Sama siempre dice que la mejor victoria es la que se obtiene a base del trabajo de uno mismo y no de pérdidas humanas— Setsuna sonrió.
—Todos estamos felices de que nos comparta sus enseñanzas.
Kirinmaru observa a Towa fijamente, el escucharla hablar con determinación y una sabiduría mayor que su edad le han seducido algo que creía imposible. Lo que muchas mujeres con las que ha intentado olvidarla no han podido, en ese momento su ser supo que estaría encadenado a un sentimiento que no podría olvidar más…
—Creo que te han dado una lección de madurez Sarita— expresó seriamente. Sesshomaru miró con orgullo a su hija.
—Towa siempre ha tenido un don muy especial y característico de la palabra.
—Excelente observación Towa— exclamó Kirinmaru y Towa sonrió.
—Gracias Kirinmaru-Sama
Se sorprendía de sí misma ya que nunca se había creído capaz de intervenir de tal magnitud como lo hizo hace un momento. En clase le gustaba debatir sanamente con sus compañeros de clase no obstante en ese preciso momento en que sintió las palabras de Sara denigrar a Kirinmaru una furia se había apoderado de ella y por instinto actuó sintiéndose segura. Se enorgulleció de sí misma al saberse culta y digna de debatir con una mujer mayor que a simple vista se veía demasiado tonta. Suelta una sonrisa burlona discreta para comenzar a cenar.
Al terminar de cenar Setsuna se dirige a despedir a Hisui a la puerta, Killua bostezaba repetidamente y frotaba su ojo en señal de que había llegado su hora de dormir. Rin se disponía a llevarlo a su habitación siendo detenida por la albina quien se ofrece a hacerlo, Killua se despide de todos somnoliento y tomando la mano de su hermana salen del comedor caminando hacia las escaleras…
—¿Querías irte Towa?.
—Algo así… me siento algo cansada…
—La novia de Kirinmaru-sama es muy tonta ¿Verdad?— Towa rió.
—No digas eso— le guiñó el ojo —Pero tienes razón.
Ambos sonrieron y al llegar a la habitación de su hermano menor le colocó el pijama para arroparlo dándole un beso en la frente y contemplarlo dormir plácidamente. Recordar las palabras de su hermanito dirigiéndose a Sara como la novia de Kirinmaru era algo que le lastimaba considerablemente. Cuando era niña no entendía qué pasaba en ella hasta que lo volvió a ver siendo adulta, se había enamorado del General Minamino, el mejor amigo de su padre… del hombre que no podría notarla nunca como mujer ¿Qué podría ofrecerle siendo inexperta en la vida? Él había estado en batalla muchos años, había conocido mujeres y antes de regresar al frente viajaba constantemente. Un hombre de mundo y ella una pobre chica que apenas pondría sus conocimientos estudiantiles en práctica en la constructora de su padre.
Con esos pensamientos abandonaba la habitación de su hermano, decidió regresar para despedirse e irse a dormir. Al descender por las escaleras observa a Hisui besar apasionadamente a su hermana al tiempo en que su mano presionaba uno de sus pechos. Towa baja rápidamente la vista y se dirige al comedor para entretener a sus padres ya que si salían del comedor y encontraban a su hermana en esa delicada situación era seguro que se metería en problemas. Sin ver choca con alguien que la sostiene de la cintura provocándole escalofríos…
—Kirinmaru-Sama— vociferó sonrojada levantando la vista.
—¿Estás bien?— preguntó preocupado, colocando la palma de su mano en su frente —Creo que tendrás fiebre… estas muy roja— Towa sonrió con nerviosismo.
—No… estoy bien— se alejó levemente de él —Creo que es la emoción de este día…
—Espera Towa— la tomó de la mano, Towa lo miró sonrojada.
—¿Si?.
—Has crecido maravillosamente…— le acarició la mejilla —Espero podamos conversar más seguido.
—Seguro…
Sentía pena de soltarlo de la mano, era la primera vez que tocaba su mano por completo y por fin su mejilla había sentido una vez más aquella caricia que deseo cuando supo que estaba enamorada de él. Kirinmaru tampoco tenía la intención de soltarla, deseaba en ese mismo instante besarla fundiéndose con el momento infinito que se estaba creando no obstante si Sesshoumaru llegaba a percatarse de ello…
—¿Nos acompañarás?— preguntó mientras la soltaba con cuidado.
—No… Me siento cansada y deseo dormir— hizo una leve reverencia —Que pase una excelente velada con su novia Kirinmaru-Sama…
Se aleja de él dirigiéndose a su habitación ya que no deseaba encontrar una escena que la dejara en evidencia sobre sus sentimientos, Kirinmaru al verla alejarse sonríe levemente para después ingresar de nuevo al comedor con una sonrisa melancólica. Desde la puerta principal, Setsuna observaba la escena y sonríe alegremente sintiéndose feliz y orgullosa de su hermana.
UNA SEMANA DESPUÉS
HABITACIÓN DE SETSUNA
—Mamá y papá saldrán de viaje hoy— dijo la castaña mientras se recostaba en su cama observando su ventana —¿Qué harás?
Su hermana se encuentra observando el jardín fijamente, las emociones guardadas en su pecho no las podía ocultar más tiempo. Aquella noche había decidido callarlas no obstante, su corazón pesaba más y más que se trasformaban en llantos nocturnos. Su hermana se levantó tomándola de los hombros recargando su rostro en el hombro de su hermana.
—Towa… tu ¿Sabes lo que papá haría si se entera?— comentó preocupada. Towa sonrió nerviosamente.
—¿De qué hablas Setsu? No hay nada que…— Setsuna la tomó del rostro.
—Hermana… sabes que nos conocemos mejor que nadie y sé que Kirinmaru-Sama te gusta mucho desde niña te enamoraste de él— sonrió levemente —¿Ya no puedes ocultarlo verdad?.
—Es que yo… no quería Setsu… juro que intenté detenerlo y no pude— dijo desesperada.
—Towa ¿Recuerdas cuando decía que odiaba a Hisui y que sería el último hombre con quien me casaría?— Towa sonrió melancólica.
—Si… lo recuerdo…— respondió.
—Hermana… Quizá un amor platónico está bien, pero es el amigo de papá y…
—Él no se enterará de nada porque no sucederá nada.
Su celular comenzó a timbrar y al sacarlo observa el número de Riku, Setsuna al observar sonríe alegremente y acaricia el rostro de su hermana tiernamente…
—Sal con él… yo me quedaré a cuidar al odiosito— la animó —Arréglate y ve a divertirte. Solo avísame si no llegas a casa ¿Si?— comentó esto último con picardía. Towa la miró apenada.
—Setsuna… solo somos amigos…— Setsuna le guiñó un ojo.
—Así han comenzado relaciones…
La albina responde la llamada de Riku quedando verse en una cafetería de Ueno, se dirigió a su habitación sacando un hermoso vestido hampón sin mangas morado con franjas lilas horizontales, se calzó con unos zapatos de tacón color blanco y se arregló su cabello colocándose una diadema con pequeños diamantes. Se maquilló en tonos duraznos y se perfumó con su aroma favorito de Flower By Kenzo. Tomó su bolso blanco lista para salir, Setsuna la despide en la puerta dándole un abrazo y esperando que su hermana pudiera olvidarse de ese amor que quizá solo la llevaría al sufrimiento, aunque la mirada del albino aquella noche decía más que mil palabras. Suspirando observa a su hermana irse…
—Espero que Riku se confiese pronto antes de que Towa… se percate de que Kirinmaru-Sama la ama
UENO
DEPARTAMENTO DE KIRIMARU
Kirinmaru abre la puerta de su departamento encontrándolo en orden, vestido con su uniforme de general marino perfectamente arreglado y su cabello peinado por una coleta baja ingresa. Se quita la gorra colocándola en un perchero para después quitarse el saco del uniforme dejándose en una camisa blanca con el emblema de la naval…
—No pensé que tendría que hacer cita con mi hermano…
El pelirrojo al escuchar la voz voltea y sonríe levemente. Zero se levantó del sofá acercándose a él.
—Le tuve que decir al portero quien soy y exigirle que me abriera.
—Hermanita eres todo un caso— se dirigió al mini bar ofreciéndole una copa —¿Gustas una copa?— Zero se acercó a él.
—Claro… por lo menos eres considerado conmigo.
—¿Qué te trae por aquí Zero?.
Le ofrece el vaso de cristal con un poco de brandy con hielo, se prepara el suyo mientras que su hermana le da un sorbo a su copa…
—No quería estar sola… Riku salió.
—Vamos Zero…— sonrió —Ya es un hombre y no puedes sobreprotegerlo toda la vida.
—Sé que no… pero esta vez creo que ha hecho una linda elección.
—¿Ah sí? ¿Quién es?.
—A la hija de Sesshomaru— dijo sonriendo. Kirinmaru se detuvo para ver y observó a su hermana sorprendido.
—¿Setsuna?.
—No tonto— sonrió —Towa.
El pelirrojo bebe su trago de un sorbo sintiéndose caer en una catarata gigantesca y su cuerpo cayera sobre enormes piedras que lo destrozaran o ese fue el dolor que sintió al escuchar que su sobrino saldría con la chica que ha sido la causante de sus malestares emocionales por haberse enamorado de ella sin embargo reflexiono en que sería lo mejor ya que él era muy mayor para ella…
—¿Sesshoumaru lo sabe?— preguntó seriamente dejando su vaso sobre la barra. Zero bebió un trago y negó con la cabeza —¿Y entonces? .
—Riku desde hace mucho tiempo que pretende a Towa y aunque son mejores amigos no se ha atrevido a declararse, pero esta misma tarde lo hará…
—Genial por él… harán una bella pareja…— respondió de mala gana mientras se servía otra copa.
—Lo sé… Towa me parece alguien fantástica y a sus 20 años es muy madura…
Las palabras de su hermana eran verdaderas, a sus escasos 20 años Towa era demasiado madura y sus conocimientos eran amplios. Había leído su proyecto de titulación el cual era perfecto como si lo hubiera realizado un profesional y no una novata. Las ideas sobre la publicidad para la constructora de su padre eran más que excelentes y lo que más lo había enamorado son las palabras que pronunció el día de su graduación cuando puso en su lugar a Sara con sabiduría. Bebió otra copa sintiéndose derrotado por no haber admitido lo que había desarrollado por Towa.
CAFETERÍA
Riku vestido con unos jeans negros con una camisa azul clara y una chaqueta de piel color café claro. Ordenó una copa de helado de frutos rojos que tanto le gusta a Towa, sus manos le sudan pues había llegado el momento de ser sincero con ella, desde niños se conocen y sería más fácil hablar. Towa llegó a su lado.
—Hola Riku— se sentó —Espero no haberte hecho esperar.
—Oh no…— sonrió —No tiene mucho que llegue. Te pedí tu postre favorito— Towa lo observó emocionada.
—Helado de frutos rojos— sonrió ——¡Gracias Riku!.
Comenzaron a degustar su postre juntos mientras conversan de los planes que tienen para su vida laboral, Riku al observarla conversar emocionada se embelesa mucho más de la albina con quien compartió guerra de piedras hasta sus amores de Riku sintiéndose cómodo ya que Towa siempre era comprensiva con el…
—Towa ¿Hay alguien que te interese?.
—Riku que audaz— suspiró —Si lo hay… lo conozco desde niña, aunque dudo que yo le interese…
Al escuchar la revelación el joven sonrió ampliamente ya que ambos se conocen desde niños no obstante quería estar seguro de que fuera de él a quien se refería y decidió indagar un poco más…
—Si no te decides averiguarlo nunca lo sabrás Towa.
—¿Crees que debería arriesgarme a decirle lo que siento?.
—Por supuesto— le sonrió seductoramente —Es probable que te lleves una agradable sorpresa.
¿Sería eso posible? Su corazón se llenó de esperanza ante las palabras de su mejor amigo quien parecía en ese momento ser su ángel guardián que le aconsejaba sacar de su pecho todos los sentimientos acumulados por el galante General Marino Minamino, la albina se levantó y sacó dinero de su cartera pagando los helados, se acercó a su amigo dándole un beso en la mejilla y dejándolo sonrojado ante esa tierna acción…
—¡Gracias Riku!.
El joven la contempla sonriendo levemente y con su mano derecha acariciando la mejilla besada por su mejor amiga, conocía que era algo muy poco común en ella abrirse sentimentalmente así que tomó como el beso amistoso como una dulce respuesta de que sus sentimientos eran correspondidos.
Fuera del establecimiento la castaña ingresó a su guía del celular la dirección de Kirinmaru que tomó de la agenda de su padre a escondidas, con el corazón acelerado de emoción observó que se encontraba cerca y sin titubear caminó hacia donde le indicaba la app. Al llegar a un hermoso edificio de cristal el cual observa respirando agitadamente ya que había corrido sin detenerse. Respiró profundamente y con el alma sobrecogida ingresa al interior del edificio, el portero se encontraba charlando con Zero y la albina aprovecha la situación para colarse rápidamente tomando el ascensor. Al llegar al séptimo piso las puertas se abren y desciende buscando el departamento número * al hallarlo coloca su mano sobre su pecho respirando agitadamente, su dedo índice toca el timbre sintiendo su cuerpo estremecerse. Kirinmaru abrió la puerta completamente sorprendido.
—¡Towa ¿Qué haces aquí?!.
—Kirinmaru-Sama— llamó agitada —Yo quiero decirle algo...
—Entra por favor— la tomó de las manos —Estas muy agitada ¿Te sientes bien? ¿Sucedió algo con Riku?.
—¿Qué? ¿Cómo sabe que estuve con él?— la sentó en el sofá.
—Mi hermana me lo comunicó… Ella es madre de Riku— la miró seriamente —¿Te hizo algo?.
—Realmente no… solo me dio el valor…— Kirinmaru sonrió confundido.
—¿El valor?— Towa lo tomó de las manos, tragando saliva y muy decidida.
—Kirinmaru-Sama… yo... Lo amo… lo amo profundamente…
El momento era muy surreal ya que lo último que esperaba escuchar era que Towa se le confesara en ese momento en que él había creído que estaría con su sobrino, nunca había perdido un combate en batalla sin embargo en el amor estaba saboreando la derrota sin esperar este giro tan inesperado en que todo se colocaba a su favor…
—Towa… quizá tú… estás impresionada conmigo y no es amor lo que sientes por mi…
—¡¿Cómo puede demeritar de esa manera mis sentimientos?!
—No lo estoy haciendo Towa… es solo que puedes estar confundida y…
—No lo estoy— interrumpió, sus lágrimas comenzaban a salir —Me es imposible creer que no se haya dado cuenta.
—Towa— la tomó del rostro —Pequeña… óyeme bien… quizá me idealizas por…
Fue interrumpido por un sorpresivo beso en sus labios por parte de la albina quien une sus labios con los suyos esperando ser correspondida, aunque sea con esa dulce caricia si nada de por medio, el pelirrojo la siente temblar y sus manos abandonan su rostro para atraerla a su cuerpo sintiendo por fin su calor unirse al suyo. Finalmente, su lengua comienza a invadir la dulce boca de la albina quien deja escapar un gemido al sentir la lengua del pelirrojo acariciar la suya. Sus labios danzan en la más dulce y sensual caricia del amor aferrándose el uno al otro, ambos estaban dispuestos a darse el todo por el todo en ese momento sin embargo el raciocinio se apodera de la cabeza del pelirrojo quien rompe el beso agitado.
—No… no Towa… esto no puede ser…
—¿Por qué no?— preguntó agitada y melancólica —Ya no soy una niña… usted mismo dijo que he crecido y…
En ese momento se sonrojó extremadamente ya que el raciocinio había nublado su cabeza, era una tonta al haber irrumpido así en su hogar sabiendo que de seguro tenía una relación con Sara, le dio la espalda a Kirinmaru quien la contempla con cierta confusión…
—Lo lamento…— se disculpó apenada —No quería ponerlo en esta situación tan vergonzosa… usted tiene novia y yo…
—Eso no es verdad— Towa se giró para verlo.
—¿Qué?.
—No tengo ninguna relación… Towa la verdad es que yo…
Se acerca a ella tomándola de las manos percatándose del temblor que invade a la albina, sus mejillas sonrojadas le incitan a dejarse guiar por lo que está sintiendo en ese momento y que si no hacía caso se arrepentiría toda la vida, se acercó a ella invadiendo su espacio personal observándola fijamente…
—No quería decírtelo… Towa… la verdad es que desde que te vi crecida me hechizaste por completo si toqué la flauta cuando me viste es porque intuí que lo habías hecho… te di un beso indirecto (Abrazándola) Sí comencé a llevar mujeres a tu hogar es porque quería deshacerme de la idea de amarte… Tu padre es mi mejor amigo y yo…— Towa lo abrazó fuertemente.
—Kirinmaru-Sama ¿Nunca se dio cuenta que yo solo quería estar cerca de usted? ¿Nunca noto mi amor por usted?— Kirinmaru le beso el cuello.
—Claro que lo note… moría por… esto
Lamió sensualmente su cuello estremeciendo a la albina que comenzó agitarse al sentir la cálida y húmeda lengua del pelirrojo recorrerla aspirando el dulce aroma floral que desprende. La albina hunde sus dedos en la sedosa cabellera pelirroja de quien besa apasionadamente a la joven que se entrega plenamente correspondiendo apasionadamente, su interior se contrae violentamente deseando lo desconocido y el fuego en su vientre abrazándola por completo. Kirinmaru se levanta tomándola en brazos y contemplándose a los ojos fija y sensualmente ascienden las escaleras bañados por los colores del atardecer.
HABITACIÓN DE KIRINMARU
El pelirrojo abre la puerta e ingresa con la albina en brazos besándose apasionadamente, sus gemidos son acallados por sus besos dejándose ahogar de pasión y al llegar a la cama se dejan caer lentamente. Se separan contemplándose con una sonrisa amplia y el corazón acelerado, la albina le acaricia tiernamente el rostro invadido por pocas líneas de expresión las cuales le parecen hermosas…
—Esto es… un camino sin retorno— le acarició el labio inferior con el dedo pulgar —¿Estás segura?...— Towa le beso su pulgar, respirando agitadamente.
—S… Si— tomó la mano del moreno colocándolo en su pecho derecho —Lo deseo…
El pelirrojo se acerca dulcemente a sus labios para besarlos apasionadamente siendo correspondido devotamente por la albina quien por primera vez sentía lo que tantas veces Setsuna le relataba que se sentía a flor de piel al entregarse a alguien que se ama. Quizá él le mentía dulcemente no obstante bien valía entregarse al ser amado, aunque fuera por solo una vez, lentamente sus prendas fueron cayendo al suelo entre besos tiernos y amorosos. Kirinmaru creía que aquello que sucedía era por los tragos ingeridos horas atrás en los que intentaba olvidarse que aquella mujer podría ser de su sobrino, sus manos recorren la suave piel de los brazos de Towa quien recostada sobre la cama disfruta de sus besos en el cuello, en sus hombros mientras sus manos se pierden en la cabellera de estrella sedosa…
—Kirinmaru…— llamó agitada, sonriéndole tiernamente.
—Towa… eres tan hermosa y suave— dijo apasionado.
—Solo… esperaba… por ti
Esas palabras llevaron al cielo al pelirrojo quien comienza a besar su cuello con más lujuria al sentirse único para ella, lo que no sintió en brazos de otras personas, su mano derecha comienza a masajear lentamente el seno de la albina escuchándola gemir deliciosamente. Podría comprender porque se decía que en el sexo se conocía el principio y fin de uno mismo, lo estaba conociendo en manos de ese experto hombre. Sus cálidos labios aprisionaron uno de sus pezones succionándolo con delicadeza al tiempo que sus dientes daban ligeras mordidas que le erizan la piel…
—Aaaahhhh… Ki… Kirinmaru.
—Eres… fascinante— expresó mientras le daba besos húmedos.
—Tu… lo eres más… mi amado…
—Amada… Towa— la lamió sensualmente.
Su lengua acariciaba en círculos lentos su pezón haciéndola gemir dulcemente mientras sus manos aprietan el edredón. Cambio al otro pecho besándola sensualmente y su mano derecha jugando con el pezón que había abandonado, sus dedos pulgar e índice los jalan levemente para después la yema del primero acariciarlo de arriba abajo. Sus gemidos son una excitante melodía que lo ha puesto increíblemente duro, deseaba poseerla no obstante quería hacerla sentir amada tal como su corazón la idolatra. Se recuesta a su lado y su mano comienza a descender lentamente por su abdomen deteniéndose en su vientre el cual acaricia por completo con sensual deseo…
—Te mostraré… el cielo— la albina lo tomó del rostro.
—Llévame… a donde quieras
Su mano desciende lentamente acariciando sensualmente su monte de venus agitando aún más la respiración de su amada quien el deseo lo siente palpitar en cada célula del cuerpo y sus poros destilar sensualidad. Era como si en ese momento él no solo la estuviera descubriendo, se está descubriendo así misma y observándolo fijamente a sus ojos verdes le abre las piernas lentamente dándole el acceso a ella sin condición…
—Pu… puede tomarme— expresó sonrojada. Kirinmaru le beso los labios apasionadamente.
—Estás a tiempo… de… detenerte…
—Estoy segura… lo deseo tanto.
Sus dedos medio y anular se deslizan por su primaveral flor que destila el néctar del amor encontrando sus pétalos suaves y calientes. Sus bocas se unen en un beso apasionado mientras la mano de la albina se dirige al miembro viril y palpitante del pelirrojo encontrándolo grueso, grande y con las venas marcadas señal de que se contiene por tomarla. Lo acaricia lentamente de arriba abajo sintiendo en la palma de su mano suave y duro, arrancándole un gruñido de la garganta al pelirrojo quien hunde lentamente sus dedos en la flor húmeda que lo recibe con calidez como la de su sonrisa.
Se desliza tan fácil de arriba abajo al sentir su néctar emanar fluidamente y acallando sus gemidos con sus besos apasionados. El calor envolvente de su amada lo arrastra a la idea de estar a su lado mientras siente su mano moverse de arriba abajo lentamente, en sus ojos hay entrega y deseo al mismo que una determinación de no retroceder. Se alejan para mirarse al rostro encontrando el rostro de la albina con un color rojo mientras que el siente gotas de sudor recorrer su afilado rostro, ella comenzó a acariciar el miembro del pelirrojo.
—Aaaaahhhh…
Ki… Kirinmaru-sama— el moreno extasiado, movía sus dedos rápidamente.
—To… Towa… Te… Amo…
—Lo amo… Aaaaahhhh… lo amo.
Su verdad revelada activo sus cuerpos intensamente siendo sus manos quienes hablarán sobre sus cuerpos moviéndose rápidamente, las yemas de los dedos del pelirrojo acarician su clítoris en círculos deliciosos mientras que la yema del dedo pulgar de la albina acariciaba en círculos su cabeza encontrándose con la humedad que sale del pequeño orificio del mismo. La boca de Kirinmaru cosquillea al desear sentir algo más intenso, se levanta colocándose sobre ella y acomodándose entre sus piernas las cuales acaricia con sus grande y afiladas manos, la albina acaricia con su lengua la de su amado quien mueve sus caderas haciendo que sus sexos se encuentren y erizándolos por completo al simple roce. Abandona sus labios para descender con besos húmedos pasando por su barbilla, su cuello, entre sus pechos, su vientre, su ombligo lo lame lentamente. Sus ojos no dejan de contemplarla ya que no desea perder detalle del placer de la albina quien se recarga sobre sus codos en el colchón para observar a su amado mientras incrédula siente como su lengua entra en su intimidad deslizándose dulcemente de arriba abajo…
—Aaaaahhhh… Ki… Kirinmaru… Aaaaahhhh
Escucharla era más que placentero y comienza a mover con frenesí en espiral haciéndola tener la mente en blanco olvidándose los problemas que le podría traer esta acción y solo estar consciente de lo que su corazón, su cuerpo, la razón al igual que su alma desean fervientemente sintiéndolo acariciar lo que ha decidido entregarle. Succiono su botón de placer con lujuria para después morderlo dulcemente haciéndola gritar de éxtasis observando la habitación con luces de colores y su cuerpo tensarse y relajarse abruptamente cayendo sobre la cama agitada.
Siente el peso del cuerpo de su amado besándola apasionadamente y dándole a conocer su sabor, se aferra a él en un abrazo en el que se funden dos seres enamorados. Sus besos se hacen tan necesarios como el aire que respiraban, la albina siente el hambriento miembro que desea poseerla en el centro de su cuerpo…
—Yo… quiero… hacerte… sentir bien.
—Lo harás… ahora Towa…
Tomó sus piernas para colocarlas sobre su cintura y observándola intensamente deseando hundirse en esa grácil y sensual criatura que lo ama tanto como él. Colocó sus manos sobre el colchón en los costados del cuerpo de la albina quien lo abraza del cuello. Sus ojos buscaban duda no obstante encuentra una increíble determinación y deseo por él, las ansias de mostrarle su amor entregándose de la forma más pura…
—No temas…— la beso dulcemente —Aquí voy…
—Si… ven a mi… Hazme tuya…
—Lo serás eternamente…
Su mano derecha se dirigió a su mástil viril tomándolo para dirigirlo al centro de la albina quien respira anhelante y con cierto temor a lo desconocido sin embargo confía en él, en sus sentimientos verdaderos y en lo que solo el amor podía hacer. Lo siente intentar entrar haciéndola respigar de dolor, lo abraza fuertemente al tiempo en que una embestida certera la atraviesa escuchando un gemido placentero del pelirrojo, dándole a conocer el dolor más hermoso que su cuerpo sintiera, estaba conectada con él en la forma más deliciosa. Él la observó mientras le acariciaba el rostro con suavidad.
—¿Estás bien?— Towa asintió con lágrimas en los ojos y sonriendo.
—Si… estoy perfectamente bien.— Kirinmaru le dio un beso esquimal.
—No… me moveré… hasta que…
—Hazlo… hazlo por favor… quiero sentirte…
—No supliques… siempre lo haré por amor a ti…
—Te Amo… Te Amo…
Las embestidas son lentas, aunque le duele un poco ciertamente puede conocer a conciencia la forma más pura del amor, aquel acto maravilloso que te conecta con la persona amada y que te muestra su lado más sensual y vulnerable. El dolor comienza a desaparecer cada arremetida dándole a conocer el más excelso placer comenzando a gemir placenteramente al sentir como la abre deliciosamente y llega a lo más profundo de su interior. Kirinmaru se siente abrazado por su interior que es estrecho y cálido dándole un placer indescriptible. Ese calor que envolvió su dedo cuando se tomaron de los meñiques lo abrazaba por completo deseando llegar más a su interior y moviéndose frenéticamente embistiéndola sin piedad y escuchando sus cuerpos unirse amorosamente…
—¡¡Aaaaahhhh… Ki… Kirinmaru… Aaaaahhhh!!.
—¡¡Aaaaahhhh… To… Towa… Aaaaahhhh… te siento… mía!!.
—¡¡Aaaaahhhh… soy… tuya!!.
El pelirrojo busca sus labios para besarla mientras apasionadamente siendo correspondido con la misma pasión mientras que se aferra a él con brazos y piernas, sus lenguas se acarician en círculos mientras se besan. Sin desunirse se levantan de la cama quedando Kirinmaru de pie moviéndose aceleradamente y haciendo gritar a la albina placenteramente sintiendo como se amolda a su sexo…
—¡¡To… Towa… olvide el… preservativo!!.
—No… no importa… Está bien... A… adentro… adentro
—Si… si Towa…— le besó el cuello excitado —Adentro… no quiero… salir
Siente las uñas de la albina resbalar por su espalda haciendo que en dos bombeos se derrame en su interior, gritan de placer al acariciar el anhelado edén del amor y se besan amorosamente mientras el sudor de su rostro hace que mechones de cabellos se aferren. Se alejan para contemplarse con una dulce sonrisa.
MANSIÓN YAGAMI
Setsuna se encuentra con el pequeño Killua disfrutando de una película, el celular de la primera comienza a timbrar con una alerta de WhatsApp, al ver el remitente abre rápidamente la conversación…
Towa dice:
No llegaré a dormir, estoy bien hermanita y no te preocupes
La castaña le responde rápidamente con una sonrisa en los labios para después guardar de nuevo su celular en el bolsillo de sus jeans blancos…
—¿Dónde está Towa?— preguntó el pequeño.
—Salió con unos amigos… ella también debe divertirse ¿No crees?
—¡Si! Estaba triste.
—Lo sé…
Esperaba que Riku pudiera hacer feliz a su hermana y se olvidara de una vez por todas del amigo de su padre que era seguro que solo la tomaría a juego o en el peor de los casos su padre no admitiría esa relación y eso haría sufrir a su hermana.
DEPARTAMENTO DE KIRINMARU
HABITACIÓN
Se encuentran recostados sobre la cama tomados de las manos y contemplándose frente a frente mientras se brindan dulces besos. Sus corazones laten al unísono resonando bellamente sintiéndose convencidos de que lo que hicieron era lo correcto…
—Aun no puedo creerlo— rompió el silencio Kirinmaru.
—Ni yo… pero era lo que más deseaba…— él la abrazó.
—Yo también…
La albina lo abraza acurrucándose en su pecho sintiéndose feliz por haber estado con él. Es correspondida con amor y con un beso en la frente de parte de su amado quien estaba dispuesto a correr el riesgo ya que era seguro que Sesshoumaru no aceptaría la relación sin embargo bien valía la pena por Towa que le daba suaves besos en el pecho.
Se quedó a dormir aquella noche a su lado, aquel sueño que creía irrealizable se había vuelto realidad. Dormir en la misma cama bajo las hermosas sábanas blancas de seda y abrazados sintiendo el calor de sus cuerpos. Mientras despunta el alba los primeros rayos del sol alumbran la desnudez de la albina quien se encuentra sobre el pelirrojo gimiendo excitantemente quien la penetra deliciosamente al tiempo en que succiona uno de sus pechos con vehemencia mientras que las manos de Towa se aferran a su cabellera sedosa…
—¡¡Aaaahhhh… Ki… Kirin… maru!!
—¡¡Aaaaahhhh… To… Towa… Aaaaahhhh!!.
Las caderas de la albina comienzan a moverse como si tuvieran vida propia dejando quieto al pelirrojo que siente como lo deja entrar más profundo y tomándola de las caderas. La albina sube y baja lentamente dejándolo conocer más a conciencia su interior para después moverse descontroladamente dándole a conocer la necesidad que tiene por el sintiéndolo llegar a su útero…
—¡¡Aaaaahhhh… mi… miembro… besa tu útero Aaaaahhhh!!.
—¡¡Aaaaahhhh… lo… lo siento… Aaaaahhhh… Aaaahhhh… Te… Amo…!!
—¡¡Aaaahhhh…!!— presionó excitantemente sus glúteos —Te… Amo… Te Amo…
Dos altibajos fueron suficientes para llegar al cielo sintiéndose dueños del uno como del otro. Towa cae agitada sobre Kirinmaru que la abraza fuertemente para besarla apasionadamente en los labios.
Después de desayunar juntos y besarse en los labios apasionadamente se despiden ya que Towa debía regresar a su hogar antes de que se dieran cuenta. Estaba decidida a contarle la verdad a su hermana para después decirles a sus padres. Kirinmaru no la dejaría sola con ello, al llegar a su hogar ingresa por la puerta encontrando a su hermana sentada frente a las escaleras y al verla se levanta para dirigirse a ella, sonriendo y abrazarla fuertemente siendo correspondida por la albina…
—Desperté temprano para saber todo— la albina sonrió ampliamente.
—Setsu… fue la mejor noche de mi vida— la castaña la miró con picardía.
—Veo que Riku te hizo feliz hermana— la abrazó —Es lo mejor para ti… olvídate de Kirinmaru-Sama… él no te haría caso y quizá solo te use para después olvidarse de ti— Towa la miró confundida.
—¿Qué dices?.
—Towa… sé que estás muy entusiasmada con él… pero ahora que estuviste con Riku es mejor que te olvides de él— mencionó preocupada —No quiero ni pensar que es lo que papá haría si se entera— la tomó de los hombros —Tú eres más centrada que yo… por favor… olvídate de él… no debe de ser Towa… no es bueno interponerse en las amistades de los padres y lo tuyo con el seria lo peor que podrías hacerle a padre.
Las palabras de su hermana comenzaron a desvanecer la felicidad de su ser, había actuado por primera vez sin pensar y entregándose al abismo del amor sin pensar en que ponía en juego la amistad de su padre con su amado. Su padre era condescendiente con ellas hasta cierto punto y era claro que este no sería la excepción, se entregó a quien amaba… Era el mejor amigo de su padre quien la vio de niña y la hizo mujer. Tenía su esencia en su interior sin embargo su amor estaba prohibido. Setsuna la observa fijamente deseando que lo que estaba presagiando fuera mentira.
DOS SEMANAS DESPUÉS
CONSTRUCTORA YAGAMI
OFICINA DE LA GERENCIA GENERAL
Kirinmaru, Sesshoumaru y Setsuna se encuentran en la oficina del segundo dándole los últimos ajustes al contrato de acciones que el pelirrojo adquiriría con ellos. Durante esas semanas después de su romántico encuentro, Towa evadía a Kirinmaru sin darle alguna explicación. Consideraba que estaba procesando todo lo acontecido y decidió darle su espacio para ordenarse no obstante el que no le dedicará ni siquiera una mirada o que nunca estuviera cuando visitaba la residencia Yagami era algo que lo estaba carcomiendo por dentro, necesitaba saber sus motivos ya que en algunas ocasiones creía que lo sucedido entre ambos había sido únicamente capricho de la albina…
—Solo firme aquí Kirinmaru-Sama y será uno de nuestros más grandes accionistas— exclamó Setsuna, señalando dónde iría la firma.
—Les agradezco… Aparte de mi carrera naval me gustaría concentrarme en otra cosa…
—Eras muy habilidoso en los negocios amigo así que no dudo que sea esta la excepción.
—Llevaré los contratos a mi oficina… debo archivarlos— dijo la castaña.
—Esta bien hija ¿Dónde está tu hermana?— preguntó Sesshomaru. Kirinmaru miró a la castaña expectante a lo que diría.
—Hace semanas que no veo a Towa-San…— Setsuna sonrió.
—Está con los directores audiovisuales de los comerciales.
El pelirrojo decidió ese mismo día confrontarla, necesitaba saber si lo que había sucedido entre ellos era un error para ella o lo más hermoso como lo es para él. El tan solo pensar en haber sido burlado por aquella insensata joven le llenaba de ira su ser, no obstante el mar le enseñó a ser paciente y sereno. Ese día aclararía todo y podría mostrarle que si ella quería jugar él sabía hacerlo mejor.
OFICINA DE TOWA
La albina se encuentra frente a Riku y Hisui quienes le muestran los nuevos avances de los comerciales y las sugerencias que tienen como directores creativos, pese a poner atención se encuentra sumida en su culpabilidad de haber cedido ante sus sentimientos ya que las palabras de su hermana aun la flagelaban por las noches…
—Towa— llamó Riku preocupado —¿Estás bien?— la albina sonrió levemente.
—Ah sí… perdón… estaba divagando.
—Es inusual que lo hagas— comentó Hisui —¿Te sientes bien?.
—Me encuentro bien… no se preocupen… entonces coloquemos los cambios para mostrárselos a la junta directiva el próximo viernes— Hisui se levantó del sofá.
—Perfecto… iremos a implementarlos— observó al pelirrojo —¿Vamos Riku?.
—Enseguida te alcanzo.
Le guiño un ojo al castaño el cual le responde levantándole el dedo pulgar de su mano derecha, toma su laptop y las carpetas de piel negro saliendo de la oficina, Towa se encuentra tecleando en su ordenador el informen para su padre de su área…
—Viéndote tan concentrada me recuerda a la universidad.
—Esto es el trabajo Riku… debo estar más concentrada que antes— contestó sonriendo.
—Towa… Algo cambió en ti… te ves tan radiante y más hermosa— la albina se sonrojo ante la observación de su amigo.
—No digas esas cosas…
—Hey… mírame un segundo
La albina lo observa con cierta timidez ya que temía que si lo observaba fijamente él se diera cuenta que había estado con su tío. Que estaba enamorada del héroe de su mejor amigo y lo peor de todo era que…
—Towa quiero decirte que…
En ese instante su celular comienza a sonar haciéndolo suspirar frustradamente, la aliviada albina le sonríe levemente…
—Debes atender…
—Esta noche te invito a cenar… necesito hablar seriamente contigo…
—Sea lo que sea yo no lo hice— bromeó y Riku rió.
—Adoro tu sentido del humor.
Se colocó el móvil en el oído saliendo de la oficina de la albina dejándola en soledad y recargándose sobre el respaldo de su asiento dejando escapar un suspiro melancólico del corazón, se levantó del mismo acercándose a su ventana contemplando el atardecer que colorea de naranja la urbe…
—Kirinmaru— colocó su mano sobre su frente.
FLASH BACK
Después de haber hablado con su hermana quien cree que pasó la noche con Riku se encuentra sentada sobre su cama sintiéndose culpable de haber ido a buscar al General Minamino para confesarle su amor. Temía haber impuesto sus sentimientos al pelirrojo quien le pagara con sexo su amor, era mayor que ella y conocedor de muchas cosas que ella ignoraba aún.
Escuchó un automóvil llegar a su hogar y su corazón latió rápidamente al imaginar quién sería, se acercó a su ventana encontrándose con el dueño de su amor descender de su vehículo. Quería correr a sus brazos y preguntarle qué había significado para él esa hermosa noche en su departamento no obstante el ver a su padre salir a recibirlo con un abrazo fraternal le quiebra la voluntad llenándola de culpabilidad al ser la causante de que esa fuerte amistad de muchos años se quebrara por su amor…
—Debo… terminar con esto… no puedo decirle nada… tengo que alejarme de él…
FIN DEL FLASH BACK
—Desde ese día… tuve que alejarme de ti…— confesó llorando en silencio.
Detrás de ella…
—Me gustaría saber tus motivos…
El escuchar su voz le detuvo por segundos el corazón haciéndola contener la respiración, deseaba girarse para lanzarse a sus brazos y decirle cuánto había sufrido estos días sin verlo. No tuvo el valor suficiente, se enjuagó las lágrimas rápidamente, detrás de ella se escucha el sereno andar de su amado para después sobre sus hombros se posen sus afiladas y cálidas manos haciéndola suspirar con emoción, sus labios curvarse en una sonrisa alegre…
—Towa— la llamó susurrándole en el oído.
—Kirinmaru-Sama…— él la giró para observarla.
—¿Quieres decirme qué es lo que ocurre?— Towa bajó la mirada.
—Es que yo…
—No bajes la mirada— la tomó del mentón, hablándole con firmeza —¿Que es todo esto Towa?, ¿Solo estás jugando conmigo?.
—No podría… jamás y menos con usted…
—¿Entonces por qué?— la besó apasionadamente —¿Por qué… te alejas… de mí?.
La albina le corresponde con devoción al beso, sus labios resecos necesitaban de la deliciosa humedad de los besos del pelirrojo quien renace ante la boca dulce y suave de la albina quien lo abraza aferrándose a su cuerpo mostrándole que realmente lo quiere, de sus ojos caen lágrimas y sus sollozos son acallados por el deseado beso. Se alejan y el pelirrojo con sus pulgares enjuaga sus incontables lágrimas…
—¿Por qué lloras así?— preguntó preocupado, dándole besos en la frente —¿Qué te hace sufrir tanto?.
—No… no podemos seguir con esto… no es correcto y no está bien.
—¡No puedes hacerme esto Towa!— exclamó molesto —Creí que eras lo suficientemente madura para tu edad y me encuentro con que eres una mocosa insolente que solo quería probar el sexo.
Su mejilla siente el ardor de una bofetada, la albina lo observa fríamente ya que ese reclamo era como un latigazo a su ser. No había entendido sus sentimientos y los confundía con un simple deseo sexual. Los ojos verdes del pelirrojo la observan fríamente, pero imploran…
—¡¿Cómo se atreve?!— vociferó molesta. Kirinmaru la tomó del los brazos con firmeza.
—Es lo que demuestras con tu actitud— respondió. Towa se soltó con brusquedad y se alejó de él.
—No es así— se abrazó a su misma —Usted es el amigo de mi padre. Su mejor amigo de muchos años… si él se entera de esto podré meterlo en problemas.
—¡No pensaste en ello cuando fuiste a mi departamento!.
—¡Ya sé que es mi culpa!— contestó desesperada —Y por eso mismo yo…
Es abrazada por la cintura para después ser tomada de su rostro girándolo levemente para encontrarse con los labios del pelirrojo quien le brinda el más apasionado beso. Comienza a comprender el porqué de su comportamiento lo que le llena de culpabilidad ya que el siendo mayor debió poner un alto a todo esto no obstante también se había enamorado de ella perdidamente y ese sentimiento no deseaba detenerlo más. Al alejarse la abraza fuertemente besándole la mejilla apasionadamente…
—Towa ¿Por esa pequeñez te atormentas?— la albina colocó sus manos sobre las de él disfrutando de los besos.
—¿Te parece una pequeñez?.
—Si… en este momento yo puedo gritarle a Sesshoumaru que Te Amo… no temo a nada si bien vale la pena por tener tu amor.
—Papá podría…
—No tengo miedo Towa— interrumpió sonriendo levemente —Si aún no estás lista para que pueda decirle a tu familia que nos amamos podemos tener una relación furtiva.
—No es justo para ambos…
—Será por el tiempo en que preparemos a Sesshoumaru para decirle la verdad. No quiero separarme de ti.
—Ni yo… tampoco.
Se besan tiernamente sintiendo la calidez de sus sentimientos recorrer su cuerpo tornándose apasionado y sus manos comienzan a buscar la forma de desnudarse desesperadamente. El saco color negro de Kirinmaru cae al suelo junto con el saco azul marino de la albina seguidos por la camisa blanca y rosa de ambos sintiendo el calor que emana de sus pieles que se buscan con desesperación. Se dejan de besar mientras respiran agitadamente y Towa comienza a desabrocharle el cinturón, el pelirrojo baja la cremallera de la falda que cae junto con ella quien en sus manos lleva el pantalón y el bóxer del pelirrojo dejando al descubierto su erección…
—Es… tan hermoso— dijo agitada.
—No… no puedes arrodillarte… no soy digno de una diosa arrodillada…— contestó y Towa se acercó más a él.
—¿Ni… para esto?.
Abrió su boca sensualmente dejando salir su lengua acariciando lentamente el largo del miembro viril del pelirrojo quien deja escapar un gemido de su garganta empujado desde su vientre. La humedad, suavidad y calidez de la dulce lengua de la albina lo invade torturándolo deliciosamente. En la cabeza comienza a lamerlo como si fuera un helado que degusta fervientemente…
—¡¡Aaaahhhh… Towa… Aaaaahhhh!!.
Verla arrodillada ante él con un hermoso coordinado color vino le daba un toque sensual como si fuera una uva esperando para ser degustada. Sus yemas de los dedos que se sienten como plumas comienzan a acariciar sus testículos delicadamente haciéndolo agitarse y enloquecer mientras que sus labios recorren su miembro de arriba abajo lentamente haciendo que por su medio conozca lo que prueba con su boca. Besa húmedamente sus testículos delicadamente mientras acaricia de arriba abajo rápidamente con su mano…
—¡¡To… Towa… detente… o…!!
—¡Hazlo… hazlo mi amor… Quiero… probarte!!.
Ante la sorpresa de su amado metió su miembro a su boca moviéndose rápidamente recorriéndolo excitantemente y dejándolo entrar hasta donde le es posible por su tamaño. El pelirrojo toma su rostro embistiendo su boca que lo enloquece haciendo que tenga la mente en blanco y termine en su boca. La albina siente la esencia caliente invadirla mientras respira agitadamente, lentamente sale de su boca dejando caer semen por sus comisuras y devotamente lo traga para después con su lengua limpiar la cabeza con lamidas lentas…
—Es… delicioso.
El pelirrojo siente que su cabeza da vueltas al escucharla degustar su esencia y lamerla una vez más. Desea devolverle el dulce favor que la levanta del suelo besándola en los labios apasionadamente y llevándola a la mesita que se encuentra en la oficina donde la coloca sobre ella en 4 haciendo que su pecho se encuentre con la suave superficie de la madera y sus caderas queden en alto. Toma asiento en el sofá que está frente a la misma acercando su rostro al centro de su cuerpo expuesto a él. Baja con sus dientes la panty escuchando la respiración agitada de la albina y dejándola a media pierna. Su flor sonrosada se encuentra húmeda palpitante de deseo por él quien comienza a brindarle besos húmedos en sus glúteos…
—¡¡Aaaaahhhh… Ki… Kirinmaru-Sama!!— el pelirrojo recorría sus labios en el glúteo derecho de la albina.
—Solo… Kirinmaru…
—¡¡Kirinmaru… aaaahhhh!!.
Con sus dedos pulgares comienza a masajear lentamente sus labios vaginales haciéndola apretar los puños y ahogar un gemido ya que podrían escucharlos, aunque su oficina se encuentra alejada del bullicio de la empresa. Gustaba de trabajar en silencio, aunque en este momento desearía que nadie escuchara lo que ocurría…
—Estas… muy tensa— expresó mientras la masajeaba. Towa lo miró agitada y sonrojada.
—E… Es que yo…
—Arreglaremos esto…
La masajea excitantemente de arriba abajo y en círculos haciendo que la albina vuele hacia el espacio sideral uniéndose con el infinito llevándolo a él de la mano. En ese instante siente su lengua penetrarla lentamente y sin poderlo evitar grita de placer al sentirlo moverse traviesamente en su interior…
—("Me… me está devorando") Aaaaahhhh…
Sus manos masajean sus glúteos en círculos excitantes y sus caderas comienzan a moverse deseando más de él…
—Mas… más rápido… Aaaaahhhh… Más rápido Kirin.
El pelirrojo sonríe internamente al escuchar el diminutivo de su nombre el cual es bastante ridículo para su gusto no obstante dicho por la voz de su amada y estando en excitación era lo más hermoso que escuchaba que accedió a sus deseos de penetrarla con la lengua con rapidez mientras sus dedos pulgares recorren de arriba abajo llenándose de la humedad deliciosa de la albina…
—¡Me… me vengo… Kirin… ¡Aaaaahhhh!.
—¡Dámelo… estoy sediento de ti!.
Su lengua comienza a recorrerla por completo en lamidas lujuriosas haciéndola derramarse en sus labios bebiendo fervientemente su elixir de pasión. La llena de besos húmedos mientras la albina respira agitadamente haciendo para atrás sus manos y siendo encontradas por las de su amado quien las acaricia lentamente.
Los gemidos y sentirla llegar le habían dado la fuerza suficiente para tomarla haciéndola sentir lo que todas las noches desde que estuvieron juntos. Towa se encuentra de frente a la puerta de su oficina, sus pechos desnudos son aplastados por la misma y sus manos sobre ella se deslizan lentamente mientras es embestida excitantemente por el pelirrojo quien con sus manos sostiene las suyas…
—¡¡Aaaaahhhh… Aaaaahhhh… Kirin… Te… Amo!!.
—¡¡Te Amo… Towa… ¿Lo… sientes? Aaaaahhhh!!.
—¡¡Lo… Lo siento… Aaaaahhhh… Aaaaahhhh!!.
Las manos afiladas de su amado envuelven las suyas así como ella envuelve su masculinidad contrayéndose violentamente por el placer, en ese instante un par de golpes se escuchan…
—S… ¿Si?— respondió agitada.
—Hija… nos vamos a casa— Towa trataba de contener sus gemidos.
—A… i… iré después… te… tengo… tra…bajo.
—Towa ¿Estás bien?— preguntó Setsuna preocupada.
Kirinmaru le besa la mejilla apasionadamente mientras una de sus manos comienza a masajear su seno izquierdo y la yema de su dedo índice juega con el pezón con movimientos de arriba abajo…
—Si… Si… Es que… tengo… hipo…
—No olvides beber agua querida… nos vemos en casa.
—No te atragantes con el agua hermana— vociferó Setsuna con picardía.
Towa se sonrojó por el comentario de su hermana melliza, era seguro que se imaginará que estaba ocurriendo no obstante ni se imagina con quien está. Kirinmaru sale de ella girándola rápidamente para tomarla en brazos y recargarla en la puerta, la albina toma su miembro y lo introduce de nuevo en su interior siendo embestida rápidamente por su amado quien le besa el cuello…
—No… te haría esperar Towa.
—Ni yo a ti.
Se besan en los labios mientras sienten su unión aún más a flor de piel y que no habían interrumpido su sesión de amor pese a la interrupción. La estrechez lo enloquece invitándolo a moverse rápidamente, las manos de la albina se aferran a su hombro y su cabellera sedosa color fuego mientras gime lujuriosamente de tenerlo dentro y en la última embestida lo siente derramarse en su interior deliciosamente. Sus labios se buscan para besarse apasionadamente mientras sus esencias se mezclan volviéndolos uno solo con el infinito. Sus corazones latiendo armónicamente. Lentamente se separan sonriéndose amorosamente y dándose un dulce beso esquimal.
Desde ese momento da inicio su amor clandestino donde se citan en lugares alejados para salir a caminar por el parque de Ueno donde de la mano comparten un helado, van a remar para darle de comer a los patos o a cenar a restaurantes lujosos donde el pelirrojo le muestra comidas internacionales que la albina degusta. Van al mirador a recostarse sobre el carro observando el cielo estrellado, el pelirrojo le cuenta los lugares que ha conocido y lo que sintió en alta mar mientras estuvo en la guerra…
—Algunas veces me despierto con pesadillas de ver morir a mis compañeros o al enemigo— confesó con serenidad. La albina le acarició dulcemente su pecho.
—Debió ser terrible ver todo eso y comprendo porque en ocasiones no te gusta hablar de ello— se colocó sobre él mientras le acariciaba el rostro —Pero debes sacar ese dolor que tienes… pronto despertaremos juntos y cuando tengas pesadillas yo te consolare.
—Towa… eres la única que entiende cómo me siento… que no me ves como el héroe que el emperador cree que trajo la paz al país… con las manos manchadas de sangre— expresó rencorosamente. Towa besó su mano.
—Estas manos… no están manchadas de sangre… saben amar… saben trabajar sin las armas… saben navegar. Eres más que un héroe… eres un hombre sabio… un hombre que solo quiere vivir… aprendiste lo malo de la guerra viviéndola y siendo víctima de su fiereza, pero aun así no perdiste tu esencia… no eres malo Kirin… Te Amo tanto.
Lo besa apasionadamente en los labios y los brazos del moreno la rodean entregándose a ella como cada que tienen oportunidad de amarse. La luna llena los alumbra mientras que el auto comienza a moverse al ritmo de su amor. El aire acaricia sus pechos expuestos mientras que la albina se mueve de arriba abajo excitantemente dejando entrar al pelirrojo en su interior quien tiene sus manos sobre sus pechos presionandolos lujuriosamente y sus gargantas dejan escapar sus gemidos. Nunca se imaginaron hacerlo sobre el automóvil a la intemperie en la soledad del mirador haciéndolos llegar al edén de la pasión.
HABITACIÓN DE TOWA
La albina se encuentra sobre su cama escribiendo poemas para su amado ya que pronto sería una fecha especial para él dónde le propuso acompañarlo a un lugar especial para él. Debía pedirles permiso a sus padres de no llegar en dos noches a dormir a casa sin embargo no encontraba qué pretexto sería el indicado…
—Últimamente papá y mamá no han salido de viaje— se dejó caer en su colchón —¿Cómo le haré para escaparme con Kirin?...
—¿Qué dijiste?...
CONTINUARÁ…
