RÍO: STRAY.

Por fin, el gran día ha llegado. Bienvenidos a esta nueva historia 100% Rio que, espero, les sea de su agrado. Hoy empezaremos con el prólogo para meternos un poco en el contexto de esta historia. Que lo disfruten.

Prólogo

(Nos remontamos a la escena final de Rio 2, más concretamente después de los diálogos finales entre Blu y Perla).

Pov de Priscila

[Rol de narradora de esta historia]

Después de la fiesta del Carnaval, en el Amazonas, y tras el fin de los taladores, todo era armonía y paz en la amazonia. Ambos bandos de guacamayos (rojos y azules) volvieron a unirse después de años estando separados, y durante los siguientes meses Blu y su familia disfrutaban del Amazonas. Muy seguidamente salían a pasear por la selva y, al mismo tiempo, explorar zonas desconocidas y especies nunca antes vistas, como la raza spix-amarilla o verde, donde incluso nacieron guacamayos únicos: uno era un híbrido entre el clan rojo y azul, el cual fue aceptado por ambos clanes, y había otra que, de forma inexplicable para algunos científicos y expertos, nació con plumas de un vivo color lila.

Y así fue pasando el tiempo, la población siguió creciendo y las especies inusuales también. Hasta que un día, unos ecologistas crearon un proyecto de una civilización 100% ecológica, en el área de los taladores. Tras diversas charlas, se llevó a cabo y, en unos meses (7), se levantó la civilización ecológica y futurista. Llegó el año nuevo y un nuevo inicio, donde Perla, tal cual como se lo dijo a Blu, decidió que volverían a Rio, aunque no definitivamente ya que habían encontrado su hogar. A pesar de esto, Blu se sentía algo melancólico por todos esos momentos vividos desde que llegó salió de Minnesota. Al final, aceptó que irían de vez en cuando a Rio de Janeiro, así que partieron rumbo a Rio, donde gozaron y revivieron bonitos recuerdos. Pero las cosas estaban empezando a salir mal en la civilización (que por mas habitable que era aun no estaba al 100% lista), ya que la acumulación de basura hizo que se tuviera que construir androides que se comieran la basura

Ah, ¿no les dije que también hay androides en ese lugar, y que tienen sentimientos gracias a un programador brasileño que ganó el premio nobel por eso mismo? Bueno, ahora lo saben. Pero, a pesar de esto, de forma inesperada la población pasó de treinta mil a cinco mil androides con vida, ¡la vida humana se había extinguido!

La familia Gunderson, al volver, vieron una cúpula gigante que no habían visto antes, pero no le tomaron mucha importancia. Habían pasado dos años y llegaba san Valentín, y Blu quería hacer algo (ya que, el primer año en la amazonia, fue un paseo mientras estaban en Minnesota y hizo un mini album de fotos), pero había sufrido un golpe ligeramente fuerte en su ala (durante un entrenamiento), y digamos que no podía volar correctamente. Aun así, no quería defraudar a su amada y aquí estamos actualmente…