En el gran salón, los shinobis se reunían poco a poco, el salón era elegante y llamativo además de cálido, Sasuke veía aburrido el lugar, estando sentado en unas de las mesas redondas asignadas para la familia uchiha.

Estaba viendo a su preciosa hija vestida de un lindo vestido celeste cielo, muy lindo y tenía su cabello negro sujeto con un moño blanco mientras hablaba sonriente con su amiga Akimichi.

Y su esposa, usaba un vestido rosado largo y elegante mostrando su desnuda espalda mientras también hablaba con la Yamanaka y su marido.

Veía de reojo como algunos hombres volteaban a ver a la pelirosada, se sentía molesto como esos insensatos clavaban la mirada a su esposa, aunque su relación con ella estaba yendo mal, ellos no tenían derecho de comérsela con la mirada.

Desdé que llegaron a esté salón, las dos lo dejaron solo como un trapo, lo hicieron vestir con un esmoquin negro además forzosamente de peinarlo mostrando su rinegan, era algo incomodo pero se acostumbro enseguida ignorando las miradas de algunos.

Miraba buscando a su Sarutobi mientras ignora a las personas que lo veían pero se encuentra con unos pares ojos azules de un cierto Hokage rubio.

Naruto lo saluda teniendo una expresión de sorpresa mientras se acercaba. El rubio usaba también un esmoquin pero anaranjado y usaba la capa hokage ¿Quién diablos usaría algo así? Por lo menos vestía elegante pero algo llamativo.

–Teme. No me esperaba verte en está fiesta. –Dijo sorprendido el Hokage. Parándose en frente del azabache.

–No molestes, Dobe. – Dice avergonzado, esto no era lo suyo, no le seria raro que su amigo se sorprendiera al verlo aquí en especial vestido de está manera.

– ¿Sabes? Te ves bien, me alegra mucho de que hayas venido. Es raro verte bien arreglado. –Dice burlón sabiendo que la apariencia del Uchiha fue gracias a Sakura-chan y Sarada.

–Que molestia, vete a atender a esos invitado de haya. –Dijo molesto el Uchiha señalando la entrada y fulminando al rubio, que sonreía divertido.

–Hablamos luego Teme, te veré luego. –Dice sonriéndole y alejándose del azabache mientras se dirigía a saludar a los Kages.

Suspira aburrido y se sirve una copa de Sake, lo tomaba mientras veía a su alrededor, se preguntaba si ella aparecería, básicamente esa fue la razón por la que vino y tener que aguantar a las personas y el aburrimiento con solo estar cerca de ella o verla.

Parezco un acosador. –Piensa sirviéndose otra copa de Sake, no era frecuentemente un bebedor pero esto lo tranquiliza y relaja más para soportar dichas molestias.

Luego nota como el Kazekage se acercaba a saludar a Sakura, veía con atención los gestos de esos dos, Sakura se había sonrojado y le sonreía dulcemente a ese pelirrojo que le había devuelto la misma sonrisa ¿Abra algo entre ellos? Si es así mejor.

Mejor él que cualquiera, dé todos modos su matrimonio ya era un desastre. Y parece que el Kazekage si estaba interesado en Sakura eso lo podía notar con solo verlo como la miraba y se acercaba cada paso más cerca de ella, por lo menos tal vez ese cabeza de fósforo pueda hacer lo que él no pudo mantener, hacerla sonreír.

Desvió su mirada con molestia, no quería seguir viendo, era mejor no hacerlo o sino tendría que intervenir como aria cualquier esposo. No sentía mucho por Sakura pero le hervía un poco la sangre con solo ver esa pequeña interacción.

–Soy un necio. No te merezco para nada. – Dice en susurró sintiéndose molesto consigo mismo. Ha intentado mejorar la relación pero siempre terminaba arruinándolo.

Pasaron ya media hora y la Sarutobi no a aparecido, ¿Qué la estará retrasando? Se levanta de su asiento y va al pasillo dónde no había nadie, Va a ver si ella aparecía, ya que todos estaban en el salón escuchando un discurso del Hokage, voltea hacía otro pasillo hasta que una hermosa joven de un vestido corto de color rojo y guantes largos del mismo color choca contra él, casi caía al suelo ella pero se endereza y ve que esa preciosa chica era Mirai, con un lindo brillo labial en sus labios dando un ligero tono rosado muy atractivo. Se veía hermosa.

–Mirai.– Dice sorprendido viendo de arriba y abajo a la joven ahora sonrojada, ella se veía tan atractiva con ese vestido, mostrando unas esplendidas y provocativas curvas además de sus piernas largas y majestuosamente sensuales. Intenta enfriar su mente traidora e Intentando controlar su impulso de no agarrarla e intentar no comérsela ahí mismo, Aunque en su mente no sonaba mal esa idea.

–Sasuke-san. – Dice bajo y sorprendida.

Mirai estaba ya que moría de vergüenza no esperaba que Sasuke viniera, ya que pensó que él odiaba venir en estos tipos de eventos.

Lo mira también de arriba y abajo, viendo lo guapo que se veía él con ese esmoquin negro entre abierto, con camisa gris oscura y corbata negra además de que él estaba peinado mostrando su Rinegan y su precioso rostro sin todo ese estorboso pero hermoso pelo negro azabache cubriéndole la mitad del rostro.

Se muerde el labio intentando no acercarse y acariciar su bello rostro y caer en la tentación, el Uchiha se veía tan apuesto, la verdad demasiado, cualquier chica se enamoraría de él.

–Es tan guapo. – Dijo con voz suave hasta que cedió cuenta que lo ha dicho en voz alta, ganándose una mirada sorprendida del mayor.

¡NO! ¡¿Por qué dije eso?! ¡Maldición! ¡Y justo enfrente de él! –Piensa avergonzada mientras se sonroja intensamente.

– Te ves hermosa también. – Responde con voz ronca y suave el Uchiha sonriéndole con una hermosa sonrisa cautivando a la adolescente.

Ve que el azabache daba unos pasos acercándose a ella, podía ver como la comía con la mirada, pudo sentir un cosquilleo hormigueante en su vientre, ¡Maldición! Ese hormigueo le hacía sentir rara. Luego siente como el brazo del Uchiha sin previo aviso se deslizaba en su cadera queriendo acercarla a él mientras se inclinaba cerca de su rostro pero por impulso se aparta de él mirándolo, estaba sorprendida y avergonzada por casi caer en su encanto.

– ¡Yo… Me voy al salón! –Dijo rápido pasando al lado del Uchiha y dejándolo atrás yéndose al salón.

Podía sentir su mirada clavándose en ella, ahora su corazón palpitaba frenético. Trajo con sigo su abrigo ya que estaba nevando. Lo cuelga en un muro dónde había más abrigos y chamarras. Aquí dentro está cálido y agradable.

Al entrar al salón se calma un poco y ve a las personas reunidas cerca del Hokage. Veía lo bien vestidas que estaban algunas chicas tubo suerte de toparse ayer con Ino y Sakura que la ayudaron a elegir un lindo conjunto de vestido, usaba zapatos platinados de tacón corto ya que con los largos no se llevaba bien.

Podía sentir algunas miradas de unos hombre en ella, se sintió incomoda, no está acostumbrada ser observada hasta que ve a Shino hablando con su primo Konohamaru con un esmoquin azul marino y Hanabi con su Kimono precioso amarillo con dibujos de hojas otoñales y un moño marrón claro.

El Clan Hyuga si que son serios con sus tradiciones y tan elegantes. –Piensa acercándose a ellos, por lo menos sentirse cómoda.

Sasuke entraba de nuevo al salón y se sentaba cómodo en su lugar, viendo entretenido a la Sarutobi hablando.

Creo que valió la pena venir. – Piensa ansioso viendo cada movimiento de la Sarutobi mientras en parte miraba con odio a los chicos que daban su atención hacía Mirai y babeaban ante lo sensual que ella vestía.

–No es apropiado vestirse tan bien en una fiesta como está, llenos de inútiles pervertidos. – Murmuro celoso mientras se servia otra copa de Sake.


Luego del discurso del Hokage y de otros todos fueron sentándose en las mesas asignadas, Mirai para su mala suerte del destino, le toco sentarse juntos a la familia Uchiha y justo al lado de Sasuke.

Sakura y Sarada hablaban amistosamente con ella animándola hablar alegre aunque le costaba concentrarse.

En parte el Uchiha miraba de reojo a la Sarutobi y escuchaba sus risas incluso le divertía verla tensarse que cada vez que rozaba la pierna de ella con el suyo, podía sentir que el Sake le estaba dando efecto, había ignorado la protestas de Sakura de no beber demasiado.

–Sasuke-kun, puedes no tomar de más, te va hadar una resaca horrible mañana si sigues así. – Dijo Sakura regañando molesta, viendo que el comportamiento de su esposo estaba siendo inapropiado y extrañamente más en la forma en que incomoda a Mirai mirándola mucho tiempo hasta ponerla nerviosa. Se sintió avergonzada de que su esposo sea un terco y más inmaduro en estos momentos y la forma en que actúa con Mirai la avergüenza.

Hum… ¿Habrá sido buena idea haber convencido a Papá en venir? –Piensa Sarada viendo algo entretenida en la pequeña discusión de sus padres, ya está algo a acostumbrada en verlos así, se levanta de la mesa y se va a estar con sus amigos en las otras mesas.

– Sakura, no me digas que hacer. Molestia. – Gruño serio el Uchiha.

– Eres una causa perdida. –Dijo resinada y un poco dolida, era obvio que él no la escucharía y más estando medio ebrio.

Mirai estaba muy incomoda ante la tensión del ambiente de estás dos parejas y más estando en medio de ellos sin saber que hacer o como actuar. Sintiéndose claramente incomoda, se levanta de su asiento llamando por sin querer la atención del matrimonió.

– Me retiro al tocador. –Dice rápido volteando y yéndose.

Sasuke ve como ella se alejaba yéndose a la salida, decide hacer lo mismo desapareciendo rápidamente dejando sola a Sakura.

–No tiene remedio. – Piensa soltando un suspiro creyendo que su marido se había ido a casa mientras sentía un nudo en la garganta.

– Tendré que hablar seriamente con él.–Dijo bajo hasta que Gaara se sentó al lado suyo sorprendiéndola.

El toma su mano y leda una mirada seria pero amable calmándola. y le sonríe apretando su mano también.

El Uchiha es un idiota.– Pensó el pelirrojo viendo la mirada jade sin mucho brillo.


Por otro lado Sarada veía con fascinación a los cuatros Kages, ahora estando sola con Mitsuki, Chuchou y Boruto, estaban en la mesa de banquete al otro lado del escenario.

Mitsuki estaba pensativo y lo raro es que no estaba al lado de Boruto como siempre y no hablaba de él, eso le resultaba extraño a Sarada.

– ¿Tu padre aún está de acosador con Mirai-san? –Pregunto curioso e indiferente a la azabache, había observado de lejos al Uchiha desaparecer, de seguro en busca de la Sarutobi que se había retirado.

–Yo no diría acosador, diría obsesionado o creo que tal vez siente algo por ella. No sé. –Dijo soltando un suspiro de fastidio, ella había notado y visto como su padre perseguía a Mirai últimamente, sentía lastima por ella.

– Mitsuki ¿Qué tal si olvidamos del tema y nos concentramos en la fiesta? – Dijo viendo la multitud de adultos.

–Bien, vamos con los demás entonces. – Dice amable tomando de la mano a la azabache y haciendo que ella se sonrojase mientras asentía y le correspondía con una tímida y dulce sonrisa.