-No puedo creerlo, en serio Mousse?-preguntó con coquetería la chica de cabello corto.

-Oh, le juro que pasó exactamente así. Fue una batalla muy difícil para nosotros.-respondió el chino ajustando sus lentes con el dedo índice.

-Te creo, definitivamente, es que eres muy fuerte.-dijo jugando con su cabello la otra chica de largo cabello castaño.

-Sí, me encanta la definición de tus brazos-añadió la primera chica tocando a gusto los bíceps de Mousse.

-Gracias, estimadas clientes. Bien, en un momento les traigo su orden.

-Y no te podemos pedir a tí?-preguntó la de cabello corto apoyándose en la mesa

-Sí, pero para llevar-la secundó su amiga guiñándole un ojo

Mousse parpadeó agitando las pestañas con incredulidad pero antes de que cualquier palabra llegara a sus labios sintió como su mano era tomada por Shampoo.

-Mousse no está en el Menú-declaró la amazona con un tono de voz que él nunca antes había escuchado

- Disculpa, eres su novia?-preguntaron ambas chicas con cierto nerviosismo en la voz

Shampoo entrelazó sus dedos con los suyos y levantó su mano mostrando el anillo en su dedo.

-Soy su esposa-respondió orgullosa- Y si solo vienen aquí a molestar...

-Vamonos-se dijeron las amigas una a la otra y salieron de ahí como alma que se lleva el Diablo.

-Shampoo-intentó disculparse él por haberse quedado platicando sobre sus aventuras de juventud en China

- Ya lo sé-lo interrumpió su prometida- Tú no hiciste nada. Pero Mousse es solo de Shampoo-afirmó dándole un rápido beso en los labios.

-Shampoo donde están los encurtidos?-preguntó desde la cocina su abuela

-Ya voy abuelita!-gritó ella y se alejó moviendo las caderas para disfrute de Mousse.