BESO NEGRO

PAREJA: Remus Lupin / Severus Snape


Si había algo que Severus Snape tuviera, además de mal humor con sus alumnos, cabello grasiento (por una posición protectora, en su intimidad realmente era bastante suave) y nariz ganchuda. Eso era un buen trasero.

Remus Lupin lo sabía de sobra.

La primera vez que lo notó fue cuando en su quinto año sus amigos casi le quitan los calzoncillos, ya se había disculpado y sido disculpado por ello, debajo de su ropa interior se intuía un pedazo de trasero apetitoso, sin embargo en esos momentos no podía expresarlo.

Ahora era otra historia.

Ahora eran pareja y podía adorar ese espléndido trasero todo el tiempo que quisiera. Bueno todo el tiempo fuera del horario de clases, ya que como maestro de pociones y jefe de Slytherin, Severus tenía obligaciones que cumplir y él mismo las tenía como profesor de DCAO; además de que su pareja tenía cierta reputación entre sus alumnos y él no la mancharía, esa época había pasado. Pero en su habitación…

En su habitación podía hacerle un altar a ese hermoso trasero. No muy grande, firme, en forma de corazón invertido, con la porción de carne adecuada para que lo pudiera masajear y morder a su antojo.

Y eso es lo que hacía en estos momentos, estaba adorando el trasero de su pareja.

Ambos se encontraban desnudos en la cama de sus habitaciones, el pelinegro estaba de rodillas y apoyando su torso en la cama, presentando su firme trasero a su pareja.

Remus estaba igualmente desnudo hincado detrás de Severus con ambas manos masajeando sus redondas mejillas, separando las para dejar a la vista su rosada entrada. Su cara, de hecho estaba enterrada entre esas dos nalgas que tanto amaba y su lengua exploraba el interior de su amante.

Con la punta de su lengua rodeaba el ano de Severus para luego introducir solo un poco, luego repetía el proceso. Poco después con la parte plana abarcaba toda la entrada, saboreandolo; bajaba a los testículos, los metía en su boca y luego regresaba al esfínter cada vez más relajado.

Esa actividad era de las favoritas de la pareja, les daba una intimidad como ninguna otra. A Lupin, que sabía que era el único al que Severus le había dejado hacerle aquello, le llenaba el alma saberse digno de tal confianza y amor por parte de su pareja.

Severus, solo se había sentido con la confianza y las ganas de hacerlo con Remus, y que a este además le encantará adorar su parte trasera con tal ímpetu, lo hacía mil veces mejor.

El pelinegro movió sus caderas para presionar más en la cara de su amante y este entendió. Remus metió por completo su lengua y lo lamió desde dentro, cerró sus labios sellandolos alrededor de su entrada y luego procedió a besarlo, a comerlo, a tener todo de él.

Poco tiempo después lo comenzó a follar, a follar solo con la lengua, los sonidos de humedad no se hicieron esperar, acompañado de los gemidos, jadeos y peticiones por más de parte del pocionista, a lo que él licántropo correspondió con fervor.

Cuando el castaño notó que su pareja quería llevar una de sus manos a su polla para masturbarse la apartó, no lo dejaría tocarse, no hoy. En su lugar llevó uno de sus dedos detrás de sus testículos para estimular la próstata por fuera y esa acción junto con el inmenso placer que le estaba dando hicieron que Severus se corriera intacto.

Aún bajaba de la nube de su orgasmo cuando Remus se incorporó un poco para dejar su polla a la altura de su entrada abierta, solamente lo rozó, sin entrar en él y se masturbó furiosamente hasta correrse manchando con su semilla ese hermoso pedazo de Severus.

Sí, en sus habitaciones es donde podía mostrar su adoración por esa parte de su pareja.


NOTA:

Hoy no tengo mucho que decirles, salvo que mi horario de trabajo ha sido cambiado y es posible que uno que otro día no pueda publicar debido a esto.

Pero estén seguros que terminaré el Smuttober.

Les quiero.