Harry Potter le pertenece a JK Rowling.
Pareja: Draco Malfoy y Hermione Granger
Capítulo 10: Reencuentro
Hermione Granger estaba sentada junto a Scorpius Malfoy, a ella le sorprendía que el joven de 18 años hubiese reaccionado tan bien ante la noticia que ella y el padre de el Draco Malfoy, estaban saliendo.
Hermione y Ron se divorciaron hacia poco más de tres años. La Ministra de magia sabía que a muchos les sorprendía su nueva relación.
Aún se estaban conociendo, no tuvieron la mejor relación en el pasado, lo perdonó con el tiempo, incluso trató de apoyarlo cuando años atrás murió su esposa, Astoria Malfoy la madre del joven rubio de ojos grises que estaba apoyando a su padre.
Draco Malfoy se había ausentado un par de semanas, había ido al mundo Muggle por asuntos de negocios. El actual Patriarca de los Malfoy había amasado una nueva fortuna trabajando en el otro mundo. Muchos miraban incrédulos como el señor Malfoy era reconocido y apreciado en el lugar al cual el le tuvo repulsión en el pasado.
Scorpius le ofreció una tasa de té mientras esperaban ansiosos que él regresara. Hermione debía reconocer que era divertido esperar a Draco acompañado de el joven de cabello rubio y ojos grises.
Puesto que los dos compartían ideales entre sí. Los dos tenían predilección por leer el libro "Historia de Hogwarts". Además el chico era bastante agradable, muy diferente a lo que alguna vez fue Draco en su juventud.
-Mis padres me educaron de manera diferente. Le dijo mientras esperaban que Draco entrara por la chimenea.
-Lo sé, Scorpius. Tú eres muy diferente.
-Me alegra que usted haga feliz a mi padre. Mamá siempre quiso que si ella faltaba un día, el volviera a enamorarse. Gracias a usted por ser esa segunda oportunidad en su vida.
Hermione se sonrojó por el comentario, a pesar de que no llevaban tanto tiempo de conocerse de esa manera, Hermione siempre supo de la existencia de Scorpius, sobre todo el enamoramiento que el tenía por su hija Rose, y que el la admiraba demasiado por la inteligencia que tenía aunque ella había nacido de muggles.
Scorpius fue el primero en festejar su relación con Draco porque el había notado que su padre tenía sentimientos encontrados por la recién divorciada Ministra. Ron el padre de Rose se había ido a Rumania a pasar una temporada con su hermano Charlie.
Mientras que Hugo y Rose se habían quedado en Inglaterra.
La nube de hollín anunció que Draco había vuelto. No solía ir solo a trabajar en el Londres Muggle, tenía trabajadores en aquel lugar, había prometido llevar en algún futuro a sus dos guardaespaldas.
-¡Hola! Saludo a su hijo y a la mujer que lo esperaban.
-¡Padre! ¡Me alegra tanto verte! Scorpius corrió a abrazar al rubio mayor.
Hermione sonrió mientras esperaba su turno para ser ella quien lo saludaría. Se acercó a él y le dio un tierno beso en la frente.
-Hola Leona. Saludó mientras notaba que ella lo veía con desaprobación, Draco adoraba molestar a Hermione.
A Hermione habían veces donde le daba pena que la llamara de aquella forma ya no estaban en Hogwarts, Draco ya no era aquel niño arrogante que conoció y ella ya no tenía el cabello despeinado, desarreglado como un arbusto.
-Hola Dragón. -Respondió ella abrazándolo con más fuerza- ¿Qué tal tu viaje?
-Cansado. Los empresarios y yo llegamos a varios acuerdos que nos benefician ambos.
-Si gustas podemos comer, cociné algo para ti.
-¿Los elfos te permitieron usar su cocina?
-Scorpius fue quien los convenció que me dejarán entrar en ella, son muy celosos.
-Así son ellos. Pero claro, vamos Hermione. Aprovechó el momento para besarla.
Se sentaron a comer mientras conversaban de que la próxima vez podrían acompañarle tanto Scorpius como Hermione, al rubio menor le emocionó la idea ya que nunca había tenido la oportunidad de ir, aunque si iba debía guardar su varita y no decirles muggles a las personas, sobre todo no podía mencionar que era mago.
Scorpius estaba dispuesto a ir y obedecer a su padre. Le llamaba la atención ese mundo, quizás antes de seguir sus estudios mágicos podía irse un tiempo a ese mundo.
Hermione tomó de la mano a Draco de nuevo se sentía segura a su lado. El acercó su mano a su boca proporcionándole un suave beso.
-Te extrañé mucho Draco.
-Y yo a ti, Hermione.
Habían pasado muchos años desde que su primer encuentro en los pasillos de Hogwarts, e incluso pasaron años antes que volvieran a conversar supieron por los periódicos de su vida. El primero en casarse fue Draco pero la primera en tener una hija fue Hermione.
Se volvieron a ver cuando en la estación sus hijos partieron juntos a Hogwarts.
Incluso se volvieron amigos después de aquella aventura que vivieron en el cuarto año de Scorpius, Albus y Rose.
Habían pasado por tantas cosas, sabía que aún les quedaba un gran camino que recorrer. No le importaba la opinión de los demás ella estaba feliz de tener esa oportunidad que se negaron tantas veces en el pasado.
Uno era recordado por ser un ex mortífago y la otra era una heroína de guerra. Uno era un sangre pura y rico. La otra era una nacida de muggles, no eran ricos pero si acomodados.
Uno había sufrido rechazo social y la otra había sido amada por todos los medios.
Desde que iniciaron su relación fue el inicio de una nueva aventura para ambos, excepto cuando Draco se iba por semanas. Lo extrañaba demasiado pasaba tiempo con sus hijos y por las noches iba a cenar con Scorpius.
Por eso cada vez que estaban juntos aprovechaba al máximo ya que en algún momento el volvería a viajar, pero tal y como le había dicho los llevaría. Esa vez ella no estaría ansiosa por su regreso ni estaría al pendiente de su retorno. Podía poner a alguien más a cargo en lo que regresaba, tomaría vacaciones. Eso estaba decidido.
Draco sonrió mientras la abrazaba contra su pecho. Estaba feliz por regresar a su hogar con su amada Hermione, acomodó la pequeña caja de terciopelo en su ropa, en la cual llevaba un anillo de compromiso.
Aunque aún era demasiado pronto para decírselo.
