Día 11: Protocolo

-… Simplemente maravilloso…-

Una sonrisa tranquila se formó en el rostro de una mujer pálida, de cabello rubio ondulado que le llegaba al hombro. Vestía un uniforme y una bata blanca, en donde tenía una pañoleta amarilla atada al brazo. Sus ojos gris claro, ocultos por el visor amarillo que usaba, estaban fijos en la información que se estaba recopilando en la computadora frente a ella.

-¡Izanami, querida!- el jefe de la mujer, un hombre mayor de contextura delgada, también usando un visor amarillo, se le acercó sonriendo- ¿Cómo va nuestro pequeño experimento nocturno?-

-MetalFantomon está haciendo un buen uso de los amplificadores que le entregamos- sonrió Izanami, apretando unos botones para que apareciera en la pantalla una ventana más.

En la ventana se podía ver a lo lejos al digimon encapuchado en medio del cielo nocturno, absorbiendo los datos que primero entraban a la esfera de cristal en su esquelética mano.

-Ah. Una maravilla. Tan solo uno de nuestros amplificadores no solo permite que MetalFantomon expanda su habilidad más allá de los limites, sino que, antes de que los datos sean consumidos por él, una copia de estos se traslada a nuestra base de datos- sonrió encantado Deimos, haciendo resplandecer por unos momentos su diente de oro- Y el cómo está usando esos dos amplificadores para engañar a todos...- soltó una leve risita, entretenido.

-Sí… Aunque según al información, no es suficiente- le informó Izanami.

-¿No hay suficiente energía?- alzó las cejas Deimos, sonriendo sorprendido.

-Sí… La nave de Salamandra necesita de una fuente de energía más estable. Conseguir los Code Xros de los niños suena a una buena opción, pero sería demasiado complicado- sonrió Izanami.

-Por eso optamos por el concepto inverso al Code Xros. Estos provienen de la capacidad de soñar de los humanos, y los que les permite conectar con los digimon. Lo contrario a esto, son precisamente las pesadillas- asintió Deimos, contento con la teoría.

-Es por eso que MetalFantomon es perfecto- sonrió Izanami- Pero al parecer el poder digital de las pesadillas no se compara al poder de un Code Xros puro…-

-Oh, ¿entonces es un experimento fallido? Tendré que activar el Protocolo de eliminación…- suspiró algo decepcionado Deimos.

-Creo que no. Dejemos que Jäger y el Xros Heart jueguen un rato. Según los informes que nos ha enviado Salamandra, parece que ellos están trabajando en conjunto. Me gustaría ver cómo resuelven esto y si pueden descubrir a MetalFantomon- aseguró Izanami, tomando un sorbo de su café-… Además, toda energía es bienvenida, aunque sea en poca cantidad- agregó, sonriendo tranquila, mirando como en la pantalla el digimon oscuro absorbía los datos que la esfera de cristal en su mano le ayudaba a recopilar.