Capricho
Tom Riddle/Draco Malfoy
—Draco, márchate —le dijo Tom apartando por segunda vez a Draco.
Pero Draco volvió a su regazo, a frotar su bonito trasero contra entrepierna. Tomarle como becario había sido un favor hacia Lucius, un viejo amigo que andaba de capa caída.
Recordaba a Draco de niño, un niño muy caprichoso y muy bonito. Ahora era un recién graduado igual de bonito e igual de caprichoso.
—Hoy no te la he chupado y sabes que todo va peor si no me dejas chupártela en todo el día.
Tom acarició el pelo rubio y corto de Draco. No tenía tiempo, malditamente no tenía tiempo, tenía una reunión con un cliente de Tokio en menos de 5 minutos y no le daba tiempo.
—Después —dijo Tom, y el gesto torcido de Draco le hubiera hecho gracia en otro momento. ¿Quién era el maldito jefe de quién?
Ni siquiera Draco era su secretario, era solo un becario, y allí estaba sabiendo que iba a hacer lo que él quisiera.
—Quédate ahí callado y espera a que acabe mi reunión. —Draco le acarició el pelo oscuro que comenzaba a blanquear por las sienes.
Tom seguía siendo un tipo muy atractivo, aún podía mirar al hombre que quisiera y llevárselo a la cama. Pero hacía meses que solo se llevaba a uno, o más bien ese uno lo arrastraba a los lugares más rocambolescos que su cabecita pervertida ideara. Y mentiría si dijera que no le gustaba.
Draco tocaba unas teclas dentro de él que jamás hubiera pensado que estuvieran afinadas. Nunca toleró menos que la perfección en sus relaciones, hombres sumisos y capaces, Draco lo único que tenía de sumiso era cuanto le gustaba chupar su polla y poner su culo, pero de nuevo Tom no podría decir quién mandaba sobre quién.
A decir verdad, sí lo sabía, pero le costaba aceptarlo.
Draco le besó, tres minutos. Maldición.
Pero cuando abandonó sus rodillas creyó que lo había conseguido, sería una distracción pero al menos no lo tendría encima.
Se equivocó, Draco se escurrió entre sus piernas, quedando de rodillas en el pequeño hueco entre ellas y la mesa del despacho.
Cuando se lamió los labios se temió lo peor.
Tom era un empresario temible, adquiría empresas en bancarrota y las devoraba hasta expulsarlas de su boca en mil pedazos con altos beneficios.
Y allí estaba, mirando con horror y excitación a solo un joven bonito que empezaba a desabrochar su bragueta.
Un aviso en su ordenador lo sacó de su locura, 1 minuto para la reunión.
—Draco, sal de ahí.
—No, quiero chupártela y voy a hacerlo. —Y para demostrárselo se metió su carne medio dura en la boca, arrancándole un siseo.
La señal del inicio de la reunión hizo a Tom reaccionar.
—En silencio, Draco —le ordenó y el joven asintió sin dejar de tragarle.
—Buenos días, caballeros, le agradezco su tiempo, no nos llevará mucho, se lo aseguro.
Draco sonrió sabiendo que iba a disfrutar cada segundo de esa reunión mientras se masturbaba a sí mismo. No mentía, las cosas iban peor si no tenía ese trozo grande y caliente en su boca al menos una vez al día.
Draco casi no recordaba a Tom, solo era un niño. Pero había escuchado mucho sobre él en su casa. Su padre lo odiaba, lo odiaba con toda su alma.
Se había aprovechado de que Industrias Malfoy atravesaba un mal momento y les brindó su ayuda. Tom era conocido como una serpiente que nunca perdía la ocasión de engullir a su presa.
Su ayuda fue un caramelo envenenado, se quedó con todo y les devolvió una par de migajas con las que mantenerse escasamente.
Y todo había sido completamente legal. Lucius no había sido capaz de levantar cabeza tras aquello, generaciones de Malfoy habían trabajado en algo que había sido destruido.
Lucius quería venganza y ahí entraba Draco, le suplicó a Tom que aceptara a Draco como ayudante, como su mano derecha para que aprendiera el negocio. Y ese maldito le había dado un mero trabajo de becario. Hacer fotocopias y llevar café.
Pero Draco era mucho más inteligente que eso, Draco había estudiado a Tom, lo había visto follarse al tipo que quisiera, homosexual o no. Y supo que nadie le llevaba la contraria.
Draco estudió su perfil, y comenzó a crear su personaje. Fue solo un comentario dicho al azar, lo recordaba caprichoso, un bonito niño caprichoso. Y Draco se convirtió en la versión adulta de un caprichoso y necesitado amante.
En dos días tenía a Tom en su mano.
Y a Draco le encantaba tenerlo en su mano, en su boca, en su culo. El personaje le devoraba a veces, otras su personalidad irrumpía tomando el control.
Lo tragó todo lo profundo que pudo y aquello lo llenó de un placer que a veces, le hacía sentir mal. Draco odiaba lo que ese hombre representaba, odiaba lo que le había hecho a su familia. Pero disfrutaba hasta puntos desquiciantes que fuera suyo.
La gran mano de Tom lo empujó haciendo que tragara toda su polla hasta la base chocando contra su pubis.
Draco tosió, atragantado y loco de placer corriéndose sobre los carísimos zapatos italianos del rey de los negocios.
Sintió como era liberada su garganta pero como chorro tras chorro Tom le cruzaba la cara con su semen.
Draco abrió el ojo que había quedado medianamente libre de su líquido espeso y se encontró con la dura mirada de Tom.
Draco sonrió y se relamió. Tom lo miró fijamente, era atractivo, muy atractivo pero también letal, era casi un arma cargada contra su persona.
Sintió la caricia en su mejilla, suave y cálida.
—Sal de ahí, y límpiate y ahora sí, quédate calladito.
Aceptó la mano de Tom, y los pañuelos de papel que le daba. Pero antes de marcharse a su sitio en uno de los sillones laterales, Tom lo acercó y lo besó.
Draco lo tenía, lo tenía completamente, ahora solo tenía que hundirlo y sabía cómo hacerlo.
Lo vio soltarlo y adquirir de nuevo su tono frío y profesional.
—Disculpen por la interrupción, hemos tenido un problema técnico —dijo Tom a los clientes que había dejado al otro lado de la videoconferencia.
Draco se sentó y miró al hombre que debía pagar por lo que le había hecho a su familia.
Quizás el personaje lo estaba devorando también a él, porque pensar en separarse de Tom comenzaba a resultarle complicado, muy complicado y molesto.
No había escrito en mi vida un Dratom, pero fue una petición especial de mi amiga LadySol09 y mira, aquí está y a mí personalmente me ha encantado hacerlo.
Sí que es verdad que solo los imagino en un total AU, pero bueno, me ha gustado.
¿Qué opináis?
Hasta mañana.
Besos
Shimi
