DIGIMON 2023

DIGIMON 2023

El destino está en sus manos…

Por: Ariadna

Cap 5: Historias del pasado.

Ya habían quedado de juntarse todos el día sábado, pero Taichi no pudo esperar y le pidió a Izzy que se reunieran en la misma vieja plaza en la que se reunían cuando eran pequeños.

Koushiro llegó temprano y respiró la nostalgia del ambiente. Luego de un rato de espera, el hombre se distrajo y de pronto una mano se posó sobre su hombro.

-¡AHHH!

-jaja, Izzy, no puedo creer que aún caigas en lo mismo… - bromeó el hombre que lo había asustado.

-hum, y ahora si puedo empezar a preocuparme de que me dé un ataque al corazón contigo cerca, Tai. – respondió Izzy, reconociendo inmediatamente al otro hombre.

Y es que Taichi Kamiya no había cambiado nada, mismo corte de pelo, y misma mirada llena de energía, y como era común en él, una enorme sonrisa cubría su rostro.

-tiempo sin vernos ¿eh? Y ni viejo te ves… - comentó Tai.

-tú tampoco estás nada mal… aunque un corte de pelo te vendría bastante bien a estas alturas, tienes el mismo peinado que hace 24 años. – hizo notar Izzy, sabiendo que el pelo era un tema de importancia para su amigo.

-¡mi pelo está bien como está! – dijo Tai, con voz herida, pero aún bromeando.

Luego de un rato de más bromas respecto a su apariencia, decidieron sentarse bajo la sombra de un viejo y enorme árbol.

-de pronto comencé a echar de menos a Agumon de nuevo… - murmuró Tai, algo melancólico.

-si… yo extraño a Tentomon también, el regreso a Odaiba trajo muchas memorias a mi cabeza… me pregunto cómo irá todo en el Digimundo…

-¡deben de estar bien después de todo lo que pasamos para salvar ambos mundos! – exclamó Tai, mientras miraba hacia el Sol del mediodía.

-mmm… ¿con los demás mantienen completo contacto? – preguntó el pelirrojo.

-bueno, más o menos… de Matt siempre sabemos por las revistas, y porque sus hijos viven aquí, a veces se los lleva a las giras pero casi siempre están en Odaiba, con su madre.

-¿qué? ¿Matt se divorció?

-no realmente, pero su relación no va del todo bien, aunque dice que no piensa divorciarse, supongo que no quiere que sus hijos pasen por lo mismo que él… - Tai se toma un momento antes de continuar. – Sora y Mimi son grandes amigas, por lo que siempre se ven y por ende Joe y yo también, pero él se la pasa ocupado, aunque nunca he ido a ver exactamente donde trabaja, ya sabes que no soy un fanático de los hospitales…

-¿todavía?

-si, todavía. Bueno, ahora Davis está en la ciudad de vacaciones, ya que en la última temporada de fútbol se lesionó la pierna y no puede jugar por un buen tiempo. Incluso iba a ser llamado para la selección nacional, pero no pudo.

-se debe sentir horrible por eso.

-si, ya lo creo. Pero el ver a sus viejos amigos parece subirle el ánimo. Je, lo curioso es que cuando llegó a la casa de visita mi hijo no se la podía creer, y es porque él es su ídolo.

-que irónico, el fan n° 1 de Tai Kamiya es ídolo n° 1 del hijo de Tai Kamiya, jaja. – Izzy se rió de buena gana. – fuera de eso, ¿Davis ya tiene una familia?

-no, me a contado sobre unas cuantas novias, pero no parece haber encontrado el remplazo adecuando para Kari…

-y a propósito de Kari, ¿cómo está ella?

-bien, extrañamente metida en el mundo de las comunicaciones y la prensa. Sora cuida de Karu, su hijo pequeño, a veces. TK se volvió profesor, como Sora, y es que ambos adoran a los niños…

-¿y qué hay con Yolei, y Jun, y Ken y Cody?

-hey, espera un momento, aún no me has dicho nada de ti. Para empezar, ¿quién fue la desafortunada que tuvo contigo cuatro hijos?

Izzy bajó la vista por un momento, y luego sonrió tristemente.

-nadie. Tai, esos niños no son míos.

********************

La sala de segundo de secundaria. La primera clase después del almuerzo. Joshua y Kotomi entran juntos con un minuto de retraso.

-¿qué los demoró tanto, Ishida e Izumi? – preguntó el profesor.

-es que… estabamos en el sector de primaria, señor y bueno…

-hum, tiene suerte de que aún no haya comenzado la clase, pueden ir a sus asientos.

-gracias.

Ambos chicos corren y se instalan en sus respectivas sillas al tiempo en que el profesor escribía sobre la pizarra la fecha de '1999'.

-bien, hoy les hablaré de lo ocurrido hace 24 años atrás, cuando uno de los hechos más extraños de la historia ocurrió, y del cual aún no se tienen respuestas…

********************

-¿cómo que no son tus niños? – preguntó Tai, confundido.

-es complicado de explicar, ¿por donde empiezo…?

-por el comienzo estaría bien. – exclamó su amigo, claramente intrigado.

-bueno… ya sabes que cuando me fui a EEUU viví cerca de Michael… pues Michael tenía una novia y bueno, ella y él eran muy felices juntos...

-¿y eso qué tiene que ver?

-dejame explicarte. Michael y yo nos volvimos grandes amigos, y Wallace y yo fuimos sus padrinos de bodas. Tiempo después su mujer, Sarah, se embarazó. Lamentablemente Michael sufrió un accidente y luego de unos días en el hospital murió, y el bebé aún no había nacido. Para peor, Sarah no pudo pasar del parto y murió dando a luz.

-oh, por Dios, eso es terrible.

-lo sé, ese bebé no tenía a nadie, porque sus abuelos maternos no quisieron en primer lugar que su hija se casara con Michael, y el padre de éste me pidieron que yo me hiciera cargo del niño… - Izzy hizo una pausa. – bien sabes, Tai, que yo soy adoptado, por lo que simplemente no pude negarme.

-¿y quién de todos es el hijo de Michael?

-Alexander.

-¿y que hay con los otros?

-historias parecidas. Luego de que Sarah muriera, me mudé ha Nueva York para que Alex viviera cerca de su abuelo paterno, ahí también vivía Wallace, quien encantado me ayudó a criar del pequeño en cuanto podía…

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-el año 1999 fue un año con extraños cambios climáticos, los polos se derretían fácilmente por el Sol, las lluvias inundaban los desiertos. Nunca se pudo descubrir las razones del porqué de tales cambios, pero siempre se lo relacionó con lo que pasó aquí, en Odaiba. A principios de Agosto de ese año, la gente comenzó a 'ver' cosas, monstruos, gigantescos monstruos con apariencia animal, que se transformaban, peleaban y luego desaparecían misteriosamente. – un par de chicos en la clase no pudieron evitar reírse de buena gana, incluyendo a Joshua, pero el profesor los calló con la mirada. – no es gracioso, pequeños. Yo estuve ahí y también vi uno de esos monstruos. – las risas acabaron. - Como decía, al principio solían desaparecer, pero luego decidieron hacerse públicos, y comenzaron a atacar a la gente, ese día fue el 3 de Agosto de ese año…

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-Un día, como dos años después, Wallace llegó a mi casa cargando con un niño de unos cuatro años, que encontró solo en la calle. El niño le había dicho que estaba ahí desde ayer, por lo que lo llevamos a la policía para ver si encontraban a sus padres. La policía dijo que no había recibido ningún llamado por un niño perdido con sus descripciones. Nos quedamos con el niño hasta que se diera el plazo para que apareciera la familia, pero nunca llegó ese momento. La policía nos explicó que era muy probable que ese niño haya sido abandonado a propósito, y que tendrían que ponerlo en un orfanato. Con el tiempo que estuvimos juntos comenzamos a encariñarnos con él, y a Alex parecía gustarle, por lo que pedí la adopción. En realidad no fue gran problema porque yo ya estaba trabajando y bueno, no es por presumir pero mi situación económica es muy buena también, así que desde entonces me hice cargo de dos niños. Aún tengo la sensación de que los padres de Joshua aparecerán un día pidiéndoles que les devuelva a su hijo, pero es un riesgo que tomé y del cual no me arrepiento.

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-y fue así, como ese demonio al que todos los demás monstruos llamaban Myotismon hizo que llevaran a toda la población de Odaiba hacía al gran Mirador.

-¿se refiere al que es monumento nacional?

-el mismo. Miles de personas, casi toda la población de la ciudad estaba atrapada ahí. – el profesor hizo una pausa antes de seguir, y se sonrió así mismo, ya que había logrado intrigar a todos y cada uno de los estudiantes de su clase. – la desesperación llegó cuando los niños fueron separados de los adultos…

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-wow! Siempre creí que eras un buen chico, pero te pasaste, hombre… - comentó Tai, mirando con cierto orgullo a su amigo. – digo, adoptar a dos niños sin tener a alguien que te ayude…

-estaba Wallace…

-si, pero me refiero a que tienes muy buen corazón Izzy, yo apenas puedo con el hiperkinetico de mi hijo, y eso que tengo a Sora con la mitad del trabajo…

Koushiro se sonrojó notoriamente, era extraño ser elogiado tanto.

-¿y dime, qué pasó con las dos niñas?

-mmm… bueno, con Conny fue algo distinto… ya habían pasado un par de años, cuatro exactamente, Joshua ya tenía ocho y Alex seis, cuando me ofrecieron un trabajo aquí en Japón. Debo reconocer que ya echaba de menos mi hogar, y me estaba hartando de 'la gran manzana', con todo ese ruido… además, pensé que sería interesante si los niños conocieran donde nací y también a mis padres, así que volví. – Izzy se detuvo un poco avergonzado. – y pues… cuando llegamos a Kyoto… nos perdimos. El avión había llegado con retraso y no lograba ubicar por teléfono a mis padres para que me dijeran donde quedaba su casa. Nunca antes había estado en ese Kyoto, por lo que aunque tuviera la dirección aún era difícil… al final terminé llevando a los niños a una estación de policía para que nos dieran indicaciones, o que nos llevaran ellos, o al menos para poder descansar, era bastante tarde y los niños tenían sueño… cuando vi a una pequeña niña, de no más de tres años, sentada sola en un rincón. Su ropa estaba cubierta de sangre y nadie parecía prestarle atención, por lo que me le acerqué y traté de ver si todo estaba bien. por suerte, la sangre no era de ella… luego le pregunté a uno de los policías que estaban cerca qué pasaba con ella, y me dijo que sus padres habían sido asesinados recién, en un asalto…

Taichi quedó pálido. Las historias de esos niños no eran nada simples. Ya le había pasado una vez cuando Izzy había decidido hablarle sobre sus padres, pero esto parecía mucho peor, Izzy era más pequeño cuando sus padres tuvieron ese accidente, y no lograba recordarlos… pero a los tres años ver la muerte de tus padres puede marcar tu vida para siempre…

-lo… lo siento, yo… no debí preguntar… - se disculpó.

-no, está bien, te enterarías tarde o temprano de todas maneras… y es que cuando los vean el sábado todos harán preguntas…

-si, pero si quieres yo hablo a los demás y les digo que no hablen de tema, digo, no quisiera que esos niños se sintieran incómodos, o tristes, o…

-está bien Tai, no es necesario que hagas todo eso. – agradeció Izzy, mostrando una pequeña sonrisa. – los niños ya se han acostumbrado, o por lo menos lo intentan. No deben mentir al respecto, sino enfrentar sus problemas, lo han hecho bien hasta ahora y lo seguirán haciendo, y si se sienten mal, lo hablan conmigo o con uno de sus hermanos, más que más, todos pasamos por lo mismo…

-no solo les brindas un hogar y cariño, sino que además intentas que no sufran por lo que tu sufriste, que no les pase lo mismo que a ti ¿eh? Dios, ¡deberían nombrarte santo! – bromeó Tai, dándole unas palmadas en la espalda a Izzy. - ¿quiere decir que todos saben sobre su pasado? ¿Incluso Alex?

-si, nunca le mentí al respecto. Al principio él no entendía lo que era un padre adoptivo, y tuvimos unos cuantos problemas cuando se enteró lo que quería decir, pero Joshua estuvo ahí para ayudar, al igual que Wallace. No me gusta mentirles, ni siquiera con un tema como ese.

-¿y qué pasó con Conny?

-pues, al igual que con Alex, ella no tenía parientes que cuidaran de ella, por lo que no pude evitarlo, y decidí adoptarla también. Joshua dice que fue porque siempre quise tener una niña…

-¿y así no más? ¿Te dejan adoptar tres niños? ¿Qué no hay reglas para eso? – preguntó Tai, dudoso.

-claro que hay reglas, pero de nuevo, mi posición social, mis papeles al día y mis referencias ayudaron bastante. Todos en corte se dieron cuenta de que estoy cuidando bien de ellos, y lo mismo hicieron con Sae…

-pero, ¿cómo quedó Conny luego de saber que sus padres…?

-según ella no vio nada, porque vino un hombre a rescatarla. Y al parecer ese hombre, imaginario o no, hizo que aterrizara en la estación de policía, y cuida de ella en las noches, cuando tiene pesadillas. Ella siempre dice eso, que 'aquel hombre de ojos profundos' la salva siempre en sus sueños, y que me la entrega a mí en los brazos… - Izzy calló, mirando al suelo, el recordar las palabras de la pequeña siempre lo hacía sentir mejor…

-sé que tal vez no debo preguntar, pero ¿y Sae?

-pues… con ella tengo una sensación extraña, difícil de explicar… hace cinco años, un año y medio después que volviera a Japón, un día que aún no recuerdo con exactitud me topé con un grupo de niños de un orfanato, y la vi. Ella me miró también y algo me dijo que tenía que verla de nuevo. Conseguí el nombre del hogar donde estaba y al verla de nuevo finalmente me decidí a adoptarla…

-¿así no más? ¿Porque sí? – Tai no comprendió.

-es que tuve la sensación de que la necesitaba y… aún no estoy muy seguro…

-¿y qué hay con sus padres?

-ni idea, nunca se supo que pasó con ellos. Ella dice no recordar nada de antes de llegar al orfanato.

-extraño… - Taichi murmuró.

-ya lo creo…

Hubo un momento de silencio, interrumpido por Tai.

-hey! ¿Cómo es que nunca nos contaste nada de eso? Si Alex tiene doce años quiere decir que supiste de lo que pasó con Michael y su mujer cuando aún te comunicabas con nosotros. ¿Por qué no nos dijiste nada?

-no lo sé… sabía que Mimi quedaría muy afectada por la muerte de Michael, y supongo que también me daba vergüenza decirles que era padre adoptivo, además que debo reconocer que por un momento creí que tener a Alex solo iba a ser temporal, y si se los decía se harían ilusiones… y también estaba Akari…

-¿quién es Akari? – Tai no soportaba saber tan poco de los últimos 16 años de la vida de Izzy.

-una antigua novia. Se vino conmigo con una beca también, pero al tener que cuidar a Alex las cosas no resultaron, según ella nunca sería una buena madre… lo último que supe es que al mes después ella había regresado a Japón.

-¿y no nos contaste NADA de eso?

-ya te dije que no quería que se hicieran ilusiones. En esos momentos todo se estaba moviendo en mi cabeza, mi trabajo, las muertes de Michael y Sarah, cuidar de Alex, terminar con Akari, mudarme a Nueva York… esos años fueron un desastre, y pensaba contárselo todo cuando tuviera mi mente más clara, pero luego el tiempo pasó y perdimos el contacto… hasta ahora…

********************

-y así fue, como de pronto, todos despertamos de ese extraño letargo y vimos en el cielo la figura de un nuevo mundo, justo en el cielo, como a punto de caernos encima. Nadie sabía que hacer… los monstruos volvieron a aparecer por el mundo entero. Ese extraño fenómeno en el cielo es algo que a nadie jamás se le olvidará. Extrañamente, nadie lo comentó nunca más, y es que algunos prefirieron creer que había sido un sueño, otros creyeron en la locura temporal, jaja, unos incluso declararon que una bomba atómica cayó sobre Odaiba y que su gas hizo que imagináramos cosas… otros simplemente creyeron que si no se hablaba del tema, no volvería a ocurrir.

-¿pero y qué paso? – los chicos estaban ansiosos, parecía como si su profesor les estuviera contando una historia de terror.

-una luz brillante y multicolor apareció desde el cielo, y horas después, el cielo se volvió negro y se vieron más monstruos. Lo siguiente que supe es que volvió a amanecer.

-¿qué? ¿Eso no más?

-hay versiones de gente que estaba más cerca de aquella luz que dijeron ver ocho niños introduciéndose a esa luz. Niños menores que ustedes, de diez u once años, y que fueron ellos los que estaban con esos monstruos en la batalla final, y luego dijeron que apareció un enorme tranvía volando desde el cielo que trajo a aquellos niños de vuelta. Esa historia nunca pudo ser comprobada porque de esos niños nunca más se supo… bueno, hasta un par de años después… pero eso es algo que les contaré en otra ocasión, ya terminó la clase.

-aaaauuuuuhhh – lamento general.

-jeje, sabía que terminaría gustándoles esta historia, así que mañana les traeré un video documental donde quedaron grabados parte de los hechos. Hasta entonces, pueden retirarse.

Cada alumno salió de la sala con una sonrisa intrigada sobre el tema. Joshua esperó a que Kotomi terminara de guardar su cuaderno.

-¿tu qué crees, Kotomi? Es primera vez que escucho una historia tan rara y a pesar de que suena bien para una noche de espanto, no es muy fácil de tragar, jaja. – Joshua se río de buena gana.

-yo le creo, pero es porque hay motivos para hacerlo. He ido a ver aquel monumento que pusieron en el mirador, y aquél en la vieja estación de Tv Fuji, donde trabajaba mi abuelo, además que hay fotografías e información de que la ciudad fue casi totalmente destruida esa ocasión… y por si fuera poco es la tercera vez que me pasan esta materia en la clase de Historia, primero fue en tercer grado, luego en sexto y ahora. – contó Kotomi.

-vaya, eso es mucho para que sea solo un cuento de terror…

-ya lo creo…

Continuará…

Notas:

¿Cómo es que siempre termino escribiendo esto a altas horas de la madrugada?

Como sea, sé que exageré haciendo que Kou-kun adoptara tantos niños, pero ¡es que no lo pude evitar! Cuando comencé este fic (ahí por el año de la pera) seguía haciéndole mil y un cambios y al final me salía más acuenta que estuvieran todos juntos, para que así supieran relacionarse bien esos cuatro. En cuanto a Akari… ya hablaré más de ella en otra ocasión… y sobre la clase de historia de Joshua y Kotomi, debo recordar que este fic lo hice antes de que probablemente la misma Toei decidiera lo que iba a pasar (cuando iban por el episodio 20 a 25…), por lo que modifiqué el final de 02 y la puerta del Digimundo se cerró por completo nuevamente… para volverse a abrir dos años después, pero eso es otra historia ^_~

Espero sus comentarios!!