La colmena de ojos se alzaba amenazante ante los tres guerreros y los guardias. Los dos últimos parecían sobrecogidos ante la presencia de aquella criatura. Meta Knight no podía culparles: incluso en un mundo acostumbrado a monstruos, las creaciones de Nightmare tenían algo en ellas que resultaba perturbador en un primer encuentro.
Sin embargo, la criatura ni si quiera dirigió a ellos. En su lugar, comenzó a moverse por las calles de la ciudad, sus ojos destrozando varios estantes abandonados a su paso.
Extrañados por el comportamiento de la criatura, pero decididos a evitar que esta causase daños a la ciudad o a algún civil que encontrase de por medio, el grupo comenzó a perseguirla. Por suerte, no era particularmente rápida y las calles cada vez más estrechas de aquella zona no ayudaban en su desplazamiento, por lo que no tardarían en darle alcance.
–Meta Knight, tú eres el experto. ¿Qué sabes de esta cosa? ¿Has luchado antes contra ella?– preguntó Siete mientras corrían.
–No, pero sí he leído sobre ella. Se trata de "Milradas". Como bien dijiste antes, es la manifestación del miedo a que te miren fijamente, y por lo tanto la peor pesadilla de alguien que sufre esa fobia. Su comportamiento es similar a un enjambre de abejas.
–¿Cómo le derrotamos?– quiso saber Six.
–En el centro, protegido por el resto de ojos, está lo que vendría a ser la reina. Si derrotamos a la reina, el resto de la colmena será destruida. O mejor dicho, perderá su forma física.
Meta Knight dijo esas últimas palabras con suma molestia. Durante casi toda su vida, había creído que había logrado acabar con toda bestia demoníaca que había encontrado a su paso. Sin embargo, parecía que lo único que había conseguido era devolverlas a su estado de núcleo. Eso explicaba por qué al cabo del tiempo la mayoría de bestias que había derrotado volvían a formar parte de las filas de su enemigo: no era que Nightmare las resucitase o crease una copia, simplemente era que habían conseguido regenerarse.
En el fondo, era una suerte que las bestias demoníacas dependiesen de las órdenes de Nightmare para funcionar, o si no, tras la muerte de su creador, habría quedado un número elevado de estas criaturas prácticamente inmortales deambulando el universo sin control alguno sembrando el caos allá donde fuesen. Meta Knight sólo esperaba que las que quedaban inertes en su galaxia no se hubieran reactivado aún y, si lo habían hecho, bueno: su única esperanza es que estuviesen lo suficientemente lejanas como para que nos les llegasen las órdenes de su creador.
Finalmente la bestia demoníaca se detuvo cuando se topó con un callejón sin salida, permitiendo a sus persecutores alcanzarla antes de que se elevara por encima de los edificios de la ciudad. Uno de los guardias sacó un arco y disparó una flecha que impacto de lleno en el iris de uno de los ojos, llamando así la atención de la criatura.
Sin hacer ninguna clase de ruido o aviso previo alguno, los ojos se separaron de la colmena y se lanzaron a por los cinco como un enjambre de abejas enfurecidas. Inmediatamente, el grupo alzó sus armas para repeler el ataque, pero pronto se dieron cuenta de que las armas no los protegerían.
Porque esas cosas disparaban rayos láser de sus ojos.
"Que cliché. ¿Es que Nightmare no tiene ni una sola gota de originalidad en su maldito cuerpo?" gruñó Meta Knight en su mente mientras esquivaba sin problema los disparos que venían en su dirección.
A los habitantes del Reino Celestial sin embargo, aquello les había pillado desprevenidos. Mientras que Six y Siete logrado evitar los rayos con facilidad, uno de los guardias había sido golpeado una pierna tratando de cubrir a su compañero y se retorcía en el suelo. Con rapidez, Six apartó al guardia herido del combate y comprobó su estado.
Aunque no parecía haber sufrido ningún daño severo a nivel superficial, el guardia no dejaba de temblar y convulsionar, y tampoco reaccionaba las llamadas del Eternal. Además, parecía que su corazón latía con demasiada rapidez. Six no era médico, pero sabía que si seguía así, su vida podría peligrar.
–Eh tú– llamó Six al otro guardia, quien acudió rápidamente.– ¡Lleva tu compañero al médico más cercano!¡Necesita atención urgente!
–Sí, ¡señor!– obedeció este inmediatamente, mientras agarraba a su compañero y se lo llevaba calle abajo.
Six no tardó en reincorporarse a la batalla. Con un corte rápido de sus garras, el Eternal acabó con un ojo que se había puesto a la espalda de Meta Knight antes de que el caballero tuviese tiempo a girarse.
–¿Cómo se encuentra ese guardia?– le preguntó Meta Knight sin dejar de prestar atención al combate.
–Bastante mal. ¿Es normal que las creaciones de Nightmare tengan esos efectos?– preguntó Six a Meta Knight, mientras se cubrían las espaldas mutuamente.
–Depende de la bestia y de la biología de la criatura a la que ataque– respondió este mientras cortaba por la mitad dos de los ojos de un sólo tajo.– Normalmente, los síntomas desaparecen cuando el causante es derrotado.
–Debemos darnos prisa y destruir a este bicho entonces.
Varios ojos rodearon a ambos guerreros mientras comenzaba a cargar otra lluvia de rayos láser. Sin embargo, Meta Knight y Six fueron demasiado rápidos para las criaturas. Los dos guerreros saltaron en el aire evitando los ataques con precisión e inmediatamente descendieron sobre sus enemigos con una lluvia de cortes y tajos que acabaron con ellos.
Por su parte, Siete tampoco estaba teniendo problema alguno en lidiar con esas criaturas. Con su espada espiritual, acababa con ojo tras ojo sin que estos tuviesen tiempo si quiera a parpadear mientras se acerba con paso firme al centro de la colmena. Con cada movimiento, el humano hacía gala de la fuerza digna de alguien que ostentaba el título del "guerrero más fuerte". Y aún así Meta Knight sabía que Siete se estaba conteniendo. Quizás el humano consideraba que no merecía la pena malgastar todo su poder en esas criaturas o quizás temía causar daños colaterales si liberaba toda su fuerza. Fuera como fuese, el líder de los Eternals parecía tener la situación bajo control y no dejaba que ningún ojo pasase de su rango, así que Meta Knight lo dejó estar.
Pero aún así, Meta Knight no podía evitar sentir curiosidad por saber cual era el verdadero alcance de Siete. Por mucho que su personalidad le irritase, no podía evitar admirar el talento natural que el humano poseía. Cuando todo eso acabase, definitivamente le desafiaría a un duelo,
"Aunque lo primero es lo primero" se dijo Meta Knight a si mismo mientras volvía a centrarse en Milradas.
Cada vez que acababan con uno de los ojos, otro ocupaba su lugar rápidamente, brotando del centro a intervalos rápidos y regulares. ¿Cuánto tiempo podrían aguantar así antes de que el agotamiento les llevase a cometer algún error? Aunque Meta Knight tenía mucha estamina y suponía que sus acompañantes no se quedaban cortos, no podían quedarse enfrascados en aquella batalla eternamente.
–Hay despejar al centro de un sólo ataque. Debemos coordinados– le dijo Meta Knight a sus compañeros.
–Entendido–dijo Siete mientras hacia aparecer más de esas espadas espirituales a su alrededor.– Six, ¿te ocupas tú de...?– comenzó a decir Siete, pero antes de que hubiese terminado de formular la pregunta, Six ya se había alejado hacia el enjambre de ojos, utilizando su velocidad y reflejos para atraer la atención de todos sin que los ataques estos pudiesen ni si quiera rozarle. Si algún ojo se acercaba demasiado, era inmediatamente cortado por la mitad.– Bueno, se me ha adelantado. A tu señal, Meta Knight.
Meta Knight, quien había aprovechado aquello para cargar energía en su espada, gritó:
–¡Ahora!
–¡Infinito Creare!– gritó Siete. Las espadas espectrales del Eternal salieron disparadas junto a la ráfaga de haces de luz que Meta Knight provocaba con sólo cortar el aire.
La combinación de los ataques impactó sobre los ojos a los que Six había dejado estratégicamente agrupados, destruyéndolos en el acto y dejando a la reina expuesta.
–¡Dale fuerte Six!– gritó Siete para dar ánimos a su compañero, quien estaba preparado para dar el golpe de gracia a la bestia demoníaca usando toda su fuerza.
Con un corte capaz de desgarrar hasta la propia oscuridad Six atravesó a la terrible criatura, destruyendo su forma física por completo. Lo único que quedó de ella fue un pequeño núcleo de luz recubierto por un cristal color morado oscuro.
–¡Buen trabajo, chicos!– oyeron decir los guerreros a sus espaldas.
Al igual que había ocurrido cuando Siete le había sorprendido tras su entrenamiento con Six, Meta Knight se giró de manera automática en una postura defensiva, pero se relajó inmediatamente al notar que los dos Eternals permanecían en calma. Parecía que reconocían al a persona que había pronunciado esas palabras y que había salido de entre las sombras.
–Eh, Zooey. ¿Cuánto rato llevas ahí? – saludó Siete.
La aludida salió de donde estaba resguardada y saludó cortesmente a los presentes con un gesto.
"Así que esta es la bestia primigenia que ha estado viajando con Dedede" contempló Meta Knight al reconocer el nombre. Con esa apariencia juvenil, no parecía muy diferente a Gran y Djeeta. Era difícil pensar que aquella chica de aspecto dicharachero fuese en realidad uno de los seres más importantes de aquel mundo.
–El justo para ver como os ocupabais de esa cosa– respondió Zooey mientras se acercaba a recoger el cristal que contenía el núcleo de la bestia demoníaca.– Teníais la situación bastante controlada, así que decidí no intervenir.
–¿Temías desbaratar nuestra estrategia o es que estabas disfrutando del espectáculo?– le cuestionó Six.
–Un poco de ambas, para que os voy a engañar– admitió Zooey con una sonrisita medio avergonzada. Sonrisa que se esfumó cuando el cristal comenzó a brillar en su mano.–Ah no, tú no vas a ningún sitio– le dijo esta al núcleo cristalizado mientras utilizaba su poder evitar teletransportase de vuelta a su creador.
–Yo lo guardaré– ofreció Meta Knight señalando a su capa.– En mi dimensión de bolsillo, la magia de Nightmare no podrá reclamarlo.
Zooey le pasó rápidamente el cristal a Meta Knight, logrando evitar que el cristal se esfumara a tiempo.
–Tú debes de ser Meta– dijo la chica al reconocerle.–¡Eres más mono en persona que en las fotos! ¡Cómo un caballero en miniatura!– exclamó animadamente.
–Y eso que no lo has visto sin máscara– comentó Siete de manera socarrona.
Al oír aquello Meta Knight dirigió una mirada asesina a Siete, el cual no pudo evitar estremecerse mientras decía nerviosamente "vale, me callo".
–¿Qué quieres decir con fotos?– cuestionó Meta Knight a la bestia. Y la respuesta que recibió de ella era una que en el fondo esperaba. Por supuesto que Dedede iba por ahí enseñando las fotos de sus preciados súbditos para presumir. Meta Knight suspiró, antes de preguntar:–¿cómo se encuentra el rey? Lyria nos dijo que había visto que estaba herido a través de Kikuri.
–Se encuentra bien, no te preocupes– le tranquilizó Zooey.– Oye, si tú estás viajando en el Grandcypher, ¿por casualidad Kirby está con vosotros también?
–Sí, aunque nos dividimos al llegar a la ciudad– respondió Meta Knight.– ¿Pasa algo?
–Tenemos que hablar, en privado– le respondió Zooey, con absoluta seriedad.
– – –
El grupo de Kirby, por su parte, se encontraba ahora reunido en la cabaña, donde les habían estado esperando Meg, Morphe (quien estaba acariciando a Úrsula) y la durmiente Phoebe.
Lo primero que hicieron Gran y Djeeta eran preguntar a Morphe cómo estaba. En otras circunstancias, le habrían echado una regañina a él y a su hermana por haberles mentido, pero aquello tendría que esperar a que ella estuviese recuperada.
Lo siguiente, fue comprobar el estado de Phoebe. Estaba totalmente dormida, pero por la expresión de calmad e su rostro no parecía tener ninguna pesadilla. El poder de Nightmare no parecía afectarla lo más mínimos, aunque no les sorprendía:, ellos habían vivido de primera mano lo terrible que podía llegar a ser el poder de Oneiros.
Pero Kirby no sabía anda de eso, por lo que no paraba de mirar a Phoebe con preocupación. Lo que le había afectado debía ser la maldición de la que había hablado Meta Knight.
–No te preocupes. Encontraremos la forma de despertar a tu hermana– le prometió Kirby a Morphe, decidido.
–Gracias– agradeció el niño, aunque por dentro no podía evitar preguntarse que haría su hermana si tuviera delante al héroe de Dreamland. Al fin y al cabo, él había matado a su creador en una ocasión y parecía bastante dispuesto a ir a por la segunda ronda.
Aún no le habían contando a los gemelos lo que habían descubierto acerca del origen de Nightmare y de su hermana. Sandalphon quería que fuese algo que en un principio no saliese del núcleo de la tripulación más cercano a los capitanes, así que habían decidido esperar a que dicho núcleo estuviese reunido para revelares dicha información y discutir cuál debía ser la mejor forma de actuar.
–En fin, deberíamos volver al Grandcypher– dijo Gran.– Tenemos que discutir todo lo que ha ocurrido con la tripulación y decidir que hacemos con este bicho.
–Mmm, su aura se siente un poco diferente a la de la bestia que nos atacó en la cubierta– comentó Lyria.– Cagliostro definitivamente va a querer echarle un vistazo
–¡Mantened a esa tipa lejos de mi!– exclamó la bestia demoníaca, quien había reconocido el nombre gracias a los recuerdos que había escaneado de Kirby mientras buscaba en quién debía transformarse.
–Ahora que lo pienso, ¿no deberías estar rogando por tu liberación o algo así?– le preguntó Vyrn a la bestia demoníaca. Seguía aún atrapada por el sello de Sandalphon, el cual había tenido que ser reactivado varias veces para evitar que se pasase su efecto. Aunque tampoco era que la bestia estuviera oponiendo mucha resistencia.
–Técnicamente ya he desobedecido a mi creador, así que dudo mucho me vaya a recibir con los brazos abiertos– respondió la bestia.–Me temo que no podré volver, salvo que le lleve los fragmentos de la varita– añadió mirando de reojo a dónde estaban el ángel y el rey conversando con Meg.
–Intenta hacer algo, gelatina, y te convierto en un charco– le amenazó Dedede, interrumpiendo la conversación que estaba teniendo. El rey había vuelto a ponerse su abrigo, pese al enorme agujero que tenía en el lado en el que la lanza le había atravesado. Tendría que encontrar a un sastre para que se lo arreglara tan pronto como pudiese.
–Tranquilo viejo. Esta claro que no vais a caer en mis engaños y sin haber asimilado a nadie no tengo ningún poder que me permita luchar contra tanta gente– replicó la bestia demoníaca de mala manera.
–Pero antes me atacaste con un tentáculo– recordó Kirby, un poco molesto.
–¿Y qué hay de ese cangrejo con el que me distrajiste anoche?–le cuestionó Sandalphon.
–Ah, ¿acaso esperáis que os revele todos mis trucos?
–Esperamos que cooperes para así no tengamos que acabar contigo– le amenazó Meg, amedrentando a la criatura.
–Bueno, de alguna manera tengo que protegerme hasta que consiga robarle sus poderes a alguien, ¿no? ¿O es que acaso pensabais que mi creador es tan cruel como para no otorgarnos ningún tipo de sistema auto-defensivo?–les cuestionó, pero luego reparó en la fama que tenía su creador y añadió rápidamente:– no hace falta que respondáis.
–Espera un segundo, ¿con qué te refieres a qué has desobedecido a tu creador?– quiso saber Gran.
–¿Por qué te crees que no hay más bestias demoníacas en la isla a parte de mi? Nightmare nos llamó para que nos retirásemos, pero como os localicé decidí arriesgarme e intentar recuperar los fragmentos por mi cuenta para impresionarle– reveló la bestia.– Después de mi fracaso, intentó comunicarse varias veces conmigo, pero tenía miedo a las represalias por retrasarme así que decidí no volver hasta que hubiera acabado con vosotros– añadió, un poco asustada al pensar en que clase de castigo le tendría preparado su creador cuando volviese. Si es que lo hacía, claro.
–O sea, que queda confirmado que lo que pasa es que eres un cobarde– sentenció Dedede.
–Aún no me puedo creer que el monstruo que nos ha hecho poner a toda la ciudad en guardia sea algo tan pequeño y asustadizo– comentó Meg.
El limo miró a Meg con rabia al oír aquello, pero no hizo nada salvo refunfuñar algo por lo bajo.
–A todo esto, Meg. ¿Estarás bien protegiendo la ciudad tú sola?– le preguntó Djeeta.– Si quieres, podemos pedir voluntarios entre la tripulación para que te echen una mano. Total, hasta que no tengamos la Varita Estelar completa no podemos hacer nada contra Nightmare, y cuando la tengamos supongo que bastará una persona para hacerle frente– añadió mirando a Kirby, quién asintió con entusiasmo como diciendo "yo me ocupo".
–Conmigo y Poseidón nos bastamos para defender Auguste– respondió esta.– Entre los dos y los guardias podremos mantener la ciudad a salvo, no os preocupéis. Solamente daos prisa en recuperar los tres fragmentos que os faltan.
–Jeje, no te preocupes. Nos pondremos con ello en cuanto volvamos al Grandcypher– le tranquilizó Lyria.– Kikuri nos revelará la ubicación sin problemas.
"Salvo que se hayan caído al horizonte carmesí, en cuyo caso..." añadió en su mente, pero en seguida apartó esos pensamientos de su cabeza.
Una vez terminaron de recogerlo todo, el grupo salió de la cabaña y emprendió el camino de vuelta al Grandcypher, Gran cargando con Phoebe a sus espaldas. Por el camino, Úrsula jugueteaba con Kirby y Morphe, mientras que el limo les miraba con cierta envidia desde su cautiverio, como si estuviese deseando unirse a ellos para entender que era lo que les divertía tanto.
De pronto Lyria se quedó parada en seco, haciendo que todos los demás detuviesen su marcha.
–Estoy sintiendo algo. Viene hacia nosotros– informó la joven.
Intuyendo que era a lo que se refería Lyria, Djeeta y Sandalphon sacaron sus armas y Kirby adoptó una pose de combate. Dedede hizo lo mismo por inercia al ver a los demás, aunque no entendía que era lo que había sentido la joven de pelo celeste. Gran, por su parte, salió corriendo todo lo rápido que podía para llevar a Phoebe y Morphe de vuelta al Grandcypher, con el fin de poner a los dos niños a salvo, seguido de cerca por Vyrn. Sabía que sus compañeros podrían lidiar con esa criatura sin problema alguno, pero igualmente en cuanto llegase, le pediría a alguno d ellos dragones que le llevase de vuelta al combate.
Por último, y para sorpresa y asombro de Dedede y Kirby, Úrsula se fusionó con el brazo de Meg, convirtiéndolo en una especie de tiburón-cañón.
"Y luego Sandalphon dice que me mi mundo es más loco que el suyo..." pensó Dedede al ver aquello.
Fue entonces cuando una criatura semejante emergió del agua a toda velocidad. Era como una anguila eléctrica gigante, de color rojo carmesí y rayas negras recorriendo su serpentino cuerpo. En la cabeza de la anguila, había una criatura semejante a una sanguijuela.
–Oye, gelatinoso...–comenzó a decir Dedede al ver al monstruo.
–Me llamo Dupler– le cortó el limo de manera abrupta.
–Como sea, ¿ no habías dicho que eras la única bestia demoníaca que había en la isla?– le preguntó de mala manera.
–Sí. Todas las demás respondieron a la llamada– confirmó Dupler.
–Entonces, ¡¿qué hace esta cosa aquí?!– le gritó.
–¡¿Te parece que yo lo sé?!– discutió este de vuelta.
La bestia demoníaca se lanzó a por su congénere, ignorando al resto de los presentes. Sandalphon, al notar esto, rápidamente voló para interceptar a la criatura espada en mano. La anguila atacó al ángel con una descarga eléctrica.
–¡Djeeta! ¡No dejes que esa cosa se acerque a Dupler!– le gritó el ángel a su capitana mientras aguantaba la descarga eléctrica, quien asintió mientras corría a cubrir al susodicho.
–Que raro. Esto es sin duda una anguila típica de las de aquí, pero parece que ha mutado– dijo Meg mientras disparaba un cañonazo a la criatura, cortando la descarga eléctrica.
–Lo que está en su cabeza es la verdadera bestia demoníaca– informó Lyria tras revisar el aura de la criatura.–Debe estar parasitando y controlando a la anguila.
–Pobrecita. ¡Debemos salvarla, poyo!– exclamó Kirby.
La pequeña bola rosa sacó un hacha que había recibido de Gran y Djeeta de su dimensión de bolsillo, transformándose de nuevo en Kirby Berserker.
–Con que una habilidad de copia nueva, ¿eh?– le dijo Dedede a su rival, sorprendido al ver la nueva transformación. Kirby asintió con energía.–Venga, enséñame lo que es capaz de hacer. ¡A la carga!
Con ese grito, los rivales predestinados se lanzaron a por la bestia demoníaca dando un gran salto un el aire. Sin embargo, cuando estaban cerca de golpear a la sanguijuela esta hizo que la anguila les soltase una descarga eléctrica, provocando que ambos cayesen de vuelta a la arena.
–¿Estáis bien?– preguntó Lyria mientras se acercaba a curarles con el poder de Leviathan.
–Sí, pero esa cosa no nos va a dejar acercanos a ella tan fácilmente, poyo– se lamentó Kirby.
Tras repeler a sus agresores, el monstruo volvió a sus intentos de atacar a la otra bestia demoníaca, pero Djeeta y Sandalphon bloqueaban sus avances. Meg por su parte seguía disparándole con su brazo–tiburón, pero la criatura no parecía inmutarse.
Kirby contempló al monstruo mientras era curado por Lyria. Si no podían acercarse y los ataques a distancia de Meg no funcionaban, ¿qué podían hacer? Si Meta Knight estuviera allí seguro que sabría algún modo de acabar con la criatura.
Entonces, el héroe de Dreamland reparó en algo. Si la bestia que controlaba a la anguila iba a por la que habían capturado...
–¡Sandalphon! ¡Libera a Dupler y lanzalo hacia nosotros!– le pidió al ángel.
–¿Estás loco? ¡Se escapará!– replico este mientras repelía otro ataque de la anguila.
–Confía en nosotros– replicó la bolita.– No dejaremos que se vaya, ¿verdad?– añadió girándose Dedede mientras le guiñaba el ojo.
El rey asintió mientras preparaba su martillo. Llevaba tantos años luchando con y contra Kirby que ya era capaz de de entender lo que pretendía su rival sin necesidad de palabras.
Y, por desgracia para él, Dupler también sabía lo que pretendía el pequeño héroe
–Estoy a punto de ser usado y golpeado como si fuera una pelota ¿verdad?
Dicho y hecho. Una vez Sandalphon liberó a Dupler, el ángel lo agarró como si fuera una pelota de béisbol y se lo lanzó a Dedede quien con un fuerte golpe de su martillo lo lanzó directo a la cabeza de la anguila.
La bestia demoníaca abrió sus fauces para atrapar a Dupler, pero estaba tan centrada en su tarea de capturar a su congénere que no reparo en que Kirby había saltado tras de él. Justo antes que la anguila cerrara su boca para atrapar al limo, la bola rosada golpeó fuertemente a la sanguijuela con su hacha, provocando una explosión que no sólo lanzó por los aires a la pequeña bola y a Dupler, sino que separó con éxito al animal marino de la bestia que lo parasitaba. Kirby aterrizó con un estrepitoso golpe varios metros más atrás. Dedede se acercó para comprobar su estado, pero aparte de estar un poco aturdido y haber perdido la habilidad de copia la bolita no parecía haber sufrido herida alguna.
–A ver si vamos mejorando con los aterrizajes, Kirby– se metió Dedede con su rival
–Pues enseñame tú que tienes más experiencia, poyo– bromeó este con una sonrisa mientras se sacudía para volver espabilarse.
–Calla, granujilla– replicó el monarca dándole un suave capón en la cabeza mientras ambos reían.
Por su parte, nada más ser liberada, la anguila volvió a su color y tamaño original y volvió a sumergirse inmediatamente en el agua, cosa que hizo a Meg suspirar de alivio mientras Úrsula se separaba de su mano. La joven odiaba las anguilas: les traían muy malos recuerdos.
En cuanto a la sanguijuela, esta fue rápidamente abatida por un rápido tajo de Djeeta, acabando con su forma física. Lyria recogió el cristal que contenía su núcleo y lo examinó de cerca. Con respecto a su forma, era idéntico al de una bestia primigenia pero el color y la siniestra energía que podía sentir dormitando en el interior lo hacían diferente en la peor manera posible. En cierto modo, le recordaba a la esencia oscura. "Pero, ¿por qué no he sentido esto viniendo de Dupler?¿Acaso solo se puede notar esta energía cuándo las bestias demoníacas están en esta forma o hay algo más?" no pudo evitar preguntarse la joven. Primero todo ese asunto de estar incompleto, y ahora aquella extraña diferencia con su congénere.
Lyria se giró a mirar a Dupler contemplativamente. Este había vuelto a ser atrapado por Sandalphon antes de que hubiese tenido la oportunidad de escaparse. El limo se quejaba profusamente sobre el trato brusco que le estaban dando, a lo que Sandalphon le preguntó:
–¿Acaso hubieras preferido que esa cosa te hubiera capturado?
–Pues no estoy seguro, la verdad– respondió este con mucha duda en su voz.– No entiendo,¿por qué iba a atacarme alguien de mi propia especie?– no pudo evitar preguntarse.
–Es probable que Nightmare la haya mandado a por ti. Igual se piensa que le has traicionado– señaló Lyria.
–Ah genial. Justo lo que necesitaba– replicó Dupler sarcásticamente.
De pronto, Kirby corrió hacia donde estaban ellos, seguido de cerca por Dedede.
–¡Lo siento muchísimo, poyo!–le pidió disculpas la bolita al limo.– No se me ocurría otra forma de hacer que ese monstruo bajase la guardia. ¿Estás herido?
–Sí, pero sólo en el orgullo– suspiró Dupler.–Menudo día llevo por culpa vuestra– les acusó.
–¿Cómo que culpa nuestra? Fuiste tú quien tomó todas las decisiones que te llevaron a esto– le echó en cara Dedede.
–Touché– tuvo que admitir el limo a regañadientes.
En ese instante, un portal se abrió en medio de todos los presentes. De él, prácticamente sin aliento, salió Gran. El joven miró a los lados rápidamente y dijo con un tono un poco abatido:
–Llego tarde, ¿verdad?
No estoy muy contenta con este capítulo, pero no se me ocurría otra forma de sacarlo a flote. Para la parte de la playa (que es la que me tiene más insatisfecha) estuve a nada de usar a Octagon del anime de Kirby, pero al final me decanté por un remix de un clásico del verano. Por suerte con el siguiente capítulo cerramos este mini arco y después de un capítulo o dos de respiro viene más chicha.
En la versión inglesa he hecho algunos cambios a la historia que aún no han sido reflejados en esta (en especial en los capítulos 14 y 15). Cuando avance un poco más, me dedicaré a reintroducir esos cambios en esta versión.
Por último, juro que creé a Dupler antes de saber de la existencia del Slime pescador en Slime Rancher 2. Por cierto, muy recomendable el juego.
