.

N/A 1: K.O.F y sus personajes son propiedad de SNK.

N/A 2: Imaginen a los personajes con los rostros y anatomías de "The King of Fighters for Girls".

N/A 3: Después de un largo tiempo regresamos. Lamento la demora pero estuve muy entretenido con algunas cosas y no, no dejaré esto en el olvido pero aprovecho para comentar que estamos cerca del final. Siuuuuu!


El público se estaba impacientando en el "Parque de los Príncipes" ya que habían transcurrido por lo menos 30 minutos desde que se había anunciado a The Band of Fighters para subir al escenario. Los fanáticos que portaban camisetas con el logo de la banda poco a poco se las iban quitando así como pelucas del color del cabello de Athena y réplicas de gorras como la del mayor de los Bogard.

—¡Que-re-mos a B.O.F.! —

—¿O si no? —dijo Terry, frunciendo el ceño.

—¡Que-re-mos a B.O.F.! —

—¿O si no? —

—¡QUE-RE-MOS A B.O.F.! —

—¡¿O SI NO?! —

—Terry, haz algo, gana un poco de tiempo hasta que Kyo y Yagami aparezcan. —le musitó su novia.

—Aunque esos dos aparecieran aún faltaría Athena. No podríamos iniciar sin ella. —

—Solo hazlo, tonto. —apretó los dientes.

—Muy bien. Cálmate. —masculló con molestia lo último.

El rubio se subió al escenario y tras acomodarse su vestimenta tomó el micrófono.

—¡Hola Osaka! ¿Preparados para escuchar a B.O.F.? —comentó agravando demasiado su voz.

El bullicio explotó inmediatamente tanto que tuvo que esperar a que cesara un poco.

—Pues aún no estamos listos. —sonrió, sudando una gotita.

Una tarta de moras se estrelló en su cara acompañado de abucheos, protestas y jitomates. El rubio se limpió la cara con un paño y prosiguió.

—Pero primero tengan la cordialidad de escuchar un tema que he compuesto como solista. —

Se fue a sentar detrás de la batería y se colocó en su boca una especie de bozal con una armónica, sacó de entre sus pantalones un acordeón y se acomodó para empezar a tocar.

—Esta canción la compuse cuanto tomaba una ducha. La llamo: "Amo los frijoles refritos".

—¡Bájate idiota! —gritó una chica, lanzándole otra tarta.

—¡Wooooow! —la esquivó. —¡Yo también te quiero fanática promedio! —

—Oh, Terry. No debí enviarte al matadero y que pasaras esta vergüenza tú solo. —dijo la rubia, mordiéndose un dedo.

—Pues entonces ve y ayúdalo. —comentó aburridamente Nakoruru tras hacer acto de presencia.

—¿Qué? ¿Enloqueciste? Ni loca me subo ahí. —


—¡No! ¡Él no es Haohmaru! —

El hombre de traje examinó cuidadosamente al durmiente Kyo y después miró la fotografía que sostenía en manos, luego la guardó en su gabardina.

—Ay, ya decía yo que se había cortado demasiado el cabello para ser un samurái. —dijo uno de los compinches llorando con los ojos cerrados.

—Esperen un momento… si él no es Haohmaru… entonces el pelirrojo al que le disparamos no es Genjuro… […?] —

Un silencio sepulcral se notó. Los tres individuos se miraron entre sí con los rostros en blanco mientras se sentaban en el filo de la cama.

—Viajamos a Osaka en vano. Esos miserables de NESTS nos engañaron. Por ahora, salgamos de aquí, ya encontraremos la manera de interceptarlos en algún momento. —

Los individuos salieron de las instalaciones cuidadosamente no sin antes avisarle a su escuadrón por los auriculares que la misión había sido un sabotaje.

Goodman les avisó que abortaran y que se reunieran en el punto de control. Cuando tres de los miembros misteriosos salieron por el lado norte se toparon con Yumi Katakuri quien bebía un vaso con menta para matar el mal olor a orina. Al encontrarse los cuatro se detuvieron en el acto.

—Ammm… lo siento pero… ¿Quiénes son ustedes exactamente? —

Los sujetos se miraron entre sí sudando a chorros sin saber qué decir.

—Ah… somos… somos… de… del equipo de entretenimiento para la mitad del evento. ¡Sí! Sí… nosotros daremos el show en el medio tiempo. —sonrió de manera nerviosa.

Yumi entrecerró los ojos de manera sospechosa sin despegarles la mirada. Los empezó a examinar de arriba a abajo hasta que abrió sus ojos con sorpresa.

—¡Del equipo de entretenimiento! —sonrió, dándose un manotazo en la frente. —Lo siento mucho chicos, qué tonta fui, no sabía que llegarían tan pronto. Pero por favor déjenme les muestro por donde es el camino, están yendo directo a la zona de patrocinadores. —

—No, muchas gracias lo que pasa es que tenemos que ir por algunas cosas que se nos olvidaron cerca de… —

—Tonterías, pagué mucho por su servicio lo menos que puedo hacer es guiarlos al lugar no sin antes claro de que disfruten del banquete que se les ha preparado. —

—¿Banquete? —musitó uno de ellos con estrellas en los ojos.

—Claro, no pensaron que solo vendrían como si nada. Su show es una maravilla. —

Los caballeros se miraron entre sí asintiéndose al mismo tiempo. Quizás podrían jugar un rato al Among Us.


Athena estaba a punto de llorar debido a que no sabía por cuánto tiempo más iba a soportar apretando. Cuando estuvo casi por terminar una docena más de fanáticos se le hizo presente. La chica volvió a forzar su sonrisa e inmediatamente supo que tenía que quitárselos de alguna manera para poder "descargar" su angustia. Cuando estuvo a punto de firmar un autógrafo hizo lo que peor sabía hacer: mentir.

—¡Oh miren! ¡Es Mickey Mouse y Goofy! ¡Vienen hacia acá! —señaló con asombro.

Los presentes se le quedaron viendo con una mirada aburrida mientras un grillo cantaba su melodía.

—¡Es Luis Miguel! ¡En la fuente de sodas! —volvió a fingir asombro.

Un tosido se escuchó. Los fans le dirigieron esta vez una mirada seria y algo confusa.

—¡Ah! ¡El Apocalipsis! —

—Athena-sama. ¿Cree que nos tragaremos ese cuento tan viejo para librase de nosotros? —le dijo una jovencita vestida idénticamente a ella.

—Tienen razón, es solo una pared. —dijo con vergüenza.

—¿Una pared? ¿Dónde? —hablaron todos con emoción al mismo tiempo mientras volteaban hacia atrás.

Al no observar nada redirigieron su mirada al frente pero solo pudieron ver una cortina de humo proveniente del cuerpo de Athena. Estaba tan angustiada que no pudo concentrarse para usar su tele-transportación y huir.

La chica corrió como desquiciada aventando un par de veces a dos servidores del evento. Incluso provocó que a uno de ellos se le cayera la bandeja que contenía vasos con vino. Esquivó rápidamente y grande fue su alivio cuando notó que del baño más cercano de recepción salía una chica.

—¡Oh! ¡Athena-sama! —sonrió la adolescente, mirando a su ídol favorita acercarse. —¡Hola! Me preguntaba si tal vez podríamos… —

—Quítate bruja. —masculló con furia, apartándola con brusquedad.

La joven dio cuatro vueltas en su propio eje antes de caer al piso por el mareo. Segundos pasaron para que se escuchara un grito extraño dentro del baño. Los presentes se miraron entre sí dirección al sanitario de la recepción sin poder comprender lo que había pasado.

—¿Están matando una gallina ahí dentro? —cuestionó una celebridad.