Disclaimer: HP le pertenece a J.K. Rowling


Si los retratos hablaran

.

Capítulo 26

.

Draco bajó el pincel con pintura amarilla, y lo colocó a un lado de él, sobre el banquillo, admirando el final de su obra. En ella, Ginny y Luna sonreían hacia él, Luna sentada y Ginny con la mano en los hombros de la rubia. Alrededor de ellas, el paisaje junto al lago dejaba ver una poca cantidad de agua, un cielo azul claro y un poco de vegetación. A diferencia de sus otras obras, ésta no se movía, ni hablaba, pero eso le agradaba a Draco. Era un momento atrapado en el tiempo. Una huella de lo que su amistad había hecho en él. En el futuro, Draco más que mirar su talento en esa etapa de su vida, vería cómo ellas dos le habían ayudado a darle sentido a ésta.

Sonrió.

-Es un cuadro precioso-alentó Pansy, mirando el cuadro con atención.-No admiro tus modelos, pero sí tu técnica, te estás volviendo realmente bueno.

Draco asintió, sin mirarla.

-Podrías venderla. Alguien a quien le guste las heroínas de guerra y jóvenes mujeres lo compraría sin dudar. Si pones a Granger tendrías al trío femenino de los héroes de guerra más relevantes. Si logras que Potter pose con Weasley y Granger, y los pintas, ese cuadro podría costar aún más.

-Estás celosa de que las haya pintado, y a ti no-respondió Draco a todo lo anterior, y aunque sus palabras podían sonar molestosas, su tono no lo era. Parecía solo aclarar un punto. Ella no lo negó, solo dejó salir un sonido insatisfecho.

-¿Por qué las has pintado? Ellas no están muertas. Y no son Potter. ¿Eso no rompe tu firma personal?

Draco dejó salir una pequeña risa que brotó en su interior. La pregunta lo hacía sonar como un pintor obsesionado con las personas muertas, o peor con Potter. Sin embargo, podía ver el punto de Pansy. Este cuadro era único, no solo por su falta de movimiento y voz, sino porque era el cuadro de sus amigas. Estaban vivas, y aunque Draco las lastimó, había sido perdonado.

-No, no lo están. Quiero darles un duplicado.

-¿No te has vuelto un amor? ¿Desde cuándo eres tan dadivoso?

-Luna se irá de viaje, Pansy. Quiere viajar por el mundo y buscar criaturas fantásticas y raras, tal como Newt Scamander lo hizo en su época. Ginny quiere hacer quidditch, entrar a algún equipo y viajar por el mundo en su escoba. Yo no tengo nada planeado, me quedaré aquí. La agenda de ambas estará llena cuando salgan de la escuela. Nos veremos muy poco. Estoy seguro que eso no pasará contigo. Tendré todo el tiempo del mundo para pintarte. Y por supuesto que lo haría eventualmente, Theo lo dijo, eres mi chica.

Pansy lo escuchó en silencio, y, como si las palabras le trajeran una nueva perspectiva, admiró la imagen frente a ella.

-¿Es una despedida hacia ellas?

-Espero que no.

-Bien. Probablemente la Weasley no se alejará, ya sabes, matará dos pajaros de un tiro molestándonos a mí y a Potter con su constante presencia.

-Lo cierto es que ella te agrada, ¿no es así?

-No, para nada-respondió Pansy con voz ligera, pero Draco negó con la cabeza divertido. Era bastante obvio, al menos para Draco, que a Pansy le gustaba el caracter fuerte de Ginny. Y simpatizaba con ella por su noviazgo fallido con Potter. Si Draco no fuera el nuevo interés amoroso de Potter, probablemente Pansy estaría del lado de la pelirroja, aunque no lo demostrara públicamente.

-¿Has planeado que harás al terminar Hogwarts?-preguntó con suavidad. Él había intercambiado planes con Luna y Ginny, pero no le había preguntado a Pansy al respecto, o a Theodore. Las chicas tenían sueños y metas alcanzables, porque estuvieron en el lado vencedor de la guerra; ellas creían que Draco podría lograr su sueño, porque ellas podían lograr el suyo. Pansy, supuso Draco, sería más realista que ellas, porque estaba en la misma situación que él, al igual que Theo. Con Pansy, no habría promesas vacías, y aunque era un poco pesimista, Draco lo preferia de ese modo. Así podría quejarse con Pansy sin problemas y Pansy le diría, con justa razón, cuando estaba siendo idiota y perdiendo una oportunidad alcanzable o tenía razón. Y Draco le creería sin problemas, porque lograr el aliento de Pansy respecto a algo, significaba que ella le explicaría lo que él no podía ver.

-¿Nos harás un cuadro a mí y a Theo? ¿Estarás con nosotros?-preguntó evadiendo su pregunta.- Merecemos reconocimiento también. Nosotros fuimos quienes te aguantamos por años enteros. Te moldeamos, y ahora ellas disfrutan los beneficios. Además, ninguno de nosotros salió con el chico que te gustaba, es decir Potter. Ginevra prácticamente hizo que tu corazón se rompiera.

Draco sintió sus mejillas enrojecer.

-No lo hizo.

-Lo hizo, pero fuiste tan tonto que no lo notaste como tal.

-A veces te odio tanto.

-Me amas. Soy como tu consciencia.

-Una malvada consciencia.

-Te evito pasar horas con un psicomago. A diferencia de esos idiotas de San Mungo te digo cuál es el problema y cómo solucionarlo. Y no te cobro ni un knut. ¿Acaso no soy maravillosa?

-Lo eres, por favor, toma asiento-exclamó dispuesto a complacerla.-Solo necesito que encuentres una posición en la que te quedes quieta y cómoda.

Pansy lo hizo, se sentó delicadamente y cruzó las piernas. Luego sonrió astutamente.

-¿Qué haces?-exclamó cuando ella levantó la barbilla.

-Esta será mi pose. Ellas se ven adorables y lindas, preciosas. Chicas buenas. Yo quiero que seamos lo que somos, los chicos malos. Y puedes fingir que eres una mosquita muerta, Draco, pero en el fondo eres la serpiente más astuta y peligrosa con la que esas dos pudieron toparse. Mírate. Potter y Weasley peleando por tu atención. Independientemente de con quien de ellos dos te cases, tu fama será buena. Incluso si ellos se quedan únicamente como tus amigos, probablemente se volverán fieras si alguien dice algo en tu contra.

Draco alzó la ceja levemente.

-¿Cualquiera de los dos con quien me case?

-Oh, ¿vas a decirme que si Potter no hubiera intervenido, o yo no te hubiera hablado, no hubieras terminado saliendo con la comadrejilla?-Suspirando dramáticamente, Pansy negó y tocó su rostro, como si fuera herida solo con la idea.-Y ahí acabó mi sueño de ser la señora Malfoy.

Draco no negó sus palabras. La misma Ginny dijo que pensó que podría convertirse en la persona más importante para Draco. Sin embargo, Draco no se veía casado con Ginny, no con toda su familia cerca de ellos e incluídos en el paquete. Su mente cambió a cómo sería casarse con Potter, y se dio cuenta que incluía casi lo mismo, solo que además incluía a Granger. Tembló solo de pensarlo.

-Pensé que querías ser la señora Zabini.-Comentó casualmente, empezando a mover la tiza en pequeños movimientos pensativos.

-Cierra la boca, no conozco ningún Zabini.

-Negarlo no va a hacer que Blaise, inesperadamente, desaparezca.

-Una puede soñar.

-Podrías ser mi esposa, -la invitó-si estás dispuesta a vivir de un módico sueldo de pocionista. Y al principio no tendremos ingresos porque nadie quiere contratarme.

-Tonterías, solo pídele una carta de recomendación a Potter, para un puesto en el Ministerio o San Mungo. Aún tienes parte de la fortuna Malfoy gracias a tu amorcito, y será tu fortuna cuando tu padre expire. Un puesto no es nada para él.

-No quiero aprovecharme de su nombre-respondió Draco empezando a dibujarla, luego de acomodar un nuevo lienzo y analizar sus siguientes movimientos.-No me sentiría cómodo.

-Tonterías, te mueres por aprovecharte de él.

-En realidad, no es así.

-¿De verdad? Apuesto que bajo esa camisa, está un cuerpo envidiable del cual varias señoritas y jóvenes quieren tomar ventaja.

Draco se sonrojó sin poder evitarlo. Sabía que Pansy lo estaba molestando, y que solo quería avergonzarlo, pero el punto era que ahora Draco no podía evitar pensar en las veces que había visto la espalda de Potter en los vestidores de quidditch.

-¡Ahí está! Lo has pensado, probablemente ya quieres aprovecharte de él.

-¡Pansy!

-Está muy ruidoso el ambiente hoy-exclamó Theo entrando a la habitación.-¿De quién pretendes aprovecharte, Draco?

Draco iba a negar toda la conversación; pero Pansy, entusiasta, respondió por él.

-Draco está considerando con quién del harem debe casarse. Creemos que será una grandiosa esposa, que se queda en casa. Con los elfos haciendo todo por él. Pero puede ser varonil y proveer un hogar, así que no está seguro de sus siguientes pasos. Estoy intentando darle sentido a su vida, una vez más.

Ante el parpadeo confundido de Theo, Pansy continuó.

-¿Casarse? ¿Y siguiendo los consejos de Pansy?-preguntó con la ceja alzada, como preguntándole a Draco si realmente creía que Pansy era la mejor persona a quien podría pedirle un consejo.

-Solo una persona puede ser el rey o reina del harem, Theo-exclamó ella con firmeza-. Los demás se volverán concubinas o concubinos. Draco estaba, amablemente, contándome sobre lo que piensa de cada uno y cómo podría hacer que Ginevra lo mantenga con su sueldo de jugadora de quidditch, Potter con su inmensa fortuna, o si será un humilde viajero con Lovegood. Dijo que si se casa conmigo yo seré la ama de casa y el traerá un diminuto sueldo para comer, pero no importa porque nos alimentaremos de amor-como si quisiera avergonzar a Draco, aun más, se tiró sobre el rubio, colgándose de su cuello.

-Creí que yo también era parte del harem. Si me caso con él, tendré que trabajar o me alimentará de amor? Porque soy de la humilde opinión que el amor no llena el estómago.

-Si, si te dejan un bebé.

Draco se atragantó.

-¡Pansy!

-Te alimentará, por supuesto. Dijo que te consentirá sin parar a cambio de disfrutar de tu fabuloso cuerpo.

-¡Pans! Eso no es cierto, Theo.

-Mis disculpas, Draco. Solo pertenezco al harem en título. No tengo intención alguna de casarme contigo. Además, me gustan las chicas.

Draco se sonrojó.

-¡No estaba considerándote para el matrimonio!

-Entonces, ¿a quién?

-¡Si, ¿a quién?!-atacó Pansy con una sonrisa enorme. Obviamente disfrutaba atormentarlo, aprovechando la ausencia de los que no eran parte de su casa.

El rostro rojo de Draco se coloreó aún más.

-Yo... bueno...

-Obviamente está pensando en Potter.

-Si,-admitió Theodore- todo para él suele tratarse de Potter.

-¿Qué tiene Potter?-preguntó el nombrado, llegando también a la habitación. Draco notó, no sin estrés, que era esa hora del día en que todos tenían un periodo libre. Probablemente Gin y Luna estarían pronto por aquí.

Al ver a Potter, Pansy parecía lista para ampliar más el tema, en lugar de callarlo.

-Hablamos de los futuros hijos de Draco.

Draco se preguntó, internamente, si Pansy conversaba con ella sola a super velocidad, lo que explicaría el cambio constante de tema, o solo pensaba, más rápido cada vez, cómo humillar a Draco más y más.

-¿Sus hijos? -preguntó el león, mirando a Draco. Parecía pedirle más contexto, y Draco empezó a pensar cómo evadir el tema cuando Theo respondió.

-Correcto, hablabamos de cómo Draco me llenará de hijos porque no tendrá dinero para alimentarme-respondió Theo.-Y por lo tanto tampoco a los niños. Sin embargo, parece tener la idea errónea de que amarnos mucho compensará la falta de comida, cosa que solo aprenderá que está mal hasta el fatídico día que fallezcamos por inanición.

La expresión de Harry se endureció levemente.

A Draco ya no le pareció divertido.

-Pero a mi me gustan las chicas, por tanto, le estaba sugiriendo que enfocara esos deseos paternales y matrimoniales en ti. Estoy seguro que con su amor y tu dinero los niños que tengan serán felices.

-¡No soy pobre! -se quejó Draco.-Puedo mantener a mis hijos.

-Con el dinero de tus padres.

-Sera mío cuando papá ya no esté.

-Los magos vivimos demasiados años, ¿vas a adelantar su muerte, o vas a seguir mi consejo y conseguir una pareja con dinero del cual apoderarte mediante el matrimonio?

-Obtendré una parte cuando cumpla 20 años.

-Puedes disfrutar una vida de ocio mientras tanto. Potter, díselo. Dile que se case con alguien y que ese alguien lo mantenga.

La dureza se fue del rostro del héroe, y en cambio lo cubrió una ligera vergüenza. Draco quería taparse el rostro, y jamás destaparlo de nuevo.

-Es pobre, y quiere tener un trabajo de pocos ingresos, así que estábamos pensando que podría casarse con alguien adinerado, y con elfos, porque él tampoco sabe hacer nada en casa. Es un señorito en toda la regla. Le gusta gastar dinero y leer todo el tiempo. Cuidar su piel y su cabello, y lucir ropas nuevas. En su estado actual las tiendas no lo quieren mucho y tampoco puede permitirse gastar como antes. Necesita que alguien con un buen apellido como Weasley, Longbottom o tú, lo tomen y le compartan el apellido.

-No seré un Wealey.

-Entonces, ¿los otros dos apellidos son aceptables para ti?

-Solo te pregunté qué harías luego de Hogwarts-lloriqueó Draco.- Solo tenías que decir que no querías responderme. No torturarme así.

-Yo soy rico y tengo un buen apellido, incluso tengo un elfo-soltó Harry de repente, y las tres serpientes lo miraron. Nott y Parkinson con una sonrisa hasta cierto punto malvada, Draco parecía sorprendido. -No me molesta que seas un hombre mmm...que viva de su pareja. -Terminó , notando que había caido en la trampa de Pansy.

Pansy sonrió como un gato, y los miró a ambos con diversión.

-¿Ves? Te lo dije, Draco. Potter es un hombre muy confiable. Estoy segura que incluso firmaría unas cartas de recomendación, para ser el pocionista que quieres ser. Y mientras triunfas te mantendría sin problemas.

Potter asintió.

-¿Quieres ser pocionista? Claro que puedo recomendarte, con gusto. Eres bueno en pociones, ¿Has visto una vacante que te interese?

A pesar que no le gustaba el método de Pansy, Draco notó que el plan de ella había surtido efecto. Draco ahora tenía las cartas, y ni siquiera las había pedido.

-No,-respondió-no lo he hecho.

-Oh bien, si necesitas mi ayuda no dudes en pedirla-respondió con la mirada fija en Draco. -Escribiré algunas cartas de recomendación para uso general. Te las daré mañana a más tardar. Si necesitas que se dirijan a alguien específico solo dímelo.

-Gracias.

Las mejillas del rubio se colorearon fácilmente, a medida que ambos continuaban mirándose. Por un momento se sintió como aquella ocasió n en que Potter pareció a punto de besarlo.

-Ya besalo-gritó Pansy, y ambos apartaron la mirada. Fue entonces que Harry miró el cuadro terminado.

-Lo terminaste.

-Sí, ¿qué te parece?

De reojo, Draco vio a Pansy rodar los ojos. Él le mandó un insulto sin promunciarlo en voz alta.

-Es bueno.

-¿Quieres una copia?

-En realidad, me gustaría un cuadro tuyo-respondió Harry-, si es posible me gustaría uno de ambos.