Outtake 1/5:
Enamorarse
EPOV
Ella no sabe que llevo días viéndola. Desde que pisé por primera vez la preparatoria Forks no he podido dejar de observarla. Es ágil, hábil, audaz y al mismo tiempo tímida y no habla demasiado. Llevo una semana aquí y no me ha notado, a diferencia de muchas otras personas. Me pregunto todos los días qué es lo que tengo que hacer para llamar su atención. Si tan solo no fuera tan inseguro…
Estoy sentado en la cafetería; normalmente como solo. No he podido hacerme amigo de nadie porque me cuesta un poco hablar, pero hoy Emmett McCarthy se sienta conmigo. Está decidido a ser mi amigo y me gusta su entusiasmo para entablar conversaciones. Sé que nos llevaremos bien.
—Deberías acercarte, ¿sabes?— dice después de un rato. No sé de qué está hablando, así que dirijo brevemente mi mirada hacia él.
—¿De qué hablas?
—Pues de Isabella Swan, ¿de quién más?— sonríe, mostrándome su perfecta hilera de dientes blancos—. Creo que le gusta que le digan Bella.
Suspiro. Sé que estoy actuando como un rarito por la forma en que la miro, pero no puedo evitarlo.
—Siempre está rodeada de gente —me lamento.
—Que no te importe eso, hombre —aconseja.
Río y sacudo la cabeza en negación; eso es todo lo que no puedo hacer. Siempre me va a importar.
Dirijo de nuevo mi mirada hacia Bella y, sorprendentemente, un segundo después, la suya se posa sobre la mía. Ojos marrones y cálidos me reciben y veo una sonrisa extenderse por su rostro. Mi corazón se acelera.
Sé que solo es una sonrisa amable que le podría dar a cualquier desconocido, pero por algún motivo extraño lo siento diferente.
*M*
Me toma tres días más ser lo suficientemente valiente como para hablarle. He tratado de reunir coraje durante toda la semana, pero por alguna u otra razón me acobardo en el último de los momentos. Es lamentable.
Noto que ella y yo tenemos un horario muy similar; lo único que cambia es que no compartimos ninguna clase los lunes. Siempre trato de sentarme en la esquina más alejada de ella; aunque en forma paralela, pues de esa manera la puedo ver sin parecer un rarito. Bella siempre está en la fila de en medio en el centro del salón. Es muy inteligente, casi la mejor de la clase. Nunca pensé que fuera tonta, por supuesto, pero supuse erróneamente que el que fuera popular haría que no fuera tan aplicada en la escuela.
Estoy en el marco de la puerta viendo como saca distraídamente los libros de su mochila. No me ha visto aún, así que esta es mi oportunidad. Me acerco lentamente a ella, me siento a su lado y observo cómo ella me dirige la mirada por segunda vez. Es fascinante y es tan bonita que las palabras se agolpan en mi garganta cuando intento hablar.
—Hola, me llamo Edward Cullen — me oigo a mí mismo tartamudear y casi quiero golpearme. Estoy actuando como un idiota y seguramente ella no tardará en mandarme a volar.
Pero contrario a todo lo que pienso, Bella voltea su cuerpo hacia mi y me da una cálida sonrisa. Su olor me pega directamente en el rostro; huele a fresas, a coco, a sol… y es maravillosa. Quiero acercarme y enterrar mis dedos en su cabello tan desesperadamente que frunzo mi mano en mi regazo, evitándolo.
—Hola— responde—, soy Bella. Bella Swan.
—Sí, lo sé— admito, y siento como mi cara se calienta al haberme escuchado como el completo acosador que soy—. Me refiero a que eres muy conocida aquí y bueno, me contaron de ti, entonces…— detengo mi verborrea y la miro avergonzado. Es mi fin. Ella definitivamente no querrá salir conmigo.
No obstante, Bella me sorprende de nuevo cuando me sonríe y me contesta con voz dulce:
—Supongo que sí. Compartimos muchas clases.
Estoy jugueteando con un lápiz entre mis manos, producto de mi ansiedad, pero paro enseguida cuando veo la suave amabilidad en sus ojos. ¿Tendré el valor de invitarla a comer conmigo? Sí, por supuesto que sí. Ella lo vale. Incluso sobre mi timidez.
—Yo… mmh, bueno, me preguntaba…— comienzo.
—¿Sí?
—Me preguntaba si te gustaría almorzar conmigo —susurro. Me estoy sintiendo como un imbécil raro pero no puedo evitarlo. Sin embargo, siento como si mi corazón pudiese salirse de mi pecho cuando ella me da una amplia sonrisa. ¿De verdad está tan feliz porque la invité a comer? Dios, espero que sí.
—Me encantaría —acepta.
Creo que me tomo más tiempo del normal en mirarla, sin saber realmente qué decir, pero no parece importarle. Ni siquiera noto cuando la clase comienza. Trato de poner atención, pero me es imposible. Solo pienso en ella, así que garabateo distraídamente en mi libreta en un intento desesperado de no dirigirle todas mis miradas.
Cuando la campana suena anunciando el final de la hora, me siento inseguro de nuevo. ¿Y si lo pensó mejor y ya no quiere? ¿Sería patético de mi parte preguntarle de nuevo hasta que acepte?
Mis pensamientos vertiginosos paran cuando ella me intercepta antes de si quiera pararme de mi silla.
—Tengo ecología este periodo— dice— y estoy segura de que no te he visto ahí así que, ¿te parece si pasas por mí al término de la hora para que podamos ir a comer?
Sonrío aliviado porque no tengo que preguntar otra vez. ¡Y quiere que la recoja en la puerta! Eso es básicamente un anuncio para que todos sepan que estamos saliendo. Ni siquiera me importa que no estemos haciéndolo realmente.
—Sí. Estaré ahí —prometo. Ella me sonríe y sale del salón; sus caderas se contonean e incluso la forma en que camina es bonita. Como dije, es bastante ágil.
En mi siguiente clase, le cuento a Emmett de las buenas nuevas. Él se muestra bastante emocionado por mí y eso solo dispara muchísimo más mi felicidad. Nunca me he sentido así antes; así que recibo las emociones con gusto.
Me apresuro a ir en su encuentro en cuanto la hora acaba; no quiero que ella me espere. Nunca la haré esperar si me acepta. Ella sale del salón y me da una sonrisa que es imposible de no devolver.
—Hola, Bella —saludo.
—Hola, Edward.
Caminamos juntos a la cafetería y la poderosa atracción que siento por ella me pide que tome su mano, pero apenas y me conoce… de ninguna manera la quiero asustar. Me sorprendo cuando es Bella quien da el primer paso y me toma; sus pequeños dedos se enroscan con los míos y me da un suave apretón. No puedo evitar verla un poco sorprendido, pero me siento cálido cuando lo único que recibo a cambio es una sonrisa.
Nos dan un par de miradas raras cuando nos ven, pero no me importa y parece que a ella tampoco. ¿Sentirá lo mismo que yo? Creo que sí.
No sé qué es lo que tiene Bella Swan, pero deseo conservarlo para mí. Y no quiero que pare.
*M*
Bella va a una fiesta hoy. No me lo dijo explícitamente, pero lo sé porque todo el mundo en la escuela ha hablado de lo mismo en la última semana. Aparentemente, James Whitedarle ofrece las mejores fiestas de bienvenida del instituto Forks, y como Bella es su mejor amiga supongo que estará ahí.
No miento cuando digo que me siento un poco herido por no recibir una invitación de parte de ella. Es algo tonto porque sólo llevamos unos cuantos días hablando y todo ha sido en el plan más amistoso posible, pero como quiera.
¿Cómo es que no se da cuenta de que cada segundo que pasa mi corazón quema y late por ella?
Me froto el pecho con la mano porque siento algo raro en mí cuando pienso en Bella. Creo que me estoy enamorando, lo cual es estúpido y algo apresurado, incluso para mí. Nunca antes he estado enamorado. Es decir, recuerdo un par de chicas en Phoenix que me llamaron la atención, pero jamás me atreví a ver más allá – en esos tiempos era demasiado tímido para mi propio bien.
Ahora me sentía un poco más seguro de mí mismo, pero como quiera. Bella es bonita, es inteligente, y Dios Santo, es bastante popular. Los últimos días he estado platicando con ella y siempre hay gente que nos interrumpe para poder acercarse, e incluso he visto a James un par de veces viéndonos. Luego, incluso, me ve cuando estoy solo. Algo me dice que no le caigo bien, pero no puedo entender por qué. Aun así, él no me genera confianza. No creo que sea lo suficientemente bueno o merecedor del afecto de Bella, pero para el caso esos pueden ser sólo mis celos hablando…
Mi celular vibra en mi mesita de noche y me volteo rápidamente para tomarlo, tan rápido que casi me caigo en el proceso. Sacudo la cabeza por mi estupidez y reviso el número.
Es Bella. ¿Por qué me llamaría a esta hora? ¿Y si está en problemas?
Mi corazón salta ante la idea y contesto en menos de un latido.
—¿Hola? ¿Bella?
—U-uh, hola, Ed —me contesta, sonando un poco tímida. Frunzo el ceño—. Perdón por llamarte a esta hora, ¿te desperté?
—No, no —me aseguro de responder—, ¿pasa algo?
Puedo oír perfectamente el volumen de la música detrás de ella, pero Bella no suena como si estuviera tomada. De hecho, suena bastante como ella, por lo que intuyo que está bien, pero eso no me quita la sensación de extraña preocupación que se asienta como plomo en mi estómago.
—En realidad, sí. Verás, estoy en casa de James —tose, carraspeando un poco cuando su voz se vuelve demasiado aguda. Ahora su tono tiene un tinte avergonzado— y mi camioneta no quiere encender. No tengo manera de regresar a mi casa, y está demasiado lejos como para hacerlo camiando sola. Todos aquí están tomados y no me quiero arriesgar, me preguntaba… uh-h…
—¿Ajá?
—Bueno, me preguntaba si podías venir por mí. Si no te molesta, claro, sino siempre puedo caminar ya sabes, yo…
—¿Bella?
—¿Sí?
—Voy por ti, ¿está bien? —contesto, parándome frenético para buscar un jean y una camisa. Pienso en ella estando fuera en la fría noche y frunzo el ceño—. No me cuelgues, quiero saber que estás bien.
—Vale, Ed. Gracias. ¿Te paso la ubicación por mensaje?
—Sí.
Me pongo rápidamente la ropa y tomo las llaves de mi coche de la mesita de noche. Bella sigue al teléfono, así que le digo que me espere mientras le aviso a Esme que saldré. Mamá es comprensiva y me dice que sí una vez que le explico la situación.
—¿Sucedió algo, Bella? —le pregunto una vez que estoy dentro del auto. Pongo el teléfono en altavoz para poder tener las manos libres al manejar.
Puedo oír su suspiro a través de la línea.
—En realidad, sí. Tuve una pelea con James, no sé si lo conozcas…—técnicamente sólo lo conozco de vista, pero no se lo digo—. Es mi mejor amigo. Explotó por algo estúpido y estuvimos peleando, así que no quise decirle que mi camioneta se estropeó.
Mi cuerpo se tensa ante la idea de que el tal James fue lo suficientemente asno como para dejarla sola en una fiesta llena de gente borracha que podría lastimarla.
—¿Te hizo daño? —pregunto apretando los dientes.
—No, no. No pasó nada malo —suspira—, es sólo él comportándose de manera estúpida como siempre, ya se le pasará.
—Si tú lo dices…—le contesto, no muy convencido. No me parece bien que lo excuse, pero no digo nada al respecto.
—Sí, no te preocupes por eso, Ed.
Miro hacia el frente. Según el gps de mi celular, la casa de James está a unos cien metros más. Al igual que Bella y que yo, él vive en las afueras de Forks, sólo que en la otra punta de la ciudad. Definitivamente no había manera de que Bella regresara caminando.
—Estoy aquí —digo cuando me estaciono. Ella me contesta un «vale» y cuelga.
Salgo del coche, sintiéndome un poco más que enojado por el comportamiento de su amigo, pero esta emoción se disuelve en cuando veo a Bella. Está vestida con vaqueros y una chaqueta de jean y su cabello está planchado, haciéndolo lucir imposiblemente lacio. Toda mi furia se disuelve en cuanto la veo y el alivio llega en oleadas a mi cuerpo, por lo que me acerco rápidamente para envolverla en un abrazo. Ella se nota sorprendida en un principio, pero no tarda en devolvérmelo. Se siente cálida y pequeña contra mí y huele increíble.
—Estaba tan preocupado cuando me llamaste —murmuro bajito. Bella aprieta más sus brazos alrededor mío, como diciéndome que está bien. Y sí. Ahora lo está.
Porque está conmigo.
¡Edward es tan lindo! Hay puro amor en su forma de pensar. Me encanta.
Con esto vemos que él vio a Bella primero, la manifestó casi. El verdadero i want it i got it
¿Qué les parece? ¿Merece review?
¡Nos leemos el viernes!
