Love Live no me pertenece, es de sus respectivos autores.
En todo este trayecto, en lo que llevo de relación con Umi, "luchar" por su cariño o atención es algo de todos los días. Siempre que un nuevo rival aparece, estoy dispuesto a contraatacar y reclamar por lo que por derecho me pertenece. Aunque… creo que eso pudo sonar algo machista, este, tampoco es que piense que Umi sea un objeto te mi propiedad o algo así, es mi novia pero ella toma sus decisiones y no tiene por qué pedirme explicaciones y… ¡me estoy desviando!
A lo que quería llegar con mi pequeño discurso, es que han pasado muchas adversidades para que Umi y yo estemos en una relación estable, fuera de inseguridades y adversidades agresivas que pudiera hacer que esto no funcionara. De alguna manera, siento que hemos madurado, Umi ya no tiene tan arraigada esa personalidad de "mírame y me desmayo", si bien es cierto que cuando recuerda las cosas románticas o melosas que ha hecho, se pone como tomate, en la mayoría de los casos se convierte en una persona segura de sus sentimientos y que los expresa sin temor. Por mi parte, quiero creer que esa inseguridad por mi gordura se fue disminuyendo gracias al trabajo físico que he empezado a realizar, también pienso que ese lado mío, ese que me hacía ponerme celoso hasta por las moscas que se posaban en el cabello de Umi, se fueron para siempre.
Me he sentido muy cómodo y ya no pienso en los demás chicos como una amenaza…
- ¿¡Como que vas a salir en una cita con Toudo-san!? –exprese en un sonoro y fuerte grito.
Bueno, dije que lo creía, mas no que de verdad lo fuera.
- En primera, baja la voz –la peliazul alzo levemente la voz, sonando autoritaria y le funciono, pues baje los hombros y solté un enorme bufido- y dos, no estoy saliendo en una cita con Toudo-san –al cruzarse de brazos, se mostró molesta- nos vamos ajuntar para tomar notas sobre futuras canciones.
Debería darme puntos, me estaba controlando para no gritar con fuerza pues estábamos en una cafetería que se encontraba en el centro de la ciudad. Debes en cuando solíamos ir a ese lugar pues es tranquilo y se puede platicar plácidamente sin el bullicio de la ciudad incluido. Aunque, no tome en consideración el porque me estaba invitando a ese lugar cuando solo íbamos en momentos especiales: cuando tocaba componer una canción, festejar algún evento o simplemente estar solos porque los demás miembros de Muse no sabían de la existencia del café. No supuse que la razón por la cual me atrajo
- ¿Qué no está lo suficientemente grandecito para hacerlo el solo? –me atreví a preguntar bajo esa inquisitiva mirada.
- Ambos somos escritores de nuestro respectivo grupo, no tiene nada de malo comparar notas y ver en que podemos mejorar –agrego sin un atisbo de duda- la competencia es buena para seguir mejorando.
- Pues yo podría…
- Maki –con la mayor calma del mundo, tomo mis manos y me mostro una sonrisa- no pasa nada, ¿Qué no confías en mí?
- Pues si confió en ti… -musite un poco apenado- pero no confió en el…
- No deberías de ser tan desconfiado –dijo con una sonrisa- Toudo-san es buen escritor, gracias a él, A-RISE ha tenido un excelente desempeño en ese ámbito. Quiero aprender de él.
- ¿Y de qué sirve que hagamos todo eso? A fin de cuentas, no vamos a seguir como grupo –fueron aquellas mis palabras la sentencia para un silencio perpetuo.
No todo lo bueno dura y esto no era una excepción. Los de tercero se iban a graduar en unos cuantos meses y lo que en algún momento conocí como una familia, se iba a desintegrar. Estaba la opción de seguir solo nosotros seis pero… Muse solo puede existir si sus nueve miembros están activos, ni uno más y ni uno menos. Como dirían los tres mosqueteros "todos para uno y uno para todos".
- Creme, tampoco me hace muy feliz pensar en la probabilidad de que si se gradúan ya no los vamos a volver a ver –hablo un poco desanimada pero al instante me mostro una suave sonrisa que irradiaba esperanza- aun después de todo, esos pensamientos negativos se van cuando confió en los lazos que hemos hecho –coloco su mano sobrante sobre su pecho.
Las palabras que menciono, con tal tranquilidad, me hizo sonreír pausadamente.
- Es raro que seas tan positiva –atine a decir.
- Tengo mis días –al encogerse de los brazos, presiono de nueva cuenta la mano que tenía aprisionada- cuando tienes un novio tan negativo, tiendes a tener ese tipo de pensamientos.
- Pero que fanfarrona te has vuelto –arqué la ceja con suavidad y ella respondió con una risita- debo de empezar a poner límites a tus salidas con Nico-chan. La enana te está contagiando de su estupidez.
- Que yo recuerde, Nico puede ser peor que solo una "fanfarrona" –otra risita salió de sus labios, una que de verdad era contagiosa y animosa.
- No te puedo decir que no cuando sí.
- Y cuando se junta con Honoka y con Rin, es mil veces peor.
Ambos compartimos un par de risas y sonrisas cómplices a sabiendas de que nos burlábamos de nuestros compañeros de una forma particularmente cariñosa.
Es extraño, desde que veo a muse como una familia, no me siento particularmente incomodo al "hablar mal" de alguno de los integrantes. Recuerdo que una de las enseñanzas que mi madre me dedico a mi corta edad era la de no hablar mal de alguien en ninguna circunstancia; pero, ese aprendizaje quedaba nulo cuando lo comparamos a este tipo de casos.
Ninguna familia es perfecta, todas tienen sus problemas. Aunque, al final del día puedas amarlos u odiarlos, sabes que estarán ahí para ti y eso aplica para las familias que decidimos escoger.
- Entonces –Umi comenzó a hablar tras la pequeña sesión de comedia- ¿tengo que pedirte permiso para ir con Toudo-san a la librería?
La petición fue acompañada por el brillo de sus ojos marrones, de sus hermosos ojos que sabían que me tenían bajo su dominio. Con un leve movimiento de pestañas podía bajarle la luna si así me lo pidiera e incluso participaría en una canción ridícula si así me lo pidiera.
- Tu… -un pesado suspiro salió de mis labios y negué suavemente con la cabeza- no tienes que pedirme permiso, no soy tu papá y mucho menos tu dueño… Pero
Fruncí el ceño, no me gustaba la idea de que saliera con ese idiota pelos de… de… ah, estaba tan enojado que ni un solo insulto se me ocurría.
- Sé que no tenemos ese tipo de relación –afirmo ella con la mayor calma del mundo- es solo que me gusta tenerte en consideración. Tu opinión es importante para mí, Maki.
- Lo agradezco –levemente asentí la cabeza y de nuevo suspire- ve con Toudo, pero me mantienes informado ¿sí? Cualquier cosa que pueda hacerte ese idiota, yo…
Antes de continuar, un pequeño rose de labios se hizo presente en mi frente. Al ver a la persona que realizo la acción, me sentí levemente avergonzado, un suave aleteo de mariposas se presentó en la boca de mi estómago. Bailaban con enriquecida felicidad.
- Créeme, si algo pasara, seria yo la que lo pondría en su lugar –con un guiño, Umi contesto de la forma más segura que podía- gracias por confiar en mí.
- Te lo he dicho –alcance a contestar con la poca voz que me quedaba después de la acción pasada de la peliazul- confió en ti, pero no en él.
- No pasara nada, lo prometo. Te mantendré informado pero no te pongas loco ¿sí?
- Cordura es mi segundo nombre.
-Tiempo después-
- A ver señor "cordura" ¿Qué hacemos aquí? Se supone que hoy veríamos el partido de béisbol y no persiguiendo a tu noviecita.
- Cállate, enana –gruño entre dientes para silenciar a su quejumbrosa acompañante- a ti ni te gusta el béisbol, solo lo ves por los cátcher.
- Bueno, ¿Qué te digo? Los hombres fornidos me llaman la atención –sonando como una colegiala enamoradiza, no tuve más que suspirar y rodar los ojos por sus tontas acciones - tu ni digas nada, señorito "veo vóleibol por gusto y no por moda".
- A diferencia tuya, Minion –tras bufar y mirarla, pique su frente con mi dedo índice- yo si veo los deportes por lo que son, no por los que están en él.
- Estas celoso de que no puedas aceptar que ves vóleibol por las chicas que salen ahí porque tienes novia~ vamos, que ver el menú no te hace infiel, te hace decir que tomaste buenas decisiones~ -hablo burlona cual gato travieso- no como yo, la gran Yazawa Nico. Una magnificencia como yo, no debe quedarse solo con un postre a probar, ¡debe saborear todo lo habido y por haber! –exclamo con enorme orgullo.
- Cállate –brame y la silencie al colocar mi mano sobre su boca- si gritas así, no solo Umi se va a dar cuenta de que estamos aquí, si no, pues todo el mundo y no quiero que sepan que salgo contigo en mis ratos libres.
Con mis palabras dichas, observe la reacción de la pelinegra y esta asintió. Proseguí a retirar mi mano de su boca y ella en el momento que se vio liberada, me dio tremente golpe en el hombro que incluso mis antepasados podrían sentir ese dolor.
- No desquites conmigo que no tengas amigos para venir a seguirte en tus tonterías –argumento frunciendo el ceño.
- Eso es… -antes de exaltarme, solté aire en un intento de calmarme- eres mi amiga más discreta. De ti, a los otros, al menos sabes espiar a las personas, en lo que cabe.
- Ow~, Maki-kun dándome un cumplido, tiene que ser mi día de suerte –hablo casi en un pequeño tarareo, meciéndose de un lado a otro- en nuestra próxima incursión, te traeré uno turbante rojito como el que traía yo en aquel entonces.
Gruñí suavemente porque su ayuda era algo que se me dificultaba aceptar. Pero no estaba erróneo al escogerla, eso y que tampoco había mucho de donde escoger; Eli no sabe espiar, es un inútil hasta para eso; los dos idiotas pelinaranjas tienen de discreto lo que yo tengo de tonto; Kotori es particularmente escandalosa cuando se trata de Umi, la creo capaz de idear un plan súper loco para espiarla y al final nos terminarían atrapando; Hanayo ni se diga, esa chica se muere de vergüenza antes de hacer eso; la única opción viable era Nozomi, esa chica es terriblemente discreta cuando quiere, podría vigilar incluso al mismísimo gobierno y no se darían cuenta pero… Para mi desgracia, tenía que ir al templo para hacer sus deberes y la última opción que no me agradaba del todo, pues era la enana.
Pero al verla tan contenta con mi decisión y con mi orgullo casi herido, pues, me vi en la necesidad de aprovecharme de ese último comentario que hizo.
- ¿Qué no era…? Pues… caca –comente para desviar su atención y en un dos por tres se giró hacia otro lado para verme.
Oh si, uno del episodio en la vida de Yazawa Nico que no quería ni decir ni aceptar. El día que un niño le dijo "caca" el día que nos espió a nosotros antes de que se uniera a muse en la hamburguesería.
- N-No era eso…
- Oh si lo era, chica popo –solté en una pequeña risita y al ver que ella se ponía colorada, supe que mi objetivo estaba cumplido.
- M-Mejor sigamos con la investigación. La gran Nico Nii, pondrá todo su empeño en que esto salga bien –su actitud cambio, se quería mostrar segura y madura pero no era más que una jovencita avergonzada por sus estupideces.
Por ahora, eso me servía.
- Ahora hablamos el mismo idioma- sin darle ya mucha importancia a la travesura realizada, mis binoculares para ver qué pasaba dentro de la biblioteca pero los intentos eran inútiles.
Debo admitir que la verdad no era la mejor idea del mundo, los binoculares que traíamos en ese momento no eran precisamente efectivos en aquella situación pues no permitían más que observar ciertas figuras con matices de colores extraños.
Si alguien de nombre Yazawa Nico hubiera traído los binoculares que le pedí y no los de juguete que le pertenecen a su hermano ¡ya estaríamos viendo que pasa ahí!
- Esto te funcionara mejor –de improviso, una nueva integrante hizo aparición, poniendo frente a nosotros una pantalla que nos dejaba visualizar lo que pasaba dentro de la biblioteca- ¿ves? Tan nitidito como en la televisión, lo malo es que no tiene audio, pero podemos verlos desde diferentes puntos si así lo deseamos.
- Oh, gracias. Veamos…
Aunque agradecí, no caí en cuenta de quién era la persona a la cual se las daba, me pareció tan casual que por inercia acepte aquella propuesta sin pensarlo. Tras una breve mirada, descubrí que la nueva persona que había llegado era nada más y nada menos que Yuki Anju de A-RISE.
Esperen… ¿Qué?
- ¡ANJU-SAMA! –soltó tremendo grito la enana. Aunque más que grito era un chillido agudo.
Sin pensarlo dos veces, la joven y yo tapamos la boca de la pelinegra y procedimos a lanzarnos sobre ella para evitar que nos vieran.
No solo sería un escándalo que estuviéramos espiándolos si no que el simple hecho de que Yuki-san este aquí, hará que todo el mundo venga y se haga tremendo caos.
Ya puedo ver los anuncios en redes y otros medios de comunicación: "la estrella naciente Yuki Anju, anuncia un nuevo trio musical" o "¡A montones! ¡Miren que tiene cara de princesa pero mente de poliandria!" o algo peor como "¡Pero qué bien comen los idols escolares!"
Tal pareciera que Yuki-san y yo habíamos pensado lo mismo pues en menos de lo que cantaba un gallo, nos alejamos de la Yazawa con cautela a la espera de que la torpe no volviera a gritar cual loca fanática de crepúsculo.
- No era necesaria la violencia… -comento con recaudo. Un poco sonrojada por su actitud- solo fue la sorpresa del momento…
- Aunque agradezco que mis fans reacciones así cuando me ven –comenzó a hablar la joven de cabello cobrizo- este no es el momento para ese tipo de actos, Yazawa-san.
- Eso lo entiendo pero… -aunque regañada, con lo orgullosa que es y será, Nico-chan se incorporó rápidamente y de manera soberbia señalo a la recién llegado- ¿tú que haces aquí? Esta es una misión ultra secreta de Muse –se cruzó de brazos intentando verse intimidante.
La joven, en vez de tomárselo a pecho, rio levemente pero no sonaba como una burla propiamente. Si no como una cálida bienvenida a esa actitud impertinente y prepotente.
- Veo que tú eres la fierecilla indomable de muse –agrego en un tono calmado y franco a lo cual, la enana soltó un pequeño chillido de regocijo- contestano a tu pregunta, vengo por la misma razón que Nishikino-san –al mirarme, una sonrisa particular se asomó en sus labios.
Era sutil aquel movimiento de sus labios, pero lo suficientemente fuerte para hacer que tuviera unos terribles escalofríos desde las lumbares hasta las cervicales. Incluso el abaniqueo de sus ojos al pestañear y proceder a cerrar sus ojos se sintió como una tortura cruel y sin misericordia.
Debía aceptarlo, la chica daba miedo. Aquella sonrisa que me brindo era bien parecida a la que Nozomi solía dar cuando quería decir algo pero lo estaba guardando para ella, una sonrisa que custodiaba sus más recónditos sentimientos y emociones que no saldrían salvo que hubiera una razón muy específica para que aquello fuera realidad. Aun con lo parecido que pudiera ser a la actitud misteriosa de Nozomi, la de Yuki-san tenía un impacto mayor, no sabía explicarlo y no entiendo bien porque de pronto, cuando sus labios formaron su sonrisa, el ambiente se empezó a sentir espeso, como si una toxina macabra se hiciera presente.
¿Así es como sonríen las princesas?
- ¿A-Así? –fuera de mi actitud estoica, instintivamente di un paso para atrás mientras mi nerviosismo salía a flote.
- En efecto –asintió suavemente con su cabeza y al son de mi paso hacia atrás, ella dio unos cuantos hacia adelante- también vine a ver como evolucionaba la relación de Eren con Sonoda-san –termino sus palabras con un elegante suspiro.
- ¿Relación? –Aquella palabra, siendo un activador de mi factor "novio celoso" logro que me sintiera particularmente irritado- no creo que tengan una relación en particular…
- Tenías que abrir la boca… -musito Nico-chan.
- ¿No lo ves así? –pregunto con una curiosidad casi gatuna- pienso que una relación amistosa entre ellos dos sería bueno para ambos grupos.
¿Me estaba tomando el pelo? ¿Me van a decir que esa cara de asesina serial no es porque piense otra cosa del encuentro de Umi y Toudo-san?
- ¿Sera que Nishikino-san está mal pensando las cosas? –Soltó su pregunta con cierta burla en su voz- entiendo la situación y como tu senpai, voy a ayudarte ¿Qué te parece? –palmeo mi hombro y al verla ella mantenía esa sonrisa tenebrosa de hace rato- así que, puedo prestarte mi Tablet para que veas lo que sucede ahí adentro.
Cuando termino aquello, me quede viéndola, pestañeando sin entender al principio que era lo que trataba de lograr. Básicamente, en su lógica, ayudarme a mí era hacerme un favor y ella no esperaba nada a cambio. Pero por experiencia propia, propinada por Toujo Nozomi, podía deducir que este "favor" tenía un planteamiento diferente.
Aunque, debo admitirlo, fuera falso o no… No me vendría mal una ayudadita.
- Siento que me arrepentiré después –comente y con el mayor cuidado del mundo, tome la Tablet de las manos de Yuki-san- pero aceptare tu ayuda si así cumplo mi objetivo.
- Sera un placer darte mi ayuda, Nishikino-san~
Con un suspiro mire sin darle importancia a las advertencias que daba Nico-chan a espaldas de la joven de cabello cobrizo, observe la Tablet con la mayor atención del mundo.
Adentro de la biblioteca
POV Umi.
A veces, no sé si la vida te pone pruebas de fuego para soportar aquellas cosas que te lanza esporádicamente o que simplemente, alguien que está en el cielo se burla de ti e intenta hacerte sufrir a cada rato.
Ahora mismo, una de las pruebas más grandes que me da la vida es el saber que mi novio se encuentra a unos cuantos metros de mí, observándome al principio con unos binoculares de la peor calidad posible, llego Yuki-san e hicieron un alboroto total para continuar en "silencio" mientras por una tableta nos veían.
Afortunadamente no tuve posibilidad de verlos hacer semejante escena, si no que todo eso lo se gracias a que Toudo-san me dijo, pues mientras yo les daba la espalda, estaba frente mío, observando todo lo que pasaba.
- ¿Cuánto tiempo crees que duraran haciendo eso? –pregunte curiosa al joven de cabellera morada que antes de contestar, suspiro.
- No puedo hablar por Nishikino-san o por Yazawa-san, pero conociendo a Anju… -frunció tenuemente el ceño al son de sus palabras- puede durar horas hasta que logre su cometido.
- ¿Y cuál es ese? –alce la ceja.
- Eso es lo que quiero saber –cuidadosamente movió sus labios de un lado para otro, pareciendo un conejo- me sorprende que comenzara a seguirnos desde que salimos de la estación.
- ¿Y nos siguió caminando? –no pude más con mi impresión pues la imagen que tenía en la cabeza de Yuki-san era de una señorita que no caminaba más de cinco metros por algo e incluso tenía que llamar a su servidumbre para hacer las cosas.
- Por increíble que suene, es verdad –el asintió levemente con la cabeza- es una persona sumamente cuidadosa, tanto en lo físico como lo emocional pero… -en sus labios se formó una pequeña mueca- uno de sus defectos es que odia por completo el transporte público o caminar por la calle a grandes distancias, a excepción que sea por una liquidación de ropa o un libro que le guste mucho.
- Y pensé que Kotori era vanidosa con respecto a la ropa… -musite levemente aunque añadí una sutil risita- incluso Maki es algo cuidadoso con su imagen.
Aquella risita fue la apertura a pequeños recuerdos acerca del pelirrojo. Aunque él no lo quisiera aceptar, desde que lo conozco, es sumamente vanidoso. Incluso podía recordar la vez que nos quedamos todo el día en una tienda de ropa masculina porque él no encontraba algo que lo hiciera sentir seguro pues ese día íbamos a visitar a mis papás y pese a que se demostró que mi padre no es agresivo, Maki le sigue guardando cierto resentimiento.
Cada pequeño detalle de ese lado de Maki, el cuidadoso e impecable me hizo soltar dos que tres risas extras que configuraron mi sonrisa para que se alargara, añadiendo pequeñas chispas de gozo con el recuerdo.
- Se nota que te importa –añadió el joven que de inmediato llamo mi atención por un tono atípico en su voz. Era uno curioso y a su vez divertido- te gusta mucho, ¿verdad?
- ¿Ah? –Solté un poco sorprendida por su pregunta pero en un instante, esa actitud cambio a una segura- sí, bastante –confesé sin un atisbo de duda.
- Es refrescante que una relación pueda prosperar en un ambiente tan competitivo –comento Toudo-san, asintiendo suavemente la cabeza- es un poco curioso como en un grupo de idols se den tantas parejas.
- ¿Te parece curioso? –en cuando incline levemente la cabeza escuche un fuerte gruñido de gato y al mirar a mi alrededor no vi a nadie así que, supuse quien había sido- lo peor es que no me sorprende…
- ¿Qué no te sorprende?
- Nada, nada –sacudí mi mano derecha de un lado a otro, disculpándome internamente por las acciones de mi pareja- entonces… -carraspeé levemente antes de continuar hablando -¿te parece curioso? –repetí mi pregunta y el pareció captar la indirecta de no querer hablar del tema.
- Ah claro –carraspeo un poco y prosiguió- no es particularmente normal que en el mundo de los/las idol se desarrollen relaciones amorosas entre los miembros de un mismo grupo fuera de lo que es el fan-service –levemente una sutil sonrisa se fue formando en sus labios- es en parte, lo maravilloso que tiene muse, no sigue un estigma habitual para grupos de idols escolares, solo son ustedes siendo, pues ustedes –concluyo sus palabras con una pequeña risita.
Viéndolo reír, de cierta manera puedo entender porque tiene un club tan grande fans e incluso la misma Nico que se siente inalcanzable, tiende a babear por él. Cuando se lo propone, puede ser bastante encantador y un poco atractivo.
- ¿No pasa lo mismo con A-RISE? –solté aquella pregunta con una curiosidad casi infantil.
- Uh… -ante mi pregunta el cerro tremente los ojos, analizando la pregunta y en unos segundos abrió los ojos para proceder a contestar- no en realidad –contesto con cierta vagancia- Si bien, nos llevamos bien como grupo y colaboramos bien, hay cierto aire de rivalidad incluso en nuestras prácticas. No solo somos compañeros y amigos, sino que también nuestros propios rivales.
- Oh –al escucharlo, analice un poco sus palabras- creo que puedo entenderlo. A veces tenemos pequeñas competencias en muse pero… me parece que no son tan particulares como las que tiene A-RISE.
- Algo así –se encogió de brazos y soltó un pequeño suspiro- Tsubasa siempre quiere tomar la delantera en todo lo que hacemos, entiendo que sea la líder y eso, pero que pida ayuda para componer una canción o hacer las coreografías no le haría mal –en sus labios se formó un pequeño disgusto a la par que puso los ojos en blanco- es bastante competitiva. Es así mucho antes de que formáramos el grupo, ¡es más! La primera vez que nos vimos, prácticamente me declaro la guerra diciendo algo como "no puedo permitir que un chico me gane, en esta guerra, seré yo la ganadora" –arremedo la voz de su compañera con empeño pero le salió fatal con los gallitos altos de su voz grave.
Reí con suavidad de forma involuntaria con aquella mala interpretación- me recuerda mucho a Honoka en ese sentido. Él me dijo lo mismo una vez que estábamos practicando –al término de mi disfrute, me acompaño una mirada que anhelaba comprensión.
- Así que tu también lo entiendes- asentido un par de veces con una energía que no sabía que él tuviera- eso explica porque nos llevamos tan bien, Sonoda-san.
- ¿Así? –intuitivamente me mantuve sonriendo, había descubierto un secreto que sus fans matarían por saber.
- Más de lo que puedes imaginar –rápidamente negó la cabeza- solo tu puedes imaginar el calvario que es aguantar a una persona terriblemente activa como lo es Tsubasa en mi caso y Kousaka-san en tu situación –hablo rápido, con energía renovada- y no solo ella, si no que Anju también puede ser algo… Peculiar.
- ¿En qué sentido?
- En que es… Una princesa –a diferencia del tono despectivo que logre escuchar cuando hablo de Kira-san, en este caso, su voz se fue suavizando con la pequeña mención de Yuki-san- en contraste con Tsubasa, ella piensa todo de manera calculada, sabe bien hacer y qué no hacer. Es como si pudiera leer el futuro.
- "Supongo que tengo un punto de comparación" –en mi mente, había una pequeña Nozomi comportándose de la misma manera que la aludida.
- Fuera de las cosas que te mencione, es… -una torpe sonrisa acompaño a ese suspiro ensoñado- baila tan bien que a veces temo que mis movimientos sean lo suficientemente torpes para hacerla tropezar o arruinar la estética de su baile… Es estresante no sentirse lo suficientemente bueno en ese aspecto.
Me mantuve callada, escuchando cada una de las palabras agradables y amorosas que salían de los labios de ese chico que al principio parecía reservado. En mi pequeña imaginación, tenía la idea de que comenzó a ser sincero por la singular manera en la que ambos nos comportamos y vio en mí un confidente improvisado.
Cada palabra de Toudo-san iba acompañada de suspiros pequeños, risas cautelosas e incluso de sonrisas dignas de una persona enamorada.
Había escuchado el rumor de que ellos dos habían comenzado a salir y de ahí que tuvieran tan buena química tanto adentro como afuera del escenario; un noviazgo de ensueño para las jovencitas que veían en Toudo-san un caballero de brillante armadura y en Yuki-san la princesa que este salva con el mayor esmero. Una actitud estoica y reservada como la de Toudo-san y la vanidad formal y amante de lo hermoso de Yuki-san parecían mover mucho a las masas en ese aspecto romántico.
Por parte de Nico, llegue a escuchar que su club de fans era tan grande que incluso había mercancía de ellos dos a mas no poder: desde posters, postales, pines, mochilas y para los más curiosos… hasta había historias escritas en páginas de baja calidad. Unas más buenas que otras según la pelinegra y esporádicamente Hanayo que siempre hablaba del tema con gran espero.
De hecho, incluso una persona tan despistada como yo podía jurar que aquella información era verídica pues desde la distancia se veía aquella mirada confidente y especial que solo los amantes tienen, un lenguaje ajenos para aquellos seres solitarios; pero, escuchándolo hablar de esa manera, como si soñara con un futuro que nunca sucederá ni en un millón de años, me quedo claro que todo eso podía bien ser un amor no correspondido por subestimar sus propios sentimientos.
- Ella es –otro suspiro acompaño su delirio- perfecta e imperfecta en tantas cosas. Suele llegar tarde y si tú la haces esperar, te atacaran los 7 círculos del infierno y sin escalas. Ama todo lo que sea estéticamente atractivo y ama con locura sus libros, aunque también logra encontrar belleza y amor en las cosas mundanas como una hoja seca de otoño o una piedra –rio levemente y negó con la cabeza con la misma intensidad- es…
- ¿Complicado de explicar? –me atreví a terminar su oración y estupefacto el asintió a mis palabras- creo que si tenemos más cosas en común de lo que puedes creer.
- ¿Te ha pasado lo mismo?
Asentí y proseguí a hablar- Con Maki. Llegue a amar hasta la más tonta acción que hacía y aceptar sus imperfecciones como él lo hace conmigo –un pequeño gorgoteo se apoderó de mi estómago, haciendo que poco a poco pudiera sentirme un poco nerviosa- al principio, cuanto más lo conocía, más inalcanzable me parecía incluso después de un diminuto malentendido de un amor no correspondido. A mis ojos, él siempre era impecable en todo lo que hacía, aunque se pusiera nervioso y titubeara cuando lo cuestionabas, tenía esa cualidad que al tocar el piano era verdaderamente sincero y no había duda de lo perfecto que se veía al tocar una simple nota.
- Y su relación ha evolucionado desde entonces… -hablo cauto y analítico- es sorprendente como pasan las cosas ¿verdad?
- Ni que lo digas –incline un poco mi cuerpo hacia adelante- aunque parezca difícil, sé que lograras encantar a Yuki-san. Y así como tú, ella amara tus imperfecciones y perfecciones, todo de ti.
Realizadas mis palabras, a Toudo-san no le tomo más de unos segundos en batir sus pestañas con enorme confusión. Era como si ni él se creyera que pudiera haber una posibilidad que no habría calculado.
A su club de fans le encantaría ver a su chico favorito siendo tan inocente con ese tipo de temas.
Sin pensarlo, siendo una reacción a lo que había descubierto, comencé a reír con mesura para no molestar a los que estaban a nuestro lado.
- ¿Dije algo gracioso? ¿Sonoda-san? ¿Te pasa algo?
Sacudí varias veces mi cabeza e incluso mis manos se vieron forzadas a participar en mi intento de reprimir mis risitas.
No pueden culparme. En el transcurso de nuestra platica, el no dejo de sorprenderme con lo rápido que podía cambiar de una actitud reservada a una prácticamente avergonzada. El chico se había vuelto un personaje digno de analizar a mi parecer.
- Sonoda-san, no entiendo porque…
- Puedes decir por mi nombre –conteste tras calmar un poco la risa que tenía.
- ¿Eso no es…?
- ¿Impersonal? Creo que ya quedo claro que nos llevamos bien y podemos tutearnos –corregí asintiendo con suavidad la cabeza- ¿puedo tener también el privilegio?
El me miro unas pocas, un tanto perplejas por mis disonantes palabras pero en unos cuantos segundos asintió con un pestañeo- será un honor que puedas decirme por mi nombre, Umi.
- Lo mismo digo, Eren.
Sin esperar una respuesta, como si de un acuerdo silencioso se tratase, ambos nos dispusimos a disfrutar de los libros que nos acompañaban y de los comentarios alegóricos a la escritura que se convertiría en una hermosa canción un el futuro.
POV Maki
Dioses, denme paciencia… Fuerza no, ¡porque los mato! No sé porque Umi se riega tanto con ese tarado, pero no me gusta para nada ¡no me gusta! Y luego, todavía el otro idiota parece agradecerle el hecho de hacerla sonreír… ¡Ah, que estrés!
Al intentar mantener mi molestia, presione la Tablet que estaba en mis manos. Poco me duro la satisfacción cuando note mi error y al verla, esperando no haberla dañado, note como una mirada se habla clavado como una navaja sobre el aparato y no era nada más y nada menos que Yuki-san que parecía particularmente molesta.
No es que sea un experto en el área pero…al estar en grupo compuesto en su mayoría por mujeres, creo que tengo la suficiente experiencia para saber cuándo una mujer está conteniendo su ira e intenta no sacarla por el bien suyo y principalmente, por el de los demás.
- ¿Yuki-san? –El llame por su apellido con un poco de reserva- ¿estás bien?
- Si, bien –ella contesto, centrada en la tableta- ¿porque no lo estaría?
- Porque parece que quieres matar a alguien –dije sin ningún tipo de filtro.
Casi podía describir ese sentimiento de terror o de aura asesina de cuando a Kotori le empieza a palpitar la ceja derecha. Y créanme, no es nada agradable verla así de molesta y que te acribille con todo lo que tiene.
Así que, mientras más rápido descubra por qué está molesta, más fácil será el día de hoy.
Ella rio suavemente antes de decidir mirarme- no tienes tacto con las chicas, querido –al mirarme, ladeo suavemente su cabeza y coloco con cuidado su mano libre sobre su mejilla- pero ya que estamos juntos en esto, puedo decir que si estoy un poco molesta.
- ¿Y puedo saber la razón? –deje la tableta a cargo de Nico-chan que se había limitado a observar y ahora veía la tableta como si fuera el tesoro más grande del mundo.
- Tiene que ver con Eren- hablo de manera sincera o bueno, eso parecía. Ese tonito no me convencía del todo- tengo miedo de que alguien lo descubra en la biblioteca y cause un revuelo que termine por sacarlo de ahí –suspirando sigue hablando- le gusta mucho ese lugar. De ser posible, no quiero que le digan algo.
Me mantuve atento a sus palabras y principalmente, a sus acciones. La esencia que emanaba era puramente majestuosa e imperturbable. Digna de una princesa; pero aun incluso con aquella apariencia que engañaba a su público, en sus ojos se podía ver un destello de ira contenida. Esa sonrisa amigable solo era la máscara para sus ocultas intenciones.
A mi punto de vista, era una persona que estaba sufriendo mucho. Manifestaba sus deseos con palabras amables y cortesas, lanzando las palabras al aire en búsqueda de que alguien entendiera su oculto significado.
Tal vez, podía ayudarla. Necesitaba alguien que pudiera entenderla o aunque sea, escucharla en sus manifestaciones de sentimientos.
Podía olvidarme de la misión solo por un momento con tal de escucharla. Digo, ella me está prestando un artefacto lujoso para espiar a mi novia… Bueno, eso no sonó nada bien, en fin, lo mínimo que podía hacer por ella es escucharla.
- Yuki-san, tu…
En mi intento de hacer conversación, un ruido estridente llamo mi atención y de inmediato me gire a donde estaba el origen del ruido.
Ante mis ojos, estaba Nico-chan desmayada en el piso. Fuera de tener una cara sin expresiones o de dolor, parecía súper sonriente, como si hubiera visto la mejor maravilla del mundo.
Como buen amigo que soy, en vez de ir con ella rápidamente, agarre la tableta que descansaba a su lado para ver qué era lo que la había dejado en ese estado y pues… No era nada del otro mundo, solo era Toudo-san sonriendo y riendo, no creo que por eso…
Esperen… ¿¡COMO PORQUE SE ESTABA RIENDO!?
Inevitablemente, como un habito inquebrantable, solté un gruñido tenue que llamo la atención de la joven de cabello cobrizo que hasta ese momento no se había acercado.
- Así que, eso provoco que se desmayara –atino a decir la joven que al mirarla, logre ver por unos breves segundos una fugaz sonrisa- es algo trivial, incluso para una acérrima fan como lo es Yazawa-san.
- Supongo que si –el leve espectáculo de su sonrisa había desaparecido y mi atención se centró en la tableta en donde intentaba averiguar por qué ese tarado se estaba riendo y porque Umi parecía tan risueña.
Al verla, no encontraba la gracia de un tipo tan horrible como Toudo-san. Esa sin chiste no podría ni hacer reír a un niño. Simplemente es alguien amargado, serio, payaso y bastante antipático para mi gusto.
Y tal parecía que mi disgusto era compartido, más que nada, el sentimiento, pues al ver la cara de Yuki-san, indicaba que pensaba lo mismo que yo pero hacia la peliazul que reía con el cabeza de berenjena. En ese sentido… No puedo culpar a Yuki-san, ¿Quién no le tendría celos a Umi? ¡Solo mírenla! ¡Si es preciosa! En simples palabras, es la novia que todo chico debería aspirar a tener, así de sencillo.
- Creo que tenemos un problema… -hablo Yuki-san con tenue seriedad.
Acudiendo a ese llamado, enfoque la mirada en la tableta y note el como algo no concordaba en la escena.
- Entiendo a qué te refieres… -conteste para proceder a incorporarme- es momento.
- No podría estar más que de acuerdo, Nishikino-san –con una elegancia terriblemente fuerte, saco de su bolsa un par de gafas y se las coloco- ¿Qué? ¿Demasiado? –pregunto pues mi cara decía que no entendía por qué traerlas cuando era más que obvio que no cubría por completo su identidad- también traje unas para ti, mira –de su bolso saco otro par de gafas y me las puso en las manos- así tampoco te reconocerán a ti.
- No veo como esto podría funcionar- con un suspiro me puse las gafas- ¿mejor?
- Casi irreconocible, querido –alago con una enorme sonrisa- bien, ahora a lo que… -al mirar la tableta, se dio cuenta, al igual que yo que siguió sus acciones, que a los dos que estábamos siguiendo ya no estaban ahí- ¿Cómo es que…?
- Esto nos pasa por… -antes de terminar mi frase, vislumbre en la lejanía una cabellera azul bien conocida y para garantizarme de quien era, incluso me estire de más para verla bien- ¡Están en la parada de camión!
- ¡Vamos! –Sin siquiera esperar a que le dijera más, Yuki-san tomo mi mano y tiro de ella con una fuerza que desconocía que podía tener alguien de su complexión- ¡tenemos que seguirlos!
- Entendido pero… -tuve un lapso de ser buen amigo y vi como Nico-chan seguía tirada en el piso- pero ella…
- Le diré a uno de mis empleados que venga por ella –no sé cuándo saco su celular y comenzó a marcar un teléfono mientras caminaba a gran velocidad- no te preocupes por ella, vendrán rápido.
- Lo lamento, Nico-chan…
Con un enorme suspiro, mirándola, me despedí de Nico-chan a sabiendas de que Yuki-san cumpliría su palabra e irían por ella.
¿Seré un mal amigo por esto? Es una posibilidad pero en lo que resta de mi dignidad.
Numero uno: ella haría lo mismo por mí.
Numero dos: definitivamente, ella me dejaría sin pensarlo.
Así que, con un remordimiento falso, corrí detrás de Yuki-san para perseguir a esos dos.
Mientras tanto
POV Umi
- Me pregunto si Maki se habrá dado cuenta que grito como loco al igual que Yuki-san –añadí con una sutil risita.
- Espero que no, porque cuando les digamos, se van a poner como locos –Eren me acompaño en mi risita.
Ambos asentimos en los adentros del autobús y a lo lejos, vi desde la ventana del autobús una desesperada figura pelirroja que jadeaba a más no poder.
¿Estaré siendo un poco cruel con él?
En el parque
POV Maki
¡Maldad! ¡Maldad pura! ¿Cómo pueden ser tan descarados? ¡Ni siquiera se están cubriendo! Solamente están ahí, sentados, platicando de lo más frescos. ¿Qué no piensan que alguien los puede descubrir? ¡Ah no! ¡Pues si ya los descubrieron! Vinieron unos fans que los reconocieron y se tomaron fotos y hasta firmaron autógrafos. ¡Incluso Umi se veía cómoda con ese tipo de acercamiento! ¡Si, la misma chica que huía cuando le pedían autógrafos o que firma tan pequeño que con suerte y se ve!
Estaban tan sonrientes y alegres ¡más vale que sea porque están en presencia de sus fans y no por otra cosa!
Únicamente pudimos espiarlos entre los arbustos, donde esperábamos a su siguiente acción. Esporádicamente, aunque creo que es más por idea mía, note que Umi miraba al arbusto en el que estábamos y guiñaba el ojo derecho. Dudo mucho que ella sepa que estuviera ahí, a lo mejor era un nuevo tic nervioso que desarrollo de repente de estar rodeada por tanta gente.
Si Umi, la chica más reservada y correcta que conozco, supiera que la estoy siguiendo, estoy seguro de que no estaría haciendo semejante espectáculo pues sabría que me estaría muriendo de celos y estaría resistiendo para no lazarme hacia donde esta para alejarla de sus insolentes fans. Ella no es tan cruel, ella es una persona decente.
- Vaya~ Nishikino-san, estas sulfurando –una risueña risita me hizo salir de mis cavilaciones- ¿tanto te enoja que Sonoda-san este rodeada de personas?
Con un breve bufido, me gire a ver a la joven que se reía de mi desgracia, y mi sorpresa fue que al igual que yo, pero en un grado decente y pobre, ella parecía no estar cómoda con la situación que ambos presenciábamos.
Yuki-san estaba un poco encorvada, raro en ella pues siempre se galardonaba de una buena postura, un pequeño tic en su ojo izquierdo amenazaba con lanzar un golpe si se lo proponía, incluso la voz que había utilizado para hablar era particularmente grave, y su piel siempre blanca se había enrojecido.
- Creo que la que está molesta es otra –me atreví a decir al inclinar levemente mi cabeza.
- ¿Así? –Hablo en un tono de fingida inocencia- no sé a qué te refieres querido, el calor te hace delirar –abaniqueo con su mano para hacer énfasis en sus palabras.
Con aquella declaración, no pude más que soltar un pesado suspiro. Bueno, si hablo con ella un poco del tema, probablemente se vaya mi molestia eso y que dudo que ellos se vayan a otro lugar.
- Sí que te debe de molestar esta situación, ¿verdad?
Aunque fue retardado el efecto, ella tardo en contestarme con una sonrisa para nada sincera- ¿Oh~? –inclino su cabeza, dando la impresión de que no tramaba nada- claro que no Nishikino-san~ ¿Por qué lo estaría?
Con una pequeña mirada supe bien que no estaba ni cerca de estar "bien"- Porque hace rato… parecía que estabas suprimiendo tus emociones o más bien, queriendo aventarle una roca a Eren.
- ¿Eso crees~? –asentí con su pregunta. Me mantuve firme a en mi postura al mirarla con el afán de interrogarla un poco- puedes llegar a ser muy perceptivo cuando te lo propones, querido~ y muy insistente -hablo de forma suave y se meció un poco- acepto que es un poco incómodo estar persiguiendo a Eren sin las zapatillas correctas pero…
- Mentirosa…
- ¿Mentirosa? –Puso con cuidado su mano derecha sobre su mejilla- me temo que puedo ser todo, menos una mentirosa, siempre intento hablar con honestidad.
- ¿Entonces porque no lo haces? –pregunte y debo admitirlo, soné algo agresivo- hemos estado siguiéndolos y al principio dijiste que era para ayudarme, pero ¿eso era verdad? En cada oportunidad que esos dos se acercaban o es más, justo ahora que están con fans parece que quieres gritar de la frustración.
- No soy de las que gritan…
- Eres de las que ocultan sus sentimientos, Yuki-san –poco a poco, fui aligerando mi tono de voz para que no se sintiera tan pesado- aunque puede funcionarte unas veces, no puedes hacerlo por siempre, a la larga, eso puede hacerte explotar.
En un intento de verme amigable, me atreví a sonreír y tomar su hombro derecho con mi diestra.
- Si te hace sentir mejor, puedes hablar conmigo cuando quieras –ella se sorprendió un poco por mi propuesta- básicamente, no nos conocemos y lo que me platiques se me va a olvidar en menos de un día. No te daré conejos buenos porque no se hacerlo, pero puedo escucharte cuando lo necesites.
Mis palabras burdas y un poco torpes lograron que la joven riera un poco. Un suave cantar para los oídos pues esa risita no era una altanera o falsa, sino una de verdad, de gozo de mis tonterías imagino yo.
- No sé si es buena o mala esa cualidad tuya, Nishikino-san –con el mayor cuidado del mundo, tomo mi mano que descansaba en su hombro entre las suyas para proporcionarles un leve apretón- pero es probable que te tome la palabra un día de estos.
- Con gusto te ayudare –dije de manera tranquila.
- Y quien sabe… –tras darle un apretón a mi mano, dio un paso hacia adelante. Se encontraba sonriendo amable y esta vez parecía sincera- tal vez incluso lleguemos a ser un poco más que amigos~
Con aquella respuesta, parpadeo rápidamente y abrí los ojos con gran sorpresa de lo que había escuchado y presenciado. Un leve color rojizo se asomó por mis mejillas al son de que un tintineo en mi pecho hizo que me sobresaltara. Supongo… que ese es el encanto de "la princesa de UTX".
- Pero mira, que adorables, ¿no lo crees, Eren?
- En poco tiempo se llevan tan bien, debo admitirlo, Nishikino-san tiene talento.
- Y Yuki-san tampoco se queda atrás, es bastante hábil con las palabras.
POV UMI
Como un vals bien coordinado, tanto Yuki-san como Maki nos miraron y en un dos por tres, la joven soltó las manos del chico para proceder a sonreír y decirnos un "oh vaya, ¿nos estaban viendo?", mientras que Maki estaba apenado y no me dirigía la mirada.
- Desde hace rato que comenzaron a hablar fuerte –agrego el pelimorado alzando la ceja- cosa que es raro viniendo de ti Anju, por lo general no alzas la voz –al mirar a la joven, esta dio un pequeño brinco ante el "regaño".
- Bueno es que… -como un deleite para mis ojos y no dudo que para Nozomi también, la "chica perfecta" estaba nerviosa, se veía a leguas- fue situacional, no es algo que vaya a pasar de nuevo o algo así.
- "Incluso ella puede poner esa cara" –la mire empática ante su situación.
A fin de cuentas, ¿Quién no se pone nerviosa cuando el chico que le gusta la "regaña"?
- De hecho… -Eren cerro un poco los ojos y después de un suspiro, al abrirlos le dio una pequeña sonrisa- es agradable ver esa parte de ti, Anju.
Y en un dos por tres, aquella chica que se galardonaba de ser la perfección de pies a cabeza estaba roja a mas no poder. Sus ojos abiertos e incluso, jadeo de la sorpresa del comentario.
Era un simple encanto verla, una princesa atrapada en su juego y, hablando de la realeza.
- ¿No que confiabas en mí? –solté mi pregunta con un poco de malicia al joven pelirrojo que evitaba mi mirada- esperaba más de ti Maki, ¿enserio fuiste capaz de seguirme todo el día?
- B-Bueno… -balbuceo nervioso- n-no me voy a disculpar –"afirmo con dureza"- lo hice, porque me preocupo por ti… ¿tiene eso algo de malo?
- Ohm déjame pensar –le di leves golpes a mi barbilla, admirando el mar de colores rojizos que era mi penoso novio- supongo que no tiene nada de malo.
Agite su cabello con vehemencia hasta el punto de despeinarlo por completo, el pobre parecía recién levantado de la cama.
- ¡O-Oye, mi cabello no! –intento defenderse, pero logre mi cometido antes de que metiera las manos.
- Es tu castigo mi vida~ -hable con cierta soberbia- y si vuelves a seguirme, hare que Nico, Rin y Honoka te sigan hasta que encuentren algo tétrico y gracioso sobre ti y que lo suban a nuestra página.
- No serias capaz…
- Oh, lo seria –el orgullo era evidente en mi- y si eso no funciona, hare que Santa no venga a traerte tu regalo este año.
- P-Pero compre material nuevo para la chimenea…
- Estas advertido- al cruzarme de brazos, el de inmediato bajo la cabeza arrepentido.
Goce ese pequeño espectáculo, era un disfrute para mí.
Debo admitir que todo esto de seguirnos a Eren y a mí, me tomo por sorpresa aunque a decir verdad, no debería, conociendo a Maki, él era capaz de eso y más; pero ¿unirse con Yuki-san? eso sí que fue sorpresivo la verdad. ¿Quién iba a pensar que los dos "nobles" se iban a juntar para seguirnos todo el día e incluso, llegar a hablar de sus sentimientos?
De alguna manera u otra, esos dos tienen muchas cosas en común.
- Ustedes son iguales –dijimos al unisón Eren y yo.
El pelimorado y yo nos miramos y de inmediato sonreímos para proceder a reír.
Afortunadamente, nuestras pequeñas risas que no llegaba a escandalizar a las personas que estaban en el parque y bajo la mirada receptiva de los "chicos realeza", logre sentir una pequeña conexión amistosa. Pues a fin de cuentas, no solo nuestro amor por la escritura era un punto de comparación, si no, las peculiares personas a las cuales depositamos nuestro cariño y devoción.
¡Animo, Eren! Te estaré apoyando en tu sueño de amor imposible.
Debo admitirlo, tengo un gusto culposo con los personajes de A-RISE… No sé porque, es simplemente algo que me gusta por alguna razón extraña xD. Realmente no hay una razón lógica, solo pasa porque sí.
Eso y que me volví a ver el anime para buscar unas cosas y cuando escuche la voz de Anju ¡Ay Dios! Es simplemente hipnótica para esta vil mortal.
Es un poco triste, ya faltan pocos capítulos para que se acabe… Uh, tengo sentimientos encontrados.
¡Muchas gracias porque llegaste hasta aquí! ¿¡Te han dicho que eres súper especial!? ¡Pues lo eres!
¿Qué Tal si demuestras lo especial que eres dejando UN review y compartiendo tus historias favoritas con tus seres queridos?
De nuevo, muchas gracias, por ti son por la que seguimos escribiendo ¡gracias!
