Glitches

Séptima Parte

—Entonces… ¿En la realidad que soñaste estabas comenzando a crear una… una máquina del tiempo? —preguntó el Dr. Rivas con incredulidad.

—Aja —contestó Senku sin dejar de escribir algo enérgicamente en una libreta—. Aparentemente, por mis investigaciones y las de mis colegas, y aparte lo que tú has investigado, no sería tanto como una máquina del tiempo, sino una máquina que permita alcanzar distintas líneas alternas de tiempo, distintos universos. —Finalmente miró al científico español, que lo observó muy atento—. Sumaremos nuestros conocimientos y avanzaremos a toda velocidad para reabrir el portal al universo 165,5. El universo de Kohaku. —Apretó el bolígrafo con fuerza en su puño.

—Tú dices que la clave estaba en el campo cuántico de Higgs, lo cual se acerca a mis teorías, puesto que siempre he dicho que la clave está en la mecánica cuántica —murmuró el Dr. Rivas, ojeando una de las libretas que Senku había escrito con sus cálculos.

—Pues si tú teoría de las almas es cierta, entonces estamos en un campo totalmente desconocido para la ciencia. —Senku frunció el ceño, volviendo a escribir con rapidez en la libreta—. Eres el único experto en el tema. Yo ni siquiera terminó de creerme que exista el concepto de "alma".

—El alma es lo único que nos va a llevar a tu novia, muchacho. —Rivas se paró frente a él detrás de su escritorio, con su expresión muy seria visible incluso detrás de sus negros lentes circulares—. Tienes suerte de que haya pasado más de treinta años de mi vida estudiando todo lo posible al respecto. Con nuestros conocimientos juntos, puede ser posible abrir el portal, pero debe ser rápido. Ahora está a seis unidades astronómicas de distancia, y si se aleja más otro universo podría atravesarse, y entonces las cosas serían mucho más complicadas.

—¿Cuánto tiempo calculas que tenemos? —Ya le había advertido al respecto antes de viajar a Japón en sus muchas llamadas telefónicas, razón por la que Senku no planeaba tomar un solo descanso y ni siquiera mientras hablaban dejaba de lado sus cálculos.

—Me falta hacer el cálculo matemático y comprobarlo, pero puedo decirte una estimación basada en lo que ya he observado a lo largo de los años. —Bajó sus lentes, mirándolo directo al rostro con sus lúgubres ojos color café—. Si no lo logramos en menos de dos años y medio, es muy probable que tengas que esperar unos treinta años antes de obtener la tecnología necesaria para volver a ver a tu chica.

Senku dejó caer el bolígrafo sobre el escritorio por un momento, con su mano temblorosa.

Alejandro Rivas era el experto en el tema de las almas y los universos interconectados por estas, pero Senku le había dicho que probablemente con la "máquina del tiempo" podrían obtener resultados similares. Sin embargo, los dos eran unos donnadies en el mundo científico ahora mismo, no como en el mundo post-petrificación con el que soñó. Llegar al punto en el que una artesanía como la máquina del tiempo sería posible, y sin Whyman, costaría entre treinta y cincuenta años, él mismo lo dijo.

Sus propios cálculos señalaban lo inevitable. O lo hacían al modo del Dr. Rivas en estos dos años y medio, o Senku tendría que volcar toda su vida a la creación de una máquina del tiempo como en la de su sueño, o el tercer universo con el que se conectó, más bien.

Dos años y medio de espera. O treinta años de espera.

Era obvio lo que prefería.

—Tendremos que mandar nuestras vidas al diablo y concentrarnos en esto al diez billones por ciento. —Sonrió con sudor frío corriendo por todo su rostro—. Espero que estés listo, Dr. Rivas.

—Hay otro problema, muchacho. —Se sentó frente a él, cruzando los brazos—. Incluso con tu método mejorado para conseguir antimateria, costará mucho dinero obtenerla al igual que obtener los otros materiales. Sin mencionar que necesitamos construir un laboratorio enorme en tiempo record y muchos materiales que harán ver a la tecnología actual como juego de niños. Hay mucho que hacer desde cero en muy poco tiempo. Tengo ahorros, pero no es suficiente.

—No solo tengo la clave para la antimateria, Dr. Rivas. —Su sonrisa se volvió más macabra—. Fusión nuclear, superconductores convencionales y no convencionales, cristales bidimensionales, nanotecnología, computadoras cuánticas y un largo etcétera. Sé cómo implementar, aprovechar y producir todas esas tecnologías al coste más bajo posible y en tiempo record, con una capacidad con el potencial de cambiar el mundo como lo conocemos. Viví todo eso, todo está aquí. —Señaló a su mente sin perder la sonrisa.

El Dr. Rivas alzó muchísimo las cejas.

—Eso… Te va a ganar varios premios Nobel, muchacho.

Senku rio de buena gana.

—Quizás los acepte, dan un buen dineral junto con esas cosas.

—Aun así, ¿quién va a creer que un muchacho de dieciséis años posee todos esos conocimientos? Nadie creerá que mentalmente tienes veintisiete y que ya has comprobado y estudiado todo. Además, podrían robarte tus inventos si no vamos con el suficiente cuidado. ¿Cómo conseguimos los fondos? ¿En quién podemos confiar?

—Tengo un par de personas en mente. —Sonrió suavemente—. Será difícil ganar su confianza, pero una vez lo hagamos… Serán personas muy valiosas y confiables. Diez billones por ciento seguro.

Y claro que empezaría por el más grande derrochador, malcriado y ambicioso que conocía.

Aunque, por lo que había investigado, no sería fácil contactar a Nanami Ryusui, el más extravagante de los herederos Nanami. Se la pasaba viajando por el mundo y cuando no estaba muy ocupado en su Academia de navegación estaba hundido en sus proyectos personales o en fiestas alocadas.

—¿Cómo es que otro muchacho no mucho mayor que tú va a ayudarnos? Incluso aunque su familia posea una gran fortuna, ¿por qué convencería a toda su empresa de financiarnos? —preguntó el Dr. Rivas, incrédulo—. Tiene solo veintiún años.

—Casi veintidós. Y confía en mí, Ryusui siempre obtiene lo que desea, de una forma y otra. —Sonrió mientras rascaba su oído con una sonrisa confiada—. Incluso si no es con el dinero de su familia, estoy seguro que debe tener otros contactos que nos serían de utilidad.

—¿Y cómo conseguirás que alguien como él siquiera nos escuche, muchacho?

—Olvidas que nosotros también tenemos a alguien de clase alta, gran fortuna y reconocimiento mundial. —Sonrió, mirando a su celular—. Mi padre regresara mañana con la Diva Lillian Weinberg.

—¿Y ella lo sabe todo? ¿Querrá ayudarnos?

—¡Por supuesto que ayudaré! —Lillian, al día siguiente, se lanzó a abrazar a Senku con lagrimitas en los ojos—. ¡Tienes que reencontrarte con ella!

Obviamente, Byakuya le había contado todo. Y obviamente ella había querido venir a Japón otra vez. Y obviamente Byakuya y Lillian ya tenían una especie de relación "rara" que Senku prefería no preguntar.

Lo bueno era que Lillian sin duda podría conseguir una reunión con Ryusui, por lo que Senku se volteó al siguiente problema.

Para contactar a la segunda persona, pidió ayuda a sus amigos, más específicamente a Tsukasa.

—¿Quieres una reunión con Asagiri Gen? —Tsukasa lo miró con incredulidad—. ¿Por qué? A simple vista me di cuenta que es un estafador que solo se interesa por sí mismo.

—Sí, definitivamente lo es. —Rio con un toque de nostalgia—. Sin embargo, tiene muchísimo dinero. Sé tratar con él, y necesito todos los fondos que pueda conseguir. Tú arregla una reunión, yo lo convenceré.

—Lo conociste en ese mundo con el que soñaste, ¿no es así? —dedujo fácilmente—. Nunca me hablaste demasiado de todo lo que pasó allí, ni siquiera me diste muchos detalles de porqué tú y yo resultamos enemigos y tuvieron que pasar más de dos años para que me uniera a tu bando.

—En ese mundo tu hermanita nunca despertó del coma —reveló sin tacto, haciéndolo palidecer—. Eras una persona mucho más amargada y resentida con el mundo, pero al final pudimos salvar a Mirai y recapacitaste. Trabajamos juntos para recuperar la civilización. Je, no creo que deba decir mucho más. —Miró de reojo a Taiju y Yuzuriha regresando de comprar bebidas para los cuatro—. Sé hasta el nombre del hijo de esos dos, no quiero "spoilearles" demasiado sus vidas.

—Eso me hace pensar que también tienes algo que podrías "spoilear" de mi vida. —Tsukasa le dedicó una sonrisa divertida, dejándole claro que podía ver a través de él, pero que no preguntaría más.

Senku solo rio y negó con la cabeza, caminando hasta Taiju y Yuzuriha para tomar su bebida energética del día.

Pidió encontrarse con Ryusui y Gen el mismo día, acompañado de su padre, Lillian, el Dr. Rivas y Tsukasa.

—Bueno, esto es interesante. —Gen fue el primero en llegar, notando primero a Lillian, quien sin duda lo sorprendió mucho. No esperaba ver a una celebridad internacional en su reunión con el primate más fuerte de Japón—. ¡Diva Lillian! ¡Soy un gran fan!~ ¿Me permites una selfi?~

—¡Claro! —Lillian accedió y Byakuya se coló a la selfi también, haciendo a Senku rodar los ojos.

Ryusui llegó pronto, con su fiel mayordomo Francois detrás de él, como siempre.

—¡JA, JA! ¡Qué gran sorpresa ver tantas estrellas del mundo del entretenimiento! —Sin duda reconoció a Gen, Tsukasa y por supuesto a Lillian—. ¿Y bien? ¿Cuál es su interés en el conglomerado Nanami? ¿Buscan dar un espectáculo en mi gran fiesta del próximo mes? ¡Estoy dispuesto a pagar lo que les corresponde a estas famosas estrellas! ¡Francois, mi chequera! —Su mayordomo estuvo lista a su lado con una pluma y su chequera de inmediato.

—Alto ahí, Ryusui, primero escucha mi oferta. —Senku sonrió ladinamente, sintiendo una pizca de nostalgia al estar reunido con dos buenos amigos de la otra realidad con la que soñó.

Ryusui lo miró con interés.

—¿Y tú eres?

—Soy el futuro hijastro de Lillian, básicamente —se presentó sin pelos en la lengua.

—¡¿EEEEEEEEEH?! —Su padre y Lillian casi se desmayan en sus sitios.

—¡Y luego te quejas de mí! —le gritó Byakuya en un susurro, sin saber dónde esconder el rostro.

—Y aparte, soy un científico de veintisiete años, atrapado en un cuerpo de dieciséis —admitió sin pena, dejando a Gen y Ryusui totalmente pasmados.

—¿Eh?

—Muchacho, ¿no estás siendo demasiado directo? —El Dr. Rivas lo miró con incredulidad.

—Bueno, el mentalista siempre me ha dicho que no sé negociar, y Ryusui siempre dice que él toda la vida ha confiado en sus instintos, por lo que me pareció la mejor manera de abordar a estos dos. —Rascó su oído con despreocupación, notando los ojos de sus amigos ampliarse a más no poder, antes de entrecerrarse con sospecha.

—¿Cómo dices que te llamas, disculpa? —Gen lo estaba observando de forma analítica ahora.

—Ishigami Senku, aquí tienen mi identificación si no me creen. —Les tendió su documento—. Aunque sé falsificar documentos, no lo niego, pero tengo videos en internet lanzando cohetes a los diez años diciendo mi nombre, pueden buscarlo en YouTube.

El Dr. Rivas estrelló una mano contra su frente. ¡¿Este niño estaba hablando en serio?! ¡¿Quién iba a creerle algo así si decía cosas como "sé falsificar documentos"?!

Gen y Ryusui solo pudieron pestañear.

—Yo y mi colega el Dr. Rivas hemos descubierto que el multiverso existe, es real y comprobable. —Señaló al científico español—. Además, el Dr. Rivas ha descubierto que existe el concepto del "alma", la cual puede conectarte a otros universos paralelos con cierta similitud a nuestro universo. Yo no creía en esa tontería, pero la he comprobado.

—El cerebro humano es la estructura más compleja del universo —decidió intervenir Rivas, intentando salvar un poco la situación—. Más complejo que las galaxias más enormes jamás halladas. El alma es una manifestación inmaterial de este y se comporta como una sola partícula y se puede entrelazar a otra, como el entrelazamiento cuántico, traspasando barreras como…

—Dr. Rivas, estos dos no van a entender esos términos científicos. —Senku rio divertido ante las miradas totalmente perdidas de los dos recién llegados—. Aunque es una buena base, supongo. De todas formas, gracias al alma se puede acceder a otros universos de forma más práctica, más sencilla. Esta conexión entre almas es un puente que facilita el acceso a distintos universos, pero igual requiere de una gran cantidad de energía y una gran cantidad de dinero. —Al mismo tiempo, las expresiones de Gen y Ryusui se volvieron más frías y calculadoras. Se estaban oliendo un intento de estafa muy penoso y Senku supo que tenía pocos minutos para convencerlos—. Sé que no me creen, pero no solo tengo la clave para viajar entre universos. He adquirido los recuerdos de una vida en otro universo, tengo la clave para la fusión nuclear, la creación provechosa de antimateria, las computadoras cuánticas, la nanotecnología y mucho más. Y, además, en ese otro universo ustedes eran amigos muy cercanos para mí. Por ejemplo, sé que ahora mismo Ryusui no recuerda ni la edad ni el sexo de su mayordomo Francois.

Ryusui arqueó una ceja.

—Esas son cosas sin importancia, ¡lo único que importan son las habilidades! —Chasqueó los dedos con una sonrisa.

—Y eso tampoco prueba mucho. Pudiste simplemente adivinarlo —rebatió Gen.

Oh, sí, acababa de entrar a una batalla mental con un mentalista.

Por suerte, él tenía la ventaja en esta guerra.

—Gen, en el otro universo, una vez nos emborrachamos los tres y tú confesaste algo muy interesante. —Sonrió al recordar la celebración por el tercer aniversario del viaje a la luna—. Ryusui te preguntó "¿por qué nunca buscas una relación seria?". Y tú respondiste que la única vez que quisiste una relación seria fue cuando viajaste a Estados Unidos en el 2018 y conociste a una "experta en el amor" que te enseñó mucho de lo que sabes ahora. —Gen abrió mucho los ojos y Senku supo que había dado en el clavo—. También mencionaste que no era algo que fueras contando por ahí, ya que ella te dejó.

Gen ensombreció su mirada, de repente empezando a sudar frío.

—Aunque nunca lo he contado, en esa época ya tenía cierta fama —mencionó, con voz fría y calculadora, pero todavía dulzona y cantarina—. Cualquier revista pudo fotografiarme sin que me enterara~.

—Creo que una vez también mencionaste que vomitaste desde tu balcón en tu primera borrachera y le cayó en la cabeza a una señora… —murmuró, intentando pensar en más secretos de borrachos que hubieran compartido.

Gen se quedó en blanco.

—Ok, puede que esté comenzando a creerte… —Fue hasta un sofá y se sentó, sujetando su cabeza.

Una vez acabó con el mentalista, Senku se volteó hacia el capitán.

—Tú, Ryusui, eres más complicado de convencer. Sé que no tienes ningún problema en ir por ahí contando tus secretos e historias divertidas a todo el que tenga oídos. —Rio divertido.

—¡JA, JA! ¡Pues parece que me conoces bien, ya estoy bastante impresionado! —Jaló un sillón y se sentó allí, cruzando una pierna sobre la otra—. Esto podría ser una elaborada treta para sacarme dinero, todos podrían ser actores pagados, ¡pero mi instinto me dice lo contrario! Además, que tengas a una estrella internacional contigo aumenta un poco tu veracidad, no veo porque la Diva del momento querría arriesgar su reputación para estafarme a mí, siendo que podría haber contactado con mi padre directamente. Sin embargo, por el momento soy un capitán de la flota Nanami y un maestro de navegación. Tengo acciones en la compañía y mucho dinero a mi disposición, por supuesto, pero si quieres el premio gordo tendrás que convencer a toda mi familia, no solo a mí.

—En el universo del que tengo recuerdos hasta los veintisiete años, el mundo fue reseteado —explicó, preguntándose qué tanto debería contarles ahora—. Básicamente, sufrimos un "ataque" de parte de una especie extraterrestre de parásitos mecánicos que nos ofrecían la vida eterna a cambio de otorgarles medios para su reproducción.

Ryusui y Gen volvieron a quedarse en blanco.

—Acabas de volver esto una historia todavía más loca… —murmuró el mentalista, sonriendo nerviosamente y mirando a la puerta con ansias, como sintiendo ganas de salir corriendo.

—Soy consciente, pero es la verdad. —Rio entre dientes—. En fin, este parasito alienígena es inteligente, y poseía valiosa información que le dio la clave a la humanidad de ese universo para avanzar al punto en el que incluso superaba a las películas de ciencia ficción. Tengo la clave para la energía limpia, menos contaminante y más potente del mundo, tengo la clave para transportes que funcionen con suspensión electromagnéticas, trenes que avancen sin tocar el suelo, autos que leviten por las carreteras. Tecnologías con una capacidad de simulación y calculo que revolucionaran toda la ciencia y la medicina. Nanotecnologías que nos darán un poder de construcción, avance y desarrollo antes inimaginable. Control sobre el universo y la vida misma. —Sonrió, esta vez mirando directo a Ryusui, viendo que finalmente lo estaba convenciendo sacando a relucir su dado avaricioso—. Por ahora, solo necesito una pequeña fortuna, lo suficiente para hacer una demostración de lo que soy capaz. Luego, los patrocinadores empezarán a llover por todas partes. —Sonrió, muy confiado—. Primero, necesito que ustedes dos me tiendan la mano. Luego, podré hacer llover diamantes en la sala de sus casas con un coste de energía tan bajo que si los demás se enteran los diamantes valdrán lo mismo que un bolígrafo.

Ryusui y Gen intercambiaron una mirada.

Ellos no se conocían, pero ambos estaban a punto de entrar a ciegas en el proyecto más loco y arriesgado que alguna vez podrían haberle presentado a alguien.

Era una locura aceptar, pero… también era una locura negarse.

Después de una historia tan elaborada, si el tipo los estaba estafando, bien podría merecer que cayeran en la trampa. Además, si así como les mentía a ellos podía mentirle a otros, ¿quién decía que no podría conseguir sus objetivos de una forma u otra?

Y si resultaba no ser mentira… ¿cómo rechazar tan jugosa proposición?

Ambos sonrieron.

—Estoy dentro.

Y así, Senku ganó el apoyo que necesitaba y una oportunidad real para lograr su objetivo.

Estaba un paso más cerca de poder ver de nuevo a su leona.

.

—¡Muy bien, atención, atención todo el mundo! —Chrome se paró en una silla delante de toda la aldea, alzando los brazos y gritando lo suficiente para que todos pudieran oírlo—. ¡Kohaku y yo tenemos algo que decirles! ¡Algo muy importante!

—¡¿Acaso has engañado a la sacerdotisa con su propia hermana?! —gritó una aldeana, completamente horrorizada, y todo el mundo empezó a murmurar.

—No. —Tanto Chrome como las hijas de Kokuyo suspiraron con cansancio—. Es sobre la ciencia. ¡Y es sobre la última de las cien historias! ¡Sobre el hijo petrificado del fundador de la aldea!

—Ruri-nee, creo que es mejor que le cuentes la historia número cien para que puedan entender todo mejor —le susurró Kohaku a su hermana, que asintió, parándose junto a Chrome para comenzar a contar la historia cien en voz suave y firme, ganándose la entera atención de los aldeanos.

Kohaku la escuchó solo a medias. Su mente empezó a divagar en todo lo que había sucedido los últimos meses desde que… la conexión con Senku se rompió.

En medio de toda su impotencia por no poder hacer nada más que esperar, desear y anhelar que él encontrara una forma para volver a verse, fueron Suika, Chrome y Ruri los que le devolvieron la alegría y las ganas de seguir luchando.

Chrome le habló de todo lo que Senku había escrito en los libros que les dejó. Senku tenía un plan para ellos, un plan que le devolvió la esperanza de recuperar la civilización:

Restaurar Japón. Debían crear la fórmula de despetrificación y revivir a todos los amigos que pudieran encontrar para así, aunque tomaría mucho tiempo, poder lograr por su cuenta restaurar la civilización japonesa y quizás entre todos ellos algún día, aunque tomara siglos y siglos, el mundo podría volver a modernizarse como en el siglo XXI.

Para lograr ese objetivo, el primer paso era unificar a toda la aldea. Senku fue muy claro en que todos los aldeanos debían estar de acuerdo con el plan, porque sería una tonelada de trabajo infernal y muy complicado, y la única guía científica que tenían por el momento era solo la de Chrome.

Cuando Ruri terminó de contar la historia, todos estuvieron muy conmovidos y muy confundidos también, con muchas preguntas sobre el mundo moderno y la gente de piedra. Kohaku y Chrome contestaron varias preguntas lo mejor que pudieron, antes de pasar a la cuestión más complicada: admitir que la ciencia de Chrome fue traída gracias a Senku, un forastero de otro mundo.

—¡¿Entonces nada de eso fue tu idea?! —reclamó un aldeano al escuchar el final de la historia.

—¡Sabía que Chrome no podía ser tan listo!

—¡¿Siquiera merece el puesto de jefe?!

—¡Oigan, desde que Senku se fue yo he sido el que trajo electricidad y luces con la ayuda de Kaseki! ¡Y bien que fue gracias a sus libros, pero fue muy difícil entender esas instrucciones! —Chrome pisoteó encima de su roca y Ruri rio, palmeando su espalda para calmarlo.

—Jefe Kokuyo, ¿ya sabías de esto? —preguntó uno de los ancianos.

—Sí, me lo dijeron hace unos días. —Por supuesto, lo más difícil fue decirle a su padre, pero con la ayuda de Ruri se lo tomó sorprendentemente bien, aunque estaba desconfiado de la relación de Senku y Kohaku, porque ella le admitió que amaba al forastero, pero no le dijo qué tan lejos llegó su relación.

Su padre notó triste que estuvo últimamente, así que el enterarse de Senku le trajo muchas respuestas a las dudas que lo estuvieron azorando respecto a su hija menor.

—Este muchacho Senku fue el principal responsable de salvar la vida de Ruri, aunque no me gusto su secretismo, y sigo creyendo que esto es brujería. —Kokuyo se paró delante de los aldeanos, con rostro muy serio—. Aun así, la voluntad de los fundadores de la aldea siempre fue el restaurar la civilización y salvar a la humanidad, eso fue algo que Ruri y mi difunta esposa creían firmemente. Senku nos dio las herramientas para lograrlo, Chrome tiene la comprensión para ejecutarlo, y nosotros tenemos la decisión de hacerlo o no.

—Nuestras vidas han mejorado gracias a la ciencia —habló Ruri—. Y aún tenemos mucho más para ver y aprender. Podemos cumplir el sueño de los fundadores, la voluntad que le heredaron a sus descendientes, todos nosotros.

—Yo he visto ese mundo, gracias a Senku —dijo Kohaku, con voz ahogada—. Es un mundo donde la noche ya no es señal de muerte, sino que está iluminada por cientos de bellos colores. La comida se obtenía de forma muy sencilla, había kilos y kilos de abundancia para todos incluso en el invierno. Y la salud ya era mucho más controlable. Incluso cuando Magma casi me mata, ellos pudieron salvarme.

Y ni hablar en el futuro que soñó en ese universo donde Senku no se rompió como estatua, en ese lugar la tecnología estaba mucho más avanzada y ella aprendió a controlarla de forma mucho mejor, pero los aldeanos probablemente no estaban listos para enterarse de ese tipo de cosas.

—¡Nosotros podemos conseguir todo eso! ¡Por nuestra cuenta, con nuestras propias manos, en este mundo, aquí y ahora! —exclamó Chrome, con la pasión ardiendo en todo su cuerpo—. ¡Luz en la noche! ¡Protección contra las bestias más feroces! ¡Mejores viviendas! ¡Agua caliente siempre que queramos! ¡Agua y comida más sana y limpia! ¡Medicina y mejores cuidados para cuando estemos enfermos o heridos! ¡Que nunca falte la comida! ¡Aunque no hayan peces, aunque sea invierno, aunque la cosecha sea mala! ¡Y podemos salvar a toda esa gente que necesita ayuda! Pero no puedo yo solo. —Apretó los puños—. Necesitamos unir todas nuestras mentes y todos nuestros corazones, ¡ser nuestro propio reino científico! —Alzó el puño al cielo.

Conmovidos, todos los aldeanos alzaron sus puños al cielo, gritando que estaban de acuerdo. ¡Ayudarían! ¡Todos se unirían para crear su propio reino científico!

Kohaku y Ruri se abrazaron, las dos sonriendo con lágrimas en los ojos. Suika brincó de alegría. Kokuyo no pudo evitar una sonrisa.

Senku había cambiado a la aldea, incluso aunque la mayoría de ellos nunca podría conocerlo.

Al día siguiente, después de un gran banquete, Chrome les contó los primeros pasos en su plan.

—Senku nos dejó este pedazo de platino en la mochila que le dio a Kohaku. —Levantó una barrita de platino curvada en forma de espiral alargado—. Estaba con una nota que decía "esto me costó buena parte de mi mesada, los mataré si lo pierden". —Chrome y Kohaku rieron, mientras que los demás no entendieron mucho qué era una mesada—. Con esto podremos empezar a hacer formula de despetrificación, pero primero debemos ser muy cuidadosos en petrificar solo a las personas correctas para no tener problemas.

—¡¿Las estatuas son malas?! —preguntó un niño, un poco preocupado.

—No, la mayoría son gente normal, pero primero debemos despetrificar a personas en las que podamos confiar. Senku dejó una lista de nombres, dijo que Kohaku podría reconocerlos. —Sacó uno de los libros y abrió en cierta página—. Dejó una ubicación aproximada de dónde podríamos encontrar a estas personas, pero no está del todo seguro, así que debemos organizar un equipo de búsqueda. Reuniremos estatuas que reúnan las características de esas personas y Kohaku los reconocerá.

—¿A quiénes debemos revivir? —preguntó Kohaku, sintiéndose muy emocionada de poder ver a más de sus amigos.

—Senku fue muy claro en quién debe ser la primera persona en ser revivida —murmuró Chrome, leyendo el libro—. Dijo que lo hagamos nuestra mano derecha, que él sería un buen líder para la gente moderna.

—No es Tsukasa, ¿verdad? —Kohaku empezó a sudar un poco, porque aunque el Tsukasa de la realidad de Senku era su amigo, el del universo que soñaron era muy peligroso.

—No, dijo que reviviéramos a un Tsukasa solo cuando tengamos suficiente gente y suficientes recursos. —Chrome la miró con una ceja en alto, sin entender mucho—. La primera persona que debemos revivir y el que podrá ser un líder para la gente moderna se llama… Saionji Ukyo.

—¡Oh, Ukyo! —Kohaku alzó un puño con emoción y todos se confundieron—. ¡JA! ¡Senku hizo la elección perfecta! ¡Ukyo es muy confiable, es inteligente y es una persona maravillosa! —Sonrió, mirando a los demás aldeanos para inspirarles su confianza—. Él prioriza la vida de la gente por sobre todas las cosas, es pacífico y tiene grandes habilidades, ¡les caerá bien a todos!

Los aldeanos empezaron a murmurar con alivio y emoción, ya queriendo conocer al tal Ukyo.

—Él debe ser el primero, pero por mientras busquemos a otros aliados en Tokio mientras lo buscamos a él —siguió hablando Chrome—. Minami puede ayudarnos a encontrar las otras estatuas. Nikki también es una persona confiable, debemos mostrarle el disco de Lillian. Asagiri Gen es un poco peligroso, pero Ukyo y Kohaku deberían poder controlarlo. Ryusui y Francois son un poco más fáciles de encontrar, aunque están enterrados, pero deberíamos revivirlos cuando necesitemos a un capitán. Eso es plan para más adelante, por cierto. Senku dejó muchos planes. —Miró con cansancio la montaña de libros que le había enviado en la mochila que le dejó a Kohaku.

Una vez terminada la reunión y otro banquete, Kohaku se fue a la cabaña improvisada que había construido con Senku en sus visitas para tener privacidad y se recostó en el futon que él dejó, cerrando los ojos y sintiendo su aroma invadir todo su ser. Había pasado demasiado tiempo, el aroma hace tiempo desapareció, pero Kohaku no lo sabía. Lo extrañaba tanto que podía sentir claramente su olor con solo cerrar los ojos y pensar en él.

Al día siguiente partieron a Tokio con un grupo considerable de personas, aunque Kinro se quedó en la aldea por miedo a que Magma siguiera con sus absurdos deseos de venganza, aunque lo dudaban, pero era mejor prevenir.

Les tomó tres semanas de recorrer Tokio, pero finalmente encontraron la estatua de Ukyo, después de haber encontrado las estatuas de Minami y Nikki. También habían encontrado la estatua de Tsukasa, pero esa decidieron dejarla en su lugar.

—Hice la ropa lo mejor que pude basada en tus descripciones, Kohaku —murmuró Ruri mientras Chrome terminaba de preparar el primer frasco con formula de despetrificación.

—¡Ja, es perfecta! —Observó sonriente las ropas que eran iguales a las que Ukyo usaba cuando lo conoció, ropas primitivas, pero perfectas para la ocasión.

Uno de los chicos vistió a Ukyo y luego de un rato Chrome tuvo la fórmula de despetrificación lista.

—¿Seguro que lo has hecho bien? —preguntó Kohaku con desconfianza.

—¡Claro que sí! ¡Ya la he probado veintitrés veces en golondrinas! ¡Sé hacer esta cosa de memoria! —se quejó, ofendidísimo.

Aun así, Kohaku le sembró la duda, así que Chrome probó la formula en la golondrina número veinticuatro antes de finalmente echar la fórmula sobre el arquero.

Todos los aldeanos presentes observaron boquiabiertos como la estatua comenzaba a romperse poco a poco, hasta que Ukyo cayó de rodillas, para luego abrir los ojos lentamente y mirar a todos con confusión evidente en su rostro.

—¡No puede ser! —exclamó Ruby, señalándolo—. ¡Es guapísimo!

Ukyo solo ladeo la cabeza, confundido.

Kohaku notó con curiosidad que en este universo él tenía una marca de petrificación, justo debajo de su ojo izquierdo, partiendo de su oreja y apuntando hacia abajo. Era similar a una flecha, más que nada porque acababa en forma puntiaguda con una curva hacia el interior.

—¿Quiénes son ustedes? —preguntó Ukyo, muy confundido.

Kohaku decidió acercarse a él primero, con una sonrisa nostálgica. En su sueño, lo último que vio de él fue que estaba felizmente casado con una mujer moderna, una extranjera de Sudamérica, y tenían una hijita preciosa llamada Umi. En el sueño, ella estaba muy feliz de pensar que sus hijas podrían ser muy buenas amigas.

—Ukyo, tenemos muchas cosas que explicarte, pero lo primero que debes saber es que estás en el año 5739. La humanidad fue transformada en piedra por parásitos alienígenas que ahora mismo están en la luna, la ciencia del mundo fue reiniciada y necesitamos tu ayuda para salvar a toda la humanidad —soltó de golpe, haciendo caso omiso a los jadeos de los otros aldeanos por tener tan poco tacto.

Ukyo la miró boquiabierto, antes de comenzar a mirar a su alrededor, notando todas las estatuas que habían reunido y como habían ancianos y algunos niños en el grupo de búsqueda de la aldea.

—¿Tienen forma… de salvar a toda esta gente igual como me han salvado? —preguntó, sorprendentemente sereno para la situación, aunque Kohaku sabía que esto era típico de él.

—Ja, tenemos mucho más que eso. —Sonrió confianzudamente—. Vamos a traer de regreso a todo Japón y eventualmente a todo el mundo, aunque cueste miles de años o muchas generaciones, pero necesitamos evitar los conflictos entre las personas, evitar que la gente se enfrente y haya caos. No queremos que ni una sola gota de sangre se derrame en este proceso. Por eso, te necesitamos.

Ukyo la miró sorprendido, y muy, muy confundido.

—Si lo que dices es cierto, con gusto los ayudaré. —Asintió, quitándose la gorra por un momento y examinándola, antes de volver a colocársela y mirarla con mucha seriedad—. Sin embargo, tengo una inquietud. Actúas como si ya me conocieras, pero entre esta gente no veo a nadie que pueda conocerme o darles mi nombre o una información sobre mis ideales. ¿Por qué confías en mí si no me conoces?

Kohaku rio por lo bajo.

—Te conozco. Eres un gran amigo, Ukyo. —Sus palabras solo lo confundieron más—. Aunque el porqué es una larga historia, y no estoy segura de sí me creerás.

—Podemos explicarle mientras comemos algo, estuve trabajando todo el día y me muero de hambre. —Chrome se paró frente a Kohaku con fastidio.

—¡Suika también tiene hambre! —exclamó la pequeña detective.

—Reuniré a los demás aldeanos para que dejen de buscar y vengan a almorzar. —Ruri se aventuró en el bosque acompañada de Jasper y Turquoise.

—¿Aldeanos? —Ukyo pareció todavía más confundido.

—Ja, será mejor que vengas a sentarte. —Kohaku sonrió con diversión—. ¡Esta será una larga historia!

Por supuesto, le contó todo sin pelos en la lengua, explicándole qué era la aldea y todo de sus sueños con el otro universo y también todo respecto a quién era Senku, además le explicó cómo Tsukasa lo revivió en el otro universo para crear su imperio de jóvenes donde destruía estatuas de ancianos y que casi tienen una guerra, pero que gracias a la ciencia la guerra se pudo evitar sin que nadie muriera. También le dijo que Senku y ella pudieron pasar al mundo del otro hasta que la conexión se rompió.

—Es una historia muy descabellada, pero si realmente ustedes son aldeanos que nunca vieron el mundo moderno entonces no me explicó por qué tienen estas fotos. —Como prueba, Kohaku le mostró una fotografía que se había tomado junto a Senku, Byakuya y Lillian frente a la Torre de Tokio—. No… Incluso si no fueran aldeanos, tener una foto del siglo XXI en tan buen estado tantos años en el futuro es imposible. Y por lo que vi en ese precipicio por el que pasamos… Reconocí algunos ríos, aunque tienen ciertas diferencias, pero aun así… Creo que esto realmente es Tokio, creo que realmente fui una estatua tantos años. —Se llevó una mano al rostro, incapaz de tocar el plato de comida que acababan de darle—. Y supongo que no tengo más opción que creer tu extraña historia.

—Ja, tan sensato como siempre. —Kohaku le dio un gran mordisco a una pata de jabalí antes de enseñarle el pulgar.

—Es realmente extraño que tú me conozcas y yo no a ti, pero supongo que es bueno tener una amiga por aquí. —Rio nerviosamente, antes de bajar la mirada con tristeza—. Además… creo que es mejor que me hayas revivido tú en vez del tal Tsukasa. Destruir estatuas… no puedo creer que alguien sea capaz de algo así. Todos son personas que no pidieron acabar en esta horrible situación. —Miró con pesar a las estatuas que rodeaban todo el bosque en el que estaban—. Ese Senku del que me hablas parece una persona muy agradable y con un gran corazón, me habría gustado conocerlo.

—Es escoria, siempre hace todo por motivos ocultos y solo le importa la eficiencia y esclavizar a todos con trabajo infernal —describió Kohaku, haciendo a Ukyo caerse de su silla—, pero —continuó— nadie tiene un corazón más fuerte ni unas convicciones más firmes. Y él va a volver —afirmó, sintiendo su garganta apretarse más y más mientras hablaba—. No sé cómo, y no sé cuándo, pero Senku no se quedará de brazos cruzados, él no es así. —Sonrió, mirando al cielo—. Él regresara.

—También quiero que vuelva. —Suika se abrazó a su brazo, con lagrimitas en sus ojitos—. Él le hizo lentes a Suika. Él me enseñó a leer y nos enseñó a todos muchas cosas divertidas. Lo extrañó mucho.

—Ese bastardo me dejó muchas cosas por hacer —murmuró Chrome, con la cara enterrada en los libros que había dejado Senku—. Será mejor que traiga su trasero aquí para ayudarme muy pronto, ¡o lo mataré!

Ukyo no pudo evitar reír. Presentía que estas extrañas personas iban a caerle muy bien.

—Hablando de todas las cosas que Senku te pidió hacer… —murmuró Ruri, sentada al lado de Chrome—. ¿Cuál es el siguiente paso ahora que hemos revivido a Ukyo-san?

—Mmm… —Chrome tomó otro libro y empezó a revisar entre las páginas—. A ver, a ver… ¡Aquí!

—¿Y bien? —preguntó Kokuyo, ceñudo—. ¿Cuál es el siguiente paso?

—Eh… Oh, ¡qué malote! —Sus ojos brillaron al leer la página—. ¡Hora de crear dinamita!

Ukyo, que finalmente se había animado a tomar un bocado de su plato, lo escupió por completo.

—¡¿DI-DINAMITA?! —Palideció por completo—. Eso… Eso suena un poco… Emm… ¿Seguros que ese tal Senku quiere evitar conflictos? —Ukyo de repente empezó a desconfiar un poco.

—Ja, no te preocupes. ¡Debe tener una buena razón! ¿Verdad, Chrome? —Miró ceñuda a su futuro cuñado.

—¡¿Por qué me miras como si yo tuviera la culpa de lo que tu novio escribe?! —riñó.

—¡Así que sí era tu novio! —Kokuyo se levantó de su asiento, señalándola acusadoramente.

—Papá, no es momento para esas preguntas. —Lo miró con cansancio.

—Chrome, ¿para qué es esa dina… dinamita? —preguntó Ruri con curiosidad, su tono suave calmando a su prometido de inmediato.

—Emm… Senku dice que la necesitamos para hacer volar sedimento asquerosamente endurecido —leyó directo del libro—. Así nos será más fácil rescatar estatuas, y también la podemos usar para minar más fácilmente en una mina subterráneo aquí en Tokio. Dice que necesitaremos cantidades repugnantes de hierro porque debemos construir un barco para el plan del Vol. 2. Aunque también dice que eso tomará tiempo, pero es bueno comenzar a minar. Sobretodo quiere que tengamos la dinamita solo cuando las personas más confiables estemos cerca, y quiere que sea Ukyo el que la supervise y esconda para que no cualquiera pueda tomarla fácilmente. El resto son como veinte capítulos enseñándome a usar correctamente esa dinamita para que no me mate a mí mismo ni mate a nadie más. —Bufó—. ¡¿Qué tan torpe cree que soy?!

Esas palabras tranquilizaron profundamente a Ukyo.

Senku era precavido. Aunque no necesitaran la dinamita inmediatamente, no quería que la crearan cuando todo el mundo estuviera allí para verlo, y aparentemente confiaba en Ukyo para mantenerla segura. Qué halagador, aunque una parte de él quería llamarlo irresponsable porque técnicamente se conocían, pero para Senku eso no era así, y esa fue prueba suficiente de que Kohaku decía la verdad, que realmente eran amigos en otro universo, que Senku era su amigo, y confiaba en él.

Kohaku también se dio cuenta de esto y volvió la vista al cielo, sonriendo con una inmensa sensación de paz en su pecho.

A pesar de que Senku no estuviera aquí, gracias a esos libros eso no se sentía del todo así. Era como si estuviera guiándolos en la misión que les encomendó.

Cuando volvieron a la aldea con todas las estatuas importantes que encontraron, Kohaku no volvió a su casa, sino que se fue directo a la pequeña cabaña, decidiendo pasar la noche allí.

—Senku… Lo estamos logrando… Estamos creando ciencia, estamos trayendo de regreso a la civilización científica, paso a paso. —Sonrió, con un par de lágrimas deslizándose lentamente por sus mejillas—. Volverás algún día… ¿No es cierto? Verás todo esto… ¿verdad? —Cerró los ojos, sintiendo su aroma invadir sus sentidos—. Volveré a verte. Sé que sí.

Apenas amaneció, Kohaku secó las lágrimas que había derramado incluso dormida y se levantó para comenzar a trabajar en ayudar a Chrome, a los aldeanos y a las personas modernas que pronto empezarían a llenar su día a día.

No importa cuánto tiempo le tomara, iba a esperar por él, y por mientras recuperaría el mundo que perdió incluso antes de nacer. Diez billones por ciento seguro.

.

Como primera prueba del primer reactor de fusión nuclear perfectamente funcional, Senku creó media tonelada de diamantes de la más alta calidad posible, dejando a Ryusui y a Gen con las mandíbulas a medio camino de llegar al núcleo terrestre.

—Esto va a dejar el precio del diamante por los suelos… —murmuró Gen, sudando profundamente.

—Solo se necesita carbono, mucha presión y mucho calor, juego de niños. —Senku rio mientras estudiaba la calidad de los diamantes en bruto—. Al menos sí ahora que tenemos fusión nuclear, diez billones de veces más eficiente que la fisión nuclear que los reactores nucleares emplean hoy en día. Además con el método que aprendí en el otro universo puedo controlar todas las explosiones de calor y energía y ahí es donde yace la clave de todo. —Volteó a verlos con una sonrisa que solo podía describirse como la encarnación de la locura y malicia—. Cuando controlas lo incontrolable, las más devastadoras e incontenibles fuerzas del universo, de pronto todo empieza a ser posible y el universo se vuelve mucho más pequeño —Rio con completa demencia.

Ryusui y Gen intercambiaron miradas.

—¿No crees que cometimos un pequeño error al financiarlo? —preguntó Gen susurrando al oído del rubio.

—¡JA, JA! ¡Puedo entender su deseo de controlarlo todo! ¡Yo lo deseó todo! ¡Deseo el universo mismo!

Gen retrocedió un par de pasos mientras Senku y Ryusui reían malvadamente.

Quizás él era la única persona decente allí, y teniendo en cuenta que era un mentiroso, estafador y superficial eso no era muy bueno que se diga.

¿En qué se había metido?...

—Dejen de jugar, mocosos. —El Dr. Rivas llegó de repente, con una computadora portátil debajo del brazo—. Senku, muchacho, el universo de tu novia se alejó otra unidad astronómica solo hoy. Se está alejando más rápido de lo que se había estado alejando hasta el momento. Mis cálculos lo han comprobado. —Senku se puso serio de inmediato y corrió hasta el Dr. Rivas, mirándolo atentamente—. Ya está a cuarenta y nueve unidades astronómicas de distancia, habrá que seguir observándolo para saber si va a mantener esta velocidad de alejarse una unidad astronómica por día o sí la velocidad irá en aumento. Además, sufrió una desviación de su curso anterior.

—Eso significa que… —Senku se dio cuenta de inmediato del significado de esas palabras, ya que había estado estudiando minuciosamente a los distintos universos con el Dr. Rivas durante los seis meses que transcurrieron trabajando en el reactor de fusión nuclear.

—Otro universo está atrayendo al universo 165,5. —Rivas asintió—. Su gravedad es la suficiente para atraer a su universo, alejándolo más rápido del nuestro y por lo tanto… quitándonos tiempo antes de que se vuelva imposible alcanzarlo antes de que se atraviese con otro universo y complique todo.

—Pero eso no significa que ese universo sea demasiado grande, ¿verdad? —Senku sintió que le fallaba la respiración—. Tú lo dijiste, los cálculos lo muestran, si un universo más grande choca con el suyo podría destruirlo o podría…

—Muchacho, despreocúpate, las probabilidades de que eso pasen son irrisorias. Tendría que ser el doble de masivo para destruirlo, y en nuestro grupo local de universos eso no existe. Los he estudiado por años, ya te lo dije, nuestro vecindario universal es bastante seguro y lo sabes. Solo estás nervioso porque te preocupas demasiado por tu chica. Cielos, necesitas relajarte. ¿Has tomado un descanso hoy?

—No, pero…

—Si no tomas descansos le diré a tu padre, ya te lo dije —advirtió, moviendo un dedo hacia él.

Senku bufó. A veces este anciano decrepito era tan molesto como Byakuya.

—Solo dime algo. ¿Por qué ese universo lo atrae a esta velocidad? ¿Eso no significa que es mucho más grande? ¿No hay posibilidades de que cause efectos en el universo de Kohaku?

—No, al menos no efectos importantes, de hecho… —Frunció el ceño de pronto—. De hecho… hasta podría ser algo bueno.

—¿Por qué?... Oh. —Se dio cuenta de pronto.

—Efecto rebote —dijeron ambos a la vez.

—Nunca entiendo nada de lo que dicen —le susurró Gen a Ryusui, y esta vez el capitán asintió, dándole toda la razón.

—Los universos vecinos no son lo suficientemente grandes para destruir universos como el de ella y el nuestro —dijo Rivas—, pero si lo suficientemente grandes para repelernos. Si el universo de ella choca con ese universo, y este es lo suficientemente denso para no permitirle atravesarlo, va a causar un efecto rebote, y el universo de tu novia…

—Va a acercarse a mi universo otra vez. —Sonrió, increíblemente emocionado.

—Sin embargo, no es exactamente una solución a nuestros problemas —dijo Rivas—. Igual la perderíamos de rango por unos buenos diez años, tal vez más o tal vez menos, aunque te salvaría de tener que esperar treinta años para verla, pero igual lo ideal sería abrir el portal en el periodo de tiempo más corto posible.

—¿Cuánto tiempo tenemos antes de que se salga de rango? —Entrecerró los ojos—. Con esta nueva velocidad provocada por los efectos de ese universo…

—Como te dije, debemos seguir haciendo observaciones para ver si la velocidad es gradual y aumenta o si se mantiene así. —Bajó sus lentes para mirarlo con seriedad—. Si la velocidad aumenta de forma gradual, podríamos tener solo un año o, en el peor de los casos, seis meses antes de que se salga de rango. —Senku tragó saliva pesadamente—. Si la velocidad se mantiene, tendremos de menos de dos años a menos de un año y medio. Tengo que vigilar y hacer cálculos, en unas semanas te tendré los resultados.

Senku asintió, mirando hacia atrás a Ryusui y Gen antes de volver a ver al hombre castaño con el cabello lleno de canas.

—Cree un reactor de fusión nuclear funcional y efectivo, pero debo crear uno cien veces más grande para lo que nos proponemos. Ahora lo que debo hacer es básicamente entrar al top veinte de las personas más ricas del mundo. —Rio secamente—. Solo así podré lograrlo a tiempo, y puede que ni así en el peor de los casos, pero no me quedaré de brazos cruzados. —Apretó los puños hasta volver blanco sus nudillos—. Volveré con ella. Hice una promesa.

Ella no pudo escuchar la promesa, pero la hizo, y pensaba cumplirla.

Gen, que los había estado observando atentamente, suavizó su mirada, antes de voltear hacia Ryusui.

—De casualidad, Ryusui-chan~… ¿A tu familia no le interesaría entrar al negocio de los diamantes?

Senku se despidió del Dr. Rivas y volteó a ver a Ryusui y Gen, dándose cuenta de que estaban cuchicheando secretos como si fueran señoras en un mercado.

—¿De qué tanto hablan? —Se acercó a ellos con una mueca de cansancio.

—Ah, Senku-chan, dijiste que harías llover diamantes para nosotros, así que podemos quedarnos lo que produjiste, ¿verdad?~ No olvides que somos tus queridos patrocinadores~.

—Ah, sí, solo necesito cien kilos por motivos industriales, pueden quedarse con los otros cuatrocientos. —Rascó su oído con desinterés.

—Perfecto, entonces comenzare el nuevo negocio de Nanami's Diamonds de inmediato. —Ryusui chasqueó los dedos—. ¡Francois!

La mayordomo salió de la nada, apareciendo justo al lado de Ryusui y haciendo saltar a Gen y a Senku, ofreciéndole un té a su jefe.

—¿Sí, Ryusui-sama?

—Asegúrate de que mi padre contrate a los mejores joyeros del mundo. ¡Quiero que hagan los cortes más finos con estos diamantes! ¡Lanzaremos la línea de joyería de más alta calidad y belleza en el mundo!

—Y yo me encargaré de la campaña publicitaria~. —Ahora Gen sonrió como si fuera el mismo Satanás—. El precio del diamante siempre ha estado sujeto a la oferta y a la demanda, íntimamente intrincado a los compradores y cuánto ofrecen. Formas bonitas, brillo llamativo, una historia misteriosa~… Todo ello puede influir y elevar a nuestro favor el mercado. —Rio cantarinamente.

Senku apenas y sí les prestó atención, comenzó a trabajar en lo suyo y por las siguientes semanas solo estuvo sumido en su trabajo y en contacto con Rivas, que le confirmó que la velocidad del universo de Kohaku permanecía constante por el momento, solo había aumentado muy ligeramente.

—Ahora solo tenemos un año como fecha límite como sigan así las cosas —le dijo—. No bajes el ritmo, todavía hay mucho que hacer.

Comenzó la construcción de su laboratorio masivo y fue entonces que se dio cuenta de que Ryusui y Gen de repente habían multiplicado como por cien el presupuesto que antes le daban.

Solo entonces se enteró de lo que hicieron con los malditos diamantes.

Resulta que Gen en medio de su programa, en el día y hora con más rating, de repente recibió una llamada misteriosa y tuvo que cancelar su programa, dejándolo a la mitad, y salir corriendo, levantando un montón de rumores e intriga por lo que había pasado.

Al día siguiente dio una entrevista en el programa más famoso de Japón, explicando que lo que recibió fue una llamada de su amigo Nanami Ryusui, cuya empresa, luego de décadas de búsqueda, encontró el barco hundido de la amante secreta del abuelo del padre de Ryusui, una mujer que se había escapado robándose todos los diamantes de la mina de diamante secreta de los Nanami, mina que ella derrumbó por los celos y la envidia de no haberse convertido en la señora Nanami.

Según Gen, el cadáver de la amante no fue encontrado, solo los diamantes, que eran inusualmente más brillantes que los diamantes normales.

—Es como si algo fuera de este mundo los hiciera brillar más… —dijo Gen en esa entrevista, mirando directamente a la cámara—. Es un brillo… fantasmal…

Y fue así como los "Diamantes fantasmales" se volvieron los más codiciados del mundo.

Senku estrelló su mano en toda su cara al escuchar esa historia tan absurda que además ignoraba toda la genialidad científica que costó crear esos diamantes, pero como sea, más dinero para su bolsillo siempre era bienvenido.

Luego de pasados otros dos meses, los primeros gramos de antimateria fueron exitosamente contenidos por media hora antes de destruirse por un fallo debido a la escasez de materiales que Senku poseía en ese momento. Igual era un hito científico, puesto que antes la antimateria solo duraba contenida apenas menos de dos minutos con mucha suerte.

Las fotografías, entrevistas, premios y admiración no se hicieron esperar, además de la envidia, los cuestionamientos y la incredulidad por el científico de dieciséis años asquerosamente inteligente que había superado a toda la ciencia de la humanidad como si no fuera nada en unos pocos meses.

Senku no tenía tiempo para esas cosas. Rivas le confirmó que le quedaban diez meses antes de perder la posibilidad de ver a Kohaku quizás en décadas, así que se concentró en trabajar y le dejó las cuestiones económicas y sociales a Ryusui y Gen, además de a su padre y a Lillian que resultaron ser un muy buen apoyo para él frente a la prensa, el gobierno y demás organizaciones muy interesadas en meter las manos en lo que Senku estaba trabajando.

Agradecía mucho estar bajo la protección de los Nanami, una familia tan poderosa en Japón, porque supo de varios atentados de quitarle los permisos para trabajar con total libertad en su laboratorio, pero la familia de Ryusui era muy poderosa y, al estar al frente de un proyecto tan prometedor, Ryusui se había convertido en la cara más importante de su familia y se había ganado el respeto de su padre, por lo que este intervino con sus conexiones para que dejaran a Senku trabajar a sus anchas.

Todos los días se mataba trabajando, calculando e inventando, pero, aunque se había prometido no descansar hasta recuperar a su leona, a veces necesitaba pequeños descansos. Ahí su padre, Lillian e incluso Rivas se ponían de acuerdo para arrastrarlo fuera del laboratorio, incluso Gen y Ryusui lo llevaron a beber un par de veces.

—Pero no le digas a nadie que llevamos a un menor de edad a beber, me cancelarían en Twitter —murmuró Gen, riendo nerviosamente.

—Mentalmente tengo veintisiete, soy mayor que ustedes dos —refunfuñó.

—¡JA, JA! Di eso todo lo que quieras, pero nosotros tenemos permiso para conducir y tú no. —Ryusui se rio burlonamente y Gen pronto lo imitó.

Idiotas.

La mejor forma de descansar, de todos modos, era simplemente pasar tiempo con sus amigos más cercanos, Tsukasa, Taiju y Yuzuriha. No podía verlos mucho desde que abandonó la escuela para centrarse en sus objetivos, solo yendo a pasar exámenes por puro compromiso, y de vez en cuando le gustaba ir a compartir un almuerzo con ellos bajo el árbol de alcanfor en el patio escolar.

—¿Finalmente estás más cerca? —preguntó Taiju—. ¿Pronto recuperarás a tu novia?

—Bueno, si todo sale bien, se supone que sí. —Rio con cansancio, apoyándose en el árbol que tanta nostalgia le traía—. Me faltan materiales, así que ahora estoy trabajando a toda velocidad para enviar robots a minar la superficie lunar. El mentalista cree que eso podría traer problemas internacionales, así que además debemos tener dinero preparado para sobornar y callar a algunos idiotas, porque no quiero perder tiempo en ridículas cuestiones éticas o morales. —Quería a su leona y nadie iba a meterse en su camino por semejante estupidez como la moralidad imaginaria por rocas espaciales.

Los recursos estaban para ser aprovechados, y él iba a hacer todo lo necesario para conseguir su objetivo.

—¿Entonces en un año podrán reencontrarse? —A Yuzuriha se le aguaron los ojos de solo pensarlo.

—Sí —afirmó, sin siquiera dudarlo—. Lo haré. —Iba a lograrlo.

—¿Y cuánto tiempo estará abierto ese portal? —preguntó Tsukasa—. ¿Será en el árbol de alcanfor? ¿Su aldea no estaba en otro Estado? ¿Cómo irás a verla?

—Eso es lo divertido. —Senku rio entre dientes—. El portal es energía, y con mi método para controlar esa energía, puedo moverla. Ya hice los cálculos, aunque claro que tendré que adaptarlos cuando tenga el tiempo y las coordenadas fijas, pero puedo abrir el portal directamente en la aldea. Porque el portal solo podrá estar abierto unos veinte minutos antes de que se agote toda la energía. Tal vez menos, depende de otros factores. Igual, técnicamente, hasta podría dividir los portales en dos y podría enviar a otra persona a otra parte del mundo si quisiera, podría… —Se calló por un momento, con una idea muy interesante llegando a su mente.

En este mundo, no tenían un Whyman, pero en el mundo de Kohaku…

—Senku-kun, hay otra cosa que me he estado preguntando… —dijo Yuzuriha de pronto, haciéndolo salirse de sus pensamientos.

—¿Mmm? —Ver su semblante triste de repente lo hizo sentir cierta preocupación.

—Dijiste que estuviste a punto de irte con Kohaku-chan, pero no lo hiciste por tus seres amados. Al mismo tiempo, ella estuvo a punto de venir contigo, pero no lo hizo por la misma razón. —Lo miró directo a los ojos—. Senku-kun… ¿cómo sabes que ella va a venir contigo esta vez?

Senku sintió su boca secarse.

Bajó la mirada un instante, apretando los puños en el césped, antes de alzar la mirada, recostando su cabeza en el árbol de alcanfor, el que lo empezó todo, y el que lo terminó todo.

—No lo sé —respondió, con un sentimiento de horrible angustia en el pecho—. No lo sé…

¿Cómo podría saberlo? No tenía forma de comunicarse con ella y, a diferencia de su alma ya conectada al universo de Kohaku, no tenía mucha información cómo funcionarían las ondas de radio en este sentido.

Tendrían veinte minutos o quizás menos para tomar una decisión, de hecho, tenía otras cosas que hacer en el mundo primitivo, como dejarle más cosas a Chrome para que restaurara la civilización, así que quizás tuvieran solo diez minutos.

¿Y si ella decía que no? ¿Él debería abandonar todo para quedarse en ese mundo?

Era una decisión demasiado difícil.

¿Cómo podría pedirle a Kohaku abandonar su mundo si él no quería abandonar su propio mundo?

¿Cómo podría ser tan hipócrita?

Tenía varios meses para pensarlo.

Tendrían diez minutos para discutirlo entre los dos.

Y, si no tomaban una decisión tan demoledora en tan poco tiempo, tendrían toda la vida para arrepentirse.

¿Qué harían cuándo llegara el momento de la verdad?

Lastimosamente, eso era algo que la ciencia no podía predecir.

Continuará...

Holaaaaaaaaaaaaa! :D

Aquí un nuevo capítulo! Exactamente un año después desde la ultima actualización, jajaja... lo siento x'D

Hasta termino el manga, pero eso me sirvió para la trama de este fic con la m4mada con la q nos salio el Senku JAJAJA!

Muchas gracias a Myleydy Cardona por recordarme q les debía este fic! :3

A veces me olvido las cosas, no teman el recordarme si tienen un fic q les gustaría q continue y que yo deje olvidado D:

Eso si, comenten en el fic q quieren q continue, no en este, seria un super incentivo para q lo actualice :P

Debo informar que el siguiente capítulo ya será el final de esta historia :'D El final verdadero XD

Creo q voy a llorar x'P De alegría o de tristeza, quién sabe jajajaja XDD

Quizás haga un epilogo, ya lo veremos :'3

Ojala q esta actualización super atrasada les haya gustado!

No olviden que se les ama con todo el kokoro! *o* Muchas gracias por todo su apoyo!

Me despido!

CELESTE kaomy fueraaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa!