Burning Stardust
By: HybridVirus

Disclaimer: One Punch Man y sus personajes son pertenencia de sus respectivos dueños, solamente soy dueña de Lightning Quasar y no hay ninguna ganancia con esto, más que darle amor a mi personaje favorito; solo soy una fan que escribe para fans.

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Capítulo XXVI

El gesto incrédulo se mantiene sobre sus facciones, al mismo tiempo que acerca la fotografía hacia sus ojos. Si tuviera otra foto para comparar sus caras, quizás pudiera darse cuenta de que es completamente imposible, que la blandengue de Haruka, sea la chica de la corriente eléctrica.

Simplemente no hay forma en que sean la misma persona, porque… está hablando de Haruka. La misma persona que ha curado sus heridas, que también se ríe despreocupadamente, como si no le fuera a tirar los dientes por destruir su dignidad… cosa que sabe en verdad no va a hacer, porque no puede sentir verdadera malicia en sus palabras.

Haruka que sonríe de una forma realmente apacible, cuando cree que no está mirando. La joven que es blanda como este sofá, cálida, despreocupada… amigable. No hay modo en que ella y la chica eléctrica sean la misma persona.

"Pero… enserio se parecen"

Por alguna extraña razón, puede reconocer los rasgos de Haruka a la perfección en esta fotografía. ¿Cuándo le ha puesto tanta atención, como para grabar en su cabeza hasta el más pequeño detalle de su rostro? No hay duda alguna… la cara de Haruka es esa, que le mira en esta foto.

No hay forma en que ambas sean la misma persona, está adelantando conclusiones ¿Quizás se trata de una prima, o incluso una hermana? Un gesto incomodo se apodera de sus facciones, porque ahora se da cuenta de que, en verdad no sabe mucho de Harikēn.

"Mírate, eres igual de evasiva…"

Si Haruka resulta ser la chica eléctrica, entonces todo este tiempo la ha visto del modo equivocado. Si ese es el caso… ella es probablemente igual de peligrosa que él. Pero es simplemente imposible, la diferencia entre ambas es realmente abismal.

Además de que esa tipa era realmente alta, cuando él tenía apenas catorce. No podía haberse encogido, para tener la misma estatura de Haruka. No eran la misma persona, quizás fueran familiares. Pero eso significaba que, ¿Haruka podía hacer lo mismo?

"Así todo tendría sentido…"

La estática que se encontraba a su alrededor, cuando la había sujetado contra la pared. La forma en que las luces titilaban ese día, en la zona abandonada. El día en que intentaba consolar al par de mujeres, y como desecho sus preguntas diciéndole que había incapacitado a los sujetos con un paralizador…

Esa era la única posibilidad aceptable, Haruka podía usar la corriente de un modo similar. Porque si Harikēn fuera la chica eléctrica, sin duda habría terminado en el suelo. Completamente incapaz de moverse y de controlar su cuerpo, simplemente por haberla tocado sin el menor consentimiento.

"Puede que solo sean similares, eso no significa que sean la misma persona."

¿Así que es por eso, que no le tiene miedo? Sabe que es peligrosa, al menos a su propio modo. Una risa escapa de sus labios, porque enserio ha sido descuidado. Ha entablado una especie de amistad con otro desadaptado, que es considerado como una persona non grata.

Si ese es el caso, no tiene en verdad una razón para preocuparse. Haruka no representa un verdadero riesgo para él. No lo ha atacado, a pesar de que sabe que tiene la sorpresa de su lado. Joder… se siente como si un peso abismal, fuera retirado de sus hombros.

Porque en verdad no tiene que cuidarle la espalda, puede hacerlo por si misma. No hay forma en la que Haruka sea un punto débil para él. No cuando es más que capaz de cuidarse el pellejo, sin que él este alrededor.

–Tal parece que los monstruos, en verdad se encuentran los unos a los otros. ¿Hmm?

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Las tormentosas nubes cubren el nocturno cielo, anunciando que el diluvio que se encuentra asediando las desoladas calles, no se detendrá en ningún momento cercano. La tormenta golpeara insistentemente durante el transcurso de la madrugada, haciéndole retomar la costumbre de las últimas tres noches que ha tenido el departamento para sí mismo.

Los dedos de Garou se aferran a la manija de la barrera corrediza, llevando acabo el ritual que ha grabado en su mente. Solamente para detenerse, al percatarse de las diferencias que hay entre la oscuridad.

En el transcurso de tres noches, no ha podido percibir ninguna especie de aroma en los alrededores. Algo que fácilmente puede sentir en el aire, la fragancia del shampoo que ha usado no debería decirle nada, pero esta vez no ha sido el quien ha tomado una ducha.

"Finalmente has decidido aparecer, ¿eh?"

Los zapatos que se encuentran en el filo de la puerta principal, y la cámara que yace tranquilamente sobre la mesita de centro. Afirman su teoría de que Haruka finalmente ha vuelto, quizás está pensando demasiado las cosas y ella en verdad ha tenido que salir por cuestiones de trabajo.

Probablemente ha sido esa la verdadera razón de su ausencia, y no el hecho de estar lo suficientemente molesta, como para no querer verlo a la cara. Las manos de Garou toman la toalla más cercana, asegurándose de hacer el menor ruido posible. Está seguro de que se encuentra aquí, pero necesita verificarlo con sus propios ojos.

Una de sus manos gira con cuidado la perilla de la habitación, asegurándose de hacer el menor ruido posible. Igual que la primera noche, la penumbra no le permite ver gran cosa. Pero esta vez puede apreciar la silueta, que yace acurrucada entre las cobijas de la cama.

"Supongo que, en la mañana me daré cuenta si estoy equivocado."

Las manos del monstruo humano se encargan de cerrar la blanca barrera, para retomar su rutina nocturna. Asegurándose de mantenerse en completo silencio. Es curioso, pero a pesar de que Haruka no se encuentra consciente. Puede jurar que la sensación en el departamento, es una completamente distinta a la que ha pasado las noches anteriores.

Una exhalación escapa de sus labios, mientras tiene la precaución de deshacerse del exceso de agua en su cuerpo. La noche está bastante avanzada, pero aún quedan varias horas de oscuridad. Su intento por encontrar a cualquiera del trio de héroes, ha terminado en un rotundo fracaso.

"¿Cómo demonios es, que nadie puede dar información sobre Demon Cyborg?"

El cuello del cazador de héroes cruje, mientras la sinfonía del agua, los truenos y los destellos de los rayos arrecia en el exterior. Sin duda alguna están lloviendo gatos y perros, ¿Cuantos días es, que seguirá habiendo este torrencial clima? El repentino estruendo de la furia de la naturaleza, resuena hasta lo más profundo de su ser.

La inesperada oscuridad en los faroles de la calle, delata que seguramente todo alrededor se encuentra hundido en un interminable manto de tinieblas. El imperceptible murmullo de algo en la habitación, le eriza la piel porque no está seguro de si ha sido su imaginación, o si enserio ha escuchado bien semejante sonido.

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El susurro de sabanas removiéndose insistentemente, y una entrecortada respiración le llevan a tragar en seco. ¿Está pasando, lo que cree… que está pasando? Los pasos de Garou se mueven lentamente, para detenerse donde supone que se encuentra la puerta de la habitación.

Su mano se desliza contra la madera, en un claro intento por encontrar la perilla, ¿Y si está equivocado? Probablemente solo se trate de su imaginación, seguramente está cansado… eso es todo.

"Puta madre…"

No, esta vez el sonido es bastante claro. Su estómago se revuelve, porque lo reconoce a la perfección; sin duda ese es un lamento ahogado repleto de desesperación. Algo que por más que uno intente soltar, simplemente se sabe incapaz de dejar ir de lo más profundo de su pecho.

Ese es el sonido que uno hace, cuando se encuentra atrapado a la merced de los terrores creados, por el peor adversario que se puede tener en el mundo. Uno que es cruel y despiadado, que no te permite escapar de aquello que más temes en esta y mil realidades más.

Probablemente el peor monstruo de toda la existencia, sea esa voz en nuestro interior. La que sabe y conoce cada parte de nuestro ser, aquel que no importa que hagas, sabe que nunca podrás escapar de él.

"Las acciones dicen más, que cualquier palabra…"

Los dedos de Garou abren con cuidado la puerta, para adentrarse silenciosamente en el recinto. La oscuridad se ha apoderado por completo de todo, evitando que sepa en qué dirección es que debe de moverse.

Su diestra se extiende frente a él, tanteando las sombras con cuidadosos movimientos. No necesita derribar algo que sea de verdadera importancia; no cuando Haruka ya se encuentra lo suficientemente ofendida con él. La sensación de algo suave, le hace girar a un costado al encontrar el colchón y deslizar las yemas de sus dedos sobre la superficie.

–Hey…

Los dígitos del artista marcial se encuentran finalmente con una curvatura, una que cree reconocer como ese condenado codo, que hace unas noches atrás le hizo sangrar la nariz. Sus dedos continúan moviéndose ascendentemente, para acomodarse sobre un hombro y apretarlo con la suficiente fuerza.

El tembloroso jadeo que resuena en las sombras, le hace que insista con el movimiento. Sabe que no hay nada más vergonzoso, que el hecho de que otra persona se dé cuenta de que tienes pesadillas. Pero, las cosas son diferentes ahora que tiene una vaga idea, de que puede ser… por lo que ha pasado Harikēn.

–Oye, despierta…

No puede negar el cosquilleo que se desliza sobre sus dedos, ni la forma en que los folículos de su piel se erizan. Como si se encontrara tocando una de esas curiosas esferas, que recuerda de sus clases de ciencias en la escuela.

Las mismas que generan energía estática, la suficiente como para arrancarles una risa, ante la forma en que les deja de todo el cabello de punta. La mano libre del joven toma el hombro restante, en un intento por sacudir a la durmiente periodista.

Hay algo simplemente deplorable, en el patético lamento que intenta escapar de sus labios. No es que le importe… el hecho de que sabe cómo se siente, o que reconoce la desesperación y el miedo, que te carcome lentamente por dentro sin el menor indicio de piedad. No, no es que recuerde hacer esos mismos sonidos, hace mucho tiempo atrás.

–Enserio, tienes que-

Un repentino brillo se roba sus palabras, porque la oscuridad aun permea sobre toda la ciudad. Las farolas todavía se encuentran apagadas, no hay ninguna explicación razonable para los irises… que lo miran entre las sombras. Unos que claramente resplandecen con un extraño, pero igualmente familiar brillo propio.

El color es una especie de tono gris blanquecino, uno en el que puede notar un ligero deje de azul, que parece intentar avivarse con cada segundo que pasa. Estos ojos le roban cualquier indicio de duda, porque ya los ha visto con anterioridad.

Esto silencia cualquier incertidumbre en su cabeza, porque Harikēn tiene los mismos ojos… que la estudiante que electrocuto a tres imbéciles en la estación. No hay forma en la que esté equivocado, está completamente seguro de ello… Haruka es Dengeki.

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La oscuridad que se encuentra alrededor, le resulta por primera vez completamente desagradable. Probablemente se deba al extraño silencio, que ha tomado control de la habitación, con su despertar a manos de Kousagi-chan. Una cansada exhalación escapa de sus labios, al mismo tiempo que mantiene los brazos alrededor de su propio cuerpo.

La ausencia de ruido es algo realmente pesado entre ambos, pero no está segura si esto se debe a su acto de desaparición. O al hecho de que el chico se sienta incomodo, por haber tenido que despertarla. Es vergonzoso admitir, que a estas alturas de la vida… aún tiene pesadillas. En las que ve a cierto hombre pez.

–Sh, sh, sh, solo fue una pesadilla.

Sus parpados se mantienen cerrados, porque no está segura de sí sus ojos han vuelto a la normalidad. Es quizás uno de los momentos más extraños, en los que el núcleo ha decidido conectarse con ella. Tiene que ser eso o quizás, el hecho de que la inesperada compañía en el colchón, le hace sentir cierta ansiedad.

¿Ha dicho algo, mientras dormía? ¿Sabe a qué se debe su inhabilidad, para controlar su psique? Los orbes dorados se entrecierran, porque sin el resplandor que proviene de esos ojos, no puede ver gran cosa. Pero eso no le evita sentir, la manera en que el cuerpo de Haruka tiembla insistentemente. Como si aún no pudiera percatarse, de que ya no se encuentra atrapada entre sus intangibles terrores.

Un silencioso suspiro escapa de sus labios, porque sabe que en estos casos el confort es necesario. Pero, no es como si sus padres le hubieran brindado eso. ¿Qué hacer en tal situación? El ceño de Garou se frunce, mientras intenta decirse a sí mismo que no es gran cosa. Ha visto como los padres de otros niños, se aseguraban de controlar su llanto con ciertos gestos.

–Ven aquí, Harikēn.

La sensación de una mano sujetando su brazo, para acercarla hacia un sólido cuerpo. Consigue que sus extremidades se congelen, al menos hasta que se percata de la inseguridad detrás de dicha acción. Las palmaditas en su brazo, parecen ser un movimiento que el chico, nunca ha llevado acabo con anterioridad. Incluso su relajado agarre, le hace pensar en una caricia casi fantasmal.

Los tensos músculos de Haruka finalmente se relajan, junto a la nerviosa respiración que proviene del chico, en el instante en que el mentón de la pelicastaña hace contacto sobre su torso. El cuerpo del artista marcial se siente fresco, y puede percibir a la perfección la fragancia de la lluvia, que había adorado desde niña… hasta su encuentro contra el rey del mar.

–No hay nada aquí, solo estamos nosotros…

La mano que pasa de su hombro hacia su espalda, le permite acurrucarse contra el pecho del susodicho. Disfrutando de la calidez, que empieza a extenderse entre las sabanas, gracias al calor corporal de ambos combinándose en la tela. ¿Hace cuánto tiempo, no tiene esta clase de contacto?

Las palmaditas contra su espalda, la llevan a relajar sus parpados y perderse contra el trastabillante palpitar del corazón, cuyo ritmo nunca cambia su tempo. Como si no hubiera razón alguna, que pudiera deshacer la calma que se empieza a extender, sobre ambas siluetas en la cama. Una calma que sabe solo existe, gracias a las decisiones tomadas por Garou.

–Solo… tú y yo.

Un avergonzado 'tch' escapa de los labios del peliblanco, al mismo tiempo que permite que su rostro se hunda entre la almohada. Porque no puede negar lo agradable que se siente, cuando unos brazos envuelven su torso. El frio que permea su piel, ha desaparecido rápidamente al meterse en la cama de Haruka. Y aunque quiere permitirse disfrutar el contacto…

Una parte de él insiste en que no debe estar tan cómodo, porque los monstruos no hacen este tipo de cosas. Solo la ayudará a quedarse dormida de nuevo, y saldrá de ahí para volver a su lugar en el sofá. Esto no es nada más, que un simple gesto de gratitud. Si, sin duda es únicamente eso. No es más que gratitud por las veces, en que no ha hecho preguntas y únicamente, se ha dedicado a darle una mano con sus heridas.

–Alguna vez, ¿Te has sentido así?...

La pregunta toca un punto muy profundo en su ser, uno que reconoce ha cubierto con decisión, fuerza y convicción por conseguir sus ideales. Uno que sabe debe llevar acabo a como dé lugar, sin importar que o quien se interponga en su camino. 'Nah, soy demasiado fuerte… para esas cosas.' En su cabeza Haruka puede imaginar la forma, en que el chico se encoge de hombros.

Como si el hecho de que esta compartiendo, algo sobre su persona no fuera en verdad algo importante. La resiliencia de este sujeto, es algo simplemente asombroso. Eso es lo curioso, no tiene la menor idea de qué clase de dificultades ¿Podría tener alguien como Kousagi? Era alto y atlético, su aura exigía respeto con simplemente verlo.

No que eso se aplicara a ella, pues estaba acostumbrada a ver individuos de ese tipo, así que no era algo muy relevante para su persona.

–Sí, sin duda lo eres…

El silencio se apodera nuevamente del lugar, pero esta vez hay algo tranquilo en el mismo. Algo que les dice que enserio no es necesario decir más, no mientras exista esta pequeña tregua entre la penumbra creada por la tormenta.

Continuara…

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Hybrid-Virus

Yo! Tuve que hacer unos cambios en este capítulo, por eso me retrase en su publicación, pero después de algunas modificaciones, aquí esta. Andamos de buenas ¿Qué más puedo decir? Excepto que han sido unos días muy tranquilos, y finalmente esto me deja escribir un poquito, así que ¡Hay que aprovecharlo con todo!

Garou finalmente empieza a atar cabos, dándose cuenta de porque Haruka no parece sentirse intimidada por él, y como es que se las ha arreglado en todos los encuentros que han tenido. Para en verdad no requerir, que le de la mano en ningún momento.

Como mencione en el capítulo pasado, Haruka y Garou se conocen de tiempo atrás. Pero solamente de vista, y con una única interacción de por medio. Así que enserio no pueden decir que fueran conocidos, amigos, enemigos, etc.

Este encuentro marca un punto relevante en sus vidas, porque la situación produjo cambios de un modo u otro, en su día a día. Eso es algo que veremos, un poco más a detalle en el capítulo siguiente.

Esto también le da solidez a la decisión de Garou, porque tener una persona a su lado sería peligroso. Eso es algo que no debe preocuparle, si Haruka es capaz de valerse por sí misma. Así que esto reafirma, que no tiene por qué dejar sus deseos completamente de lado.

Haruka aún tiene pesadillas con el rey del mar profundo, porque el peor enemigo que ha conocido toda su vida. Ha sido el miedo, que siente por ella misma y las fluctuaciones del núcleo. Es por eso, que su inconsciente siempre le hace malas jugadas los días de lluvia, algo que se insinuó ya en capítulos pasados.

Cabe recalcar que el núcleo y Haruka solamente se conectan, en momentos de suma importancia. Ya sea cuando Haruka está en peligro, como sería la situación con el rey del mar. O también cuando el subconsciente de Haruka, lo considera como algo necesario.

Con esto podemos decir que la fuente de energía, en el cuerpo de Haruka es parcialmente poseedora de sintiencia. Es decir, que este puede sentir y percibir emociones, principalmente las de Haruka y reaccionar de acuerdo a las mismas.

Por lo que podríamos decir, que el núcleo se conecta con Haruka gracias a la aparición de Garou. Porque un el interior de Haruka, aún existe cierta incertidumbre por las palabras que le ha dicho. Garou en cambio es una criatura repleta de resiliencia, esto significa que tiene una cualidad de adaptarse y superar cualquier especie de circunstancia traumática.

El hecho de que Garou sabe lo que Haruka siente, es una de las razones que lo llevan a intentar despertarla. Eso y esperar que sea una forma de 'limar asperezas' por la situación de haberla sujetado del cuello. Y como ya son amiguis de cierta forma, es momento de dar un paso más allá. Ya se merecían algo fluffy, cálido e íntimo.

Haruka tuvo en algún momento el apodo de 'Dengeki' a causa de la situación, que los llevo a ella y Garou a encontrarse. El mismo puede traducirse de diversas formas, pero todas ellas derivan siempre en "Ataque / Atacante eléctrico"

Sin más por el momento, dejen un review y nos vemos en la próxima actualización.

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