Los personajes de Ranma 1/2 no me pertenecen, son obra de la gran Rumiko Takahashi. Escribo sin fines de lucro, solamente con el fin de entretener.
*Día 12: Injury And Care*
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Akane bebía un refrescante té frío junto a sus hermanas durante aquella calurosa media tarde, su padre y el tío Genma jugaban shōgui como era costumbre.
El viento comenzó a cambiar y las copas de los árboles se mecían de un lado a otro a causa del mismo, el clima estaba cambiando dando aviso de la llegada de una tormenta de verano el olor a tierra mojada inundaba el ambiente.
—Ranma está tardando ya debería estar de regreso de su visita al doctor Tofú.
—Eso hermanita por qué no lo acompañaste? — agrega Nabiki buscando la forma de molestar a su hermana.
—Él conoce muy bien el camino a casa.
—Seguramente algo o mejor dicho alguien lo interrumpió.
—Oh espero que no sea el caso — Kasumi comenta con una mano sobre su mejilla — parece que la tormenta está cerca.
La campanilla sonó anunciando un nuevo cambio de viento, por lo que Kasumi se apresuró a descolgar la ropa que estaba secándose en el jardín con ayuda de Nabiki.
Akane no podía creer que ese tonto hubiese desaparecido hace horas aunque se preocupaba por él, esperaba que la lluvia no se presentara hasta saber que Ranma se encontraba a salvo en su hogar.
Subió a su habitación para intentar mantener la mente ocupada esperando que él regrese, leyó unas cuántas páginas de su libro favorito para luego tomar un baño hasta que Kasumi anunció que la cena estaba servida. Salió del ofuro, con una toalla secó sus cabellos y se colocó su pijama amarillo.
Ingresó en el comedor cuando percibió que Ranma no se encontraba en la mesa.
—Oigan aún no regresa Ranma? — preguntó con la intención de oírse casual.
—Seguro se entretuvo peleando con el maestro, ya vendrá — respondió su tío Genma picando con los palillos un trozo de pescado sin darle importancia a la ausencia de su hijo.
Reanudaron la cena viendo televisión con algunas risas de por medio pero Akane tenía una sensación de angustia que no le permitió disfrutar la comida.
—Disculpen pero no me encuentro bien. Me retiro a mi habitación.
—Claro hija, deseas que llamemos al doctor tofú?
—No es necesario, necesito dormir por la mañana estaré mejor — se puso en pie y despidiéndose de su familia rumbo a su habitación.
Una vez en ella tomó asiento sobre su cama analizando qué debía hacer, era extraño que Ranma desapareciera durante tantas horas y a nadie pareciera importarle.
Dió vueltas metida en sus pensamientos cuando la lluvia, primero de manera tímida y luego con fuerza, comenzó a golpear contra la ventana, la abrió y extendió una mano para entrar en contacto con la lluvia, percibió su temperatura fría a pesar de la estación y su preocupación por su prometido aumentó.
Tomó un piloto contra la lluvia de su armario y un paraguas y salió decidida hacia la entrada de madera del dojo para esperar su regreso.
La lluvia caía cada vez con más fuerza sobre el camino incluso salpicando su calzado; desvió su vista a un lado de la calle cuando lo vió, sus pasos eran lentos parecía dolerle cada músculo, su camisa color celeste se encontraba desgarrada y con algunas manchas de sangre, su rostro no lucía mejor.
Él alzó su vista al notar su presencia en la entrada — Akane qué haces aquí?
Ella se encontraba en un estado entre nerviosa y aliviada pero estaba pasando por alto un detalle muy importante.
—Ranma…el agua fría…ya no eres mujer — balbuceó apenas.
El sonrió cansado — quería que fuera una sorpresa pero si, la chica ha desaparecido, puedo decir que soy un hombre normal.
La emoción y felicidad de Akane lograron que ella soltara el paraguas y se lanzara a abrazarlo, con lágrimas de emoción pudo articular — me alegro mucho por ti, bienvenido a casa Ranma.
Él respondió el abrazo de su prometida pero el mágico momento fue interrumpido por un estornudo de su parte.
—Estás empapado y herido, entremos te curaré — una Akane alarmada lo arrastró al interior de la casa.
Ranma subió directo a su habitación, Akane se adelantó al baño en busca del botiquín y unas cuantas toallas.
Al llegar a la habitación le tendió las toallas cerrando la puerta para darle algo de privacidad. Esperó unos minutos e ingresó para encontrarlo arrastrando el futón para tomar asiento en él y prepararse para las curaciones.
Akane se colocó de rodillas a su espalda, abrió el botiquín y con la gasa desinfectante limpió las heridas de su espalda y brazos, se reacomodó por delante y pasó la gasita sobre sus costillas y las heridas de su pecho, tragó saliva al notar el delicado sector sobre el que estaba trabajando resolvió hablar para calmar los nervios.
—Qué ocurrió esta vez?
Ranma lanzó un breve grito por el escozor generado por el desinfectante.
—Hace algunos días el doctor Tofú realizó un viaje a China y el guía le envió agua de la fuente del hombre ahogado, asistí a su consultorio para utilizarla y lograr asegurarme que la maldición desaparecería pero el grupo de las locas "prometidas" se enteraron, me exigían casarme con una o la otra quedando en medio de sus enfrentamientos, igual cuando se enteraron Mousse y Ryoga. Fue una dura batalla hasta el final.
Ranma exhaló un nuevo estornudo — creo que duró más de lo que quería.
Akane posó una mano sobre su frente percibiendo que su cuerpo hervía — tienes fiebre, recuéstate.
Increíblemente él obedeció recostándose solamente vistiendo un bóxer amarillo y azul.
Akane recorrió con la mirada el fornido cuerpo de su prometido y creyó afiebrarse también pero no podía pensar en lo guapo que era, esta noche debía cuidarlo.
Salió en busca de una jarra de agua para beber, un cuenco con agua y paños y unas cuantas medicinas.
Al volver lo encontró dormitando, mojó en el agua fría un paño y lo colocó sobre su frente también colocó otro sobre su pecho y lo ayudó a incorporarse para darle de tomar las medicinas.
El entreabrió ligeramente esos ojos azules y la observó antes de hablar — gracias por cuidarme Akane, te quiero y lo que digo no es producto de la fiebre.
Ella depositó un suave beso sobre sus labios ayudándolo a recostarse nuevamente — también te quiero Ranma y tampoco es por la fiebre.
Continuó intercalando los paños de agua fría para bajar la fiebre de su amado a lo largo de la noche hasta quedarse dormida junto a él.
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¡Hola! Bueno en este shot utilicé varios guiños al canon de la historia, en primer lugar ¿cuántas veces Ranma quedó en medio de las peleas de los enamorados de Akane y las suyas propias? Demasiadas y me sirvió para plantear la historia, también usé de referencia dos capítulos del manga.
La escena del abrazo corresponde con la vuelta de Ranma en el arco de Herb que ocurre en el tomo 25 del manga, toda la escena final de la fiebre corresponde al capítulo donde su madre lo cuida en su versión femenina de un fuerte resfriado y luego es Akane quien lo cuida (tomo 30 del manga)
Hasta el próximo :)
