Capítulo 3.

Había pasado un tiempo desde que los soldados almyranos habían invadido el territorio Goneril con la intención de secuestrar a un miembro de la familia y obligar al general de la fuerza fronteriza a doblegarse y permitiera el paso de las tropas a las tierras de la alianza.

Durante ese tiempo, la mayor parte de este Shirou se vio obligado a descansar por pedido, obligación, de su madre, pero tuvo el permiso de sus padres de practicar su magia de proyección por si este se veía obligado a usar de nuevo no pasara lo mismo que la última vez.

El chico tuvo que aguantar con el pelo blanco durante mucho tiempo. Este pensó que tardaría poco tiempo en que la pigmentación roja de su pelo volviese a la normalidad, pero al parecer el destino le tenía preparado un tiempo en el que tendría que lidiar con el color níveo de su pelo, el cual ahora hacía juego con el de su hermana menor Lysithea.

Con el paso del tempo llegó el cumpleaños de Shirou. Los padres de este no sabían la fecha, solo lo supieron cuando Agnes les manó una carta donde avisaba que los visitarían por el cumpleaños de Shirou que sería del día nueve del mes en curso.

Esto hizo que los padres se sorprendieran mucho y le preguntaran al chico si eso era cierto. En el momento que este asintió estos le preguntaron por qué no se lo había dicho antes, pero este respondió diciendo que no le parecía muy importante.

Debido a que tenían que celebrar el cumpleaños del hijo mayor de la casa Ordelia y que solo iban a venir los Goneril los criados de la mansión se vieron obligados a trabajar más en esos días haciendo que al pobre niño le surgieran sentimientos de culpa ya que estaban trabajando en exceso.

Al final llegó el día donde Shirou había sido dejado en casa junto con Lysithea y la maestra de sirvientas mientras que los demás sirvientes estaban haciendo tareas en el terreno y sus padres habían salido para conseguir un obsequio tanto para su hijo como para los Goneril. Debido a que los padres estaban fuera Shirou fue el encargado junto con la criada de recibir a los invitados.

Allí Shirou conoció a Julius, el padre de Hilda y Holst. Este tenía un cabello castaño rosado peinado hacia atrás y lucia con orgullo una cicatriz que cruzaba su rostro en una línea horizontal por el puente de la nariz. Tenía una personalidad muy agradable que no paraba de sonreír justo como su hijo mayor.

Después de la festividad del cumpleaños no pasaron muchas cosas. Hilda pasó la mayor parte de ese día con Shirou y Lysithea mientras que los padres de Shirou y los de Hilda acompañados por Holst hablaban de cómo estaba evolucionando el estado de Shirou.

El tiempo siguió pasando y los años siguieron su curso. En ese tiempo Holst terminó yendo a la academia de oficiales en el monasterio de Garreg Mach siendo elegido como delegado. También se habían enterado que había ganado una especie de competencia llamado batalla de leones y águilas.

En ese tiempo también descubrieron que Lysithea a una tierna edad ya podía usar magia, llegando a usar tomos muy avanzados para una niña tan joven como ella. Los eruditos de la casa Ordelia llegaron a pensar que por sus dos crestas ella había podido llegar a dominar la magia oscura, siendo miasma el primer hechizo que lanzó con cuatro años de edad. A partir de ese momento ella había sido incluida en la rutina de estudio de Shirou ya que era considerada un genio.

El chico, que para ese tiempo había vuelto a ser pelirrojo, pudo notar el nivel que se le exigía a su pequeña hermana, al parecer estaba destinado a tener hermanas pequeñas más fuertes que él mismo, podía ver como una pequeña capa de estrés se formaba en sus ojos.

Shirou hacía todo lo posible para que ella pudiera disfrutar un poco la vida cuando ella no estaba estudiando. En esos momentos él se encargaba de jugar con ella y pasar tiempo juntos haciendo que Lysithea se esforzara en sus clases, pero no se lograra obsesionar con tener que sobresalir.

El tiempo fue pasando y Shirou cumplió 18 años. En este momento había conseguido ser alguien respetado en los pequeños pueblos que residían en el territorio Ordelia, e incluso era el encargado de planificar todos los eventos que sucedían en el territorio. Debido a su aumento de responsabilidad no pudo mantener mucho más contacto con los hermanos Goneril, solo pudo mantener una ligera correspondencia una o dos semanas al mes.

Lysithea, la cual tenía quince años, se había obsesionado no con tener que estar a la atura de las expectativas de gente que no conocía, sino que odiaba ser tratado como una niña, bueno, había una excepción en su hermano, el cual la cuidaba y se preocupaba mucho por ella por lo que solo a él le permitía tratarla como a una niña.

Albert y Teresa quisieron llevar a Shirou a Garreg Mach para que se formara, pero también recibieron una carta por parte de las cinco familias aconsejándolos a inscribir a Lysithea debido a su domino con la magia oscura. Eso nos lleva al día de hoy.

Shirou estaba ayudando a su hermana a preparar el equipaje el cual era guardado en arcones. Él no sabía muy bien que debería llevar y no le peguntó a Holst ya que este había comenzado hace años a ir a la frontera a luchar al lado de su padre.

Shirou sabía que debía llevar ropa, también sabía que daban dos tipos de uniformes en la escuela junto con su versión vespertina, lo que le hace un total de cuatro uniformes, lo más seguro es que les darán más de una copia para poder tener antes de los días de colada, por lo que no tenía que preocuparse mucho por ropa formal.

Lysithea, por otra parte, quería llevarse toda su biblioteca si fuese posible pero su hermano la paró casi de inmediato al ver que ya había llenado un arcón y medio con solo libros. Tardaron cerca de una hora en terminar los equipajes, al final Shirou se terminó llevando sus libros que hablaban de la historia del monasterio, sus libros de lectura normal y corriente, algunos libros en blanco para escribir, tinteros, plumas y ropa suficiente como para poder vestirse durante dos meses sin que tuviese que hacer la colada, él estaba bien servido por el momento.

El viaje hasta el monasterio duraría casi cinco días desde su territorio, por lo que partieron con anterioridad a que el curso empezara. Los primeros días el viaje transcurrió en silencio pues los hermanos disfrutaban de la lectura, después de eso hablaban de cosas triviales como qué harían en la escuela y con quién podrían estar en clase. No fue hasta el último día que Shioru habló de un tema serio.

- Escucha Lysithea. - Dijo Shirou llamando la atención de su hermana. - Cuando lleguemos me gustaría que no me trataras de hermano. - Dijo este haciendo que su hermana lo mirara entre confundida, dolida y asustada. - No es por nada personal, pero si saben que somos hermanos se preguntarán porqué me han mantenido en secreto durante todo este tiempo, por lo que creo que sería lo mejor hacerme pasar por tu criado personal, no sería raro que alguien de tu altura social tuviese uno.

- Pero... - Dijo Lysithea confundida. - No lo entiendo, ¿por qué debería tratarte como a un sirviente y no como mi hermano?

- Lysithea, sé que eres muy inteligente y puede que lo que te estoy diciendo te esté cegando, pero te lo recuerdo. - Dijo Shirou con un tono serio. - No ha habido ningún registro de que yo haya nacido en la familia Ordelia, no me han presentado a ninguna familia importante a parte de la familia de Hilda, a parte, no saben nada de mi magia por lo que si me presento al resto como tu hermano y por circunstancias del destino me veo obligado a usarla la gente podría llegar a pensar que tanto padre como madre me han ocultado porque o no confían en la alianza o planean hacer algo en su contra y eso acarrearía muchos problemas.

La chica no pareció muy convencida de lo que estaba diciendo su hermano, pero sí supo que podía causar problemas, por lo que, con mucho pesar, decidió acceder a lo que su hermano le había pedido. Esto hizo que el resto del viaje transcurriese en silencio.

Llegaron al monasterio poco antes de la hora del almuerzo. Algunos soldados vestidos con armaduras completamente blancas los recibieron y comenzaron a hablar con el conductor, el cual estaba al tanto del plan de Shirou e informó que está en el monasterio para dejar a la señorita Lysithea Von Ordelia y a su criado personal para que cursaran en el curso entrante.

Los caballeros asintieron y le indicaron que dejara el carro al lado de la gran entrada, allí los caballeros comenzaron a bajar los arcones de los dos nuevos estudiantes mientras estos bajaban del carro. El primero en baja fue Shirou para que luego este le ofreciera una mano a Lysithea la cual aceptó y la ayudó a bajar.

Poco después los caballeros indicaron a los dos nuevos estudiantes a la zona de las habitaciones. Como era de esperarse, había dos zonas diferenciadas en el que los hombre y mujeres dormían por separado y obligando a la pareja de hermanos a ir por caminos distintos. Shirou terminó en una habitación que se situaba en el segundo piso de la residencia masculina.

El cuarto en el que estaba no era muy grande, pero estaba bien distribuido. Nada más entrar le recibía una ventana, a la derecha de esta había una estantería pegada a la pared de la derecha y justo a su lado había un escritorio, enfrente de este estaba la cama que ocuparía y a los pies de esta una cómoda donde guardaría la ropa.

Este decidió vaciar su equipaje más tarde ya que no tardaría mucho en hacerlo, por lo que salió para explorar un poco el monasterio. Saliendo de la residencia se encontró con una zona en la que había hierva y unos cuantos gatos tomaban el sol. Caminando hacia la derecha encontró lo que parecía un estanque y un edificio que parecía ser un vivero donde las plantas rezumaban vivacidad, dentro encontró la que debía ser la maestra encargada y un chico que vestía ropajes que indicaba que no trabaja en el lugar, por lo que debería ser un estudiante más. Este tenía el pelo blanco corto y piel oscura, si lo que había aprendido el chico de sus libros era correcto este chico provenía de Duscur, un territorio que fue anexionado al Sacro Reino de Fergus.

Esta parecía estar muy concentrado en plantas agrícolas. Saliendo del vivero fue al edificio que tenía enfrente del lago, el cual resultó ser la cantina, allí había gran cantidad de personas, entre ellos caballeros, colegiados y trabajadores que estaban tomándose un descanso. Tomando la salida norte encontró una pequeña terraza en un jardín con unas cuantas mesas, ese lugar sería idóneo para hacer fiestas de té o simplemente relajarse sin el ajetreo de la cantina. Cambiando al ala este logró encontrar un pequeño edificio que tenían unos pocos maniquíes de prácticas y unas cantas mesas y estanterías con libros en el lado izquierdo, supuso que eran de estrategias.

Más abajo estaban las caballerizas donde los caballos y pegasos residían. Allí encontró a una chica rubia que tenía una trenza que caía por su espalda. Esta estaba acariciando a un pegaso, el cual se alarmó cuando apareció Shirou ya que no había llegado a notar su presencia.

La chica intentó calmarlo, pero al darse cuenta de que había alguien detrás se dio la vuelta, en el momento que vio a Shirou esta entrecerró los ojos con algo parecido al disgusto.

- Sylvain. - Dijo ella como si estuviera regañando a un niño pequeño. - Te he dicho un millón de veces que asustas con tu mera presencia a los pegasos. - Esto dejó confundido a Shirou. - ¿Has cambiado tu estilo de pelo? Si bien es menos llamativo y práctico a la hora de pelear, no creo que te ayude a conseguir mujeres.

- ¿Mujeres? ¿Sylvain? - Dijo Shirou haciendo que la chica alzara una ceja. - Perdón, pero...

Este fue cortado de manera abrupta cuando un chico pelirrojo entró en escena con una gran sonrisa y una actitud despreocupada.

- ¿Pero si esta no es la pequeña Ingrid? - Dijo para ponerse a su lado y pasar un brazo por encima de su hombro.

En un primer momento no hubo respuesta por parte de la chica, cosa que sorprendió al pelirrojo. Esta siempre solía quitar su brazo de una manera muy brusca, por lo que, confundido, miró en la dirección en la que miraba solo para encontrar un chico que compartía similitudes con él.

Un poco confundido logró escuchar una frase de Ingrid.

- Sylvain, tú no tienes un gemelo, ¿verdad? - Dijo la rubia un poco confundida.

- No que yo sepa. - Dijo el chico. - Puede que sea un primo lejano o algo. Perdona, me llamo Sylvain Jose Gautier, pero llámame Sylvain, ¿Formas parte de la casa Gautier?

- No. - Dijo Simplemente Shirou. - No soy de Fodlan, soy de un país muy al este de aquí, el país que dio origen a los maestros espadachines.

- ¿Estás seguro que no tienes nada que ver con los Gautier? - Dijo Ingrid un poco preocupada.

- No, me llamó Shirou, no poseo apellido ya que perdí a mi familia, ahora trabajo como sirviente para una casa noble de la alianza.

- Por la diosa lo siento mucho. - Dijo Ingrid. - Te he confundido con este... hombre. - Dijo haciendo que Sylvain soltara un suspiro cansado, pero con una sonrisa. - Yo soy Ingrid Brandl Galatea, espero que podamos llevarnos bien.

- Igualmente. - Dijo Shirou con una sonrisa. - Si me disculpáis aún me queda un poco de terreno que explorar antes de reunirme con mi maestra, espero que tengáis un buen día. - Dijo para luego inclinarse y marcharse.

- Creo que es un buen tipo. - Dijo Sylvain con una sonrisa una vez se fue.

- Por lo menos es más educado que tú. - Dijo ella mientras volvía a su pegaso.


Lysithea no había tenido el privilegio de poder salir a explorar el monasterio como su hermano, ella había llenado tres arcones con sus pertenencias, la mayoría libros de estudio sobre magia, los cuales ordenó por orden alfabético, después de eso ordenó sus cosas en el escritorio y, por último, ordenó su ropa en la pequeña cómoda que le habían asignado. En el momento que terminó estaban haciendo el último llamado al almuerzo del día. Fue en ese momento que ella se dio cuenta del hambre que tenía.

Ella se dejó guiar por unas cuantas personas que, como ella, no habían tenido tiempo de salir antes. Al final terminó llegando donde se encontró con una cabellera roja familiar para ella, por lo que rápidamente se dirigió hacia su hermano. Este parecía estar observando el menú que había disponible para el último turno, pero dejó el menú cuando notó a su hermana detrás de él.

Shirou le explicó que había explorado un poco los terrenos que tenían disponibles por el momento y que se había encontrado con dos posibles alumnos que lo habían confundido. Una vez este terminó de contarle eso a su hermana pidieron la comida y se sentaron en una de las mesas.

Mientras comían Shirou le preguntó si ella había terminado de ordenar su cuarto, ella asintió con una mirada cansada de inmediato supo que le había costado hacerlo todo ella sola. No hubo mucha conversación mientras comían ya que estaban disfrutando de un plato de pasta y no hubo interrupción alguna hasta que terminaron y salieron.

En la entrada de había un gran carro con un símbolo que los dos hermanos reconocieron de inmediato. Tanto Shirou como Lysithea se acercaron solo para ver como una chica de pelo rosa atado con dos coletas y que vestía un vestido impecable de color blanco bajaba con la ayuda del cochero.

Ella miró su entorno y abrió mucho los ojos cuando vio a la pareja de hermanos y con una gran sonrisa corrió hacia ellos y primero abrazó a Lysithea.

- Ah, Lysithea, pero que mona eres. - Dijo mientras la abrazaba con fuerza. - Has crecido mucho y has venido a acompañar a Shirou en su primer día, eres adorable.

- ¡Hilda! - Dijo la peliblanca cuando por fin pudo escapar del abrazo de la chica Goneril. - Para empezar, no me trates como una niña, yo también estudiare en la academia de oficiales este año por lo que no estoy aquí para acompañar a Shirou.

- Oh, ya veo, eres todo un genio. - Dijo Hilda mientras intentaba volver a abrazarla, pero esta logró huir de ella para colocarse detrás de Shirou.- No me lo creo, como has crecido, Shirou ahora eres todo un hombre.

En ese momento Hilda envolvió los brazos alrededor del cuerpo del pelirrojo y lo apretó con mucha fuerza. En un primer momento no pudo respirar debido a la presión, pero luego su cara se enrojeció al notar de dónde venía la presión.

- Hola Hilda, veo que tú también has crecido mucho. - Dijo Shirou intentando mantener su vista lo más alejada de Hilda causando una risa por parte de esta.

- ¿Qué pasa Shirou? - Dijo Hilda con una sonrisa. - ¿Te has dado cuenta de lo guapa que me he vuelto? - Ella espero una respuesta, pero al no recibir una respuesta esta solo rio más. - Bueno dejando eso de lado, he traído muchas cosas, ¿Me podríais ayudar?

En ese momento Lysithea recordó que tenía que acomodar la ropa de su habitación. Por lo que dejó solo a Shirou para esa tarea. El pelirrojo acompañó a la chica con coletas y a los caballeros que le indicaron su habitación, la cual resultó ser la habitación vecina de Lysithea, y allí los caballeros los dejaron para que ordenaran a habitación.

Hilda quiso ponerse al día con él por lo que le contó todo lo que había pasado desde que se vieron por última. En ese momento Shirou le contó el plan que había tenido ya que ninguna familia lo conocía parte de la de ella.

- Es una buena idea. - Dijo Hilda. - Una vez mi padre nos llevó a Holst y a mí a una reunión de las cinco grandes familias y allí conocí a los herederos de las otras casas y sabiendo como es el heredero del conde Gloucester. Ese chico actúa como si fuese el próximo líder de la alianza, y si bien se preocupa mucho por el país no para de intentar quitar importancia al que, de verdad, es el verdadero líder de la alianza, ese chico se llama Claude y es de la casa de los Riegan.

- ¿Entonces ellos podrían estar aquí en estos momentos? - Preguntó Shirou mientras colocaba unas botellas de aceites aromáticos en una balda de la estantería.

- Lo más seguro. - Dijo Hilda mientras se sentaba en la cama y admiraba sus uñas. - Claude y yo nos llevamos muy bien y me confesó en una de sus cartas que acudirá este año a la academia, lo reconocerás en seguida, es un chico de pelo negro y piel bronceada.

- ¿Cómo los de Almyra? - Dijo haciendo que Hilda dejara de mirarse las uñas.

- Sí, pero si tiene alguna conexión con ellos no me importaría. - Dijo Sorprendiendo a Shirou sorprendido. - No hay que ser mala gente, no por las acciones de unos pocos se pueden condenar a todas las personas de un país. Sin ir más lejos pasaría contigo también. - Señaló a Shirou. - He leído de la nación de oriente, según los escritos ellos viven para un señor y si fallan en su misión se suicidan o incluso ordenan la muerte de los que los miran con malos ojos.

- Bueno, los guerreros no son lo peor que hay en ese lugar. - Dijo Shioru en voz baja haciendo que ella se acercara. - Los magos son lo peor, llegar a vender a sus propios hijos para poder avanzar en sus estudios, incluso llegar a matar a sus propias familias para tener un solo avance, si te digo la verdad, no sé cómo trabajaba mi padre, solo sé que los magos de ese país no querían ni verlo llegándolo a llamar asesino.

- Ves, tú por haber nacido en ese país no significa que seas como ellos, por lo que si Claude tiene alguna conexión con Palmyra por el momento no lo tratare mal, depende de él no de mi pasado con ellos.

- Oye Hilda. - Dijo Shirou en un tomo amable haciendo que ella lo mirara a los ojos para ver como una sonrisa se formaba en su rostro, ella pensó que la alabaría, pero lo que dijo hizo que soltara un suspiro. - Estas son tus cosas, si no colaboras te dejo sola.

El resto del día terminó sin mucho más. Shirou obligó a Hilda a colaborar con la colocación de su habitación, después llegó la cena donde Shirou se juntó con Hilda y su hermana. También hizo gala de una increíble habilidad de hacer de criado que sorprendió a todos, incluido él mismo, en una pequeña fiesta de té.

En la noche Shirou acomodó todas sus pertenencias en su habitación, al terminó vio los uniformes que le habían dejado en la cama cuando este estaba fuera. Como había pensado le habían dejado dos mudas de dos tipos distintos de uniforme, matutino y vespertino. La única diferencia que había de uno a otro era que el vespertino tenía una capa para protegerse del viento frío cuando el sol ya no pudiese proporcionar el calor que proporciona por el día.

Encima de los informes había una pequeña nota que explicaba las normas de vestimenta diciendo que era obligatorio llevar los pantalones de uniforme junto con una camisa blanca debajo de la chaqueta del uniforme siendo la gorra opcional. Se probó el uniforme para saber cómo podría quedarle y descubrió que le apretaba un poco la chaqueta si este se la abrochaba. Consultó las normas de vestimenta y descubrió que no tenía por qué llevarla abrochada, aunque se recomendaba, al parecer podría pedir una variante en forma de chaleco.

Una vez terminó se metió en la cama. Siempre que dormía solía tener sueños en blanco, pero había tenido deferentes excepciones donde había sido transportado a Unlimited Blade Works, como ahora. El mármol de realidad estaba ligeramente diferente, ahora el cielo era de color azul y había comenzado a mostrar pequeños parches de hierva en lo que antes era un páramo yermo y sin vida donde hay clavadas un montón de armas de distintos tipos. Dirigiendo su mirada al cielo azul donde había grandes engranajes que se mantenían estáticos en el cielo, esto confundió al joven ya que cuando lo usó hace años contra el rey de los héroes los engranajes giraban en el cielo, debe ser que solo girarían si el mármol de realidad esté activo ya que no se había dado cuenta de eso hasta ese momento.

El sueño siguió hasta que por una fuerza extraña que lo llevó a despertarse en su cama de la academia. El sol estaba comenzando a salir por lo que decidió levantarse e ir a los baños para poder asearse. Cuando este salió del baño una vez limpio se dio cuenta que era el único que se había despertado par ese momento. Ni si quiera había visto a ninguna persona del personal en todo el lugar.

En su vuelta a su habitación comenzó a ver a algunos caballeros que estaban dirigiéndose a las puertas, lo más seguro que sea para un cambio de guardia. Buscando perder un poco de tiempo fue al patio donde estaban las clases. Sabía de ante mano que las tres casas eran una representación de las tres naciones que había en el continente de Fodlan, por lo que este iría a la clase de ciervos dorados. Sus vecinos eran las águilas negras, que por alguna extraña razón eran representadas por un estandarte rojo, y los leones azules representando al imperio y al reino respectivamente.

Miró la clase en la que estaría. Había dos filas de bancos y mesas donde cabrían entre dos y cuatro alumnos, dependiendo de las personas que asistieran a la clase, un atril donde el maestro daría las clases y a la derecha del atril había una pizarra que llegaba casi hasta el suelo. Parecía una clase normal y corriente, pero a un lado encontró algo que no esperó ver, una chimenea, lo más seguro es que en este mundo no había algo parecido a la calefacción por gas o agua caliente por lo que podría haber esperado una pequeña estufa de leña, la cual estaría a cargo del profesor de turno, pero no esperó ver una chimenea de pared en la pared izquierda de la sala.

No supo con claridad cuanto tiempo estuvo allí observando la clase, solo supo que era la hora del desayuno ya que una doncella del monasterio le avisó que estaba empezando el primer turno del desayuno.

Estaba haciendo la cola con un montón de guardias que se estaban preparando para un día de trabajo, también vio a otras personas que no llevaban algo distintivo de los caballeros de la iglesia, él presuponía que eran profesores o personal de mantenimiento del propio monasterio, no había otro alumno a la vista.

Cuando llegó su turno de pedir pidió el desayuno estándar que todos pedían, este consistía en una taza de café y un plato de tocino con huevos, lo que venía siendo un desayuno americano en el mundo del pelirrojo.

- Oh, no esperaba ver a otro estudiante a esta hora. - Dijo una voz en la que Shirou podía notar cierta prepotencia, se giró y vio un chico de cabello morado y uniforme de la academia adornado con una rosa. - Me alegra ver que hay alguien madrugador como yo en la academia, me llamo Lorenz Hellman Gloucester, próximo heredero de la familia Gloucester y con suerte el próximo líder de la Alianza Liecester, ¿Podría conocer tu nombre?

- Me llamo Shirou, provengo del país de oriente y actualmente ejerzo el papel de sirviente personal de la señorita Lysithea Von Ordelia. - Dijo Shirou con una ligera reverencia. - Encantado de conocerle señor Gloucester.

- Por favor, llámame Lorenz, el señor Gloucester es mi padre. - Dijo el chico con una sonrisa. - Siendo un sirviente personal de una de las cinco familias me sorprende que no supieses de mí.

- Debido a diferentes situaciones en la familia Ordelia solo he tenido el lujo de conocer a la joven Goneril. - Dijo Shirou mientras cortaba un trozo de carne. - Por lo que he oído el futuro señor Von Riegan también acudirá este año a la academia, ¿Es posible que Edmund también tenga su próximo heredero aquí este año?

- Efectivamente, la señorita Marainne Von Edmund también estará con nosotros en clase, pero ella tiene un ligero complejo de inferioridad. - Dijo Lorenz con lo que parecí ser un tono preocupado. - Creo que es debido a que es adoptada, pero no te preocupes con ella, yo me encargaré de que ella muestre una cara mucho más alegre.

Con eso los dos comieron tranquilamente. Lorenz hablaba de la función de su familia en la alianza y en el momento que los dos terminaron de desayunar y fueron al patio de clases donde encontraron ya a algunos estudiantes que estaban un poco despistados buscando su clase.

Los dos chicos terminaron yendo a la clase de los Ciervos Dorados donde todavía no había llegado nadie. Esperaron observando la clase durante un rato hasta que terminó apareciendo una pajera que hablaba muy animadamente, uno de ellos era bajo, con gafas y lo que parecía ser un pelo entre rubio y lima muy claro que llevaba puesto la variante de chaleco del uniforme, el otro era como el doble que él, este era rubio y su ropa no podía contener su cuerpo. Poco después apareció Hilda con un gran bostezo para irse a sentar al lado de la chimenea, una posición estratégica para los días fríos, una chica pelirroja apareció después mientras parecía ejercitar sus brazos como si fuese a hacer algún deporte. Por último, aparecieron un chico de tez oscura que Shirou reconoció como Claude, su hermana y una chica de pelo azul pálido que parecía no querer llamar la atención para nada.

Ningún estudiante entró durante un tiempo y Shirou se reunió con su hermana de inmediato para seguir su rol de sirviente. Esperaron durante un tiempo, tanto que Shirou comenzó a preocuparse de que el profesor encargado no hubiera sido asignado. Después de quince minutos una mujer de pelo castaño y figura muy llamativa para el género opuesto entró de forma apresurada.

- Lo siento mucho mis queridos alumnos. - Dijo la mujer para luego colocarse en el atril. - Recientemente un profesor se retiró por tener ya demasiada edad y todavía no hemos encontrado ningún remplazo. Pero bueno, como es el primer día me gustaría que nos presentáramos todos para que por lo menos pudiese poner nombre a vuestras caras, comenzaré yo misma. Me llamo Manuela Casagranda, soy la encargada de la enfermería y, junto con el profesor Hanneman, nos iremos turnando para asistir a las clases debido a la falta de personal, soy de Embar, en el territorio del imperio y fui la cantante principal de la compañía Mittelfrank. Bien, ¿Quién sigue?

Lorenz siguió con una gran sonrisa y dando una explicación más extensa que le dio a Shirou, luego se presentó el que pensó que era Claude, este habló de que sería el próximo líder de la alianza, pero no querían que le vieran solo como eso y que podían acudir a él como si este fuese un amigo más. Hilda siguió donde dijo que ella era muy torpe y que lo más seguro es que les pediría ayuda con los trabajos más duros. Luego se presentó el chico bajo con gafas, resultó que se llamaba Ignatz victor, un hijo de mercaderes que tenía la afición de pintar y que residía en el domino de Gloucester. El grandullón vino después de él y se presentó como Raphael Kirsten, otro hijo de comerciantes que actualmente vivía con su hermana menor y abuelo debido al fallecimiento de sus padres, también residía en Gloucester. Luego vino la pelirroja energética, ella se llamaba Leoni Pinelli, hija de cazadores y futura mercenaria la cual aspiraba a ser la segunda rompe cuchillas, también mostró cierto grado de obsesión con un hombre llamado Jeralt.

Su hermana y él fueron los últimos en presentarse. Lysithea fue la primera, la cual se presentó como la heredera Ordelia y que sobresalía en el campo de la magia. Al final fue el turno del pelirrojo.

- Buenos días, yo soy Shirou, sirviente personal de la señorita Lysithea. - Dijo mientras se inclinaba ante todos. - Me veo obligado a informarles que no soy natural de Fodlan, soy del país que es vulgarmente conocido como país de oriente, por lo que es posible que no conozca mucho sobre la gente de este lugar, solo conozco a pocas personas de importancia en la alianza, espero no molestaros mucho si os pregunto sobre personas del reino o del imperio.

Todos no parecieron molestos por lo que había dicho Shirou, este había visto de primera mano una pequeña sorpresa. Shirou había sido testigo del racismo que había en Fodlan. Poco después de que terminara la presentación la profesora Manuela dejó la clase a toda prisa, por lo visto ahora tendrían una reunión con otros profesores y tenían un periodo en el que los soldados les daban algunas lecciones de estrategia donde Claude y Lorenz habían demostrado que tenían conocimiento básico de los temas, siendo Shirou y Leonie los que ocupaban una hipotética segunda posición.

Unas dos horas después llegó lo que Shirou conocía de su mundo como descanso para la comida, solo que aquí lo llamaban simplemente descanso. En ese periodo Shirou fue acorralado por una Leonie que no paraba de hablar sobre los guerreros del país de oriente y quería saber más de ellos por parte de Shirou. Este solo conocía esa civilización por los pocos libros que había podido adquirir en su casa y por la nota que le había dejado Zelrecht el día que despertó en ese mundo. Por lo que pudo haber leído sabía que los magos de ese país no diferían mucho de los magus de la torre del reloj y los guerreros eran muy parecidos a los samuráis de su mundo, pero mucho más fieros, por lo que decidió contarle una historia rápida sobre un guerrero que tenía una técnica que era capaz de cortar una golondrina en pleno vuelo con tres cortes consecutivos haciendo que la chica se entusiasmara y lo dejara para ir corriendo a practicar esa técnica sin siquiera esperar un explicación por parte de Shirou.

Después de eso pudo ir con su hermana, la cual estaba sentada en una mesa de una terraza donde algunos alumnos estaban disfrutando de una taza de té y algunos dulces. Shirou, queriendo seguir el rol de sirviente se ofreció a servir el té a su hermana, la cual estaba acompañada de Hilda que no paraba de decir que ella se veía adorable causando molestia en la peliblanca. Terminó sirviendo un té de manzana dulce para Lysithea y para Hilda un té que constaba con un surtido de frutas del sur.

- Por el momento no es un mal día. - Dijo Hilda con una sonrisa después de haber tomado un sorbo de su té. - Shirou, ¿Cómo sabías que este era mi favorito?

- Lo deduje. - Dijo este mientras se mantenía de pie detrás de su hermana, la cual estaba degustando un pastel de frutas. - Cuando nos vimos la última vez mis compañeros de la cocina fueron puestos en aviso de que la menor Goneril le encantaban los pasteles de frutas, por lo que terminaron sirviendo un pastel de frutas para el postre.

- Vaya, no esperé que te acordaras de eso. - Dijo ella sorprendida. - Fue hace muchos años.

- Qué puedo decir. - Dijo este con una sonrisa. - Tengo buena memoria.

- Shirou. - Dijo Lysithea llamando la atención de su hermano. - La siguiente clase se rumorea que habrá unas elecciones para elegir al delegado de clase. - Dijo esta en un tono serio sin girar a mirarlo para mantener la fachada de sirviente con Shirou. - Creo que deberías presentarte.

- Pero... - Dijo este confundido. - ¿Por qué?

- Sí, ¿Por qué? - Dijo Hilda confundida. - No creo que sea buena idea.

- Él ya es el encargado de organizar al resto de los sirvientes en casa incluso siendo tan joven, además, padre incluso le ha dejado organizar actividades y eventos en el territorio. - Dijo Lysithea muy seria. - Creo que podría ser una buena opción, aparte, él es el mayor.

Hilda entendió rápidamente lo que la chica le había dicho por lo que dirigió su mirada al chico pelirrojo. Ella quiso decir que de los dos hermanos él era el mayor y que por ende él heredaría el título nobiliario de su familia. Siendo sincera, ella pensaba que Shioru no tendría la oportunidad de heredarlo por el simple hecho de que era un hijo adoptivo, pero decidió no comentarlo.

- Teniendo a esos dos dudo mucho que Shirou pueda conseguir los votos necesarios para ser el delegado. - Dijo la chica de coletas. - Pero bueno, yo no votaré a nadie, confiaré en la persona que salga elegido.

Lysithea no dijo nada solo siguió bebiendo su té hasta que llegó el aviso de que tenían que volver a clase. Esta vez no tuvieron que esperar a ningún profesor ya que en el atril había un hombre mayor que vestía con traje y túnica oscura y en su cara había unas gafas y un bigote que hacía juego con su pelo gris bien peinado. Este se presentó como el Profesor Hanneman el cual estaría con ellos durante ese periodo de clase.

Él explicó que deberían elegir a un líder de casa para su curso, lo que se podía decir también como delegado o presidente, pero que preferían usar el término "Líder de casa" ya que así se acostumbrarían al puesto que tendría alguien por encima de ellos cuando se convirtieran en caballeros una vez fuesen graduados. También dijo que ella serían la primera clase de su curso en elegir a un líder.

- Con eso explicado, ¿Hay algún voluntario que quiera postularse para el puesto? - Preguntó Hanneman al aire con una sonrisa relajada.

- Obviamente yo. - Dijo Lorenz en voz alta y un tono un tanto arrogante. - Como futuro líder de la casa Gloucester y un posible candidato a liderar la alianza me presentó como voluntario.

El profesor miró por la clase hasta que vio otra mano levantarse.

- Venga, me apunto. - Dijo Claude con una sonrisa. - Puede que sea divertido esta competencia.

- De acuerdo. - Dijo Hanneman con tranquilidad. - ¿Alguien más?

Todos miraron al su alrededor como si buscaran si hubiera otra persona que quisiera liderar la clase, Hanneman estuvo por comenzar la votación hasta que la mano de cierta alvina se alzó haciendo que el profesor le cediese la palabra.

- ¿Sí señorita Ordelia? - Dijo con una sonrisa. - ¿Quiere postularse usted también?

- No, quiero nominar a otra persona. - Dijo Ella ganando la mirada de todos en la clase y una un poco nerviosa por parte de hermano. - Me gustaría proponer a Shirou.

Hubo un silencio incomodo hasta que la voz de Lorenz se hizo presente.

- No te lo tomes a mal, pero... ¿Tu sirviente es alguien apropiado para dirigir una clase? - Dijo este confundido por como la chica que había escuchado que era una genio había propuesto algo como eso.

- Shirou ha estado conmigo desde que tengo memoria y desde que he sido una niña le he visto organizar a la perfección a todos los mayordomos y sirvientas a la perfección, incluso ayudando a mi padre en eventos en nuestro territorio, por lo que confío plenamente en él como para ser nuestro líder.

Después de eso hubo otro silencio sin que nadie más se postulara para el puesto y dejando al profesor iniciase con las votaciones.

Primero comenzaron los nobles, Loronez, como era obvio, votó por sí mismo, Claude hizo los mismo diciendo que él no sería menos, Hilda decidió abstenerse alegando que cualquiera de los postulantes sería igual de bueno, Lysithea votó por su hermano y Marianne se abstuvo diciendo que su voto sería poco útil en comparación a los demás.

En el momento de los plebeyos el primero fue Ignatz, el cual votó por Lorenz con la premisa de que al vivir en el territorio Gloucester este lideraría la casa de los ciervos dorados por el buen camino. Raphael se abstuvo también, su razón para hacerlo fue que le daba completamente igual quien fuese el líder siempre y cuando pudiese comer los deliciosos platos de la cantina y ejercitar sus músculos. Leonie votó por Claude, su razón fue simple, dijo que él iba a ser el próximo líder de la alianza por lo que sería lo mejor.

En el momento que llegó el turno de Shirou para votar Hanneman suspiró pensando que votaría por sí mismo dejando un triple empate, pero enarcó una ceja cuando vio a Shirou pensar más de la cuenta. Fueron unos segundos de silencio hasta que Shirou habló.

- Voto por Claude. - Dijo sorprendiendo a todos menos a su hermana. - Él va a ser el próximo líder de la alianza como Leonie ha dicho antes, por lo que, aparte de ser una buena opción solo por eso, sino que también será una buena experiencia de futuro. Por lo que he oído de los caballeros de Seiros en la hora del desayuno iremos a distintas misiones más adelante en el año escolar por lo que él nos dirigirá junto con el profesor encargado por lo que será una buena experiencia para cuando asuma el cargo que ostenta su abuelo por el momento.

Tanto Lorenz como Claude lo miraron con los ojos muy abiertos, Lorenz porque no se esperaba que este dijera algo como eso y Claude porque no esperó ganar tan fácilmente. Después de ese suceso no sucedió mucho más, las clases siguieron y se presentaron los líderes de las casas entre sí con sus subdelegados.

Los días fueron pasando, los alumnos de la academia de oficiales se fueron conociendo entre sí, Shirou volvió a encontrarse con la chica rubia que lo confundió en su primer día, Ingrid, la cual tuvo una charla tranquila con él, el chico pelirrojo lo encontró y le volvió a preguntar si tenía que ver algo con la familia Gautier. También conoció a una persona que pertenecía al imperio, bueno, si contaba bien a dos, una chica de pelo castaño intentó ligar con él hasta que se dio cuenta de que era un sirviente, en su segundo encuentro esta estaba acompañada de un chico bajo de pelo de color cían. En esa charla que tuvieron se presentaron como Dorothea Arnault y Gaspar Von Bergliz. Resultaba que estaban intentando hacer que una chica saliese de su cuarto ya que se había encerrado por miedo a sus compañeros de clase.

Shirou intentó ayudarlos intentando charlar con la chica encerrada en su habitación, dijo que por el momento intentaría salir para las clases pero que no pasaría el resto del tiempo al aire libre, un pequeño avance.

Más días pasaron hasta que uno de los profesores anunció que el último fin de semana del mes se iría a hacer una actividad de campo junto con las demás casas, por lo que deberían prepararse a conciencia.

Durante todo ese mes se planificaron muchas clases que tuvieran que ver con posible ataque o conflicto con bandidos, siendo que Hanneman daba algunas nociones de estratégica en sus clases, Manuela enseñaba primeros auxilios y un profesor que llamó mucho la atención de Shirou organizaba clases en las que se practicaba el combate con el resto de las casas de la escuela en su año.

El profesor Jeritza era el encargado de hacer estas clases en las que solo dividía las casas en grupos mixtos para que practicaran con diferentes armas y magia. Después de varias clases Jeritza declaró los mejores usuarios de armas de cada casa, siendo algunos nombrados por no tener más personas usando dicha arma como era el caso de Hilda o Shirou. En sus últimas clases estos se enfrentaban con el fin de tener una práctica, en la clase anterior el príncipe Dimitri derrotó con facilidad a un chico del imperio llamado Ferdinand Von Aegir, el cual tenía la manía de repetir su nombre mientras lo gritaba.

Para la última clase Jeritza quiso ver como se desenvolvían los usuarios de espada en un combate entre los leones azules y los ciervos dorados. Shirou era el único que manejaba la espada con soltura aparte de Leonie y Lorenz, pero estos dos parecían más cómodos con las lanzas.

En el fondo Shirou se sentía como si estuviese haciendo trampas, ya que contaba con el conocimiento de las espadas que veía en sueño, por lo que ya tenía una idea de cómo pelear. Con un suspiro agarró una espada de prácticas y fue al centro del campo de entrenamiento, por lo que había visto días antes, el representante de los leones era un noble de pelo azul marino que no parecía tener muy buen comportamiento llamado Felix Hugo Fraldarius, el cual llegaba a tal extremo de comparar a su líder con un cerdo.

En el momento en el que este llegó Shirou pudo ver como este lo miraba de forma despectiva, claramente no lo respetaba, pero no sabía si era por "no ser" noble o por ser un extranjero, eso lo ignoraba Shirou. Los dos se pusieron en posición, llevaban el mismo equipo, protector de pecho de cuero a juego con unos guantes, la misma espada de práctica, lo único en lo que si diferenciaban era el uniforme, Felix llevaba un uniforme de color azul, mientras que Shirou llevaba uno negro.

Lo primero que Shirou pudo notar fue que Felix tomó la posición típica que se suele usar cuando uno usaba una espada de dos manos, lo que significaba que él había sido entrenado como un posible maestro espadachín, por lo que sabía cómo podría pelear.

Felix comenzó la pelea haciendo un corte ascendente tras una carrera, Shirou logró esquivar el corte para luego hacer un corte descendente con una sola mano ya que Shirou prefirió usar un estilo de pelea más occidental. Felix, después de bloquear el corte de Shirou, decidió hacer una sucesión de cortes obligando al pelirrojo a retroceder. Esto hizo que algunos de los ciervos comenzaran a animarlo, en especial Hilda, Leonie y Raphael, el resto pareció pensar o que no valía la pena o que no serían de ayuda.

Shirou se limitó a bloquear hasta que la pelea cesó durante un momento, esto confundió al pelirrojo.

- ¿Qué sucede? - Dijo Shirou confundido.

- ¿Por qué luchas así? - Dijo Felix llamando mucho la atención del chico. - Por lo que he podido escuchar de Sylvain eres del país de oriente, por lo que esperé tener un combate al nivel de un maestro espadachín. - Dijo este alzando la voz molesto. - He escuchado que los soldados de ese país siempre pelean y que nunca dejan de lado sus creencias, pensé que tendría un digno oponente, pero lo único que tengo es alguien que no se molesta por trabajar y que parece que no se toma nada en serio. Solo eres un inútil.

Inútil, fue la única palabra que resonó en la mente del pelirrojo. En ese momento recordó a cierto rubio de ojos rojos que se reía de él por no poder hacer nada para salvar a esa niña, inútil y mestizo eran los insultos que ese hombre le dedicaba. El hecho de que ese chico que no lo conocía lo llamara de esa forma le hizo enfadar.

Shirou miró su arma, una espada de práctica sin filo, por lo que si llegaba a darle no le causaría mucho más daño que una contusión o un hueso roto, luego miró a Felix, el cual parecía no querer retirar esas palabras, tenía un buen cuerpo, por lo que sus músculos lo protegerían en caso de un golpe.

Shirou por primera vez sería egoísta, quería demostrar a ese chico que no tenía razon, por lo que decidió intentar una técnica que había visto en los sueños, más precisamente en un recuerdo de Archer, puede que de otra línea temporal. Una espada tan grande que fue llamada como palo para tender ropa. Obviamente al no tener la espada llamada Monohoshizao no le causaría un daño grave, su poder sería reducido por tener otra espada.

Estaba convenciéndose a sí mismo de hacer esa técnica hasta que escuchó la voz de su hermana menor hablar.

- Shirou. - Dijo Lysithea en un tono serio llamando la atención de Shirou y confundiendo a sus compañeros. - No permitas que te hable así, demuestra lo que vales.

Shirou pudo ver los ojos que le estaba dedicando Lysithea, eran serios, puede que incluso enfadados. Este asintió a su hermana e hizo una reverencia.

- Como desee, señorita. - Dijo Shirou provocando a Felix una ceja se le levantase por la confusión.

Pero poco le duraría la confusión ya que vio como la mirada en los ojos de Shirou cambió rápidamente a una mirada que solo había visto en la guardia real.

Shirou agarró su espada con dos manos y la colocó a la altura de sus ojos con el filo apuntando hacia delante.

- Hiken. - Dijo Shirou haciendo que el ambiente del lugar cambiara abruptamente y Felix corriese a cambiar a una postura más defensiva, pero fue muy lento. - Tsubame Gaeshi.

En tan solo un segundo Shirou había avanzado solo unos pasos y su espada ahora reposaba en sus manos en una postura relajada. Los espectadores no entendían que había pasado, pero se alarmaron cuando vieron que Felix caía inconsciente al suelo y Shirou caía de rodillas. Este último había dejado caer la espada mientras luchaba ferozmente por conseguir algo de oxígeno mientras por alguna extraña razón no se apoyaba en sus brazos y tenía la cabeza pegada al suelo.

En un primer momento cundió el pánico entre los estudiantes. Jeritza no parecía estar haciendo nada para calmar la situación, puede que quería ver como reaccionaban los jóvenes ante una situación como esta.

Al final Claude tomó cierto protagonismo diciendo a Raphael que levantara a Shirou mientras él y Dimitri cargaron a Felix en sus hombros. Estos fueron a la enfermería, durante el camino Shirou se había desmayado debido a insuficiencia respiratoria lo que asustó al rubio musculoso. Cuando llegaron a la enfermería Manuela los recibió confundida por el hecho de tener dos en el primer mes de escuela.

- ¿Alguien podría explicarme que ha pasado? - Dijo la antigua diva de ópera.

- No lo sé muy bien. - Dijo Claude con una sonrisa nerviosa. - Estábamos en una clase de práctica con el profesor Jeritza y estos dos les tocó pelear, Felix dijo unas malas palabras y terminaron así.

Manuela asintió y comenzó a examinar a Felix, en poco tiempo llegó a la conclusión de que tenía las dos clavículas rotas y una posible fisura la parte alta del esternón. Esto fue comunicado a Dimitri y posteriormente procedió a usar un hechizo de curación sobre Felix. Ahora llegó el turno de Shirou, ella lo examinó y se sorprendió por lo que vio en le joven.

- ¿Quién ganó la pelea? - Dijo esta con curiosidad mientras se alejaba de Shirou.

- Shirou. - Dijo Raphael con una sonrisa. - Fue increíble, con un solo golpe lo dejó K.O.

- ¿Qué sucede? - Dijo Claude seriamente. - ¿Se encuentra bien?

- Para empezar. - Dijo Manuela mientras comenzaba a sanar al pelirrojo. - Ojos inyectados en sangre debido a una excesiva presión, pulso irregular puede que sea debido un episodio de taquicardia y micro roturas en músculos tensores y extensores cubitales y radiales. - Explicó Manuela. - No sé lo que hizo, pero ha sufrido una fuerte presión en su cuerpo, por lo que no va a poder ir al trabajo de campo que se celebra este fin de semana.

- Pero... ¿No puede curarlo? - Preguntó Raphael preocupado.

- Puedo curarlo, es más, ya está curado. - Dijo esta. - He tratado sus microrroturas y su sangrado ocular, pero solo puedo curar el cuerpo, su cuerpo ha pasado por un trauma que lo hará pasar por fatiga durante unos días y tal y como tiene los brazos, no va a poder sujetar un arma en un tiempo.

Después de esa noticia Manuela le pidió al resto del alumnado que abandonaran el lugar para que los dos pacientes pudieran descansar. El primero en despertar fue Felix, el cual recibió la explicación de Manuela y se fue con el resto de su casa no sin antes dedicar una mirada a Shirou. El chico pelirrojo despertó a la hora cercana al mediodía donde Manuela, nuevamente, explicó lo sucedido en el caso de Shirou incluyendo la prohibición al trabajo de campo y le puso un cabestrillo para que sus dos brazos pudieran descansar.

Una vez libre Shirou reflexionó sobre usar una técnica procedente de una Noble Phantasm y sus consecuencias, tras un suspiro fue al comedor donde encontró con el resto de sus compañeros de casa donde intentaron animarlo por no poder ir con ellos, pero, aunque fuese una situación en la que intentaban animar al chico, Hilda no perdió la oportunidad de avergonzar al chico dándole de comer mientras Claude hacía comentarios al respecto.

Al final Shirou aceptó ser alimentado y les deseó que el trabajo de campo fuese un trabajo seguro y sin problemas, a lo que Claude le respondió.

- Tranquilo colega. - Dijo con una sonrisa. - Ni que nos fuésemos a encontrar con unos bandidos.

Poco sabía Claude que lo que dijo podría ser verdad.


Un pequeño anuncio para los que leen esta historia. No sé que Byleth usar en la historia, en three hauses jugué con el byleth masculino, mientras que en three hopes jugué con Byleth femenino, por lo que no sé cual versión poner, si queréis dar vuestra opinión sobre cual podría usar os lo agradecería ya que hará su aparición en el próximo capítulo.

Muchas gracias por leer.