EPISODIO 2. EL PRIMER ATAQUE. ¿LA PRIMERA PÉRDIDA?



-¡Koromon! ¿dónde estás? - gritaba Tai de un lado a otro - ¡Koromon es hora de desayunar!

- ¡Tai! ¡Eftoy aquí!

- Se puede saber qué haces

- Comer... - aclaró Koromon con la boca llena de bayas

- Podrías esperarnos a los demás ¿no crees?

- Es que...tenía mucha hambre, y tenían tan buena pinta....

- Cogeremos un puñado y nos las desayunaremos.

- ¡Tai ya vamos a desayunar! - gritó Matt - ¡Como no te des prisa te dejaremos sin nada!

- ¡Ya vamos!

- Oye TK, vete a despertar a las chicas, todavía están dormidas - le pidió Matt mientras ponía un pescado al fuego

- Vale hermano

El desayuno estaba listo. Los chicos habían recogido muchas frutas para desayunar y dejaron que las chicas durmiesen un poco más. Todos se habían levantado muy temprano la noche anterior, además se habían pasado el día dando vueltas sin sentido. Por eso decidieron dejarlas un poco más, al fin y al cabo, ellos eran capaces de apañárselas para buscarse el desayuno. TK fue a despertarlas mientras Tai y Koromon aparecían entre los matorrales con la boca llena.

- Sora... el desayuno ya está. Mimi... Kari...

- Hola TK...- dijo Yokomon

- Hola. Vamos Sora. ¿eh?

- Qué pasa TK - dijo Mimi que ya estaba casi levantada

- Está diciendo algo.

- ¿El qué?

- Escucha

- Ha..hay que correr.... huyamos.... la Tormenta de Fuego nos matará.

- Está soñando - dijo Yokomon

- ¿Con nosotros? - preguntó Mimi

- Kari cuidado..... Tai.....

- Eso parece. - dijo TK - Sora despierta.... estás soñando

- ¿Qué?, ¿dónde está? -dijo Sora sobresaltada

- ¿Quién? - preguntó TK

- Eh... ha sido un sueño, menudo susto.

- ¿Con qué soñabas Sora? - preguntó Tokomon

- ¿Soñabas con nosotros? - dijo Mimi interrumpiendo a Tokomon

- Si... con un digimon que nos atacaba.

- Pero era un sueño, no te preocupes Sora.- dijo TK- ahora vamos a desayunar.

-Sí, vamos Mimi, despierta a Tanemon, todavía está dormida.

- Probecita, me da pena. Vamos Tanemon, es hora de comer.

- Comidita......, verdurita.....

- Ja, jaja, ja

Todos se reunieron para desayunar. Hacía sol, y la brisa era fresca por lo que se sentaron cerca del lago. Tai rompió el silencio y preguntó a Izzy sobre qué opinaba que deberían hacer después del desayuno. Tai sabía lo que se hacía, si era él el que hablaba sobre qué hacer no podría comer en paz, a si que, se llenó la boca de fruta y escuchó a Izzy muy atento.

- Bueno....- comenzó Izzy - según la profecía que nos mandó Gennai los dispositivos nos mostraran el camino a seguir para vencer al mal,... es posible que ocurra como cuando los usábamos para buscar los otros dispositivos, que reaccionen al ponerlos en una dirección. Entonces sólo tendríamos que seguir el camino que nos indiquen.

- No creo... demasiado fácil. - dijo Matt

- Además no reacciona - dijo Tai poniendo su dispositivo en todas direcciones- Mira, le ponga donde le ponga no pasa nada.

- Es posible que estemos demasiado lejos como para que de señal - aclaró Izzy - tal vez reaccionen en otro momento.

- Pero no nos vamos a poner a dar vueltas por el digimundo hasta que reaccionen - protestó Joe - Ni siquiera sabemos si reaccionaran a algo...

- Yo no puedo andar mucho, me canso enseguida - dijo Mimi

- ¿Y qué hay del resto de la profecía? - preguntó Matt - Lo de que "deberán recordar lo que vieron cuando los reencontraron"

- Pero eso es cosa de Tai y de Sora - dijo TK mirando a los dos - nosotros no vimos nada.

- Hermano, ¿tú has recordado algo?

-Sí bueno....

-¿Has recoradado algo Tai? - le preguntó Izzy

- Si, he soñado parte de lo que vi, al despertarme me he dado cuenta.

- ¿Por qué no nos lo has dicho? -preguntó Matt

- Por que no tiene ningún sentido, no tiene ni pies ni cabeza. Había un chico, parecido a Daisuke, pero más mayor. Él tenía algo..... unas....unas gafas de aviador cuadradas. Entonces yo le daba las mías. También recuerdo que aparecía Metal Greymon, pero no era naranja como siempre, era oscuro.... y había alguien encima suyo. Recuerdo también que ese chico iba con un digimon muy raro, y que le hacía frente....

- ¿Quién es ese Daisuke, Tai? - preguntó Izzy

- Un compañero de mi clase.- le respondó Kari - Él nos vio irnos cuando vosotros ya os habíais ido.

- Es posible que por eso su cara me era familiar, por lo que vi cuando encontré el dispositivo.

- ¿Recuerdas algo más Tai? - preguntó Joe

- No, os lo he contado todo. No creo que nos sirva para nada.

-Puede que Izzy le encuentre algún significado -dijo TK

- ¿Yo?, no sé. Intentaré averiguar qué sentido puede tener. Cuando vuelva Gennai se lo preguntaré, intentaremos averiguar qué digimon raro era el que vistes.

- Por cierto Sora...- dijo Mimi - ¿lo que estabas soñando era algo de lo que viste el otro día?

- Sí, pero lo mío tiene menos sentido que lo de Tai, ni siquiera se como explicarlo. Sólo se que estábamos en peligro, y que pasaba algo, que alguien nos atacaba... No sé nada más.

- Intentaré trabajar en lo de Tai. Pero si volveis a recordar algo decidlo enseguida ¿de acuerdo? -dijo Izzy muy serio

- Sí - respondieron Tai y Sora a la vez.

Cuando todos terminaron de comer, recogieron sus cosas y comenzaron a andar . Pero alguien los estaba siguiendo durante todo el camino, era Madmon. Allí estaba de nuevo vigilando a los niños.

- Buscad niños, buscad. Vuestra búsqueda es inútil. Sólo estáis dándome tiempo.

De repente Mimi se paró y se sentó en el suelo. Llevaban varias horas andando y casi era la hora de comer. Entonces Gennai apareció delante de ellos, bueno en realidad era un holograma.

-Hola niños. ¿Qué tal estáis?

-¡¡ Estoy cansada, y tengo hambre, y no quiero dormir otra vez en el suelo!! - gritó Mimi


Todos miraban asombrados a Mimi. Después de tanto tiempo no había conseguido acostumbrarse aún a dormir en el suelo. Madmon seguía allí, atento a las palbras de Gennai.

- Bueno niños, quería deciros que se algo nuevo de Darkmon.

- ¿Y qué es, Gennai? - preguntó Izzy

- No puedo decíroslo, el mal puede vigilarnos y no debo revelar nada, podría poner en peligro vuestra vida. Sólo puedo deciros que tenéis que intentar no luchar, que os escondáis, no deben saber dónde estáis. Si os veis involucrados en luchas debéis correr.

- Nuestros digimons son lo suficientemente fuertes, pueden vencer a cualquier enemigo - dijo Tai muy seguro de sí mismo

- No es por eso. No es por la fuerza, es por vosotros. Por favor no luchéis.

- Entonces ¿qué es lo que pasa? - preguntó Izzy

- No puedo deciroslo. Lo siento

Los niños se quedaron muy preocupados, mirando a sus digimons, intentando averiguar por qué no podían luchar contra nadie. Mientras tanto, Madmon seguía escuchando la conversación.

-Jajaja, jajajaja. ¡Gennai eres un estúpido!. Si les atacan tendrán que defenderse. No conseguirás evitar que encuentre al Destinado del Mal. Además siempre sabré dónde están, no importa dónde se escondan, la energía del Destinado me llevará siempre hacia ellos.

Las palabras de Izzy interrumpieron los pensamientos de Madmon.

-Por cierto Gennai..., Tai vio en un sueño a un digimon que no conocemos... ¿puedes decirnos cuál es?

- ¿Cómo es ese digimon?

- Bueno..., recuerdo que era azul, tenía cola, parecía un dinosaurio, como Agumon. Y recuerdo que tenía una especie de armadura roja y amarilla.

Al oír esas palabras Gennai pareció asustarse, y comenzó a murmurar.

- Debe ser Flamedramon, todavía no han conseguido las visiones correctas, están descontroladas. Espero que consigan controlarlas a tiempo.

- ¡Eh abuelo! - gritó Tai con cara de enfado - habla más alto que no te oímos

- Lo siento, no puedo deciros nada. Si no tenéis nada más me iré.

-Pero Gennai...- dijo Izzy preocupado

- Por cierto, dormir bien. Adiós.


Al decir esto la imagen de Gennai desapareció. Todos se quedaron muy pensativos. Izzy miraba su ordenador y miraba a los demás. ¿Por qué no podía decirles qué digimon era ese?. ¿Y de qué forma podía poner sus vidas en peligro el saberlo? Tai estaba muy enfadado y no pudo contenerse.

- ¡Maldito viejo! ¡Siempre hace lo mismo! ¡Ya me tiene hasta las narices!

-Cálmate Tai -dijo Matt

- A qué habrá venido lo de que durmamos bien - dijo Sora - ¿lo habrá dicho por algo?

- Como no sabe qué decir se dedica a decir estupideces - dijo Tai

- ¡Tai! Cálmate un poco - repitió Matt, pero esta vez con un tono más tajante

- ¿Por qué habrá dicho que no luchemos?- preguntó Izzy - Dijo que no era por la fuerza... entonces... ¿Por qué será?

Todos se quedaron muy pensativos, Tai no dejaba de dar gritos mientras Sora y Koromon le tranquilizaban intentando evitar que Matt se hartara y comenzasen a pelear. Entonces, Madmon comenzó a moverse. En su rostro había una sonrisa diabólica. Sus pupilas comenzaron a hacerse más pequeñas a la par que su sonrisa aumentaba.

-Ahora me toca a mi, vamos a ver qué tal os las arreglais. Jajajaja, jajajaja.

Los niños seguían hablando, sin saber lo que se les venía encima. El ambiente empezaba a estar muy tenso. Tai no dejaba de protestar y Sora y Koromon eran incapaces de hacer que se callara. Matt comenzaba a hartarse, pero Tai no se había dado cuenta.

-¿Tan débiles cree que somos o qué? ¿Es que cree que no somos capaces de enfrentarnos a ningún digimon?

-Tai... si lo ha dicho será por algo - dijo Koromon - Gennai quiere ayudarnos.

- Pero podía haber dicho por qué se supone que no podemos luchar.

- Tai, quieres callarte ya, no me apetece aguantarte - dijo Matt un poco harto

- Pues vete, nadie te ha pedido que te quedes

- A lo mejor el que debería irse eres tú

- Al contrario que tú, yo intento averiguar por qué se supone que no debemos luchar.

- ¡Pues provocándonos dolor de cabeza no vas a lograrlo, a si que cállate!.

- No me da la gana, ¡cállate tú!

-¡¡Chicos!! ¡callaos los dos! - dijo Sora separandoles

- Claro, ahora me toca pelear a mi - murmuró una voz interrumpiéndoles. Todos desviaron sus miradas hacia el lugar del que parecía provenir la voz.

- ¿Quién ha dicho eso? - dijo Joe temblando de miedo mientras miraba asustado a todas partes.

Comenzó a soplar una fría brisa alrededor de los niños. Todos comenzaron a sentir escalofríos por todo el cuerpo. Aquella voz era aguda, ensordecedora .Entonces de entre los matorrales salió un digimon con forma de dragón. Era gigantesco y de color oscuro, y con una calavera por casco. Izzy sacó su ordenador y conectó su analizador de digimons.

-Es Dracomon, tipo virus, está en el nivel supremo.

-¿En el supremo? ¿Estás seguro? - preguntó Matt desviando su mirada hacia Izzy.

- A lo mejor es bueno - dijo TK inocentemente

- ¿De verdad crees que esa cosa puede ser buena? - dijo Tai con una sonrisa burlona.

- Pues reza por que lo sea - replicó Matt que todavía seguía cabreado por la discusión con Tai.

- Bueno.... quién quiere morir primero - dijo Dracomon mientras miraba a los niños

- A mi no me mires, yo soy muy joven, y demasiado guapa. ¡Y tengo que volver a mi casa ! - gritaba Mimi llorando

-Mmmm. Tal vez querais morir todos juntos con la pesada esa.

- ¿Pesada yo?

- Pues morid juntos. ¡¡Tormenta de Fuego!!

El cielo se volvió oscuro, y el viento comenzó a soplar. Los oscuros nubarrones chocaban unos contra otros provocando rayos que atravesaban el cielo. Sora estaba mirando al cielo, asustada y sorprendida. Todo aquello era lo que había sucedido en su sueño, lo que había visto cuando se desmayó en los vestuarios. Entonces miró a Tai, que no parecía sorprenderse tanto como ella. Él estaba mirando al cielo, con los puños apretados, esperando a lo que iba a pasar para saber qué hacer. Una gota de sudor recorría su frente, sus pupilas se dilataron y parecía asustado. Entonces tomó aire y gritó con todas sus fuerzas.

-¡¡Corred!!. ¡Vienen hacia a nosotros!

El grito de Tai la hizo reaccionar. Del cielo estaban callendo numerosas bolas de fuego que volaban hacia ellos. Tai sabía que aunque sus digimons digievolucionasen no podrían hacer nada contra aquellos meteoritos. Todos comenzaron a correr como nunca habían corrido, todos menos Kari. Tenía tanto miedo que estaba paralizada, ni siquiera era capaz de articular una sola palabra.
Tai se paró en seco y se dió la vuelta. Vio que su hermana no se movía y que una de las bolas de fuego se dirigía hacia ella irremediablemente. Salamon ni siquiera se había dado cuenta. Entonces, sin pensárselo dos veces comenzó a correr hacia ella lo más rápido que pudo. La bola de fuego estaba cada vez más cerca, y Kari seguía sin moverse. Ya muy cerca de ella, Tai saltó y la empujó contra el suelo. Pero ya era tarde. Antes de que Tai llegara al suelo la bola reventó, y la explosión dio de lleno a los dos.
Al explotar, todos se sobrecogieron y se echaron al suelo. Al levantarse vieron que Tai no estaba con ellos, y volvieron sus miradas hacia donde había sido la explosión. Allí, tendidos en el suelo estaban Tai y Kari. Al comprender lo que había pasado Koromon digievolucionó. En sus ojos había rabia, ira, preocupación y resignación. Agumon reunió todo su valor y se lanzó hacia Dracomon.

- Maldito seas Dracomon, te venceré, lo haré por Tai.

- No me digas - le respondió Dracomon con una sonrisa burlona

- Llama Bebé, Llama Bebé

Las dos Llama Bebés atravesaron a Dracomon mientras su risa se clavaba en los oídos de los niños. Agumon estaba sorprendido, pero a la vez, estaba decidido a atacar de nuevo. Por su cabeza pasaban todos los momentos peligrosos por los que había pasado junto a Tai, y recordó la vez en que le salvó del Kuwagamon del desierto de Etemon.

- Tai lo haría por mí - dijo Agumon lleno de rabia - Él no se rendiría, él haría lo imposible.

- Es muy interesante ¿sabes?. ¿Por qué no escribes un libro? - preguntó Dracomon burlándose de Agumon .

- Lo pagarás

- Lo siento, pero ahora debo irme, tal vez la próxima vez que nos veamos ajustaremos las cuentas ¿eh renacuajo? - dijo Dracomon mientras desaparecía poco a poco, volviéndose traslúcido.

-No permitiré que te vayas

- No puedes seguirme. Jajajaja, lo siento, pero sólo eres un lento gusano, hasta otra...Jajajaja

Dichas estas palabras su cuerpo desapareció del todo, y Agumon no pudo hacer nada para evitarlo. Se quedó donde estaba, cabizbajo, triste por haber fracasado. Todos estaban igual, asustados y extrañados por la actitud de Dracomon. Pero algo interrumpió sus pensamientos.

-¿Hermano?... despierta por favor - dijo Kari sollozando - No puedes morir así.

Kari había despertado. estaba de rodillas en el suelo y tenía a Tai entre sus brazos, totalmente inmóvil. Kari lo acunaba mientras lloraba, en un intento de que despertase. Pasó su mano por la cabeza de Tai y notó que algo iba mal. Al mirarse aquella pequeña mano, descubrió que estaba llena de sangre. Más gotas de sangre caían al suelo, y recorrían las piernas de la pequeña Kari. Entonces comenzó a llorar más fuerte, impidiendo casi su respiración.

- Tai por favor... , despierta... - continuaba diciendo entre lágrimas




Uy, uy, uy. Esto se pone interesante. Espero que os haya gustado. Pronto tendréis el tercer capítulo de "Digimon Gaiden". Si tenéis dudas, quejas o cualquier cosa, escribidme