EPISODIO 3. EL ATAQUE A LOS MÁS PEQUEÑOS
Tai estaba en el suelo, totalmente inmóvil. Su cuerpo descansaba sobre las rodillas de Kari, mientras la sangre corría a través de las piernas de la pequeña. Los demás se habían quedado totalmente quietos desde la huída de Dracomon, no eran capaces de reaccionar. Habían ocurrido tantas cosas que necesitaban tiempo para asimilarlas. Entonces, Joe salió de su atontamiento, y corrió hacia Kari. Al verle todos los demás reaccionaron y corrieron detrás suyo. Todos menos Agumon, que se había quedado en el mismo sitio. Se sentía triste y humillado, sentía que había fracasado de la forma más terrible posible. Pensaba que no era lo bastante bueno por haber dejado a Tai así. Sus pequeños ojos verdes estaban fijos en el suelo mirando a la nada. Ni siquiera se sentía con fuerzas para ir con Tai. Mientras, todos habían llegado junto a Tai y Kari. En sus caras había preocupación y miedo.
- Joe.... va a ponerse bien ¿verdad? - dijo Kari mirando a Joe fijamente.
- Eso espero, es mi responsabilidad, debo cuidaros a todos - dijo Joe mientras ponía su mano en el cuello de Tai.
- ¿Qué haces Joe? - preguntó TK con los ojos llorosos
- Comprobar que hay esperanza... - respondió cabizbajo.
- Está vivo ¿verdad Joe? - preguntó Mimi, mientras rezaba por que la respuesta fuera sí.
- Joe ¿le encuentras el pulso? - dijo Izzy mientras se arrodillaba junto a Joe
-¡¡Jajajaja!! - gritó Joe muy sonriente - ¡tiene pulso! ¡Está vivo!
-Tai aguantaría cualquier cosa - dijo Matt con una gran sonrisa
Al oír que los niños y los digimons celebraban que Tai siguiera con vida, Agumon reaccionó, y corrió entre lágrimas a ver a su compañero.
- ¡¡Tai!! TaiTaiTaiTai. Vas a ponerte bien ya verás.
- Lo primero que tenemos que hacer es evitar que siga sangrando - dijo Joe muy metido en su papel y tragando saliva para aguantar el mareo que sentía al ver sangre.
- ¿Y cómo lo hacemos? - preguntó Sora aún algo asustada - Yo no tengo nada que nos pueda servir.
- Yo traje algunas cosas, sabía que podían sernos útiles. Habrá que taparle la herida....
Joe comenzó a hurgar en la bolsa que llevaba. Sacó una venda, y unos pañuelos blancos. Puso los pañuelos en la herida, y mientras Sora los sujetaba, él puso la venda alrededor de la cabeza de Tai. Una vez tapada la herida de la cabeza, Joe comprobó que le estaba subiendo la fiebre a Tai. Mandó a Matt y a Izzy a buscar agua, y traer la más fría que encontrasen en una botella que les dio. Entonces, sacó una pequeña manta y tapó a Tai con ella. Kari y TK miraban lo que Joe hacía con mucha curiosidad, intentando aprender algo. Poco después volvieron corriendo Matt e Izzy con el agua. Joe cogió un par de pañuelos, los dobló, los empapó con el agua y se los puso a Tai en la frente. Entonces se sentó en el suelo y suspiró.
- Yo ya no puedo hacer nada más, espero que le baje pronto la fiebre, es lo que más daño le hace.
- ¿Qué vamos a hacer ahora? - preguntó Mimi
- No podemos irnos de aquí, no podemos ir con Tai de un lado a otro - respondió Matt, que parecía intentar sustituir a Tai en su papel de líder - debemos esperar hasta que se recupere, no tenemos más remedio.
El cielo se empezó a volver rosado y amarillento, y algunas estrellas salpicaban las nubes que cada vez se distinguían menos del resto del cielo. La noche se les echaba encima. Entre todos recogieron leña y consiguieron comida para la cena. Prepararon una hoguera y Agumon la encendió. Se sentaron alrededor de ella y comenzaron a comer. Todos estaban preocupados y no comían demasiado. Sora notó que el ambiente estaba tenso, y que Izzy estaba muy pensativo. En un intento de distraer la atención de los demás rompió el silencio que reinaba alrededor de aquella hoguera y comenzó a hablar.
- Izzy... ¿en qué piensas?
- Hay algo que no me encaja.
- ¿El qué?
-¿Recordáis el ataque de Dracomon?. Había muchas bolas de fuego que caían del cielo ¿no?
-Sí ¿y?
- Y a Tai le alcanzó una ¿no?
- A dónde quieres llegar - preguntó Matt muy intrigado uniéndose a la conversación
- Le alcanzó UNA, ¿qué paso con las otras?. No recuerdo que ni una sóla más estallase. Estamos hablando de que un montón de bolas de fuego caen del cielo, una alcanza a uno de nosotros, lo deja malherido ¿y las otras desaparecen?
-Es cierto - dijo Matt muy sorprendido
- ¿Qué pasó con las otras? - preguntó Sora pensativa - a lo mejor eran falsas y sólo una era la que iba a estallar.
- Pues yo lo que no entiendo es por qué se fue - dijo Joe interrumpiendo a Sora
- A lo mejor se asustó - respondió Mimi
- No lo creo - dijo Joe mientras se colocaba las gafas - Agumon no había ultradigievolucionado, ¿por qué iba a asustarse un digimon en el nivel supremo de un digimon en el nivel Infantil?
- No tengo ni idea - respondió Izzy mientras bajaba la cabeza intentando comprender lo que estaba pasando.
Los digimons estaban ya dormidos cerca del fuego, junto a TK, que también se había dejado vencer por el sueño. Agumon estaba junto a Tai, sin decir nada, mirando atentamente a su compañero. Sora volvió a romper el silencio
- Bueno... creo que lo mejor es que nos vayamos todos a dormir. Puede que mañana veamos las cosas más claras.
- Sí, además Gennai dijo que teníamos que dormir bien -dijo Izzy levantándose del suelo
- No podemos hacer nada mejor por ahora... - añadió Joe mientras se levantaba.
Joe fue hacia Tai, se arrodilló y le puso una mano en la frente y la otra en la suya.
- ¿Qué tal está, Joe? - preguntó Sora mientras se levantaba
- Todavía tiene la fiebre muy alta, espero que le baje esta noche...
- Seguro que mañana está mejor, ya lo verás Joe - le dijo Sora intentando tranquilizar a Joe. - Tai tiene la cabeza muy dura.
- Por cierto ¿vamos a dejarle así? ¿solo? - preguntó Izzy un poco extrañado
- Yo me quedaré con él, no os preocupéis - respondió Agumon sin ni siquiera mirarles. Por su mente pasaban muchos pensamientos. Los demás lo sabían y prefirieron dejar a Agumon, pues de todos modos nunca conseguirían que cambiase de opinión.
- Pues yo me quedo con él - dijo Kari apresuradamente mientras se levantaba del suelo - yo tengo la culpa de que esté así, él quiso protegerme, es culpa mía...
- No digas tonterías Kari, yo lo siento más que tú. Yo sabía que esto iba a pasar y no pude impedirlo - dijo Sora enfadada y con los ojos a punto de llorar.
Todos miraron a Sora muy extrañados. ¿Qué quería decir con eso?. Sora se dejó caer en el suelo, se puso las manos en la cara y comenzó a llorar. Entre sollozos y como pudo les explicó a todos que había soñado todo lo que había ocurrido, y que fue una de las cosas que vio en el vestuario, pero que estaba tan asustada por ocurrir todo con tanta exactitud que fue incapaz de reaccionar. Todos miraron a Sora tristes y pensativos. ¿Era ese el poder de los dispositivos del que se hablaba en la profecía?. Y si era así, ¿sólo Tai y Sora lo habían obtenido?, ¿por qué solo ellos y no los ocho?.
Mientras, Madmon estaba en su guarida, yendo de un lado a otro.
-Maldito crío entrometido, pero sigue vivo... , lo primero que tendré que hacer será encargarme de él por si acaso, no quiero correr riesgos. Después pondré a prueba a los dos más pequeños, no debe perder el tiempo. La verdad es que dudo mucho que sean ellos. Si no lo son ya habrá tres menos, los pequeños y la chica pesada.
Cuando Sora dejó de llorar todos se fueron a dormir, incluida Kari, pues Sora la había convencido de que Tai jamás querría que ella no durmiera una noche por él, y que se pondría muy triste. Agumon no se alejó en toda la noche de Tai. Su mirada seguía perdida, y de vez en cuando murmuraba, siempre lo mismo
- Si hubiese digievolucionado antes... mi deber es protegerle y no lo he hecho... soy un fracaso...
Al pobre Agumon le atacaba una y otra vez la misma idea. Sabía que si él hubiera reaccionado a tiempo Tai estaría bien, y eso le comía por dentro. La moral de Agumon fue decayendo según pasaba la noche, esperando a que Tai despertara. Las horas pasaban y el cielo comenzó a aclararse. La mañana se acercaba y pronto despertaría todo el mundo. Agumon se levantó y susurró a Tai al oído.
- Voy a ir a por tu desayuno, seguro que tienes hambre cuando te despiertes.
Entonces se alejó poco a poco de Tai hasta desaparecer entre unos matorrales. Justo cuando se fue, una extraña figura salió de entre los árboles. Parecía un Vegiemon, pero era muy oscuro y tenía una calavera blanca en su cabeza. Era Dark Vegiemon. Llevaba una botellita entre sus ramas, con un líquido oscuro y humeante. Se acercó a Tai, muy enfadado, mientras hablaba solo.
- Estúpido digimon... creí que nunca se iría. No tengo todo el tiempo del mundo ¿sabes?
Entonces cogió la botella y la volcó en la boca de Tai.
-Bebe, chaval, bebe
Por alguna extraña razón Tai pareció oírle, y comenzó a beber poco a poco hasta que se lo bebió todo.
- Ahora comenzarás a soñar... el sueño se convertirá en pesadilla..., y cuando termine, todo habrá acabado.
Aquel oscuro digimon que había aparecido entre las sombras desapareció entre ellas. Tai comenzó a ponerse inquieto, empezó a sudar, y a hablar. Lo que había dicho aquel digimon parecía empezar a cumplirse, Tai estaba soñando....
-Kari.... Agumon..... - dijo Tai moviéndose de un lado a otro
(El sueño)
-¿Dónde estoy? Pensé que no lo contaba - dijo Tai mirándose las manos - pero... ¿dónde están todos?
Tai comenzó a mirar a su alrededor. Lejos de él estaban Mimi y Joe, tendidos en el suelo y totalmente quietos.
- ¿Mimi?. ¿Joe? - dijo mientras los miraba asustado. Entonces una voz hizo desviar su mirada hacia otro lado. Era la voz de Izzy, y estaba pidiendo ayuda, llamando a Tentomon. Entonces se oyó una explosión y la voz de Izzy dejó de oírse. Tai comenzó a llamar a gritos a su pequeño amigo, pero no hubo respuesta. Entonces oyó a Matt, y comenzó a buscarle por todas partes. Cuando le encontró estaba tirado en el suelo, llamando a Gabumon. Pero no estaba solo, frente a él estaba Etemon, que extendió su mano hacia Matt lanzando su "Espíritu Oscuro". Tras la explosión ambos desaparecieron. El corazón de Tai empezó a sobrecogerse, estaba asustado y no sabía qué estaba pasando. Sin darse cuenta se le acercó Sora por la espalda, junto con Kari. Las dos estaban llorando.
- Tai, ayúdanos por favor - dijo Sora poniendo una mano en el hombro de Tai.
Tai se asustó y se dio la vuelta rápidamente. Se fue a acercar, intentando abrazarlas por estar vivas, pero las dos empezaron a alejarse sin que Tai fuera capaz de alcanzarlas. Tai las llamaba y corría lo más deprisa que podía, pero no era capaz de llegar a ellas. Entonces oyó otra voz. "Corriente sangrienta" dijo. Era Myotismon. Un látigo rojo se precipitó sobre Sora y Kari y las dos desparecieron tras un terrible grito de dolor que atravesó la mente de Tai. No pudo soportarlo más. Tai comenzó a llorar, asustado y deprimido, y sin saber a dónde ir. Entonces apareció Agumon. Su cuerpo se descomponía en minúsculas partículas, en datos digitales como le había explicado Izzy una vez. Los ojos de Tai se quedaron fijos en Agumon. Su pequeño digimon estaba desapareciendo por momentos. Tai comenzó a mover la cabeza de un lado a otro, incapaz de contener una sola lágrima.
- No me olvides nunca Tai - le dijo justo antes de desaparecer.
Tai no lo pudo soportar más y gritó con todas sus fuerzas
-¡¡¡NNNOOOOO!!!!! ¡¡¡AGUMON!!!
Tai se levantó muy sobresaltado. Miró a su alrededor y vio a todos dormidos. Se dio cuenta entonces de que todo había sido un sueño. Se incorporó un poco y se quitó la manta de encima. No comprendía muy bien lo que había pasado. Vio que pronto iba a amanecer, a si que decidió no volver a acostarse. Le dolía la cabeza como si le hubiese pasado un tranvía por encima. Al echarse una mano a la cabeza descubrió la venda y se la empezó a quitar.
- ¿Quién me habrá puesto esto?. Si no me pasa nada. Seguro que ha sido Joe, con lo exagerado que es...
Tai cogió sus gafas y se las puso en lugar de la venda. Luego recogió sus guantes y sus zapatillas, y se los puso. Mientras se vestía pensaba en Dracomon, en quien lo habría vencido, y en qué podría haber pasado. Entonces se acordó de Kari, y fue corriendo hacia ella. Estaba dormida junto a Sora, con Salamon y Yokomon. Sonrió al ver que estaba bien. Entonces se percató de algo. Miró a los otros digimons, Tanemon, Tokomon, Tsunomon, Motimon y Pukamon.
-Qué extraño...- pensó mientras los volvía a mirar una y otra vez - o no han digievolucionado, o la pelea ha sido tan terrible que se han quedado sin energía.
Mientras pensaba en esto, algo se le subió encima y le abrazó. Giró la cabeza para ver qué era. Era Agumon. Los dos se pusieron a dar saltos y a pegar gritos, y acabaron despertando a todos. Kari se lanzó sobre Tai que llevaba a Agumon encima, cayéndose los tres al suelo. La pequeña Kari apretaba con fuerza a su querido hermano. Todos se alegraban de ver que Tai estaba bien. Entonces Joe miró a su cabeza y vio que no llevaba la venda.
- ¿Se puede saber por qué te has quitado la venda?
- Pues por que no tengo nada, ¿por qué me la pusisteis?
- Tai... tenías una brecha en la cabeza, y te la pusimos para que dejara de sangrar
- Qué dices, tú viste visiones. Creo que deberías cambiarte las gafas Joe.
- ¡No seas tonto Tai todos lo vimos!
- Joe tiene razón - dijo Sora acercándose a Tai- no puede habérsete curado ya
- Mírame la cabeza si quieres, no tengo nada.
- Yo paso - dijo Matt - seguro que tiene piojos
Tai lanzó una mirada asesina a Matt mientras Sora y Joe miraban la cabeza a Tai. No encontraron nada.
- No puede haberse curado mágicamente. - exclamó Joe asustado- ¿Y la fiebre? Seguro que todavía tienes fiebre.
- ¿Fiebre?. Pues no lo creo
- ¡Anoche tenías mucha fiebre Tai! - dijo Joe cada vez más exaltado
- Pues no tengo nada, estoy perfectamente. Si tenía algo me lo debió curar aquel potingue que me disteis, que por cierto, sabía a rayos.
- ¿Potingue? ¿Qué potingue? - preguntaron todos a la vez
- Tai no te hemos dado nada - continuó Agumon - no supimos qué darte.
Tai miraba a todos dudoso de qué pensar. Creía estar seguro de haber tomado algo, pero si todos lo decían....
- Bueno, creo que deberíamos irnos ¿no? - dijo Tai quitando importancia al mal sabor de boca que le recordaba haber tomado algo.
- No tan deprisa, ¿no queréis jugar conmigo? - preguntó una sombra que se movía entre los matorrales
- ¿Quién eres tú? - preguntó Tai desafiante
- Me llamo Metal Rivermon, ¿no dice eso tu ordenador?
Izzy cogió su ordenador rápidamente. Efectivamente, ese era su nombre. Un digimon tipo virus y...en el nivel Supremo. Aquel digimon tenía aspecto de tiburón metálico con patas, y no tenía cara de buenas intenciones. Sin decir nada más se dispuso a atacar.
- Colmillos de Mar - gritó sonriendo
De entre la tierra aparecieron dos pequeñas torres puntiagudas blancas, una bajo TK y otra debajo de Kari. Aquellas torres crecieron, y TK y Kari quedaron atrapados en sus puntas. Los dos pequeños gritaban muy asustados mientras sus hermanos les llamaban.
- Maldito seas, eres un cobarde - dijo Tai amenazándole- atrévete a enfrentarte a mí.
- Me gusta tu actitud..., es digna del auténtico Destinado.
-¿De qué estás hablando?
- Burbuja de conexión -dijo de nuevo
Una burbuja se empezó a formar alrededor de Salamon y de Tokomon. Al darse cuenta los dos reaccionaron.
Tokomon digievoluciona en..............Patamon
Salamon digievoluciona en..............Gatomon
Pero la burbuja se cerró justo después de que digievolucionaran. Los dos comenzaron a luchar por salir de allí, pero no servía de nada.
- ¿A qué ha venido eso? - preguntó Matt muy extrañado
- No quiero que se entrometan
- Este bicho está loco - dijo Tai - Suelta a mi hermana y a TK ahora mismo o te las verás conmigo
- Inténtalo y verás lo que sucede
- ¡Matt, ataquémosle!
- Está bien, ¡Tsunomon digievoluciona!
Tsnomon digievoluciona en.................Gabumon
Gabumon ultardig....
- ¡Detente! - gritó Tai
- ¿Pero bueno, qué es lo que pasa? - exclamó Matt un poco confuso
- Lo que pasa es que cuanta más energía tengan vuestros digimons, peor lo pasarán vuestros hermanos.
Matt miró las torres donde estaban TK y Kari. Las bases se habían llenado de púas al digievolucionar Tsunomon.
- Bueno niños.... ¿qué vais a hacer ahora?
- Tai ¿que hacemos? - preguntó Joe
- Vosotros manteneros al margen, esto es cosa mía y de Matt
Por alguna razón aquellas palabras les inspiraron algo de esperanza, a todos menos a Matt.
- Y qué sugieres que hagamos, hay que salvar a TK - exclamó Matt impaciente y enfadado
- Tú sígueme la corriente
- ¿Qué os pasa?. ¿Es qué dependéis de lo que diga él?. ¿Es que es vuestro líder?
- Y a ti que te importa si es nuestro líder o no - dijo Sora intentando entrar en la pelea
Metal Rivermon se enfadó. Esa no era la respuesta que esperaba. Cansado de esperar volvió a picar a Tai y a Matt.
- ¿Es que no vais a hacer nada para salvar a vuestros hermanos?
- Te propongo un cambio - dijo Tai muy decidido - Cógeme a mí y suéltales a ellos.
- Eso no vale, son dos por el precio de uno
- Entonces cógeme a mí también - dijo Matt sin saber aún qué era lo que se proponía Tai - cámbiame por mi hermano.
- Está bien, creo que será más divertido así.
Metal Rivermon alzó una de sus garras, y mientras las descendía las torres bajaban poco a poco. Una vez abajo, los dos pequeños estaban libres.
- Y ahora... vosotros
- Matt ¡corre! - gritó Tai mientras comenzaba a correr alejándose de Matt y de Metal Rivermon - ¡No dejes que te coja, es nuestra oportunidad!
Matt reaccionó y comenzó a corre en dirección contraria a la de Tai .
- ¡Chicos! ¡digievolucionad ahora! - dijo Tai mientras seguía corriendo
- Adelante - ordenaron todos a sus digimons. Rápidamente obedecieron.
Yokomon digievoluciona en.......Piyomon
Piyomon digievoluciona en....... Birdramon
Motimon digievoluciona en......Tentomon
Tentomon digievoluciona en..........Kabuterimon
......... y así fueron digievolucionando uno tras otro
Agumon ultradigievoluciona en.........War Greymon
Gabumon ultradigievoluciona en..........Metal Garurumon
- ¡Atacad! - gritaron todos
- Alas de Meteoro
- Mega Explosión
- Arpón Mortal
- Ataque de Espinas
- Aliento Congelante
- Fuerza de Gea
Metal Rivermon consiguió esquivar todos los ataques. Paro se enfadó mucho, sus ojos se volvieron rojos y su respiración se aceleró. No parecía estar contento de poder pelear contra War Greymon y Metal Garurumon.
- Malditos críos, cuando encuentre al Destinado arreglaremos cuentas.
Comenzó andar apresuradamente hacia Matt. Sus ojos estaban rojos de ira, necesitaba descargarla sobre alguien, y Matt era el que estaba más cerca. Lanzó una de sus aletas metálicas contra él. Aquella aleta dio de lleno a Matt, derribándole contra el suelo. Metal Garurumon fue a atacar a Metal Rivermon, pero ya no estaba allí. Todos comenzaron a correr hacia Matt, mientras los digimons iban bajando de nivel.
- Matt ¿estás bien? - le preguntó Tai que fue el primero en llegar
- Si, eso creo. Por poco me parte en dos.- respondió Matt mientras se levantaba frotándose la espalda, dolorida por el golpe.
- Hermano, ¿estás bien? - dijo TK mientras llegaba corriendo
- Sí, no me ha pasado nada
- ¡Matt! ¿estás bien? - gritaba Gabumon mientras se abría paso en el corrillo que habían formado entre todos.
- Si, si . Tranquilizaos todos
- Gracias por salvarme hermano.
- La verdad... es que fue idea de Tai. - aclaró Matt mientras miraba a Tai, que tenía una gran sonrisa de oreja a oreja, quitando importancia a lo que había hecho.
- ¿Cómo supiste que nos soltarían, Tai? - le preguntó Kari
- La verdad es que no lo sabía, sólo pensé que tenía cara de tonto, y que tal vez os soltaría antes de cogernos a nosotros
-Ya me extrañaba a mí que Tai hubiese planeado algo tan complicado - dijo Matt mirando desafiante a Tai
- Por lo menos a mí se me ocurrió algo ¿no?
- Te acaba de dejar por los suelos Matt - dijo Sora mientras se reía - ¿quieres un recogedor?
Todos comenzaron a reírse. Ese día había empezado bien. Pero ¿quién era el Destinado?. ¿y por qué había dicho Gennai aquellas cosas?¿Por qué había dado Dark Vegiemon aquel líquido a Tai? ¿Qué es lo que está pasando aquí?
Bueno, ¿qué tal?. Como veis, no he matado a Tai, sería un sacrilegio. En fin, espero que os haya gustado y que sigáis leyéndolo, que se empieza a poner interesante...
