Disclaimer 1: Fanfic sin ánimos de lucro. The Loud House es creación de Chris Savino, propiedad material de Nickelodeon Intl, y está bajo licencia de Viacom International Media y Jam Filled Entertainment.

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No muevan un músculo

I

Arribo al campamento

Royal Woods, Michigan

8 de junio de 2019

8:50 am

El estacionamiento de la secundaria

La vida siempre halla el camino.

Resulta inusual ver a los estudiantes expectantes por un viaje de campo. Tanto más si se trataba de los chicos de sexto, quienes compartirán destino con el octavo grado.

Para tales efectos, cuatro profesores "se ofrecieron" -más bien, tres de ellos están pagando una apuesta, y la directora Ramírez está cubriendo el puesto que dejó Meryl- a llevar a los estudiantes. Peor todavía, a la directora le pusieron en cara la responsabilidad de rentar tres autobuses Pullman para el viaje a un lugar que a dos de los chicos les trae recuerdos muy diferentes.

-¡¿Podrían guardar orden, por favor?! -exigió la directora Ramírez, vestida para la ocasión de pantalón cargo azul rey y una chaqueta a juego con un chaleco del mismo tono sobre una blusa verde lima- El viaje al parque estatal Grand Venture no se realizará si no se comportan.

-Ya escucharon a la directora -secundó la maestra Salter, enfundada en su blusón, con voz relajada-, formen filas y se les asignará un compañero de viaje…

-¡Ya están asignados! -cortó el señor Bolhofner, desaliñado y con su viejo uniforme del ejército- ¡Chicos, una letra de la A a la J! ¡Chicas, un número del uno al diez! Se asignarán las camas en las cabañas de la zona del campamento. ¡Si la letra coincide con el nombre, son pareja!

-Los que encuentren pareja, regístrense y ya no se separen hasta la noche -añade el señor Budden, que usaba una camiseta negra de algodón y unos jeans del mismo color, antes de beber un Flippee- ¡Agh! ¡Cerebro congelado!

Mientras todos seguían la indicación de Bolhofner, vemos a los dos hermanos Loud, Lynn y Lincoln, esperar junto a una de las hieleras. Lynn no tenía derecho a elegir, pues su compañera de cabaña sería -cosa rara- Alice, la novia de su compañera de Roller Derby, Lainey, dado que ambas son monitores y estos estarán aparte. En cuanto a Lincoln, está cumpliendo con un castigo al intentar amañar el sorteo para compartir con Clyde, y le hicieron sacar una letra antes que nadie y a puerta cerrada, tocándole I-1O.

Lo único bueno de eso es que tienen acceso fácil a la comida del viaje, y más luego de que la cocinera les facilitara un par de sándwiches de mortadela a escondidas, última cortesía de la gruesa mujerona para con Lynn.

-No puede ser tan malo -dijo Lynn, un tanto contrariada, dando una mordida al bocadillo-. Al menos esta vez será una chica que de seguro te soporta.

-No -corrigió Lincoln, mirando como Chandler se acercaba a Stella, presumiendo que le tocará con ella-. La señora Salter dijo que esto podría enseñarme a no saltarme la fila.

-Pfff… ya lo hiciste un par de veces en casa, Apestoso -minimizó Lynn-, ¿por qué salió mal?

-Porque no conocía el sistema.

-Ajá, claro -dijo desdeñosa Lynn, eructando y sacando en ello un trocito de mortadela que cayó en la cara de Lincoln-. ¿No es esa la chica que te gustaba? -preguntó, señalando al Paige.

-Seguro que ella no me quiere como su pareja -estimó Lincoln.

-¿Y por qué lo dices?

No tardó mucho para que Lynn confirmara las palabras de su hermano. Paige se tomó su tiempo para elegir, pero en cuanto vio a Lincoln saludando, esta hizo un gesto como si oliera algo repugnante y se fue por donde vino hasta encontrarse con Cristina.

-Es un asco -oyeron decir a Cristina, desdeñosa.

-No me digas -repuso Paige-. Dijiste que esa carta era suya.

-Dale las gracias a Luan -añade Lincoln, mordiendo su sándwich.

En cosa de minutos, justo cuando Lincoln terminó su sándwich, se supo quién sería su pareja. Con Jordan ausente por enfermedad y Chandler como pareja de Bolhofner (ya que el pelirrojo quiso pasarse de listo con Stella y esta pidió cambiar de compañero), la única persona que quedaba en el grupo para hacerle compañía a Lincoln resultó ser la amiga de Jordan, Rachel.

Jamás había tenido oportunidad de tratarla a solas. A pesar de verla ocasionalmente con Jordan y Mollie, a diferencia de ellas casi no se molestó en hablarle siquiera. Solo sabía que sus padres son tan ricos como los de Jordan, pero que a diferencia de los Rosato los Hidalgo ya eran ricos cuando estos se mudaron a la ciudad. Ello le daba a Rachel una oportunidad de salir con todo a su favor cuando termine su educación, y era probable, pensó Lincoln, que tal vez él o alguna de sus hermanas trabajarán para ella.

-¿Qué quieres? -cuestionó Lynn con aspereza.

-No hablo con monitores -dijo despectiva Rachel, solo para segundos después dulcificar su expresión-. Adorable día para una salida, ¿no crees?

-No en realidad -respondió Lincoln-. Papá me dijo algo de cosas en el bosque en estos días, y…

-Dime que tienes la sopa de aguacate de tu papá -dijo la chica, desviando la conversación.

-Se la pusieron a Lynn -señaló Lincoln.

-Y el Apestoso solo puede cambiar con sus amigos y conmigo -siguió Lynn-, ¡largo de aquí!

-Bien, rara. Pero me llevo a tu hermano -cortó Rachel, tomándolo del brazo-. Los asientos ya están asignados.

-¿Cómo que asignados?

-Idea del maestro Bolhofner. Emparejarnos chico y chica salvo por casos como el tuyo, Loud. Si nos disculpas…

Dejando atrás a Lynn, Lincoln aún tenía en mente lo que le dijera su padre antes de salir, cosa de la que su hermana no está tan enterada por cambiar al juego de los Pistones.

Hasta donde recordó, y haciendo caso omiso de la charla inicial de Rachel en el autobús, este le recordó de los incidentes en una de las islas del Pacífico, a unas 120 millas de Costa Rica. Hace años que él quería ir allí, pero las únicas personas que conoce fueron son la propia Rachel, Chandler, Trent (que fue el día del incidente donde murió Simon Masrani, el dueño de Mundo Jurásico), Jordan, Mollie y Rusty.

De ahí, le dijeron de avistamientos de dinosaurios en algunos sitios, desde un ataque a surfistas en la costa australiana por algún animal no identificado, un choque producido por un supuesto desprendimiento de rocas en Wyoming (en realidad un estegosaurio a media carretera) y la clausura del zoológico de Sacramento por un -según fuentes oficiales- grupo de activistas radicales hasta, cosa que ni siquiera Zach pudo evitar difundir, el ataque a un campamento del que una familia fue víctima en la zona forestal de Colorado.

¿Lo último? Algo que Katherine Mulligan consideró el primer avistamiento de Gallimimus en los Grandes Lagos, a dos horas de Great Lakes City. Evento mismo del que Ronnie Anne le comentó que su familia estaba empezando a considerar mudarse de nuevo gracias a las estúpidas profecías de Ernesto Estrella sobre el incidente.

En ese momento, no le preocupaba demasiado. Haber logrado convencer a sus padres de ir para cuando Lisa tuviera dos años y medio no fue, ni de lejos, la mejor idea. A los dos meses, nació Lily, y unas semanas después se dio el incidente por el que responsabilizaron a InGen -corporación que incluso despreció la investigación de Lisa al respecto, quien acabó llamando al doctor Wu un "demente demiurgo" y a los dinosaurios recreados "aberraciones sin sentido"-, por lo que pasó todo ese año recibiendo las burlas de Chandler cada que él aprovechaba por "nacer en una familia de muchos perdedores"

Es un alivio que no tengan que compartir autobús esta vez. Ya que el tercer autobús tuvo sobrecupo y a las tres parejas sobrantes las llevó Bolhofner (con Chandler) de última hora, la directora Ramírez no tuvo de otra que hacerse cargo sola del mismo. Rachel, con quien rara vez suele hablar si no hay clases, Jordan o sopa de aguacate en medio, es una buena compañía de viaje. Silenciosa, tranquila… una lástima que no se pueda decir lo mismo de la chica tras ellos.

-Basta -pidió Lincoln con calma cuando sintió un piqueteo entre las costillas que se volvió constante-. Ya, detente.

-No te estoy haciendo nada -replicó Rachel, dejando el chat que sostenía con Mollie (en el autobús dos) y Jordan (en su casa).

-Es… ¡Suficiente! -protestó Lincoln, levantándose de su asiento.

-Y que lo digas -dijo Dirk tras ellos, aquél chico delgado de su clase, aguantando un calzón chino atómico.

-¡Loud! -llamó molesta la directora- ¡O tomas asiento o este autobús regresa!

-Oh -dijo burlona una voz familiar tras el asiento, justo al lado de Dirk-, el niñito bueno sigue las reglas.

-Ay, tenía que ser… -maldijo Lincoln por lo bajo.

Para malestar de Lincoln, sus problemas de bravucones se resumen a cuatro personas. Por un lado, Chandler, dolor de cabeza siete horas al día, seis días a la semana. Siempre molestando en clase con Bolhofner o, más reciente, con Budden en el coro porque el pelirrojo se enteró de que había algunas chicas lindas allí… con un año de retraso. Las otras tres, la pandilla que confrontó con sus amigos en el autobús. Estos, aunque solo lo molestaban en el almuerzo y entre clases, le daban para todo el día, y Lynn no era de mucha ayuda por la simple razón que ella también los padece.

De hecho, ellos fueron la razón por la que la echaron de varios equipos y terminara repitiendo el octavo grado, acortando las distancias con su hermano. Peor aún, Anderson, Pablo y Taylor aprendieron rápido de sus errores previos, y aunque Lincoln tuvo un acierto al manejarlos en grupo, estos a su vez decidieron que la mejor forma de aplacar a los estudiantes era dejarlos en paz como grupo y actuar como manada yendo sobre el tarado o, en su caso muy particular, cuando él y sus amigos están solos. Especial atención recibía de Taylor, y dado que esta no tenía cerca a Stella (junto a él, su presa favorita en solitario), lo que significaba que no importa que él busque colarse con ella al baño de chicas, no había semana que termine con ambos metidos en un basurero o atados por la ropa interior.

-Oye, el torpe de mi compañero ya me está aburriendo, me sudan los pies y veo que tu novia la pasa tan bien como yo los últimos cinco minutos -dijo Taylor, presumiendo unas botas militares como de costumbre, leggins negros y una camiseta blanca bajo una blusa negra de tirantes, un cambio que Leni habría dicho que le haría bien si quiere trabajo en un bar deportivo-. ¿Por qué no dejas a la estirada y vienes?

-No, gracias -murmuró Lincoln, temiendo otra reacción de la directora Ramírez.

-Entonces molestaré a tu novia si no vienes a jugar conmigo -advirtió Taylor, empezando a picotear con un popote de metal.

-Hazle caso -dijo Rachel en voz baja al tercer piquete.

Sin titubear, Dirk le tomó la palabra a Rachel y se cambió tan rápido como fue posible, sacando a Lincoln de su asiento. Esto no pasó desapercibido para la directora Ramírez, quien además de maldecirse por no haber tomado la camioneta de la escuela, tuvo que amenazar no solo con regresar el autobús, sino también con tener en escuela de verano a los cuatro si no se comportaban.

.

Le tomó tiempo encontrarse con Stella, Zach, Liam y Clyde. Rusty al final declinó ir porque su padre lo tenía castigado por malbaratar un traje de gala para la graduación de la preparatoria, así que solo serían los cinco. No se siente con muchos ánimos de tratar de integrar a Rachel, y lo mismo los chicos con sus parejas. Situación especialmente aplicable a Liam, a quien Emma definitivamente le sentó mal el viaje con él.

-No se burlen -advirtió Liam, cuya camiseta apestaba y ostenta una mancha húmeda de la que procedía dicha peste.

-Pudo ser peor -animó Clyde-. ¿No trajiste otra camiseta?

-Es la última que me quedaba -lamenta el granjero.

-Ya encontraremos donde lavarla -consuela Stella, a quien la suerte no le favoreció mucho con su nuevo compañero-. ¿Se imaginan a alguien con peor aliento que Rusty?

-No -respondieron todos de forma generalizada.

-Pueden decirle eso a Andrew -acusó Stella, dejándose caer sobre la hierba-. No me lo van a creer, pero le encanta la cebolla caramelizada con pepinillos picados.

-No suenan tan mal juntos -dijo Liam, pensativo.

-Si, son buenos sobre las salchichas -secundó Lincoln.

-Traten de comerlas solas -enfatizó Stella, hastiada- en los primeros diez minutos del viaje, esperen media hora y luego me dicen.

Girando sobre sí, Stella se levantó y fue a buscar en el tablón de anuncios de la zona de cabañas, cosa en que los chicos la imitaron.

-¿Y qué tal ustedes? -preguntó la chica.

-Es obvio -gruñó Liam.

-Pues con Mollie no me fue tan mal -dijo Zach-. ¿Sabían que se está cansando de sus papás?

-Zach, eso todo mundo lo saben -desestimó Lincoln.

-Si. Solo las chicas, Liam, Lincoln, Rusty y yo no hemos salido con ella -añade Clyde-. Oficialmente tienes tu cita.

-Me estaba yendo bien con Rachel hasta que Taylor empezó a molestar -continuó Lincoln, un tanto celoso mientras se descargaba-. Todo ese silencio era casi un sueño.

-Un sueño porque solo así vas a gozar de silencio, Larry -dijo ufano Chandler tras ellos.

El pelirrojo elitista no había cambiado nada desde el quinto grado. Habiéndose arreglado para esconder bastante bien algunas cosas ilegales, se le notaba más que dispuesto a sacarle al viaje todo el provecho posible, así sea a costa de vender cosas de sus padres o de algunos vecinos que tomó, o bien, atormentando a sus tontos favoritos.

-¿Por qué no te pierdes? -espetó Lincoln, dándole a Chandler la espalda- Ya tengo suficiente contigo en clases como si fuera necesario aguantarte todo el fin de semana.

-Lo haré cuando venga Tontohofner por mi.

En el acto, Chandler empujó a Lincoln sobre un montón de excremento de algún animal. El gesto no pasó desapercibido para nadie del grupo, pero en cuanto Zach lo tenía del cuello la voz de la directora Ramírez se hizo sentir por un megáfono.

-Todos los estudiantes, por favor, con sus parejas…

-Te salvó la campana, Chandler -silbó Zach, soltando al matón a la vez que la directora daba indicaciones.

-Vamos, chicos, caminen, no se demoren -indicó el señor Budden-. Lincoln, ve a cambiarte en cuanto la directora termine.

Entre un remoloneo, reniegos y no pocas maldiciones para el matón, los chicos se congregaron con el resto.

A lo largo del día, la gran mayoría de los chicos se olvidaron de que este era solo un viaje de fin de cursos. No pocos niegan que, después de la brutal semana de exámenes finales que han tenido que sortear y los malos ratos que la vida escolar les había deparado por fin tenían esta vez una justa recompensa que ni siquiera el más amargado del plantel podría negarse a disfrutar… a menos claro que uno se apellide Bolhofner. El maestro, tan acostumbrado a su soledad como un ermitaño, tenía muchísimos problemas para congeniar con sus colegas fuera de la escuela, en especial con "esa charlatana" Salter y su amistad con el -para él- farsante de Rip Hardcore.

Las cosas pudieron haber salido mejor, pero por un lado Lynn le hizo cambiar su sopa de aguacate por la mitad del bocadillo que la cocinera Pat les había dado a cada uno, y por el otro se quedó sin ropa porque Anderson, en un intento por animarse tras lo de Pablo en el autobús, despeñó su ropa y la de Liam y la directora tragó completo que fue un juego de ambos chicos. Esta, cansada, solo los envió a recogerla, encontrándola siendo hecha jirones por una pandilla de mapaches.

Empero, con el atardecer llegarían los problemas, naturalmente brindados por la pandilla de Anderson y, por extraño que suene, de una forma para nada usual en ellos.

~o~

¿Debo darles la bienvenida a este pequeño proyecto? Definitivamente. ¿Es un crossover? Más bien una ambientación. Y ¿qué mejor que embutir a los Loud y amigos en la línea de Parque/Mundo Jurásico?

No voy a dejar de lado Vínculos, es un hecho, pero esto me ha apretado bastante, así que entre este viernes y la semana que viene ya tendré el final completo. Lo que sí... es que opté por tomar algunos sucesos mencionados y cronología de la ya referida franquicia. Por eso, digo de paso, también fue el cambio de imagen. Al igual que El Caballero de las Antorchas y el dibujante PpMay93, me encantan los dinosaurios. Solo les aviso que, por favor... si algo grande como una casa los persigue...

... no se muevan.

Sam the Stormbringer